Testimonios en relación con las Jornadas Mundiales de Juventud
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“Quería
destacar los campos en la cual ustedes deben vivir con especial atención su
compromiso misionero. El primero es el de las comunicaciones sociales, en
particular en el mundo de la internet” – Benedicto XVI, 3 de octubre del
2013.
Me llamo Bárbara, tengo diecinueve años y a través del internet mi fe fue
ganando cada vez bases más sólidas. No fue a través de ella que conocí la
Iglesia de Cristo, pero bien que podría haber sido así. Es cada vez mayor el
número de personas que encuentra la verdad a través del mundo digital. Aquí
no hablo de “Católicos del Internet”, sino de personas que viven la fe en su
día a día, fuera de lo virtual. Hoy tengo un blog llamado Doncella Cristiana
y es a través de él que hago mi apostolado virtual, con el fin de contribuir
con la formación de las joven católicas. A veces me quedo un poco desanimada
con relación al trabajo en el blog, pero al leer los mensajes de una leyente
y ver que me pude aproximar a alguien de Nuestro Señor, entiendo que todos
nuestros esfuerzos tiene un propósito, que toda semilla tirada en tierra
buena da frutos: sean cien por uno, sesenta por uno o treinta por uno (Cf.
Mt. 13,8). Todavía, como muchos bien destaco también el Santo Padre, “para
poder hablar de Dios, primero tenemos que hablar con Dios”. Es necesario,
por lo tanto, no descuidar de la propia vida interior y de la formación.
Tener un buen Director Espiritual, frecuentar los Sacramentos, de modo
especial la confesión constante y la Sagrada Eucaristía, son medios
fundamentales para avanzar verdaderamente rumbo a nuestra meta final, que es
Cristo Jesús.
Encontré increíble cuando me pidieron que cuente aquí mi experiencia de vida
cristiana en lo cotidiano, al final de la obra – como cariñosamente llamamos
el Opus Dei – así como su fundador lo hacía, insiste siempre en que nos
esforcemos por santificar nuestro día a día, por ejemplo: nuestro estudio,
un paseo con las amigas… Todo puede y debe ser ofrecido a Dios. Incluso en
el Centro Cultural que frecuento, espacio mantenido por la Asociación de
Desenvolvimiento Educativo Cultural, en la ADEC, tenemos un cuadro “2013
Acciones por la JMJ” donde pintamos cuadritos marcando lo que ya ofrecemos
por el Papa y por la Jornada. Entre las acciones consta por ejemplo, una
hora de estudio, un Ave-María, una desilusión que aceptamos, una conferencia
acudida… En fin. Tu que estás leyendo esto ahora, debes saber que puedes
también ofrecer esta lectura a Dios! Podemos ofrecer nuestra vida entera!
Todo! Como diría San Josemaría Escrivá, “ahí donde están nuestros hermanos
los hombres, ahí donde están nuestras aspiraciones, nuestro trabajo,
nuestros amores – ahí está el lugar de nuestro encuentros cotidianos con
Cristo. En medio de las cosas más materiales de la tierra es donde nosotros
debemos santificarnos, sirviendo a Dios y a todos los hombres”. (Navarra,
1967).
Una cosa que aprendí con este gran Santo de los tiempos modernos fue
insertarme en las escenas mientras contemplo los misterios del Santo
Rosario, por ejemplo. Cuando contemplamos el nacimiento de Cristo, en los
misterios gozosos, por ejemplo, podemos ser otros personajes. Agarrar al
niño en nuestros brazos, llenarlo de besos, ver el rostro alegre de Nuestra
Señora y la paz en los ojos de San José.
Esto es un consejo que me gustaría darte a ti que estás leyéndome ahora.
Porque no agarrar este tiempo en que tú te preparas para la facultad, para
el colegio o para el trabajo, y rezar el rosario por el Papa y por la
Jornada? Solo será aburrido si falta amor! Cuando más cerca estamos de
Nuestra Señora, más cerca estamos del Hijo. Entreguemos con confianza
nuestra JMJ en Sus manos Inmaculadas, y estemos siempre juntos a través de
la Comunión de los Santos. Que venga la JMJ Rio 2013 para mayor gloria de
Dios, la expiación de su Reino en la tierra, la exaltación de los justos y
conversión de los que se desviaron del camino.
Bárbara Lores
Testimonio - Luis Bruno
Hola,
mi nombre es Luis Bruno, tengo 26 años, vivo en la ciudad de Tefé en el
Amazonas. Vivo en medio de la diversidad de fauna y flora y las culturas
tradicionales: riverside, cabocla, indígenas y urbanas. Esta mezcla de
culturas y pueblos lo traigo en la sangre, indigeno, negro y nordestino. Soy
hijo único y vengo de una familia tradicional de la ciudad de Uarini-AM, un
pueblo humilde, cálido y de gran devoción al Espíritu Santo.
Recuerdo de mi infancia, cuando mi madre me llevaba los domingos a las
celebraciones de los niños en la Iglesia Catedral de Santa Teresa de Ávila,
donde comencé mis primeros pasos en la vida de la Iglesia, entrenados en la
Eucaristía, la perseverancia y a los 15 años la Confirmación. A finales del
año siguiente, me encontré con tres amigos - Fabio, Rudson y George – que me
invitaron a visitar un grupo de jóvenes en la comunidad de San Antonio.
Llegue al lugar con un poco de miedo, pero la bienvenida, el ambiente y el
amor de los jóvenes a Jesucristo transformo ese sentimiento y comencé a
formar parte de JUSAT (Juventud Unidad de Santo Antonio) Pastoral Juvenil
(PJ).
Hacer pastoral en la realidad en la que vivo no es fácil, ser un misionero
de hecho, ya que hay muchas dificultades y sólo con gran fe y el deseo de
ver la construcción de un reino justo y equitativo para todos es lo que nos
impulsa a seguir caminando. Nuestra mayor dificultad es la situación
geográfica: nuestros caminos son los ríos, lo que hace difícil acompañar de
cerca de los jóvenes. En la actualidad, trabajo en la coordinación
Prelaticia y Regional PJ, donde vengo trabajando en la evangelización y en
la política social entre los jóvenes, a partir de lo que me fue enseñado en
la Pastoral como: carácter, honestidad, transparencia, comunión colectiva
entre otras. Esa evangelización sucede en los grupos de base, en las
reuniones de capacitación, compartiendo la vida de los jóvenes en diferentes
partes de nuestra región. También estoy empezando a trabajar con la
catequesis de la Primera Comunión, en mi comunidad, y siempre, incluso en
una simple conversación con amigos y colegas en el día a día, voy
evangelizando la juventud. Durante estos casi diez años de experiencia en el
PJ, pude contribuir y ver a muchos de nuestros jóvenes convertirse en
líderes comunitarios, sociales, políticos y religiosos.
¿Sabes lo que es terminar una actividad agotado, pensando que podría haber
sido mejor, o que se nos escapo algo? De repente te encuentras con un joven
que con un simple abrazo y una sonrisa viene a darte las gracias por haberle
dado momentos de aprendizaje, de alegría, que quedaran para siempre en su
vida. No hay mejor sensación que esa, no se puede explicar, es como recibir
una dosis de adrenalina, lo que provoca cansancio desaparece, hace que el
corazón lata más rápido, con alegría, con tan solo ese simple gesto de
agradecimiento. Esa es mi motivación para continuar con este trabajo, es
tener fe y esperanza que a través de nuestros jóvenes y el grupo de
enseñanza, a partir del compartir, el trabajo y el amor, es posible tener
una sociedad y un mundo mejor para todos.
Que nuestra juventud tenga la sencillez de Cristo de cautivar, la bondad
para perdonar y la sabiduría de opinar. Seamos jóvenes constructores de
acciones evangelizadoras en nuestro trabajo, en la escuela, en el juego, en
la iglesia, en nuestras familias, en nuestros grupos y en nuestras
comunidades. Seamos multiplicadores de la Buena Nueva y fieles al plan de
Jesús y su amor a la humanidad. ¡Porque nosotros jóvenes somos el futuro del
hoy y del mañana!
Testimonio - Luciana
Siciliani
Hola,
mi nombre es Luciana, vivo en São Paulo, en la región Central de la Capital.
Me convertí en un miembro activo en mi comunidad, cuando empecé a participar
en la Pastoral Juvenil. Comencé como coordinador del grupo de jóvenes de la
parroquia que participaba y luego de mi formación académica en Derecho
empecé a contribuir como voluntaria en la formación humana, en la
alfabetización y en la orientación jurídica para las personas necesitadas.
Desde hace 10 años participo en el Centro de Capacitación Juvenil (CCJ),
allí dicto cursos de capacitación para líderes jóvenes con CDL - Curso
dinámico para los líderes.
El desafió con el que me encuentro como coordinadora general del CDL, por
encima de todo, es saber que puedo ser responsable de un cambio en la vida
de algunas personas, y sobre todo saber que en la Iglesia realizo una acción
social para que el mundo sea más justo y fraterno. Con mi trabajo pastoral,
intento contribuir a la formación humana y espiritual de los jóvenes, para
que sean protagonistas de su propia historia y expresen su propia identidad,
contando con ciertos valores que sintonizan con la trayectoria de su vida.
Ayudar al joven a darse cuenta de la necesidad de hacer frente a las
diferentes realidades socio-económicas y mejorar su escucha, como una forma
de aprender y ayudar a otros.
Lo que me motiva más en esta misión es saber que no estoy sola en la lucha
por construir la civilización del amor: ¡No soy la única que cree en la
PERSONA y en la PROPUESTA de Jesucristo! A partir de ella, crecemos en la
fe, en la evangelización de otros jóvenes donde juntos desarrollaremos un
amplio proceso de formación de la fe, en la formación de líderes capacitados
para actuar en la comunidad y en el medio ambiente en el que viven llevando
una vida de comunión y participación.
Deseo que la JMJ Rio2013 despierte la esperanza en los corazones de cada uno
de ellos para superar los obstáculos que amenazan el derecho a la
participación, consciente y responsable para la construcción de un mundo
mejor. Acepten el reto de vivir en plenitud, bajo los valores esenciales de
un auténtico discípulo de Jesús.
UN VOLUNTARIO, UNA HISTORIA
Al
buscar en el diccionario el término “voluntario”, encontramos la siguiente
definición: “aquello que se realiza de buena voluntad y sin ningún tipo de
coacción”. Eso nos hace pensar en la amplitud de este trabajo, mucho más en
términos de JMJ. Para que llegue a darse la JMJ Río 2013, será necesario,
entre otras tantas cosas de orden estructural y financiero: personas. Manos
y corazones dispuestos a contribuir en cualquier actividad, y en cualquier
momento.
El grupo del voluntariado está conformado por millares de jóvenes que llegan
de los cuatro rincones del país. Y algunos pertenecen a la Archidiócesis de
Sorocaba, en São Paulo. En la ciudad, hasta ahora, son poco más de 20 mil
jóvenes seleccionados para este servicio. Cada uno con su historia y con un
motivo para servir. De a poco vamos conociendo los rostros que van a formar
la JMJ de Brasil.
Preguntado sobre la motivación que lo condujo a inscribirse como voluntario,
Daniel Madazio Rahal Farhat, de 31 años, nos comentó que fue el “deseo de
servir a Dios y de vivir profundamente el voluntariado y la JMJ. Mi
motivación mayor fue el lema de la JMJ, el cual me impulsó en la
evangelización: “¡Id y haced discípulos entre todas las naciones!” (cf, Mt
28, 19)”. Ya el seminarista Pablo Roberto de Oliveira Gomes, de 23 años nos
cuenta que “el corazón salta de alegría cada vez que piensa en esa
oportunidad. Desde el momento del anuncio de que la JMJ sería en Brasil,
sentí el deseo de donarme en este evento, sirviendo a Cristo, a la Iglesia,
a la juventud”.
Con 32 años, Giovana Felamingo tiene otra historia para contarnos. Ella ya
estuvo en una JMJ como peregrina, en 2005 en Alemania. “Tuve el privilegio
de hospedarme en casa de personas maravillosas, una familia que me acogió
con todo el amor imaginable y con la cual hasta el día de hoy mantengo
contacto. Teníamos una idea de cómo sería en Alemania, con la famosa
frialdad, per grande fue mi sorpresa, cuando nos sentimos tan bien acogidos.
Eso me motivó a que ofreciera de alguna manera, el mismo amor, entusiasmo y
fe, que un día yo recibí”.
Al hablar sobre la expectativa para este trabajo, todos fueron unánimes en
la emoción y el entusiasmo. “Espero poder vivir intensamente en el servicio,
todas las bendiciones y gracias que vendrán sobre toda la juventud,
recibiendo en el corazón la verdadera alegría de sentirme y de ser
cristiano”, nos dijo Pablo. “Espero mucho trabajo y ardor misionero, desde
ahora. Ser voluntaria es, por encima de todo, involucrarse en el amor de
llevar a Cristo a los hermanos, en una entrega y donación total”, nos
comenta Giovana.
“Espero conocer a otros voluntarios, amigos, y sus testimonios y
experiencias de vida, para poder tener todavía más motivos para servir.
También quiero sentir la gracia de poder ayudar a los peregrinos y de hacer
de la Jornada de ellos un verdadero encuentro con Dios. Que sea un evento de
verdadera y total comunión y de encuentro con Nuestro Señor Jesucristo como
nunca se ha visto antes. Que sea tan grandioso y bello que solamente
viviéndolo pueda ser comprendido”, finaliza Daniel. Esta, quizás, sea la
mejor explicación del sentimiento que nos toma a todos. Y solamente nos
queda pedirle a Dios que sea Dios quien guíe nuestros pasos y corazones.
Familias que nacen en la JMJ
“Somos
un matrimonio enamorado de Jesús, que confió en Él y en el momento oportuno
realizó Su plan en nuestras vidas. Somos testimonios vivos del amor de Dios
para con nosotros.” Ese testimonio es el del matrimonio entre Vladimir y
Suzana. Ambos del estado de Rio de Janeiro, se conocieron en la JMJ del 2002
en Toronto, Canadá, se hicieron novios en la JMJ del año 2005 en Colonia,
Alemania, y hoy están casados y tiene dos hijos.
El día 15 de mayo celebramos el Día Internacional de la Familia y muchas de
ellas también nacen durante la JMJ. La Jornada Mundial de la Juventud,
además de ser un encuentro inolvidable de juventud, confraternización y fe,
es un gran llamado vocacional. No sólo se despierta la vocación sacerdotal,
sino que también la vocación a la familia. Y así como Vladimir y Suzana, el
español Antonio Mateo y la mexicana Elsa Vásquez también se conocieron en
una JMJ.
Los dos trabajaron en la jornada de Madrid el año 2011, en el sector de los
Actos Culturales, ella como voluntaria y él como contratado. Elsa llegó a la
ciudad española en septiembre de 2010 y, cuando volvió de las vacaciones en
marzo de 2011, Antonio, que aún no la conocía, estaba viendo la tarjeta de
bienvenida que el sector había preparado para ella. Sin embargo, el único
contacto que tuvieron en la época fue ese, pues Elsa fue llamada para
trabajar en el sector de servicios complementarios de la JMJ.
Cerca de un mes después, en medio de un grupo de 600 personas que fueron a
Roma para la beatificación de Juan Pablo II, Elsa y Antonio estaban en el
mismo bus. Ya en la ciudad, los dos estaban en el mismo grupo y fue en la
iglesia donde tuvo lugar la vigilia que comenzaron a conversar. “Nosotros
decimos que es gracias a Juan Pablo II que estamos juntos”, comentó Elsa.
Casados hace casi un año, optaron por celebrar el matrimonio el día de
Nuestra Señora de Fátima, cuyo santuario fue el único que visitaron juntos.
Después de la JMJ en Madrid, Elsa, que vivía en Australia y había tomado un
año sabático para trabajar en la jornada, decidió mudarse a la ciudad
española para que Antonio pudiera estar cerca de la familia.
La JMJ, más que un momento vivido con y entre amigos, es un momento de
encuentro con otros jóvenes que también quieren seguir a Cristo. Para la JMJ
Rio2013, Antonio y Elsa ya están en la ciudad trabajando para este gran
encuentro. Antonio es coordinador de voluntarios internacionales y, una vez
más, Elsa está en el sector de los Actos Culturales. “Esta es la oportunidad
de comenzar nuestro matrimonio juntos”, dice Elsa.
Testimonio - Paula Frassinetti
Hola
soy Paula Frassinetti da Silva Melo, tengo 27 años de edad, soy graduada en
Marketing y estoy trabajando en una agencia de viajes. Vivo con mis padres
Cleonice y Manoel, tengo un hermano mayor, Félix, y una hermana más joven,
Francielly de 18 años. Soy paulista y desde que nací vivo en Diadema, São
Paulo.
Siempre he estado en la Iglesia, sobre todo en las Comunidades Eclesiales de
Base (CEBs), donde mis padres siempre estuvieron muy activos. Durante cinco
años de mi adolescencia fui parte del grupo de teatro de mi parroquia Cristo
Rey, allí se despertó en mí, a través del arte y de la misión, una nueva
mirada sobre la desigualdad que nos rodea. Me dejé cautivar por ese llamado
y mi corazón se avoco a esa causa. Crecí personal y pastoralmente. En 2006
tuve la oportunidad de experimentar el Jornada de la Confianza en Taizé, en
Santa Catarina. Esta experiencia intensificó mi vida pastoral y me hizo
descubrir nuevas miradas y nuevas amistades. Con muchas fuerzas de querer
seguir caminando, comencé un nuevo reto en mi vida: contribuir a la
formación de la pastoral juvenil en una nueva y necesitada comunidad,
rodeado por la violencia y las drogas. Hay muchos desafíos, especialmente
llevar a los jóvenes a un encuentro vivo con la persona de Jesucristo.
Toda mi experiencia me ha preparado para vivir intensamente la Jornada
Mundial de la Juventud. Nunca pensé en cruzar el océano, pero gracias a la
providencia divina, estaba allí en representación de la juventud de mi país,
junto con jóvenes del mundo. A pesar de la diversidad, nuestro objetivo era
el mismo: el encuentro vivo con el Santo Padre y nuestro Señor Jesucristo.
En el calor del verano o en medio de la gran tormenta en la vigilia en
Cuatro Vientos, el deseo de experimentar la comunión creció en mi corazón.
Para los jóvenes que llegan a Río de Janeiro en 2013, digo que es hora de
prepararnos para vivir una JMJ como Cristo nos enseña: "Vosotros sois la sal
de la tierra, luz del mundo" (Mt 5,13-14). Espero que esta jornada en Río de
Janeiro en 2013 sea la oportunidad de continuar construyendo la Civilización
del Amor. Nos encontramos en julio de 2013. ¡Un fuerte abrazo a todos!
Una Semana Inolvidable - Bendito sea el Señor
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