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Con ansias en amores inflamada.
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1. Ya que habemos declarado el primer verso de esta canción, que
trata de la noche sensitiva, dando a entender que noche sea esta
del sentido y por que se llama noche; y tambien habiendo dado el
orden y modo que se ha de tener para entrar en ella activamente,
síguese ahora por su orden tratar de las propiedades y efectos de
ella, que son admirables, los cuales se contienen en los versos
siguientes de la dicha canción, los cuales yo apuntare brevemente
en gracia de declarar los dichos versos, como en el prólogo lo
prometí, y pasare luego adelante al segundo libro, el cual trata
de la otra parte de esta noche que es la espiritual.
2. Dice, pues, el alma que con ansias, en amores inflamada pasó y
salió en esta noche oscura del sentido a la unión del Amado.
Porque para vencer todos los apetitos y negar los gustos de todas
las cosas, con cuyo amor y afición se suele inflamar la voluntad
para gozar de ellos, era menester otra inflamación mayor de otro
amor mejor, que es el de su Esposo, para que, teniendo su gusto y
fuerza en este, tuviese valor y constancia para fácilmente negar
todos los otros. Y no solamente era menester para vencer la fuerza
de los apetitos sensitivos tener amor de su Esposo, sino estar
inflamada de amor y con ansias. Porque acaece, y así es, que la
sensualidad con tantas ansias de apetito es movida y atraída a las
cosas sensitivas, que, si la parte espiritual no está inflamada
con otras ansias mayores de lo que es espiritual, no podrá vencer
el yugo natural, ni entrar en esta noche del sentido, ni tendrá
ánimo para se quedar a oscuras de todas las cosas, privándose del
apetito de todas ellas.
3. Y cómo y de cuántas maneras sean estas ansias de amor que las
almas tienen en los principios de este camino de unión; y las
diligencias e invenciones que hacen para salir de su casa, que es
la propia voluntad en la noche de la mortificación de sus
sentidos; y cuán fáciles y aun dulces y sabrosos les hacen parecer
estas ansias del Esposo todos los trabajos y peligros de esta
noche, ni es de decir de este lugar, ni se puede decir; porque es
mejor para tenerlo y considerarlo que para escribirlo. Y así,
pasaremos a declarar los demás versos en el siguiente capítulo.
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