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1. Síguese ahora tratar del cuarto y último genero de
aprehensiones intelectuales, que decíamos podían caer en el
entendimiento de parte de los sentimientos espirituales que muchas
veces sobrenaturalmente se hacen al alma del espiritual, los
cuales contamos entre las aprehensiones distintas del
entendimiento.
2. Estos sentimientos espirituales distintos pueden caer en dos
maneras. La primera, son sentimientos en el afecto de la voluntad;
la segunda, son sentimientos en la sustancia del alma. Los unos y
los otros pueden ser de muchas maneras.
Los de la voluntad, cuando son de Dios, son muy subidos; mas los
que son de la sustancia del alma son altísimos y de gran bien y
provecho. Los cuales ni el alma ni quien la trata pueden saber ni
entender la causa de donde proceden, ni por que obras Dios los
haga.
Estas mercedes, porque no dependen de obras que el alma haga ni de
consideraciones que tenga, aunque estas cosas son buena
disposición para ellas, dalo Dios a quien quiere y por lo que el
quiere; porque acaecerá que una persona se habrá ejercitado en
muchas obras, y no la dará estos toques; y otra en muchas menos, y
se los dará subidísimos y en mucha abundancia. Y así, no es
menester que el alma este actualmente empleada y ocupada en cosas
espirituales, aunque estarlo es mucho mejor para tenerlos, para
que Dios de los toques de donde el alma tiene los dichos
sentimientos, porque las más veces está harto descuidada de ellos.
De estos toques, unos son distintos y que pasan presto; otros no
son tan distintos y duran más.
3. Estos sentimientos, en cuanto son sentimientos solamente, no
pertenecen al entendimiento, sino a la voluntad; y así no trato de
propósito aquí de ellos, hasta que tratemos de la noche y
purgación de la voluntad en sus aficiones, que será en el libro 3º
que se sigue. Pero, porque muchas y las más veces, de ellos
redunda en el entendimiento aprehensión y noticia e inteligencia,
convenía hacer aquí mención de ellos sólo para este fin. Por
tanto, es de saber que de estos sentimientos -así de los de la
voluntad como de los que son en la sustancia del alma, ahora sean
los toques de Dios que los causan repentinos, ahora sean durables
y sucesivos- muchas veces, como digo, redunda en el entendimiento
aprehensión de noticia o inteligencia, la cual suele ser un
subidísimo sentir de Dios y sabrosísimo en el entendimiento; al
cual no se puede poner nombre tampoco, como al sentimiento de
donde redunda. Y estas noticias a veces son en una manera, a veces
en otra; a veces más subidas y claras, a veces menos, y menos
claras, según lo son tambien los toques que Dios hace, que causan
los sentimientos de donde ellas proceden, y según la propiedad de
ellos.
4. Para (dar) cautela y encaminar al entendimiento por estas
noticias en fe a la unión con Dios, no es menester aquí gastar
mucho almacen; porque, como quiera que los sentimientos que
habemos dicho se hagan pasivamente en el alma, sin que ella haga
algo de su parte efectivamente para recibirlos, así tambien las
noticias de ellos se reciben pasivamente en el entendimiento que
llaman los filósofos posible, sin que el haga nada de su parte. De
donde, para no errar en ellos ni impedir su provecho, el tampoco
ha de hacer nada en ellos, sino haberse pasivamente acerca de
ellos, sin entrometer su capacidad natural. Porque, como habemos
dicho que acaece en las palabras sucesivas, facilísimamente con su
actividad turbará y deshará aquellas noticias delicadas, que son
una sabrosa inteligencia sobrenatural a que no llega el natural ni
la puede comprehender haciendo, sino recibiendo.
Y así, no ha de procurarlas ni tener gana de admitirlas, porque el
entendimiento no vaya de suyo formando otras, ni el demonio tenga
entrada con otras varias y falsas; lo cual puede el muy bien hacer
por medio de los dichos sentimientos o los que el de suyo puede
poner en el alma que se da a estas noticias. Háyase resignada,
humilde y pasivamente en ellas: que, pues pasivamente las recibe
de Dios, el se las comunicará cuando el fuere servido, viendola
humilde y desapropiada. Y de esta manera no impedirá en sí el
provecho que estas noticias hacen para la divina unión (que es
grande, porque todos estos toques son de unión), la cual
pasivamente se hace en el alma.
5. Lo dicho basta acerca de esto, porque, cualquiera cosa que al
alma acaezca acerca del entendimiento, se hallará la cautela y
doctrina para ella en las divisiones ya dichas. Y, aunque parezca
diferente y que en ninguna manera se comprehende, ninguna
inteligencia hay que no se pueda reducir a una de ellas y sacarse
doctrina para ellas.
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