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1. Aunque la doctrina que habemos dado acerca de las aprehensiones
del entendimiento que son por vía del sentido, según lo que de
ellas había de tratar, queda algo corta, no he querido alargarme
más en ella; pues, aun para cumplir con el intento que yo aquí
llevo, que es desembarazar el entendimiento de ellas y encaminarle
a la noche de la fe, antes entiendo me he alargado demasiado.
Por tanto, comenzaremos ahora a tratar de aquellas otras cuatro
aprehensiones del entendimiento, que en el capítulo 10 dijimos ser
puramente espirituales, que son visiones, revelaciones, locuciones
y sentimientos espirituales. A las cuales llamamos puramente
espirituales, porque no, como las corporales imaginarias, se
comunican al entendimiento por vía de los sentidos corporales,
sino, sin algún medio de algún sentido corporal exterior o
interior, se ofrecen al entendimiento clara y distintamente por
vía sobrenatural pasivamente, que es sin poner el alma algún acto
u obra de su parte, a lo menos activo.
2. Es, pues, de saber que, hablando anchamente y en general, todas
estas cuatro aprehensiones se pueden llamar visiones del alma,
porque al entender del alma llamamos tambien ver del alma. Y, por
cuanto todas estas aprehensiones son inteligibles al
entendimiento, son llamadas visibles espiritualmente. Y así, las
inteligencias que de ellas se forman en el entendimiento se pueden
llamar visiones intelectuales. Que, por cuanto todos los objetos
de los demás sentidos, como son todo lo que se puede ver, y todo
lo que se puede oír, y todo lo que se puede oler y gustar y tocar,
son objeto del entendimiento en cuanto caen debajo de verdad o
falsedad; de aquí es que, así como (a) los ojos corporales todo lo
que es visible corporalmente les causa visión corporal, así a los
ojos del alma espirituales, que es el entendimiento, todo lo que
es inteligible le causa visión espiritual; pues, como habemos
dicho, el entenderlo es verlo. Y así, estas cuatro aprehensiones,
hablando generalmente, las podemos llamar visiones; lo cual no
tienen los otros sentidos, porque el uno no es capaz del objeto
del otro en cuanto tal.
3. Pero, porque estas aprehensiones se representan al alma al modo
que a los demás sentidos, de aquí es que, hablando propia y
específicamente, a lo que recibe el entendimiento a modo de ver
(porque puede ver las cosas espiritualmente así como los ojos
corporalmente) llamamos "visión"; y a lo que recibe como
aprehendiendo y entendiendo cosas nuevas, así como el oído oyendo
cosas no oídas, llamamos "revelación"; y a lo que recibe a manera
de oír, llamamos "locución"; y a lo que recibe a modo de los demás
sentidos, como es la inteligencia de suave olor espiritual, y de
sabor espiritual, y deleite espiritual que el alma puede gustar
sobrenaturalmente, llamamos "sentimientos espirituales". De todo
lo cual el saca inteligencia o visión espiritual, sin aprehensión
alguna de forma, imagen o figura de imaginación o fantasía
natural, sino que inmediatamente estas cosas se comunican al alma
por obra sobrenatural y por medio sobrenatural.
4. De estas, pues, tambien, como de las demás aprehensiones
corporales imaginarias hicimos, nos conviene desembarazar aquí el
entendimiento, encaminándole y enderezándole por ellas en la noche
espiritual de fe a la divina y sustancial unión de Dios; porque,
no embarazándose y enmudeciendose con ellas, se le impida el
camino de la soledad y desnudez, que para esto se requiere, de
todas las cosas. Porque, dado caso que estas son más nobles
aprehensiones y más provechosas y mucho más seguras que las
corporales imaginarias (por cuanto son ya interiores, puramente
espirituales y a que menos puede llegar el demonio, porque se
comunican ellas al alma más pura y sutilmente sin obra alguna de
ella ni de la imaginación, a lo menos activa) todavía no sólo se
podría el entendimiento embarazar para el dicho camino, mas podría
ser muy engañado por su poco recato.
5. Y aunque, en alguna manera, podríamos juntamente concluir con
estas cuatro maneras de aprehensiones, dando el común consejo en
ellas que en todas las demás vamos dando, de que ni se pretendan
ni se quieran, todavía, porque a vueltas se dará más luz para
hacerlo y se dirán algunas cosas acerca de ellas, es bueno tratar
de cada una de ellas en particular. Y así, diremos de las primeras
que son visiones espirituales o intelectuales.
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