Cuarta Semana: Consagración de nuestros Actos
Día 22: Consagración de mis relaciones y de mis soledades
33 Pasos con María a Jesús para preparar la entrega de nuestra vida a Cristo por manos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Oración: "Ven, Espíritu Santo, ven, fuego del amor. Ven, padre de los pobres. Tu estás lleno de amor compasivo y tierno para con mis heridas. Y tú sabes: El único amigo que amo y que me alienta eres tú, mi manso Jesús. Y sólo tu, Jesús mío, puedes contentar mi alma" (Santa Teresita del Niño Jesús).
Profesión de fe
Lectura bíblica: "Por tanto, hermanos, poned el mayor empeño en afianzar vuestra vocación y vuestra elección. Obrando así nunca caeréis. Pues así se os dará amplia entrada en el Reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. " (2 Pe 1, 10-11). .
Pensamiento de un Santo: "De la misma manera como el sol al mismo tiempo envuelve con su brillo los altos cedros y cada pequeña flor, como si fueran lo único en esta tierra, así el amor de Dios se preocupa muy personalmente de cada alma como si fuera la única. Y como en la naturaleza todas las estaciones están ordenadas de manera que en un día específico, por ejemplo, el lirio comienza a florecer, de la misma manera todo le sirve al alma para bien" (Santa Teresita del Niño Jesús).
Meditación: En el cielo estaremos totalmente unidos a Dios de manera que todos nuestros anhelos serán saciados (cf. Fil 4, 19). Esta es nuestra máxima vocación. Allá ya no nos casaremos ni busquemos matrimonio (cf. Mc 12, 25). ¿Qué significa esto para nuestra vida? Cuando buscamos nuestra felicidad exclusivamente en las relaciones humanas experimentaremos desilusión; es que los demás no son Dios y solamente él puede corresponder a todas nuestras expectativas. Quien vive su matrimonio solamente entre los dos (y no entre tres - con Dios), éste está en peligro de esperar de su cónyuge la perfección y finalmente saldrá desilusionado. Dios es la tercera persona en la unión matrimonial.
Esto vale también para las demás relaciones. No tengamos miedo de poner a Dios primero. Esto no tendrá como consecuencia que perderemos nuestros amigos sino que ganaremos en fuerza y en libertad. Amor y amistad deberían vivirse siempre en libertad.
Tampoco necesitamos tener miedo de quedarnos solos. Muchas veces tratamos de llenar este vacío interior con todo tipo de cosas materiales. Olvidamos entonces que nunca estamos solos. Dios está siempre para nosotros. Decidámonos pues, de amar y de amar realmente.
Pensamientos del Papa Juan Pablo II: Muchos jóvenes y también muchos de más edad buscan el ambiente cómodo del grupo pequeño, para escapar de esta manera al anonimato y también para encontrar nuestra identidad más profunda en las relaciones interpersonales… el corazón del hombre, el símbolo de la amistad y el amor, tiene también sus normas, su ética. Crear en el corazón espacio para un desarrollo armónico de la personalidad no tiene nada que ver con sentimientos o sentimentalismos superficiales. El corazón es la apertura del ser hacia el otro, la capacidad de comprender al otro, de adivinar sus sentimientos y sus pensamientos. Tal sensibilidad, cuando es auténtica y profunda, nos vuelve vulnerables. Por eso algunas personas prefieren liberarse de ello y endurecen el corazón… Contemplen el "testamento" de Cristo: "No hay amor más grande que el que da su vida por sus amigos". ¡Contemplen al hombre Dios, al hombre con el corazón traspasado! ¡No tengan miedo! Jesús no ha venido para condenar el amor sino a liberar al amor de ranciedades e imitaciones engañosas (París, Parc des Princes,, 15 junio 1980).
Profundizando: Reserva un momento para ti sólo y consagra este tiempo a María. De esta manera puedes tener la experiencia que no estás solo. De esta manera el "estar solo" puede volverse muy fructífero.
Referente a cada encuentro de este día pide: "Virgen María, precédeme tú y prepara todo y permanece con nosotros". Experimentarás qué eficaz es esta oración.
Misterio del Rosario en las intenciones de la madre de Dios
Oración consagratoria: Virgen María, tú has respondido incondicionalmente al llamado de Dios. Tú no has tenido miedo de las consecuencias. Hoy te consagro a mis amigos, mis expectativas frente a ellos, mis angustias ante la soledad y mis miedos que me abandonen. Quisiera consagrarte también a todos aquellos que Dios todavía conducirá a mi encuentro en el camino de la vida para que cada encuentro sea un auténtico encuentro con Cristo y para que de esta manera, juntos, podamos edificar su cuerpo que es la Iglesia.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón, ruega por nosotros.
CUARTA SEMANA - CONSAGRACIÓN DE NUESTRAS ACCIONES
Día 22: Consagración de mis relaciones y de mis soledades.
Día 23: Consagración de los fracasos
Día 24: Consagración de nuestro futuro
Día 25: Consagración de las personas que nos han herido
Día 26: Consagración de las personas que tienen autoridad para conmigo
Día 27: Consagración de las decisiones/obligaciones
Día 28: Consagración de nuestra libertad en relación con Dios