Día 33: Consagración solemne
33 Pasos con María a Jesús para preparar la entrega de nuestra vida a Cristo por manos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús
Día 33: Consagración solemne
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Oración: "Padre de los pobres, Espíritu Santo, seas tu la fuente que compenetre todo mi ser, llena mi corazón, mi inteligencia y voluntad, mis recuerdos y fantasías. En esta libertad interior de cara al mundo y de cara a mi mismo quisiera vivir para servirte en fe, esperanza y caridad. Compenetra mi vida y a pesar de todas mis limitaciones conviérteme con tu poder en un vaso sagrado de tu presencia" (Desconocido)
Profesión de Fe
Lectura bíblica: "Que él, el Dios de la paz, os santifique plenamente, y que todo vuestro ser, el espíritu, el alma y el cuerpo, se conserve sin mancha hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama y es él quien lo hará" (1 Tes 5, 23-24).
Pensamiento de un Santo: "A estos auténticos "apóstoles de los últimos tiempos" el Señor les dará su palabra y su fuerza para realizar milagros" (Está hablando de aquellos que se consagran al María) (San Louis María Grignion de Montfort).
Meditación: ¡Cuánto quisiéramos entregarle todo a Dios! Ciertamente, en los momentos cuando en la oración experimentamos grandes gracias, fácilmente lo entregamos todo. En esos momentos somos capaces de formular los mejores propósitos. Sin embargo, en los tiempos llenos de problemas solamente con dificultad recordamos las gracias recibidas. Esto no es tan malo porque con la consagración por medio de las manos de María a la Santísima Trinidad permitimos a la madre de Dios que ella se acuerde en favor nuestro. Es verdad, dando el paso de la entrega total al Padre ella nos mostrará el camino y hará que se calmen nuestras tempestades. Cuando nos consagramos a ella de todo corazón nunca necesitamos dudar porque por por medio de este paso, nos entregamos en sus manos y ella desea ardientemente que nos convirtamos en hijos e hijas de Dios. La virgen María, la madre de la Iglesia, desea también que nos convirtamos en hijos de la Iglesia y que la consagración en nuestra vida se concretice por medio de nuestra entrega. No nos admiremos que después de estos 33 días seremos exigidos más aún para dar testimonio de Dios también en cosas pequeñas. Cuando nos entregamos realmente a la virgen María ella nos ayudará en este camino de santidad. Junto con ella podemos hacer nuestro este maravilloso plan del amor, este plan de Dios para nuestra vida. Guiados por Espíritu Santo seremos siempre verdaderos misioneros en donde estemos y con todo lo que seamos y daremos buenos frutos para la Iglesia y el mundo.
Pensamientos del Papa Juan Pablo II: La virgen María es la madre de la gracia divina porque es la madre del autor de la gracia. Confíen en ella total y completamente. De esta manera reflejarán ustedes la hermosura de Cristo. Cuando estén abiertos a la inspiración del Espíritu se convertirán en apóstoles valientes y serán capaces de extender alrededor de ustedes el fuego del amor y la luz de la verdad. En la escuela de la virgen María descubrirán qué acción concreta estará Cristo esperando de ustedes. Aprenderán a darle en su vida el primer lugar y a orientar sus pensamientos y sus acciones hacia él. (…) También ustedes lo saben, mis queridos amigos, que esto no es una tarea fácil. Hasta es imposible cuando uno solamente se fía de su propia fuerza. Sin embargo, "lo que es imposible para el hombre para Dios es posible" (Lc 18, 27; 1, 37). Los auténticos discípulos de Cristo saben que son débiles. Por eso ponen toda su confianza en la gracia de Dios la que reciben con un corazón sin divisiones, con la convicción que sin él no pueden hacer nada (cfr. Jn 15, 5). Lo que los caracteriza y distingue de los demás no son tanto los talentos y las capacidades naturales sino más bien su firme decisión de seguir a Jesús. Imítenlos así como ellos han imitado a Cristo. "Que él ilumine los ojos de vuestro corazón para que conozcáis cuál es la esperanza a que habéis sido llamados por él; cuál es la riqueza de la gloria otorgada por él en herencia a los santos, y cuál es la soberana grandeza de su poder para con nosotros, los creyentes, conforme a la eficacia de su fuerza poderosa" (Ef 1, 18 -19). (Mensaje para la XVIII Jornada Mundial de la Juventud, 2003).
Profundizando: Este es un día "grande", un día de fiesta, puedes ir a misa, confesarte o tomarte un tiempo especial para la oración para prepararte a vivir esta consagración.
Misterio del Santo Rosario en las intenciones de la madre de Dios
Oración consagratoria: Virgen María, hoy quiero pertenecerte totalmente. Me consagro a la Santísima Trinidad por medio de tus manos para que tú hagas de mis acciones, aún de las más pequeñas, de mis pensamientos y palabras un hermoso regalo para Dios. Te elijo como mi madre para que no solamente eduques todo mi ser, sino que también más allá de ello en los momentos difíciles me consueles con tu ternura y que te alegres conmigo cuando yo me alegro. Te consagro hoy día todo lo que es mi vida, mi pasado, mi presente y mi futuro. Guíame tu siempre hacia lo esencial. Si, virgen María, deseo que tu me conduzcas hacia la santidad. Por eso junto con el beato Juan Pablo II también yo te digo: „Totus Tuus" -"¡Todo Tuyo!"
Nuestra Señora del Sagrado Corazón, ruega por nosotros.
Acto de Consagración
Entrega de mi Vida a Cristo por medio de las manos de la virgen María
Yo… (insertar nombre)
bautizado/a el (insertar fecha del bautismo),
renuevo en este día de gracia solemnemente delante de toda la Iglesia mi promesa bautismal.
Renuncio a Satanás, al autor del mal, para poder vivir en la libertad de los hijos de Dios.
Me consagro y me entrego por medio de Nuestra Señora del Sagrado corazón
totalmente y para siempre a la Santísima Trinidad, al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Confío toda mi vida, todas las alegrías y preocupaciones a Dios, mi Creador y Redentor.
Todos los días quiero crecer en el amor a Dios y en el servicio a mi prójimo.
Me coloco bajo la protección de la madre de Dios María,
para que, aferrado a su mano, pueda progresar en el camino de la fe,
que conduce a la vida eterna en la luz del Señor. Amén
QUINTA SEMANA - CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Día 29: Consagración de preocupaciones personales adicionales
Día 30: Consagración al Espíritu Santo