Cuarta Semana: Consagración de nuestros Actos
Día 27: Consagración de las decisiones/obligaciones
33 Pasos con María a Jesús para preparar la entrega de nuestra vida a Cristo por manos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Oración: "Te suplico, Espíritu Santo, que me concedas esa agua; la beberé porque conozco su gran valor. Cuanto más me das de ella tanto más serás tú glorificado. Ayúdame en mi debilidad. Soy como una caña viva. Quítame la inestabilidad, es que cambio de idea más rápidamente que el viento. Quítame mi ignorancia porque soy un ciego de nacimiento" (San Luis María Grignion de Montfort)
Profesión de fe
Lectura bíblica: Os exhorto, pues, hermanos, por la misericordia de Dios, a que os ofrezcáis a vosotros mismos como un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios: tal será vuestro culto espiritual. Y no os acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto. (Rm 12, 1-2).
Pensamiento de un santo: "La santidad no consiste en hacer esto o aquello sino en la postura de nuestro corazón que nos hace humildes y pequeños en las manos de Dios, precisamente por ser conscientes de nuestra debilidad y confiar con audacia en la bondad del Padre" (Santa Teresita del Niño Jesús)
Meditación: Todos los bautizados tienen una vocación común: la santidad. ¿Nos tomamos a veces el tiempo y paramos para preguntarnos cómo es eso en nosotros? Cada uno aporta un ladrillo de edificación a la Iglesia: algunos en la forma de la vida consagrada, otros en el matrimonio, otros como sacerdotes etc.… cada estado de vida tiene su propia hermosura y sus propias tareas. Lo importante es que uno llegue a la santidad en el estado de vida en que ha escogido. Algunos se sumergen tanto en un activismo exterior que olvidan lo que es realmente decisivo. El cristiano auténtico sabe cómo dejar actuar a Dios en todo lo que se refiere a su propia vida. Por eso es ineludible que todo bautizado y todo aquel que se prepara al bautismo, consagre sus decisiones y sus obligaciones al Dios omnipotente. Tenemos que permitirle que obre con gran poder en nuestra vida diaria. Eso mantendrá lejos las desilusiones, el descontento, el agotamiento, la impaciencia y el fracaso y nos guiará de acuerdo a la voluntad de Dios a la victoria. De esta manera recibimos la paz permanente y el gozo incesante de estar en Dios. A partir de hoy queremos siempre primero pedir consejo a Dios antes de decidir lo que tenemos que hacer.
Pensamientos del Papa Juan Pablo II: En relación con el secularismo actual, muchos contemporáneos piensan y viven como si Dios no existiese o se dejan atraer por alguna forma de religión irracional. Por eso precisamente ustedes, queridos jóvenes, deben reafirmar que la fe es una decisión personal que abarca toda la existencia. El Evangelio será el gran criterio que guíe sus decisiones y la dirección de su vida. De esta manera con sus obras y sus palabras se convertirán en misioneros y en todas partes donde trabajen o vivan serán signos del amor de Dios, testigos creíbles de la presencia amorosa de Cristo. No lo olviden: "Nadie enciende una lámpara y la coloca bajo un celemín" (Mt 5 15) (Mensaje para el XVII Jornada Mundial De la Juventud, Toronto, 2002).
Profundizando: Cuando se presente la próxima vez la oportunidad de dar testimonio de tu fe y de tu ser cristiano no dudes en confesarlo abiertamente (por ejemplo, cuando no aceptas una invitación porque te vas a reunir con tu grupo de oración, no indiques otro motivo como, por ejemplo, una fiesta familiar). Medita también dónde con tus dones y talentos puedes obrar más para que se conozca a Dios.
Misterio del Santo Rosario en las intenciones de la Madre de Dios
Oración consagratoria: Virgen María, tú has sido fiel en todas las decisiones de tu vida hasta el final; y eso tanto que has querido padecer con tu hijo. Al pie de la cruz tú no lo has negado. Por medio tuyo quiero consagrar a Dios todas las decisiones de mi vida para qué estén de acuerdo al Evangelio, para que mi vida no niegue a Jesús en ningún momento. También te consagro mis incapacidades de decidirme verdaderamente por algo o de comprometerme realmente, y también te consagro las decisiones que quise tomar sin Dios. Por este acto de consagración quiero permitir a Dios que contemple con benevolencia cada una de mis decisiones para qué con mis dones pueda contribuir siempre de nuevo al bien de la Iglesia.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón, ruega por nosotros.
CUARTA SEMANA - CONSAGRACIÓN DE NUESTRAS ACCIONES
Día 22: Consagración de mis relaciones y de mis soledades.
Día 23: Consagración de los fracasos
Día 24: Consagración de nuestro futuro
Día 25: Consagración de las personas que nos han herido
Día 26: Consagración de las personas que tienen autoridad para conmigo
Día 27: Consagración de las decisiones/obligaciones
Día 28: Consagración de nuestra libertad en relación con Dios