PRIMERA SEMANA: CONSAGRACIÓN DE NUESTRA EXISTENCIA EXTERIOR (CUERPO)
7. Día: Consagración de mi cuerpo como templo de Dios
33 Pasos con María a Jesús para preparar la entrega de nuestra vida a Cristo por manos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Oración: "Espíritu Santo, hazme oír tus suave y amorosa voz. Quisiera yo ser ante ti como una pluma liviana para que tu aliento me lleve a donde tú quieras y para que nunca le oponga la menor resistencia" (François-Marie Liebermann).
Profesión de fe
Lectura bíblica: "Pues su divino poder nos ha concedido cuanto se refiere a la vida y a la piedad, mediante el conocimiento perfecto del que nos ha llamado por su propia gloria y virtud, por medio de las cuales nos han sido concedidas las preciosas y sublimes promesas, para que por ellas se hicieran partícipes de la naturaleza divina, huyendo de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia" (2 Pe 1, 3 -4).
Pensamiento de un Santo: "Siempre cuando ya no se puede avanzar, la Virgen María, la Inmaculada, llama a alguien de nosotros al cielo para que pueda ayudarnos mejor de esta manera. Aquí en la tierra podemos trabajar solamente con una mano porque con la otra tenemos que agarrarnos bien para que no caigamos, pero en el cielo tenemos libres las dos manos y la Virgen Santa será nuestro "superior" (San Maximiliano Kolbe)
Meditación: "¿Acaso no saben ustedes que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que habita en ustedes y que han recibido de Dios?" (1 Cor 6, 19).
Hemos consagrado todo nuestro cuerpo a Dios. Nada puede impedir de unirnos totalmente con la presencia de Dios en nosotros. De esta manera todo nuestro ser re -encuentra su vocación que esta dirigida completamente hacia Dios. "Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna" (Heb 4, 16).
Queremos entrar en ese templo, donde Dios mismo mora en toda su grandeza y hermosura y queremos dejar que nos transforme. "La hermosura proviene del hecho que Dios mora en nosotros. El hace que nosotros seamos transformados y renovados en lo que el pecado original ha desfigurado. La presencia de Dios y su hermosura en nosotros no es para una élite que por naturaleza tiene ese privilegio o para aquellos que pueden permitirse con medios financieros de mejorar su aspecto; la hermosura es alcanzable para todos, dada a todos que permanecen bajo la mirada del Padre que les confiere la dignidad de hijos e hijas de Dios" (Jo Croissant).
"Para que se vayan llenando hasta la total Plenitud de Dios" (Ef 3, 19).
Pensamientos de Juan Pablo II: Existen profetas que engañan, falsos maestros de la vida. Precisamente son aquellos maestros que enseñan salirse del cuerpo, del tiempo y del espacio para poder entrar en lo que llaman la "vida verdadera". Condenan la creación y en nombre de una espiritualidad engañosa conducen a miles de jóvenes por el camino de una libertad imposible que al final los deja en mayor soledad como víctimas de su ilusión y su maldad. En un aparente contraste invitan estos maestros del "momento fugaz" a que satisfagan todo impulso instintivo y todo deseo y dejan que de esta manera el individuo caiga en una angustia llena de inquietudes cuya compañía son los desvíos peligrosos hacia paraísos artificiales como los de la droga… ¿quién podrá aquilatar y llenar estas expectativas? ¿Quién si no Aquél que por ser autor de la vida puede llenar toda expectativa que él mismo ha implantado en lo profundo del corazón humano? Se acerca a cada uno para ofrecer una esperanza, que no engaña. Él que es el camino y también la vida: el camino para entrar en la vida (Mensaje para la Jornada Mundial de la Juventud, octubre 1992).
Profundizando: Tienes muchas expectativas, quisieras ser feliz. Haz una lista de todas las cosas que más te ilusionan y respecto a las que has abandonado la esperanza de la ayuda de Dios. Suplícalo para que te conceda una nueva esperanza para estas situaciones y personas de manera que puedas creer nuevamente en su obrar y en su reino.
Misterio del Santo Rosario en las intenciones de la Madre de Dios
Oración consagratoria: Virgen María, tú has participado plenamente y sin reservas en la obra de Dios en ti y nada has reservado para ti. Al contrario, has entregado todo. Enséñame a obrar así yo también. Te consagro mis anhelos de querer participar de la gloria de Dios y también mis desilusiones. También te consagro mi voluntad deficiente de vivir el reino de Dios aquí y ahora ya en plenitud. Yo sé que el reino de Dios ya está en mi corazón y por medio de esta consagración quisiera yo experimentarlo de una manera concreta y viva. Quisiera también ser capaz de ayudar a otros para que lo experimenten por amar como tú amas y donarme a mi mismo a los demás.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros
SEGUNDA SEMANA - CONSAGRACIÓN DE NUESTRO SER INTERIOR (ALMA)
8. Día: Consagración de la inteligencia
9. Día: Consagración de la voluntad
10. Día: Consagración de la memoria
11. Día: Consagración de la imaginación.
12. Día: Consagración de las emociones
13. Día: Consagración de la capacidad para amar.
14. Día: Consagración de las relaciones familiares