Segunda Semana - Consagración de nuestro ser interior
12. Día: Consagración de las emociones
33 Pasos con María a Jesús para preparar la entrega de nuestra vida a Cristo por manos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Oración: "El Espíritu de Dios, tú perdonas, Espíritu de Dios, tú consuelas, Espíritu de Dios, tú llenas nuestros corazones con amor y ternura" (del canto „Souffle de Dieu“, Sr. Aurelie, bienaventuranzas).
Profesión de fe:
Lectura bíblica: "Pero El fue herido (traspasado) por nuestras transgresiones, Molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre El, Y por Sus heridas (llagas) hemos sido sanados" (Isaías 53.5).
Pensamientos de un Santo: "El medio de peligros, de angustias y dudas piensa en María, llama a María. Su nombre no se alejan nunca de tus labios y nunca desaparezca de tu corazón. Con todo, para recibir la ayuda de su intercesión debe seguir el ejemplo de su vida. Cuando le sigues estarás seguro de no caminar por el camino equivocado. Cuando le suplicas estarás seguro que no te desespere raras. Cuando solicitas su consejo estarás seguro de no equivocarte" (San Bernardo).
Meditación: las heridas que nos inflige la vida y las experiencias del sufrimiento han marcado nuestras emociones. A veces estamos llenos de angustia (miedo de la penuria, miedo ante la mirada de los demás, miedo del futuro, y lleno de cometer errores, y lleno a la muerte…) y a veces nos ataca el miedo por causa de nuestras emociones contradictorias. Quizás la injusticia sufrida ha provocado ira, violencia, agresión y fuertes sentimientos de venganza en nosotros.
Nuestra inseguridad y el miedo que se rían de nosotros, quizás nos han convertido en personas tímidas y nos hemos encerrado dentro de nosotros mismos. Fracasos repetidos nos han llenado de amargura, vergüenza, desilusión y desánimo y así aumenta de nosotros los sentimientos de inferioridad. Finalmente sentimos que no valemos que nos amen. Ahora cuando por medio de María consagramos nuestras emociones y reacciones de cara a los acontecimientos de nuestra vida a Dios (tanto las emociones de superficie como las más profundas) descubriremos de nuevo estas capacidades maravillosas: confianza, entrega, bondad y paciencia, mansedumbre y admiración, misericordia y amor. Desde el comienzo Dios las ha puesto dentro de nosotros para que los pongamos al servicio del amor.
Pensamiento de Juan Pablo II: "Bienaventurados los mansos" (Mt 5, 4). Así se expresa el maestro. Cuando anunciaba el reino de Dios también dijo a sus discípulos: "Aprendan de mi que soy manso y humilde de corazón" (Mateo 11, 29). No se trata de cobardía sino de una auténtica virtud espiritual. Se trata de ser pacífico frente al violento, de devolver bien por mal. Una tarea entusiasmante (A los jóvenes en el Perú, 1982).
Profundizando: Pregúntate: "¿En qué situaciones veo sistemáticamente lo negativo?" Intenta de descubrir también en ello el bien y anota los puntos positivos. Recuérdalos en cuanto esta situación se repite.
Misterio del Santo Rosario en las intenciones de la Madre de Dios
Oración consagratoria: María, madre mía mansa y tierna, haz que sienta tu consuelo y suaviza mis emociones amargas. Cura tú mi sensibilidad herida. En ti quiero reconocer la bondad de Dios ya que he perdido el sentido del bien y mis capacidades de admiración se han entorpecido. Se ha endurecido mi corazón y es influenciado por emociones contradictorias. Te suplico, Virgen María, cura mi sensibilidad herida por tu corazón inmaculado. Te consagro todas mis emociones y sentimientos para que pueda vivir más y más en tu escuela de amor y de entrega, de alegría y de paz.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón, ruega por nosotros.
SEGUNDA SEMANA - CONSAGRACIÓN DE NUESTRO SER INTERIOR (ALMA)
8. Día: Consagración de la inteligencia
9. Día: Consagración de la voluntad
10. Día: Consagración de la memoria
11. Día: Consagración de la imaginación.
12. Día: Consagración de las emociones
13. Día: Consagración de la capacidad para amar.
14. Día: Consagración de las relaciones familiares