La Primera Carta de San Pablo a los Corintios
La versión Reyna-Valera 1909
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Capítulo 1
1:1
PABLO,
llamado á ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y Sóstenes el
hermano,
1:2
A la iglesia
de Dios que está en Corinto, santificados en Cristo Jesús, llamados santos, y á
todos los que invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo en cualquier lugar,
Señor de ellos y nuestro:
1:3
Gracia y paz
de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
1:4
Gracias doy á
mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os es dada en Cristo
Jesús;
1:5
Que en todas
las cosas sois enriquecidos en Él, en toda lengua y en toda ciencia;
1:6
Así como el
testimonio de Cristo ha sido confirmado en vosotros:
1:7
De tal manera
que nada os falte en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor
Jesucristo:
1:8
El cual
también os confirmará hasta el fin, para que seáis sin falta en el día de
nuestro Señor Jesucristo.
1:9
Fiel es Dios,
por el cual sois llamados á la participación de su Hijo Jesucristo nuestro
Señor.
1:10
Os ruego
pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos
una misma cosa, y que no haya entre vosotros disensiones, antes seáis
perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
1:11
Porque me ha
sido declarado de vosotros, hermanos míos, por los que son de Cloé, que hay
entre vosotros contiendas;
1:12
Quiero decir,
que cada uno de vosotros dice: Yo cierto soy de Pablo; pues yo de Apolos; y yo
de Cefas; y yo de Cristo.
1:13
¿Está
dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿ó habéis sido bautizados
en el nombre de Pablo?
1:14
Doy gracias á
Dios, que á ninguno de vosotros he bautizado, sino á Crispo y á Gayo;
1:15
Para que
ninguno diga que habéis sido bautizados en mi nombre.
1:16
Y también
bauticé la familia de Estéfanas: mas no sé si he bautizado algún otro.
1:17
Porque no me
envió Cristo á bautizar, sino á predicar el evangelio: no en sabiduría de
palabras, porque no sea hecha vana la cruz de Cristo.
1:18
Porque la
palabra de la cruz es locura á los que se pierden; mas á los que se salvan, es
á saber, á nosotros, es potencia de Dios.
1:19
Porque está
escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé la inteligencia de
los entendidos.
1:20
¿Qué es del
sabio? ¿qué del escriba? ¿qué del escudriñador de este siglo? ¿no ha
enloquecido Dios la sabiduría del mundo?
1:21
Porque por no
haber el mundo conocido en la sabiduría de Dios á Dios por sabiduría, agradó á
Dios salvar á los creyentes por la locura de la predicación.
1:22
Porque los
Judíos piden señales, y los Griegos buscan sabiduría:
1:23
Mas nosotros predicamos
á Cristo crucificado, á los Judíos ciertamente tropezadero, y á los Gentiles
locura;
1:24
Empero á los
llamados, así Judíos como Griegos, Cristo potencia de Dios, y sabiduría de
Dios.
1:25
Porque lo
loco de Dios es más sabio que los hombres; y lo flaco de Dios es más fuerte que
los hombres.
1:26
Porque mirad,
hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, no muchos
poderosos, no muchos nobles;
1:27
Antes lo
necio del mundo escogió Dios, para avergonzar á los sabios; y lo flaco del
mundo escogió Dios, para avergonzar lo fuerte;
1:28
Y lo vil del
mundo y lo menos preciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que
es:
1:29
Para que
ninguna carne se jacte en su presencia.
1:30
Mas de Él
sois vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, y
justificación, y santificación, y redención:
1:31
Para que,
como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.
1Co 1:1 Pablo, llamado a ser apóstol de Cristo Jesús
por la voluntad de Dios, y Sóstenes, el hermano,
1Co 1:2 a la Iglesia de Dios que está en Corinto: a los santificados en
Cristo Jesús, llamados a ser santos, con cuantos en cualquier lugar invocan
el nombre de Jesucristo, Señor nuestro, de nosotros y de ellos
1Co 1:3 gracia a vosotros y paz de parte de Dios, Padre nuestro, y del Señor
Jesucristo.
1Co 1:4 Doy gracias a Dios sin cesar por vosotros, a causa de la gracia de
Dios que os ha sido otorgada en Cristo Jesús,
1Co 1:5 pues en él habéis sido enriquecidos en todo, en toda palabra y en
todo conocimiento,
1Co 1:6 en la medida en que se ha consolidado entre vosotros el testimonio
de Cristo.
1Co 1:7 Así, ya no os falta ningún don de gracia a los que esperáis la
Revelación de nuestro Señor Jesucristo.
1Co 1:8 El os fortalecerá hasta el fin para que seáis irreprensibles en el
Día de nuestro Señor Jesucristo.
1Co 1:9 Pues fiel es Dios, por quien habéis sido llamados a la comunión con
su hijo Jesucristo, Señor nuestro.
1Co 1:10 Os conjuro, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a
que tengáis todos un mismo hablar, y no haya entre vosotros divisiones;
antes bien, estéis unidos en una misma mentalidad y un mismo juicio.
1Co 1:11 Porque, hermanos míos, estoy informado de vosotros, por los de
Cloe, que existen discordias entre vosotros.
1Co 1:12 Me refiero a que cada uno de vosotros dice: «Yo soy de Pablo», «Yo
de Apolo», «Yo de Cefas», «Yo de Cristo».
1Co 1:13 ¿Esta dividido Cristo? ¿Acaso fue Pablo crucificado por vosotros?
¿O habéis sido bautizados en el nombre de Pablo?
1Co 1:14 ¡Doy gracias a Dios por no haber bautizado a ninguno de vosotros
fuera de Crispo y Gayo!
1Co 1:15 Así, nadie puede decir que habéis sido bautizados en mi nombre.
1Co 1:16 ¡Ah, sí!, también bauticé a la familia de Estéfanas. Por lo demás,
no creo haber bautizado a ningún otro.
1Co 1:17 Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio.
Y no con palabras sabias, para no desvirtuar la cruz de Cristo.
1Co 1:18 Pues la predicación de la cruz es una necedad para los que se
pierden; mas para los que se salvan - para nosotros - es fuerza de Dios.
1Co 1:19 Porque dice la Escritura:Destruiré la sabiduría de los sabios, e
inutilizaré la inteligencia de los inteligentes.
1Co 1:21 De hecho, como el mundo mediante su propia sabiduría no conoció a
Dios en su divina sabiduría, quiso Dios salvar a los creyentes mediante la
necedad de la predicación.
1Co 1:22 Así, mientras los judíos piden señales y los griegos buscan
sabiduría,
1Co 1:23 nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los
judíos, necedad para los gentiles;
1Co 1:24 mas para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Cristo,
fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
1Co 1:25 Porque la necedad divina es más sabia que la sabiduría de los
hombres, y la debilidad divina, más fuerte que la fuerza de los hombres.
1Co 1:26 ¡Mirad, hermanos, quiénes habéis sido llamados! No hay muchos
sabios según la carne ni muchos poderosos ni muchos de la nobleza.
1Co 1:27 Ha escogido Dios más bien lo necio del mundo para confundir a los
sabios. Y ha escogido Dios lo débil del mundo, para confundir lo fuerte.
1Co 1:28 Lo plebeyo y despreciable del mundo ha escogido Dios; lo que no es,
para reducir a la nada lo que es.
1Co 1:29 Para que ningún mortal se gloríe en la presencia de Dios.
1Co 1:30 De él os viene que estéis en Cristo Jesús, al cual hizo Dios para
nosotros sabiduría de origen divino, justicia, santificación y redención,
1Co 1:31 a fin de que, como dice la Escritura:El que se gloríe, gloríese en
el Señor
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Capítulo 2
2:1
ASÍ que,
hermanos, cuando fuí á vosotros, no fuí con altivez de palabra, ó de sabiduría,
á anunciaros el testimonio de Cristo.
2:2
Porque no me
propuse saber algo entre vosotros, sino á Jesucristo, y á éste crucificado.
2:3
Y estuve yo
con vosotros con flaqueza, y mucho temor y temblor;
2:4
Y ni mi
palabra ni mi predicación fué con palabras persuasivas de humana sabiduría, mas
con demostración del Espíritu y de poder;
2:5
Para que
vuestra fe no esté fundada en sabiduría de hombres, mas en poder de Dios.
2:6
Empero
hablamos sabiduría de Dios entre perfectos; y sabiduría, no de este siglo, ni
de los príncipes de este siglo, que se deshacen:
2:7
Mas hablamos
sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó
antes de los siglos para nuestra gloria:
2:8
La que
ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido,
nunca hubieran crucificado al Señor de gloria:
2:9
Antes, como
está escrito: Cosas que ojo no vió, ni oreja oyó, Ni han subido en corazón de
hombre, Son las que ha Dios preparado para aquellos que le aman.
2:10
Empero Dios
nos lo reveló á nosotros por el Espíritu: porque el Espíritu todo lo escudriña,
aun lo profundo de Dios.
2:11
Porque ¿quién
de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está
en Él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
2:12
Y nosotros
hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para
que conozcamos lo que Dios nos ha dado;
2:13
Lo cual
también hablamos, no con doctas palabras de humana sabiduría, mas con doctrina
del Espíritu, acomodando lo espiritual á lo espiritual.
2:14
Mas el hombre
animal no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura:
y no las puede entender, porque se han de examinar espiritualmente.
2:15
Empero el
espiritual juzga todas las cosas; mas Él no es juzgado de nadie.
2:16
Porque ¿quién
conoció la mente del Señor? ¿quién le instruyó? Mas nosotros tenemos la mente
de Cristo.
1Co 2:1 Pues yo, hermanos, cuando fui a vosotros, no
fui con el prestigio de la palabra o de la sabiduría a anunciaros el
misterio de Dios,
1Co 2:2 pues no quise saber entre vosotros sino a Jesucristo, y éste
crucificado.
1Co 2:3 Y me presenté ante vosotros débil, tímido y tembloroso.
1Co 2:4 Y mi palabra y mi predicación no tuvieron nada de los persuasivos
discursos de la sabiduría, sino que fueron una demostración del Espíritu y
del poder
1Co 2:5 para que vuestra fe se fundase, no en sabiduría de hombres, sino en
el poder de Dios.
1Co 2:6 Sin embargo, hablamos de sabiduría entre los perfectos, pero no de
sabiduría de este mundo ni de los príncipes de este mundo, abocados a la
ruina;
1Co 2:7 sino que hablamos de una sabiduría de Dios, misteriosa, escondida,
destinada por Dios desde antes de los siglos para gloria nuestra,
1Co 2:8 desconocida de todos los príncipes de este mundo - pues de haberla
conocido no hubieran crucificado al Señor de la Gloria -.
1Co 2:9 Más bien, como dice la Escritura, anunciamos:lo que ni el ojo vio,
ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, lo que Diospreparópara los
que le aman.
1Co 2:10 Porque a nosotros nos lo reveló Dios por medio del Espíritu; y el
Espíritu todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios.
1Co 2:11 En efecto, ¿qué hombre conoce lo íntimo del hombre sino el espíritu
del hombre que está en él? Del mismo modo, nadie conoce lo íntimo de Dios,
sino el Espíritu de Dios.
1Co 2:12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el
Espíritu que viene de Dios, para conocer las gracias que Dios nos ha
otorgado,
1Co 2:13 de las cuales también hablamos, no con palabras aprendidas de
sabiduría humana, sino aprendidas del Espíritu, expresando realidades
espirituales.
1Co 2:14 El hombre naturalmente no capta las cosas del Espíritu de Dios; son
necedad para él. Y no las puede conocer pues sólo espiritualmente pueden ser
juzgadas.
1Co 2:15 En cambio, el hombre de espíritu lo juzga todo; y a él nadie puede
juzgarle.
1Co 2:16 Porque¿quién conoció la mente del Señor para instruirle?Pero
nosotros tenemos la mente de Cristo.
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Capítulo 3
3:1
DE manera que
yo, hermanos, no pude hablaros como á espirituales, sino como á carnales, como
á niños en Cristo.
3:2
Os dí á beber
leche, y no vianda: porque aun no podíais, ni aun podéis ahora;
3:3
Porque
todavía sois carnales: pues habiendo entre vosotros celos, y contiendas, y
disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?
3:4
Porque
diciendo el uno: Yo cierto soy de Pablo; y el otro: Yo de Apolos; ¿no sois
carnales?
3:5
¿Qué pues es
Pablo? ¿y qué es Apolos? Ministros por los cuales habéis creído; y eso según
que á cada uno ha concedido el Señor.
3:6
Yo planté,
Apolos regó: mas Dios ha dado el crecimiento.
3:7
Así que, ni
el que planta es algo, ni el que riega; sino Dios, que da el crecimiento.
3:8
Y el que
planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su
recompensa conforme á su labor.
3:9
Porque nosotros,
coadjutores somos de Dios; y vosotros labranza de Dios sois, edificio de Dios
sois.
3:10
Conforme á la
gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el
fundamento, y otro edifica encima: empero cada uno vea cómo sobreedifica.
3:11
Porque nadie
puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
3:12
Y si alguno
edificare sobre este fundamento oro, plata, piedras preciosas, madera, heno,
hojarasca;
3:13
La obra de
cada uno será manifestada: porque el día la declarará; porque por el fuego será
manifestada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego hará la prueba.
3:14
Si
permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.
3:15
Si la obra de
alguno fuere quemada, será perdida: Él empero será salvo, mas así como por
fuego.
3:16
¿No sabéis
que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
3:17
Si alguno
violare el templo de Dios, Dios destruirá al tal: porque el templo de Dios, el
cual sois vosotros, santo es.
3:18
Nadie se
engañe á sí mismo: si alguno entre vosotros parece ser sabio en este siglo,
hágase simple, para ser sabio.
3:19
Porque la
sabiduría de esta mundo es necedad para con Dios; pues escrito está: El que
prende á los sabios en la astucia de ellos.
3:20
Y otra vez:
El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.
3:21
Así que,
ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro,
3:22
Sea Pablo,
sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo
presente, sea los por venir; todo es vuestro;
3:23
Y vosotros de
Cristo; y Cristo de Dios.
1Co 3:1 Yo, hermanos, no pude hablaros como a
espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
1Co 3:2 Os di a beber leche y no alimento sólido, pues todavía no lo podíais
soportar. Ni aun lo soportáis al presente;
1Co 3:3 pues todavía sois carnales. Porque, mientras haya entre vosotros
envidia y discordia ¿no es verdad que sois carnales y vivís a lo humano?
1Co 3:4 Cuando dice uno «Yo soy de Pablo», y otro «Yo soy de Apolo», ¿no
procedéis al modo humano?
1Co 3:5 ¿Qué es, pues Apolo? ¿Qué es Pablo?... ¡Servidores, por medio de los
cuales habéis creído!, y cada uno según lo que el Señor le dio.
1Co 3:6 Yo planté, Apolo regó; mas fue Dios quien dio el crecimiento.
1Co 3:7 De modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que
hace crecer.
1Co 3:8 Y el que planta y el que riega son una misma cosa; si bien cada cual
recibirá el salario según su propio trabajo,
1Co 3:9 ya que somos colaboradores de Dios y vosotros, campo de Dios,
edificación de Dios.
1Co 3:10 Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como buen
arquitecto, puse el cimiento, y otro construye encima. ¡Mire cada cual cómo
construye!
1Co 3:11 Pues nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, Jesucristo.
1Co 3:12 Y si uno construye sobre este cimiento con oro, plata, piedras
preciosas, madera, heno, paja,
1Co 3:13 la obra de cada cual quedará al descubierto; la manifestará el Día,
que ha de revelarse por el fuego. Y la calidad de la obra de cada cual, la
probará el fuego.
1Co 3:14 Aquél, cuya obra, construida sobre el cimiento, resista, recibirá
la recompensa.
1Co 3:15 Mas aquél, cuya obra quede abrasada, sufrirá el daño. El, no
obstante, quedará a salvo, pero como quien pasa a través del fuego.
1Co 3:16 ¿No sabéis que sois santuario de Dios y que el Espíritu de Dios
habita en vosotros?
1Co 3:17 Si alguno destruye el santuario de Dios, Dios le destruirá a él;
porque el santuario de Dios es sagrado, y vosotros sois ese santuario.
1Co 3:18 ¡Nadie se engañe! Si alguno entre vosotros se cree sabio según este
mundo, hágase necio, para llegar a ser sabio;
1Co 3:19 pues la sabiduría de este mundo es necedad a los ojos de Dios. En
efecto, dice la Escritura:El que prende a los sabios en su propia astucia.
1Co 3:20 Y también:El Señor conoce cuán vanos son los pensamientosde los
sabios.
1Co 3:21 Así que, no se gloríe nadie en los hombres, pues todo es vuestro:
1Co 3:22 ya sea Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el
presente, el futuro, todo es vuestro;
1Co 3:23 y vosotros, de Cristo y Cristo de Dios.
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Capítulo 4
4:1
TÉNGANNOS los
hombres por ministros de Cristo, y dispensadores de los misterios de Dios.
4:2
Mas ahora se
requiere en los dispensadores, que cada uno sea hallado fiel.
4:3
Yo en muy
poco tengo el ser juzgado de vosotros, ó de juicio humano; y ni aun yo me
juzgo.
4:4
Porque aunque
de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; mas el que me juzga,
el Señor es.
4:5
Así que, no
juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual también
aclarará lo oculto de las tinieblas, y manifestará los intentos de los
corazones: y entonces cada uno tendrá de Dios la alabanza.
4:6
Esto empero,
hermanos, he pasado por ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros; para
que en nosotros aprendáis á no saber más de lo que está escrito, hinchándoos
por causa de otro el uno contra el otro.
4:7
Porque ¿quién
te distingue? ¿ó qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿de qué
te glorías como si no hubieras recibido?
4:8
Ya estáis
hartos, ya estáis ricos, sin nosotros reináis; y ojalá reinéis, para que
nosotros reinemos también juntamente con vosotros.
4:9
Porque á lo
que pienso, Dios nos ha mostrado á nosotros los apóstoles por los postreros,
como á sentenciados á muerte: porque somos hechos espectáculo al mundo, y á los
ángeles, y á los hombres.
4:10
Nosotros
necios por amor de Cristo, y vosotros prudentes en Cristo; nosotros flacos, y
vosotros fuertes; vosotros nobles, y nosotros viles.
4:11
Hasta esta
hora hambreamos, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos heridos de golpes,
y andamos vagabundos;
4:12
Y trabajamos,
obrando con nuestras manos: nos maldicen, y bendecimos: padecemos persecución,
y sufrimos:
4:13
Somos
blasfemados, y rogamos: hemos venido á ser como la hez del mundo, el desecho de
todos hasta ahora.
4:14
No escribo
esto para avergonzaros: mas amonéstoos como á mis hijos amados.
4:15
Porque aunque
tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; que en Cristo Jesús
yo os engendré por el evangelio.
4:16
Por tanto, os
ruego que me imitéis.
4:17
Por lo cual
os he enviado á Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os
amonestará de mis caminos cuáles sean en Cristo, de la manera que enseño en
todas partes en todas las iglesias.
4:18
Mas algunos
están envanecidos, como si nunca hubiese yo de ir á vosotros.
4:19
Empero iré
presto á vosotros, si el Señor quisiere; y entenderé, no las palabras de los
que andan hinchados, sino la virtud.
4:20
Porque el
reino de Dios no consiste en palabras, sino en virtud.
4:21
¿Qué queréis?
¿iré á vosotros con vara, ó con caridad y espíritu de mansedumbre?
1Co 4:2 Ahora bien, lo que en fin de cuentas se exige de los administradores
es que sean fieles.
1Co 4:3 Aunque a mí lo que menos me importa es ser juzgado por vosotros o
por un tribunal humano. ¡Ni siquiera me juzgo a mí mismo!
1Co 4:4 Cierto que mi conciencia nada me reprocha; mas no por eso quedo
justificado. Mi juez es el Señor.
1Co 4:5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo hasta que venga el Señor.
El iluminará los secretos de las tinieblas y pondrá de manifiesto los
designios de los corazones. Entonces recibirá cada cual del Señor la
alabanza que le corresponda.
1Co 4:6 En esto, hermanos, me he puesto como ejemplo a mí y a Apolo, en
orden a vosotros; para que aprendáis de nosotros aquello de «No propasarse
de lo que está escrito» y para que nadie se engría en favor de uno contra
otro.
1Co 4:7 Pues ¿quién es el que te distingue? ¿Qué tienes que no lo hayas
recibido? Y si lo has recibido, ¿a qué gloriarte cual si no lo hubieras
recibido?
1Co 4:8 ¡Ya estáis hartos! ¡Ya sois ricos! ¡Os habéis hecho reyes sin
nosotros! ¡Y ojalá reinaseis, para que también nosotros reináramos con
vosotros!
1Co 4:9 Porque pienso que a nosotros, los apóstoles, Dios nos ha asignado el
último lugar, como condenados a muerte, puestos a modo de espectáculo para
el mundo, los ángeles y los hombres.
1Co 4:10 Nosotros, necios por seguir a Cristo; vosotros, sabios en Cristo.
Débiles nosotros; mas vosotros, fuertes. Vosotros llenos de gloria; mas
nosotros, despreciados.
1Co 4:11 Hasta el presente, pasamos hambre, sed, desnudez. Somos
abofeteados, y andamos errantes.
1Co 4:12 Nos fatigamos trabajando con nuestras manos. Si nos insultan,
bendecimos. Si nos persiguen, lo soportamos.
1Co 4:13 Si nos difaman, respondemos con bondad. Hemos venido a ser, hasta
ahora, como la basura del mundo y el desecho de todos.
1Co 4:14 No os escribo estas cosas para avergonzaros, sino más bien para
amonestaros como a hijos míos queridos.
1Co 4:15 Pues aunque hayáis tenido 10.000 pedagogos en Cristo, no habéis
tenido muchos padres. He sido yo quien, por el Evangelio, os engendré en
Cristo Jesús.
1Co 4:16 Os ruego, pues, que seáis mis imitadores.
1Co 4:17 Por esto mismo os he enviado a Timoteo, hijo mío querido y fiel en
el Señor; él os recordará mis normas de conducta en Cristo, conforme enseño
por doquier en todas las Iglesias.
1Co 4:18 Como si yo no hubiera de ir donde vosotros, se han hinchado
algunos.
1Co 4:19 Mas iré pronto donde vosotros, si es la voluntad del Señor;
entonces conoceré no la palabrería de esos orgullosos, sino su poder,
1Co 4:20 que no está en la palabrería el Reino de Dios, sino en el poder.
1Co 4:21 ¿Qué preferís, que vaya a vosotros con palo o con amor y espíritu
de mansedumbre?
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Capítulo 5
5:1
DE cierto se
oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra
entre los Gentiles; tanto que alguno tenga la mujer de su padre.
5:2
Y vosotros
estáis hinchados, y no más bien tuvisteis duelo, para que fuese quitado de en
medio de vosotros el que hizo tal obra.
5:3
Y
ciertamente, como ausente con el cuerpo, mas presente en espíritu, ya como
presente he juzgado al que esto así ha cometido:
5:4
En el nombre
del Señor nuestro Jesucristo, juntados vosotros y mi espíritu, con la facultad
de nuestro Señor Jesucristo,
5:5
El tal sea
entregado á Satanás para muerte de la carne, porque el espíritu sea salvo en el
día del Señor Jesús.
5:6
No es buena
vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?
5:7
Limpiad pues
la vieja levadura, para que seáis nueva masa, como sois sin levadura: porque
nuestra pascua, que es Cristo, fué sacrificada por nosotros.
5:8
Así que
hagamos fiesta, no en la vieja levadura, ni en la levadura de malicia y de
maldad, sino en ázimos de sinceridad y de verdad.
5:9
Os he escrito
por carta, que no os envolváis con los fornicarios:
5:10
No
absolutamente con los fornicarios de este mundo, ó con los avaros, ó con los
ladrones, ó con los idólatras; pues en tal caso os sería menester salir del
mundo.
5:11
Mas ahora os
he escrito, que no os envolváis, es á saber, que si alguno llamándose hermano
fuere fornicario, ó avaro, ó idólatra, ó maldiciente, ó borracho, ó ladrón, con
el tal ni aun comáis.
5:12
Porque ¿qué
me va á mí en juzgar á los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros á los que
están dentro?
5:13
Porque á los
que están fuera, Dios juzgará: quitad pues á ese malo de entre vosotros.
1Co 5:1 Sólo se oye hablar de inmoralidad entre
vosotros, y una inmoralidad tal, que no se da ni entre los gentiles, hasta
el punto de que uno de vosotros vive con la mujer de su padre.
1Co 5:2 Y ¡vosotros andáis tan hinchados! Y no habéis hecho más bien duelo
para que fuera expulsado de entre vosotros el autor de semejante acción.
1Co 5:3 Pues bien, yo por mi parte corporalmente ausente, pero presente en
espíritu, he juzgado ya, como si me hallara presente, al que así obró:
1Co 5:4 que en nombre del Señor Jesús, reunidos vosotros y mi espíritu, con
el poder de Jesús Señor nuestro,
1Co 5:5 sea entregado ese individuo a Satanás para destrucción de la carne,
a fin de que el espíritu se salve en el Día del Señor.
1Co 5:6 ¡No es como para gloriaros! ¿No sabéis que un poco de levadura
fermenta toda la masa?
1Co 5:7 Purificaos de la levadura vieja, para ser masa nueva; pues sois
ázimos. Porque nuestro cordero pascual, Cristo, ha sido inmolado.
1Co 5:8 Así que, celebremos la fiesta, no con vieja levadura, ni con
levadura de malicia e inmoralidad, sino con ázimos de pureza y verdad.
1Co 5:9 Al escribiros en mi carta que no os relacionarais con los impuros,
1Co 5:10 no me refería a los impuros de este mundo en general o a los
avaros, a ladrones o idólatras. De ser así, tendríais que salir del mundo.
1Co 5:11 ¡No!, os escribí que no os relacionarais con quien, llamándose
hermano, es impuro, avaro, idólatra, ultrajador, borracho o ladrón. Con ésos
¡ni comer!
1Co 5:12 Pues ¿por que voy a juzgar yo a los de fuera? ¿No es a los de
dentro a quienes vosotros juzgáis?
1Co 5:13 A los de fuera Dios los juzgará.¡Arrojad de entre vosotros al
malvado!
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Capítulo 6
6:1
¿OSA alguno
de vosotros, teniendo algo con otro, ir á juicio delante de los injustos, y no
delante de los santos?
6:2
¿O no sabéis
que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por
vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas?
6:3
¿O no sabéis
que hemos de juzgar á los ángeles? ¿cuánto más las cosas de este siglo?
6:4
Por tanto, si
hubiereis de tener juicios de cosas de este siglo, poned para juzgar á los que
son de menor estima en la iglesia.
6:5
Para
avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno que
pueda juzgar entre sus hermanos;
6:6
Sino que el
hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los infieles?
6:7
Así que, por
cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos.
¿Por qué no sufrís antes la injuria? ¿por qué no sufrís antes ser defraudados?
6:8
Empero
vosotros hacéis la injuria, y defraudáis, y esto á los hermanos.
6:9
¿No sabéis
que los injustos no poseerán el reino de Dios? No erréis, que ni los
fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que
se echan con varones,
6:10
Ni los
ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los
robadores, heredarán el reino de Dios.
6:11
Y esto erais
algunos: mas ya sois lavados, mas ya sois santificados, mas ya sois
justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
6:12
Todas las
cosas me son lícitas, mas no todas convienen: todas las cosas me son lícitas,
mas yo no me meteré debajo de potestad de nada.
6:13
Las viandas
para el vientre, y el vientre para las viandas; empero y á Él y á ellas deshará
Dios. Mas el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor; y el Señor
para el cuerpo:
6:14
Y Dios que
levantó al Señor, también á nosotros nos levantará con su poder.
6:15
¿No sabéis
que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré pues los miembros de
Cristo, y los haré miembros de una ramera? Lejos sea.
6:16
¿O no sabéis
que el que se junta con una ramera, es hecho con ella un cuerpo? porque serán,
dice, los dos en una carne.
6:17
Empero el que
se junta con el Señor, un espíritu es.
6:18
Huid la
fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre hiciere, fuera del cuerpo es;
mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
6:19
¿O ignoráis
que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el
cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
6:20
Porque
comprados sois por precio: glorificad pues á Dios en vuestro cuerpo y en
vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
1Co 6:1 Cuando alguno de
vosotros tiene un pleito con otro, ¿se atreve a llevar la causa ante los
injustos, y no ante los santos?
1Co 6:2 ¿No sabéis que los santos han de juzgar
al mundo? Y si vosotros vais a juzgar al mundo, ¿no sois acaso dignos de
juzgar esas naderías?
1Co 6:3 ¿No sabéis que hemos de juzgar a los
ángeles? Y ¡cómo no las cosas de esta vida!
1Co 6:4 Y cuando tenéis pleitos de este género
¡tomáis como jueces a los que la Iglesia tiene en nada!
1Co 6:5 Para vuestra vergüenza lo digo. ¿No hay
entre vosotros algún sabio que pueda juzgar entre los hermanos?
1Co 6:6 Sino que vais a pleitear hermano contra
hermano, ¡y eso, ante infieles!
1Co 6:7 De todos modos, ya es un fallo en
vosotros que haya pleitos entre vosotros. ¿Por qué no preferís soportar la
injusticia? ¿Por qué no dejaros más bien despojar?
1Co 6:8 ¡Al contrario! ¡Sois vosotros los que
obráis la injusticia y despojáis a los demás! ¡Y esto, a hermanos!
1Co 6:9 ¿No sabéis acaso que los injustos no
heredarán el Reino de Dios? ¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los
idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales,
1Co 6:10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los
borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios.
1Co 6:11 Y tales fuisteis algunos de vosotros.
Pero habéis sido lavados, habéis sido santificados, habéis sido justificados
en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.
1Co 6:12 «Todo me es lícito»; mas no todo me
conviene. «Todo me es lícito»; mas ¡no me dejaré dominar por nada!
1Co 6:13 La comida para el vientre y el vientre
para la comida. Mas lo uno y lo otro destruirá Dios. Pero el cuerpo no es
para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.
1Co 6:14 Y Dios, que resucitó al Señor, nos
resucitará también a nosotros mediante su poder.
1Co 6:15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son
miembros de Cristo? Y ¿había de tomar yo los miembros de Cristo para
hacerlos miembros de prostituta? ¡De ningún modo!
1Co 6:16 ¿O no sabéis que quien se une a la
prostituta se hace un solo cuerpo con ella? Pues está dicho:Los dos se harán
una sola carne.
1Co 6:17 Mas el que se une al Señor, se hace un
solo espíritu con él.
1Co 6:18 ¡Huid de la fornicación! Todo pecado que
comete el hombre queda fuera de su cuerpo; mas el que fornica, peca contra
su propio cuerpo.
1Co 6:19 ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es
santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de
Dios, y que no os pertenecéis?
1Co 6:20 ¡Habéis sido bien comprados! Glorificad,
por tanto, a Dios en vuestro cuerpo.
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Capítulo 7
7:1
CUANTO á las
cosas de que me escribisteis, bien es al hombre no tocar mujer.
7:2
Mas á causa
de las fornicaciones, cada uno tenga su mujer, y cada una tenga su marido.
7:3
El marido
pague á la mujer la debida benevolencia; y asimismo la mujer al marido.
7:4
La mujer no
tiene potestad de su propio cuerpo, sino el marido: é igualmente tampoco el
marido tiene potestad de su propio cuerpo, sino la mujer.
7:5
No os
defraudéis el uno al otro, á no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento,
para ocuparos en la oración: y volved á juntaros en uno, porque no os tiente
Satanás á causa de vuestra incontinencia.
7:6
Mas esto digo
por permisión, no por mandamiento.
7:7
Quisiera más
bien que todos los hombres fuesen como yo: empero cada uno tiene su propio don
de Dios; uno á la verdad así, y otro así.
7:8
Digo pues á
los solteros y á las viudas, que bueno les es si se quedaren como yo.
7:9
Y si no
tienen don de continencia, cásense; que mejor es casarse que quemarse.
7:10
Mas á los que
están juntos en matrimonio, denuncio, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se
aparte del marido;
7:11
Y si se
apartare, que se quede sin casar, ó reconcíliese con su marido; y que el marido
no despida á su mujer.
7:12
Y á los demás
yo digo, no el Señor: si algún hermano tiene mujer infiel, y ella consiente en
habitar con Él, no la despida.
7:13
Y la mujer
que tiene marido infiel, y Él consiente en habitar con ella, no lo deje.
7:14
Porque el
marido infiel es santificado en la mujer, y la mujer infiel en el marido: pues
de otra manera vuestros hijos serían inmundos; empero ahora son santos.
7:15
Pero si el
infiel se aparta, apártese: que no es el hermano ó la hermana sujeto á
servidumbre en semejante caso; antes á paz nos llamó Dios.
7:16
Porque ¿de
dónde sabes, oh mujer, si quizá harás salva á tu marido? ¿ó de dónde sabes, oh
marido, si quizá harás salvo á tu mujer?
7:17
Empero cada
uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó á cada uno, así ande: y así
enseño en todas las iglesias.
7:18
¿Es llamado
alguno circuncidado? quédese circunciso. ¿Es llamado alguno incircuncidado? que
no se circuncide.
7:19
La
circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es; sino la observancia de las
mandamientos de Dios.
7:20
Cada uno en
la vocación en que fué llamado, en ella se quede.
7:21
¿Eres llamado
siendo siervo? no se te dé cuidado; mas también si puedes hacerte libre,
procúralo más.
7:22
Porque el que
en el Señor es llamado siendo siervo, liberto es del Señor: asimismo también el
que es llamado siendo libre, siervo es de Cristo.
7:23
Por precio
sois comprados; no os hagáis siervos de los hombres.
7:24
Cada uno,
hermanos, en lo que es llamado, en esto se quede para con Dios.
7:25
Empero de las
vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como quien ha
alcanzado misericordia del Señor para ser fiel.
7:26
Tengo, pues,
esto por bueno á causa de la necesidad que apremia, que bueno es al hombre
estarse así.
7:27
¿Estás ligado
á mujer? no procures soltarte. ¿Estáis suelto de mujer? no procures mujer.
7:28
Mas también
si tomares mujer, no pecaste; y si la doncella se casare, no pecó: pero
aflicción de carne tendrán los tales; mas yo os dejo.
7:29
Esto empero
digo, hermanos, que el tiempo es corto: lo que resta es, que los que tienen
mujeres sean como los que no las tienen,
7:30
Y los que
lloran, como los que no lloran; y los que se huelgan, como los que no se
huelgan; y los que compran, como los que no poseen;
7:31
Y los que
usan de este mundo, como los que no usan: porque la apariencia de este mundo se
pasa.
7:32
Quisiera,
pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas que
son del Señor, cómo ha de agradar al Señor:
7:33
Empero el que
se casó tiene cuidado de las cosas que son del mundo, cómo ha de agradar á su
mujer.
7:34
Hay asimismo
diferencia entre la casada y la doncella: la doncella tiene cuidado de las
cosas del Señor, para ser santa así en el cuerpo como en el espíritu: mas la
casada tiene cuidado de las cosas del mundo, cómo ha de agradar á su marido.
7:35
Esto empero
digo para vuestro provecho; no para echaros lazo, sino para lo honesto y
decente, y para que sin impedimento os lleguéis al Señor.
7:36
Mas, si á
alguno parece cosa fea en su hija virgen, que pase ya de edad, y que así
conviene que se haga, haga lo que quisiere, no peca; cásese.
7:37
Pero el que
está firme en su corazón, y no tiene necesidad, sino que tiene libertad de su
voluntad, y determinó en su corazón esto, el guardar su hija virgen, bien hace.
7:38
Así que, el
que la da en casamiento, bien hace; y el que no la da en casamiento, hace
mejor.
7:39
La mujer
casada está atada á la ley, mientras vive su marido; mas si su marido muriere,
libre es: cásese con quien quisiere, con tal que sea en el Señor.
7:40
Empero más
venturosa será si se quedare así, según mi consejo; y pienso que también yo
tengo Espíritu de Dios.
1Co 7:2 No obstante, por razón de la impureza, tenga cada hombre su mujer, y
cada mujer su marido.
1Co 7:3 Que el marido dé a su mujer lo que debe y la mujer de igual modo a
su marido.
1Co 7:4 No dispone la mujer de su cuerpo, sino el marido. Igualmente, el
marido no dispone de su cuerpo, sino la mujer.
1Co 7:5 No os neguéis el uno al otro sino de mutuo acuerdo, por cierto
tiempo, para daros a la oración; luego, volved a estar juntos, para que
Satanás no os tiente por vuestra incontinencia.
1Co 7:6 Lo que os digo es una concesión, no un mandato.
1Co 7:7 Mi deseo sería que todos los hombres fueran como yo; mas cada cual
tiene de Dios su gracia particular: unos de una manera, otros de otra.
1Co 7:8 No obstante, digo a los célibes y a las viudas: Bien les está
quedarse como yo.
1Co 7:9 Pero si no pueden contenerse, que se casen; mejor es casarse que
abrasarse.
1Co 7:10 En cuanto a los casados, les ordeno, no yo sino el Señor: que la
mujer no se separe del marido,
1Co 7:11 mas en el caso de separarse, que no vuelva a casarse, o que se
reconcilie con su marido, y que el marido no despida a su mujer.
1Co 7:12 En cuanto a los demás, digo yo, no el Señor: Si un hermano tiene
una mujer no creyente y ella consiente en vivir con él, no la despida.
1Co 7:13 Y si una mujer tiene un marido no creyente y él consiente en vivir
con ella, no le despida.
1Co 7:14 Pues el marido no creyente queda santificado por su mujer, y la
mujer no creyente queda santificada por el marido creyente. De otro modo,
vuestros hijos serían impuros, mas ahora son santos.
1Co 7:15 Pero si la parte no creyente quiere separarse, que se separe, en
ese caso el hermano o la hermana no están ligados: para vivir en paz os
llamó el Señor.
1Co 7:16 Pues ¿qué sabes tú, mujer, si salvarás a tu marido? Y ¿qué sabes
tú, marido, si salvarás a tu mujer?
1Co 7:17 Por lo demás, que cada cual viva conforme le ha asignado el Señor,
cada cual como le ha llamado Dios. Es lo que ordeno en todas las Iglesias.
1Co 7:18 ¿Que fue uno llamado siendo circunciso? No rehaga su prepucio. ¿Que
fue llamado siendo incircunciso? No se circuncide.
1Co 7:19 La circuncisión es nada, y nada la incircuncisión; lo que importa
es el cumplimiento de los mandamientos de Dios.
1Co 7:20 Que permanezca cada cual tal como le halló la llamada de Dios.
1Co 7:21 ¿Eras esclavo cuando fuiste llamado? No te preocupes. Y aunque
puedas hacerte libre, aprovecha más bien tu condición de esclavo.
1Co 7:22 Pues el que recibió la llamada del Señor siendo esclavo, es un
liberto del Señor; igualmente, el que era libre cuando recibió la llamada,
es un esclavo de Cristo.
1Co 7:23 ¡Habéis sido bien comprados! No os hagáis esclavos de los hombres.
1Co 7:24 Hermanos, permanezca cada cual ante Dios en el estado en que fue
llamado.
1Co 7:25 Acerca de la virginidad no tengo precepto del Señor. Doy, no
obstante, un consejo, como quien, por la misericordia de Dios, es digno de
crédito.
1Co 7:26 Por tanto, pienso que es cosa buena, a causa de la necesidad
presente, quedarse el hombre así.
1Co 7:27 ¿Estás unido a una mujer? No busques la separación. ¿No estás unido
a mujer? No la busques.
1Co 7:28 Mas, si te casas, no pecas. Y, si la joven se casa, no peca. Pero
todos ellos tendrán su tribulación en la carne, que yo quisiera evitaros.
1Co 7:29 Os digo, pues, hermanos: El tiempo es corto. Por tanto, los que
tienen mujer, vivan como si no la tuviesen.
1Co 7:30 Los que lloran, como si no llorasen. Los que están alegres, como si
no lo estuviesen. Los que compran, como si no poseyesen.
1Co 7:31 Los que disfrutan del mundo, como si no disfrutasen. Porque la
apariencia de este mundo pasa.
1Co 7:32 Yo os quisiera libres de preocupaciones. El no casado se preocupa
de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor.
1Co 7:33 El casado se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su
mujer;
1Co 7:34 está por tanto dividido. La mujer no casada, lo mismo que la
doncella, se preocupa de las cosas del Señor, de ser santa en el cuerpo y en
el espíritu. Mas la casada se preocupa de las cosas del mundo, de cómo
agradar a su marido.
1Co 7:35 Os digo esto para vuestro provecho, no para tenderos un lazo, sino
para moveros a lo más digno y al trato asiduo con el Señor, sin división.
1Co 7:36 Pero si alguno teme faltar a la conveniencia respecto de su novia,
por estar en la flor de la edad, y conviene actuar en consecuencia, haga lo
que quiera: no peca, cásense.
1Co 7:37 Mas el que ha tomado una firme decisión en su corazón, y sin
presión alguna, y en pleno uso de su libertad está resuelto en su interior a
respetar a su novia, hará bien.
1Co 7:38 Por tanto, el que se casa con su novia, obra bien. Y el que no se
casa, obra mejor.
1Co 7:39 La mujer está ligada a su marido mientras él viva; mas una vez
muerto el marido, queda libre para casarse con quien quiera, pero sólo en el
Señor.
1Co 7:40 Sin embargo, será feliz si permanece así según mi consejo; que
también yo creo tener el Espíritu de Dios.
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Capítulo 8
8:1
Y POR lo que
hace á lo sacrificado á los ídolos, sabemos que todos tenemos ciencia. La
ciencia hincha, mas la caridad edifica.
8:2
Y si alguno
se imagina que sabe algo, aun no sabe nada como debe saber.
8:3
Mas si alguno
ama á Dios, el tal es conocido de Él.
8:4
Acerca, pues,
de las viandas que son sacrificadas á los ídolos, sabemos que el ídolo nada es
en el mundo, y que no hay más de un Dios.
8:5
Porque aunque
haya algunos que se llamen dioses, ó en el cielo, ó en la tierra (como hay
muchos dioses y muchos señores),
8:6
Nosotros
empero no tenemos más de un Dios, el Padre, del cual son todas las cosas, y
nosotros en Él: y un Señor Jesucristo, por el cual son todas las cosas, y
nosotros por Él.
8:7
Mas no en
todos hay esta ciencia: porque algunos con conciencia del ídolo hasta aquí,
comen como sacrificado á ídolos; y su conciencia, siendo flaca, es contaminada.
8:8
Si bien la
vianda no nos hace más aceptos á Dios: porque ni que comamos, seremos más
ricos; ni que no comamos, seremos más pobres.
8:9
Mas mirad que
esta vuestra libertad no sea tropezadero á los que son flacos.
8:10
Porque si te
ve alguno, á ti que tienes ciencia, que estás sentado á la mesa en el lugar de
los ídolos, ¿la conciencia de aquel que es flaco, no será adelantada á comer de
lo sacrificado á los ídolos?
8:11
Y por tu
ciencia se perderá el hermano flaco por el cual Cristo murió.
8:12
De esta
manera, pues, pecando contra los hermanos, é hiriendo su flaca conciencia,
contra Cristo pecáis.
8:13
Por lo cual,
si la comida es á mi hermano ocasión de caer, jamás comeré carne por no
escandalizar á mi hermano.
1Co 8:2 Si alguien cree conocer algo, aún no lo conoce como se debe conocer.
1Co 8:3 Mas si uno ama a Dios, ése es conocido por él.
1Co 8:4 Ahora bien, respecto del comer lo sacrificado a los ídolos, sabemos
que el ídolo no es nada en el mundo y no hay más que un único Dios.
1Co 8:5 Pues aun cuando se les dé el nombre de dioses, bien en el cielo bien
en la tierra, de forma que hay multitud de dioses y de señores,
1Co 8:6 para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, del cual
proceden todas las cosas y para el cual somos; y un solo Señor, Jesucristo,
por quien son todas las cosas y por el cual somos nosotros.
1Co 8:7 Mas no todos tienen este conocimiento. Pues algunos, acostumbrados
hasta ahora al ídolo, comen la carne como sacrificada a los ídolos, y su
conciencia, que es débil, se mancha.
1Co 8:8 No es ciertamente la comida lo que nos acercará a Dios. Ni somos
menos porque no comamos, ni somos más porque comamos.
1Co 8:9 Pero tened cuidado que esa vuestra libertad no sirva de tropiezo a
los débiles.
1Co 8:10 En efecto, si alguien te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado
a la mesa en un templo de ídolos, ¿no se creerá autorizado por su
conciencia, que es débil, a comer de lo sacrificado a los ídolos?
1Co 8:11 Y por tu conocimiento se pierde el débil: ¡el hermano por quien
murió Cristo!
1Co 8:12 Y pecando así contra vuestros hermanos, hiriendo su conciencia, que
es débil, pecáis contra Cristo.
1Co 8:13 Por tanto, si un alimento causa escándalo a mi hermano, nunca
comeré carne para no dar escándalo a mi hermano.
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Capítulo 9
9:1
¿NO soy
apóstol? ¿no soy libre? ¿no he visto á Jesús el Señor nuestro? ¿no sois
vosotros mi obra en el Señor?
9:2
Si á los
otros no soy apóstol, á vosotros ciertamente lo soy: porque el sello de mi
apostolado sois vosotros en el Señor.
9:3
Esta es mi
respuesta á los que me preguntan.
9:4
Qué, ¿no
tenemos potestad de comer y de beber?
9:5
¿No tenemos
potestad de traer con nosotros una hermana mujer también como los otros
apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?
9:6
¿O sólo yo y
Bernabé no tenemos potestad de no trabajar?
9:7
¿Quién jamás
peleó á sus expensas? ¿quién planta viña, y no come de su fruto? ¿ó quién
apacienta el ganado, y no come de la leche del ganado?
9:8
¿Digo esto
según los hombres? ¿no dice esto también la ley?
9:9
Porque en la
ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios
cuidado de los bueyes?
9:10
¿O dícelo
enteramente por nosotros? Pues por nosotros está escrito: porque con esperanza
ha de arar el que ara; y el que trilla, con esperanza de recibir el fruto.
9:11
Si nosotros
os sembramos lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos lo vuestro carnal?
9:12
Si otros
tienen en vosotros esta potestad, ¿no más bien nosotros? Mas no hemos usado de
esta potestad: antes lo sufrimos todo, por no poner ningún obstáculo al
evangelio de Cristo.
9:13
¿No sabéis
que los que trabajan en el santuario, comen del santuario; y que los que sirven
al altar, del altar participan?
9:14
Así también
ordenó el Señor á los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.
9:15
Mas yo de
nada de esto me aproveché: ni tampoco he escrito esto para que se haga así
conmigo; porque tengo por mejor morir, antes que nadie haga vana esta mi
gloria.
9:16
Pues bien que
anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme porque me es impuesta
necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!
9:17
Por lo cual,
si lo hago de voluntad, premio tendré; mas si por fuerza, la dispensación me ha
sido encargada.
9:18
¿Cuál, pues,
es mi merced? Que predicando el evangelio, ponga el evangelio de Cristo de
balde, para no usar mal de mi potestad en el evangelio.
9:19
Por lo cual,
siendo libre para con todos, me he hecho siervo de todos por ganar á más.
9:20
Heme hecho á
los Judíos como Judío, por ganar á los Judíos; á los que están sujetos á la ley
(aunque yo no sea sujeto á la ley) como sujeto á la ley, por ganar á los que
están sujetos á la ley;
9:21
A los que son
sin ley, como si yo fuera sin ley, (no estando yo sin ley de Dios, mas en la
ley de Cristo) por ganar á los que estaban sin ley.
9:22
Me he hecho á
los flacos flaco, por ganar á los flacos: á todos me he hecho todo, para que de
todo punto salve á algunos.
9:23
Y esto hago
por causa del evangelio, por hacerme juntamente participante de Él.
9:24
¿No sabéis
que los que corren en el estadio, todos á la verdad corren, mas uno lleva el
premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.
9:25
Y todo aquel
que lucha, de todo se abstiene: y ellos, á la verdad, para recibir una corona
corruptible; mas nosotros, incorruptible.
9:26
Así que, yo
de esta manera corro, no como á cosa incierta; de esta manera peleo, no como
quien hiere el aire:
9:27
Antes hiero
mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre; no sea que, habiendo predicado á otros,
yo mismo venga á ser reprobado.
1Co 9:2 Si para otros no soy yo apóstol, para vosotros sí que lo soy; pues
¡vosotros sois el sello de mi apostolado en el Señor!
1Co 9:3 He aquí mi defensa contra mis acusadores.
1Co 9:4 ¿Por ventura no tenemos derecho a comer y beber?
1Co 9:5 ¿No tenemos derecho a llevar con nosotros una mujer cristiana, como
los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas?
1Co 9:6 ¿Acaso únicamente Bernabé y yo estamos privados del derecho de no
trabajar?
1Co 9:7 ¿Quién ha militado alguna vez a cosa propia? ¿Quién planta una viña
y no come de sus frutos? ¿Quién apacienta un rebaño y no se alimenta de la
leche del rebaño?
1Co 9:8 ¿Hablo acaso al modo humano o no lo dice también la Ley?
1Co 9:9 Porque está escrito en la Ley de Moisés:«No pondrás bozal al buey
que trilla.»¿Es que se preocupa Dios de los bueyes?
1Co 9:10 O bien, ¿no lo dice expresamente por nosotros? Por nosotros
ciertamente se escribió, pues el que ara, en esperanza debe arar; y el que
trilla, con la esperanza de recibir su parte.
1Co 9:11 Si en vosotros hemos sembrado bienes espirituales, ¡qué mucho que
recojamos de vosotros bienes materiales!
1Co 9:12 Si otros tienen estos derechos sobre vosotros, ¿no los tenemos más
nosotros? Sin embargo, nunca hemos hecho uso de estos derechos. Al
contrario, todo lo soportamos para no crear obstáculo alguno al Evangelio de
Cristo.
1Co 9:13 ¿No sabéis que los ministros del templo viven del templo? ¿Que los
que sirven al altar, del altar participan?
1Co 9:14 Del mismo modo, también el Señor ha ordenado que los que predican
el Evangelio vivan del Evangelio.
1Co 9:15 Mas yo, de ninguno de esos derechos he hecho uso. Y no escribo esto
para que se haga así conmigo. ¡Antes morir que...! Mi timbre de gloria
¡nadie lo eliminará!
1Co 9:16 Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más
bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio!
1Co 9:17 Si lo hiciera por propia iniciativa, ciertamente tendría derecho a
una recompensa. Mas si lo hago forzado, es una misión que se me ha confiado.
1Co 9:18 Ahora bien, ¿cuál es mi recompensa? Predicar el Evangelio
entregándolo gratuitamente, renunciando al derecho que me confiere el
Evangelio.
1Co 9:19 Efectivamente, siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos
para ganar a los más que pueda.
1Co 9:20 Con los judíos me he hecho judío para ganar a los judíos; con los
que están bajo la Ley, como quien está bajo la Ley - aun sin estarlo - para
ganar a los que están bajo ella.
1Co 9:21 Con los que están sin ley, como quien está sin ley para ganar a los
que están sin ley, no estando yo sin ley de Dios sino bajo la ley de Cristo.
1Co 9:22 Me he hecho débil con los débiles para ganar a los débiles. Me he
hecho todo a todos para salvar a toda costa a algunos.
1Co 9:23 Y todo esto lo hago por el Evangelio para ser partícipe del mismo.
1Co 9:24 ¿No sabéis que en las carreras del estadio todos corren, mas uno
solo recibe el premio? ¡Corred de manera que lo consigáis!
1Co 9:25 Los atletas se privan de todo; y eso ¡por una corona corruptible!;
nosotros, en cambio, por una incorruptible.
1Co 9:26 Así pues, yo corro, no como a la ventura; y ejerzo el pugilato, no
como dando golpes en el vacío,
1Co 9:27 sino que golpeo mi cuerpo y lo esclavizo; no sea que, habiendo
proclamado a los demás, resulte yo mismo descalificado.
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Capítulo 10
10:1
PORQUE no
quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la
nube, y todos pasaron la mar;
10:2
Y todos en
Moisés fueron bautizados en la nube y en la mar;
10:3
Y todos
comieron la misma vianda espiritual;
10:4
Y todos
bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la piedra espiritual que
los seguía, y la piedra era Cristo.
10:5
Mas de muchos
de ellos no se agradó Dios; por lo cual fueron postrados en el desierto.
10:6
Empero estas
cosas fueron en figura de nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como
ellos codiciaron.
10:7
Ni seáis
honradores de ídolos, como algunos de ellos, según está escrito: Sentóse el
pueblo á comer y á beber, y se levantaron á jugar.
10:8
Ni
forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veinte y
tres mil.
10:9
Ni tentemos á
Cristo, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las
serpientes.
10:10
Ni murmuréis,
como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor.
10:11
Y estas cosas
les acontecieron en figura; y son escritas para nuestra admonición, en quienes
los fines de los siglos han parado.
10:12
Así que, el
que piensa estar firme, mire no caiga.
10:13
No os ha
tomado tentación, sino humana: mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados
más de lo que podéis llevar; antes dará también juntamente con la tentación la
salida, para que podáis aguantar.
10:14
Por tanto,
amados míos, huid de la idolatría.
10:15
Como á sabios
hablo; juzgad vosotros lo que digo.
10:16
La copa de
bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que
partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?
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10:17
Porque un
pan, es que muchos somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel un pan.
10:18
Mirad á
Israel según la carne: los que comen de los sacrificios ¿no son partícipes con
el altar?
10:19
¿Qué pues
digo? ¿Que el ídolo es algo? ¿ó que sea algo lo que es sacrificado á los
ídolos?
10:20
Antes digo
que lo que los Gentiles sacrifican, á los demonios lo sacrifican, y no á Dios:
y no querría que vosotros fueseis partícipes con los demonios.
10:21
No podéis
beber la copa del Señor, y la copa de los demonios: no podéis ser partícipes de
la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.
10:22
¿O
provocaremos á celo al Señor? ¿Somos más fuertes que Él?
10:23
Todo me es
lícito, mas no todo conviene: todo me es lícito, mas no todo edifica.
10:24
Ninguno
busque su propio bien, sino el del otro.
10:25
De todo lo
que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por causa de la
conciencia;
10:26
Porque del
Señor es la tierra y lo que la hinche.
10:27
Y si algún
infiel os llama, y queréis ir, de todo lo que se os pone delante comed, sin
preguntar nada por causa de la conciencia.
10:28
Mas si
alguien os dijere: Esto fué sacrificado á los ídolos: no lo comáis, por causa
de aquel que lo declaró, y por causa de la conciencia: porque del Señor es la
tierra y lo que la hinche.
10:29
La
conciencia, digo, no tuya, sino del otro. Pues ¿por qué ha de ser juzgada mi
libertad por otra conciencia?
10:30
Y si yo con
agradecimiento participo, ¿por qué he de ser blasfemado por lo que doy gracias?
10:31
Si pues
coméis, ó bebéis, ó hacéis otra cosa, haced lo todo á gloria de Dios.
10:32
Sed sin
ofensa á Judíos, y á Gentiles, y á la iglesia de Dios;
10:33
Como también
yo en todas las cosas complazco á todos, no procurando mi propio beneficio,
sino el de muchos, para que sean salvos.
1Co 10:1 No quiero que ignoréis, hermanos, que
nuestros padres estuvieron todos bajo la nube y todos atravesaron el mar;
1Co 10:2 y todos fueron bautizados en Moisés, por la nube y el mar;
1Co 10:3 y todos comieron el mismo alimento espiritual;
1Co 10:4 y todos bebieron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca
espiritual que les seguía; y la roca era Cristo.
1Co 10:5 Pero la mayoría de ellos no fueron del agrado de Dios, pues sus
cuerposquedaron tendidos en el desierto.
1Co 10:6 Estas cosas sucedieron en figura para nosotros para que no
codiciemos lo malo como ellos lo codiciaron.
1Co 10:7 No os hagáis idólatras al igual de algunos de ellos, como dice la
Escritura:«Sentóse el pueblo a comer y a beber y se levantó a divertirse.»
1Co 10:8 Ni forniquemos como algunos de ellos fornicaron y cayeron muertos
23.000 en un solo día.
1Co 10:9 Ni tentemos al Señor como algunos de ellos le tentaron y perecieron
víctimas de las serpientes.
1Co 10:10 Ni murmuréis como algunos de ellos murmuraron y perecieron bajo el
Exterminador.
1Co 10:11 Todo esto les acontecía en figura, y fue escrito para aviso de los
que hemos llegado a la plenitud de los tiempos.
1Co 10:12 Así pues, el que crea estar en pie, mire no caiga.
1Co 10:13 No habéis sufrido tentación superior a la medida humana. Y fiel es
Dios que no permitirá seáis tentados sobre vuestras fuerzas. Antes bien, con
la tentación os dará modo de poderla resistir con éxito.
1Co 10:14 Por eso, queridos, huid de la idolatría.
1Co 10:15 Os hablo como a prudentes. Juzgad vosotros lo que digo.
1Co 10:16 La copa de bendición que bendecimos ¿no es acaso comunión con la
sangre de Cristo? Y el pan que partimos ¿no es comunión con el cuerpo de
Cristo?
1Co 10:17 Porque aun siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, pues
todos participamos de un solo pan.
1Co 10:18 Fijaos en el Israel según la carne. Los que comen de las víctimas
¿no están acaso en comunión con el altar?
1Co 10:19 ¿Qué digo, pues? ¿Que lo inmolado a los ídolos es algo? O ¿que los
ídolos son algo?
1Co 10:20 Pero si lo que inmolan los gentiles,¡lo inmolan a los demonios y
no a Dios!Y yo no quiero que entréis en comunión con los demonios.
1Co 10:21 No podéis beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios.
No podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios.
1Co 10:22 ¿O es que queremos provocar los celos del Señor? ¿Somos acaso más
fuertes que él?
1Co 10:23 «Todo es lícito», mas no todo es conveniente. «Todo es lícito»,
mas no todo edifica.
1Co 10:24 Que nadie procure su propio interés, sino el de los demás.
1Co 10:25 Comed todo lo que se vende en el mercado sin plantearos cuestiones
de conciencia;
1Co 10:26 puesdel Señor es la tierra y todo cuanto contiene.
1Co 10:27 Si un infiel os invita y vosotros aceptáis, comed todo lo que os
presente sin plantearos cuestiones de conciencia.
1Co 10:28 Mas si alguien os dice: «Esto ha sido ofrecido en sacrificio», no
lo comáis, a causa del que lo advirtió y por motivos de conciencia.
1Co 10:29 No me refiero a tu conciencia, sino a la del otro; pues ¿cómo va a
ser juzgada la libertad de mi conciencia por una conciencia ajena?
1Co 10:30 Si yo tomo algo dando gracias, ¿por qué voy a ser reprendido por
aquello mismo que tomo dando gracias?
1Co 10:31 Por tanto, ya comáis, ya bebáis o hagáis cualquier otra cosa,
hacedlo todo para gloria de Dios.
1Co 10:32 No deis escándalo ni a judíos ni a griegos ni a la Iglesia de
Dios;
1Co 10:33 lo mismo que yo, que me esfuerzo por agradar a todos en todo, sin
procurar mi propio interés, sino el de la mayoría, para que se salven.
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Capítulo 11
11:1
SED
imitadores de mí, así como yo de Cristo.
11:2
Y os alabo,
hermanos, que en todo os acordáis de mi, y retenéis las instrucciones mías, de
la manera que os enseñé.
11:3
Mas quiero
que sepáis, que Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón es la cabeza de
la mujer; y Dios la cabeza de Cristo.
11:4
Todo varón
que ora ó profetiza cubierta la cabeza, afrenta su cabeza.
11:5
Mas toda
mujer que ora ó profetiza no cubierta su cabeza, afrenta su cabeza; porque lo
mismo es que si se rayese.
11:6
Porque si la
mujer no se cubre, trasquílese también: y si es deshonesto á la mujer
trasquilarse ó raerse, cúbrase.
11:7
Porque el
varón no ha de cubrir la cabeza, porque es imagen y gloria de Dios: mas la
mujer es gloria del varón.
11:8
Porque el
varón no es de la mujer, sino la mujer del varón.
11:9
Porque
tampoco el varón fué criado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del
varón.
11:10
Por lo cual,
la mujer debe tener señal de potestad sobre su cabeza, por causa de los
ángeles.
11:11
Mas ni el
varón sin la mujer, ni la mujer sin el varón, en el Señor.
11:12
Porque como
la mujer es del varón, así también el varón es por la mujer: empero todo de
Dios.
11:13
Juzgad vosotros
mismos: ¿es honesto orar la mujer á Dios no cubierta?
11:14
La misma
naturaleza ¿no os enseña que al hombre sea deshonesto criar cabello?
11:15
Por el
contrario, á la mujer criar el cabello le es honroso; porque en lugar de velo
le es dado el cabello.
11:16
Con todo eso,
si alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las
iglesias de Dios.
11:17
Esto empero
os denuncio, que no alabo, que no por mejor sino por peor os juntáis.
11:18
Porque lo
primero, cuando os juntáis en la iglesia, oigo que hay entre vosotros
disensiones; y en parte lo creo.
11:19
Porque
preciso es que haya entre vosotros aun herejías, para que los que son probados
se manifiesten entre vosotros.
11:20
Cuando pues
os juntáis en uno, esto no es comer la cena del Señor.
11:21
Porque cada
uno toma antes para comer su propia cena; y el uno tiene hambre, y el otro está
embriagado.
11:22
Pues qué, ¿no
tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿ó menospreciáis la iglesia de Dios, y
avergonzáis á los que no tienen? ¿Qué os diré? ¿os alabaré? En esto no os
alabo.
11:23
Porque yo
recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche
que fué entregado, tomó pan;
11:24
Y habiendo
dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed: esto es mi cuerpo que por
vosotros es partido: haced esto en memoria de mí.
11:25
Asimismo tomó
también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto
en mi sangre: haced esto todas las veces que bebiereis, en memoria de mí.
11:26
Porque todas
las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor
anunciáis hasta que venga.
11:27
De manera
que, cualquiera que comiere este pan ó bebiere esta copa del Señor
indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.
11:28
Por tanto,
pruébese cada uno á sí mismo, y coma así de aquel pan, y beba de aquella copa.
11:29
Porque el que
come y bebe indignamente, juicio come y bebe para sí, no discerniendo el cuerpo
del Señor.
11:30
Por lo cual
hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros; y muchos duermen.
11:31
Que si nos
examinásemos á nosotros mismos, cierto no seríamos juzgados.
11:32
Mas siendo
juzgados, somos castigados del Señor, para que no seamos condenados con el
mundo.
11:33
Así, que,
hermanos míos, cuando os juntáis á comer, esperaos unos á otros.
11:34
Si alguno
tuviere hambre, coma en su casa, porque no os juntéis para juicio. Las demás
cosas ordenaré cuando llegare.
1Co 11:1 Sed mis imitadores, como lo soy de Cristo.
1Co 11:2 Os alabo porque en todas las cosas os acordáis de mí y conserváis
las tradiciones tal como os las he transmitido.
1Co 11:3 Sin embargo, quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es
Cristo; y la cabeza de la mujer es el hombre; y la cabeza de Cristo es Dios.
1Co 11:4 Todo hombre que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta a
su cabeza.
1Co 11:5 Y toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta
a su cabeza; es como si estuviera rapada.
1Co 11:6 Por tanto, si una mujer no se cubre la cabeza, que se corte el
pelo. Y si es afrentoso para una mujer cortarse el pelo o raparse, ¡que se
cubra!
1Co 11:7 El hombre no debe cubrirse la cabeza, pues es imagen y reflejo de
Dios; pero la mujer es reflejo del hombre.
1Co 11:8 En efecto, no procede el hombre de la mujer, sino la mujer del
hombre.
1Co 11:9 Ni fue creado el hombre por razón de la mujer, sino la mujer por
razón del hombre.
1Co 11:10 He ahí por qué debe llevar la mujer sobre la cabeza una señal de
sujeción por razón de los ángeles.
1Co 11:11 Por lo demás, ni la mujer sin el hombre, ni el hombre sin la
mujer, en el Señor.
1Co 11:12 Porque si la mujer procede del hombre, el hombre, a su vez, nace
mediante la mujer. Y todo proviene de Dios.
1Co 11:13 Juzgad por vosotros mismos. ¿Está bien que la mujer ore a Dios con
la cabeza descubierta?
1Co 11:14 ¿No os enseña la misma naturaleza que es una afrenta para el
hombre la cabellera,
1Co 11:15 mientras es una gloria para la mujer la cabellera? En efecto, la
cabellera le ha sido dada a modo de velo.
1Co 11:16 De todos modos, si alguien quiere discutir, no es ésa nuestra
costumbre ni la de las Iglesias de Dios.
1Co 11:17 Y al dar estas disposiciones, no os alabo, porque vuestras
reuniones son más para mal que para bien.
1Co 11:18 Pues, ante todo, oigo que, al reuniros en la asamblea, hay entre
vosotros divisiones, y lo creo en parte.
1Co 11:19 Desde luego, tiene que haber entre vosotros también disensiones,
para que se ponga de manifiesto quiénes son de probada virtud entre
vosotros.
1Co 11:20 Cuando os reunís, pues, en común, eso ya no es comer la Cena del
Señor;
1Co 11:21 porque cada uno come primero su propia cena, y mientras uno pasa
hambre, otro se embriaga.
1Co 11:22 ¿No tenéis casas para comer y beber? ¿O es que despreciáis a la
Iglesia de Dios y avergonzáis a los que no tienen? ¿Qué voy a deciros?
¿Alabaros? ¡En eso no los alabo!
1Co 11:23 Porque yo recibí del Señor lo que os he transmitido: que el Señor
Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan,
1Co 11:24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este es mi cuerpo que
se da por vosotros; haced esto en recuerdo mío.»
1Co 11:25 Asimismo también la copa después de cenar diciendo: «Esta copa es
la Nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces la bebiereis, hacedlo en
recuerdo mío.»
1Co 11:26 Pues cada vez que coméis este pan y bebéis esta copa, anunciáis la
muerte del Señor, hasta que venga.
1Co 11:27 Por tanto, quien coma el pan o beba la copa del Señor
indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor.
1Co 11:28 Examínese, pues, cada cual, y coma así el pan y beba de la copa.
1Co 11:29 Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su
propio castigo.
1Co 11:30 Por eso hay entre vosotros muchos enfermos y muchos débiles, y
mueren no pocos.
1Co 11:31 Si nos juzgásemos a nosotros mismos, no seríamos castigados.
1Co 11:32 Mas, al ser castigados, somos corregidos por el Señor, para que no
seamos condenados con el mundo.
1Co 11:33 Así pues, hermanos míos, cuando os reunáis para la Cena, esperaos
los unos a los otros.
1Co 11:34 Si alguno tiene hambre, que coma en su casa, a fin de que no os
reunáis para castigo vuestro. Lo demás lo dispondré cuando vaya.
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Capítulo 12
12:1
Y ACERCA de
los dones espirituales, no quiero, hermanos, que ignoréis.
12:2
Sabéis que
cuando erais Gentiles, ibais, como erais llevados, a los ídolos mudos.
12:3
Por tanto os
hago saber, que nadie que hable por Espíritu de Dios, llama anatema á Jesús; y
nadie puede llamar á Jesús Señor, sino por Espíritu Santo.
Com.sap 12,3-7.12-13
-
12:4
Empero hay
repartimiento de dones; mas el mismo Espíritu es.
12:5
Y hay
repartimiento de ministerios; mas el mismo Señor es.
12:6
Y hay
repartimiento de operaciones; mas el mismo Dios es el que obra todas las cosas
en todos.
12:7
Empero á cada
uno le es dada manifestación del Espíritu para provecho.
12:8
Porque á la verdad,
á éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; á otro, palabra de ciencia
según el mismo Espíritu;
12:9
A otro, fe
por el mismo Espíritu, y á otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu;
12:10
A otro,
operaciones de milagros, y á otro, profecía; y á otro, discreción de espíritus;
y á otro, géneros de lenguas; y á otro, interpretación de lenguas.
12:11
Mas todas
estas cosas obra uno y el mismo Espíritu, repartiendo particularmente á cada
uno como quiere.
12:12
Porque de la
manera que el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, empero todos los miembros
del cuerpo, siendo muchos, son un cuerpo, así también Cristo.
12:13
Porque por un
Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo, ora Judíos ó Griegos, ora siervos
ó libres; y todos hemos bebido de un mismo Espíritu.
12:14
Pues ni
tampoco el cuerpo es un miembro, sino muchos.
12:15
Si dijere el
pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo: ¿por eso no será del cuerpo?
12:16
Y si dijere
la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo: ¿por eso no será del cuerpo?
12:17
Si todo el
cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el
olfato?
12:18
Mas ahora
Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como quiso.
12:19
Que si todos
fueran un miembro, ¿dónde estuviera el cuerpo?
12:20
Mas ahora
muchos miembros son á la verdad, empero un cuerpo.
12:21
Ni el ojo
puede decir á la mano: No te he menester: ni asimismo la cabeza á los pies: No
tengo necesidad de vosotros.
12:22
Antes, mucho
más los miembros del cuerpo que parecen más flacos, son necesarios;
12:23
Y á aquellos
del cuerpo que estimamos ser más viles, á éstos vestimos más honrosamente; y
los que en nosotros son menos honestos, tienen más compostura.
12:24
Porque los
que en nosotros son más honestos, no tienen necesidad: mas Dios ordenó el
cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba;
12:25
Para que no
haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se interesen los
unos por los otros.
12:26
Por manera
que si un miembro padece, todos los miembros á una se duelen; y si un miembro
es honrado, todos los miembros á una se gozan.
12:27
Pues vosotros
sois el cuerpo de Cristo, y miembros en parte.
12:28
Y á unos puso
Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero
doctores; luego facultades; luego dones de sanidades, ayudas, gobernaciones,
géneros de lenguas.
12:29
¿Son todos
apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos doctores? ¿todos facultades?
12:30
¿Tienen todos
dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?
12:31
Empero
procurad los mejores dones; mas aun yo os muestro un camino más excelente.
1Co 12:2 Sabéis que cuando erais gentiles, os dejabais arrastrar ciegamente
hacia los ídolos mudos.
1Co 12:3 Por eso os hago saber que nadie, hablando con el Espíritu de Dios,
puede decir: «¡Anatema es Jesús!»; y nadie puede decir: «¡Jesús es Señor!»
sino con el Espíritu Santo.
1Co 12:4 Hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo;
1Co 12:5 diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo;
1Co 12:6 diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios que obra en todos.
1Co 12:7 A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para
provecho común,
1Co 12:8 Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro,
palabra de ciencia según el mismo Espíritu;
1Co 12:9 a otro, fe, en el mismo Espíritu; a otro, carismas de curaciones,
en el único Espíritu;
1Co 12:10 a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro,
discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, don de
interpretarlas.
1Co 12:11 Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu,
distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad.
1Co 12:12 Pues del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos
miembros, y todos los miembros del cuerpo, no obstante su pluralidad, no
forman más que un solo cuerpo, así también Cristo.
1Co 12:13 Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no
formar más que un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos
bebido de un solo Espíritu.
1Co 12:14 Así también el cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de
muchos.
1Co 12:15 Si dijera el pie: «Puesto que no soy mano, yo no soy del cuerpo»
¿dejaría de ser parte del cuerpo por eso?
1Co 12:16 Y si el oído dijera: «Puesto que no soy ojo, no soy del cuerpo»
¿dejaría de ser parte del cuerpo por eso?
1Co 12:17 Si todo el cuerpo fuera ojo ¿dónde quedaría el oído? Y si fuera
todo oído ¿donde el olfato?
1Co 12:18 Ahora bien, Dios puso cada uno de los miembros en el cuerpo según
su voluntad.
1Co 12:19 Si todo fuera un solo miembro ¿dónde quedaría el cuerpo?
1Co 12:20 Ahora bien, muchos son los miembros, mas uno el cuerpo.
1Co 12:21 Y no puede el ojo decir a la mano: «¡No te necesito!» Ni la cabeza
a los pies: «¡No os necesito!»
1Co 12:22 Más bien los miembros del cuerpo que tenemos por más débiles, son
indispensables.
1Co 12:23 Y a los que nos parecen los más viles del cuerpo, los rodeamos de
mayor honor. Así a nuestras partes deshonestas las vestimos con mayor
honestidad.
1Co 12:24 Pues nuestras partes honestas no lo necesitan. Dios ha formado el
cuerpo dando más honor a los miembros que carecían de él,
1Co 12:25 para que no hubiera división alguna en el cuerpo, sino que todos
los miembros se preocuparan lo mismo los unos de los otros.
1Co 12:26 Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él. Si un miembro
es honrado, todos los demás toman parte en su gozo.
1Co 12:27 Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y sus miembros cada
uno por su parte.
1Co 12:28 Y así los puso Dios en la Iglesia, primeramente como apóstoles; en
segundo lugar como profetas; en tercer lugar como maestros; luego, los
milagros; luego, el don de las curaciones, de asistencia, de gobierno,
diversidad de lenguas.
1Co 12:29 ¿Acaso todos son apóstoles? O ¿todos profetas? ¿Todos maestros?
¿Todos con poder de milagros?
1Co 12:30 ¿Todos con carisma de curaciones? ¿Hablan todos lenguas?
¿Interpretan todos?
1Co 12:31 ¡Aspirad a los carismas superiores! Y aun os voy a mostrar un
camino más excelente.
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Capítulo 13
13:1
SI yo hablase
lenguas humanas y angélicas, y no tengo caridad, vengo á ser como metal que
resuena, ó címbalo que retiñe.
13:2
Y si tuviese
profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia; y si tuviese toda la
fe, de tal manera que traspasase los montes, y no tengo caridad, nada soy.
13:3
Y si
repartiese toda mi hacienda para dar de comer a pobres, y si entregase mi
cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de nada me sirve.
13:4
La caridad es
sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sinrazón, no
se ensancha;
13:5
No es
injuriosa, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal;
13:6
No se huelga
de la injusticia, mas se huelga de la verdad;
13:7
Todo lo
sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
13:8
La caridad
nunca deja de ser: mas las profecías se han de acabar, y cesarán las lenguas, y
la ciencia ha de ser quitada;
13:9
Porque en
parte conocemos, y en parte profetizamos;
13:10
Mas cuando
venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte será quitado.
13:11
Cuando yo era
niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño, mas cuando ya
fuí hombre hecho, dejé lo que era de niño.
13:12
Ahora vemos
por espejo, en obscuridad; mas entonces veremos cara á cara: ahora conozco en
parte; mas entonces conoceré como soy conocido.
13:13
Y ahora
permanecen la fe, la esperanza, y la caridad, estas tres: empero la mayor de
ellas es la caridad.
1Co 13:2 Aunque tuviera el don de profecía, y conociera todos los misterios
y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar
montañas, si no tengo caridad, nada soy.
1Co 13:3 Aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las
llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha.
1Co 13:4 La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa,
no es jactanciosa, no se engríe;
1Co 13:5 es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta
el mal;
1Co 13:6 no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad.
1Co 13:7 Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta.
1Co 13:8 La caridad no acaba nunca. Desaparecerán las profecías. Cesarán las
lenguas. Desaparecerá la ciencia.
1Co 13:9 Porque parcial es nuestra ciencia y parcial nuestra profecía.
1Co 13:10 Cuando vendrá lo perfecto, desaparecerá lo parcial.
1Co 13:11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba
como niño. Al hacerme hombre, dejé todas las cosas de niño.
1Co 13:12 Ahora vemos en un espejo, en enigma. Entonces veremos cara a cara.
Ahora conozco de un modo parcial, pero entonces conoceré como soy conocido.
1Co 13:13 Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero
la mayor de todas ellas es la caridad.
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Capítulo 14
14:1
SEGUID la
caridad; y procurad los dones espirituales, mas sobre todo que profeticéis.
14:2
Porque el que
habla en lenguas, no habla á los hombres, sino á Dios; porque nadie le
entiende, aunque en espíritu hable misterios.
14:3
Mas el que
profetiza, habla á los hombres para edificación, y exhortación, y consolación.
14:4
El que habla
lengua extraña, á sí mismo se edifica; mas el que profetiza, edifica á la
iglesia.
14:5
Así que,
quisiera que todos vosotros hablaseis lenguas, empero más que profetizaseis:
porque mayor es el que profetiza que el que habla lenguas, si también no
interpretare, para que la iglesia tome edificación.
14:6
Ahora pues,
hermanos, si yo fuere á vosotros hablando lenguas, ¿qué os aprovecharé, si no
os hablare, ó con revelación, ó con ciencia, ó con profecía, ó con doctrina?
14:7
Ciertamente
las cosas inanimadas que hacen sonidos, como la flauta ó la vihuela, si no
dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se tañe con la flauta, ó con
la vihuela?
14:8
Y si la
trompeta diere sonido incierto, ¿quién se apercibirá á la batalla?
14:9
Así también
vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien significante, ¿cómo se
entenderá lo que se dice? porque hablaréis al aire.
14:10
Tantos
géneros de voces, por ejemplo, hay en el mundo, y nada hay mudo;
14:11
Mas si yo
ignorare el valor de la voz, seré bárbaro al que habla, y el que habla será
bárbaro para mí.
14:12
Así también
vosotros; pues que anheláis espirituales dones, procurad ser excelentes para la
edificación de la iglesia.
14:13
Por lo cual,
el que habla lengua extraña, pida que la interprete.
14:14
Porque si yo
orare en lengua desconocida, mi espíritu ora; mas mi entendimiento es sin
fruto.
14:15
¿Qué pues?
Oraré con el espíritu, mas oraré también con entendimiento; cantaré con el
espíritu, mas cantaré también con entendimiento.
14:16
Porque si
bendijeres con el espíritu, el que ocupa lugar de un mero particular, ¿cómo
dirá amén á tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho.
14:17
Porque tú, á
la verdad, bien haces gracias; mas el otro no es edificado.
14:18
Doy gracias á
Dios que hablo lenguas más que todos vosotros:
14:19
Pero en la
iglesia más quiero hablar cinco palabras con mi sentido, para que enseñe
también á los otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.
14:20
Hermanos, no
seáis niños en el sentido, sino sed niños en la malicia: empero perfectos en el
sentido.
14:21
En la ley
está escrito: En otras lenguas y en otros labios hablaré á este pueblo; y ni
aun así me oirán, dice el Señor.
14:22
Así que, las
lenguas por señal son, no á los fieles, sino á los infieles: mas la profecía,
no á los infieles, sino á los fieles.
14:23
De manera
que, si toda la iglesia se juntare en uno, y todos hablan lenguas, y entran
indoctos ó infieles, ¿no dirán que estáis locos?
14:24
Mas si todos
profetizan, y entra algún infiel ó indocto, de todos es convencido, de todos es
juzgado;
14:25
Lo oculto de
su corazón se hace manifiesto: y así, postrándose sobre el rostro, adorará á
Dios, declarando que verdaderamente Dios está en vosotros.
14:26
¿Qué hay
pues, hermanos? Cuando os juntáis, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene
doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación: hágase todo
para edificación.
14:27
Si hablare
alguno en lengua extraña, sea esto por dos, ó á lo más tres, y por turno; mas
uno interprete.
14:28
Y si no
hubiere intérprete, calle en la iglesia, y hable á sí mismo y á Dios.
14:29
Asimismo, los
profetas hablen dos ó tres, y los demás juzguen.
14:30
Y si á otro
que estuviere sentado, fuere revelado, calle el primero.
14:31
Porque podéis
todos profetizar uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados.
14:32
Y los
espíritus de los que profetizaren, sujétense á los profetas;
14:33
Porque Dios
no es Dios de disensión, sino de paz; como en todas las iglesias de los santos.
14:34
Vuestras
mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino
que estén sujetas, como también la ley dice.
14:35
Y si quieren
aprender alguna cosa, pregunten en casa á sus maridos; porque deshonesta cosa
es hablar una mujer en la congregación.
14:36
Qué, ¿ha
salido de vosotros la palabra de Dios? ¿ó á vosotros solos ha llegado?
14:37
Si alguno á
su parecer, es profeta, ó espiritual, reconozca lo que os escribo, porque son
mandamientos del Señor.
14:38
Mas el que
ignora, ignore.
14:39
Así que,
hermanos, procurad profetizar; y no impidáis el hablar lenguas.
14:40
Empero hágase
todo decentemente y con orden.
1Co 14:2 Pues el que habla en lengua no habla a los hombres sino a Dios. En
efecto, nadie le entiende: dice en espíritu cosas misteriosas.
1Co 14:3 Por el contrario, el que profetiza, habla a los hombres para su
edificación, exhortación y consolación.
1Co 14:4 El que habla en lengua, se edifica a sí mismo; el que profetiza,
edifica a toda la asamblea.
1Co 14:5 Deseo que habléis todos en lenguas; prefiero, sin embargo, que
profeticéis. Pues el que profetiza, supera al que habla en lenguas, a no ser
que también interprete, para que la asamblea reciba edificación.
1Co 14:6 Y ahora, hermanos, supongamos que yo vaya donde vosotros hablándoos
en lenguas, ¿qué os aprovecharía yo, si mi palabra no os trajese ni
revelación ni ciencia ni profecía ni enseñanza?
1Co 14:7 Así sucede con los instrumentos de música inanimados, tales como la
flauta o la cítara. Si no dan distintamente los sonidos, ¿cómo se conocerá
lo que toca la flauta o la cítara?
1Co 14:8 Y si la trompeta no da sino un sonido confuso, ¿quién se preparará
para la batalla?
1Co 14:9 Así también vosotros: si al hablar no pronunciáis palabras
inteligibles, ¿cómo se entenderá lo que decís? Es como si hablarais al
viento.
1Co 14:10 Hay en el mundo no sé cuántas variedades de lenguas, y nada hay
sin lenguaje.
1Co 14:11 Mas si yo desconozco el valor del lenguaje seré un bárbaro para el
que me habla; y el que me habla, un bárbaro para mí.
1Co 14:12 Así pues, ya que aspiráis a los dones espirituales, procurad
abundar en ellos para la edificación de la asamblea.
1Co 14:13 Por tanto, el que habla en lengua, pida el don de interpretar.
1Co 14:14 Porque si oro en lengua, mi espíritu ora, pero mi mente queda sin
fruto.
1Co 14:15 Entonces, ¿qué hacer? Oraré con el espíritu, pero oraré también
con la mente. Cantaré salmos con el espíritu, pero también los cantaré con
la mente.
1Co 14:16 Porque si no bendices más que con el espíritu ¿cómo dirá «amén» a
tu acción de gracias el que ocupa el lugar del no iniciado, pues no sabe lo
que dices?
1Co 14:17 ¡Cierto!, tu acción de gracias es excelente; pero el otro no se
edifica.
1Co 14:18 Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas más que todos vosotros;
1Co 14:19 pero en la asamblea, prefiero decir cinco palabras con mi mente,
para instruir a los demás, que 10.000 en lengua.
1Co 14:20 Hermanos, no seáis niños en juicio. Sed niños en malicia, pero
hombres maduros en juicio.
1Co 14:21 Está escrito en la Ley:Por hombres de lenguas extrañas y por boca
de extraños hablaré yo a este pueblo, y ni así me escucharán, dice el Señor.
1Co 14:22 Así pues, las lenguas sirven de señal no para los creyentes, sino
para los infieles; en cambio la profecía, no para los infieles, sino para
los creyentes.
1Co 14:23 Si, pues, se reúne toda la asamblea y todos hablan en lenguas y
entran en ella no iniciados o infieles, ¿no dirán que estáis locos?
1Co 14:24 Por el contrario, si todos profetizan y entra un infiel o un no
iniciado, será convencido por todos, juzgado por todos.
1Co 14:25 Los secretos de su corazón quedarán al descubierto y, postrado
rostro en tierra, adorará a Dios confesando queDios está verdaderamente
entre vosotros.
1Co 14:26 ¿Qué concluir, hermanos? Cuando os reunís, cada cual puede tener
un salmo, una instrucción, una revelación, un discurso en lengua, una
interpretación; pero que todo sea para edificación.
1Co 14:27 Si se habla en lengua, que hablen dos, o a lo más, tres, y por
turno; y que haya un interprete.
1Co 14:28 Si no hay quien interprete, guárdese silencio en la asamblea;
hable cada cual consigo mismo y con Dios.
1Co 14:29 En cuanto a los profetas, hablen dos o tres, y los demás juzguen.
1Co 14:30 Si algún otro que está sentado tiene una revelación, cállese el
primero.
1Co 14:31 Pues podéis profetizar todos por turno para que todos aprendan y
sean exhortados.
1Co 14:32 Los espíritus de los profetas están sometidos a los profetas,
1Co 14:33 pues Dios no es un Dios de confusión, sino de paz. Como en todas
la Iglesias de los santos,
1Co 14:34 las mujeres cállense en las asambleas; que no les está permitido
tomar la palabra antes bien, estén sumisas como también la Ley lo dice.
1Co 14:35 Si quieren aprender algo, pregúntenlo a sus propios maridos en
casa; pues es indecoroso que la mujer hable en la asamblea.
1Co 14:36 ¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios? O ¿solamente a
vosotros ha llegado?
1Co 14:37 Si alguien se cree profeta o inspirado por el Espíritu, reconozca
en lo que os escribo un mandato del Señor.
1Co 14:38 Si no lo conoce, tampoco él es conocido.
1Co 14:39 Por tanto, hermanos, aspirad al don de la profecía, y no estorbéis
que se hable en lenguas.
1Co 14:40 Pero hágase todo con decoro y orden.
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Capítulo 15
15:1
ADEMÁS os
declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también
recibisteis, en el cual también perseveráis;
15:2
Por el cual
asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis
en vano.
15:3
Porque
primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo fué muerto por
nuestros pecados conforme á las Escrituras;
15:4
Y que fué
sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme á las Escrituras;
15:5
Y que
apareció á Cefas, y después á los doce.
15:6
Después
apareció á más de quinientos hermanos juntos; de los cuales muchos viven aún, y
otros son muertos.
15:7
Después
apareció á Jacobo; después á todos los apóstoles.
15:8
Y el postrero
de todos, como á un abortivo, me apareció á mí.
15:9
Porque yo soy
el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol,
porque perseguí la iglesia de Dios.
15:10
Empero por la
gracia de Dios soy lo que soy: y su gracia no ha sido en vano para conmigo;
antes he trabajado más que todos ellos: pero no yo, sino la gracia de Dios que
fué conmigo.
15:11
Porque, ó sea
yo ó sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.
15:12
Y si Cristo
es predicado que resucitó de los muertos ¿cómo dicen algunos entre vosotros que
no hay resurrección de muertos?
15:13
Porque si no
hay resurrección de muertos, Cristo tampoco resucitó:
15:14
Y si Cristo
no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.
15:15
Y aun somos
hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que Él haya
levantado á Cristo; al cual no levantó, si en verdad los muertos no resucitan.
15:16
Porque si los
muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó.
15:17
Y si Cristo
no resucitó, vuestra fe es vana; aun estáis en vuestros pecados.
15:18
Entonces
también los que durmieron en Cristo son perdidos.
15:19
Si en esta
vida solamente esperamos en Cristo, los más miserables somos de todos los
hombres.
15:20
Mas ahora
Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
15:21
Porque por
cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de
los muertos.
15:22
Porque así
como en Adam todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados.
15:23
Mas cada uno
en su orden: Cristo las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.
15:24
Luego el fin;
cuando entregará el reino á Dios y al Padre, cuando habrá quitado todo imperio,
y toda potencia y potestad.
15:25
Porque es
menester que Él reine, hasta poner á todos sus enemigos debajo de sus pies.
15:26
Y el postrer
enemigo que será deshecho, será la muerte.
15:27
Porque todas
las cosas sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice: Todas las cosas son
sujetadas á Él, claro está exceptuado aquel que sujetó á Él todas las cosas.
15:28
Mas luego que
todas las cosas le fueren sujetas, entonces también el mismo Hijo se sujetará
al que le sujetó á Él todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas en
todos.
15:29
De otro modo,
¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los
muertos resucitan? ¿Por qué pues se bautizan por los muertos?
15:30
¿Y por qué
nosotros peligramos á toda hora?
15:31
Sí, por la
gloria que en orden á vosotros tengo en Cristo Jesús Señor nuestro, cada día
muero.
15:32
Si como
hombre batallé en Efeso contra las bestias, ¿qué me aprovecha? Si los muertos
no resucitan, comamos y bebamos, que mañana moriremos.
15:33
No erréis:
las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.
15:34
Velad
debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen á Dios: para vergüenza
vuestra hablo.
15:35
Mas dirá
alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?
15:36
Necio, lo que
tú siembras no se vivifica, si no muriere antes.
15:37
Y lo que
siembras, no siembras el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, acaso
de trigo, ó de otro grano:
15:38
Mas Dios le
da el cuerpo como quiso, y á cada simiente su propio cuerpo.
15:39
Toda carne no
es la misma carne; mas una carne ciertamente es la de los hombres, y otra carne
la de los animales, y otra la de los peces, y otra la de las aves.
15:40
Y cuerpos hay
celestiales, y cuerpos terrestres; mas ciertamente una es la gloria de los
celestiales, y otra la de los terrestres:
15:41
Otra es la
gloria del sol, y otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas:
porque una estrella es diferente de otra en gloria.
15:42
Así también
es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción se levantará en
incorrupción;
15:43
Se siembra en
vergüenza, se levantará con gloria; se siembra en flaqueza, se levantará con
potencia;
15:44
Se siembra
cuerpo animal, resucitará espiritual cuerpo. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo
espiritual.
15:45
Así también
está escrito: Fué hecho el primer hombre Adam en ánima viviente; el postrer
Adam en espíritu vivificante.
15:46
Mas lo
espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.
15:47
El primer
hombre, es de la tierra, terreno: el segundo hombre que es el Señor, es del
cielo.
15:48
Cual el
terreno, tales también los terrenos; y cual el celestial, tales también los
celestiales.
15:49
Y como
trajimos la imagen del terreno, traeremos también la imagen del celestial.
15:50
Esto empero
digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni
la corrupción hereda la incorrupción.
15:51
He aquí, os
digo un misterio: Todos ciertamente no dormiremos, mas todos seremos
transformados.
15:52
En un
momento, en un abrir de ojo, á la final trompeta; porque será tocada la
trompeta, y los muertos serán levantados sin corrupción, y nosotros seremos
transformados.
15:53
Porque es
menester que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y esto mortal sea
vestido de inmortalidad.
15:54
Y cuando esto
corruptible fuere vestido de incorrupción, y esto mortal fuere vestido de
inmortalidad, entonces se efectuará la palabra que está escrita: Sorbida es la
muerte con victoria.
15:55
¿Dónde está,
oh muerte, tu aguijón? ¿dónde, oh sepulcro, tu victoria?
15:56
Ya que el
aguijón de la muerte es el pecado, y la potencia del pecado, la ley.
15:57
Mas á Dios
gracias, que nos da la victoria por el Señor nuestro Jesucristo.
15:58
Así que,
hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor
siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano.
1Co 15:2 por el cual también sois salvados, si lo guardáis tal como os lo
prediqué... Si no, ¡habríais creído en vano!
1Co 15:3 Porque os transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que
Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras;
1Co 15:4 que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las
Escrituras;
1Co 15:5 que se apareció a Cefas y luego a los Doce;
1Co 15:6 después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los
cuales todavía la mayor parte viven y otros murieron.
1Co 15:7 Luego se apareció a Santiago; más tarde, a todos los apóstoles.
1Co 15:8 Y en último término se me apareció también a mí, como a un
abortivo.
1Co 15:9 Pues yo soy el último de los apóstoles: indigno del nombre de
apóstol, por haber perseguido a la Iglesia de Dios.
1Co 15:10 Mas, por la gracia de Dios, soy lo que soy; y la gracia de Dios no
ha sido estéril en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Pero no
yo, sino la gracia de Dios que está conmigo.
1Co 15:11 Pues bien, tanto ellos como yo esto es lo que predicamos; esto es
lo que habéis creído.
1Co 15:12 Ahora bien, si se predica que Cristo ha resucitado de entre los
muertos ¿cómo andan diciendo algunos entre vosotros que no hay resurrección
de los muertos?
1Co 15:13 Si no hay resurrección de los muertos, tampoco Cristo resucitó.
1Co 15:14 Y si no resucitó Cristo, vacía es nuestra predicación, vacía
también vuestra fe.
1Co 15:15 Y somos convictos de falsos testigos de Dios porque hemos
atestiguado contra Dios que resucitó a Cristo, a quien no resucitó, si es
que los muertos no resucitan.
1Co 15:16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó.
1Co 15:17 Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana: estáis todavía en
vuestros pecados.
1Co 15:18 Por tanto, también los que durmieron en Cristo perecieron.
1Co 15:19 Si solamente para esta vida tenemos puesta nuestra esperanza en
Cristo, ¡somos los más dignos de compasión de todos los hombres!
1Co 15:20 ¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos como primicias de
los que durmieron.
1Co 15:21 Porque, habiendo venido por un hombre la muerte, también por un
hombre viene la resurrección de los muertos.
1Co 15:22 Pues del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos
revivirán en Cristo.
1Co 15:23 Pero cada cual en su rango: Cristo como primicias; luego los de
Cristo en su Venida.
1Co 15:24 Luego, el fin, cuando entregue a Dios Padre el Reino, después de
haber destruido todo Principado, Dominación y Potestad.
1Co 15:25 Porque debe él reinarhasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus
pies.
1Co 15:26 El último enemigo en ser destruido será la Muerte.
1Co 15:27 Porqueha sometido todas las cosas bajo sus pies.Mas cuando diga
que «todo está sometido», es evidente que se excluye a Aquel que ha sometido
a él todas las cosas.
1Co 15:28 Cuando hayan sido sometidas a él todas las cosas, entonces también
el Hijo se someterá a Aquel que ha sometido a él todas las cosas, para que
Dios sea todo en todo.
1Co 15:29 De no ser así ¿a qué viene el bautizarse por los muertos? Si los
muertos no resucitan en manera alguna ¿por qué bautizarse por ellos?
1Co 15:30 Y nosotros mismos ¿por qué nos ponemos en peligro a todas horas?
1Co 15:31 Cada día estoy a la muerte ¡sí hermanos! gloria mía en Cristo
Jesús Señor nuestro, que cada día estoy en peligro de muerte.
1Co 15:32 Si por motivos humanos luché en Éfeso contra las bestias ¿qué
provecho saqué? Si los muertos no resucitan,comamos y bebamos, que mañana
moriremos.
1Co 15:33 No os engañéis: «Las malas compañías corrompen las buenas
costumbres.»
1Co 15:34 Despertaos, como conviene, y no pequéis; que hay entre vosotros
quienes desconocen a Dios. Para vergüenza vuestra lo digo.
1Co 15:35 Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitan los muertos? ¿Con qué cuerpo
vuelven a la vida?
1Co 15:36 ¡Necio! Lo que tú siembras no revive si no muere.
1Co 15:37 Y lo que tú siembras no es el cuerpo que va a brotar, sino un
simple grano, de trigo por ejemplo o de alguna otra planta.
1Co 15:38 Y Dios le da un cuerpo a su voluntad: a cada semilla un cuerpo
peculiar.
1Co 15:39 No toda carne es igual, sino que una es la carne de los hombres,
otra la de los animales, otra la de las aves, otra la de los peces.
1Co 15:40 Hay cuerpos celestes y cuerpos terrestres; pero uno es el
resplandor de los cuerpos celestes y otro el de los cuerpos terrestres.
1Co 15:41 Uno es el resplandor del sol, otro el de la luna, otro el de las
estrellas. Y una estrella difiere de otra en resplandor.
1Co 15:42 Así también en la resurrección de los muertos: se siembra
corrupción, resucita incorrupción;
1Co 15:43 se siembra vileza, resucita gloria; se siembra debilidad, resucita
fortaleza;
1Co 15:44 se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual. Pues
si hay un cuerpo natural, hay también un cuerpo espiritual.
1Co 15:45 En efecto, así es como dice la Escritura:Fue hecho el primer
hombre,Adán,alma viviente;el último Adán, espíritu que da vida.
1Co 15:46 Mas no es lo espiritual lo que primero aparece, sino lo natural;
luego, lo espiritual.
1Co 15:47 El primer hombre, salido de la tierra, es terreno; el segundo,
viene del cielo.
1Co 15:48 Como el hombre terreno, así son los hombres terrenos; como el
celeste, así serán los celestes.
1Co 15:49 Y del mismo modo que hemos llevado la imagen del hombre terreno,
llevaremos también la imagen del celeste.
1Co 15:50 Os digo esto, hermanos: La carne y la sangre no pueden heredar el
Reino de los cielos: ni la corrupción hereda la incorrupción.
1Co 15:51 ¡Mirad! Os revelo un misterio: No moriremos todos, mas todos
seremos transformados.
1Co 15:52 En un instante, en un pestañear de ojos, al toque de la trompeta
final, pues sonará la trompeta, los muertos resucitarán incorruptibles y
nosotros seremos transformados.
1Co 15:53 En efecto, es necesario que este ser corruptible se revista de
incorruptibilidad; y que este ser mortal se revista de inmortalidad.
1Co 15:54 Y cuando este ser corruptible se revista de incorruptibilidad y
este ser mortal se revista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra
que está escrita:La muerte ha sido devorada en la victoria.
1Co 15:55 ¿Dónde está, oh muerte,tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu
aguijón?
1Co 15:56 El aguijón de la muerte es el pecado; y la fuerza del pecado, la
Ley.
1Co 15:57 Pero ¡gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por
nuestro Señor Jesucristo!
1Co 15:58 Así pues, hermanos míos amados, manteneos firmes, inconmovibles,
progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que vuestro trabajo
no es vano el Señor.
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Capítulo 16
16:1
CUANTO á la
colecta para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las
iglesias de Galacia.
16:2
Cada primer
día de la semana cada uno de vosotros aparte en su casa, guardando lo que por
la bondad de Dios pudiere; para que cuando yo llegare, no se hagan entonces
colectas.
16:3
Y cuando
habré llegado, los que aprobareis por cartas, á éstos enviaré que lleven
vuestro beneficio á Jerusalem.
16:4
Y si fuere
digno el negocio de que yo también vaya, irán conmigo.
16:5
Y á vosotros
iré, cuando hubiere pasado por Macedonia, porque por Macedonia tengo de pasar.
16:6
Y podrá ser
que me quede con vosotros, ó invernaré también, para que vosotros me llevéis á
donde hubiere de ir.
16:7
Porque no os
quiero ahora ver de paso; porque espero estar con vosotros algún tiempo, si el
Señor lo permitiere.
16:8
Empero estaré
en Efeso hasta Pentecostés;
16:9
Porque se me
ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios.
16:10
Y si llegare
Timoteo, mirad que esté con vosotros seguramente; porque la obra del Señor hace
también como yo.
16:11
Por tanto,
nadie le tenga en poco; antes, llevadlo en paz, para que venga á mí: porque lo
espero con los hermanos.
16:12
Acerca del
hermano Apolos, mucho le he rogado que fuese á vosotros con los hermanos; mas
en ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora; pero irá cuando tuviere
oportunidad.
16:13
Velad, estad
firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.
16:14
Todas
vuestras cosas sean hechas con caridad.
16:15
Y os ruego,
hermanos, (ya sabéis que la casa de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que
se han dedicado al ministerio de los santos,)
16:16
Que vosotros
os sujetéis á los tales, y á todos los que ayudan y trabajan.
16:17
Huélgome de
la venida de Estéfanas y de Fortunato y de Achâico: porque éstos suplieron lo
que á vosotros faltaba.
16:18
Porque
recrearon mi espíritu y el vuestro: reconoced pues á los tales.
16:19
Las iglesias
de Asia os saludan. Os saludan mucho en el Señor Aquila y Priscila, con la
iglesia que está en su casa.
16:20
Os saludan
todos los hermanos. Saludaos los unos á los otros con ósculo santo.
16:21
La salutación
de mí, Pablo, de mi mano.
16:22
El que no
amare al Señor Jesucristo, sea anatema. Maranatha.
16:23
La gracia del
Señor Jesucristo sea con vosotros.
16:24
Mi amor en
Cristo Jesús sea con todos vosotros. Amén. La primera á los Corintios fué
enviada de Filipos con Estéfanas, y Fortunato, y Achâico, y Timoteo.
1Co 16:1 En cuanto a la colecta en favor de los
santos, haced también vosotros tal como mandé a las Iglesias de Galacia.
1Co 16:2 Cada primer día de la semana, cada uno de vosotros reserve en su
casa lo que haya podido ahorrar, de modo que no se hagan las colectas cuando
llegue yo.
1Co 16:3 Cuando me halle ahí, enviaré a los que hayáis considerado dignos,
acompañados de cartas, para que lleven a Jerusalén vuestra liberalidad.
1Co 16:4 Y si vale la pena de que vaya también yo, irán conmigo.
1Co 16:5 Iré donde vosotros después de haber atravesado Macedonia; pues por
Macedonia pasaré.
1Co 16:6 Tal vez me detenga entre vosotros y hasta pase ahí el invierno,
para que vosotros me encaminéis adonde haya de ir.
1Co 16:7 Pues no quiero ahora veros sólo de paso: espero estar algún tiempo
entre vosotros, si así lo permite el Señor.
1Co 16:8 De todos modos, seguiré en Éfeso hasta Pentecostés:
1Co 16:9 porque se me ha abierto una puerta grande y prometedora, y los
enemigos son muchos.
1Co 16:10 Si se presenta Timoteo, procurad que esté sin temor entre
vosotros, pues trabaja como yo en la obra del Señor.
1Co 16:11 Que nadie le menosprecie. Procurad que vuelva en paz a mí, que le
espero con los hermanos.
1Co 16:12 En cuanto a nuestro hermano Apolo, le he insistido mucho para que
vaya donde vosotros con los hermanos; pero no tiene intención alguna de ir
ahora. Irá cuando tenga oportunidad.
1Co 16:13 Velad, manteneos firmes en la fe, sed hombres, sed fuertes.
1Co 16:14 Haced todo con amor.
1Co 16:15 Os hago una recomendación, hermanos. Sabéis que la familia de
Estéfanas son las primicias de Acaya y se han puesto al servicio de los
santos.
1Co 16:16 También vosotros mostraos sumisos a ellos y a todo aquel que con
ellos trabaja y se afana.
1Co 16:17 Estoy lleno de alegría por la visita de Estéfanas, de Fortunato y
de Acaico, que han suplido vuestra ausencia.
1Co 16:18 Ellos han tranquilizado mi espíritu y el vuestro. Sabed apreciar a
estos hombres.
1Co 16:19 Las Iglesias de Asia os saludan. Os envían muchos saludos Aquila y
Prisca en el Señor, junto con la Iglesia que se reúne en su casa.
1Co 16:20 Os saludan todos los hermanos. Saludaos los unos a los otros con
el beso santo.
1Co 16:21 El saludo va de mi mano, Pablo.
1Co 16:22 El que no quiera al Señor, ¡sea anatema! «Maran atha.»
1Co 16:23 ¡Que la gracia del Señor Jesús sea con vosotros!
1Co 16:24 Os amo a todos en Cristo Jesús.