PRIMERA SEMANA: CONSAGRACIÓN DE NUESTRA EXISTENCIA EXTERIOR (CUERPO)
5. Día: Consagración de los sentidos
33 Pasos con María a Jesús para preparar la entrega de nuestra vida a Cristo por manos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Oración: "Espíritu Santo, tu sabor es más dulce que la miel y que cualquier otra dulzura sensible. Hambre y anhelo permanecen dentro de mí porque no puedo abarcarte totalmente. Debo rendirte gracias, alabanza y honor porque esta es mi vida real. Siento dentro de mí una inquietud que no puedo comprender. Dios que conoce todo lo que necesito, que haga conmigo lo que quiere" (Jan van Ruysbroeck).
Profesión de fe
Lectura bíblica: "Por lo tanto, ceñíos los lomos de vuestro espíritu, sed sobrios, poned toda vuestra esperanza en la gracia que se os procurará mediante la Revelación de Jesucristo. Como hijos obedientes, no os amoldéis a las apetencias de antes, del tiempo de vuestra ignorancia, más bien, así como el que os ha llamado es santo, así también vosotros sed santos en toda vuestra conducta" (1 Pedro. 1, 13 -15).
Pensamiento de un Santo: "Por favor, obra en mi para que encuentre en ti una alegría y una mansedumbre que superen todas las alegrías falsas de las que he sido esclavo. Quiero amarte con un amor firme e inquebrantable. Quiere aferrarme siempre de tu mano omnipotente, atarme a ella con todas las fuerzas de mi corazón y de mi alma, para que me preserves en todas las tentaciones hasta el fin de mi vida" (San Agustín).
“Así pues, por intenso que sea el deseo de María de comunicar la gracia, mayor aún es su deseo de comunicar la gloria. Madre de todos los vivientes, Mujer bendita entre todas las mujeres (San Alberto Magno y San Antonino), María quiere, merced a su misteriosa y maravillosa fecundidad, dar al Padre innumerables hijos; es más, aun antes de que ellos lleguen a ver la luz, María ya experimenta por ellos angustias de Madre. Su gozo no es completo hasta el momento en que entren en la gloria donde sus hijos nacen a la vida verdadera. ¡Qué júbilo para María en el instante en que un alma llega al cielo!” (cf. P. Julio Chevalier msc)
Meditación: "Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida, pues la Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la Vida eterna, que estaba vuelta hacia el Padre y que se nos manifestó - lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Os escribimos esto para que nuestro gozo sea completo" (1 Jn 1, 1 -4). El pecado ha oscurecido y entorpecido nuestros sentidos que fueron creados para conducirnos a la unión con Dios. Por eso necesitamos aprender usarlas de una manera nueva.
Señor, bendice mis oídos que han escuchado tantas malas palabras y que han hecho de mi una persona que sufre. Purifícalas para que consagradas al amor me ayuden a escuchar tu voz que me bendice y que me dice que realmente soy tu hijo amado, tu hija amada. Señor, bendice mi boca para que ya no diga nada negativo sino sólo lo bueno y para que hable de tu amor y te alabe. Señor, bendice mis ojos que insisten en mirar tantas cosas negativas y que muchas veces observan las fallas de los demás para que de ahora en adelante me ayuden a reconocer tu presencia en todo y en todos. Haz que brillen por tu hermosura y gloria. Señor bendice mi olfato, para que pueda percibir el buen olor del conocimiento de Cristo (cf. 2 Corintios. 2, 14). Señor, bendice mi sentido del tacto y mis manos. Llena tú ese profundo vacío de ternura que existe en mí. Consuélame con tu abrazo cariñoso y tierno y ayúdame a honrar el cuerpo de los demás así como honro el cuerpo de Cristo.
Pensamientos de Juan Pablo II: “Ante el mundo entero el Papa confirma en esta noche junto con ustedes, jóvenes de todos los continentes, la fe que sostiene la vida de la Iglesia. Cristo es la luz de los pueblos. Él ha muerto y ha resucitado para regalar de nuevo a los hombres que están en camino a través de los tiempos, la esperanza de la eternidad. Su Evangelio no rebaja lo humano. Todo valor real que que se expresa en las culturas es asumido por Cristo y es elevado. El cristiano es consciente de ello y no puede hacer otra cosa que sentir orgullo y al mismo tiempo responsabilidad de que es él mismo testigo de la luz del Evangelio. Precisamente por eso los llamo en esta noche: ¡Dejen que brille la luz de Cristo en sus vidas! ¡No esperen de tener más años para caminar por el camino de la santidad! La santidad es siempre joven así como la juventud de Dios dura por siempre. Compartan con todos la hermosura del encuentro con Dios que da un sentido a vuestra vida. (…) ¡Sean por toda la tierra en Él reflejo de su luz! Es el regalo más hermoso y más precioso que pueden hacer a la Iglesia y al mundo. El Papa los acompaña - eso lo sabéis -con su oración y con su bendición cariñosa (Toronto, Parque Downsview, 27.07.2002).
Profundizando: ¡Hoy día convierte una mala costumbre en buena costumbre! (Por ejemplo, si sueles mirar a los demás con desconfianza o con lujuria, decide hoy mirarlos con mirada pura y sin prejuicios).
Misterio del Santo Rosario en las intenciones de la madre de Dios.
Oración consagratoria: Virgen María, tus sentidos siempre estaban atentamente dirigidos hacia Dios. De todo has hecho una oración. Te consagro mis sentidos y los dones escondidos en ellos. Tu sabes que todos somos heridos por el mal, por el pecado. Sin embargo, tenemos una confianza inquebrantable porque Dios nos invita a una vida nueva. Gracias, Virgen María, porque existes, porque estás presente para ayudarme a acoger esta nueva vida que Dios me ofrece. Ayúdame, para que no exponga sin necesidad mis sentidos a las cosas negativas y para que reciba todo con un corazón bueno y misericordioso; dame la capacidad de distinguir entre el bien y el mal para rechazar el mal y para escoger el bien.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón, ruega por nosotros.
PRIMERA SEMANA - CONSAGRACIÓN DE NUESTRA EXISTENCIA EXTERIOR (CUERPO) 1. Día: Consagración de nuestras raíces y de nuestro linaje
- 2. Día: Consagración de los designios que Dios tiene para mi vida
- 3. Día: Consagración de mi cuerpo
- 4. Día: Consagración de mi identidad sexual -
5. Día: Consagración de los sentidos
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6. Día: Consagración de mis limitaciones
- 7. Día: Consagración de mi cuerpo como templo de Dios