NO IGNORAR EL EVANGELIO DEL AMOR HACIA EL PRÓJIMO NECESITADO Y SUFRIENTE (EV 31)
Prof. Silvio Cajiao, Bogotá
Todo el referente de este numeral 31 está en cómo, dando la prioridad a la
Evangelización como anuncio de la persona de Jesucristo y su acción
salvadora, en ningún momento se podrá descuidar esa atención que el Señor
mismo coloca en el Evangelio como señal de la llegada del Reino, "los pobres
son evangelizados", prioridad de darles el sentido de vida desde Dios, pero
prioridad del Dios de la vida que incluye todas las dimensiones del ser
humano para ser salvadas ya que "el hombre que hay que evangelizar no es un
ser abstracto, sino un ser sujeto a los problemas sociales y económicos.
Lazos de orden teológico, ya que no se pueden disociar el plan de la
creación del plan de la Redención." (Ibidem)
Teniendo como marco el Concilio Vaticano II en su Constitución Gaudium et
spes y el referente de que los discípulos de Cristo hacen suyos "Los gozos y
las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro
tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren" (No.1) el Papa
Montini, en su Audiencia general del miércoles 25 de Septiembre de 1976,
volvía sobre el tema en el contexto de referirse a un posible congreso
italiano "pero de general interés para la Iglesia" con el tema
"Evangelización y promoción humana" señalaba el que aparentemente estos
temas se presentarían en tensión, cuando no en oposición, o en franca
imposición de los temas económicos y de desarrollo sobre los de presentación
del mensaje salvador del Evangelio.
En tal contexto se preguntaba Pablo VI "¿Cuál es la verdadera salvación del
hombre?, ¿su verdadera felicidad?, ¿su predominante destino? La ciencia
acerca del hombre, la verdadera ciencia sobre nuestra vida, se ampara así en
el mensaje del evangelio y lo interpela: ¿Qué me proporcionas? La economía,
la ciencia del bienestar, protagonistas en las casas humanas, especialmente
en la despensa, pide: ¡dame pan, tengo hambre! ¡Cuánta fuerza persuasiva en
esta cuestión elemental y universal! Bien lo comprendió el mismo Cristo
cuando multiplicó por dos veces el pan para la muchedumbre en ayunas. Tuvo
inteligencia de las necesidades humanas." Y añade "Y el juicio final por El
anunciado, ¿no se desarrollará acaso según la respuesta que hubiéremos dado
a las exigencias de las miserias humanas? (Mat. 25,21ss.)".
Por tanto decía Pablo VI en la conclusión de su Audiencia: "tal tesis
(oponer Evangelización y promoción humana) se dirige no a la oposición
radical, sino ante todo, a la complementariedad entre estas dos formas
fundamentales de nuestra actividad; a saber, la función civilizadora de la
evangelización que, a la vez puede ser favorecida por la promoción civil,
sin que ninguna de las dos llegue a ser instrumento dedicado a su propia
ventaja prevalente." (Cfr. O.R. 23 sept. 1976; orig. Ital.; trad. de Rev.
Ecclesia, pg. 1414).