Domingo 33 del Tiempo Ordinario A 'He ganado otros cinco talentos' - Lecturas y Catecismo: Preparemos con ellos la Acogida de la Palabra de Dios proclamada durante la celebración de la Misa dominical
Con las Lecturas Con el Catecismo Con el Directorio Homilético
Recursos adicionales para la preparación
Año Litúrgico Patrístico
Comentarios de Sabios y Santos
I
Iglesia del Hogar: Preparando en Familia
Catequesis preparatoria para los niños
Ejemplos que iluminan la participación
Recursos: Gráficos - Videos - Audios
Falta un dedo: Celebrarla
Lectura del libro de los Proverbios 31,10-13. 19-20. 39-31.
Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará?
vale mucho más que las perlas.
Su marido se fía de ella
y no le faltan riquezas.
Le trae ganancias y no pérdidas
todos los días de su vida.
Adquiere lana y lino,
los trabaja con la destreza de sus manos.
Extiende la mano hacia el huso
y sostiene con la palma la rueca.
Abre sus manos al necesitado
y extiende el brazo al pobre.
Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura; la que teme al Señor merece alabanza.
Cantadle por el éxito de su trabajo,
que sus obras la alaben en la plaza.
Palabra de Dios
Salmo Responsorial: Sal 127,1-2. 3. 4-5
R/. Dichoso el que teme al Señor.
¡Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R/.
Tu mujer como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos como renuevos de olivo
alrededor de tu mesa.R/.
Esta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén,
todos los días de tu vida.R/.
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los
Tesalonicenses 5,1-6.
Hermanos:
En lo referente al tiempo y a las circunstancias no necesitáis que os
escriba.
Sabéis perfectamente que el Día del Señor llegará como un ladrón en la
noche. Cuando estén diciendo: «paz y seguridad», entonces, de improviso, les
sobrevendrá la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta, y no
podrán escapar.
Pero vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas para que ese día no os
sorprenda como un ladrón, porque todos sois hijos de la luz e hijos del día;
no lo sois de la noche ni de las tinieblas.
Así, pues, no durmamos como los demás, sino estemos vigilantes y vivamos
sobriamente.
Palabra de Dios
Aleluya
Permaneced en mí, como yo9 en vosotros - dice el Señor -,
el que permanece en mí da mucho fruto.
Aleluya
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 25,14-30.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
-Un hombre que se iba al extranjero llamó a sus empleados y los dejó
encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata; a otro,
dos; a otro, uno; a cada cual según su capacidad. Luego se marchó.
[El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó
otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.
En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero
de su señor.]
Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a
ajustar las cuentas con ellos.
Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco,
diciendo:
-Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco.
Su señor le dijo:
-Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco,
te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.
Se acercó luego el que había recibido dos talentos, y dijo:
-Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos.
Su señor le dijo:
-Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco,
te daré un cargo importante: pasa al banquete de tu señor.
Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo:
-Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges
donde no esparces; tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí
tienes lo tuyo.
El señor le respondió:
-Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabías que siego donde no
siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el
banco para que al volver yo pudiera recoger lo mío con los intereses.
Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le
dará y le sobrará; pero al que no tiene se le quitará, hasta lo que tiene. Y
a ese empleado inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y
el rechinar de dientes.
Palabra del Señor
Con el Catecismo de la Iglesia Católica entender y vivir la Palabra
II. APUNTE
BÍBLICO-LITÚRGICO
* La segunda parábola sobre el
retorno del Señor destaca el presente como garantía del futuro, de la
eternidad. El presente es productivo, como el dinero colocado a interés, porque
en el retorno del Señor, se dobla el capital para la eternidad. O se recibe la
sentencia de condenación, si no se ha colocado el capital, grande o pequeño,
que es la vida de cada uno.
* La segunda Lectura destaca la
imprevisión del retorno de Cristo para unos, para los “asegurados” en este
mundo de “tinieblas”, donde no se ve. Y el deseo cumplido de la venida del
Señor para otros, para “los hijos de la luz”, que viven despiertos, vigilantes.
* Si bien es cierto que la vida es
ir recibiendo dones del Reino de Dios, hoy se nos dice que al final el don es
Dios.
III. SITUACIÓN HUMANA
* Al hilo de la segunda Lectura,
toda persona sensata no puede menos de experimentar que las seguridades de este
mundo se quiebran. Por eso, la llamada de atención para el fin de esta vida,
que es comienzo de la otra, no puede desatenderse. Lo único sensato es vivir
vigilante, continuar
quizá
buscando, mejor deseando el futuro.
* Grande es la confianza de Dios en
el hombre, a pesar de todo, porque le sigue otorgando talentos para transformar
y mejorar todo.
IV. LA FE DE LA IGLESIA
* La fe
_ “... El Hijo no ha venido para juzgar sino para salvar... y para dar
la vida que hay en él... Es por el rechazo de la gracia en esta vida por lo que
cada uno se juzga ya a sí mismo... es retribuído según sus obras... y puede
incluso condenarse eternamente al rechazar el Espíritu de amor...” (679).
* La respuesta
_ Preparemos el juicio eligiendo
ahora el camino de Cristo:
“El camino de Cristo ``lleva a la
vida'', un camino contrario ``lleva a la perdición''... La parábola evangélica
de los dos caminos está siempre presente en la catequesis de la Iglesia.
Significa la importancia de las decisiones morales para nuestra salvación.
``Hay dos caminos, el uno de la vida, el otro de la muerte; pero entre los dos,
una gran diferencia'' (Didajé, 1, 1)” (1696).
_ Adelantemos el juicio definitivo
en el tribunal de misericordia de la Iglesia:
En el sacramento de la Penitencia,
“el pecador, confiándose al juicio misericordioso de Dios, anticipa... el
juicio al que será sometido al fin de esta vida terrena. Porque es ahora, en
esta vida, cuando nos es ofrecida la elección entre la vida y la muerte, y sólo
por el camino de la conversión podemos entrar en el Reino del que el pecado
grave nos aparta... Convirtiéndose a Cristo por la penitencia y la fe, el
pecador pasa de la muerte a la vida ``y no incurre en juicio''...” (1470).
* El testimonio cristiano
_ “Todos estos frutos buenos de
nuestra naturaleza y de nuestra inteligencia, tras haberlos propagado por la
tierra en el Espíritu del Señor y según su mandato, los encontramos después de
nuevo, limpios de toda mancha, iluminados y transfigurados cuando Cristo
entregue al Padre el reino eterno y universal. Dios será entonces ``todo en
todos'' (GS 39)” (1050).
_ “Quiso Dios ``dejar al hombre en
manos de su propia decisión'' (Si 15,14, de modo que busque a su Creador sin
coacciones y, adhiriéndose a Él, llegue libremente a la plena y feliz
perfección (GS 17)” (1730).
El juicio de Dios se prepara (se
instruye) en este mundo. El juicio de Dios se adelanta en el juicio de misericordia
del sacramento de la Penitencia.