Las catequesis de Benedicto XVI sobre san Agustín
San Agustín (1). La búsqueda de la verdad lleva a Cristo
San Agustín (2) nos anima a confiar en Cristo siempre vivo
San Agustín (3). Armonía entre fe y razón.
San Agustín (4). Las obras de san Agustín.
San Agustín (5). Las conversiones de san Agustín.
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Santo Padre Francisco Homilía del miércoles 28 de agosto de 2013:
Agustín es un hombre «acreditado», tiene todo, pero en su corazón
permanece la inquietud de la búsqueda del sentido profundo de la vida; su
corazón no está dormido, diría que no está anestesiado por el éxito, por las
cosas, por el poder. Agustín no se encierra en sí mismo, no se acomoda,
sigue buscando la verdad, el sentido de la vida, continúa buscando el rostro
de Dios. Cierto, comete errores, toma también caminos equivocados, peca, es
un pecador; pero no pierde la inquietud de la búsqueda espiritual. Y de este
modo descubre que Dios le esperaba; más aún, que jamás había dejado de
buscarle Él primero. Desearía decir a quien se siente indiferente hacia
Dios, hacia la fe, a quien está lejos de Dios o le ha abandonado, también a
nosotros, con nuestros «alejamientos» y nuestros «abandonos» respecto a
Dios, pequeños, tal vez, pero hay muchos en la vida cotidiana: mira en lo
profundo de tu corazón, mira en lo íntimo de ti mismo, y pregúntate: ¿tienes
un corazón que desea algo grande o un corazón adormecido por las cosas? ¿Tu
corazón ha conservado la inquietud de la búsqueda o lo has dejado sofocar
por las cosas, que acaban por atrofiarlo? Dios te espera, te busca: ¿qué
respondes?