La Sagrada Familia, Jesús, María y José - Domingo dentro a la Octava de Navidad A-B-C: Preparemos con las Lecturas y el Catecismo la Acogida de la Palabra proclamada durante la Celebración Eucarística
CON LA PALABRA DE DIOS
Recursos adicionales para
la preparación
Año Litúrgico Patrístico
Comentarios de Sabios y Santos
Iglesia del Hogar: Preparando en Familia
Catequesis preparatoria para los
niños
Ejemplos que iluminan la participación
Recursos: Gráficos - Videos - Audios
Falta un dedo: Celebrarla
Las Lecturas del Domingo
Sólo los Evangelios varían segun el ciclo
Lectura del libro
del Eclesiástico 3,3-7. 14-17
El que honra a su padre expía sus pecados y el que respeta a su madre es
como quien acumula un tesoro. El que honra a su padre encontrará alegría en
sus hijos y cuando ore, será escuchado.
El que respeta a su padre tendrá larga vida Y el que obedece al Señor da
tranquilidad a su madre.
El que teme al Señor honra a su padre y sirve como a sus dueños a quienes le
dieron la vida. La ayuda prestada a un padre no caerá en el olvido y te
servirá de reparación por tus pecados. Cuando estés en la aflicción, el
Señor se acordará de ti, y se disolverán tus pecados como la escarcha con el
calor. El que abandona a su padre es como un blasfemo y el que irrita a su
madre es maldecido por el Señor.
Hijo mío, realiza tus obras con modestia y serás amado por los que agradan a
Dios.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL 127, 1-5
R. ¡Felices los que temen al Señor y siguen sus caminos!
¡Feliz el que teme al Señor y sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y todo te irá bien. R.
Tu esposa será como una vid fecunda en el seno de tu hogar;
tus hijos, como retoños de olivo alrededor de tu mesa. R.
¡Así será bendecido el hombre que teme al Señor!
¡Que el Señor te bendiga desde Sión todos los días de tu vida:
que contemples la paz de Jerusalén! R.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Colosas 3,
12-21
Hermanos:
Como elegidos de Dios, sus santos y amados, revístanse de sentimientos de
profunda compasión. Practiquen la benevolencia, la humildad, la dulzura, la
paciencia. Sopórtense los unos a los otros, y perdónense mutuamente siempre
que alguien tenga motivo de queja contra otro. El Señor los ha perdonado:
hagan ustedes lo mismo. Sobre todo, revístanse del amor, que es el vínculo
de la perfección.
Que la paz de Cristo reine en sus corazones: esa paz a la que han sido
llamados, porque formamos un solo Cuerpo. Y vivan en la acción de gracias.
Que la Palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza. Instrúyanse
en la verdadera sabiduría, corrigiéndose los unos a los otros. Canten a Dios
con gratitud y de todo corazón salmos, himnos y cantos inspirados. Todo lo
que puedan decir o realizar, háganlo siempre en Nombre del Señor Jesús,
dando gracias por Él a Dios Padre.
Mujeres, respeten a su marido, como corresponde a los discípulos del Señor.
Maridos, amen a su mujer, y no le amarguen la vida. Hijos, obedezcan siempre
a sus padres, porque esto es agradable al Señor. Padres, no exasperen a sus
hijos, para que ellos no se desanimen.
Palabra de Dios.
ALELUIA Col 3, 15a. 16a
Aleluia.
Que la paz de Cristo reine en sus corazones; que la palabra de Cristo habite
en ustedes con toda su riqueza.
Aleluia.
Ciclo A
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 2, 13-15. 19-23
Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños
a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y
permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño
para matarlo".
José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto.
Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el
Señor había anunciado por medio del Profeta:
"Desde Egipto llamé a mi hijo".
Cuando murió Herodes, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José, que
estaba en Egipto, y le dijo:
"Levántate, toma al niño y a su madre, y regresa a la tierra de Israel,
porque han muer to los que atentaban contra la vida del niño".
José se levantó, tomó al niño y a su madre, y entró en la tierra de Israel.
Pero al saber que Arquelao reinaba en Judea, en lugar de su padre Herodes,
tuvo miedo de ir allí y, advertido en sueños, se retiró a la región de
Galilea, donde se estableció en una ciudad llamada Nazaret.
Así se cumplió lo que había sido anunciado por los profetas:
"Será llamado Nazareno".
Palabra del Señor.
Ciclo B: Lectura del santo Evangelio según San Lucas 2,22-40.
Cuando llegó el tiempo de la purificación de María, según la ley de Moisés,
llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor [(de acuerdo con lo
escrito en la ley del Señor: «Todo primogénito varón será consagrado al
Señor») y para entregar la oblación (como dice la ley del Señor: «un par de
tórtolas o dos pichones»).
Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre honrado y
piadoso, que aguardaba el Consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en
él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte
antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu Santo, fue al
templo.
Cuando entraban con el Niño Jesús sus padres (para cumplir con él lo
previsto por la ley), Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz; porque
mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los
pueblos: luz para alumbrar a las naciones, y gloria de tu pueblo, Israel.
José y María, la madre de Jesús, estaban admirados por lo que se decía del
niño.
Simeón los bendijo diciendo a María, su madre:
—Mira: Este está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten, será
como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos
corazones. Y a ti una espada te traspasará el alma.
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era
una mujer muy anciana: de jovencita había vivido siete años casada, y
llevaba ochenta y cuatro de viuda; no se apartaba del templo día y noche,
sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba
gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación
de Israel.]
Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a
Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y
se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.
Palabra del Señor
Ciclo C: Lectura del santo Evangelio según San Lucas 2,41-52.
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de
Pascua.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre, y
cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin
que lo supieran sus padres.
Estos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se
pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se
volvieron a Jerusalén en su busca.
A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los
maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas: todos los que le oían,
quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
-Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos
angustiados.
El les contestó:
-¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi
Padre?
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir.
El bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los
hombres.
Palabra del Señor
Con el Catecismo
de la Iglesia Católica entender y vivir la Palabra
II. APUNTE BÍBLICO-LITÚRGICO
* Entre los muchos deberes que lleva consigo la
fidelidad a Yahvé, el Sirácida propone como de vital importancia el amor a
los padres.
* Las recomendaciones que San Pablo hace a los
Colosenses acerca de la familia no pueden ser más sencillas ni más
“corrientes”. Aquí la originalidad está en la motivación: “en el Señor” o
“el gusto del Señor”. No cabe duda que quiere el Apóstol algo más que un
comportamiento meramente moralista.
* Otra vez nos encontramos en San Mateo con el
género midrásico. Los exegetas piensan que Cristo aparece aquí
como nuevo Moisés y nuevo Jacob. La vida de familia que Cristo experimenta
desde el principio, lejos de la comodidad, conoce el destierro, el exilio,
la amenaza ... Pero en todo esto estaba ya el proyecto del Padre.
III. SITUACIÓN HUMANA
* Se nota en muchos ambientes el creciente aumento
del interés por la familia y el afán de muchos por revitalizar valores que
se creían para siempre olvidados o relegados. Ya sabemos que todo esto
obedece a muchos factores. Pero es un hecho que se nota en multitud de
estadísticas y estudios sociológicos. Sin embargo, por otro lado, no deja de
estar seriamente amenazada, y sigue siendo tenida por determinados sectores
como algo meramente ocasional, de simple experiencia temporal o provisional.
No obstante, la mirada hacia lo que indicamos al principio nos hace creer
que hay cierta recuperación por este inmenso valor humano y por la
realización individual y social del hombre.
IV. LA FE DE LA
IGLESIA
* La fe
_ La familia en el plan de Dios:
“La sumisión cotidiana de Jesús a José y a María
anunciaba y anticipaba la sumisión del Jueves Santo: ``No se haga mi
voluntad ...''(Lc 22,42). La obediencia de Cristo en lo cotidiano de la vida
oculta inauguraba ya la obra de restauración de lo que la desobediencia de
Adán había destruido” (532).
“Al crear al hombre y a la mujer, Dios instituyó la
familia humana y la dotó de su constitución fundamental. Sus miembros son
personas iguales en dignidad... La familia implica una diversidad de
responsabilidades, de derechos y de deberes” (2203; cf. 2201-2206).
* La respuesta
_ Responsabilidades de la familia:
“La familia debe vivir de manera que sus miembros
aprendan el cuidado y la atención de los jóvenes y ancianos, de los enfermos
o disminuidos, y de los pobres. Numerosas son las familias que en ciertos
momentos no se hallan en condiciones de prestar esta ayuda” (2208; cf.
2207-2211. 2214-2233).
_ Familia, célula original de la vida social: 2207.
_ Ayuda mutua entre los miembros de la familia:
2208.
_ La familia y la sociedad: 2209. 2210. 2211.
* El testimonio
cristiano
_
“Al afirmar que los esposos en cuanto padres son colaboradores de Dios Creador en la concepción y generación de un nuevo ser humano, no nos referimos sólo al aspecto biológico; queremos subrayar más bien que en la paternidad y maternidad humanas Dios mismo está presente de un modo diverso de como lo está en cualquier otra generación sobre la tierra” (Juan Pablo II, EV, 43).
La opción de Cristo por la vida de familia es ante todo una opción por la vida. Nadie tiene derecho a destruir lo que Dios ha querido que fuera uno de los motivos de la Encarnación de su Hijo.