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La versión Biblia de Jerusalén 

Al final de cada capítulo encontrará el mismo pasaje
en la versión de la Biblia de Jerusalén

Capítulo 1

1:1

ESTOS son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto con Jacob; cada uno entró con su familia.

1:2

Rubén, Simeón, Leví y Judá;

1:3

Issachâr, Zabulón y Benjamín;

1:4

Dan y Nephtalí, Gad y Aser.

1:5

Y todas las almas de los que salieron del muslo de Jacob, fueron setenta. Y José estaba en Egipto.

1:6

Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación.

1:7

Y los hijos de Israel crecieron, y multiplicaron, y fueron aumentados y corroborados en extremo; y llenóse la tierra de ellos.

1:8

Levantóse entretanto un nuevo rey sobre Egipto, que no conocía á José; el cual dijo á su pueblo:

1:9

He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros:

1:10

Ahora, pues, seamos sabios para con él, porque no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se junte con nuestros enemigos, y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra.

1:11

Entonces pusieron sobre él comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron á Faraón las ciudades de los bastimentos, Phithom y Raamses.

1:12

Empero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían: así que estaban ellos fastidiados de los hijos de Israel.

1:13

Y los Egipcios hicieron servir á los hijos de Israel con dureza:

1:14

Y amargaron su vida con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda labor del campo, y en todo su servicio, al cual los obligaban con rigorismo.

1:15

Y habló el rey de Egipto á las parteras de las Hebreas, una de las cuales se llamaba Siphra, y otra Phúa, y díjoles:

1:16

Cuando parteareis á las Hebreas, y mirareis los asientos, si fuere hijo, matadlo; y si fuere hija, entonces viva.

1:17

Mas las parteras temieron á Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que reservaban la vida á los niños.

1:18

Y el rey de Egipto hizo llamar á las parteras y díjoles: ¿Por qué habéis hecho esto, que habéis reservado la vida á los niños?

1:19

Y las parteras respondieron á Faraón: Porque las mujeres Hebreas no son como las Egipcias: porque son robustas, y paren antes que la partera venga á ellas.

1:20

Y Dios hizo bien á las parteras: y el pueblo se multiplicó, y se corroboraron en gran manera.

1:21

Y por haber las parteras temido á Dios, él les hizo casas.

1:22

Entonces Faraón mandó á todo su pueblo, diciendo: Echad en el río todo hijo que naciere, y á toda hija reservad la vida.

 

Exo 1:1 Estos son los nombres de los israelitas que entraron con Jacob en Egipto, cada uno con su familia:
Exo 1:2 Rubén, Simeón, Leví, Judá,
Exo 1:3 Isacar, Zabulón, Benjamín,
Exo 1:4 Dan, Neftalí, Gad y Aser.
Exo 1:5 El número de los descendientes de Jacob era de setenta personas. José estaba ya en Egipto.
Exo 1:6 Murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación;
Exo 1:7 pero los israelitas fueron fecundos y se multiplicaron; llegaron a ser muy numerosos y fuertes y llenaron el país.
Exo 1:8 Se alzó en Egipto un nuevo rey, que nada sabía de José;
Exo 1:9 y que dijo a su pueblo: «Mirad, los israelitas son un pueblo más numeroso y fuerte que nosotros.
Exo 1:10 Tomemos precauciones contra él para que no siga multiplicándose, no sea que en caso de guerra se una también él a nuestros enemigos para luchar contra nosotros y salir del país.»
Exo 1:11 Les impusieron pues, capataces para aplastarlos bajo el peso de duros trabajos; y así edificaron para Faraón las ciudades de depósito: Pitom y Ramsés.
Exo 1:12 Pero cuanto más les oprimían, tanto más crecían y se multiplicaban, de modo que los egipcios llegaron a temer a los israelitas.
Exo 1:13 Y redujeron a cruel servidumbre a los israelitas,
Exo 1:14 les amargaron la vida con rudos trabajos de arcilla y ladrillos, con toda suerte de labores del campo y toda clase de servidumbre que les imponían por crueldad.
Exo 1:15 El rey de Egipto dio también orden a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifrá, y la otra Puá,
Exo 1:16 diciéndoles: «Cuando asistáis a las hebreas, observad bien las dos piedras: si es niño, hacedle morir; si es niña dejadla con vida.»
Exo 1:17 Pero las parteras temían a Dios, y no hicieron lo que les había mandado el rey de Egipto, sino que dejaban con vida a los niños.
Exo 1:18 Llamó el rey de Egipto a las parteras y les dijo: «¿ Por qué habéis hecho esto y dejáis con vida a los niños?»
Exo 1:19 Respondieron las parteras a Faraón: «Es que las hebreas no son como las egipcias. Son más robustas, y antes que llegue la partera, ya han dado a luz.»
Exo 1:20 Y Dios favoreció a las parteras. El pueblo se multiplicó y se hizo muy poderoso.
Exo 1:21 Y por haber temido las parteras a Dios, les concedió numerosa prole.
Exo 1:22 Entonces Faraón dio a todo su pueblo esta orden: «Todo niño que nazca lo echaréis al Río; pero a las niñas las dejaréis con vida.»

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Capítulo 2

2:1

UN varón de la familia de Leví fué, y tomó por mujer una hija de Leví:

2:2

La cual concibió, y parió un hijo: y viéndolo que era hermoso, túvole escondido tres meses.

2:3

Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos, y calafateóla con pez y betún, y colocó en ella al niño, y púsolo en un carrizal á la orilla del río:

2:4

Y paróse una hermana suya á lo lejos, para ver lo que le acontecería.

2:5

Y la hija de Faraón descendió á lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vió ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya á que la tomase.

2:6

Y como la abrió, vió al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los Hebreos es éste.

2:7

Entonces su hermana dijo á la hija de Faraón: ¿Iré á llamarte un ama de las Hebreas, para que te críe este niño?

2:8

Y la hija de Faraón respondió: Ve. Entonces fué la doncella, y llamó á la madre del niño;

2:9

A la cual dijo la hija de Faraón: Lleva este niño, y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño, y criólo.

2:10

Y como creció el niño, ella lo trajo á la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y púsole por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué.

2:11

Y en aquellos días acaeció que, crecido ya Moisés, salió á sus hermanos, y vió sus cargas: y observó á un Egipcio que hería á uno de los Hebreos, sus hermanos.

2:12

Y miró á todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al Egipcio, y escondiólo en la arena.

2:13

Y salió al día siguiente, y viendo á dos Hebreos que reñían, dijo al que hacía la injuria: ¿Por qué hieres á tu prójimo?

2:14

Y él respondió: ¿Quién te ha puesto á ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿piensas matarme como mataste al Egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esta cosa es descubierta.

2:15

Y oyendo Faraón este negocio, procuró matar á Moisés: mas Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián; y sentóse junto á un pozo.

2:16

Tenía el sacerdote de Madián siete hijas, las cuales vinieron á sacar agua, para llenar las pilas y dar de beber á las ovejas de su padre.

2:17

Mas los pastores vinieron, y echáronlas: Entonces Moisés se levantó y defendiólas, y abrevó sus ovejas.

2:18

Y volviendo ellas á Ragüel su padre, díjoles él: ¿Por qué habéis hoy venido tan presto?

2:19

Y ellas respondieron: Un varón Egipcio nos defendió de mano de los pastores, y también nos sacó el agua, y abrevó las ovejas.

2:20

Y dijo á sus hijas: ¿Y dónde está? ¿por qué habéis dejado ese hombre? llamadle para que coma pan.

2:21

Y Moisés acordó en morar con aquel varón; y él dió á Moisés á su hija Séphora:

2:22

La cual le parió un hijo, y él le puso por nombre Gersom: porque dijo: Peregrino soy en tierra ajena.

2:23

Y aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel suspiraron á causa de la servidumbre, y clamaron: y subió á Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre.

2:24

Y oyó Dios el gemido de ellos, y acordóse de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.

2:25

Y miró Dios á los hijos de Israel, y reconociólos Dios.

 

Exo 2:1 Un hombre de la casa de Leví fue a tomar por mujer una hija de Leví.
Exo 2:2 Concibió la mujer y dio a luz un hijo; y viendo que era hermoso lo tuvo escondido durante tres meses.
Exo 2:3 Pero no pudiendo ocultarlo ya por más tiempo, tomó una cestilla de papiro, la calafateó con betún y pez, metió en ella al niño, y la puso entre los juncos, a la orilla del Río.
Exo 2:4 La hermana del niño se apostó a lo lejos para ver lo que le pasaba.
Exo 2:5 Bajó la hija de Faraón a bañarse en el Río y, mientras sus doncellas se paseaban por la orilla del Río, divisó la cestilla entre los juncos, y envió una criada suya para que la cogiera.
Exo 2:6 Al abrirla, vio que era un niño que lloraba. Se compadeció de él y exclamó: «Es uno de los niños hebreos.»
Exo 2:7 Entonces dijo la hermana a la hija de Faraón: «¿Quieres que yo vaya y llame una nodriza de entre las hebreas para que te críe este niño?»
Exo 2:8 «Vete», le contestó la hija de Faraón. Fue, pues, la joven y llamó a la madre del niño.
Exo 2:9 Y la hija de Faraón le dijo: «Toma este niño y críamelo que yo te pagaré.» Tomó la mujer al niño y lo crió.
Exo 2:10 El niño creció, y ella lo llevó entonces a la hija de Faraón, que lo tuvo por hijo, y le llamó Moisés, diciendo: «De las aguas lo he sacado.»
Exo 2:11 En aquellos días, cuando Moisés ya fue mayor, fue a visitar a sus hermanos, y comprobó sus penosos trabajos; vio también cómo un egipcio golpeaba a un hebreo, a uno de sus hermanos.
Exo 2:12 Miró a uno y a otro lado, y no viendo a nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena.
Exo 2:13 Salió al día siguiente y vio a dos hebreos que reñían. Y dijo al culpable: «¿Por qué pegas a tu compañero?»
Exo 2:14 El respondió: «¿Quién te ha puesto de jefe y juez sobre nosotros? ¿Acaso estás pensando en matarme como mataste al egipcio?» Moisés, lleno de temor, se dijo: «La cosa ciertamente se sabe.»
Exo 2:15 Supo Faraón lo sucedido y buscaba a Moisés para matarle; pero él huyó de la presencia de Faraón, y se fue a vivir al país de Madián. Se sentó junto a un pozo.
Exo 2:16 Tenía un sacerdote de Madián siete hijas, que fueron a sacar agua y llenar los pilones para abrevar las ovejas de su padre.
Exo 2:17 Pero vinieron los pastores y las echaron. Entonces, levantándose Moisés, salió en su defensa y les abrevó el rebaño.
Exo 2:18 Al volver ellas a donde su padre Reuel, éste les dijo: «Cómo es que venís hoy tan pronto?»
Exo 2:19 Respondieron: «Un egipcio nos libró de las manos de los pastores, y además sacó agua para nosotras y abrevó el rebaño.»
Exo 2:20 Preguntó entonces a sus hijas: «¿Y dónde está? ¿Cómo así habéis dejado a ese hombre? Llamadle para que coma.»
Exo 2:21 Aceptó Moisés morar con aquel hombre, que dio a Moisés su hija Séfora.
Exo 2:22 Esta dio a luz un hijo y llamóle Guersom, pues dijo: «Forastero soy en tierra extraña.»
Exo 2:23 Durante este largo período murió el rey de Egipto; los israelitas, gimiendo bajo la servidumbre, clamaron, y su clamor, que brotaba del fondo de su esclavitud, subió a Dios.
Exo 2:24 Oyó Dios sus gemidos, y acordóse Dios de su alianza con Abraham, Isaac y Jacob.
Exo 2:25 Y miró Dios a los hijos de Israel y conoció...

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Capítulo 3

3:1

Y APACENTANDO Moisés las ovejas de Jethro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas detrás del desierto, y vino á Horeb, monte de Dios.

3:2

Y apareciósele el Angel de el Altísimo en una llama de fuego en medio de una zarza: y él miró, y vió que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.

3:3

Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora, y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.

3:4

Y viendo el Altísimo que iba á ver, llamólo Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.

3:5

Y dijo: No te llegues acá: quita tus zapatos de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.

3:6

Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar á Dios.

3:7

Y dijo el Altísimo: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor á causa de sus exactores; pues tengo conocidas sus angustias:

3:8

Y he descendido para librarlos de mano de los Egipcios, y sacarlos de aquella tierra á una tierra buena y ancha, á tierra que fluye leche y miel, á los lugares del Cananeo, del Hetheo, del Amorrheo, del Pherezeo, del Heveo, y del Jebuseo.

3:9

El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los Egipcios los oprimen.

3:10

Ven por tanto ahora, y enviarte he á Faraón, para que saques á mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto.

3:11

Entonces Moisés respondió á Dios: ¿Quién soy yo, para que vaya á Faraón, y saque de Egipto á los hijos de Israel?

3:12

Y él le respondió: Ve, porque yo seré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: luego que hubieres sacado este pueblo de Egipto, serviréis á Dios sobre este monte.

3:13

Y dijo Moisés á Dios: He aquí que llego yo á los hijos de Israel, y les digo, El Dios de vuestros padres me ha enviado á vosotros; si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre? ¿qué les responderé?

3:14

Y respondió Dios á Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás á los hijos de Israel: YO SOY me ha enviado á vosotros.

3:15

Y dijo más Dios á Moisés: Así dirás á los hijos de Israel: el Altísimo, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado á vosotros. Este es mi nombre para siempre, este es mi memorial por todos los siglos.

3:16

Ve, y junta los ancianos de Israel, y diles: el Altísimo, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob, me apareció, diciendo: De cierto os he visitado, y visto lo que se os hace en Egipto;

3:17

Y he dicho: Yo os sacaré de la aflicción de Egipto á la tierra del Cananeo, y del Hetheo, y del Amorrheo, y del Pherezeo, y del Heveo, y del Jebuseo, á una tierra que fluye leche y miel.

3:18

Y oirán tu voz; é irás tú, y los ancianos de Israel, al rey de Egipto, y le diréis: el Altísimo, el Dios de los Hebreos, nos ha encontrado; por tanto nosotros iremos ahora camino de tres días por el desierto, para que sacrifiquemos á el Altísimo nuestro Dios.

3:19

Mas yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte.

3:20

Empero yo extenderé mi mano, y heriré á Egipto con todas mis maravillas que haré en él, y entonces os dejará ir.

3:21

Y yo daré á este pueblo gracia en los ojos de los Egipcios, para que cuando os partiereis, no salgáis vacíos:

3:22

Sino que demandará cada mujer á su vecina y á su huéspeda vasos de plata, vasos de oro, y vestidos: los cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas, y despojaréis á Egipto.

 

Exo 3:1 Moisés era pastor del rebaño de Jetró su suegro, sacerdote de Madián. Una vez llevó las ovejas más allá del desierto; y llegó hasta Horeb, la montaña de Dios.
Exo 3:2 El ángel de Yahveh se le apareció en forma de llama de fuego, en medio de una zarza. Vio que la zarza estaba ardiendo, pero que la zarza no se consumía.
Exo 3:3 Dijo, pues, Moisés: «Voy a acercarme para ver este extraño caso: por qué no se consume la zarza.»
Exo 3:4 Cuando vio Yahveh que Moisés se acercaba para mirar, le llamó de en medio de la zarza, diciendo: «¡Moisés, Moisés!» El respondió: «Heme aquí.»
Exo 3:5 Le dijo: «No te acerques aquí; quita las sandalias de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra sagrada.»
Exo 3:6 Y añadió: «Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.» Moisés se cubrió el rostro, porque temía ver a Dios.
Exo 3:7 Dijo Yahveh: «Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo en Egipto, y he escuchado su clamor en presencia de sus opresores; pues ya conozco sus sufrimientos.
Exo 3:8 He bajado para librarle de la mano de los egipcios y para subirle de esta tierra a una tierra buena y espaciosa; a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los perizitas, de los jivitas y de los jebuseos.
Exo 3:9 Así pues, el clamor de los israelitas ha llegado hasta mí y he visto además la opresión con que los egipcios los oprimen.
Exo 3:10 Ahora, pues, ve; yo te envío a Faraón, para que saques a mi pueblo, los israelitas, de Egipto.»
Exo 3:11 Dijo Moisés a Dios: ¿Quién soy yo para ir a Faraón y sacar de Egipto a los israelitas?»
Exo 3:12 Respondió: «Yo estaré contigo y esta será para ti la señal de que yo te envío: Cuando hayas sacado al pueblo de Egipto daréis culto a Dios en este monte .»
Exo 3:13 Contestó Moisés a Dios: «Si voy a los israelitas y les digo: "El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros"; cuando me pregunten: "¿Cuál es su nombre?", ¿qué les responderé?»
Exo 3:14 Dijo Dios a Moisés: «Yo soy el que soy.» Y añadió: «Así dirás a los israelitas: "Yo soy" me ha enviado a vosotros.»
Exo 3:15 Siguió Dios diciendo a Moisés: «Así dirás a los israelitas: Yahveh, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre, por él seré invocado de generación en generación.»
Exo 3:16 «Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: "Yahveh, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me dijo: Yo os he visitado y he visto lo que os han hecho en Egipto.
Exo 3:17 Y he decidido sacaros de la tribulación de Egipto al país de los cananeos, los hititas, los amorreos, perizitas, jivitas y jebuseos, a una tierra que mana leche y miel."
Exo 3:18 Ellos escucharán tu voz, y tú irás con los ancianos de Israel donde el rey de Egipto; y le diréis: "Yahveh, el Dios de los hebreos, se nos ha aparecido. Permite, pues, que vayamos camino de tres días al desierto, para ofrecer sacrificios a Yahveh, nuestro Dios."
Exo 3:19 Ya sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino forzado por mano poderosa.
Exo 3:20 Pero yo extenderé mi mano y heriré a Egipto con toda suerte de prodigios que obraré en medio de ellos y después os dejará salir.»
Exo 3:21 «Yo haré que este pueblo halle gracia a los ojos de los egipcios, de modo que cuando partáis, no saldréis con las manos vacías,
Exo 3:22 sino que cada mujer pedirá a su vecina y a la que mora en su casa objetos de plata, objetos de oro y vestidos, que pondréis a vuestros hijos y a vuestras hijas, y así despojaréis a los egipcios.»

 

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Capítulo 4

4:1

ENTONCES Moisés respondió, y dijo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido el Altísimo.

4:2

Y el Altísimo dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara.

4:3

Y él le dijo: échala en tierra. Y él la echó en tierra, y tornóse una culebra: y Moisés huía de ella.

4:4

Entonces dijo el Altísimo á Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y tomóla, y tornóse vara en su mano.

4:5

Por esto creerán que se te ha aparecido el Altísimo, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob.

4:6

Y díjole más el Altísimo: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y como la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve.

4:7

Y dijo: Vuelve á meter tu mano en tu seno: y él volvió á meter su mano en su seno; y volviéndola á sacar del seno, he aquí que se había vuelto como la otra carne.

4:8

Si aconteciere, que no te creyeren, ni obedecieren á la voz de la primera señal, creerán á la voz de la postrera.

4:9

Y si aún no creyeren á estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río, y derrámalas en tierra; y volverse han aquellas aguas que tomarás del río, se volverán sangre en la tierra.

4:10

Entonces dijo Moisés á el Altísimo: ¡Ay Señor! yo no soy hombre de palabras de ayer ni de anteayer, ni aun desde que tú hablas á tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.

4:11

Y el Altísimo le respondió: ¿Quién dió la boca al hombre? ¿ó quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿no soy yo el Altísimo?

4:12

Ahora pues, ve, que yo seré en tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.

4:13

Y él dijo: ¡Ay Señor! envía por mano del que has de enviar.

4:14

Entonces el Altísimo se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo á tu hermano Aarón, Levita, y que él hablará? Y aun he aquí que él te saldrá á recibir, y en viéndote, se alegrará en su corazón.

4:15

Tú hablarás á él, y pondrás en su boca las palabras, y yo seré en tu boca y en la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer.

4:16

Y él hablará por ti al pueblo; y él te será á ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Dios.

4:17

Y tomarás esta vara en tu mano, con la cual harás las señales.

4:18

Así se fué Moisés, y volviendo á su suegro Jethro, díjole: Iré ahora, y volveré á mis hermanos que están en Egipto, para ver si aún viven. Y Jethro dijo á Moisés: Ve en paz.

4:19

Dijo también el Altísimo á Moisés en Madián: Ve, y vuélvete á Egipto, porque han muerto todos los que procuraban tu muerte.

4:20

Entonces Moisés tomó su mujer y sus hijos, y púsolos sobre un asno, y volvióse á tierra de Egipto: tomó también Moisés la vara de Dios en su mano.

4:21

Y dijo el Altísimo á Moisés: Cuando hubiereis vuelto á Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano: yo empero endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo.

4:22

Y dirás á Faraón: el Altísimo ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito.

4:23

Ya te he dicho que dejes ir á mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir: he aquí yo voy á matar á tu hijo, tu primogénito.

4:24

Y aconteció en el camino, que en una posada le salió al encuentro el Altísimo, y quiso matarlo.

4:25

Entonces Séphora cogió un afilado pedernal, y cortó el prepucio de su hijo, y echólo á sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre.

4:26

Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, á causa de la circuncisión.

4:27

Y el Altísimo dijo á Aarón: Ve á recibir á Moisés al desierto. Y él fue, y encontrólo en el monte de Dios, y besóle.

4:28

Entonces contó Moisés á Aarón todas las palabras de el Altísimo que le enviaba, y todas las señales que le había dado.

4:29

Y fueron Moisés y Aarón, y juntaron todos los ancianos de los hijos de Israel:

4:30

Y habló Aarón todas las palabras que el Altísimo había dicho á Moisés, é hizo las señales delante de los ojos del pueblo.

4:31

Y el pueblo creyó: y oyendo que el Altísimo había visitado los hijos de Israel, y que había visto su aflicción, inclináronse y adoraron.

 

Exo 4:1 Respondió Moisés y dijo: «No van a creerme, ni escucharán mi voz; pues dirán: "No se te ha aparecido Yahveh."»
Exo 4:2 Díjole Yahveh: «¿Qué tienes en tu mano?» «Un cayado», respondió él.
Exo 4:3 Yahveh le dijo: «Échalo a tierra.» Lo echó a tierra y se convirtió en serpiente; y Moisés huyó de ella.
Exo 4:4 Dijo Yahveh a Moisés: «Extiende tu mano y agárrala por la cola.» Extendió la mano, la agarró, y volvió a ser cayado en su mano...
Exo 4:5 «Para que crean que se te ha aparecido Yahveh, el Dios de sus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.»
Exo 4:6 Y añadió Yahveh: «Mete tu mano en el pecho.» Metió él la mano en su pecho y cuando la volvió a sacar estaba cubierta de lepra, blanca como la nieve.
Exo 4:7 Y le dijo: «Vuelve a meter la mano en tu pecho.» La volvió a meter y, cuando la sacó de nuevo, estaba ya como el resto de su carne.
Exo 4:8 «Así pues, si no te creen ni escuchan la voz por la primera señal, creerán por la segunda.
Exo 4:9 Y si no creen tampoco por estas dos señales y no escuchan tu voz, tomarás agua del Río y la derramarás en el suelo; y el agua que saques del Río se convertirá en sangre sobre el suelo.»
Exo 4:10 Dijo Moisés a Yahveh: «¡Por favor, Señor! Yo no he sido nunca hombre de palabra fácil, ni aun después de haber hablado tú con tu siervo; sino que soy torpe de boca y de lengua.»
Exo 4:11 Le respondió Yahveh: «¿Quién ha dado al hombre la boca? ¿? Quién hace al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo, Yahveh?
Exo 4:12 Así pues, vete, que yo estaré en tu boca y te enseñaré lo que debes decir.»
Exo 4:13 El replicó: «Por favor, envía a quien quieras.»
Exo 4:14 Entonces se encendió la ira de Yahveh contra Moisés, y le dijo: «¿No tienes a tu hermano Aarón el levita? Sé que él habla bien; he aquí que justamente ahora sale a tu encuentro, y al verte se alegrará su corazón.
Exo 4:15 Tu le hablarás y pondrás las palabras en su boca; yo estaré en tu boca y en la suya, y os enseñaré lo que habéis de hacer.
Exo 4:16 El hablará por ti al pueblo, él será tu boca y tú serás su dios.
Exo 4:17 Toma también en tu mano este cayado, porque con él has de hacer las señales.»
Exo 4:18 Moisés volvió y regresó a casa de Jetró, su suegro, y le dijo: «Con tu permiso, me vuelvo a ver a mis hermanos de Egipto para saber si viven todavía.» Dijo Jetró a Moisés: «Vete en paz.»
Exo 4:19 Yahveh dijo a Moisés en Madián: «Anda, vuelve a Egipto ; pues han muerto todos los que buscaban tu muerte.»
Exo 4:20 Tomó, pues, Moisés a su mujer y a su hijo y, montándolos sobre un asno, volvió a la tierra de Egipto. Tomó también Moisés el cayado de Dios en su mano.
Exo 4:21 Y dijo Yahveh a Moisés: «Cuando vuelvas a Egipto, harás delante de Faraón todos los prodigios que yo he puesto en tu mano; yo, por mi parte, endureceré su corazón, y no dejará salir al pueblo.
Exo 4:22 Y dirás a Faraón: Así dice Yahveh: Israel es mi hijo, mi primogénito.
Exo 4:23 Yo te he dicho: "Deja ir a mi hijo para que me dé culto," pero como tú no quieres dejarle partir, mira que yo voy a matar a tu hijo, a tu primogénito.»
Exo 4:24 Y sucedió que en el camino le salió al encuentro Yahveh en el lugar donde pasaba la noche y quiso darle muerte.
Exo 4:25 Tomó entonces Seforá un cuchillo de pedernal y, cortando el prepucio de su hijo, tocó los pies de Moisés, diciendo: «Tú eres para mí esposo de sangre.»
Exo 4:26 Y Yahveh le soltó; ella había dicho: «esposo de sangre», por la circuncisión.
Exo 4:27 Dijo Yahveh a Aarón: «Vete al desierto al encuentro de Moisés.» Partió, pues, y le encontró en el monte de Dios y le besó.
Exo 4:28 Moisés contó a Aarón todas las palabras que Yahveh le había encomendado y todas las señales que le había mandado hacer.
Exo 4:29 Fueron, pues, Moisés y Aarón y reunieron a todos los ancianos de los israelitas.
Exo 4:30 Aarón refirió todas las palabras que Yahveh había dicho a Moisés, el cual hizo las señales delante del pueblo.
Exo 4:31 El pueblo creyó, y al oír que Yahveh había visitado a los israelitas y había visto su aflicción, se postraron y adoraron.

 

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Capítulo 5

5:1

DESPUÉS entraron Moisés y Aarón á Faraón, y le dijeron: el Altísimo, el Dios de Israel, dice así: Deja ir á mi pueblo á celebrarme fiesta en el desierto.

5:2

Y Faraón respondió: ¿Quién es el Altísimo, para que yo oiga su voz y deje ir á Israel? Yo no conozco á el Altísimo, ni tampoco dejaré ir á Israel.

5:3

Y ellos dijeron: El Dios de los Hebreos nos ha encontrado: iremos, pues, ahora camino de tres días por el desierto, y sacrificaremos á el Altísimo nuestro Dios; porque no venga sobre nosotros con pestilencia ó con espada.

5:4

Entonces el rey de Egipto les dijo: Moisés y Aarón, ¿por qué hacéis cesar al pueblo de su obra? idos á vuestros cargos.

5:5

Dijo también Faraón: He aquí el pueblo de la tierra es ahora mucho, y vosotros les hacéis cesar de sus cargos.

5:6

Y mandó Faraón aquel mismo día á los cuadrilleros del pueblo que le tenían á su cargo, y á sus gobernadores, diciendo:

5:7

De aquí adelante no daréis paja al pueblo para hacer ladrillo, como ayer y antes de ayer; vayan ellos y recojan por sí mismos la paja:

5:8

Y habéis de ponerles la tarea del ladrillo que hacían antes, y no les disminuiréis nada; porque están ociosos, y por eso levantan la voz diciendo: Vamos y sacrificaremos á nuestro Dios.

5:9

Agrávese la servidumbre sobre ellos, para que se ocupen en ella, y no atiendan á palabras de mentira.

5:10

Y saliendo los cuadrilleros del pueblo y sus gobernadores, hablaron al pueblo, diciendo: Así ha dicho Faraón: Yo no os doy paja.

5:11

Id vosotros, y recoged paja donde la hallareis; que nada se disminuirá de vuestra tarea.

5:12

Entonces el pueblo se derramó por toda la tierra de Egipto á coger rastrojo en lugar de paja.

5:13

Y los cuadrilleros los apremiaban, diciendo: Acabad vuestra obra, la tarea del día en su día, como cuando se os daba paja.

5:14

Y azotaban á los capataces de los hijos de Israel, que los cuadrilleros de Faraón habían puesto sobre ellos, diciendo: ¿Por qué no habéis cumplido vuestra tarea de ladrillo ni ayer ni hoy, como antes?

5:15

Y los capataces de los hijos de Israel vinieron á Faraón, y se quejaron á él, diciendo: ¿Por qué lo haces así con tus siervos?

5:16

No se da paja á tus siervos, y con todo nos dicen: Haced el ladrillo. Y he aquí tus siervos son azotados, y tu pueblo cae en falta.

5:17

Y él respondió: Estáis ociosos, sí, ociosos, y por eso decís: Vamos y sacrifiquemos á el Altísimo.

5:18

Id pues ahora, y trabajad. No se os dará paja, y habéis de dar la tarea del ladrillo.

5:19

Entonces los capataces de los hijos de Israel se vieron en aflicción, habiéndoseles dicho: No se disminuirá nada de vuestro ladrillo, de la tarea de cada día.

5:20

Y encontrando á Moisés y á Aarón, que estaban á la vista de ellos cuando salían de Faraón,

5:21

Dijéronles: Mire el Altísimo sobre vosotros, y juzgue; pues habéis hecho heder nuestro olor delante de Faraón y de sus siervos, dándoles el cuchillo en las manos para que nos maten.

5:22

Entonces Moisés se volvió á el Altísimo, y dijo: Señor, ¿por qué afliges á este pueblo? ¿para qué me enviaste?

5:23

Porque desde que yo vine á Faraón para hablarle en tu nombre, ha afligido á este pueblo; y tú tampoco has librado á tu pueblo.

 

Exo 5:1 Después se presentaron Moisés y Aarón a Faraón y le dijeron: «Así dice Yahveh, el Dios de Israel: Deja salir a mi pueblo para que me celebre una fiesta en el desierto.»
Exo 5:2 Respondió Faraón: «¿Quién es Yahveh para que yo escuche su voz y deje salir a Israel? No conozco a Yahveh y no dejaré salir a Israel.»
Exo 5:3 Ellos dijeron: «El Dios de los hebreos se nos ha aparecido; permite, pues, que vayamos camino de tres días al desierto para ofrecer sacrificios a Yahveh, nuestro Dios, no sea que nos castigue con peste o espada.»
Exo 5:4 El rey de Egipto les replicó: «¿Por qué vosotros, Moisés y Aarón, apartáis al pueblo de sus trabajos? Idos a vuestra tarea.»
Exo 5:5 Y añadió Faraón: «Ahora que el pueblo de esa región es numeroso ¿queréis interrumpir sus trabajos?»
Exo 5:6 Aquel mismo día dio Faraón esta orden a los capataces del pueblo y a los escribas:
Exo 5:7 «Ya no daréis como antes paja al pueblo para hacer ladrillos; que vayan ellos mismos a buscársela.
Exo 5:8 Pero que hagan la misma cantidad de ladrillos que hacían antes, sin rebajarla; pues son unos perezosos. Y por eso claman diciendo: Vamos a ofrecer sacrificios a nuestro Dios.
Exo 5:9 Que se aumente el trabajo de estos hombres para que estén ocupados en él y no den oídos a palabras mentirosas.
Exo 5:10 Salieron los capataces del pueblo diciendo: «Esto dice Faraón: No os daré ya más paja;
Exo 5:11 id vosotros mismos a buscárosla donde la podáis hallar. Pero vuestra tarea no se disminuirá en nada.»
Exo 5:12 Esparcióse, pues, el pueblo por el país de Egipto en busca de rastrojo para emplearlo como paja.
Exo 5:13 Los capataces por su lado los apremiaban, diciendo: «Terminad la tarea que os ha sido fijada para cada día, como cuando había paja.»
Exo 5:14 A los escribas de los israelitas, que los capataces de Faraón habían puesto al frente de aquéllos, se les castigó, diciéndoles: «¿Por qué no habéis hecho, ni ayer ni hoy, la misma cantidad de ladrillos que antes?»
Exo 5:15 Los escribas de los israelitas fueron a quejarse a Faraón, diciendo: «¿Por qué tratas así a tus siervos?
Exo 5:16 No se da paja a tus siervos y sin embargo nos dicen: "Haced ladrillos." Y he aquí que tus siervos son castigados...»
Exo 5:17 El respondió: «Haraganes sois, grandes haraganes; por eso decís: "Vamos a ofrecer sacrificios a Yahveh."
Exo 5:18 Pues, id a trabajar; no se os dará paja, y habéis de entregar la cantidad de ladrillos señalada.»
Exo 5:19 Los escribas de los israelitas se vieron en grande aprieto, pues les ordenaron: «No disminuiréis vuestra producción diaria de ladrillos.»
Exo 5:20 Encontráronse, pues, con Moisés y Aarón, que les estaban esperando a la salida de su entrevista con Faraón,
Exo 5:21 y les dijeron: Que Yahveh os examine y que él os juzgue por habernos hecho odiosos a Faraón y a sus siervos y haber puesto la espada en sus manos para matarnos.»
Exo 5:22 Volvióse entonces Moisés a Yahveh y dijo: «Señor, ¿por qué maltratas a este pueblo? ¿por qué me has enviado?
Exo 5:23 Pues desde que fui a Faraón para hablarle en tu nombre está maltratando a este pueblo, y tú no haces nada por librarle.»

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Capítulo 6

6:1

el Altísimo respondió á Moisés: Ahora verás lo que yo haré á Faraón; porque con mano fuerte los ha de dejar ir; y con mano fuerte los ha de echar de su tierra.

6:2

Habló todavía Dios á Moisés, y díjole: Yo soy el Altísimo;

6:3

Y aparecí á Abraham, á Isaac y á Jacob bajo el nombre de Dios Omnipotente, mas en mi nombre el Altísimo no me notifiqué á ellos.

6:4

Y también establecí mi pacto con ellos, de darles la tierra de Canaán, la tierra en que fueron extranjeros, y en la cual peregrinaron.

6:5

Y asimismo yo he oído el gemido de los hijos de Israel, á quienes hacen servir los Egipcios, y heme acordado de mi pacto.

6:6

Por tanto dirás á los hijos de Israel: YO el Altísimo; y yo os sacaré de debajo de las cargas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes:

6:7

Y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios: y vosotros sabréis que yo soy el Altísimo vuestro Dios, que os saco de debajo de las cargas de Egipto:

6:8

Y os meteré en la tierra, por la cual alcé mi mano que la daría á Abraham, á Isaac y á Jacob: y yo os la daré por heredad. YO el Altísimo.

6:9

De esta manera habló Moisés á los hijos de Israel: mas ellos no escuchaban á Moisés á causa de la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre.

6:10

Y habló el Altísimo á Moisés, diciendo:

6:11

Entra, y habla á Faraón rey de Egipto, que deje ir de su tierra á los hijos de Israel.

6:12

Y respondió Moisés delante de el Altísimo, diciendo: He aquí, los hijos de Israel no me escuchan: ¿cómo pues me escuchará Faraón, mayormente siendo yo incircunciso de labios?

6:13

Entonces el Altísimo habló á Moisés y á Aarón, y dióles mandamiento para los hijos de Israel, y para Faraón rey de Egipto, para que sacasen á los hijos de Israel de la tierra de Egipto.

6:14

Estas son las cabezas de las familias de sus padres. Los hijos de Rubén, el primogénito de Israel: Hanoch y Phallú, Hezrón y Carmi: estas son las familias de Rubén.

6:15

Los hijos de Simeón: Jemuel, y Jamín, y Ohad, y Jachîn, y Zoar, y Saúl, hijo de una Cananea: estas son las familias de Simeón.

6:16

Y estos son los nombres de los hijos de Leví por sus linajes: Gersón, y Coath, y Merari: Y los años de la vida de Leví fueron ciento treinta y siete años.

6:17

Y los hijos de Gersón: Libni, y Shimi, por sus familias.

6:18

Y los hijos de Coath: Amram, é Izhar, y Hebrón, y Uzziel. Y los años de la vida de Coath fueron ciento treinta y tres años.

6:19

Y los hijos de Merari: Mahali, y Musi: estas son las familias de Leví por sus linajes.

6:20

Y Amram tomó por mujer á Jochêbed su tía, la cual le parió á Aarón y á Moisés. Y los años de la vida de Amram fueron ciento treinta y siete años.

6:21

Y los hijos de Izhar: Cora, y Nepheg y Zithri.

6:22

Y los hijos de Uzziel: Misael, y Elzaphán y Zithri.

6:23

Y tomóse Aarón por mujer á Elisabeth, hija de Aminadab, hermana de Naasón; la cual le parió á Nadab, y á Abiú, y á Eleazar, y á Ithamar.

6:24

Y los hijos de Cora: Assir, y Elcana, y Abiasaph: estas son las familias de los Coritas.

6:25

Y Eleazar, hijo de Aarón, tomó para sí mujer de las hijas de Phutiel, la cual le parió á Phinees: Y estas son las cabezas de los padres de los Levitas por sus familias.

6:26

Este es aquel Aarón y aquel Moisés, á los cuales el Altísimo dijo: Sacad á los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus escuadrones.

6:27

Estos son los que hablaron á Faraón rey de Egipto, para sacar de Egipto á los hijos de Israel. Moisés y Aarón fueron éstos.

6:28

Cuando el Altísimo habló á Moisés en la tierra de Egipto,

6:29

Entonces el Altísimo habló á Moisés, diciendo: Yo soy el Altísimo; di á Faraón rey de Egipto todas las cosas que yo te digo á ti.

6:30

Y Moisés respondió delante de el Altísimo: He aquí, yo soy incircunciso de labios, ¿cómo pues me ha de oír Faraón?

 

Exo 6:1 Respondió Yahveh a Moisés: «Ahora verás lo que voy a hacer con Faraón; porque bajo fuerte mano tendrá que dejarles partir y bajo fuerte mano él mismo los expulsará de su territorio.»
Exo 6:2 Habló Dios a Moisés y le dijo: «Yo soy Yahveh.
Exo 6:3 Me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como El Sadday; pero mi nombre de Yahveh no se lo di a conocer.
Exo 6:4 También con ellos establecí mi alianza, para darles la tierra de Canaán, la tierra en que peregrinaron y en la que moraron como forasteros.
Exo 6:5 Y ahora, al oír el gemido de los israelitas, reducidos a esclavitud por los egipcios, he recordado mi alianza.
Exo 6:6 Por tanto, di a los hijos de Israel: Yo soy Yahveh; Yo os libertaré de los duros trabajos de los egipcios, os libraré de su esclavitud y os salvaré con brazo tenso y castigos grandes.
Exo 6:7 Yo os haré mi pueblo, y seré vuestro Dios; y sabréis que yo soy Yahveh, vuestro Dios, que os sacaré de la esclavitud de Egipto.
Exo 6:8 Yo os introduciré en la tierra que he jurado dar a Abraham, a Isaac y a Jacob, y os la daré en herencia. Yo, Yahveh.»
Exo 6:9 Moisés dijo esto a los israelitas; pero ellos no escucharon a Moisés, consumidos por la dura servidumbre.
Exo 6:10 Entonces Yahveh habló a Moisés diciendo:
Exo 6:11 «Ve a hablar con Faraón, rey de Egipto, para que deje salir a los israelitas fuera de su territorio.»
Exo 6:12 Respondió Moisés ante Yahveh: «Si los israelitas no escuchan: ¿cómo me va a escuchar Faraón, a mí que soy torpe de palabra?»
Exo 6:13 Pero Yahveh habló a Moisés y a Aarón, y les dio órdenes para los israelitas y para Faraón, rey de Egipto, a fin de sacar del país de Egipto a los israelitas.
Exo 6:14 Estos son los jefes de sus casas paternas: Hijos de Rubén, primogénito de Israel: Henoc, Pallú, Jesrón y Karmí, éstas son las familias de Rubén.
Exo 6:15 Hijos de Simeón: Yemuel, Yamín, Ohad, Yakín, Sójar y Saúl, hijo de la cananea; éstas son las familias de Simeón.
Exo 6:16 Y éstos son los nombres de los hijos de Leví por sus linajes: Guerson, Quehat, Merarí. Los años de la vida de Leví fueron 137.
Exo 6:17 Hijos de Guerson: Libní y Simei según sus familias.
Exo 6:18 Hijos de Quehat: Amram, Yishar, Hebrón y Uzziel. Los años de la vida de Quehat fueron 133. años.
Exo 6:19 Hijos de Merarí: Majlí y Musí. Estas son las familias de los levitas, por sus linajes.
Exo 6:20 Amram tomó por mujer a Yokébed, su tía, de la cual nacieron Aarón y Moisés. Y los años de la vida de Amram fueron 137.
Exo 6:21 Hijos de Yishar: Coré, Néfeg y Zikrí.
Exo 6:22 Hijos de Uzziel: Missael, Elsafán y Sitrí.
Exo 6:23 Aarón tomó por mujer a Isabel, hija de Amminadab, hermana de Najsón; de la cual le nacieron Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar.
Exo 6:24 Hijos de Coré: Assir, Elcaná y Abiasaf. Estas son la familias de los coreítas.
Exo 6:25 Eleazar, hijo de Aarón, tomó por mujer a una de las hijas de Putiel y de ella nació Pinjás. Estos son los jefes de las casas paternas de los levitas, según sus familias.
Exo 6:26 Estos son, pues, aquel Aarón y aquel Moisés a quienes dijo Yahveh: «Sacad a los israelitas de la tierra de Egipto en orden de campaña.»
Exo 6:27 Estos son los que hablaron a Faraón, rey de Egipto, para sacar de Egipto a los israelitas. Estos son Moisés y Aarón.
Exo 6:28 El día en que Yahveh habló a Moisés en el país de Egipto,
Exo 6:29 le dijo: «Yo soy Yahveh; di a Faraón, rey de Egipto, cuanto yo te diga.»
Exo 6:30 Moisés respondió ante Yahveh: «Siendo yo torpe de palabra, ¿cómo me va a escuchar Faraón?»

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Capítulo 7

7:1

el Altísimo dijo á Moisés: Mira, yo te he constituído dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta.

7:2

Tú dirás todas las cosas que yo te mandaré, y Aarón tu hermano hablará á Faraón, para que deje ir de su tierra á los hijos de Israel.

7:3

Y yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas.

7:4

Y Faraón no os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré á mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con grandes juicios.

7:5

Y sabrán los Egipcios que yo soy el Altísimo, cuando extenderé mi mano sobre Egipto, y sacaré los hijos de Israel de en medio de ellos.

7:6

E hizo Moisés y Aarón como el Altísimo les mandó: hiciéronlo así.

7:7

Y era Moisés de edad de ochenta años, y Aarón de edad de ochenta y tres, cuando hablaron á Faraón.

7:8

Y habló el Altísimo á Moisés y á Aarón, diciendo:

7:9

Si Faraón os respondiere diciendo, Mostrad milagro; dirás á Aarón: Toma tu vara, y échala delante de Faraón, para que se torne culebra.

7:10

Vinieron, pues, Moisés y Aarón á Faraón, é hicieron como el Altísimo lo había mandado: y echó Aarón su vara delante de Faraón y de sus siervos, y tornóse culebra.

7:11

Entonces llamó también Faraón sabios y encantadores; é hicieron también lo mismo los encantadores de Egipto con sus encantamientos;

7:12

Pues echó cada uno su vara, las cuales se volvieron culebras: mas la vara de Aarón devoró las varas de ellos.

7:13

Y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó; como el Altísimo lo había dicho.

7:14

Entonces el Altísimo dijo á Moisés: El corazón de Faraón está agravado, que no quiere dejar ir al pueblo.

7:15

Ve por la mañana á Faraón, he aquí que él sale á las aguas; y tú ponte á la orilla del río delante de él, y toma en tu mano la vara que se volvió culebra,

7:16

Y dile: el Altísimo el Dios de los Hebreos me ha enviado á ti, diciendo: Deja ir á mi pueblo, para que me sirvan en el desierto; y he aquí que hasta ahora no has querido oir.

7:17

Así ha dicho el Altísimo: En esto conocerás que yo soy el Altísimo: he aquí, yo heriré con la vara que tengo en mi mano el agua que está en el río, y se convertirá en sangre:

7:18

Y los peces que hay en el río morirán, y hederá el río, y tendrán asco los Egipcios de beber el agua del río.

7:19

Y el Altísimo dijo á Moisés: Di á Aarón: Toma tu vara, y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos y sobre sus estanques, y sobre todos sus depósitos de aguas, para que se conviertan en sangre, y haya sangre por toda la región de Egipto, así en los vasos de madera como en los de piedra.

7:20

Y Moisés y Aarón hicieron como el Altísimo lo mandó; y alzando la vara hirió las aguas que había en el río, en presencia de Faraón y de sus siervos; y todas las aguas que había en el río se convirtieron en sangre.

7:21

Asimismo los peces que había en el río murieron; y el río se corrompió, que los Egipcios no podían beber de él: y hubo sangre por toda la tierra de Egipto.

7:22

Y los encantadores de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos: y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó; como el Altísimo lo había dicho.

7:23

Y tornando Faraón volvióse á su casa, y no puso su corazón aun en esto.

7:24

Y en todo Egipto hicieron pozos alrededor del río para beber, porque no podían beber de las aguas del río.

7:25

Y cumpliéronse siete días después que el Altísimo hirió el río.

 

Exo 7:1 Dijo Yahveh a Moisés: «Mira que te he constituido como dios para Faraón y Aarón, tu hermano, será tu profeta;
Exo 7:2 tú le dirás cuanto yo te mande; y Aarón, tu hermano, se lo dirá a Faraón, para que deje salir de su país a los israelitas.
Exo 7:3 Yo, por mi parte, endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré mis señales y mis prodigios en el país de Egipto.
Exo 7:4 Faraón no os escuchará, pero yo pondré mi mano sobre Egipto y sacaré de la tierra de Egipto a mi ejército, mi pueblo, los israelitas, a fuerza de duros castigos.
Exo 7:5 Y los egipcios reconocerán que yo soy Yahveh, cuando extienda mi mano sobre Egipto y saque de en medio de ellos a los hijos de Israel.»
Exo 7:6 Moisés y Aarón hicieron lo que les mandó Yahveh.
Exo 7:7 Tenía Moisés ochenta años, y Aarón 83. cuando hablaron a Faraón.
Exo 7:8 Habló Yahveh a Moisés y Aarón, y dijo:
Exo 7:9 «Cuando Faraón os diga: Haced algún prodigio, dirás a Aarón: "Toma tu cayado y échalo delante de Faraón, y que se convierta en serpiente."»
Exo 7:10 Presentáronse, pues, Moisés y Aarón a Faraón, e hicieron lo que Yahveh había ordenado: Aarón echó su cayado delante de Faraón y de sus servidores, y se convirtió en serpiente.
Exo 7:11 También Faraón llamó a los sabios y a los hechiceros, y también ellos, los sabios egipcios, hicieron con sus encantamientos las mismas cosas.
Exo 7:12 Echó cada cual su vara, y se trocaron en serpientes; pero el cayado de Aarón devoró sus varas.
Exo 7:13 Sin embargo el corazón de Faraón se endureció, y no les escuchó, conforme había predicho Yahveh.
Exo 7:14 Entonces dijo Yahveh a Moisés: «El corazón de Faraón es obstinado; se niega a dejar salir al pueblo.
Exo 7:15 Preséntate a Faraón por la mañana, cuando vaya a la ribera. Le saldrás al encuentro a la orilla del Río, llevando en tu mano el cayado que se convirtió en serpiente.
Exo 7:16 Y le dirás: Yahveh, el Dios de los hebreos, me ha enviado a ti para decirte: "Deja partir a mi pueblo, para que me den culto en el desierto"; pero hasta el presente no has escuchado.
Exo 7:17 Así dice Yahveh: En esto conocerás que yo soy Yahveh: Mira que voy a golpear con el cayado que tengo en la mano las aguas del Río, y se convertirán en sangre.
Exo 7:18 Los peces del Río morirán, y el Río quedará apestado de modo que los egipcios no podrán ya beber agua del Río.»
Exo 7:19 Yahveh dijo a Moisés: «Di a Aarón: Toma tu cayado, y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus canales, sobre sus ríos, sobre sus lagunas y sobre todos sus depósitos de agua. Se convertirán en sangre; y habrá sangre en toda la tierra de Egipto, hasta en los árboles y la piedras.»
Exo 7:20 Moisés y Aarón hicieron lo que Yahveh les había mandado: alzó el cayado y golpeó las aguas que hay en el Rió en presencia de Faraón y de sus servidores, y todas las aguas del Rió se convirtieron en sangre.
Exo 7:21 Los peces del Río murieron, el Río quedó apestado de modo que los egipcios nos pudieron beber el agua del Río; hubo sangre en todo el país de Egipto.
Exo 7:22 Pero lo mismo hicieron con sus encantamientos los magos de Egipto; y el corazón de Faraón se endureció y no les escuchó, como había dicho Yahveh.
Exo 7:23 Se volvió Faraón y entró en su casa sin hacer caso de ello.
Exo 7:24 Y todos los egipcios tuvieron que cavar en los alrededores del Río en busca de agua potable, porque no podían beber las aguas del Río.
Exo 7:25 Pasaron siete días desde que Yahveh hirió el Río.
Exo 7:26 Y dijo Yahveh a Moisés: «Preséntate a Faraón y dile: Así dice Yahveh: "Deja salir a mi pueblo para que me dé culto."
Exo 7:27 Si te niegas a dejarle partir infestaré de ranas todo tu país.
Exo 7:28 El Río bullirá de ranas, que subirán y entrarán en tu casa, en tu dormitorio y en tu lecho, en las casas de tus servidores y en tu pueblo, en tus hornos y en tus artesas.
Exo 7:29 Subirán la ranas sobre ti, sobre tu pueblo, y sobre tus siervos.»

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Capítulo 8

8:1

ENTONCES el Altísimo dijo á Moisés: Entra á Faraón, y dile: el Altísimo ha dicho así: Deja ir á mi pueblo, para que me sirvan.

8:2

Y si no lo quisieres dejar ir, he aquí yo heriré con ranas todos tus términos:

8:3

Y el río criará ranas, las cuales subirán, y entrarán en tu casa, y en la cámara de tu cama, y sobre tu cama, y en las casas de tus siervos, y en tu pueblo, y en tus hornos, y en tus artesas:

8:4

Y las ranas subirán sobre ti, y sobre tu pueblo, y sobre todos tus siervos.

8:5

Y el Altísimo dijo á Moisés: Di á Aarón: Extiende tu mano con tu vara sobre los ríos, arroyos, y estanques, para que haga venir ranas sobre la tierra de Egipto.

8:6

Entonces Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y subieron ranas que cubrieron la tierra de Egipto.

8:7

Y los encantadores hicieron lo mismo con sus encantamientos, é hicieron venir ranas sobre la tierra de Egipto.

8:8

Entonces Faraón llamó á Moisés y á Aarón, y díjoles: Orad á el Altísimo que quite las ranas de mí y de mi pueblo; y dejaré ir al pueblo, para que sacrifique á el Altísimo.

8:9

Y dijo Moisés á Faraón: Gloríate sobre mí: ¿cuándo oraré por ti, y por tus siervos, y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti, y de tus casas, y que solamente se queden en el río?

8:10

Y él dijo: Mañana. Y Moisés respondió: Se hará conforme á tu palabra, para que conozcas que no hay como el Altísimo nuestro Dios:

8:11

Y las ranas se irán de ti, y de tus casas, y de tus siervos, y de tu pueblo, y solamente se quedarán en el río.

8:12

Entonces salieron Moisés y Aarón de con Faraón, y clamó Moisés á el Altísimo sobre el negocio de las ranas que había puesto á Faraón.

8:13

E hizo el Altísimo conforme á la palabra de Moisés, y murieron las ranas de las casas, de los cortijos, y de los campos.

8:14

Y las juntaron en montones, y apestaban la tierra.

8:15

Y viendo Faraón que le habían dado reposo, agravó su corazón, y no los escuchó; como el Altísimo lo había dicho.

8:16

Entonces el Altísimo dijo á Moisés: Di á Aarón: Extiende tu vara, y hiere el polvo de la tierra, para que se vuelva piojos por todo el país de Egipto.

8:17

Y ellos lo hicieron así; y Aarón extendió su mano con su vara, é hirió el polvo de la tierra, el cual se volvió piojos, así en los hombres como en las bestias: todo el polvo de la tierra se volvió piojos en todo el país de Egipto.

8:18

Y los encantadores hicieron así también, para sacar piojos con sus encantamientos; mas no pudieron. Y había piojos así en los hombres como en las bestias.

8:19

Entonces los magos dijeron á Faraón: Dedo de Dios es este. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó; como el Altísimo lo había dicho.

8:20

Y el Altísimo dijo á Moisés: Levántate de mañana y ponte delante de Faraón, he aquí él sale á las aguas; y dile: el Altísimo ha dicho así: Deja ir á mi pueblo, para que me sirva.

8:21

Porque si no dejares ir á mi pueblo, he aquí yo enviaré sobre ti, y sobre tus siervos, y sobre tu pueblo, y sobre tus casas toda suerte de moscas; y las casas de los Egipcios se henchirán de toda suerte de moscas, y asimismo la tierra donde ellos estuvieren.

8:22

Y aquel día yo apartaré la tierra de Gosén, en la cual mi pueblo habita, para que ninguna suerte de moscas haya en ella; á fin de que sepas que yo soy el Altísimo en medio de la tierra.

8:23

Y yo pondré redención entre mi pueblo y el tuyo. Mañana será esta señal.

8:24

Y el Altísimo lo hizo así: que vino toda suerte de moscas molestísimas sobre la casa de Faraón, y sobre las casas de sus siervos, y sobre todo el país de Egipto; y la tierra fué corrompida á causa de ellas.

8:25

Entonces Faraón llamó á Moisés y á Aarón, y díjoles: Andad, sacrificad á vuestro Dios en la tierra.

8:26

Y Moisés respondió: No conviene que hagamos así, porque sacrificaríamos á el Altísimo nuestro Dios la abominación de los Egipcios. He aquí, si sacrificáramos la abominación de los Egipcios delante de ellos, ¿no nos apedrearían?

8:27

Camino de tres días iremos por el desierto, y sacrificaremos á el Altísimo nuestro Dios, como él nos dirá.

8:28

Y dijo Faraón: Yo os dejaré ir para que sacrifiquéis á el Altísimo vuestro Dios en el desierto, con tal que no vayáis más lejos: orad por mí.

8:29

Y respondió Moisés: He aquí, en saliendo yo de contigo, rogaré á el Altísimo que las diversas suertes de moscas se vayan de Faraón, y de sus siervos, y de su pueblo mañana; con tal que Faraón no falte más, no dejando ir al pueblo á sacrificar á el Altísimo.

8:30

Entonces Moisés salió de con Faraón, y oró á el Altísimo.

8:31

Y el Altísimo hizo conforme á la palabra de Moisés; y quitó todas aquellas moscas de Faraón, y de sus siervos, y de su pueblo, sin que quedara una.

8:32

Mas Faraón agravó aún esta vez su corazón, y no dejó ir al pueblo.

 

Exo 8:1 Dijo Yahveh a Moisés: «Di a Aarón: Extiende tu mano con tu cayado sobre los canales, sobre los ríos y sobre las lagunas, y haz que suban las ranas sobre la tierra de Egipto.»
Exo 8:2 Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto; subieron la ranas y cubrieron la tierra de Egipto.
Exo 8:3 Pero los magos hicieron lo mismo con sus encantamientos, e hicieron subir las ranas sobre la tierra de Egipto.
Exo 8:4 Faraón llamó a Moisés y a Aarón y dijo: «Pedid a Yahveh que aparte las ranas de mí y de mi pueblo, y yo dejaré salir al pueblo para que ofrezca sacrificios a Yahveh.»
Exo 8:5 Respondió Moisés a Faraón: «Dígnate indicarme cuándo he de rogar por ti, por tus siervos y por tu pueblo, para que se alejen las ranas de ti y de tus casas, y queden solamente en el Río.»
Exo 8:6 «Mañana», contestó el. Replicó Moisés: «Será conforme a tu palabra, para que sepas que no hay como Yahveh, nuestro Dios.
Exo 8:7 Las ranas se apartarán de ti, de tus casas, de tus siervos y de tu pueblo, y quedarán sólo en el Río.»
Exo 8:8 Salieron Moisés y Aarón de la presencia de Faraón, invocó Moisés a Yahveh acerca de las ranas que afligían a Faraón,
Exo 8:9 y Yahveh hizo lo que Moisés pedía: murieron las ranas de las casas, de los patios y de los campos.
Exo 8:10 Las juntaron en montones y el país apestaba.
Exo 8:11 Pero Faraón viendo que tenía este respiro, endureció su corazón, y no les escuchó como había predicho Yahveh.
Exo 8:12 Dijo Yahveh a Moisés: «Di a Aarón: extiende tu cayado y golpea el polvo de la tierra que se convertirá en mosquitos sobre todo el país de Egipto.»
Exo 8:13 Así lo hicieron: Aarón extendió su mano con el cayado y golpeó el polvo de la tierra; y hubo mosquitos sobre los hombres y sobre los ganados. Todo el polvo de la tierra se convirtió en mosquitos sobre todo el país de Egipto.
Exo 8:14 Los magos intentaron con sus encantamientos hacer salir mosquitos, pero no pudieron. Hubo, pues, mosquitos sobre hombres y ganados.
Exo 8:15 Dijeron los magos a Faraón: «¡es el dedo de Dios!» Pero el corazón de Faraón se endureció, y no les escuchó, como había dicho Yahveh.
Exo 8:16 Yahveh dijo a Moisés: «Levántate muy de mañana, preséntate a Faraón cuando vaya a la ribera, y dile: Así dice Yahveh: "Deja salir a mi pueblo, para que me dé culto."
Exo 8:17 Si no dejas salir a mi pueblo, mira que voy a enviar tábanos contra ti, contra tus siervos, tu pueblo y tus casas, de manera que las casas de los egipcios y hasta el suelo sobre el cual están se llenarán de tábanos.
Exo 8:18 Pero exceptuaré ese día la región de Gosen, donde está mi pueblo, para que no haya allí tábanos, a fin de que sepas que yo soy Yahveh en medio de la tierra;
Exo 8:19 haré distinción entre mi pueblo y el tuyo. Este prodigio sucederá mañana.»
Exo 8:20 Así lo hizo Yahveh, y un enorme enjambre de tábanos vino sobre la casa de Faraón y la casas de sus siervos; y toda la tierra de Egipto; la tierra fue devastada por los tábanos.
Exo 8:21 Entonces llamó Faraón a Moisés y a Aarón y les dijo: «Id y ofreced sacrificios a vuestro Dios en este país.»
Exo 8:22 Moisés respondió: «No conviene que se haga así, porque el sacrificio que ofrecemos a Yahveh, nuestro Dios, es abominación para los egipcios. ¿No nos apedrearían los egipcios si ofreciéramos ante sus ojos un sacrificio que para ellos es abominable?
Exo 8:23 Iremos tres jornadas de camino por el desierto, y allí ofreceremos sacrificios a Yahveh, nuestro Dios, según él nos ordena.»
Exo 8:24 Contestó Faraón: «Os dejaré ir, para que ofrezcáis en el desierto sacrificios a Yahveh, vuestro Dios, con tal que no vayáis demasiado lejos. Rogad por mí.»
Exo 8:25 Moisés respondió: «En cuanto salga rogaré a Yahveh, y mañana los tábanos se alejarán de Faraón, de sus siervos y de su pueblo; pero que no nos siga engañando Faraón, impidiendo que el pueblo vaya a ofrecer sacrificios a Yahveh.»
Exo 8:26 Salió, pues, Moisés de la presencia de Faraón, y rogó a Yahveh.
Exo 8:27 Hizo Yahveh lo que Moisés pedía, y alejó los tábanos del Faraón, de sus siervos y de su pueblo, sin quedar ni uno.
Exo 8:28 Pero también esta vez endureció Faraón su corazón y no dejó salir al pueblo.

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Capítulo 9

9:1

ENTONCES el Altísimo dijo á Moisés: Entra á Faraón, y dile: el Altísimo, el Dios de los Hebreos, dice así: Deja ir á mi pueblo, para que me sirvan;

9:2

Porque si no lo quieres dejar ir, y los detuvieres aún,

9:3

He aquí la mano de el Altísimo será sobre tus ganados que están en el campo, caballos, asnos, camellos, vacas y ovejas, con pestilencia gravísima:

9:4

Y el Altísimo hará separación entre los ganados de Israel y los de Egipto, de modo que nada muera de todo lo de los hijos de Israel.

9:5

Y el Altísimo señaló tiempo, diciendo: Mañana hará el Altísimo esta cosa en la tierra.

9:6

Y el día siguiente el Altísimo hizo aquello, y murió todo el ganado de Egipto; mas del ganado de los hijos de Israel no murió uno.

9:7

Entonces Faraón envió, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto uno. Mas el corazón de Faraón se agravó, y no dejó ir al pueblo.

9:8

Y el Altísimo dijo á Moisés y á Aarón: Tomad puñados de ceniza de un horno, y espárzala Moisés hacia el cielo delante de Faraón:

9:9

Y vendrá á ser polvo sobre toda la tierra de Egipto, el cual originará sarpullido que cause tumores apostemados en los hombres y en las bestias, por todo el país de Egipto.

9:10

Y tomaron la ceniza del horno, y pusiéronse delante de Faraón, y esparcióla Moisés hacia el cielo; y vino un sarpullido que causaba tumores apostemados así en los hombres como en las bestias.

9:11

Y los magos no podían estar delante de Moisés á causa de los tumores, porque hubo sarpullido en los magos y en todos los Egipcios.

9:12

Y el Altísimo endureció el corazón de Faraón, y no los oyó; como el Altísimo lo había dicho á Moisés.

9:13

Entonces el Altísimo dijo á Moisés: Levántate de mañana, y ponte delante de Faraón, y dile: el Altísimo, el Dios de los Hebreos, dice así: Deja ir á mi pueblo, para que me sirva.

9:14

Porque yo enviaré esta vez todas mis plagas á tu corazón, sobre tus siervos, y sobre tu pueblo, para que entiendas que no hay otro como yo en toda la tierra.

9:15

Porque ahora yo extenderé mi mano para herirte á ti y á tu pueblo de pestilencia, y serás quitado de la tierra.

9:16

Y á la verdad yo te he puesto para declarar en ti mi potencia, y que mi Nombre sea contado en toda la tierra.

9:17

¿Todavía te ensalzas tú contra mi pueblo, para no dejarlos ir?

9:18

He aquí que mañana á estas horas yo haré llover granizo muy grave, cual nunca fué en Egipto, desde el día que se fundó hasta ahora.

9:19

Envía, pues, á recoger tu ganado, y todo lo que tienes en el campo; porque todo hombre ó animal que se hallare en el campo, y no fuere recogido á casa, el granizo descenderá sobre él, y morirá.

9:20

De los siervos de Faraón el que temió la palabra de el Altísimo, hizo huir sus criados y su ganado á casa:

9:21

Mas el que no puso en su corazón la palabra de el Altísimo, dejó sus criados y sus ganados en el campo.

9:22

Y el Altísimo dijo á Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que venga granizo en toda la tierra de Egipto sobre los hombres, y sobre las bestias, y sobre toda la hierba del campo en el país de Egipto.

9:23

Y Moisés extendió su vara hacia el cielo, y el Altísimo hizo tronar y granizar, y el fuego discurría por la tierra; y llovió el Altísimo granizo sobre la tierra de Egipto.

9:24

Hubo pues granizo, y fuego mezclado con el granizo, tan grande, cual nunca hubo en toda la tierra de Egipto desde que fué habitada.

9:25

Y aquel granizo hirió en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo, así hombres como bestias; asimismo hirió el granizo toda la hierba del campo, y desgajó todos los árboles del país.

9:26

Solamente en la tierra de Gosén, donde los hijos de Israel estaban, no hubo granizo.

9:27

Entonces Faraón envió á llamar á Moisés y á Aarón, y les dijo: He pecado esta vez: el Altísimo es justo, y yo y mi pueblo impíos.

9:28

Orad á el Altísimo: y cesen los truenos de Dios y el granizo; y yo os dejaré ir, y no os detendréis más.

9:29

Y respondióle Moisés: En saliendo yo de la ciudad extenderé mis manos á el Altísimo, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que de el Altísimo es la tierra.

9:30

Mas yo sé que ni tú ni tus siervos temeréis todavía la presencia del Dios el Altísimo.

9:31

El lino, pues, y la cebada fueron heridos; porque la cebada estaba ya espigada, y el lino en caña.

9:32

Mas el trigo y el centeno no fueron heridos; porque eran tardíos.

9:33

Y salido Moisés de con Faraón de la ciudad, extendió sus manos á el Altísimo, y cesaron los truenos y el granizo; y la lluvia no cayó más sobre la tierra.

9:34

Y viendo Faraón que la lluvia había cesado y el granizo y los truenos, perseveró en pecar, y agravó su corazón, él y sus siervos.

9:35

Y el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir á los hijos de Israel; como el Altísimo lo había dicho por medio de Moisés.

 

Exo 9:1 Yahveh dijo a Moisés: «Preséntate a Faraón y dile: Así dice Yahveh, el Dios de los hebreos: "Deja salir a mi pueblo para que me den culto."
Exo 9:2 Si te niegas a dejarles salir y los sigues reteniendo,
Exo 9:3 mira que la mano de Yahveh caerá sobre tus ganados del campo, sobre los caballos, sobre los asnos, sobre los camellos, sobre la vacadas y sobre las ovejas; habrá una grandísima peste.
Exo 9:4 Pero Yahveh hará distinción entre el ganado de Israel y el ganado de los egipcios, de modo que nada perecerá de lo perteneciente a Israel.»
Exo 9:5 Y Yahveh fijó el plazo, diciendo: «Mañana hará esto Yahveh en el país.»
Exo 9:6 Al día siguiente cumplió Yahveh su palabra y murió todo el ganado de los egipcios; mas del ganado de los israelitas no murió ni una sola cabeza.
Exo 9:7 Faraón mandó hacer averiguaciones, y se vio que del ganado de Israel no había muerto ni un solo animal. Sin embargo, se endureció el corazón de Faraón y no dejó salir al pueblo.
Exo 9:8 Dijo Yahveh a Moisés y a Aarón: «Tomad dos grandes puñados de hollín de horno, y que Moisés lo lance hacia el cielo, en presencia de Faraón;
Exo 9:9 se convertirá en polvo fino sobre todo el territorio de Egipto, y formará erupciones pustulosas, en hombres y ganados, por toda la tierra de Egipto.»
Exo 9:10 Tomaron, pues, hollín de horno y presentándose ante Faraón, lo lanzó Moisés hacia el cielo, y hubo erupciones pustulosas en hombres y ganados.
Exo 9:11 Ni los magos pudieron permanecer delante de Moisés a causa de las erupciones; pues los magos tenían las mismas erupciones que todos los egipcios.
Exo 9:12 Pero Yahveh endureció el corazón de Faraón, que nos les escuchó, según Yahveh había dicho a Moisés.
Exo 9:13 Dijo Yahveh a Moisés: «Levántate de mañana, preséntate a Faraón y dile: Así dice Yahveh, el Dios de los hebreos: "Deja salir a mi pueblo para que me den culto."
Exo 9:14 Porque esta vez voy a enviar todas mis plagas sobre ti, sobre tus siervos y sobre tu pueblo para que sepas que no hay como yo en toda la tierra.
Exo 9:15 Si yo hubiera extendido mi mano y te hubiera herido a ti y a tu pueblo con peste, ya habrías desaparecido de la tierra;
Exo 9:16 pero te he dejado con vida, para hacerte ver mi poder, y para que sea celebrado mi nombre sobre toda la tierra.
Exo 9:17 Tú te opones todavía a mi pueblo, para no dejarle salir.
Exo 9:18 Pues mira que mañana, a esta hora, haré llover una granizada tan fuerte, como no hubo otra en Egipto desde el día en que fue fundado hasta el presente.
Exo 9:19 Ahora, pues, manda poner a salvo tu ganado y cuanto tienes en del campo; porque el granizo descargará sobre todos los hombres y animales que se hallan en el campo, y cuantos no se hayan recogido bajo techumbre perecerán.»
Exo 9:20 Aquéllos de los siervos de Faraón que temieron la palabra de Yahveh pusieron al abrigo a sus siervos y su ganado;
Exo 9:21 mas los que no hicieron caso de la palabra de Yahveh, dejaron en el campo a sus siervos y su ganado.
Exo 9:22 Dijo Yahveh a Moisés: «Extiende tu mano hacia el cielo, y que caiga granizo en toda la tierra de Egipto, sobre los hombres, sobre los ganados y sobre todas las hierbas del campo que hay en la tierra de Egipto.»
Exo 9:23 Extendió Moisés su cayado hacia el cielo, y Yahveh envió truenos y granizo; cayeron rayos sobre la tierra, y Yahveh hizo llover granizo sobre el país de Egipto.
Exo 9:24 El granizo y los rayos mezclados con el granizo cayeron con fuerza tan extraordinaria que nunca hubo semejante en toda la tierra de Egipto desde que comenzó a ser nación.
Exo 9:25 El granizo hirió cuanto había en el campo en todo el país de Egipto, desde los hombres hasta los ganados. El granizo machacó también toda la hierba del campo, y quebró todos los árboles del campo.
Exo 9:26 Tan sólo en la región de Gosen, donde habitaban los israelitas, no hubo granizo.
Exo 9:27 Faraón hizo llamar a Moisés y a Aarón y les dijo: «Ahora sí, he pecado; Yahveh es el justo, y yo y mi pueblo somos inicuos.
Exo 9:28 Rogad a Yahveh que cesen ya los truenos y el granizo; y os dejaré salir. No tendréis que quedaros más tiempo aquí.»
Exo 9:29 Moisés le respondió: «Cuando salga de la ciudad extenderé mis manos hacia Yahveh, cesarán los truenos, y no habrá más granizo, para que sepas que la tierra es de Yahveh.
Exo 9:30 Pero bien sé que ni tú ni tus siervos teméis todavía a Yahveh, Dios.»
Exo 9:31 Fueron destrozados el lino y la cebada, pues la cebada estaba ya en espiga, y el lino en flor.
Exo 9:32 El trigo y la espelta no fueron destrozados por ser tardíos.
Exo 9:33 Dejando a Faraón, salió Moisés de la ciudad, extendió las manos hacia Yahveh, y cesaron los truenos y granizos, y no cayó más lluvia sobre la tierra.
Exo 9:34 Cuando Faraón vio que había cesado la lluvia, el granizo y los truenos, volvió a pecar, endureciendo su corazón, tanto él como sus siervos.
Exo 9:35 Endurecióse, pues, el corazón de Faraón y no dejó salir a los israelitas como Yahveh había dicho por boca de Moisés.

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Capítulo 10

10:1

Y el Altísimo dijo á Moisés: Entra á Faraón; porque yo he agravado su corazón, y el corazón de sus siervos, para dar entre ellos estas mis señales;

10:2

Y para que cuentes á tus hijos y á tus nietos las cosas que yo hice en Egipto, y mis señales que dí entre ellos; y para que sepáis que yo soy el Altísimo.

10:3

Entonces vinieron Moisés y Aarón á Faraón, y le dijeron: el Altísimo, el Dios de los Hebreos ha dicho así: ¿Hasta cuándo no querrás humillarte delante de mí? Deja ir á mi pueblo para que me sirvan.

10:4

Y si aún rehusas dejarlo ir, he aquí que yo traeré mañana langosta en tus términos,

10:5

La cual cubrirá la faz de la tierra, de modo que no pueda verse la tierra; y ella comerá lo que quedó salvo, lo que os ha quedado del granizo; comerá asimismo todo árbol que os produce fruto en el campo:

10:6

Y llenarse han tus casas, y las casas de todos tus siervos, y las casas de todos los Egipcios, cual nunca vieron tus padres ni tus abuelos, desde que ellos fueron sobre la tierra hasta hoy. Y volvióse, y salió de con Faraón.

10:7

Entonces los siervos de Faraón le dijeron: ¿Hasta cuándo nos ha de ser éste por lazo? Deja ir á estos hombres, para que sirvan á el Altísimo su Dios; ¿aun no sabes que Egipto está destruido?

10:8

Y Moisés y Aarón volvieron á ser llamados á Faraón, el cual les dijo: Andad, servid á el Altísimo vuestro Dios. ¿Quién y quién son los que han de ir?

10:9

Y Moisés respondió: Hemos de ir con nuestros niños y con nuestros viejos, con nuestros hijos y con nuestras hijas: con nuestras ovejas y con nuestras vacas hemos de ir; porque tenemos solemnidad de el Altísimo.

10:10

Y él les dijo: Así sea el Altísimo con vosotros como yo os dejaré ir á vosotros y á vuestros niños: mirad como el mal está delante de vuestro rostro.

10:11

No será así: id ahora vosotros los varones, y servid á el Altísimo: pues esto es lo que vosotros demandasteis. Y echáronlos de delante de Faraón.

10:12

Entonces el Altísimo dijo á Moisés: Extiende tu mano sobre la tierra de Egipto para langosta, á fin de que suba sobre el país de Egipto, y consuma todo lo que el granizo dejó.

10:13

Y extendió Moisés su vara sobre la tierra de Egipto, y el Altísimo trajo un viento oriental sobre el país todo aquel día y toda aquella noche; y á la mañana el viento oriental trajo la langosta:

10:14

Y subió la langosta sobre toda la tierra de Egipto, y asentóse en todos los términos de Egipto, en gran manera grave: antes de ella no hubo langosta semejante, ni después de ella vendrá otra tal;

10:15

Y cubrió la faz de todo el país, y oscurecióse la tierra; y consumió toda la hierba de la tierra, y todo el fruto de los árboles que había dejado el granizo; que no quedó cosa verde en árboles ni en hierba del campo, por toda la tierra de Egipto.

10:16

Entonces Faraón hizo llamar apriesa á Moisés y á Aarón, y dijo: He pecado contra el Altísimo vuestro Dios, y contra vosotros.

10:17

Mas ruego ahora que perdones mi pecado solamente esta vez, y que oréis á el Altísimo vuestro Dios que quite de mí solamente esta muerte.

10:18

Y salió de con Faraón, y oró á el Altísimo.

10:19

Y el Altísimo volvió un viento occidental fortísimo, y quitó la langosta, y arrojóla en el mar Bermejo: ni una langosta quedó en todo el término de Egipto.

10:20

Mas el Altísimo endureció el corazón de Faraón; y no envió los hijos de Israel.

10:21

Y el Altísimo dijo á Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tales que cualquiera las palpe.

10:22

Y extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas tres días por toda la tierra de Egipto.

10:23

Ninguno vió á su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones.

10:24

Entonces Faraón hizo llamar á Moisés, y dijo: Id, servid á el Altísimo; solamente queden vuestras ovejas y vuestras vacas: vayan también vuestros niños con vosotros.

10:25

Y Moisés respondió: Tú también nos entregarás sacrificios y holocaustos que sacrifiquemos á el Altísimo nuestro Dios.

10:26

Nuestros ganados irán también con nosotros; no quedará ni una uña; porque de ellos hemos de tomar para servir á el Altísimo nuestro Dios; y no sabemos con qué hemos de servir á el Altísimo, hasta que lleguemos allá.

10:27

Mas el Altísimo endureció el corazón de Faraón, y no quiso dejarlos ir.

10:28

Y díjole Faraón: Retírate de mí: guárdate que no veas más mi rostro, porque en cualquier día que vieres mi rostro, morirás.

10:29

Y Moisés respondió: Bien has dicho; no veré más tu rostro.

 

Exo 10:1 Dijo Yahveh a Moisés: «Ve a Faraón, porque he endurecido su corazón y el corazón de sus siervos, para obrar estas señales mías en medio de ellos;
Exo 10:2 y para que puedas contar a tu hijo, y al hijo de tu hijo, cómo me divertí con Egipto y las señales que realicé entre ellos, y sepáis que yo soy Yahveh.»
Exo 10:3 Fueron, pues, Moisés y Aarón donde Faraón y le dijeron: «Así dice Yahveh, el Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo te resistirás a humillarte ante mí? Deja salir a mi pueblo para que me dé culto.
Exo 10:4 Si te niegas a dejar salir a mi pueblo, mira que mañana traeré langostas sobre tu territorio;
Exo 10:5 y cubrirán la superficie del país, de suerte que ni podrá verse el suelo. Devorarán lo que os quedó de la granizada, y comerán todos los árboles que os crecen en el campo.
Exo 10:6 Llenarán tus casas, las casas de todos los egipcios, como nunca vieron tus padres, ni los padres de tus padres, desde el día en que existieron sobre la tierra hasta el día de hoy.» Y retirándose salió de la presencia de Faraón.
Exo 10:7 Dijeron entonces a Faraón sus siervos: «¿Hasta cuándo ha de ser este hombre causa de nuestra ruina? Deja salir a esa gente y que den culto a Yahveh, su Dios. ¿Te darás cuenta a tiempo de que Egipto se pierde?»
Exo 10:8 Hicieron, pues, volver a Moisés y a Aarón a la presencia de Faraón; el cual les dijo: «Id a dar culto a Yahveh, vuestro Dios. ¿Quiénes van a ir?»
Exo 10:9 Respondió Moisés: «Saldremos con nuestros niños y nuestros ancianos, con nuestros hijos y nuestras hijas, con nuestras ovejas y nuestras vacadas; porque es nuestra fiesta de Yahveh.»
Exo 10:10 Contestóles: «¡Así esté Yahveh con vosotros como voy a dejaros salir a vosotros con vuestros pequeños! Ved cómo a la vista están vuestras malas intenciones.
Exo 10:11 No será así; salid si queréis los varones solos y dad culto a Yahveh, pues eso es lo que buscabais.» Y fueron echados de la presencia de Faraón.
Exo 10:12 Yahveh dijo a Moisés: «Extiende tu mano sobre la tierra de Egipto para que venga la langosta; que suba sobre el país de Egipto y coma toda la hierba del país, todo lo que dejó el granizo.»
Exo 10:13 Moisés extendió su cayado sobre la tierra de Egipto; y Yahveh hizo soplar el solano sobre el país todo aquel día y toda la noche. Y cuando amaneció, el solano había traído la langosta.
Exo 10:14 La langosta invadió todo el país de Egipto, y se posó en todo el territorio egipcio, en cantidad tan grande como nunca había habido antes tal plaga de langosta ni la habría después.
Exo 10:15 Cubrieron toda la superficie del país hasta oscurecer la tierra; devoraron toda la hierba del país y todos los frutos de los árboles que el granizo había dejado; no quedó nada verde ni en los árboles ni en las hierbas del campo en toda la tierra de Egipto.
Exo 10:16 Entonces Faraón llamó a toda prisa a Moisés y a Aarón, y dijo: «He pecado contra Yahveh, vuestro Dios, y contra vosotros.
Exo 10:17 Ahora, pues, perdonad por favor mi pecado, siquiera por esta vez; rogad a Yahveh, vuestro Dios, que aparte de mí al menos esta mortandad.»
Exo 10:18 Salió Moisés de la presencia de Faraón y rogó a Yahveh.
Exo 10:19 Yahveh hizo que soplara con gran violencia un viento del mar que se llevó la langosta y la echó al mar de Suf. No quedó ni una langosta en todo el territorio de Egipto.
Exo 10:20 Pero Yahveh endureció el corazón de Faraón, que no dejó salir a los israelitas.
Exo 10:21 Yahveh dijo a Moisés: «Extiende tu mano hacia el cielo, y haya sobre la tierra de Egipto tinieblas que puedan palparse.»
Exo 10:22 Extendió, pues, Moisés su mano hacia el cielo, y hubo por tres días densas tinieblas en todo el país de Egipto.
Exo 10:23 No se veían unos a otros, y nadie se levantó de su sitio por espacio de tres días, mientras que todos los israelitas tenían luz en sus moradas.
Exo 10:24 Llamó Faraón a Moisés y dijo: «Id y dad culto a Yahveh; que se queden solamente vuestras ovejas y vuestras vacadas. También vuestros pequeños podrán ir con vosotros.»
Exo 10:25 Respondió Moisés: «Nos tienes que conceder también sacrificios y holocaustos, para que los ofrendemos a Yahveh, nuestro Dios.
Exo 10:26 También nuestro ganado ha de venir con nosotros. No quedará ni una pezuña; porque de ellos hemos de tomar para dar culto a Yahveh, nuestro Dios. Y no sabemos todavía qué hemos de ofrecer a Yahveh hasta que lleguemos allá.»
Exo 10:27 Yahveh endureció el corazón de Faraón, que no quiso dejarles salir.
Exo 10:28 Y dijo Faraón a Moisés: «¡Retírate de mi presencia! ¡Guárdate de volver a ver mi rostro, pues el día en que veas mi rostro, morirás!»
Exo 10:29 Respondió Moisés: «Tú lo has dicho: no volveré a ver tu rostro.»

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Capítulo 11

11:1

Y el Altísimo dijo á Moisés: Una plaga traeré aún sobre Faraón, y sobre Egipto; después de la cual él os dejará ir de aquí; y seguramente os echará de aquí del todo.

11:2

Habla ahora al pueblo, y que cada uno demande á su vecino, y cada una á su vecina, vasos de plata y de oro.

11:3

Y el Altísimo dió gracia al pueblo en los ojos de los Egipcios. También Moisés era muy gran varón en la tierra de Egipto, á los ojos de los siervos de Faraón, y á los ojos del pueblo.

11:4

Y dijo Moisés: el Altísimo ha dicho así: A la media noche yo saldré por medio de Egipto,

11:5

Y morirá todo primogénito en tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sienta en su trono, hasta el primogénito de la sierva que está tras la muela; y todo primogénito de las bestias.

11:6

Y habrá gran clamor por toda la tierra de Egipto, cual nunca fué, ni jamás será.

11:7

Mas entre todos los hijos de Israel, desde el hombre hasta la bestia, ni un perro moverá su lengua: para que sepáis que hará diferencia el Altísimo entre los Egipcios y los Israelitas.

11:8

Y descenderán á mí todos estos tus siervos, é inclinados delante de mí dirán: Sal tú, y todo el pueblo que está bajo de ti; y después de esto yo saldré. Y salióse muy enojado de con Faraón.

11:9

Y el Altísimo dijo á Moisés: Faraón no os oirá, para que mis maravillas se multipliquen en la tierra de Egipto.

11:10

Y Moisés y Aarón hicieron todos estos prodigios delante de Faraón: mas el Altísimo había endurecido el corazón de Faraón, y no envió á los hijos de Israel fuera de su país.

 

Exo 11:1 Dijo Yahveh a Moisés: «Todavía traeré una plaga más sobre Faraón y sobre Egipto; tras de lo cual os dejará marchar de aquí y cuando, por fin, os deje salir del país, él mismo os expulsará de aquí.
Exo 11:2 Habla, pues, al pueblo y que cada hombre pida a su vecino, y cada mujer a su vecina, objetos de plata y objetos de oro.»
Exo 11:3 Yahveh hizo que el pueblo se ganase el favor de los egipcios. Además, Moisés era un gran personaje en la tierra de Egipto, tanto a los ojos de los servidores de Faraón como a los ojos del pueblo.
Exo 11:4 Moisés dijo: «Así dice Yahveh: hacia media noche pasaré yo a través de Egipto;
Exo 11:5 y morirá en el país de Egipto todo primogénito, desde el primogénito de Faraón que se sienta en su trono hasta el primogénito de la esclava encargada de moler, así como todo primer nacido del ganado.
Exo 11:6 Y se elevará en todo el país de Egipto un alarido tan grande como nunca lo hubo, ni lo habrá.
Exo 11:7 Pero entre los israelitas ni siquiera un perro ladrará ni contra hombre ni contra bestia; para que sepáis cómo Yahveh hace distinción entre Egipto e Israel.
Exo 11:8 Entonces vendrán a mí todos estos siervos tuyos y se postrarán delante de mí, diciendo: Sal, tú y todo el pueblo que te sigue. Y entonces, saldré.» Y, ardiendo en cólera, salió de la presencia de Faraón.
Exo 11:9 Y dijo Yahveh a Moisés: «no os escuchará Faraón, para que así pueda yo multiplicar mis prodigios en la tierra de Egipto.»
Exo 11:10 Moisés y Aarón obraron todos estos prodigios ante Faraón; pero Yahveh endureció el corazón de Faraón, que no dejó salir de su país a los israelitas.

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Capítulo 12

12:1

Y HABLÓ el Altísimo á Moisés y á Aarón en la tierra de Egipto, diciendo:

12:2

Este mes os será principio de los meses; será este para vosotros el primero en los meses del año.

12:3

Hablad á toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de aqueste mes tómese cada uno un cordero por las familias de los padres, un cordero por familia:

12:4

Mas si la familia fuere pequeña que no baste á comer el cordero, entonces tomará á su vecino inmediato á su casa, y según el número de las personas, cada uno conforme á su comer, echaréis la cuenta sobre el cordero.

12:5

El cordero será sin defecto, macho de un año: tomaréislo de las ovejas ó de las cabras:

12:6

Y habéis de guardarlo hasta el día catorce de este mes; y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes.

12:7

Y tomarán de la sangre, y pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer.

12:8

Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura: con hierbas amargas lo comerán.

12:9

Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus intestinos.

12:10

Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que habrá quedado hasta la mañana, habéis de quemarlo en el fuego.

12:11

Y así habéis de comerlo: ceñidos vuestros lomos, vuestros zapatos en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente: es la Pascua de el Altísimo.

12:12

Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré á todo primogénito en la tierra de Egipto, así en los hombres como en las bestias: y haré juicios en todos los dioses de Egipto. YO el Altísimo.

12:13

Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre, y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad, cuando heriré la tierra de Egipto.

12:14

Y este día os ha de ser en memoria, y habéis de celebrarlo como solemne á el Altísimo durante vuestras generaciones: por estatuto perpetuo lo celebraréis.

12:15

Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas: porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, aquella alma será cortada de Israel.

12:16

El primer día habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo día tendréis una santa convocación: ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente que aderecéis lo que cada cual hubiere de comer.

12:17

Y guardaréis la fiesta de los ázimos, porque en aqueste mismo día saqué vuestros ejércitos de la tierra de Egipto: por tanto guardaréis este día en vuestras generaciones por costumbre perpetua.

12:18

En el mes primero, el día catorce del mes por la tarde, comeréis los panes sin levadura, hasta el veintiuno del mes por la tarde.

12:19

Por siete días no se hallará levadura en vuestras casas, porque cualquiera que comiere leudado, así extranjero como natural del país, aquella alma será cortada de la congregación de Israel.

12:20

Ninguna cosa leudada comeréis; en todas vuestras habitaciones comeréis panes sin levadura.

12:21

Y Moisés convocó á todos los ancianos de Israel, y díjoles: Sacad, y tomaos corderos por vuestras familias, y sacrificad la pascua.

12:22

Y tomad un manojo de hisopo, y mojadle en la sangre que estará en una jofaina, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en la jofaina; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana.

12:23

Porque el Altísimo pasará hiriendo á los Egipcios; y como verá la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará el Altísimo aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir.

12:24

Y guardaréis esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para siempre.

12:25

Y será, cuando habréis entrado en la tierra que el Altísimo os dará, como tiene hablado, que guardaréis este rito.

12:26

Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué rito es este vuestro?

12:27

Vosotros responderéis: Es la víctima de la Pascua de el Altísimo, el cual pasó las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió á los Egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró.

12:28

Y los hijos de Israel se fueron, é hicieron puntualmente así; como el Altísimo había mandado á Moisés y á Aarón.

12:29

Y aconteció que á la medianoche el Altísimo hirió á todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono, hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales.

12:30

Y levantóse aquella noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los Egipcios; y había un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese muerto.

12:31

E hizo llamar á Moisés y á Aarón de noche, y díjoles: Salid de en medio de mi pueblo vosotros, y los hijos de Israel; é id, servid á el Altísimo, como habéis dicho.

12:32

Tomad también vuestras ovejas y vuestras vacas, como habéis dicho, é idos; y bendecidme también á mí.

12:33

Y los Egipcios apremiaban al pueblo, dándose priesa á echarlos de la tierra; porque decían: Todos somos muertos.

12:34

Y llevó el pueblo su masa antes que se leudase, sus masas envueltas en sus sábanas sobre sus hombros.

12:35

E hicieron los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés, demandando á los Egipcios vasos de plata, y vasos de oro, y vestidos.

12:36

Y el Altísimo dió gracia al pueblo delante de los Egipcios, y prestáronles; y ellos despojaron á los Egipcios.

12:37

Y partieron los hijos de Israel de Rameses á Succoth, como seiscientos mil hombres de á pie, sin contar los niños.

12:38

Y también subió con ellos grande multitud de diversa suerte de gentes; y ovejas, y ganados muy muchos.

12:39

Y cocieron tortas sin levadura de la masa que habían sacado de Egipto; porque no había leudado, por cuanto echándolos los Egipcios, no habían podido detenerse, ni aun prepararse comida.

12:40

El tiempo que los hijos de Israel habitaron en Egipto, fué cuatrocientos treinta años.

12:41

Y pasados cuatrocientos treinta años, en el mismo día salieron todos los ejércitos de el Altísimo de la tierra de Egipto.

12:42

Es noche de guardar á el Altísimo, por haberlos sacado en ella de la tierra de Egipto. Esta noche deben guardar á el Altísimo todos los hijos de Israel en sus generaciones.

12:43

Y el Altísimo dijo á Moisés y á Aarón: Esta es la ordenanza de la Pascua: Ningún extraño comerá de ella:

12:44

Mas todo siervo humano comprado por dinero, comerá de ella después que lo hubieres circuncidado.

12:45

El extranjero y el asalariado no comerán de ella.

12:46

En una casa se comerá, y no llevarás de aquella carne fuera de casa, ni quebraréis hueso suyo.

12:47

Toda la congregación de Israel le sacrificará.

12:48

Mas si algún extranjero peregrinare contigo, y quisiere hacer la pascua á el Altísimo, séale circuncidado todo varón, y entonces se llegará á hacerla, y será como el natural de la tierra; pero ningún incircunciso comerá de ella.

12:49

La misma ley será para el natural y para el extranjero que peregrinare entre vosotros.

12:50

Así lo hicieron todos los hijos de Israel; como mandó el Altísimo á Moisés y á Aarón, así lo hicieron.

12:51

Y en aquel mismo día sacó el Altísimo á los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus escuadrones.

 

Exo 12:1 Dijo Yahveh a Moisés y Aarón en el país de Egipto:
Exo 12:2 «Este mes será para vosotros el comienzo de los meses; será el primero de los meses del año.
Exo 12:3 Hablad a toda la comunidad de Israel y decid: El día diez de este mes tomará cada uno para sí una res de ganado menor por familia, una res de ganado menor por casa.
Exo 12:4 Y si la familia fuese demasiado reducida para una res de ganado menor, traerá al vecino más cercano a su casa, según el número de personas y conforme a lo que cada cual pueda comer.
Exo 12:5 El animal será sin defecto, macho, de un año. Lo escogeréis entre los corderos o los cabritos.
Exo 12:6 Lo guardaréis hasta el día catorce de este mes; y toda la asamblea de la comunidad de los israelitas lo inmolará entre dos luces.
Exo 12:7 Luego tomarán la sangre y untarán las dos jambas y el dintel de las casas donde lo coman.
Exo 12:8 En aquella misma noche comerán la carne. La comerán asada al fuego, con ázimos y con hierbas amargas.
Exo 12:9 Nada de él comeréis crudo ni cocido, sino asado, con su cabeza, sus patas y sus entrañas.
Exo 12:10 Y no dejaréis nada de él para la mañana; lo que sobre al amanecer lo quemaréis.
Exo 12:11 Así lo habéis de comer: ceñidas vuestras cinturas, calzados vuestros pies, y el bastón en vuestra mano; y lo comeréis de prisa. Es Pascua de Yahveh.
Exo 12:12 Yo pasaré esta noche por la tierra de Egipto y heriré a todos los primogénitos del país de Egipto, desde los hombres hasta los ganados, y me tomaré justicia de todos los dioses de Egipto. Yo, Yahveh.
Exo 12:13 La sangre será vuestra señal en las casas donde moráis. Cuando yo vea la sangre pasaré de largo ante vosotros, y no habrá entre vosotros plaga exterminadora cuando yo hiera el país de Egipto.
Exo 12:14 Este será un día memorable para vosotros, y lo celebraréis como fiesta en honor de Yahveh de generación en generación. Decretaréis que sea fiesta para siempre».
Exo 12:15 «Durante siete días comeréis ázimos; ya desde el primer día quitaréis de vuestras casas la levadura. Todo el que desde el día primero hasta el día séptimo coma pan fermentado, ese tal será exterminado de en medio de Israel.
Exo 12:16 El primer día tendréis reunión sagrada; también el día séptimo os reuniréis en reunión sagrada. Ningún trabajo se hará en esos días, salvo la comida para cada uno. Esto es lo único que podréis hacer.
Exo 12:17 Guardad la fiesta de los Ázimos, porque en ese mismo día saqué yo vuestros ejércitos de la tierra de Egipto. Guardad este día de generación en generación como decreto perpetuo.
Exo 12:18 Comeréis ázimos en el mes primero, desde la tarde del día catorce del mes hasta la tarde del día veintiuno.
Exo 12:19 No habrá levadura en vuestras casas por espacio de siete días; todo aquel que coma algo fermentado, sea forastero o natural del país, será exterminado de la comunidad de Israel.
Exo 12:20 No comeréis nada fermentado; en todo lugar donde habitéis, comeréis ázimos.»
Exo 12:21 Llamó Moisés a todos los ancianos de Israel y les dijo: «Id en busca de reses menores para vuestras familias e inmolad la pascua.
Exo 12:22 Tomaréis un manojo de hisopo, lo mojaréis en la sangre que está en la vasija y untaréis el dintel y las dos jambas con la sangre de la vasija; y ninguno de vosotros saldrá de la puerta de su casa hasta la mañana.
Exo 12:23 Yahveh pasará y herirá a los egipcios, pero al ver la sangre en el dintel y en las dos jambas, Yahveh pasará de largo por aquella puerta y no permitirá que el Exterminador entre en vuestras casas para herir.
Exo 12:24 Guardad este mandato como decreto perpetuo para vosotros y vuestros hijos.
Exo 12:25 También guardaréis este rito cuando entréis en la tierra que os dará Yahveh, según su promesa.
Exo 12:26 Y cuando os pregunten vuestros hijos: "¿Qué significa para vosotros este rito?",
Exo 12:27 responderéis: "Este es el sacrificio de la Pascua de Yahveh, que pasó de largo por las casas de los israelitas en Egipto cuando hirió a los egipcios y salvó nuestras casas."» Entonces el pueblo se postró para adorar.
Exo 12:28 Fueron los israelitas e hicieron lo que había mandado Yahveh a Moisés y a Aarón; así lo hicieron.
Exo 12:29 Y sucedió que, a media noche, Yahveh hirió en el país de Egipto a todos los primogénitos, desde el primogénito de Faraón, que se sienta sobre su trono, hasta el primogénito del preso en la cárcel, y a todo primer nacido del ganado.
Exo 12:30 Levantóse Faraón aquella noche, con todos sus servidores y todos los egipcios; y hubo grande alarido en Egipto, porque no había casa donde no hubiese un muerto.
Exo 12:31 Llamó Faraón a Moisés y a Aarón, durante la noche, y les dijo: «Levantaos y salid de en medio de mi pueblo, vosotros y los israelitas, e id a dar culto a Yahveh, como habéis dicho.
Exo 12:32 Tomad también vuestros rebaños y vuestras vacadas, como dijisteis. Marchaos y bendecidme también a mí.»
Exo 12:33 Los egipcios por su parte instaban al pueblo para acelerar su salida del país, pues decían. «Vamos a morir todos.»
Exo 12:34 Tomó, pues, el pueblo la masa, antes que fermentara y, envolviendo en los mantos las artesas de la harina, se las cargaron a hombros.
Exo 12:35 Los israelitas hicieron lo que les dijo Moisés y pidieron a los egipcios objetos de plata, objetos de oro y vestidos.
Exo 12:36 Yahveh hizo que el pueblo se ganara el favor de los egipcios, los cuales se los prestaron. Así despojaron a los egipcios.
Exo 12:37 Los israelitas partieron de Ramsés hacia Sukkot, unos 600.000. hombres de a pie, sin contar los niños.
Exo 12:38 Salió también con ellos una muchedumbre abigarrada y grandes rebaños de ovejas y vacas.
Exo 12:39 De la masa que habían sacado de Egipto cocieron tortas ázimas, porque no había fermentado todavía; pues al ser echados de Egipto no pudieron tomar víveres ni provisiones para el camino.
Exo 12:40 Los israelitas estuvieron en Egipto 430. años.
Exo 12:41 El mismo día que se cumplían los 430. años, salieron de la tierra de Egipto todos los ejércitos de Yahveh.
Exo 12:42 Noche de guardia fue ésta para Yahveh, para sacarlos de la tierra de Egipto. Esta misma noche será la noche de guardia en honor de Yahveh para todos los israelitas, por todas sus generaciones.
Exo 12:43 Dijo Yahveh a Moisés y a Aarón: «Estas son las normas sobre la Pascua: no comerá de ella ningún extranjero.
Exo 12:44 Todo siervo, comprado por dinero, a quien hayas circuncidado, podrá comerla.
Exo 12:45 Pero el residente y el jornalero no la comerán.
Exo 12:46 Se ha de comer dentro de casa; no sacaréis fuera de casa nada de carne, ni le quebraréis ningún hueso.
Exo 12:47 Toda la comunidad de Israel la celebrará.
Exo 12:48 Si un forastero que habita contigo quiere celebrar la Pascua de Yahveh, que se circunciden todos sus varones, y entonces podrá acercarse para celebrarla, pues será como los nativos; pero ningún incircunciso podrá comerla.
Exo 12:49 Una misma ley habrá para el nativo y para el forastero que habita en medio de vosotros.»
Exo 12:50 Así lo hicieron todos los israelitas. Tal como había mandado Yahveh a Moisés y a Aarón, así lo hicieron.
Exo 12:51 Y en aquel mismo día sacó Yahveh del país de Egipto a los israelitas en orden de campaña.

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Capítulo 13

13:1

Y el Altísimo habló á Moisés, diciendo:

13:2

Santifícame todo primogénito, cualquiera que abre matriz entre los hijos de Israel, así de los hombres como de los animales: mío es.

13:3

Y Moisés dijo al pueblo: Tened memoria de aqueste día, en el cual habéis salido de Egipto, de la casa de servidumbre; pues el Altísimo os ha sacado de aquí con mano fuerte; por tanto, no comeréis leudado.

13:4

Vosotros salís hoy en el mes de Abib.

13:5

Y cuando el Altísimo te hubiere metido en la tierra del Cananeo, y del Hetheo, y del Amorrheo, y del Hebeo, y del Jebuseo, la cual juró á tus padres que te daría, tierra que destila leche y miel, harás esta servicio en aqueste mes.

13:6

Siete días comerás por leudar, y el séptimo día será fiesta á el Altísimo.

13:7

Por los siete días se comerán los panes sin levadura; y no se verá contigo leudado, ni levadura en todo tu término.

13:8

Y contarás en aquel día á tu hijo, diciendo: Hácese esto con motivo de lo que el Altísimo hizo conmigo cuando me sacó de Egipto.

13:9

Y serte ha como una señal sobre tu mano, y como una memoria delante de tus ojos, para que la ley de el Altísimo esté en tu boca; por cuanto con mano fuerte te sacó el Altísimo de Egipto.

13:10

Por tanto, tú guardarás este rito en su tiempo de año en año.

13:11

Y cuando el Altísimo te hubiere metido en la tierra del Cananeo, como te ha jurado á ti y á tus padres, y cuando te la hubiere dado,

13:12

Harás pasar á el Altísimo todo lo que abriere la matriz, asimismo todo primerizo que abriere la matriz de tus animales: los machos serán de el Altísimo.

13:13

Mas todo primogénito de asno redimirás con un cordero; y si no lo redimieres, le degollarás: asimismo redimirás todo humano primogénito de tus hijos.

13:14

Y cuando mañana te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué es esto? decirle has: el Altísimo nos sacó con mano fuerte de Egipto, de casa de servidumbre;

13:15

Y endureciéndose Faraón en no dejarnos ir, el Altísimo mató en la tierra de Egipto á todo primogénito, desde el primogénito humano hasta el primogénito de la bestia: y por esta causa yo sacrifico á el Altísimo todo primogénito macho, y redimo todo primogénito de mis hijos.

13:16

Serte ha, pues, como una señal sobre tu mano, y por una memoria delante de tus ojos; ya que el Altísimo nos sacó de Egipto con mano fuerte.

13:17

Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los Filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Que quizá no se arrepienta el pueblo cuando vieren la guerra, y se vuelvan á Egipto:

midrash Dios sirve al hombre -

13:18

Mas hizo Dios al pueblo que rodease por el camino del desierto del mar Bermejo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados.

13:19

Tomó también consigo Moisés los huesos de José, el cual había juramentado á los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros.

13:20

Y partidos de Succoth, asentaron campo en Etham, á la entrada del desierto.

13:21

Y el Altísimo iba delante de ellos de día en una columna de nube, para guiarlos por el camino; y de noche en una columna de fuego para alumbrarles; á fin de que anduviesen de día y de noche.

midrash respeto a mis hijos -

13:22

Nunca se partió de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.

 

Exo 13:1 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
Exo 13:2 «Conságrame todo primogénito, todo lo que abre el seno materno entre los israelitas. Ya sean hombres o animales, míos son todos.»
Exo 13:3 Dijo, pues, Moisés al pueblo: «Acordaos de este día en que salisteis de Egipto, de la casa de servidumbre, pues Yahveh os ha sacado de aquí con mano fuerte; y no comáis pan fermentado.
Exo 13:4 Salís hoy, en el mes de Abib.
Exo 13:5 Así, cuando Yahveh te haya introducido en la tierra de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los jivitas y de los jebuseos, que juró a tus padres que te daría, tierra que mana leche y miel, celebrarás ese rito en este mes.
Exo 13:6 Siete días comerás ázimos y el día séptimo será fiesta de Yahveh.
Exo 13:7 Se comerán ázimos durante siete días, y no se verá pan fermentado en tu casa, ni levadura en tu casa, en todo tu territorio.
Exo 13:8 En aquel día harás saber a tu hijo: "Esto es con motivo de lo que hizo conmigo Yahveh cuando salí de Egipto."
Exo 13:9 Y esto te servirá como señal en tu mano, y como recordatorio ante tus ojos, para que la ley de Yahveh esté en tu boca; porque con mano fuerte te sacó Yahveh de Egipto.
Exo 13:10 Guardarás este precepto, año por año, en el tiempo debido.»
Exo 13:11 Cuando Yahveh te haya introducido en la tierra del cananeo, como lo tiene jurado a ti y a tus padres, y te la haya dado,
Exo 13:12 consagrarás a Yahveh todo lo que abre el seno materno. Todo primer nacido de tus ganados, si son machos, pertenecen también a Yahveh.
Exo 13:13 Todo primer nacido del asno lo rescatarás con un cordero; y si no lo rescatas lo desnucarás. Rescatarás también todo primogénito de entre tus hijos.
Exo 13:14 Y cuando el día de mañana te pregunte tu hijo: "¿Qué significa esto?", le dirás: "Con mano fuerte nos sacó Yahveh de Egipto, de la casa de servidumbre."
Exo 13:15 Como Faraón se obstinó en no dejarnos salir, Yahveh mató a todos los primogénitos en el país de Egipto, desde el primogénito del hombre hasta el primogénito del ganado. Por eso sacrifico a Yahveh todo macho que abre el seno materno, y rescato todo primogénito de mis hijos.
Exo 13:16 Esto será como señal en tu mano y como insignia entre tus ojos; porque con mano fuerte nos sacó Yahveh de Egipto.»
Exo 13:17 Cuando Faraón dejó salir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, aunque era más corto; pues se dijo Dios: «No sea que, al verse atacado, se arrepienta el pueblo y se vuelva a Egipto.»
Exo 13:18 Hizo Dios dar un rodeo al pueblo por el camino del desierto del mar de Suf. Los israelitas salieron bien equipados del país de Egipto.
Exo 13:19 Moisés tomó consigo los huesos de José, pues éste había hecho jurar solemnemente a los israelitas, diciendo: « Ciertamente Dios os visitará, y entonces llevaos de aquí mis huesos con vosotros."
Exo 13:20 Partieron de Sukkot y acamparon en Etam, al borde del desierto.
Exo 13:21 Yahveh iba al frente de ellos, de día en columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en columna de fuego para alumbrarlos, de modo que pudiesen marchar de día y de noche.
Exo 13:22 No se apartó del pueblo ni la columna de nube por el día, ni la columna de fuego por la noche.

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Capítulo 14

14:1

Y HABLÓ el Altísimo á Moisés, diciendo:

14:2

Habla á los hijos de Israel que den la vuelta, y asienten su campo delante de Pihahiroth, entre Migdol y la mar hacia Baalzephón: delante de él asentaréis el campo, junto á la mar.

14:3

Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado.

14:4

Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y seré glorificado en Faraón y en todo su ejército; y sabrán los Egipcios que yo soy el Altísimo. Y ellos lo hicieron así.

14:5

Y fué dado aviso al rey de Egipto cómo el pueblo se huía: y el corazón de Faraón y de sus siervos se volvió contra el pueblo, y dijeron: ¿Cómo hemos hecho esto de haber dejado ir á Israel, para que no nos sirva?

14:6

Y unció su carro, y tomó consigo su pueblo;

14:7

y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los capitanes sobre ellos.

14:8

Y endureció el Altísimo el corazón de Faraón rey de Egipto, y siguió á los hijos de Israel; pero los hijos de Israel habían salido con mano poderosa.

14:9

Siguiéndolos, pues, los Egipcios, con toda la caballería y carros de Faraón, su gente de á caballo, y todo su ejército, alcanzáronlos asentando el campo junto á la mar, al lado de Pihahiroth, delante de Baalzephón.

14:10

Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí los Egipcios que venían tras ellos; por lo que temieron en gran manera, y clamaron los hijos de Israel á el Altísimo.

14:11

Y dijeron á Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué lo has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?

14:12

¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir á los Egipcios? Que mejor nos fuera servir á los Egipcios, que morir nosotros en el desierto.

14:13

Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estaos quedos, y ved la salud de el Altísimo, que él hará hoy con vosotros; porque los Egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis.

14:14

el Altísimo peleará por vosotros, y vosotros estaréis quedos.

14:15

Entonces el Altísimo dijo á Moisés: ¿Por qué clamas á mí? Di á los hijos de Israel que marchen.

14:16

Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre la mar, y divídela; y entren los hijos de Israel por medio de la mar en seco.

14:17

Y yo, he aquí yo endureceré el corazón de los Egipcios, para que los sigan: y yo me glorificaré en Faraón, y en todo su ejército, y en sus carros, y en su caballería;

14:18

Y sabrán los Egipcios que yo soy el Altísimo, cuando me glorificaré en Faraón, en sus carros, y en su gente de á caballo.

14:19

Y el ángel de Dios que iba delante del campo de Israel, se apartó, é iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos, se apartó, y púsose á sus espaldas:

14:20

E iba entre el campo de los Egipcios y el campo de Israel; y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba á Israel de noche: y en toda aquella noche nunca llegaron los unos á los otros.

14:21

Y extendió Moisés su mano sobre la mar, é hizo el Altísimo que la mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y tornó la mar en seco, y las aguas quedaron divididas.

14:22

Entonces los hijos de Israel entraron por medio de la mar en seco, teniendo las aguas como muro á su diestra y á su siniestra:

14:23

Y siguiéndolos los Egipcios, entraron tras ellos hasta el medio de la mar, toda la caballería de Faraón, sus carros, y su gente de á caballo.

14:24

Y aconteció á la vela de la mañana, que el Altísimo miró al campo de los Egipcios desde la columna de fuego y nube, y perturbó el campo de los Egipcios.

14:25

Y quitóles las ruedas de sus carros, y trastornólos gravemente. Entonces los Egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque el Altísimo pelea por ellos contra los Egipcios.

14:26

Y el Altísimo dijo á Moisés: Extiende tu mano sobre la mar, para que las aguas vuelvan sobre los Egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería.

14:27

Y Moisés extendió su mano sobre la mar, y la mar se volvió en su fuerza cuando amanecía; y los Egipcios iban hacia ella: y el Altísimo derribó á los Egipcios en medio de la mar.

14:28

Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en la mar; no quedó de ellos ni uno.

14:29

Y los hijos de Israel fueron por medio de la mar en seco, teniendo las aguas por muro á su diestra y á su siniestra.

14:30

Así salvó el Altísimo aquel día á Israel de mano de los Egipcios; é Israel vió á los Egipcios muertos á la orilla de la mar.

14:31

Y vió Israel aquel grande hecho que el Altísimo ejecutó contra los Egipcios: y el pueblo temió á el Altísimo, y creyeron á el Altísimo y á Moisés su siervo.

 

Exo 14:1 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
Exo 14:2 «Di a los israelitas que se vuelvan y acampen frente a Pi Hajirot, entre Migdol y el mar, enfrente de Baal Sefón. Frente a ese lugar acamparéis, junto al mar.
Exo 14:3 Faraón dirá de los israelitas: "Andan errantes en el país, y el desierto les cierra el paso."
Exo 14:4 Yo endureceré el corazón de Faraón, y os perseguirá; pero yo manifestaré mi gloria a costa de Faraón y de todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Yahveh.» Así lo hicieron.
Exo 14:5 Cuando anunciaron al rey de Egipto que había huido el pueblo, se mudó el corazón de Faraón y de sus servidores respecto del pueblo, y dijeron: «¿Qué es lo que hemos hecho dejando que Israel salga de nuestro servicio?»
Exo 14:6 Faraón hizo enganchar su carro y llevó consigo sus tropas.
Exo 14:7 Tomó seiscientos carros escogidos y todos los carros de Egipto, montados por sus combatientes.
Exo 14:8 Endureció Yahveh el corazón de Faraón rey de Egipto, el cual persiguió a los israelitas, pero los israelitas salieron con la mano alzada.
Exo 14:9 Los egipcios los persiguieron: todos los caballos, los carros de Faraón, con la gente de los carros y su ejército; y les dieron alcance mientras acampaban junto al mar, cerca de Pi Hajirot, frente a Baal Sefón.
Exo 14:10 Al acercarse Faraón, los israelitas alzaron sus ojos, y viendo que los egipcios marchaban tras ellos, temieron mucho los israelitas y clamaron a Yahveh.
Exo 14:11 Y dijeron a Moisés: «¿Acaso no había sepulturas en Egipto para que nos hayas traído a morir en el desierto? ¿Qué has hecho con nosotros sacándonos de Egipto?
Exo 14:12 ¿No te dijimos claramente en Egipto: Déjanos en paz, queremos servir a los egipcios? Porque mejor nos es servir a los egipcios que morir en el desierto.»
Exo 14:13 Contestó Moisés al pueblo: «No temáis; estad firmes, y veréis la salvación que Yahveh os otorgará en este día, pues los egipcios que ahora veis, no los volveréis a ver nunca jamás.
Exo 14:14 Yahveh peleará por vosotros, que vosotros no tendréis que preocuparos.»
Exo 14:15 Dijo Yahveh a Moisés: «¿Por qué sigues clamando a mí? Di a los israelitas que se pongan en marcha.
Exo 14:16 Y tú, alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los israelitas entren en medio del mar a pie enjuto.
Exo 14:17 Que yo voy a endurecer el corazón de los egipcios para que los persigan, y me cubriré de gloria a costa de Faraón y de todo su ejército, de sus carros y de los guerreros de los carros.
Exo 14:18 Sabrán los egipcios que yo soy Yahveh, cuando me haya cubierto de gloria a costa de Faraón, de sus carros y de sus jinetes.
Exo 14:19 Se puso en marcha el Ángel de Yahveh que iba al frente del ejército de Israel, y pasó a retaguardia. También la columna de nube de delante se desplazó de allí y se colocó detrás,
Exo 14:20 poniéndose entre el campamento de los egipcios y el campamento de los israelitas. La nube era tenebrosa y transcurrió la noche sin que pudieran trabar contacto unos con otros en toda la noche.
Exo 14:21 Moisés extendió su mano sobre el mar, y Yahveh hizo soplar durante toda la noche un fuerte viento del Este que secó el mar, y se dividieron las aguas.
Exo 14:22 Los israelitas entraron en medio del mar a pie enjuto, mientras que las aguas formaban muralla a derecha e izquierda.
Exo 14:23 Los egipcios se lanzaron en su persecución, entrando tras ellos, en medio del mar, todos los caballos de Faraón, y los carros con sus guerreros.
Exo 14:24 Llegada la vigilia matutina, miró Yahveh desde la columna de fuego y humo hacia el ejército de los egipcios, y sembró la confusión en el ejército egipcio.
Exo 14:25 Trastornó la ruedas de sus carros, que no podían avanzar sino con gran dificultad. Y exclamaron los egipcios: «Huyamos ante Israel, porque Yahveh pelea por ellos contra los egipcios.»
Exo 14:26 Yahveh dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, y las aguas volverán sobre los egipcios, sobre sus carros y sobre los guerreros de los carros.»
Exo 14:27 Extendió Moisés su mano sobre el mar, y al rayar el alba volvió el mar a su lecho; de modo que los egipcios, al querer huir, se vieron frente a las aguas. Así precipitó Yahveh a los egipcios en medio del mar,
Exo 14:28 pues al retroceder las aguas cubrieron los carros y a su gente, a todo el ejército de Faraón, que había entrado en el mar para perseguirlos; no escapó ni uno siquiera.
Exo 14:29 Mas los israelitas pasaron a pie enjuto por en medio del mar, mientras las aguas hacían muralla a derecha e izquierda.
Exo 14:30 Aquel día salvó Yahveh a Israel del poder de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a orillas del mar.
Exo 14:31 Y viendo Israel la mano fuerte que Yahveh había desplegado contra los egipcios, temió el pueblo a Yahveh, y creyeron en Yahveh y en Moisés, su siervo.

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Capítulo 15

15:1

ENTONCES cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico á el Altísimo, y dijeron: Cantaré yo á el Altísimo, porque se ha magnificado grandemente, Echando en la mar al caballo y al que en él subía.

15:2

el Altísimo es mi fortaleza, y mi canción, Y hame sido por salud: Este es mi Dios, y á éste engrandeceré; Dios de mi padre, y á éste ensalzaré.

15:3

el Altísimo, varón de guerra; el Altísimo es su nombre.

15:4

Los carros de Faraón y á su ejército echó en la mar; Y sus escogidos príncipes fueron hundidos en el mar Bermejo.

15:5

Los abismos los cubrieron; Como piedra descendieron á los profundos.

15:6

Tu diestra, oh el Altísimo, ha sido magnificada en fortaleza; Tu diestra, oh el Altísimo, ha quebrantado al enemigo.

15:7

Y con la grandeza de tu poder has trastornado á los que se levantaron contra ti: Enviaste tu furor; los tragó como á hojarasca.

15:8

Con el soplo de tus narices se amontonaron las aguas; Paráronse las corrientes como en un montón; Los abismos se cuajaron en medio de la mar.

15:9

El enemigo dijo: Perseguiré, prenderé, repartiré despojos; Mi alma se henchirá de ellos; Sacaré mi espada, destruirlos ha mi mano.

15:10

Soplaste con tu viento, cubriólos la mar: Hundiéronse como plomo en las impetuosas aguas.

15:11

¿Quién como tú, el Altísimo, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, Terrible en loores, hacedor de maravillas?

15:12

Extendiste tu diestra; La tierra los tragó.

15:13

Condujiste en tu misericordia á este pueblo, al cual salvaste; Llevástelo con tu fortaleza á la habitación de tu santuario.

15:14

Oiránlo los pueblos, y temblarán; Apoderarse ha dolor de los moradores de Palestina.

15:15

Entonces los príncipes de Edom se turbarán; A los robustos de Moab los ocupará temblor; Abatirse han todos los moradores de Canaán.

15:16

Caiga sobre ellos temblor y espanto; A la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra; Hasta que haya pasado tu pueblo, oh el Altísimo, Hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste.

15:17

Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, En el lugar de tu morada, que tú has aparejado, oh el Altísimo; En el santuario del Señor, que han afirmado tus manos.

15:18

el Altísimo reinará por los siglos de los siglos.

15:19

Porque Faraón entró cabalgando con sus carros y su gente de á caballo en la mar, y el Altísimo volvió á traer las aguas de la mar sobre ellos; mas los hijos de Israel fueron en seco por medio de la mar.

15:20

Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas.

15:21

Y María les respondía: Cantad á el Altísimo; porque en extremo se ha engrandecido, Echando en la mar al caballo, y al que en él subía.

15:22

E hizo Moisés que partiese Israel del mar Bermejo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua.

exégesis 15,22-27 -

15:23

Y llegaron á Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.

15:24

Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?

15:25

Y Moisés clamó á el Altísimo; y el Altísimo le mostró un árbol, el cual metídolo que hubo dentro de las aguas, las aguas se endulzaron. Allí les dió estatutos y ordenanzas, y allí los probó;

15:26

Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de el Altísimo tu Dios, é hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído á sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié á los Egipcios te enviaré á ti; porque yo soy el Altísimo tu Sanador.

15:27

Y llegaron á Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmas; y asentaron allí junto á las aguas.

 

Exo 15:1 Entonces Moisés y los israelitas cantaron este cántico a Yahveh. Dijeron: «Canto a Yahveh pues se cubrió de gloria arrojando en el mar caballo y carro.
Exo 15:2 Mi fortaleza y mi canción es Yah. El es mi salvación. El, mi Dios, yo le glorifico, el Dios de mi padre, a quien exalto.
Exo 15:3 ¡Un guerrero Yahveh, Yahveh es su nombre!
Exo 15:4 Los carros de Faraón y sus soldados precipitó en el mar. La flor de sus guerreros tragó el mar de Suf;
Exo 15:5 cubriólos el abismo, hasta el fondo cayeron como piedra.
Exo 15:6 Tu diestra, Yahveh, relumbra por su fuerza; tu diestra, Yahveh, aplasta al enemigo.
Exo 15:7 En tu gloria inmensa derribas tus contrarios, desatas tu furor y los devora como paja.
Exo 15:8 Al soplo de tu ira se apiñaron las aguas, se irguieron las olas como un dique, los abismos cuajaron en el corazón del mar.
Exo 15:9 Dijo el enemigo: «Marcharé a su alcance, repartiré despojos, se saciará mi alma, sacaré mi espada y los aniquilará mi mano.»
Exo 15:10 Mandaste tu soplo, cubriólos el mar; se hundieron como plomo en las temibles aguas.
Exo 15:11 ¿Quién como tú, Yahveh, entre los dioses? ¿Quién como tú, glorioso en santidad, terrible en prodigios, autor de maravillas?
Exo 15:12 Tendiste tu diestra y los tragó la tierra.
Exo 15:13 Guiaste en tu bondad al pueblo rescatado. Tu poder los condujo a tu santa morada.
Exo 15:14 Oyéronlo los pueblos, se turbaron, dolor como de parto en Filistea.
Exo 15:15 Los príncipes de Edom se estremecieron, se angustiaron los jefes de Moab y todas las gentes de Canaán temblaron.
Exo 15:16 Pavor y espanto cayó sobre ellos. La fuerza de tu brazo los hizo enmudecer como una piedra, hasta que pasó tu pueblo, oh Yahveh, hasta pasar el pueblo que compraste.
Exo 15:17 Tú le llevas y le plantas en el monte de tu herencia, hasta el lugar que tú te has preparado para tu sede, ¡oh Yahveh! Al santuario, Adonay, que tus manos prepararon.
Exo 15:18 ¡Yahveh reinará por siempre jamás!»
Exo 15:19 Porque cuando los caballos de Faraón y los carros con sus guerreros entraron en el mar, Yahveh hizo que las aguas del mar volvieran sobre ellos, mientras que los israelitas pasaron a pie enjuto por medio del mar.
Exo 15:20 María, la profetisa, hermana de Aarón tomó en sus manos un tímpano y todas la mujeres la seguían con tímpanos y danzando en coro.
Exo 15:21 Y María les entonaba el estribillo: «Cantad a Yahveh pues se cubrió de gloria. arrojando en el mar caballo y carro.»
Exo 15:22 Moisés hizo partir a los israelitas del mar de Suf y se dirigieron hacia el desierto de Sur: caminaron tres días por el desierto sin encontrar agua.
Exo 15:23 Luego llegaron a Mará, porque era amarga. Por eso se llama aquel lugar Mará.
Exo 15:24 El pueblo murmuró contra Moisés, diciendo: «¿Qué vamos a beber?»
Exo 15:25 Entonces Moisés invocó a Yahveh, y Yahveh le mostró un madero que Moisés echó al agua, y el agua se volvió dulce. Allí dio a Israel decretos y normas, y allí le puso a prueba.
Exo 15:26 Y dijo: «Si de veras escuchas la voz de Yahveh, tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos, dando oídos a sus mandatos y guardando todos sus preceptos, no traeré sobre ti ninguna de las plagas que envié sobre los egipcios; porque yo soy Yahveh, el que te sana.»
Exo 15:27 Después llegaron a Elim, donde hay doce fuentes de agua y setenta palmeras, y acamparon allí junto a las aguas.

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Capítulo 16

16:1

Y PARTIENDO de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, á los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto.

16:2

Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto;

16:3

Y decíanles los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de el Altísimo en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos á las ollas de las carnes, cuando comíamos pan en hartura; pues nos habéis sacado á este desierto, para matar de hambre á toda esta multitud.

16:4

Y el Altísimo dijo á Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y cogerá para cada un día, para que yo le pruebe si anda en mi ley, ó no.

16:5

Mas al sexto día aparejarán lo que han de encerrar, que será el doble de lo que solían coger cada día.

16:6

Entonces dijo Moisés y Aarón á todos los hijos de Israel: A la tarde sabréis que el Altísimo os ha sacado de la tierra de Egipto:

16:7

Y á la mañana veréis la gloria de el Altísimo; porque él ha oído vuestras murmuraciones contra el Altísimo; que nosotros, ¿qué somos, para que vosotros murmuréis contra nosotros?

16:8

Y dijo Moisés: el Altísimo os dará á la tarde carne para comer, y á la mañana pan en hartura; por cuanto el Altísimo ha oído vuestras murmuraciones con que habéis murmurado contra él: que nosotros, ¿qué somos? vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra el Altísimo.

16:9

Y dijo Moisés á Aarón: Di á toda la congregación de los hijos de Israel: Acercaos á la presencia de el Altísimo; que él ha oído vuestras murmuraciones.

16:10

Y hablando Aarón á toda la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto, y he aquí la gloria de el Altísimo, que apareció en la nube.

16:11

Y el Altísimo habló á Moisés, diciendo:

16:12

Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel; háblales, diciendo: Entre las dos tardes comeréis carne, y por la mañana os hartaréis de pan, y sabréis que yo soy el Altísimo vuestro Dios.

16:13

Y venida la tarde subieron codornices que cubrieron el real; y á la mañana descendió rocío en derredor del real.

16:14

Y como el rocío cesó de descender, he aquí sobre la haz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una helada sobre la tierra.

16:15

Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos á otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que el Altísimo os da para comer.

16:16

Esto es lo que el Altísimo ha mandado: Cogereis de él cada uno según pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda.

16:17

Y los hijos de Israel lo hicieron así: y recogieron unos más, otros menos:

16:18

Y medíanlo por gomer, y no sobraba al que había recogido mucho, ni faltaba al que había recogido poco: cada uno recogió conforme á lo que había de comer.

16:19

Y díjoles Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana.

16:20

Mas ellos no obedecieron á Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y pudrióse; y enojóse contra ellos Moisés.

16:21

Y recogíanlo cada mañana, cada uno según lo que había de comer: y luego que el sol calentaba, derretíase.

16:22

En el sexto día recogieron doblada comida, dos gomeres para cada uno: y todos los príncipes de la congregación vinieron á Moisés, y se lo hicieron saber.

16:23

Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho el Altísimo: Mañana es el santo sábado, el reposo de el Altísimo: lo que hubiereis de cocer, cocedlo hoy, y lo que hubiereis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana.

16:24

Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según que Moisés había mandado, y no se pudrió, ni hubo en él gusano.

16:25

Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es sábado de el Altísimo: hoy no hallaréis en el campo.

16:26

En los seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es sábado, en el cual no se hallará.

16:27

Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día á recoger, y no hallaron.

16:28

Y el Altísimo dijo á Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes?

16:29

Mirad que el Altísimo os dió el sábado, y por eso os da en el sexto día pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su estancia, y nadie salga de su lugar en el séptimo día.

16:30

Así el pueblo reposó el séptimo día.

16:31

Y la casa de Israel lo llamó Maná; y era como simiente de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel.

16:32

Y dijo Moisés: Esto es lo que el Altísimo ha mandado: Henchirás un gomer de él para que se guarde para vuestros descendientes, á fin de que vean el pan que yo os dí á comer en el desierto, cuando yo os saqué de la tierra de Egipto.

16:33

Y dijo Moisés á Aarón: Toma un vaso y pon en él un gomer lleno de maná, y ponlo delante de el Altísimo, para que sea guardado para vuestros descendientes.

16:34

Y Aarón lo puso delante del Testimonio para guardarlo, como el Altísimo lo mandó á Moisés.

16:35

Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que entraron en la tierra habitada: maná comieron hasta que llegaron al término de la tierra de Canaán.

16:36

Y un gomer es la décima parte del epha.

 

Exo 16:1 Partieron de Elim, y toda la comunidad de los israelitas llegó al desierto de Sin, que está entre Elim y el Sinaí, el día quince del segundo mes después de su salida del país de Egipto.
Exo 16:2 Toda la comunidad de los israelitas empezó a murmurar contra Moisés y Aarón en el desierto.
Exo 16:3 Los israelitas les decían: «¡Ojalá hubiéramos muerto a manos de Yahveh en la tierra de Egipto cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta hartarnos! Vosotros nos habéis traído a este desierto para matar de hambre a toda esta asamblea.»
Exo 16:4 Yahveh dijo a Moisés: «Mira, yo haré llover sobre vosotros pan del cielo; el pueblo saldrá a recoger cada día la porción diaria; así le pondré a prueba para ver si anda o no según mi ley.
Exo 16:5 Mas el día sexto, cuando preparen lo que hayan traído, la ración será doble que la de los demás días.»
Exo 16:6 Dijeron, pues, Moisés y Aarón a toda la comunidad de los israelitas: «Esta tarde sabréis que es Yahveh quien os ha sacado del país de Egipto;
Exo 16:7 y por la mañana veréis la gloria de Yahveh. Porque ha oído vuestras murmuraciones contra Yahveh; pues ¿qué somos nosotros para que murmuréis contra nosotros?»
Exo 16:8 Y añadió Moisés: «Yahveh os dará esta tarde carne para comer, y por la mañana pan en abundancia; porque Yahveh ha oído vuestras murmuraciones contra él; pues ¿qué somos nosotros? No van contra nosotros vuestras murmuraciones, sino contra Yahveh.»
Exo 16:9 Dijo entonces Moisés a Aarón: «Ordena a toda la comunidad de los israelitas: Acercaos a Yahveh, pues él ha oído vuestras murmuraciones.»
Exo 16:10 Aún estaba hablando Aarón a toda la comunidad de los israelitas, cuando ellos miraron hacia el desierto, y he aquí que la gloria de Yahveh se apareció en forma de nube.
Exo 16:11 Y Yahveh habló a Moisés, diciendo:
Exo 16:12 «He oído las murmuraciones de los israelitas. Diles: Al atardecer comeréis carne y por la mañana os hartaréis de pan; y así sabréis que yo soy Yahveh, vuestro Dios.»
Exo 16:13 Aquella misma tarde vinieron las codornices y cubrieron el campamento; y por la mañana había una capa de rocío en torno al campamento.
Exo 16:14 Y al evaporarse la capa de rocío apareció sobre el suelo del desierto una cosa menuda, como granos, parecida a la escarcha de la tierra.
Exo 16:15 Cuando los israelitas la vieron, se decían unos a otros: «¿Qué es esto?» Pues no sabían lo que era. Moisés les dijo: «Este es el pan que Yahveh os da por alimento.
Exo 16:16 He aquí lo que manda Yahveh: Que cada uno recoja cuanto necesite para comer, un gomor por cabeza, según el número de los miembros de vuestra familia; cada uno recogerá para la gente de su tienda.»
Exo 16:17 Así lo hicieron los israelitas; unos recogieron mucho y otros poco.
Exo 16:18 Pero cuando lo midieron con el gomor, ni los que recogieron poco tenían de menos. Cada uno había recogido lo que necesitaba para su sustento.
Exo 16:19 Moisés les dijo: «Que nadie guarde nada para el día siguiente.»
Exo 16:20 Pero no obedecieron a Moisés, y algunos guardaron algo para el día siguiente; pero se llenó de gusanos y se pudrió; y Moisés se irritó contra ellos.
Exo 16:21 Lo recogían por las mañanas, cada cual según lo que necesitaba; y luego, con el calor del sol, se derretía.
Exo 16:22 El día sexto recogieron doble ración, dos gomor por persona. Todos los jefes de la comunidad fueron a decírselo a Moisés;
Exo 16:23 él les respondió: «Esto es lo que manda Yahveh: Mañana es sábado, día de descanso consagrado a Yahveh. Coced lo que se deba cocer, hervid lo que se tenga que hervir; y lo sobrante, guardadlo como reserva para mañana.»
Exo 16:24 Ellos lo guardaron para el día siguiente, según la orden de Moisés; y no se pudrió, ni se agusanó.
Exo 16:25 Dijo entonces Moisés: «Hoy comeréis esto, porque es sábado de Yahveh; y en tal día no hallaréis nada en el campo.
Exo 16:26 Seis días podéis recogerlo, pero el día séptimo, que es sábado, no habrá nada.»
Exo 16:27 A pesar de todo, salieron algunos del pueblo a recogerlo el séptimo día, pero no encontraron nada.
Exo 16:28 Yahveh dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo os negaréis a guardar mi mandatos y mis leyes?
Exo 16:29 Mirad que Yahveh os ha puesto el sábado; por eso el día sexto os da ración para dos días. Quédese cada uno en su sitio, y que nadie se mueva de su lugar el día séptimo.»
Exo 16:30 Y el día séptimo descansó el pueblo.
Exo 16:31 La casa de Israel lo llamó maná. Era como semilla de cilantro, blanco, y con sabor a torta de miel.
Exo 16:32 Dijo Moisés: «Esto manda Yahveh: Llenad un gomor de maná, y conservadlo, para vuestros descendientes, para que vean el pan con que os alimenté en el desierto cuando os saqué del país de Egipto.»
Exo 16:33 Dijo, pues, Moisés a Aarón: «Toma una vasija, pon en ella un gomor lleno de maná, y colócalo ante Yahveh, a fin de conservarlo para vuestros descendientes.»
Exo 16:34 Tal como Yahveh se lo mandó a Moisés, Aarón lo puso ante el Testimonio para conservarlo.
Exo 16:35 Los israelitas comieron el maná por espacio de cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada. Lo estuvieron comiendo hasta que llegaron a los confines del país de Canaán.
Exo 16:36 El gomor es la décima parte de la medida.

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Capítulo 17

17:1

Y TODA la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin, por sus jornadas, al mandamiento de el Altísimo, y asentaron el campo en Rephidim: y no había agua para que el pueblo bebiese.

17:2

Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿por qué tentáis á el Altísimo?

17:3

Así que el pueblo tuvo allí sed de agua, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed á nosotros, y á nuestros hijos y á nuestros ganados?

m No heroísmo sino confianza  -   

17:4

Entonces clamó Moisés á el Altísimo, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? de aquí á un poco me apedrearán.

17:5

Y el Altísimo dijo á Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara, con que heriste el río, y ve:

17:6

He aquí que yo estoy delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y herirás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel.

17:7

Y llamó el nombre de aquel lugar Massah y Meribah, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron á el Altísimo, diciendo: ¿Está, pues, el Altísimo entre nosotros, ó no?

17:8

Y vino Amalec y peleó con Israel en Rephidim.

17:9

Y dijo Moisés á Josué: Escógenos varones, y sal, pelea con Amalec: mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano.

17:10

E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando con Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron á la cumbre del collado.

17:11

Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec.

17:12

Y las manos de Moisés estaban pesadas; por lo que tomaron una piedra, y pusiéronla debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sustentaban sus manos, el uno de una parte y el otro de otra; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol.

17:13

Y Josué deshizo á Amalec y á su pueblo á filo de espada.

17:14

Y el Altísimo dijo á Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y di á Josué que del todo tengo de raer la memoria de Amalec de debajo del cielo.

17:15

Y Moisés edificó un altar, y llamó su nombre el Altísimo-nissi;

17:16

Y dijo: Por cuanto la mano sobre el trono de el Altísimo, el Altísimo tendrá guerra con Amalec de generación en generación.

 

Exo 17:1 Toda la comunidad de los israelitas partió del desierto de Sin, a la orden de Yahveh, para continuar sus jornadas; y acamparon en Refidim, donde el pueblo no encontró agua para beber.
Exo 17:2 El pueblo entonces se querelló contra Moisés, diciendo: «Danos agua para beber.» Respondióles Moisés: «¿Por qué os querelláis conmigo? ¿Por qué tentáis a Yahveh?»
Exo 17:3 Pero el pueblo, torturado por la sed, siguió murmurando contra Moisés: «¿Nos has hecho salir de Egipto para hacerme morir de sed, a mí, a mis hijos y a mis ganados?»
Exo 17:4 Clamó Moisés a Yahveh y dijo: «¿ Qué puedo hacer con este pueblo? Poco falta para que me apedreen.»
Exo 17:5 Respondió Yahveh a Moisés: «Pasa delante del pueblo, llevando contigo algunos de los ancianos de Israel; lleva también en tu mano el cayado con que golpeaste el Río y vete,
Exo 17:6 que allí estaré yo ante ti, sobre la piña, en Horeb; golpearás la peña, y saldrá de ella agua para que beba el pueblo.» Moisés lo hizo así a la vista de los ancianos de Israel.
Exo 17:7 Aquel lugar se llamó Massá y Meribá, a causa de la querella de los israelitas, y por haber tentado a Yahveh, diciendo: «¿Está Yahveh entre nosotros o no?»
Exo 17:8 Vinieron los amalecitas y atacaron a Israel en Refidim.
Exo 17:9 Moisés dijo a Josué: «Elígete algunos hombres, y sal mañana a combatir contra Amalec. Yo me pondré en la cima del monte, con el cayado de Dios en mi mano.»
Exo 17:10 Josué cumplió las órdenes de Moisés, y salió a combatir contra Amalec. Mientras tanto, Moisés, Aarón y Jur subieron a la cima del monte.
Exo 17:11 Y sucedió que, mientras Moisés tenía alzadas las manos, prevalecía Israel; pero cuando las bajaba, prevalecía Amalec.
Exo 17:12 Se le cansaron las manos a Moisés, y entonces ellos tomaron una piedra y se la pusieron debajo; él se sentó sobre ella, mientras Aarón y Jur le sostenían las manos, uno a un lado y otro al otro. Y así resistieron sus manos hasta la puesta del sol.
Exo 17:13 Josué derrotó a Amalec y a su pueblo a filo de espada.
Exo 17:14 Yahveh dijo Moisés: «Escribe esto en un libro para que sirva de recuerdo, y haz saber a Josué que yo borraré por completo la memoria de Amalec de debajo de los cielos.»
Exo 17:15 Después edificó Moisés un altar, al que puso por nombre Yahveh Nissí
Exo 17:16 diciendo: «La bandera de Yahveh en la mano; Yahveh está en guerra con Amalec de generación en generación.»

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Capítulo 18

18:1

Y OYÓ Jethro, sacerdote de Madián, suegro de Moisés, todas las cosas que Dios había hecho con Moisés, y con Israel su pueblo, y cómo el Altísimo había sacado á Israel de Egipto:

18:2

Y tomó Jethro, suegro de Moisés á Séphora la mujer de Moisés, después que él la envió,

18:3

Y á sus dos hijos; el uno se llamaba Gersóm, porque dijo: Peregrino he sido en tierra ajena;

18:4

Y el otro se llamaba Eliezer, porque dijo, El Dios de mi padre me ayudó, y me libró del cuchillo de Faraón.

18:5

Y Jethro el suegro de Moisés, con sus hijos y su mujer, llegó á Moisés en el desierto, donde tenía el campo junto al monte de Dios;

18:6

Y dijo á Moisés: Yo tu suegro Jethro vengo á ti, con tu mujer, y sus dos hijos con ella.

18:7

Y Moisés salió á recibir á su suegro, é inclinóse, y besólo: y preguntáronse el uno al otro cómo estaban, y vinieron á la tienda.

18:8

Y Moisés contó á su suegro todas las cosas que el Altísimo había hecho á Faraón y á los Egipcios por amor de Israel, y todo el trabajo que habían pasado en el camino, y cómo los había librado el Altísimo.

18:9

Y alegróse Jethro de todo el bien que el Altísimo había hecho á Israel, que lo había librado de mano de los Egipcios.

18:10

Y Jethro dijo: Bendito sea el Altísimo, que os libró de mano de los Egipcios, y de la mano de Faraón, y que libró al pueblo de la mano de los Egipcios.

18:11

Ahora conozco que el Altísimo es grande más que todos los dioses; hasta en lo que se ensoberbecieron contra ellos.

18:12

Y tomó Jethro, suegro de Moisés, holocaustos y sacrificios para Dios: y vino Aarón y todos los ancianos de Israel á comer pan con el suegro de Moisés delante de Dios.

18:13

Y aconteció que otro día se sentó Moisés á juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde.

18:14

Y viendo el suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta la tarde?

18:15

Y Moisés respondió á su suegro: Porque el pueblo viene á mí para consultar á Dios:

18:16

Cuando tienen negocios, vienen á mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de Dios y sus leyes.

18:17

Entonces el suegro de Moisés le dijo: No haces bien:

18:18

Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el negocio es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo.

18:19

Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios será contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los negocios á Dios.

18:20

Y enseña á ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde anden, y lo que han de hacer.

18:21

Además inquiere tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y constituirás á éstos sobre ellos caporales sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta y sobre diez.

18:22

Los cuales juzgarán al pueblo en todo tiempo; y será que todo negocio grave lo traerán á ti, y ellos juzgarán todo negocio pequeño: alivia así la carga de sobre ti, y llevarla han ellos contigo.

18:23

Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás persistir, y todo este pueblo se irá también en paz á su lugar.

18:24

Y oyó Moisés la voz de su suegro, é hizo todo lo que dijo.

18:25

Y escogió Moisés varones de virtud de todo Israel, y púsolos por cabezas sobre el pueblo, caporales sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez.

18:26

Y juzgaban al pueblo en todo tiempo: el negocio árduo traíanlo á Moisés, y ellos juzgaban todo negocio pequeño.

18:27

Y despidió Moisés á su suegro, y fuése á su tierra.

 

Exo 18:1 Jetró, sacerdote de Madián, suegro de Moisés, se enteró de lo que había hecho Dios en favor de Moisés y de Israel, su pueblo, y cómo Yahveh había sacado a Israel de Egipto.
Exo 18:2 Entonces Jetró, suegro de Moisés, tomó a Séfora, mujer de Moisés, a la que Moisés había despedido,
Exo 18:3 y a sus hijos; el uno se llamaba Guersom, pues Moisés dijo: «Forastero soy en tierra extraña,»
Exo 18:4 y el otro se llamaba Eliezer, pues dijo Moisés: «El Dios de mi padre es mi protector y me ha librado de la espada de Faraón.»
Exo 18:5 Llegó, pues, Jetró, suegro de Moisés, con los hijos y la mujer de Moisés, al desierto, donde estaba acampado junto al monte de Dios.
Exo 18:6 Y dijo a Moisés: Yo, Jetró, tu suegro, vengo a ti con tu mujer y sus dos hijos.»
Exo 18:7 Moisés salió al encuentro de su suegro, se postró y le besó. Se saludaron ambos y entraron en la tienda.
Exo 18:8 Moisés contó a su suegro todo lo que Yahveh había hecho a Faraón y a los egipcios, en favor de Israel; todos los trabajos sufridos en el camino y cómo Yahveh les había librado de ellos.
Exo 18:9 Jetró se alegró de todo el bien que Yahveh había hecho a Israel, librándole de la mano de los egipcios.
Exo 18:10 Y dijo Jetró: «¡Bendito sea Yahveh, que os ha librado de la mano de los egipcios y de la mano de Faraón y ha salvado al pueblo del poder de los egipcios!
Exo 18:11 Ahora reconozco que Yahveh es más grande que todos los dioses...»
Exo 18:12 Después Jetró, suegro de Moisés, ofreció un holocausto y sacrificios a Dios; y Aarón y todos los ancianos de Israel fueron a comer con el suegro de Moisés en presencia de Dios.
Exo 18:13 Al día siguiente, se sentó Moisés para juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo ante Moisés desde la mañana hasta la noche.
Exo 18:14 El suegro de Moisés vio el trabajo que su yerno se imponía por el pueblo, y dijo: «¿Cómo haces eso con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo haciendo que todo el pueblo tenga que permanecer delante de ti desde la mañana hasta la noche?»
Exo 18:15 Contestó Moisés a su suegro: «Es que el pueblo viene a mí para consultar a Dios.
Exo 18:16 Cuando tienen un pleito, vienen a mí; yo dicto sentencia entre unos y otros, y les doy a conocer los preceptos de Dios y sus leyes.»
Exo 18:17 Entonces el suegro de Moisés le dijo: «No está bien lo que estás haciendo.
Exo 18:18 Acabarás agotándote, tú y este pueblo que está contigo; porque este trabajo es superior a tus fuerzas; no podrás hacerlo tú solo.
Exo 18:19 Así que escúchame; te voy a dar un consejo, y Dios estará contigo. Sé tú el representante del pueblo delante de Dios y lleva ante Dios sus asuntos.
Exo 18:20 Enséñales los preceptos y las leyes, dales a conocer el camino que deben seguir y las obras que han de practicar.
Exo 18:21 Pero elige de entre el pueblo hombres capaces, temerosos de Dios, hombres fieles e incorruptibles, y ponlos al frente del pueblo como jefes de mil, jefes de ciento, jefes de cincuenta y jefes de diez.
Exo 18:22 Ellos juzgarán al pueblo en todo momento; te presentarán a ti los asuntos más graves, pero en los asuntos de menor importancia, juzgarán ellos. Así se aliviará tu carga, pues ellos te ayudarán a llevarla.
Exo 18:23 Si haces esto, Dios te comunicará sus órdenes, tú podrás resistir, y todo este pueblo por su parte podrá volver en paz a su lugar.»
Exo 18:24 Escuchó Moisés la voz de su suegro e hizo todo lo que le había dicho.
Exo 18:25 Eligió, pues, hombres capaces de entre todo Israel, y los puso al frente del pueblo, como jefes de mil, jefes de ciento, jefes de cincuenta, y jefes de diez.
Exo 18:26 Estos juzgaban al pueblo en todo momento; los asuntos graves se los presentaban a Moisés, mas en todos los asuntos menores juzgaban por sí mismos.
Exo 18:27 Después Moisés despidió a su suegro, que se volvió a su tierra.

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Capítulo 19

19:1

AL mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en aquel día vinieron al desierto de Sinaí.

19:2

Porque partieron de Rephidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y asentaron en el desierto; y acampó allí Israel delante del monte.

19:3

Y Moisés subió á Dios; y el Altísimo lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás á la casa de Jacob, y denunciarás á los hijos de Israel:

19:4

Vosotros visteis lo que hice á los Egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído á mí.

19:5

Ahora pues, si diereis oído á mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.

19:6

Y vosotros seréis mi reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás á los hijos de Israel.

19:7

Entonces vino Moisés, y llamó á los ancianos del pueblo, y propuso en presencia de ellos todas estas palabras que el Altísimo le había mandado.

19:8

Y todo el pueblo respondió á una, y dijeron: Todo lo que el Altísimo ha dicho haremos. Y Moisés refirió las palabras del pueblo á el Altísimo.

19:9

Y el Altísimo dijo á Moisés: He aquí, yo vengo á ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo, y también para que te crean para siempre. Y Moisés denunció las palabras del pueblo á el Altísimo.

19:10

Y el Altísimo dijo á Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana, y laven sus vestidos;

19:11

Y estén apercibidos para el día tercero, porque al tercer día el Altísimo descenderá, á ojos de todo el pueblo, sobre el monte de Sinaí.

19:12

Y señalarás término al pueblo en derredor, diciendo: Guardaos, no subáis al monte, ni toquéis á su término: cualquiera que tocare el monte, de seguro morirá:

19:13

No le tocará mano, mas será apedreado ó asaeteado; sea animal ó sea hombre, no vivirá. En habiendo sonado largamente la bocina, subirán al monte.

19:14

Y descendió Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo; y lavaron sus vestidos.

19:15

Y dijo al pueblo: Estad apercibidos para el tercer día; no lleguéis á mujer.

19:16

Y aconteció al tercer día cuando vino la mañana, que vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y estremecióse todo el pueblo que estaba en el real.

19:17

Y Moisés sacó del real al pueblo á recibir á Dios; y pusiéronse á lo bajo del monte.

19:18

Y todo el monte de Sinaí humeaba, porque el Altísimo había descendido sobre él en fuego: y el humo de él subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremeció en gran manera.

19:19

Y el sonido de la bocina iba esforzándose en extremo: Moisés hablaba, y Dios le respondía en voz.

19:20

Y descendió el Altísimo sobre el monte de Sinaí, sobre la cumbre del monte: y llamó el Altísimo á Moisés á la cumbre del monte, y Moisés subió.

19:21

Y el Altísimo dijo á Moisés: Desciende, requiere al pueblo que no traspasen el término por ver á el Altísimo, porque caerá multitud de ellos.

19:22

Y también los sacerdotes que se llegan á el Altísimo, se santifiquen, porque el Altísimo no haga en ellos estrago.

19:23

Y Moisés dijo á el Altísimo: El pueblo no podrá subir al monte de Sinaí, porque tú nos has requerido diciendo: Señala términos al monte, y santifícalo.

19:24

Y el Altísimo le dijo: Ve, desciende, y subirás tú, y Aarón contigo: mas los sacerdotes y el pueblo no traspasen el término por subir á el Altísimo, porque no haga en ellos estrago.

19:25

Entonces Moisés descendió al pueblo y habló con ellos.

 

Exo 19:1 Al tercer mes después de la salida de Egipto, ese mismo día, llegaron los hijos de Israel al desierto de Sinaí.
Exo 19:2 Partieron de Refidim, y al llegar al desierto de Sinaí acamparon en el desierto. Allí acampó Israel frente al monte.
Exo 19:3 Moisés subió hacia Dios. Yahveh le llamó desde el monte, y le dijo: «Así dirás a la casa de Jacob y esto anunciarás a los hijos de Israel:
Exo 19:4 "Ya habéis visto lo que he hecho con los egipcios, y cómo a vosotros os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mí.
Exo 19:5 Ahora, pues, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi alianza, vosotros seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra;
Exo 19:6 seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa." Estas son las palabras que has de decir a los hijos de Israel.»
Exo 19:7 Fue, pues, Moisés y convocó a los ancianos del pueblo y les expuso todas estas palabras que Yahveh le había mandado.
Exo 19:8 Todo el pueblo a una respondió diciendo: «Haremos todo cuanto ha dicho Yahveh.» Y Moisés llevó a Yahveh la respuesta del pueblo.
Exo 19:9 Dijo Yahveh a Moisés: «Mira: Voy a presentarme a ti en una densa nube para que el pueblo me oiga hablar contigo, y así te dé crédito para siempre.» Y Moisés refirió a Yahveh las palabras del pueblo.
Exo 19:10 Yahveh dijo a Moisés: «Ve donde el pueblo y haz que se santifiquen hoy y mañana; que laven sus vestidos
Exo 19:11 y estén preparados para el tercer día; porque al día tercero descenderá Yahveh a la vista de todo el pueblo sobre el monte Sinaí.
Exo 19:12 Deslinda el contorno de la montaña, y di: Guardaos de subir al monte y aun de tocar su falda. Todo aquel que toque el monte morirá.
Exo 19:13 Pero nadie pondrá la mano sobre el culpable, sino que será lapidado o asaeteado; sea hombre o bestia, no quedará con vida. Cuando resuene el cuerno, subirán ellos al monte.»
Exo 19:14 Bajó, pues, Moisés del monte, adonde estaba el pueblo, y ellos lavaron sus vestidos.
Exo 19:15 Y dijo al pueblo: «Estad preparados para el tercer día, y absteneos de mujer.»
Exo 19:16 Al tercer día, al rayar el alba, hubo truenos y relámpagos y una densa nube sobre el monte y un poderoso resonar de trompeta; y todo el pueblo que estaba en el campamento se echó a temblar.
Exo 19:17 Entonces Moisés hizo salir al pueblo del campamento para ir al encuentro de Dios, y se detuvieron al pie del monte.
Exo 19:18 Todo el monte Sinaí humeaba, porque Yahveh había descendido sobre él en el fuego. Subía el humo como de un horno, y todo el monte retemblaba con violencia.
Exo 19:19 El sonar de la trompeta se hacía cada vez más fuerte; Moisés hablaba y Dios le respondía con el trueno.
Exo 19:20 Yahveh bajó al monte Sinaí, a la cumbre del monte; llamó Yahveh a Moisés a la cima de la montaña y Moisés subió.
Exo 19:21 Dijo Yahveh a Moisés: «Baja y conjura al pueblo que no traspase las lindes para ver a Yahveh, porque morirían muchos de ellos;
Exo 19:22 aun los sacerdotes que se acercan a Yahveh deben santificarse para que Yahveh no irrumpa contra ellos.»
Exo 19:23 Moisés respondió a Yahveh: «El pueblo no podrá subir al monte Sinaí, porque tú nos lo has prohibido, diciendo: Señala un límite alrededor del monte y decláralo sagrado.»
Exo 19:24 Yahveh le dijo: «Anda, baja, y luego subes tú y Aarón contigo; pero los sacerdotes y el pueblo no traspasarán las lindes para subir hacia Yahveh a fin de que no irrumpa contra ellos."
Exo 19:25 Bajó, pues, Moisés adonde estaba el pueblo y les dijo...

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Capítulo 20

20:1

Y HABLÓ Dios todas estas palabras, diciendo:

20:2

Yo soy el Altísimo tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de siervos.

20:3

No tendrás dioses ajenos delante de mí.

20:4

No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra:

20:5

No te inclinarás á ellas, ni las honrarás; porque yo soy el Altísimo tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos, á los que me aborrecen,

20:6

Y que hago misericordia en millares á los que me aman, y guardan mis mandamientos.

20:7

No tomarás el nombre de el Altísimo tu Dios en vano; porque no dará por inocente el Altísimo al que tomare su nombre en vano.

20:8

Acordarte has del día del reposo, para santificarlo:

20:9

Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;

20:10

Mas el séptimo día será reposo para el Altísimo tu Dios: no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas:

20:11

Porque en seis días hizo el Altísimo los cielos y la tierra, la mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día: por tanto el Altísimo bendijo el día del reposo y lo santificó.

20:12

Honra á tu padre y á tu madre, porque tus días se alarguen en la tierra que el Altísimo tu Dios te da.

20:13

No matarás.

20:14

No cometerás adulterio.

20:15

No hurtarás.

20:16

No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.

20:17

No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.

20:18

Todo el pueblo consideraba las voces, y las llamas, y el sonido de la bocina, y el monte que humeaba: y viéndolo el pueblo, temblaron, y pusiéronse de lejos.

20:19

Y dijeron á Moisés: Habla tú con nosotros, que nosotros oiremos; mas no hable Dios con nosotros, porque no muramos.

20:20

Y Moisés respondió al pueblo: No temáis; que por probaros vino Dios, y porque su temor esté en vuestra presencia para que no pequéis.

20:21

Entonces el pueblo se puso de lejos, y Moisés se llegó á la osbcuridad en la cual estaba Dios.

20:22

Y el Altísimo dijo á Moisés: Así dirás á los hijos de Israel: Vosotros habéis visto que he hablado desde el cielo con vosotros.

20:23

No hagáis conmigo dioses de plata, ni dioses de oro os haréis.

20:24

Altar de tierra harás para mí, y sacrificarás sobre él tus holocaustos y tus pacíficos, tus ovejas y tus vacas: en cualquier lugar donde yo hiciere que esté la memoria de mi nombre, vendré á ti, y te bendeciré.

20:25

Y si me hicieres altar de piedras, no las labres de cantería; porque si alzares tu pico sobre él, tú lo profanarás.

20:26

Y no subirás por gradas á mi altar, porque tu desnudez no sea junto á él descubierta.

 

Exo 20:1 Entonces pronunció Dios todas estas palabras diciendo:
Exo 20:2 «Yo, Yahveh, soy tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre.
Exo 20:3 No habrá para ti otros dioses delante de mí.
Exo 20:4 No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra.
Exo 20:5 No te postrarás ante ellas ni les darás culto, porque yo Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian,
Exo 20:6 y tengo misericordia por millares con los que me aman y guardan mis mandamientos.
Exo 20:7 No tomarás en falso el nombre de Yahveh, tu Dios; porque Yahveh no dejará sin castigo a quien toma su nombre en falso.
Exo 20:8 Recuerda el día del sábado para santificarlo.
Exo 20:9 Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos,
Exo 20:10 pero el día séptimo es día de descanso para Yahveh, tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el forastero que habita en tu ciudad.
Exo 20:11 Pues en seis días hizo Yahveh el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto contienen, y el séptimo descansó; por eso bendijo Yahveh el día del sábado y lo hizo sagrado.
Exo 20:12 Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que Yahveh, tu Dios, te va a dar.
Exo 20:13 No matarás.
Exo 20:14 No cometerás adulterio.
Exo 20:15 No robarás.
Exo 20:16 No darás testimonio falso contra tu prójimo.
Exo 20:17 No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.»
Exo 20:18 Todo el pueblo percibía los truenos y relámpagos, el sonido de la trompeta y el monte humeante, y temblando de miedo se mantenía a distancia.
Exo 20:19 Dijeron a Moisés: «Habla tú con nosotros, que podremos entenderte, pero que no hable Dios con nosotros, no sea que muramos.»
Exo 20:20 Respondió Moisés al pueblo: «No temáis, pues Dios ha venido para poneros a prueba, para que su temor esté ante vuestros ojos, y no pequéis».
Exo 20:21 Y el pueblo se mantuvo a distancia, mientras Moisés se acercaba a la densa nube donde estaba Dios.
Exo 20:22 Dijo Yahveh a Moisés: Así dirás a los israelitas: Vosotros mismos habéis visto que os he hablado desde el cielo.
Exo 20:23 No haréis junto a mí dioses de plata, ni os haréis dioses de oro.
Exo 20:24 Hazme un altar de tierra para ofrecer sobre él tus holocaustos y tus sacrificios de comunión, tus ovejas y tus bueyes. En todo lugar donde haga yo memorable mi nombre, vendré a ti y te bendeciré.
Exo 20:25 Y si me haces un altar de piedra, no lo edificarás de piedras labradas; porque al alzar tu cincel sobre ella queda profanada.
Exo 20:26 Tampoco subirás por gradas a mi altar, para que no se descubra tu desnudez sobre él.

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Capítulo 21

21:1

Y ESTOS son los derechos que les propondrás.

21:2

Si comprares siervo hebreo, seis años servirá; mas al séptimo saldrá horro de balde.

21:3

Si entró solo, solo saldrá: si tenía mujer, saldrá él y su mujer con él.

21:4

Si su amo le hubiere dado mujer, y ella le hubiere parido hijos ó hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo.

21:5

Y si el siervo dijere: Yo amo á mi señor, á mi mujer y á mis hijos, no saldré libre:

21:6

Entonces su amo lo hará llegar á los jueces, y harále llegar á la puerta ó al poste; y su amo le horadará la oreja con lesna, y será su siervo para siempre.

21:7

Y cuando alguno vendiere su hija por sierva, no saldrá como suelen salir los siervos.

21:8

Si no agradare á su señor, por lo cual no la tomó por esposa, permitirle ha que se rescate, y no la podrá vender á pueblo extraño cuando la desechare.

21:9

Mas si la hubiere desposado con su hijo, hará con ella según la costumbre de las hijas.

21:10

Si le tomare otra, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el débito conyugal.

21:11

Y si ninguna de estas tres cosas hiciere, ella saldrá de gracia sin dinero.

21:12

El que hiriere á alguno, haciéndole así morir, él morirá.

21:13

Mas el que no armó asechanzas, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te señalaré lugar al cual ha de huir.

21:14

Además, si alguno se ensoberbeciere contra su prójimo, y lo matare con alevosía, de mi altar lo quitarás para que muera.

21:15

Y el que hiriere á su padre ó á su madre, morirá.

21:16

Asimismo el que robare una persona, y la vendiere, ó se hallare en sus manos, morirá.

21:17

Igualmente el que maldijere á su padre ó á su madre, morirá.

21:18

Además, si algunos riñeren, y alguno hiriere á su prójimo con piedra ó con el puño, y no muriere, pero cayere en cama;

21:19

Si se levantare y anduviere fuera sobre su báculo, entonces será el que le hirió absuelto: solamente le satisfará lo que estuvo parado, y hará que le curen.

21:20

Y si alguno hiriere á su siervo ó á su sierva con palo, y muriere bajo de su mano, será castigado:

21:21

Mas si durare por un día ó dos, no será castigado, porque su dinero es.

21:22

Si algunos riñeren, é hiriesen á mujer preñada, y ésta abortare, pero sin haber muerte, será penado conforme á lo que le impusiere el marido de la mujer y juzgaren los árbitros.

21:23

Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida,

21:24

Ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,

21:25

Quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.

21:26

Y cuando alguno hiriere el ojo de su siervo, ó el ojo de su sierva, y lo entortare, darále libertad por razón de su ojo.

21:27

Y si sacare el diente de su siervo, ó el diente de su sierva, por su diente le dejará ir libre.

21:28

Si un buey acorneare hombre ó mujer, y de resultas muriere, el buey será apedreado, y no se comerá su carne; mas el dueño del buey será absuelto.

21:29

Pero si el buey era acorneador desde ayer y antes de ayer, y á su dueño le fué hecho requerimiento, y no lo hubiere guardado, y matare hombre ó mujer, el buey será apedreado, y también morirá su dueño.

21:30

Si le fuere impuesto rescate, entonces dará por el rescate de su persona cuanto le fuere impuesto.

21:31

Haya acorneado hijo, ó haya acorneado hija, conforme á este juicio se hará con él.

21:32

Si el buey acorneare siervo ó sierva, pagará treinta siclos de plata su señor, y el buey será apedreado.

21:33

Y si alguno abriere hoyo, ó cavare cisterna, y no la cubriere, y cayere allí buey ó asno,

21:34

El dueño de la cisterna pagará el dinero, resarciendo á su dueño, y lo que fue muerto será suyo.

21:35

Y si el buey de alguno hiriere al buey de su prójimo, y éste muriere, entonces venderán el buey vivo, y partirán el dinero de él, y también partirán el muerto.

21:36

Mas si era notorio que el buey era acorneador de ayer y antes de ayer, y su dueño no lo hubiere guardado, pagará buey por buey, y el muerto será suyo.

 

Exo 21:1 Estas con las normas que has de dar:
Exo 21:2 Cuando compres un esclavo hebreo, servirá seis años, y el séptimo quedará libre sin pagar rescate.
Exo 21:3 Si entró solo, solo saldrá; si tenía mujer, su mujer saldrá con él.
Exo 21:4 Si su amo le dio mujer, y ella le dio a luz hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán del amo, y él saldrá solo.
Exo 21:5 Si el esclavo declara: «Yo quiero a mi señor, a mi mujer y a mis hijos; renuncio a la libertad»
Exo 21:6 su amo le llevará ante Dios y, arrimándolo a la puerta o a la jamba, su amo le horadará la oreja con una lezna; y quedará a su servicio para siempre.
Exo 21:7 Si un hombre vende a su hija por esclava, ésta no saldrá de la esclavitud como salen los esclavos.
Exo 21:8 Si no agrada a su señor que la había destinado para sí, éste permitirá su rescate; y no podrá venderla a gente extraña, tratándola con engaño.
Exo 21:9 Si la destina para su hijo, le dará el mismo trato que a sus hijas.
Exo 21:10 Si toma para sí otra mujer, no le disminuirá a la primera la comida, ni el vestido ni los derechos conyugales.
Exo 21:11 Y si no le da estas tres cosas, ella podrá salirse de balde sin pagar rescate.
Exo 21:12 El que hiera mortalmente a otro, morirá;
Exo 21:13 pero si no estaba al acecho, sino que Dios se lo puso al alcance de la mano, yo te señalaré un lugar donde éste pueda refugiarse.
Exo 21:14 Pero al que se atreva a matar a su prójimo con alevosía, hasta de mi altar le arrancarás para matarle.
Exo 21:15 El que pegue a su padre o a su madre morirá.
Exo 21:16 Quien rapte a una persona - la haya vendido o esté todavía en su poder - morirá.
Exo 21:17 Quien maldiga a su padre o a su madre morirá.
Exo 21:18 Si dos hombres riñen y uno hiere a otro con una piedra o con el puño, pero no muere, sino que, después de guardar cama,
Exo 21:19 puede levantarse y andar por la calle, apoyado en su bastón, el que le hirió quedará exculpado, pero pagará el tiempo perdido y los gastos de la curación completa.
Exo 21:20 Si un hombre golpea a su siervo o a su sierva con un palo y muere a sus manos, cae bajo la ley de venganza.
Exo 21:21 Pero si sobrevive un día o dos, no será vengado, pues lo había comprado con dinero.
Exo 21:22 Si unos hombres, en el curso de una riña, dan un golpe a una mujer encinta, y provocan el parto sin más daño, el culpable será multado conforme a lo que imponga el marido de la mujer y mediante arbitrio.
Exo 21:23 Pero si resultare daño, darás vida por vida,
Exo 21:24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,
Exo 21:25 quemadura por quemadura, herida por herida, cardenal por cardenal.
Exo 21:26 Si un hombre hiere a su siervo o a su sierva en el ojo y le deja tuerto, le dará libertad en compensación del ojo.
Exo 21:27 Si uno salta un diente a su siervo o a su sierva, le pondrá en libertad en compensación del diente.
Exo 21:28 Si un buey acornea a un hombre o a una mujer, y le causa la muerte, el buey será apedreado, y no se comerá su carne, pero el dueño del buey quedará exculpado.
Exo 21:29 Mas si el buey acorneaba ya desde tiempo atrás, y su dueño, aun advertido, no le vigiló, y ese buey mata a un hombre o a una mujer, el buey será apedreado, y también su dueño morirá.
Exo 21:30 Si se le impone un precio por ello, dará en rescate de su vida cuanto le impongan.
Exo 21:31 Si acornea a un muchacho o a una muchacha, se seguirá esta misma norma.
Exo 21:32 Si el buey acornea a un siervo o a una sierva, se pagarán treinta siclos de plata al dueño de ellos, y el buey será apedreado.
Exo 21:33 Si un hombre deja abierto un pozo, o si cava un pozo y no lo tapa, y cae en él un buey o un asno,
Exo 21:34 el propietario del pozo pagará al dueño de ellos el precio en dinero, y el animal muerto será suyo.
Exo 21:35 Si el buey de uno acornea al buey de otro, causándole la muerte, venderán el buey vivo y se repartirán el precio, repartiendo igualmente el buey muerto.
Exo 21:36 Pero si era notorio que el buey acorneaba desde tiempo atrás, y su dueño no le vigiló, pagará buey por buey y el buey muerto será suyo.
Exo 21:37 Si un hombre roba un buey o una oveja, y los mata o vende, pagará cinco bueyes por el buey, y cuatro ovejas por la oveja.

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Capítulo 22

22:1

CUANDO alguno hurtare buey ú oveja, y le degollare ó vendiere, por aquel buey pagará cinco bueyes, y por aquella oveja cuatro ovejas.

22:2

Si el ladrón fuere hallado forzando una casa, y fuere herido y muriere, el que le hirió no será culpado de su muerte.

22:3

Si el sol hubiere sobre él salido, el matador será reo de homicidio: el ladrón habrá de restituir cumplidamente; si no tuviere, será vendido por su hurto.

22:4

Si fuere hallado con el hurto en la mano, sea buey ó asno ú oveja vivos, pagará el duplo.

22:5

Si alguno hiciere pacer campo ó viña, y metiere su bestia, y comiere la tierra de otro, de lo mejor de su tierra y de lo mejor de su viña pagará.

22:6

Cuando rompiere un fuego, y hallare espinas, y fuere quemado montón, ó haza, ó campo, el que encendió el fuego pagará lo quemado.

22:7

Cuando alguno diere á su prójimo plata ó alhajas á guardar, y fuere hurtado de la casa de aquel hombre, si el ladrón se hallare, pagará el doble.

22:8

Si el ladrón no se hallare, entonces el dueño de la casa será presentado á los jueces, para ver si ha metido su mano en la hacienda de su prójimo.

22:9

Sobre todo negocio de fraude, sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido, sobre toda cosa perdida, cuando uno dijere: Esto es mío, la causa de ambos vendrá delante de los jueces; y el que los jueces condenaren, pagará el doble á su prójimo.

22:10

Si alguno hubiere dado á su prójimo asno, ó buey, ú oveja, ó cualquier otro animal á guardar, y se muriere ó se perniquebrare, ó fuere llevado sin verlo nadie;

22:11

Juramento de el Altísimo tendrá lugar entre ambos de que no echó su mano á la hacienda de su prójimo: y su dueño lo aceptará, y el otro no pagará.

22:12

Mas si le hubiere sido hurtado, resarcirá á su dueño.

22:13

Y si le hubiere sido arrebatado por fiera, traerle ha testimonio, y no pagará lo arrebatado.

22:14

Pero si alguno hubiere tomado prestada bestia de su prójimo, y fuere estropeada ó muerta, ausente su dueño, deberá pagar la.

22:15

Si el dueño estaba presente, no la pagará. Si era alquilada, él vendrá por su alquiler.

22:16

Y si alguno engañare á alguna doncella que no fuere desposada, y durmiere con ella, deberá dotarla y tomarla por mujer.

22:17

Si su padre no quisiere dársela, él le pesará plata conforme al dote de las vírgenes.

22:18

A la hechicera no dejarás que viva.

22:19

Cualquiera que tuviere ayuntamiento con bestia, morirá.

22:20

El que sacrificare á dioses, excepto á sólo el Altísimo, será muerto.

22:21

Y al extranjero no engañarás, ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.

22:22

A ninguna viuda ni huérfano afligiréis.

22:23

Que si tú llegas á afligirle, y él á mí clamare, ciertamente oiré yo su clamor;

22:24

Y mi furor se encenderá, y os mataré á cuchillo, y vuestras mujeres serán viudas, y huérfanos vuestros hijos.

22:25

Si dieres á mi pueblo dinero emprestado, al pobre que está contigo, no te portarás con él como logrero, ni le impondrás usura.

22:26

Si tomares en prenda el vestido de tu prójimo, á puestas del sol se lo volverás:

22:27

Porque sólo aquello es su cubierta, es aquel el vestido para cubrir sus carnes, en el que ha de dormir: y será que cuando él á mí clamare, yo entonces le oiré, porque soy misericordioso.

22:28

No denostarás á los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.

22:29

No dilatarás la primicia de tu cosecha, ni de tu licor, me darás el primogénito de tus hijos.

22:30

Así harás con el de tu buey y de tu oveja: siete días estará con su madre, y al octavo día me lo darás.

22:31

Y habéis de serme varones santos: y no comeréis carne arrebatada de las fieras en el campo; á los perros la echaréis.

 

Exo 22:1 Si el ladrón, sorprendido al perforar la pared, es herido mortalmente, no habrá venganza de sangre.
Exo 22:2 Mas si esto sucede salido ya el sol, su sangre será vengada. - Debe restituir; si no tiene con qué, será vendido para restituir por su robo.
Exo 22:3 Si lo robado, sea buey, asno u oveja, fuere hallado vivo en su poder, restituirá el doble.
Exo 22:4 Si un hombre causa daño en un campo o en una viña, dejando suelto su ganado de modo que pazca en campo ajeno, restituirá con lo mejor de su propio campo y lo mejor de su propia viña.
Exo 22:5 Si se declara un fuego, y se incrementa con zarzales de modo que se abrasen las hacinas, la mies, o el campo, el autor del incendio deberá resarcir el daño.
Exo 22:6 Cuando un hombre dé a otro dinero o utensilios en depósito para que se lo guarde, y son robados de la casa de éste, el ladrón, si es hallado, restituirá el doble.
Exo 22:7 Pero si no es hallado, el dueño de la casa se presentará ante Dios para declarar que no ha puesto su mano sobre los bienes de su prójimo.
Exo 22:8 En todo caso delictivo, ya se trate de buey, asno, oveja, ropa o de cualquier cosa desaparecida, de la que uno diga: «Es esto», la causa de ambos se llevará ante Dios; y aquel a quien Dios declare culpable, restituirá el doble a su prójimo.
Exo 22:9 Si un hombre entrega a otro un asno, buey, oveja, o cualquier otro animal para su custodia, y éstos mueren o sufren daño o son robados sin que nadie lo vea,
Exo 22:10 mediará entre los dos el juramento de Yahveh para atestiguar que el depositario no ha puesto su mano sobre la hacienda de su prójimo; el dueño tomará lo que quede y el otro no tendrá que restituir.
Exo 22:11 Pero si el animal le ha sido robado estando él cerca, restituirá a su dueño.
Exo 22:12 Si el animal ha sido despedazado, que traiga como testimonio los despojos y no tendrá que restituir.
Exo 22:13 Si un hombre pide a otro que le preste un ganado y éste sufre un daño o muere, en ausencia de su dueño, tendrá que restituir.
Exo 22:14 Si estaba presente su dueño, nada se restituirá. Si lo había alquilado, el dueño recibirá el precio del alquiler.
Exo 22:15 Si un hombre seduce a una virgen, no desposada, y se acuesta con ella, le pagará la dote, y la tomará por mujer.
Exo 22:16 Y si el padre de ella no quiere dársela, el seductor pagará el dinero de la dote de las vírgenes.
Exo 22:17 A la hechicera no la dejarás con vida.
Exo 22:18 Todo el que peque con bestia, morirá.
Exo 22:19 El que ofrece sacrificios a otros dioses, será entregado al anatema.
Exo 22:20 No maltratarás al forastero, ni le oprimirás, pues forasteros fuisteis vosotros en el país de Egipto.
Exo 22:21 No vejarás a viuda ni a huérfano.
Exo 22:22 Si le vejas y clama a mí, no dejaré de oír su clamor,
Exo 22:23 se encenderá mi ira y os mataré a espada; vuestras mujeres quedarán viudas y vuestros hijos huérfanos.
Exo 22:24 Si prestas dinero a uno de mi pueblo, al pobre que habita contigo, no serás con él un usurero; no le exigiréis interés.
Exo 22:25 Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás al ponerse el sol,
Exo 22:26 porque con él se abriga; es el vestido de su cuerpo. ¿Sobre qué va a dormir, si no? Clamará a mí, y yo le oiré, porque soy compasivo.
Exo 22:27 No blasfemarás contra Dios, ni maldecirás al principal de tu pueblo.
Exo 22:28 No tardarás en ofrecerme de tu abundancia y de tus jugos. Me darás el primogénito de tus hijos.
Exo 22:29 Lo mismo has de hacer con el de tus vacas y ovejas. Siete días estará con su madre, y al octavo me lo darás.
Exo 22:30 Hombres santos seréis para mí. No comáis la carne despedazada por una fiera en el campo; echádsela a los perros.

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Capítulo 23

23:1

NO admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso.

23:2

No seguirás á los muchos para mal hacer; ni responderás en litigio inclinándote á los más para hacer agravios;

23:3

Ni al pobre distinguirás en su causa.

23:4

Si encontrares el buey de tu enemigo ó su asno extraviado, vuelve á llevárselo.

23:5

Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás entonces desamparado? Sin falta ayudarás con él á levantarlo.

23:6

No pervertirás el derecho de tu mendigo en su pleito.

23:7

De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío.

23:8

No recibirás presente; porque el presente ciega á los que ven, y pervierte las palabras justas.

23:9

Y no angustiarás al extranjero: pues vosotros sabéis cómo se halla el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.

23:10

Seis años sembrarás tu tierra, y allegarás su cosecha:

23:11

Mas el séptimo la dejarás vacante y soltarás, para que coman los pobres de tu pueblo; y de lo que quedare comerán las bestias del campo; así harás de tu viña y de tu olivar.

23:12

Seis días harás tus negocios, y al séptimo día holgarás, á fin que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero.

23:13

Y en todo lo que os he dicho seréis avisados. Y nombre de otros dioses no mentaréis, ni se oirá de vuestra boca.

23:14

Tres veces en el año me celebraréis fiesta.

23:15

La fiesta de los ázimos guardarás: Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo del mes de Abib; porque en él saliste de Egipto: y ninguno comparecerá vacío delante de mí:

23:16

También la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores que hubieres sembrado en el campo; y la fiesta de la cosecha á la salida del año, cuando habrás recogido tus labores del campo.

23:17

Tres veces en el año parecerá todo varón tuyo delante del Señor el Altísimo.

23:18

No ofrecerás con pan leudo la sangre de mi sacrificio, ni el sebo de mi víctima quedará de la noche hasta la mañana.

23:19

Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás á la casa de el Altísimo tu Dios. No guisarás el cabrito con la leche de su madre.

23:20

He aquí yo envío el Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.

23:21

Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión: porque mi nombre está en él.

23:22

Pero si en verdad oyeres su voz, é hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo á tus enemigos, y afligiré á los que te afligieren.

23:23

Porque mi Angel irá delante de ti, y te introducirá al Amorrheo, y al Hetheo, y al Pherezeo, y al Cananeo, y al Heveo, y al Jebuseo, á los cuales yo haré destruir.

23:24

No te inclinarás á sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrantarás enteramente sus estatuas.

23:25

Mas á el Altísimo vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.

23:26

No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo cumpliré el número de tus días.

23:27

Yo enviaré mi terror delante de ti, y consternaré á todo pueblo donde tú entrares, y te daré la cerviz de todos tus enemigos.

23:28

Yo enviaré la avispa delante de ti, que eche fuera al Heveo, y al Cananeo, y al Hetheo, de delante de ti:

23:29

No los echaré de delante de ti en un año, porque no quede la tierra desierta, y se aumenten contra ti las bestias del campo.

23:30

Poco á poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes la tierra por heredad.

23:31

Y yo pondré tu término desde el mar Bermejo hasta la mar de Palestina, y desde el desierto hasta el río: porque pondré en vuestras manos los moradores de la tierra, y tú los echarás de delante de ti.

23:32

No harás alianza con ellos, ni con sus dioses.

23:33

En tu tierra no habitarán, no sea que te hagan pecar contra mí sirviendo á sus dioses: porque te será de tropiezo.

 

Exo 23:1 No levantes testimonio falso, ni ayudes al malvado dando testimonio injusto.
Exo 23:2 No sigas a la mayoría para hacer el mal; ni te inclines en un proceso por la mayoría en contra de la justicia.
Exo 23:3 Tampoco favorecerás al pobre en su pleito.
Exo 23:4 Si encuentras el buey de tu enemigo o su asno extraviado, se lo llevarás.
Exo 23:5 Si ves caído bajo la carga el asno del que te aborrece, no rehúses tu ayuda. Acude a ayudarle.
Exo 23:6 No tuerzas el derecho de tu pobre en su pleito.
Exo 23:7 Aléjate de causas mentirosas, no quites la vida al inocente y justo; y no absuelvas al malvado.
Exo 23:8 No recibas regalos; porque el regalo ciega a los perspicaces y pervierte las causas justas.
Exo 23:9 No oprimas al forastero; ya sabéis lo que es ser forastero, porque forasteros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.
Exo 23:10 Seis años sembrarás tu tierra y recogerás su producto;
Exo 23:11 al séptimo la dejarás descansar y en barbecho, para que coman los pobres de tu pueblo, y lo que quede lo comerán los animales del campo. Harás lo mismo con tu viña y tu olivar.
Exo 23:12 Seis días harás tus trabajos, y el séptimo descansarás, para que reposen tu buey y tu asno, y tengan un respiro el hijo de tu sierva y el forastero.
Exo 23:13 Guardad todo lo que os he dicho. No invocarás el nombre de otros dioses: ni se oiga en vuestra boca.
Exo 23:14 Tres veces al año me celebrarás fiesta.
Exo 23:15 Guardarás la fiesta de los Ázimos. Durante siete días comerás ázimos, como te he mandado, en el tiempo señalado, en el mes de Abib; pues en él saliste de Egipto. Nadie se presentará delante de mí con las manos vacías.
Exo 23:16 También guardarás la fiesta de la Siega, de las primicias de tus trabajos, de lo que hayas sembrado en el campo; y la fiesta de la Recolección al término del año, al recoger del campo los frutos de tu trabajo.
Exo 23:17 Tres veces al año se presentarán tus varones delante de Yahveh, el Señor.
Exo 23:18 No ofrecerás la sangre de mi sacrificio con pan fermentado ni guardarás hasta el día siguiente la grasa de mi fiesta.
Exo 23:19 Llevarás a la Casa de Yahveh, tu Dios, las mejores primicias de tu suelo. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
Exo 23:20 He aquí que yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado.
Exo 23:21 Pórtate bien en su presencia y escucha su voz; no le seas rebelde, que no perdonará vuestras transgresiones, pues en él está mi Nombre.
Exo 23:22 Si escuchas atentamente su voz y haces todo lo que yo diga, tus enemigos serán mis enemigos y tus adversarios mis adversarios.
Exo 23:23 Mi ángel caminará delante de ti y te introducirá en el país de los amorreos, de los hititas, de los perizitas, de los cananeos, de los jivitas y de los jebuseos; y yo los exterminaré.
Exo 23:24 No te mostrarás ante sus dioses, ni les darás culto, ni imitarás su conducta; al contrario, los destruirás por completo y romperás sus estelas.
Exo 23:25 Vosotros daréis culto a Yahveh, vuestro Dios, yo bendeciré tu pan y tu agua. Y apartaré de ti las enfermedades.
Exo 23:26 No habrá en tu tierra mujer que aborte ni que sea estéril; y colmaré el número de tus días.
Exo 23:27 «Sembraré delante de ti mi terror; llenaré de turbación a todos los pueblos donde llegues; y haré que todos tus enemigos huyan ante ti.
Exo 23:28 Enviaré avispas delante de ti que ahuyentarán de tu presencia al jivita, al cananeo y al hitita.
Exo 23:29 No les expulsaré de tu presencia en un solo año, no sea que al quedar desierta la tierra se multipliquen contra ti las fieras del campo.
Exo 23:30 Les expulsaré de tu vista poco a poco, hasta que tú te multipliques y te apoderes de la tierra.
Exo 23:31 Y fijaré tus confines desde el mar de Suf hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el Río, pues entregaré en tus manos a los habitantes del país para que los arrojes de tu presencia.
Exo 23:32 No hagas pacto con ellos ni con sus dioses.
Exo 23:33 No habitarán en tu tierra, no sea que te hagan pecar contra mí, pues dando culto a sus dioses caerías en un lazo.»

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Capítulo 24

24:1

Y DIJO á Moisés: Sube á el Altísimo, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos.

24:2

Mas Moisés sólo se llegará á el Altísimo; y ellos no se lleguen cerca, ni suba con él el pueblo.

24:3

Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de el Altísimo, y todos los derechos: y todo el pueblo respondió á una voz, y dijeron: Ejecutaremos todas las palabras que el Altísimo ha dicho.

24:4

Y Moisés escribió todas las palabras de el Altísimo, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel.

24:5

Y envió á los mancebos de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y sacrificaron pacíficos á el Altísimo, becerros.

24:6

Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y púsola en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar.

24:7

Y tomó el libro de la alianza, y leyó á oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que el Altísimo ha dicho, y obedeceremos.

24:8

Entonces Moisés tomó la sangre, y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre de la alianza que el Altísimo ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.

24:9

Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel;

24:10

Y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno.

24:11

Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel: y vieron á Dios, y comieron y bebieron.

24:12

Entonces el Altísimo dijo á Moisés: Sube á mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarlos.

24:13

Y levantóse Moisés, y Josué su ministro; y Moisés subió al monte de Dios.

24:14

Y dijo á los ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos á vosotros: y he aquí Aarón y Hur están con vosotros: el que tuviere negocios, lléguese á ellos.

24:15

Entonces Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte.

24:16

Y la gloria de el Altísimo reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días: y al séptimo día llamó á Moisés de en medio de la nube.

24:17

Y el parecer de la gloria de el Altísimo era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, á los ojos de los hijos de Israel.

24:18

Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte: y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.

 

Exo 24:1 Dijo a Moisés: «Sube donde Yahveh, tú, Aarón, Nadab y Abihú, con setenta de los ancianos de Israel; os postraréis desde lejos.
Exo 24:2 Sólo Moisés se acercará a Yahveh; ellos no se acercarán. Tampoco el pueblo subirá con ellos.»
Exo 24:3 Vino, pues, Moisés y refirió al pueblo todas las palabras de Yahveh y todas sus normas. Y todo el pueblo respondió a una voz: «Cumpliremos todas las palabras que ha dicho Yahveh.»
Exo 24:4 Entonces escribió Moisés todas las palabras de Yahveh; y, levantándose de mañana, alzó al pie del monte un altar y doce estelas por las doce tribus de Israel.
Exo 24:5 Luego mandó a algunos jóvenes, de los israelitas, que ofreciesen holocaustos e inmolaran novillos como sacrificios de comunión para Yahveh.
Exo 24:6 Tomó Moisés la mitad de la sangre y la echó en vasijas; la otra mitad la derramó sobre el altar.
Exo 24:7 Tomó después el libro de la Alianza y lo leyó ante el pueblo, que respondió: «Obedeceremos y haremos todo cuanto ha dicho Yahveh.»
Exo 24:8 Entonces tomó Moisés la sangre, roció con ella al pueblo y dijo: «Esta es la sangre de la Alianza que Yahveh ha hecho con vosotros, según todas estas palabras.»
Exo 24:9 Moisés subió con Aarón, Nadab y Abihú y setenta de los ancianos de Israel,
Exo 24:10 y vieron al Dios de Israel. Bajo sus pies había como un pavimento de zafiro tan puro como el mismo cielo.
Exo 24:11 No extendió él su mano contra los notables de Israel, que vieron a Dios, comieron y bebieron.
Exo 24:12 Dijo Yahveh a Moisés: «Sube hasta mí, al monte; quédate allí, y te daré las tablas de piedra - la ley y los mandamientos - que tengo escritos para su instrucción.»
Exo 24:13 Se levantó Moisés, con Josué, su ayudante; y subieron al monte de Dios.
Exo 24:14 Dijo a los ancianos: «Esperadnos aquí que volvamos a vosotros. Ahí quedan con vosotros Aarón y Jur. El que tenga alguna cuestión que recurra a ellos.»
Exo 24:15 Y subió Moisés al monte. La nube cubrió el monte.
Exo 24:16 La gloria de Yahveh descansó sobre el monte Sinaí y la nube lo cubrió por seis días. Al séptimo día, llamó Yahveh a Moisés de en medio de la nube.
Exo 24:17 La gloria de Yahveh aparecía a la vista de los hijos de Israel como fuego devorador sobre la cumbre del monte.
Exo 24:18 Moisés entró dentro de la nube y subió al monte. Y permaneció Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.

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Capítulo 25

25:1

Y el Altísimo habló á Moisés, diciendo:

25:2

Di á los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda: de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda.

25:3

Y esta es la ofrenda que tomaréis de ellos: Oro, y plata, y cobre,

25:4

Y jacinto, y púrpura, y carmesí, y lino fino, y pelo de cabras,

25:5

Y cueros de carneros teñidos de rojo, y cueros de tejones, y madera de Sittim;

25:6

Aceite para la luminaria, especias para el aceite de la unción, y para el sahumerio aromático;

25:7

Piedras de onix, y piedras de engastes, para el ephod, y para el racional.

25:8

Y hacerme han un santuario, y yo habitaré entre ellos.

25:9

Conforme á todo lo que yo te mostrare, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus vasos, así lo haréis.

25:10

Harán también un arca de madera de Sittim, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio.

25:11

Y la cubrirás de oro puro; por dentro y por fuera la cubrirás; y harás sobre ella una cornisa de oro alrededor.

25:12

Y para ella harás de fundición cuatro anillos de oro, que pondrás á sus cuatro esquinas; dos anillos al un lado de ella, y dos anillos al otro lado.

25:13

Y harás unas varas de madera de Sittim, las cuales cubrirás de oro.

25:14

Y meterás las varas por los anillos á los lados del arca, para llevar el arca con ellas.

25:15

Las varas se estarán en los anillos del arca: no se quitarán de ella.

25:16

Y pondrás en el arca el testimonio que yo te daré.

25:17

Y harás una cubierta de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio.

25:18

Harás también dos querubines de oro, labrados á martillo los harás, en los dos cabos de la cubierta.

25:19

Harás, pues, un querubín al extremo de un lado, y un querubín al otro extremo del lado opuesto: de la calidad de la cubierta harás los querubines en sus dos extremidades.

25:20

Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas la cubierta: sus caras la una enfrente de la otra, mirando á la cubierta las caras de los querubines.

25:21

Y pondrás la cubierta encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré.

25:22

Y de allí me declararé á ti, y hablaré contigo de sobre la cubierta, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandaré para los hijos de Israel.

midrash Dios grande y pequeño -

25:23

Harás asimismo una mesa de madera de Sittim: su longitud será de dos codos, y de uu codo su anchura, y su altura de codo y medio.

25:24

Y la cubrirás de oro puro, y le has de hacer una cornisa de oro alrededor.

25:25

Hacerle has también una moldura alrededor, del ancho de una mano, á la cual moldura harás una cornisa de oro en circunferencia.

25:26

Y le harás cuatro anillos de oro, los cuales pondrás á las cuatro esquinas que corresponden á sus cuatro pies.

25:27

Los anillos estarán antes de la moldura, por lugares de las varas, para llevar la mesa.

25:28

Y harás las varas de madera de Sittim, y las cubrirás de oro, y con ellas será llevada la mesa.

25:29

Harás también sus platos, y sus cucharas, y sus cubiertas, y sus tazones, con que se libará: de oro fino los harás.

25:30

Y pondrás sobre la mesa el pan de la proposición delante de mí continuamente.

25:31

Harás además un candelero de oro puro; labrado á martillo se hará el candelero: su pie, y su caña, sus copas, sus manzanas, y sus flores, serán de lo mismo:

25:32

Y saldrán seis brazos de sus lados: tres brazos del candelero del un lado suyo, y tres brazos del candelero del otro su lado:

25:33

Tres copas en forma de almendras en el un brazo, una manzana y una flor; y tres copas, figura de almendras en el otro brazo, una manzana y una flor: así pues, en los seis brazos que salen del candelero:

25:34

Y en el candelero cuatro copas en forma de almendras, sus manzanas y sus flores.

25:35

Habrá una manzana debajo de los dos brazos de lo mismo, otra manzana debajo de los otros dos brazos de lo mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos de lo mismo, en conformidad á los seis brazos que salen del candelero.

25:36

Sus manzanas y sus brazos serán de lo mismo, todo ello una pieza labrada á martillo, de oro puro.

25:37

Y hacerle has siete candilejas, las cuales encenderás para que alumbren á la parte de su delantera:

25:38

También sus despabiladeras y sus platillos, de oro puro.

25:39

De un talento de oro fino lo harás, con todos estos vasos.

25:40

Y mira, y hazlos conforme á su modelo, que te ha sido mostrado en el monte.

 

Exo 25:1 Yahveh habló a Moisés diciendo:
Exo 25:2 Di a los israelitas que reserven ofrendas para mí. Me reservaréis la ofrenda de todo aquel a quien su corazón mueva.
Exo 25:3 De ellos reservaréis lo siguiente: oro, plata y bronce;
Exo 25:4 púrpura violeta y escarlata, carmesí, lino fino y pelo de cabra;
Exo 25:5 pieles de carnero teñidas de rojo, cueros finos y maderas de acacia;
Exo 25:6 aceite para el alumbrado, aromas para el óleo de la unción y para el incienso aromático;
Exo 25:7 piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y el pectoral.
Exo 25:8 Me harás un Santuario para que yo habite en medio de ellos.
Exo 25:9 Lo haréis conforme al modelo de la Morada y al modelo de todo su mobiliario que yo voy a mostrarte.
Exo 25:10 Harás un arca de madera de acacia de dos codos y medio de largo, codo y medio de ancho y codo y medio de alto.
Exo 25:11 La revestirás de oro puro; por dentro y por fuera la revestirás; y además pondrás en su derredor una moldura de oro.
Exo 25:12 Fundirás para ella cuatro anillas de oro, que pondrás en sus cuatro pies, dos anillas a un costado, y dos anillas al otro.
Exo 25:13 Harás también varales de madera de acacia, que revestirás de oro,
Exo 25:14 y los pasarás por las anillas de los costados del arca, para transportarla.
Exo 25:15 Los varales deben quedar en las anillas del arca, y no se sacarán de allí.
Exo 25:16 En el arca pondrás el Testimonio que yo te voy a dar.
Exo 25:17 Harás asimismo uno propiciatorio de oro puro, de dos codos y medio de largo y codo y medio de ancho.
Exo 25:18 Harás, además, dos querubines de oro macizo; los harás en los dos extremos del propiciatorio:
Exo 25:19 haz el primer querubín en un extremo y el segundo en el otro. Los querubines formarán un cuerpo con el propiciatorio, en sus dos extremos.
Exo 25:20 Estarán con las alas extendidas por encima, cubriendo con ellas el propiciatorio, uno frente al otro, con las caras vueltas hacia el propiciatorio.
Exo 25:21 Pondrás el propiciatorio encima del arca; y pondrás dentro del arca el Testimonio que yo te daré.
Exo 25:22 Allí me encontraré contigo; desde encima del propiciatorio, de en medio de los dos querubines colocados sobre el arca del Testimonio, te comunicaré todo lo que haya de ordenarte para los israelitas.
Exo 25:23 Harás una mesa de madera de acacia, de dos codos de largo, uno de ancho, y codo y medio de alto.
Exo 25:24 La revestirás de oro puro y le pondrás alrededor una moldura de oro.
Exo 25:25 Harás también en torno de ella un reborde de una palma de ancho, con una moldura de oro alrededor del mismo.
Exo 25:26 Le harás cuatro anillas de oro, y pondrás las anillas en los cuatro ángulos correspondientes a sus cuatro pies.
Exo 25:27 Estarán las anillas junto al reborde, para pasar por ellas los varales y transportar la mesa.
Exo 25:28 Harás los varales de madera de acacia y los revestirás de oro. Con ellos se transportará la mesa.
Exo 25:29 Harás también las fuentes, los vasos, los jarros y las tazas para las libaciones. De oro puro los harás.
Exo 25:30 Y sobre la mesa pondrás perpetuamente delante de mí el pan de la Presencia.
Exo 25:31 Harás también un candelabro de oro puro. Harás de oro macizo el candelabro, su pie y su tallo. Sus cálices - corolas y flores - formarán un cuerpo con él.
Exo 25:32 Saldrán seis brazos de sus lados: tres brazos de un lado y tres del otro.
Exo 25:33 El primer brazo tendrá tres cálices en forma de flor de almendro, con corola y flor; también el segundo brazo tendrá tres cálices en forma de flor de almendro, con corola y flor; y así los seis brazos que salen del candelabro.
Exo 25:34 En el mismo candelabro habrá cuatro cálices en forma de flor de almendro, con sus corolas y sus flores:
Exo 25:35 una corola debajo de los dos primeros brazos que forman cuerpo con el candelabro; una corola, debajo de los dos siguientes, y una corola, debajo de los dos últimos brazos; así con los seis brazos que salen del candelabro.
Exo 25:36 Las corolas y los brazos formarán un cuerpo con el candelabro. Todo ello formará un cuerpo de oro puro macizo.
Exo 25:37 Harás sus siete lámparas que colocarás encima de manera que den luz al frente.
Exo 25:38 Sus despabiladeras y sus ceniceros serán de oro puro.
Exo 25:39 Se empleará un talento de oro puro para hacer el candelabro con todos estos utensilios.
Exo 25:40 Fíjate para que lo hagas según los modelos que te han sido mostrados en el monte.

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Capítulo 26

26:1

Y HARÁS el tabernáculo de diez cortinas de lino torcido, cárdeno, y púrpura, y carmesí: y harás querubines de obra delicada.

26:2

La longitud de la una cortina de veintiocho codos, y la anchura de la misma cortina de cuatro codos: todas las cortinas tendrán una medida.

26:3

Cinco cortinas estarán juntas la una con la otra, y cinco cortinas unidas la una con la otra.

26:4

Y harás lazadas de cárdeno en la orilla de la una cortina, en el borde, en la juntura: y así harás en la orilla de la postrera cortina en la juntura segunda.

26:5

Cincuenta lazadas harás en la una cortina, y cincuenta lazadas harás en el borde de la cortina que está en la segunda juntura: las lazadas estarán contrapuestas la una á la otra.

26:6

Harás también cincuenta corchetes de oro, con los cuales juntarás las cortinas la una con la otra, y se formará un tabernáculo.

26:7

Harás asimismo cortinas de pelo de cabras para una cubierta sobre el tabernáculo; once cortinas harás.

26:8

La longitud de la una cortina será de treinta codos, y la anchura de la misma cortina de cuatro codos: una medida tendrán las once cortinas.

26:9

Y juntarás las cinco cortinas aparte y las otras seis cortinas separadamente; y doblarás la sexta cortina delante de la faz del tabernáculo.

26:10

Y harás cincuenta lazadas en la orilla de la una cortina, al borde en la juntura, y cincuenta lazadas en la orilla de la segunda cortina en la otra juntura.

26:11

Harás asimismo cincuenta corchetes de alambre, los cuales meterás por las lazadas: y juntarás la tienda, para que se haga una sola cubierta.

26:12

Y el sobrante que resulta en las cortinas de la tienda, la mitad de la una cortina que sobra, quedará á las espaldas del tabernáculo.

26:13

Y un codo de la una parte, y otro codo de la otra que sobra en la longitud de las cortinas de la tienda, cargará sobre los lados del tabernáculo de la una parte y de la otra, para cubrirlo.

26:14

Harás también á la tienda una cubierta de cueros de carneros, teñidos de rojo, y una cubierta de cueros de tejones encima.

26:15

Y harás para el tabernáculo tablas de madera de Sittim, que estén derechas.

26:16

La longitud de cada tabla será de diez codos, y de codo y medio la anchura de cada tabla.

26:17

Dos quicios tendrá cada tabla, trabadas la una con la otra; así harás todas las tablas del tabernáculo.

26:18

Harás, pues, las tablas del tabernáculo: veinte tablas al lado del mediodía, al austro.

26:19

Y harás cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas; dos basas debajo de la una tabla para sus dos quicios, y dos basas debajo de la otra tabla para sus dos quicios.

26:20

Y al otro lado del tabernáculo, á la parte del aquilón, veinte tablas;

26:21

Y sus cuarenta basas de plata: dos basas debajo de la una tabla, y dos basas debajo de la otra tabla.

26:22

Y para el lado del tabernáculo, al occidente, harás seis tablas.

26:23

Harás además dos tablas para las esquinas del tabernáculo en los dos ángulos posteriores;

26:24

Las cuales se unirán por abajo, y asimismo se juntarán por su alto á un gozne: así será de las otras dos que estarán á las dos esquinas.

26:25

De suerte que serán ocho tablas, con sus basas de plata, diez y seis basas; dos basas debajo de la una tabla, y dos basas debajo de la otra tabla.

26:26

Harás también cinco barras de madera de Sittim, para las tablas del un lado del tabernáculo,

26:27

Y cinco barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para el otro lado del tabernáculo, que está al occidente.

26:28

Y la barra del medio pasará por medio de las tablas, del un cabo al otro.

26:29

Y cubrirás las tablas de oro, y harás sus anillos de oro para meter por ellos las barras: también cubrirás las barras de oro.

26:30

Y alzarás el tabernáculo conforme á su traza que te fue mostrada en el monte.

26:31

Y harás también un velo de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y de lino torcido: será hecho de primorosa labor, con querubines:

26:32

Y has de ponerlo sobre cuatro columnas de madera de Sittim cubiertas de oro; sus capiteles de oro, sobre basas de plata.

26:33

Y pondrás el velo debajo de los corchetes, y meterás allí, del velo adentro, el arca del testimonio; y aquel velo os hará separación entre el lugar santo y el santísimo.

26:34

Y pondrás la cubierta sobre el arca del testimonio en el lugar santísimo.

26:35

Y pondrás la mesa fuera del velo, y el candelero enfrente de la mesa al lado del tabernáculo al mediodía; y pondrás la mesa al lado del aquilón.

26:36

Y harás á la puerta del tabernáculo una cortina de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, obra de bordador.

26:37

Y harás para la cortina cinco columnas de madera de Sittim, las cuales cubrirás de oro, con sus capiteles de oro: y hacerlas has de fundición cinco basas de metal.

 

Exo 26:1 Harás la Morada con diez tapices, de lino fino torzal, de púrpura violeta y escarlata y de carmesí; bordarás en ellos unos querubines.
Exo 26:2 La longitud de cada tapiz será de veintiocho codos y la anchura de cuatro. Todos los tapices tendrán las mismas medidas.
Exo 26:3 Cinco tapices estarán unidos entre sí y lo mismo los otros cinco.
Exo 26:4 Pondrás lazos de púrpura violeta en el borde del tapiz con que termina la primera serie, y lo mismo harás en el borde del tapiz con que termina el segundo conjunto.
Exo 26:5 Pondrás cincuenta lazos en el primer tapiz y otros cincuenta en el borde del último tapiz del segundo conjunto, correspondiéndose los lazos unos a otros.
Exo 26:6 Harás cincuenta broches de oro y con los broches enlazarás entre sí los tapices, para que la Morada forme un espacio único.
Exo 26:7 Tejerás también piezas de pelo de cabra para que a modo de tienda cubran la Morada. Tejerás once de estas piezas.
Exo 26:8 La longitud de cada pieza será de treinta codos; de cuatro, la anchura. Las once piezas tendrán las mismas medidas.
Exo 26:9 Juntarás cinco piezas en una parte y seis en la otra y doblarás la sexta pieza ante la fachada de la Tienda.
Exo 26:10 Harás cincuenta lazos en el borde de la última pieza del primer conjunto, y cincuenta lazos en el borde de la última pieza del segundo conjunto.
Exo 26:11 Harás cincuenta broches de bronce e introducirás los broches en los lazos, uniendo así la Tienda de modo que forme un espacio único.
Exo 26:12 Como las piezas de la Tienda exceden en amplitud, harás extender la mitad de la pieza excedente por detrás de la Morada.
Exo 26:13 Lo que excede en longitud de las piezas de la Tienda - un codo por cada lado - se extenderá a ambos lados de la Morada, a un lado y a otro, para cubrirla.
Exo 26:14 También harás para la Tienda un toldo de pieles de carnero teñidas de rojo; y encima otro toldo de cueros finos.
Exo 26:15 También harás para la Morada tableros de madera de acacia, y los pondrás de pie.
Exo 26:16 Cada tablero tendrá diez codos de largo y codo y medio de ancho.
Exo 26:17 Tendrá además dos espigas paralelas. Harás lo mismo para todos los tableros de la Morada.
Exo 26:18 Pondrás veinte de los tableros en el flanco del Négueb, hacia el sur.
Exo 26:19 Harás cuarenta basas de plata para colocarlas debajo de los veinte tableros: dos basas debajo de un tablero para sus dos espigas y dos basas debajo del otro tablero para sus dos espigas.
Exo 26:20 Para el segundo flanco de la Morada, la parte del norte, otros veinte tableros,
Exo 26:21 con sus cuarenta basas de plata: dos basas debajo de un tablero y dos basas debajo de otro tablero.
Exo 26:22 Para la parte posterior de la Morada, hacia el occidente, harás seis tableros;
Exo 26:23 y para los ángulos de la Morada, en su parte posterior, dos más,
Exo 26:24 que estarán unidos, desde abajo hasta arriba, hasta la primera anilla. Así se hará con los dos tableros destinados a los dos ángulos.
Exo 26:25 Serán, pues, ocho tableros con sus basas de plata; dieciséis basas, dos debajo del otro tablero.
Exo 26:26 Harás, además, cinco travesaños de madera de acacia para los tableros de un flanco de la Morada,
Exo 26:27 cinco travesaños para los tableros del otro flanco, y cinco travesaños para los tableros de la parte posterior de la Morada, hacia el occidente.
Exo 26:28 El travesaño central pasará a media altura de los tableros, de un extremo al otro.
Exo 26:29 Revestirás de oro los tableros y les harás anillas de oro, para pasar los travesaños. También revestirás de oro los travesaños.
Exo 26:30 Erigirás la Morada según la norma que te ha sido mostrada en el monte.
Exo 26:31 Harás un velo de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal; bordarás en él unos querubines.
Exo 26:32 Lo colgarás de cuatro postes de acacia, revestidos de oro, provistos de ganchos de oro y de sus cuatro basas de plata.
Exo 26:33 Colgarás el velo debajo de los broches; y allá, detrás del velo, llevarás el arca del Testimonio, y el velo os servirá para separar el Santo del Santo de los Santos.
Exo 26:34 Pondrás el propiciatorio sobre el arca del Testimonio, en el Santo de los Santos.
Exo 26:35 Fuera del velo colocarás la mesa, y frente a la mesa, en el lado meridional de la Morada, el candelabro; pondrás la mesa en el lado norte.
Exo 26:36 Harás para la entrada de la Tienda una cortina de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal, labor de recamador.
Exo 26:37 Para la cortina harás cinco postes de acacia, que revestirás de oro; sus ganchos serán también de oro, y fundirás para ellos cinco basas de bronce.

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Capítulo 27

27:1

HARÁS también altar de madera de Sittim de cinco codos de longitud, y de cinco codos de anchura: será cuadrado el altar, y su altura de tres codos.

27:2

Y harás sus cuernos á sus cuatro esquinas; los cuernos serán de lo mismo; y lo cubrirás de metal.

27:3

Harás también sus calderas para echar su ceniza; y sus paletas, y sus tazones, y sus garfios, y sus braseros: harás todos sus vasos de metal.

27:4

Y le harás un enrejado de metal de obra de malla; y sobre el enrejado harás cuatro anillos de metal á sus cuatro esquinas.

27:5

Y lo has de poner dentro del cerco del altar abajo; y llegará el enrejado hasta el medio del altar.

27:6

Harás también varas para el altar, varas de madera de Sittim, las cuales cubrirás de metal.

27:7

Y sus varas se meterán por los anillos: y estarán aquellas varas á ambos lados del altar, cuando hubiere de ser llevado.

27:8

De tablas lo harás, hueco: de la manera que te fue mostrado en el monte, así lo harás.

27:9

Asimismo harás el atrio del tabernáculo: al lado del mediodía, al austro, tendrá el atrio cortinas de lino torcido, de cien codos de longitud cada un lado;

27:10

Sus veinte columnas, y sus veinte basas serán de metal; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata.

27:11

Y de la misma manera al lado del aquilón habrá á lo largo cortinas de cien codos de longitud, y sus veinte columnas, con sus veinte basas de metal; los capiteles de sus columnas y sus molduras, de plata.

27:12

Y el ancho del atrio del lado occidental tendrá cortinas de cincuenta codos; sus columnas diez, con sus diez basas.

27:13

Y en el ancho del atrio por la parte de levante, al oriente, habrá cincuenta codos.

27:14

Y las cortinas del un lado serán de quince codos; sus columnas tres, con sus tres basas.

27:15

Al otro lado quince codos de cortinas; sus columnas tres, con sus tres basas.

27:16

Y á la puerta del atrio habrá un pabellón de veinte codos, de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, de obra de bordador: sus columnas cuatro, con sus cuatro basas.

27:17

Todas las columnas del atrio en derredor serán ceñidas de plata; sus capiteles de plata, y sus basas de metal.

27:18

La longitud del atrio será de cien codos, y la anchura cincuenta por un lado y cincuenta por el otro, y la altura de cinco codos: sus cortinas de lino torcido, y sus basas de metal.

27:19

Todos los vasos del tabernáculo en todo su servicio, y todos sus clavos, y todos los clavos del atrio, serán de metal.

27:20

Y tú mandarás á los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas, molido, para la luminaria, para hacer arder continuamente las lámparas.

27:21

En el tabernáculo del testimonio, afuera del velo que está delante del testimonio, las pondrá en orden Aarón y sus hijos, delante de el Altísimo desde la tarde hasta la mañana, como estatuto perpetuo de los hijos de Israel por sus generaciones.

 

Exo 27:1 Harás el altar de madera de acacia de cinco codos de largo y cinco de ancho; será cuadrado y tendrá tres codos de alto.
Exo 27:2 Harás sobresalir de sus cuatro ángulos unos cuernos, que formarán un cuerpo con él; lo revestirás de bronce.
Exo 27:3 Le harás ceniceros para la grasa incinerada, badiles y acetres, tenedores y braseros. Fundirás de bronce todos estos utensilios.
Exo 27:4 Fabricarás para él una rejilla de bronce, en forma de red; y en los cuatro extremos de la red fijarás cuatro anillas de bronce.
Exo 27:5 La colocarás bajo la cornisa inferior del altar, de modo que llegue desde abajo hasta la mitad del altar.
Exo 27:6 Harás varales para el altar, varales de madera de acacia, que revestirás de bronce.
Exo 27:7 Para transportar el altar, se pasarán estos varales por las anillas de ambos lados del altar.
Exo 27:8 Harás el altar hueco, de paneles; conforme a lo que se te ha mostrado en el monte, así lo harás.
Exo 27:9 También harás el atrio de la Morada. Del lado del Négueb, hacia el sur, el atrio tendrá un cortinaje de lino fino torzal, en una longitud de cien codos a uno de los lados.
Exo 27:10 Sus veinte postes descansarán sobre veinte basas de bronce; sus ganchos y varillas serán de plata.
Exo 27:11 A lo largo del lado septentrional habrá igualmente un cortinaje en una longitud de cien codos, con sus veinte postes que descansarán sobre veinte basas de bronce; los ganchos de los postes y sus varillas serán de plata.
Exo 27:12 A lo ancho del atrio, por el lado occidental, habrá un cortinaje de cincuenta codos; sus postes serán diez, y diez igualmente las basas en que descansarán.
Exo 27:13 La anchura del atrio, al este, al oriente, será de cincuenta codos.
Exo 27:14 Quince codos tendrá el cortinaje de un lado, con sus tres postes y sus tres basas.
Exo 27:15 Por el otro lado, otro cortinaje de quince codos, con sus tres postes y sus tres basas.
Exo 27:16 La puerta del atrio tendrá un tapiz de veinte codos, de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal, labor de recamador. Tendrá cuatro postes y cuatro basas.
Exo 27:17 Todos los postes que rodean al atrio tendrán varillas de plata; sus ganchos serán de plata y sus basas de bronce.
Exo 27:18 El atrio tendrá cien codos de largo, cincuenta codos de ancho y cinco codos de alto; todo de lino fino torzal y con sus basas de bronce.
Exo 27:19 Todos los utensilios de la Morada para toda clase de servicios con todo su clavazón y toda la clavazón del atrio, serán de bronce.
Exo 27:20 Mandarás a los israelitas que te traigan aceite puro de oliva molida para el alumbrado, para alimentar continuamente la llama.
Exo 27:21 Aarón y sus hijos lo tendrán dispuesto delante de Yahveh desde la tarde hasta la mañana en Tienda del Encuentro, fuera del velo que cuelga delante del Testimonio. Decreto perpetuo será éste para las generaciones de los israelitas.

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Capítulo 28

28:1

Y TÚ allega á ti á Aarón tu hermano, y á sus hijos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; á Aarón, Nadab y Abiú, Eleazar é Ithamar, hijos de Aarón.

28:2

Y harás vestidos sagrados á Aarón tu hermano, para honra y hermosura.

28:3

Y tú hablarás á todos los sabios de corazón, á quienes yo he henchido de espíritu de sabiduría; á fin que hagan los vestidos de Aarón, para consagrarle á que me sirva de sacerdote.

28:4

Los vestidos que harán son estos: el racional, y el ephod, y el manto, y la túnica labrada, la mitra, y el cinturón. Hagan, pues, los sagrados vestidos á Aarón tu hermano, y á sus hijos, para que sean mis sacerdotes.

28:5

Tomarán oro, y cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido.

28:6

Y harán el ephod de oro y cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido de obra de bordador.

28:7

Tendrá dos hombreras que se junten á sus dos lados, y se juntará.

28:8

Y el artificio de su cinto que está sobre él, será de su misma obra, de lo mismo; de oro, cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido.

28:9

Y tomarás dos piedras oniquinas, y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel:

28:10

Los seis de sus nombres en la una piedra, y los otros seis nombres en la otra piedra, conforme al nacimiento de ellos.

28:11

De obra de escultor en piedra á modo de grabaduras de sello, harás grabar aquellas dos piedras con los nombres de los hijos de Israel; harásles alrededor engastes de oro.

28:12

Y pondrás aquellas dos piedras sobre los hombros del ephod, para piedras de memoria á los hijos de Israel; y Aarón llevará los nombres de ellos delante de el Altísimo en sus dos hombros por memoria.

28:13

Harás pues, engastes de oro,

28:14

Y dos cadenillas de oro fino; las cuales harás de hechura de trenza; y fijarás las cadenas de hechura de trenza en los engastes.

28:15

Harás asimismo el racional del juicio de primorosa obra, le has de hacer conforme á la obra del ephod, de oro, y cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido.

28:16

Será cuadrado y doble, de un palmo de largo y un palmo de ancho:

28:17

Y lo llenarás de pedrería con cuatro órdenes de piedras: un orden de una piedra sárdica, un topacio, y un carbunclo; será el primer orden;

28:18

El segundo orden, una esmeralda, un zafiro, y un diamante;

28:19

El tercer orden, un rubí, un ágata, y una amatista;

28:20

Y el cuarto orden, un berilo, un onix, y un jaspe: estarán engastadas en oro en sus encajes.

28:21

Y serán aquellas piedra según los nombres de los hijos de Israel, doce según sus nombres; como grabaduras de sello cada una con su nombre, vendrán á ser según las doce tribus.

28:22

Harás también en el racional cadenetas de hechura de trenzas de oro fino.

28:23

Y harás en el racional dos anillos de oro, los cuales dos anillos pondrás á las dos puntas del racional.

28:24

Y pondrás las dos trenzas de oro en los dos anillos á las dos puntas del racional:

28:25

Y los dos cabos de las dos trenzas sobre los dos engastes, y las pondrás á los lados del ephod en la parte delantera.

28:26

Harás también dos anillos de oro, los cuales pondrás á las dos puntas del racional, en su orilla que está al lado del ephod de la parte de dentro.

28:27

Harás asimismo dos anillos de oro, los cuales pondrás á los dos lados del ephod abajo en la parte delantera, delante de su juntura sobre el cinto del ephod.

28:28

Y juntarán el racional con sus anillos á los anillos del ephod con un cordón de jacinto, para que esté sobre el cinto del ephod, y no se aparte el racional del ephod.

28:29

Y llevará Aarón los nombres de los hijos de Israel en el racional del juicio sobre su corazón, cuando entrare en el santuario, para memoria delante de el Altísimo continuamente.

28:30

Y pondrás en el racional del juicio Urim y Thummim, para que estén sobre el corazón de Aarón cuando entrare delante de el Altísimo: y llevará siempre Aarón el juicio de los hijos de Israel sobre su corazón delante de el Altísimo.

28:31

Harás el manto del ephod todo de jacinto:

28:32

Y en medio de él por arriba habrá una abertura, la cual tendrá un borde alrededor de obra de tejedor, como el cuello de un coselete, para que no se rompa.

28:33

Y abajo en sus orillas harás granadas de jacinto, y púrpura, y carmesí, por sus bordes alrededor; y entre ellas campanillas de oro alrededor.

28:34

Una campanilla de oro y una granada, campanilla de oro y granada, por las orillas del manto alrededor.

28:35

Y estará sobre Aarón cuando ministrare; y oiráse su sonido cuando él entrare en el santuario delante de el Altísimo y cuando saliere, porque no muera.

28:36

Harás además una plancha de oro fino, y grabarás en ella grabadura de sello, SANTIDAD A el Altísimo.

28:37

Y la pondrás con un cordón de jacinto, y estará sobre la mitra; por el frente anterior de la mitra estará.

28:38

Y estará sobre la frente de Aarón: y llevará Aarón el pecado de las cosas santas, que los hijos de Israel hubieren consagrado en todas sus santas ofrendas; y sobre su frente estará continuamente para que hayan gracia delante de el Altísimo.

28:39

Y bordarás una túnica de lino, y harás una mitra de lino; harás también un cinto de obra de recamador.

28:40

Y para los hijos de Aarón harás túnicas; también les harás cintos, y les formarás chapeos (tiaras) para honra y hermosura.

28:41

Y con ellos vestirás á Aarón tu hermano, y á sus hijos con él: y los ungirás, y los consagrarás, y santificarás, para que sean mis sacerdotes.

28:42

Y les harás pañetes de lino para cubrir la carne vergonzosa; serán desde los lomos hasta los muslos:

28:43

Y estarán sobre Aarón y sobre sus hijos cuando entraren en el tabernáculo de testimonio, ó cuando se llegaren al altar para servir en el santuario, porque no lleven pecado, y mueran. Estatuto perpetuo para él, y para su simiente después de él.

 

Exo 28:1 Manda acercarse a ti de en medio de los israelitas a tu hermano Aarón, con sus hijos, para que ejerza mi sacerdocio: Aarón, con Nadab y Abihú, Eleazar e Itamar, hijos de Aarón.
Exo 28:2 Harás para Aarón, tu hermano, vestiduras sagradas, que le den majestad y esplendor.
Exo 28:3 Hablarás tú con todos los artesanos hábiles a quienes he llenado de espíritu de sabiduría; ellos harán las vestiduras de Aarón para que sea consagrado sacerdote mío.
Exo 28:4 Harán las vestiduras siguientes: un pectoral, un efod, un manto, una túnica bordada, una tiara y una faja. Harán, pues, a tu hermano Aarón y a sus hijos vestiduras sagradas para que ejerzan mi sacerdocio.
Exo 28:5 Tomarán para ello oro, púrpura violeta y escarlata, carmesí y lino fino.
Exo 28:6 Bordarán el efod de oro, púrpura violeta y escarlata, carmesí y lino fino torzal.
Exo 28:7 Se le pondrán dos hombreras y se fijará por sus dos extremos.
Exo 28:8 La cinta con que se ciña el efod será de la misma hechura y formará con él una misma pieza: de oro, púrpura violeta y escarlata, carmesí y lino fino torzal.
Exo 28:9 Tomarás dos piedras de ónice, sobre las cuales grabarás los nombres de los hijos de Israel:
Exo 28:10 seis de sus nombres en una piedra y los seis restantes en la otra, por orden de nacimiento.
Exo 28:11 Como se tallan las piedras y se graban los sellos, así harás grabar esas dos piedras con los nombres de los hijos de Israel; las harás engarzar en engastes de oro.
Exo 28:12 Después pondrás las dos piedras sobre las hombreras del efod, como piedras que me hagan recordar a los hijos de Israel, y así llevará Aarón sus nombres sobre sus dos hombros para recuerdo delante de Yahveh.
Exo 28:13 Harás engarces de oro;
Exo 28:14 y también dos cadenillas de oro puro; las harás trenzadas a manera de cordones, y fijarás las cadenillas trenzadas en los engarces.
Exo 28:15 Bordarás también el pectoral del juicio; lo harás al estilo de la labor del efod. Lo harás de oro, púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal.
Exo 28:16 Será cuadrado y doble, de un palmo de largo y otro de ancho.
Exo 28:17 Lo llenarás de pedrería, poniendo cuatro filas de piedras: en la primera fila, un sardio, un topacio y una esmeralda;
Exo 28:18 en la segunda fila, un rubí, un zafiro y un diamante;
Exo 28:19 en la tercera fila, un ópalo, una ágata y una amatista;
Exo 28:20 en la cuarta fila, un crisólito, un ónice y un jaspe; todas estarán engastadas en oro.
Exo 28:21 Las piedras corresponderán a los nombres de los hijos de Israel: doce, como los nombres de ellos. Estarán grabadas como los sellos, cada una con su nombre, conforme a las doce tribus.
Exo 28:22 Para el pectoral harás cadenillas de oro puro, trenzadas a manera de cordones;
Exo 28:23 y harás también para el pectoral dos anillas de oro que fijarás en sus dos extremos.
Exo 28:24 Pasarás los dos cordones de oro por las dos anillas, en los extremos del pectoral;
Exo 28:25 unirás los dos extremos de los dos cordones a los dos engarces, y los fijarás en la parte delantera de las hombreras del efod.
Exo 28:26 Harás otras dos anillas de oro que pondrás en los dos extremos del pectoral, en el borde interior que mira hacia el efod.
Exo 28:27 Harás otras dos anillas de oro y las fijarás en la parte inferior de las dos hombreras del efod, por delante, cerca de su unión encima de la cinta del efod.
Exo 28:28 Sujetarán el pectoral por sus anillas a las anillas del efod, con un cordón de púrpura violeta, para que el pectoral quede sobre la cinta del efod y no se desprenda del efod.
Exo 28:29 Así llevará Aarón sobre su corazón los nombres de los hijos de Israel, en el pectoral del juicio, siempre que entre en el Santuario, para recuerdo perpetuo delante de Yahveh.
Exo 28:30 En el pectoral del juicio pondrás el Urim y el Tummim, que estarán sobre el corazón de Aarón cuando se presente ante Yahveh. Así llevará Aarón constantemente sobre su corazón, delante de Yahveh, el oráculo de los hijos de Israel.
Exo 28:31 Tejerás el manto del efod todo él de púrpura violeta.
Exo 28:32 Habrá en su centro una abertura para la cabeza; esta abertura llevará en derredor una orla, tejida como el cuello de una cota, para que no se rompa.
Exo 28:33 En todo su ruedo inferior harás granadas de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal; y entre ellas, también alrededor, pondrás campanillas de oro:
Exo 28:34 una campanilla de oro y una granada; otra campanilla de oro y otra granada; así por todo el ruedo inferior del manto.
Exo 28:35 Aarón lo llevará en su ministerio y se oirá el tintineo cuando entre en el Santuario, ante Yahveh, y cuando salga; así no morirá.
Exo 28:36 Harás, además, una lámina de oro puro y en ella grabarás como se graban los sellos: «"Consagrado a Yahveh.»
Exo 28:37 La sujetarás con un cordón de púrpura violeta, de modo que esté fija sobre la tiara; estará en la parte delantera de la tiara.
Exo 28:38 Quedará sobre la frente de Aarón; pues Aarón cargará con las faltas cometidas por los israelitas en las cosas sagradas; es decir, al ofrecer toda clase de santas ofrendas. La tendrá siempre sobre su frente, para que hallen favor delante de Yahveh.
Exo 28:39 Tejerás la túnica con lino fino; harás también la tiara de lino fino, y la faja con brocado.
Exo 28:40 Para los hijos de Aarón harás túnicas. Les harás también fajas y mitras que les den majestad y esplendor.
Exo 28:41 Vestirás así a tu hermano Aarón y a sus hijos; los ungirás, los investirás y los consagrarás para que ejerzan mi sacerdocio.
Exo 28:42 Hazles también calzones de lino, para cubrir su desnudez desde la cintura hasta los muslos.
Exo 28:43 Aarón y sus hijos los llevarán al entrar en la Tienda del Encuentro, o al acercarse al altar para oficiar en el Santuario, para que no incurran en culpa y mueran. Decreto perpetuo será éste para él y su posteridad.

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Capítulo 29

29:1

Y ESTO es lo que les harás para consagrarlos, para que sean mis sacerdotes: Toma un becerro de la vacada, y dos carneros sin tacha;

29:2

Y panes sin levadura, y tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite; las cuales cosas harás de flor de harina de trigo:

29:3

Y las pondrás en un canastillo, y en el canastillo las ofrecerás, con el becerro y los dos carneros.

29:4

Y harás llegar á Aarón y á sus hijos á la puerta del tabernáculo del testimonio, y los lavarás con agua.

29:5

Y tomarás las vestiduras, y vestirás á Aarón la túnica y el manto del ephod, y el ephod, y el racional, y le ceñirás con el cinto del ephod;

29:6

Y pondrás la mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra pondrás la diadema santa.

29:7

Y tomarás el aceite de la unción, y derramarás sobre su cabeza, y le ungirás.

29:8

Y harás llegar sus hijos, y les vestirás las túnicas.

29:9

Y les ceñirás el cinto, á Aarón y á sus hijos, y les atarás los chapeos (tiaras), y tendrán el sacerdocio por fuero perpetuo: y henchirás las manos de Aarón y de sus hijos.

29:10

Y harás llegar el becerro delante del tabernáculo del testimonio, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del becerro.

29:11

Y matarás el becerro delante de el Altísimo á la puerta del tabernáculo del testimonio.

29:12

Y tomarás de la sangre del becerro, y pondrás sobre los cuernos del altar con tu dedo, y derramarás toda la demás sangre al pie del altar.

29:13

Tomarás también todo el sebo que cubre los intestinos, y el redaño de sobre el hígado, y los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, y los quemarás sobre el altar.

29:14

Empero consumirás á fuego fuera del campo la carne del becerro, y su pellejo, y su estiércol: es expiación.

29:15

Asimismo tomarás el un carnero, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero.

29:16

Y matarás el carnero, y tomarás su sangre, y rociarás sobre el altar alrededor.

29:17

Y cortarás el carnero en pedazos, y lavarás sus intestinos y sus piernas, y las pondrás sobre sus trozos y sobre su cabeza.

29:18

Y quemarás todo el carnero sobre el altar: es holocausto á el Altísimo, olor grato, es ofrenda quemada á el Altísimo.

29:19

Tomarás luego el otro carnero, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero:

29:20

Y matarás el carnero, y tomarás de su sangre, y pondrás sobre la ternilla de la oreja derecha de Aarón, y sobre la ternilla de las orejas de sus hijos, y sobre el dedo pulgar de las manos derechas de ellos, y sobre el dedo pulgar de los pies derechos de ellos, y esparcirás la sangre sobre el altar alrededor.

29:21

Y tomarás de la sangre que hay sobre el altar, y del aceite de la unción, y esparcirás sobre Aarón, y sobre sus vestiduras, y sobre sus hijos, y sobre las vestimentas de éstos; y él será santificado, y sus vestiduras, y sus hijos, y las vestimentas de sus hijos con él.

29:22

Luego tomarás del carnero el sebo, y la cola, y el sebo que cubre los intestinos, y el redaño del hígado, y los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, y la espaldilla derecha; porque es carnero de consagraciones:

29:23

También una torta de pan, y una hojaldre amasada con aceite, y una lasaña del canastillo de los ázimos presentado á el Altísimo;

29:24

Y lo has de poner todo en las manos de Aarón, y en las manos de sus hijos; y lo mecerás agitándolo delante de el Altísimo.

29:25

Después lo tomarás de sus manos, y lo harás arder sobre el altar en holocausto, por olor agradable delante de el Altísimo. Es ofrenda encendida á el Altísimo.

29:26

Y tomarás el pecho del carnero de las consagraciones, que fue inmolado para la de Aarón, y lo mecerás por ofrenda agitada delante de el Altísimo; y será porción tuya.

29:27

Y apartarás el pecho de la ofrenda mecida, y la espaldilla de la santificación, lo que fue mecido y lo que fue santificado del carnero de las consagraciones de Aarón y de sus hijos:

29:28

Y será para Aarón y para sus hijos por estatuto perpetuo de los hijos de Israel, porque es porción elevada; y será tomada de los hijos de Israel de sus sacrificios pacíficos, porción de ellos elevada en ofrenda á el Altísimo.

29:29

Y las vestimentas santas, que son de Aarón, serán de sus hijos después de él, para ser ungidos con ellas, y para ser con ellas consagrados.

29:30

Por siete días las vestirá el sacerdote de sus hijos, que en su lugar viniere al tabernáculo del testimonio á servir en el santuario.

29:31

Y tomarás el carnero de las consagraciones, y cocerás su carne en el lugar del santuario.

29:32

Y Aarón y sus hijos comerán la carne del carnero, y el pan que está en el canastillo, á la puerta del tabernáculo del testimonio.

29:33

Y comerán aquellas cosas con las cuales se hizo expiación, para henchir sus manos para ser santificados: mas el extranjero no comerá, porque es cosa santa.

29:34

Y si sobrare algo de la carne de las consagraciones y del pan hasta la mañana, quemarás al fuego lo que hubiere sobrado: no se comerá, porque es cosa santa.

29:35

Así pues harás á Aarón y á sus hijos, conforme á todas las cosas que yo te he mandado: por siete días los consagrarás.

29:36

Y sacrificarás el becerro de la expiación en cada día para las expiaciones; y purificarás el altar en habiendo hecho expiación por él, y lo ungirás para santificarlo.

29:37

Por siete días expiarás el altar, y lo santificarás, y será un altar santísimo: cualquiera cosa que tocare al altar, será santificada.

29:38

Y esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día, sin intermisión.

29:39

Ofrecerás el un cordero á la mañana, y el otro cordero ofrecerás á la caída de la tarde:

29:40

Además una décima parte de un epha de flor de harina amasada con la cuarta parte de un hin de aceite molido: y la libación será la cuarta parte de un hin de vino con cada cordero.

29:41

Y ofrecerás el otro cordero á la caída de la tarde, haciendo conforme á la ofrenda de la mañana, y conforme á su libación, en olor de suavidad; será ofrenda encendida á el Altísimo.

29:42

Esto será holocausto continuo por vuestras generaciones á la puerta del tabernáculo del testimonio delante de el Altísimo, en el cual me concertaré con vosotros, para hablaros allí.

29:43

Y allí testificaré de mí á los hijos de Israel, y el lugar será santificado con mi gloria.

29:44

Y santificaré el tabernáculo del testimonio y el altar: santificaré asimismo á Aarón y á sus hijos, para que sean mis sacerdotes.

29:45

Y habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios.

29:46

Y conocerán que yo soy el Altísimo su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto, para habitar en medio de ellos: Yo el Altísimo su Dios.

 

Exo 29:1 Para consagrarlos a mi sacerdocio has de proceder con ellos de esta manera. Toma un novillo y dos carneros sin defecto,
Exo 29:2 panes ázimos y tortas sin levadura: unas, amasadas con aceite, y otras, untadas en aceite. Las harás con flor de harina de trigo.
Exo 29:3 Las pondrás en un canastillo y las presentarás en él junto con el novillo y los dos carneros.
Exo 29:4 Mandarás que Aarón y sus hijos se acerquen a la entrada de la Tienda del Encuentro, donde los bañarás con agua.
Exo 29:5 Tomarás las vestiduras y vestirás a Aarón con la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral, que ceñirás con la cinta del efod.
Exo 29:6 Pondrás la tiara sobre su cabeza, y sobre la tiara colocarás la diadema sagrada.
Exo 29:7 Entonces tomarás el óleo de la unción, lo derramarás sobre su cabeza y así le ungirás.
Exo 29:8 Harás igualmente que se acerquen sus hijos y los vestirás con túnicas;
Exo 29:9 ceñirás a Aarón y a sus hijos las fajas y les pondrás las mitras. A ellos les corresponderá el sacerdocio por decreto perpetuo. Así investirás a Aarón y a sus hijos.
Exo 29:10 Presentarás el novillo ante la Tienda del Encuentro, y Aarón y sus hijos impondrán las manos sobre la cabeza del novillo.
Exo 29:11 Luego inmolarás el novillo delante de Yahveh, a la entrada de la Tienda del Encuentro.
Exo 29:12 Tomando sangre del novillo, untarás con tu dedo los cuernos del altar, y derramarás toda la sangre al pie del altar.
Exo 29:13 Saca todo el sebo que cubre las entrañas, el que queda junto al hígado, y los dos riñones con el sebo que los envuelve, para quemarlo en el altar.
Exo 29:14 Pero quemarás fuera del campamento la carne del novillo, con su piel y sus excrementos. Es sacrificio por el pecado.
Exo 29:15 Después tomarás uno de los carneros y Aarón y sus hijos impondrán las manos sobre la cabeza del carnero.
Exo 29:16 Una vez inmolado el carnero, tomarás su sangre y la derramarás en torno al altar.
Exo 29:17 Luego despedazarás el carnero, lavarás sus entrañas y sus patas; las pondrás sobre sus porciones y sobre su cabeza,
Exo 29:18 y quemarás todo el carnero en el altar. Es holocausto para Yahveh, calmante aroma de manjares abrasados en honor de Yahveh.
Exo 29:19 Tomarás también el segundo carnero, y Aarón y sus hijos impondrán las manos sobre la cabeza del carnero.
Exo 29:20 Una vez inmolado, tomarás su sangre y untarás con ella el lóbulo de la oreja derecha de Aarón y el lóbulo de la oreja derecha de sus hijos; el pulgar de su mano derecha y el pulgar de su pie derecho, y derramarás la sangre alrededor del altar.
Exo 29:21 Tomarás luego sangre de la que está sobre el altar, y óleo de la unción, para rociar a Aarón y sus vestiduras, a sus hijos y las vestiduras de sus hijos juntamente con él. Así quedará consagrado él y sus vestiduras y con él sus hijos y las vestiduras de sus hijos.
Exo 29:22 Toma después el sebo de este carnero: la cola, el sebo que cubre las entrañas, el que queda junto al hígado, los dos riñones con el sebo que lo envuelve y la pierna derecha, porque se trata del carnero de la investidura.
Exo 29:23 Toma del canastillo de los ázimos que está delante de Yahveh un pan redondo, una torta de pan de aceite y otra, untada de aceite.
Exo 29:24 Lo pondrás todo sobre las palmas de las manos de Aarón y de sus hijos; y lo mecerás como ofrenda mecida delante de Yahveh.
Exo 29:25 Después lo tomarás de sus manos y lo quemarás en el altar junto al holocausto como calmante aroma ante Yahveh. Es un manjar abrasado en honor de Yahveh.
Exo 29:26 Tomarás también el pecho del carnero inmolado por la investidura de Aarón, y lo mecerás como ofrenda mecida delante de Yahveh; esa será tu porción.
Exo 29:27 Así santificarás el pecho de la ofrenda mecida y la pierna de la ofrenda reservada, es decir, lo que ha sido mecido y reservado del carnero de la investidura de Aarón y de sus hijos;
Exo 29:28 según decreto perpetuo, pertenecerán a Aarón y a sus hijos, como porción recibida de los israelitas, porque es ofrenda reservada; será reservada de lo que ofrecen los israelitas, en sus sacrificios de comunión como ofrenda reservada a Yahveh.
Exo 29:29 Las vestiduras sagradas de Aarón serán, después de él, para sus hijos, de modo que, vestidos con ellas, sean ungidos e investidos.
Exo 29:30 Por siete días las vestirá aquel de sus hijos que le suceda como sacerdote y entre en la Tienda del Encuentro para oficiar en el Santuario.
Exo 29:31 Tomarás después el carnero de la investidura y cocerás su carne en lugar sagrado;
Exo 29:32 Aarón y sus hijos comerán a la entrada de la Tienda del Encuentro la carne del carnero y el pan del canastillo.
Exo 29:33 Comerán aquello que ha servido para su expiación al investirlos y consagrarlos; pero que ningún laico coma de ello, porque es cosa sagrada.
Exo 29:34 Si a la mañana siguiente sobra algo de la carne o del pan de la investidura, quemarás este resto; no ha de comerse, porque es cosa sagrada.
Exo 29:35 Harás, pues, con Aarón y con sus hijos de esta manera, según todo lo que te he mandado. Siete días invertirás en la investidura.
Exo 29:36 Cada día ofrecerás un novillo en expiación como sacrificio por el pecado; y purificarás, mediante tu expiación, el altar, que ungirás para consagrarlo.
Exo 29:37 Siete días harás la expiación por el altar, y lo santificarás; el altar será cosa sacratísima; todo cuanto toque al altar quedará consagrado.
Exo 29:38 He aquí lo que has de ofrecer sobre el altar: dos corderos primales cada día, perpetuamente.
Exo 29:39 Ofrecerás un cordero por la mañana y el otro entre dos luces;
Exo 29:40 y con el primer cordero, una décima de medida de flor de harina, amasada con un cuarto de sextario de aceite de oliva molida, y como libación un cuarto de sextario de vino.
Exo 29:41 Ofrecerás el otro cordero entre dos luces; lo ofrecerás con la misma oblación que a la mañana y con la misma libación, como calmante aroma del manjar abrasado en honor de Yahveh,
Exo 29:42 en holocausto perpetuo, de generación en generación, ante Yahveh, a la entrada de la Tienda del Encuentro, donde me encontraré contigo, para hablarte allí.
Exo 29:43 Me encontraré con los israelitas en ese lugar que será consagrado por mi gloria.
Exo 29:44 Consagraré la Tienda del Encuentro y el altar, y consagraré también a Aarón y a sus hijos para que ejerzan mi sacerdocio.
Exo 29:45 Moraré en medio de los israelitas, y seré para ellos Dios.
Exo 29:46 Y reconocerán que yo soy Yahveh, su Dios, que los saqué del país de Egipto para morar entre ellos. Yo, Yahveh, su Dios.

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Capítulo 30

30:1

HARÁS asimismo un altar de sahumerio de perfume: de madera de Sittim lo harás.

30:2

Su longitud será de un codo, y su anchura de un codo: será cuadrado: y su altura de dos codos: y sus cuernos serán de lo mismo.

30:3

Y cubrirlo has de oro puro, su techado, y sus paredes en derredor, y sus cuernos: y le harás en derredor una corona de oro.

30:4

Lv harás también dos anillos de oro debajo de su corona á sus dos esquinas en ambos lados suyos, para meter los varales con que será llevado.

30:5

Y harás los varales de madera de Sittim, y los cubrirás de oro.

30:6

Y lo pondrás delante del velo que está junto al arca del testimonio, delante de la cubierta que está sobre el testimonio, donde yo te testificaré de mí.

30:7

Y quemará sobre él Aarón sahumerio de aroma cada mañana cuando aderezare las lámparas lo quemará.

30:8

Y cuando Aarón encenderá las lámparas al anochecer, quemará el sahumerio: rito perpetuo delante de el Altísimo por vuestras edades.

30:9

No ofreceréis sobre él sahumerio extraño, ni holocausto, ni presente; ni tampoco derramaréis sobre él libación.

30:10

Y sobre sus cuernos hará Aarón expiación una vez en el año con la sangre de la expiación para las reconciliaciones: una vez en el año hará expiación sobre él en vuestras edades: será muy santo á el Altísimo.

30:11

Y habló el Altísimo á Moisés, diciendo:

30:12

Cuando tomares el número de los hijos de Israel conforme á la cuenta de ellos, cada uno dará á el Altísimo el rescate de su persona, cuando los contares, y no habrá en ellos mortandad por haberlos contado.

30:13

Esto dará cualquiera que pasare por la cuenta, medio siclo conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte óbolos: la mitad de un siclo será la ofrenda á el Altísimo.

30:14

Cualquiera que pasare por la cuenta, de veinte años arriba, dará la ofrenda á el Altísimo.

30:15

Ni el rico aumentará, ni el pobre disminuirá de medio siclo, cuando dieren la ofrenda á el Altísimo para hacer expiación por vuestras personas.

30:16

Y tomarás de los hijos de Israel el dinero de las expiaciones, y lo darás para la obra del tabernáculo del testimonio: y será por memoria á los hijos de Israel delante de el Altísimo, para expiar vuestras personas.

30:17

Habló más el Altísimo á Moisés, diciendo:

30:18

Harás también una fuente de metal, con su basa de metal, para lavar; y la has de poner entre el tabernáculo del testimonio y el altar; y pondrás en ella agua.

30:19

Y de ella se lavarán Aarón y sus hijos sus manos y sus pies:

30:20

Cuando entraren en el tabernáculo del testimonio, se han de lavar con agua, y no morirán: y cuando se llegaren al altar para ministrar, para encender á el Altísimo la ofrenda que se ha de consumir al fuego,

30:21

También se lavarán las manos y los pies, y no morirán. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y su simiente por sus generaciones.

30:22

Habló más el Altísimo á Moisés, diciendo:

30:23

Y tú has de tomar de las principales drogas; de mirra excelente quinientos siclos, y de canela aromática la mitad, esto es, doscientos y cincuenta, y de cálamo aromático doscientos y cincuenta,

30:24

Y de casia quinientos, al peso del santuario, y de aceite de olivas un hin:

30:25

Y harás de ello el aceite de la santa unción, superior ungüento, obra de perfumador, el cual será el aceite de la unción sagrada.

30:26

Con él ungirás el tabernáculo del testimonio, y el arca del testimonio,

30:27

Y la mesa, y todos sus vasos, y el candelero, y todos sus vasos, y el altar del perfume,

30:28

Y el altar del holocausto, todos sus vasos, y la fuente y su basa.

30:29

Así los consagrarás, y serán cosas santísimas: todo lo que tocare en ellos, será santificado.

30:30

Ungirás también á Aarón y á sus hijos, y los consagrarás para que sean mis sacerdotes.

30:31

Y hablarás á los hijos de Israel, diciendo: Este será mi aceite de la santa unción por vuestras edades.

30:32

Sobre carne de hombre no será untado, ni haréis otro semejante, conforme á su composición: santo es; por santo habéis de tenerlo vosotros.

30:33

Cualquiera que compusiere ungüento semejante, y que pusiere de él sobre extraño, será cortado de sus pueblos.

30:34

Dijo aún el Altísimo á Moisés: Tómate aromas, estacte y uña olorosa y gálbano aromático é incienso limpio; de todo en igual peso:

30:35

Y harás de ello una confección aromática de obra de perfumador, bien mezclada, pura y santa:

30:36

Y molerás alguna de ella pulverizándola, y la pondrás delante del testimonio en el tabernáculo del testimonio, donde yo te testificaré de mí. Os será cosa santísima.

30:37

Como la confección que harás, no os haréis otra según su composición: te será cosa sagrada para el Altísimo.

30:38

Cualquiera que hiciere otra como ella para olerla, será cortado de sus pueblos.

 

Exo 30:1 Harás también un altar para quemar el incienso. De madera de acacia lo harás.
Exo 30:2 Será cuadrado: de un codo de largo y otro de ancho; su altura será de dos codos. Sus cuernos formarán un solo cuerpo con él.
Exo 30:3 Lo revestirás de oro puro, tanto su parte superior como sus costados, así como sus cuernos. Pondrás en su derredor una moldura de oro,
Exo 30:4 y debajo de la moldura, a los costados, harás dos anillas. Las harás a ambos lados, para meter por ellas los varales con que transportarlo.
Exo 30:5 Harás los varales de madera de acacia y los revestirás de oro.
Exo 30:6 Colocarás el altar delante del velo que está junto al arca del Testimonio y ante el propiciatorio que cubre el Testimonio, donde yo me encontraré contigo.
Exo 30:7 Aarón quemará en él incienso aromático; lo quemará todas la mañanas, al preparar las lámparas,
Exo 30:8 y lo quemará también cuando al atardecer alimente las lámparas. Será incienso continuo ante Yahveh, de generación en generación.
Exo 30:9 No ofrezcáis sobre él incienso profano, ni holocausto ni oblación, ni derraméis sobre él libación alguna.
Exo 30:10 Aarón una vez al año hará expiación sobre los cuernos de este altar. Con la sangre del sacrificio por el pecado, es decir, el de la expiación, una vez cada año hará expiación por él en vuestras sucesivas generaciones. Cosa sacratísima es el altar en honor de Yahveh.
Exo 30:11 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
Exo 30:12 Cuando cuentes el número de los israelitas para hacer su censo, cada uno pagará a Yahveh el rescate por su vida al ser empadronado, para que no haya plaga entre ellos con motivo del empadronamiento.
Exo 30:13 Esto es lo que ha de dar cada uno de los comprendidos en el censo: medio siclo, en siclos del Santuario. Este siclo es de veinte óbolos. El tributo reservado a Yahveh es medio siclo.
Exo 30:14 Todos los comprendidos en el censo, de veinte años en adelante, pagarán el tributo reservado a Yahveh.
Exo 30:15 El rico no dará más, ni el pobre menos del medio siclo, al pagar el tributo a Yahveh como rescate de vuestras vidas.
Exo 30:16 Tomarás el dinero del rescate de parte de los israelitas, y lo darás para el servicio de la Tienda del Encuentro; y será para los israelitas como recordatorio ante Yahveh por el rescate de sus vidas.
Exo 30:17 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
Exo 30:18 Haz una pila de bronce, con su base de bronce, para las abluciones. Colócala entre la Tienda del Encuentro y el altar, y echa agua en ella,
Exo 30:19 para que Aarón y sus hijos se laven las manos y los pies con su agua.
Exo 30:20 Antes de entrar en la Tienda del Encuentro se han de lavar con agua para que no mueran; también antes de acercarse al altar para el ministerio de quemar los manjares que se abrasan en honor de Yahveh.
Exo 30:21 Se lavarán las manos y los pies, y no morirán. Este será decreto perpetuo para ellos, para Aarón y su posteridad, de generación en generación.
Exo 30:22 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
Exo 30:23 Toma tú aromas escogidos: de mirra pura, quinientos siclos; de cinamomo, la mitad, o sea, 250; de caña aromática, 250;
Exo 30:24 de casia, quinientos, en siclos del Santuario, y un sextario de aceite de oliva.
Exo 30:25 Prepararás con ello el óleo para la unción sagrada, perfume aromático como lo prepara el perfumista. Este será el óleo para la unción sagrada.
Exo 30:26 Con él ungirás la Tienda del Encuentro y el arca del Testimonio,
Exo 30:27 la mesa con todos sus utensilios, el candelabro con todos sus utensilios, el altar del incienso,
Exo 30:28 el altar del holocausto con todos sus utensilios y la pila con su base.
Exo 30:29 Así los consagrarás y serán cosa sacratísima. Todo cuanto los toque quedará santificado.
Exo 30:30 Ungirás también a Aarón y a sus hijos y los consagrarás para que ejerzan mi sacerdocio.
Exo 30:31 Hablarás a los israelitas, diciendo: Este será para vosotros el óleo de la unción sagrada de generación en generación.
Exo 30:32 No debe derramarse sobre el cuerpo de ningún hombre; no haréis ningún otro de composición parecida a la suya. Santo es y lo tendréis por cosa sagrada.
Exo 30:33 Cualquiera que prepare otro semejante, o derrame de él sobre un laico, será exterminado de su pueblo.
Exo 30:34 Dijo Yahveh a Moisés: Procúrate en cantidades iguales aromas: estacte, uña marina y gálbano, especias aromáticas e incienso puro.
Exo 30:35 Prepara con ello, según el arte del perfumista, un incienso perfumado, sazonado con sal, puro y santo;
Exo 30:36 pulverizarás una parte que pondrás delante del Testimonio, en la Tienda del Encuentro, donde yo me encontraré contigo. Será para vosotros cosa sacratísima.
Exo 30:37 Y en cuanto a la composición de este incienso que vas a hacer, no la imitéis para vuestro uso. Lo tendrás por consagrado a Yahveh.
Exo 30:38 Cualquiera que prepare otro semejante para aspirar su fragancia, será exterminado de en medio de su pueblo.

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Capítulo 31

31:1

Y HABLÓ el Altísimo á Moisés, diciendo:

31:2

Mira, yo he llamado por su nombre á Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá;

31:3

Y lo he henchido de espíritu de Dios, en sabiduría, y en inteligencia, y en ciencia, y en todo artificio,

31:4

Para inventar diseños, para trabajar en oro, y en plata, y en metal,

31:5

Y en artificio de piedras para engastar las, y en artificio de madera; para obrar en toda suerte de labor.

31:6

Y he aquí que yo he puesto con él á Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan: y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado:

31:7

El tabernáculo del testimonio, y el arca del testimonio, y la cubierta que está sobre ella, y todos los vasos del tabernáculo;

31:8

Y la mesa y sus vasos, y el candelero limpio y todos sus vasos, y el altar del perfume;

31:9

Y el altar del holocausto y todos sus vasos, y la fuente y su basa;

31:10

Y los vestidos del servicio, y las santas vestiduras para Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos, para que ejerzan el sacerdocio;

31:11

Y el aceite de la unción, y el perfume aromático para el santuario: harán conforme á todo lo que te he mandado.

31:12

Habló además el Altísimo á Moisés, diciendo:

31:13

Y tú hablarás á los hijos de Israel, diciendo: Con todo eso vosotros guardaréis mis sábados: porque es señal entre mí y vosotros por vuestras edades, para que sepáis que yo soy el Altísimo que os santifico.

31:14

Así que guardaréis el sábado, porque santo es á vosotros: el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella alma será cortada de en medio de sus pueblos.

31:15

Seis días se hará obra, mas el día séptimo es sábado de reposo consagrado á el Altísimo; cualquiera que hiciere obra el día del sábado, morirá ciertamente.

31:16

Guardarán, pues, el sábado los hijos de Israel: celebrándolo por sus edades por pacto perpetuo:

31:17

Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo el Altísimo los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó, y reposó.

midrash siete, el número escogido -

31:18

Y dió á Moisés, como acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios.

 

Exo 31:1 Habló Yahveh a Moisés diciendo:
Exo 31:2 Mira que he designado a Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá;
Exo 31:3 y le he llenado del espíritu de Dios concediéndole habilidad, pericia y experiencia en toda clase de trabajos;
Exo 31:4 para concebir y realizar proyectos en oro, plata y bronce;
Exo 31:5 para labrar piedras de engaste, tallar la madera y ejecutar cualquier otra labor.
Exo 31:6 Mira que yo le he dado por colaborador a Oholiab, hijo de Ajisamak, de la tribu de Dan; y además, en el corazón de todos los hombres hábiles he infundido habilidad para que hagan todo lo que te he mandado:
Exo 31:7 la Tienda del Encuentro, el arca del Testimonio, el propiciatorio que la cubre y todos los utensilios de la Tienda;
Exo 31:8 la mesa con sus utensilios, el candelabro con todos sus utensilios, el altar del incienso,
Exo 31:9 el altar del holocausto con todos sus utensilios, la pila con su base;
Exo 31:10 las vestiduras de ceremonia, las vestiduras sagradas del sacerdote Aarón, y las vestiduras de sus hijos para las funciones sacerdotales:
Exo 31:11 el óleo de la unción y el incienso aromático para el Santuario. Ellos lo harán conforme a todo lo que te he ordenado.
Exo 31:12 Habló Yahveh a Moisés diciendo:
Exo 31:13 Habla tú a los israelitas y diles: No dejéis de guardar mis sábados; porque el sábado es una señal entre yo y vosotros, de generación en generación, para que sepáis que yo, Yahveh, soy el que os santifico.
Exo 31:14 Guardad el sábado, porque es sagrado para vosotros. El que lo profane morirá. Todo el que haga algún trabajo en él será exterminado de en medio de su pueblo.
Exo 31:15 Seis días se trabajará; pero el día séptimo será día de descanso completo, consagrado a Yahveh. Todo aquel que trabaje en sábado, morirá.
Exo 31:16 Los israelitas guardarán el sábado celebrándolo de generación en generación como alianza perpetua.
Exo 31:17 Será entre yo y los israelitas una señal perpetua; pues en seis días hizo Yahveh los cielos y la tierra, y el día séptimo descansó y tomó respiro.
Exo 31:18 Después de hablar con Moisés en el monte Sinaí, le dio las dos tablas del Testimonio, tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios.

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Capítulo 32

32:1

MAS viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, allegóse entonces á Aarón, y dijéronle: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque á este Moisés, aquel varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.

32:2

Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, y de vuestros hijos, y de vuestras hijas, y traédmelos.

32:3

Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y trajéronlos á Aarón:

32:4

El cual los tomó de las manos de ellos, y formólo con buril, é hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.

32:5

Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta á el Altísimo.

32:6

Y el día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron pacíficos: y sentóse el pueblo á comer y á beber, y levantáronse á regocijarse.

32:7

Entonces el Altísimo dijo á Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de tierra de Egipto se ha corrompido:

32:8

Presto se han apartado del camino que yo les mandé, y se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y han sacrificado á él, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.

32:9

Dijo más el Altísimo á Moisés: Yo he visto á este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz:

32:10

Ahora pues, déjame que se encienda mi furor en ellos, y los consuma: y á ti yo te pondré sobre gran gente.

32:11

Entonces Moisés oró á la faz de el Altísimo su Dios, y dijo: Oh el Altísimo, ¿por qué se encenderá tu furor en tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran fortaleza, y con mano fuerte?

32:12

¿Por qué han de hablar los Egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la haz de la tierra? Vuélvete del furor de tu ira, y arrepiéntete del mal de tu pueblo.

32:13

Acuérdate de Abraham, de Isaac, y de Israel tus siervos, á los cuales has jurado por ti mismo, y dícholes: Yo multiplicaré vuestra simiente como las estrellas del cielo; y daré á vuestra simiente toda esta tierra que he dicho, y la tomarán por heredad para siempre.

32:14

Entonces el Altísimo se arrepintió del mal que dijo que había de hacer á su pueblo.

32:15

Y volvióse Moisés, y descendió del monte trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados; de una parte y de otra estaban escritas.

32:16

Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas.

32:17

Y oyendo Josué el clamor del pueblo que gritaba, dijo á Moisés: Alarido de pelea hay en el campo.

32:18

Y él respondió: No es eco de algazara de fuertes, ni eco de alaridos de flacos: algazara de cantar oigo yo.

32:19

Y aconteció, que como llegó él al campo, y vió el becerro y las danzas, enardeciósele la ira á Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y quebrólas al pie del monte.

32:20

Y tomó el becerro que habían hecho, y quemólo en el fuego, y moliólo hasta reducirlo á polvo, que esparció sobre las aguas, y diólo á beber á los hijos de Israel.

32:21

Y dijo Moisés á Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo, que has traído sobre él tan gran pecado?

32:22

Y respondió Aarón: No se enoje mi señor; tú conoces el pueblo, que es inclinado á mal.

32:23

Porque me dijeron: Haznos dioses que vayan delante de nosotros, que á este Moisés, el varón que nos sacó de tierra de Egipto, no sabemos qué le ha acontecido.

32:24

Y yo les respondí: ¿Quién tiene oro? Apartadlo. Y diéronmelo, y echélo en el fuego, y salió este becerro.

32:25

Y viendo Moisés que el pueblo estaba despojado, porque Aarón lo había despojado para vergüenza entre sus enemigos,

32:26

Púsose Moisés á la puerta del real, y dijo: ¿Quién es de el Altísimo? júntese conmigo. Y juntáronse con él todos los hijos de Leví.

32:27

Y él les dijo: Así ha dicho el Altísimo, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo: pasad y volved de puerta á puerta por el campo, y matad cada uno á su hermano, y á su amigo, y á su pariente.

32:28

Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés: y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres.

32:29

Entonces Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado á el Altísimo, porque cada uno se ha consagrado en su hijo, y en su hermano, para que dé él hoy bendición sobre vosotros.

32:30

Y aconteció que el día siguiente dijo Moisés al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran pecado: mas yo subiré ahora á el Altísimo; quizá le aplacaré acerca de vuestro pecado.

32:31

Entonces volvió Moisés á el Altísimo, y dijo: Ruégote, pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro,

32:32

Que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito.

32:33

Y el Altísimo respondió á Moisés: Al que pecare contra mí, á éste raeré yo de mi libro.

32:34

Ve pues ahora, lleva á este pueblo donde te he dicho: he aquí mi ángel irá delante de ti; que en el día de mi visitación yo visitaré en ellos su pecado.

32:35

Y el Altísimo hirió al pueblo, porque habían hecho el becerro que formó Aarón.

 

Exo 32:1 Cuando el pueblo vio que Moisés tardaba en bajar del monte, se reunió el pueblo en torno a Aarón y le dijeron: «Anda, haznos un dios que vaya delante de nosotros, ya que no sabemos qué ha sido de Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto.»
Exo 32:2 Aarón les respondió: «Quitad los pendientes de oro de las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y vuestras hijas, y traédmelos.»
Exo 32:3 Y todo el pueblo se quitó los pendientes de oro que llevaba en las orejas, y los entregó a Aarón.
Exo 32:4 Los tomó él de sus manos, hizo un molde y fundió un becerro. Entonces ellos exclamaron: «Este es tu Dios, Israel, el que te ha sacado de la tierra de Egipto.»
Exo 32:5 Viendo esto Aarón, erigió un altar ante el becerro y anunció: «Mañana habrá fiesta en honor de Yahveh.»
Exo 32:6 Al día siguiente se levantaron de madrugada y ofrecieron holocaustos y presentaron sacrificios de comunión. Luego se sentó el pueblo a comer y beber, y después se levantaron para solazarse.
Exo 32:7 Entonces habló Yahveh a Moisés, y dijo: «¡Anda, baja! Porque tu pueblo, el que sacaste de la tierra de Egipto, ha pecado.
Exo 32:8 Bien pronto se han apartado el camino que yo les había prescrito. Se han hecho un becerro fundido y se han postrado ante él; le han ofrecido sacrificios y han dicho: "Este es tu Dios, Israel, el que te ha sacado de la tierra de Egipto."»
Exo 32:9 Y dijo Yahveh a Moisés: «Ya veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz.
Exo 32:10 Déjame ahora que se encienda mi ira contra ellos y los devore; de ti, en cambio, haré un gran pueblo.»
Exo 32:11 Pero Moisés trató de aplacar a Yahveh su Dios, diciendo: "¿Por qué, oh Yahveh, ha de encenderse tu ira contra tu pueblo, el que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y mano fuerte?
Exo 32:12 ¿Van a poder decir los egipcios: Por malicia los ha sacado, para matarlos en las montañas y exterminarlos de la faz de la tierra? Abandona el ardor de tu cólera y renuncia a lanzar el mal contra tu pueblo.
Exo 32:13 Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel, siervos tuyos, a los cuales juraste por ti mismo: Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo; toda esta tierra que os tengo prometida, la daré a vuestros descendientes, y ellos la poseerán como herencia para siempre.»
Exo 32:14 Y Yahveh renunció a lanzar el mal con que había amenazado a su pueblo.
Exo 32:15 Volvióse Moisés y bajó del monte, con las dos tablas del Testimonio en su mano, tablas escritas por ambos lados; por una y otra cara estaban escritas.
Exo 32:16 Las tablas eran obra de Dios, y la escritura, grabada sobre las mismas, era escritura de Dios.
Exo 32:17 Cuando Josué oyó la voz del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: «Gritos de guerra en el campamento.»
Exo 32:18 Respondió Moisés: «No son gritos de victoria, ni alarido de derrota. Cantos a coro es lo que oigo.»
Exo 32:19 Cuando Moisés llegó cerca del campamento y vio el becerro y las danzas, ardió en ira, arrojó de su mano las tablas y las hizo añicos al pie del monte.
Exo 32:20 Luego tomó el becerro que habían hecho, lo quemó y lo molió hasta reducirlo a polvo, que esparció en el agua, y se lo dio a beber a los israelitas.
Exo 32:21 Y dijo Moisés a Aarón: «¿Qué te hizo este pueblo para que hayas traído sobre él tan gran pecado?»
Exo 32:22 Aarón respondió: «No se encienda la ira de mi señor. Tú mismo sabes que este pueblo es inclinado al mal.
Exo 32:23 Me dijeron: "Haznos un dios que vaya delante de nosotros, ya que no sabemos qué le ha sucedido a Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto."
Exo 32:24 Yo les contesté: "El que tenga oro despréndase." Ellos se lo quitaron y me lo dieron; yo lo eché al fuego y salió este becerro.»
Exo 32:25 Vio Moisés al pueblo desenfrenado - pues Aarón les había permitido entregarse a la idolatría en medio de sus adversarios -
Exo 32:26 y se puso Moisés a la puerta del campamento, y exclamó: «¡A mí los de Yahveh!» y se le unieron todos los hijos de Leví.
Exo 32:27 El les dijo: «Así dice Yahveh, el Dios de Israel: Cíñase cada uno su espada al costado; pasad y repasad por el campamento de puerta en puerta, y matad cada uno a su hermano, a su amigo y a su pariente.»
Exo 32:28 Cumplieron los hijos de Leví la orden de Moisés; y cayeron aquel día unos 3000. hombres del pueblo.
Exo 32:29 Y dijo Moisés: «Hoy habéis recibido la investidura como sacerdotes de Yahveh, cada uno a costa de vuestros hijos y vuestros hermanos, para que él os dé hoy la bendición.»
Exo 32:30 Al día siguiente dijo Moisés al pueblo: «Habéis cometido un gran pecado. Yo voy a subir ahora donde Yahveh; acaso pueda obtener la expiación de vuestro pecado.»
Exo 32:31 Volvió Moisés donde Yahveh y dijo: «¡Ay! Este pueblo ha cometido un gran pecado al hacerse un dios de oro.
Exo 32:32 Con todo, si te dignas perdonar su pecado..., y si no, bórrame del libro que has escrito.»
Exo 32:33 Yahveh respondió a Moisés: Al que peque contra mí, le borraré yo de mi libro.
Exo 32:34 Ahora ve y conduce al pueblo adonde te he dicho. He aquí que mi ángel irá delante de ti, mas en el día de mi visita los castigaré yo por su pecado.»
Exo 32:35 Y Yahveh castigó al pueblo a causa del becerro fabricado por Aarón.

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Capítulo 33

33:1

Y el Altísimo dijo á Moisés: Ve, sube de aquí, tú y el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto, á la tierra de la cual juré á Abraham, Isaac, y Jacob, diciendo: A tu simiente la daré:

33:2

Y yo enviaré delante de ti el ángel, y echaré fuera al Cananeo y al Amorrheo, y al Hetheo, y al Pherezeo, y al Heveo y al Jebuseo:

33:3

(A la tierra que fluye leche y miel); porque yo no subiré en medio de ti, porque eres pueblo de dura cerviz, no sea que te consuma en el camino.

33:4

Y oyendo el pueblo esta sensible palabra, vistieron luto, y ninguno se puso sus atavíos:

33:5

Pues el Altísimo dijo á Moisés: Di á los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz: en un momento subiré en medio de ti, y te consumiré: quítate pues ahora tus atavíos, que yo sabré lo que te tengo de hacer.

33:6

Entonces los hijos de Israel se despojaron de sus atavíos desde el monte Horeb.

33:7

Y Moisés tomó el tabernáculo, y extendiólo fuera del campo, lejos del campo, y llamólo el Tabernáculo del Testimonio. Y fué, que cualquiera que requería á el Altísimo, salía al tabernáculo del testimonio, que estaba fuera del campo.

33:8

Y sucedía que, cuando salía Moisés al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba, y estaba cada cual en pie á la puerta de su tienda, y miraban en pos de Moisés, hasta que él entraba en el tabernáculo.

33:9

Y cuando Moisés entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía, y poníase á la puerta del tabernáculo, y el Altísimo hablaba con Moisés.

33:10

Y viendo todo el pueblo la columna de nube, que estaba á la puerta del tabernáculo, levantábase todo el pueblo, cada uno á la puerta de su tienda y adoraba.

33:11

Y hablaba el Altísimo á Moisés cara á cara, como habla cualquiera á su compañero. Y volvíase al campo; mas el joven Josué, su criado, hijo de Nun, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo.

33:12

Y dijo Moisés á el Altísimo: Mira, tú me dices á mí: Saca este pueblo: y tú no me has declarado á quién has de enviar conmigo: sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos.

33:13

Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, ruégote que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, porque halle gracia en tus ojos: y mira que tu pueblo es aquesta gente.

33:14

Y él dijo: Mi rostro irá contigo, y te haré descansar.

33:15

Y él respondió: Si tu rostro no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.

33:16

¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en andar tú con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?

33:17

Y el Altísimo dijo á Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.

33:18

El entonces dijo: Ruégote que me muestres tu gloria.

33:19

Y respondióle: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de el Altísimo delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.

33:20

Dijo más: No podrás ver mi rostro: porque no me verá hombre, y vivirá.

33:21

Y dijo aún el Altísimo: He aquí lugar junto á mí, y tú estarás sobre la peña:

33:22

Y será que, cuando pasare mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado:

33:23

Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro.

 

Exo 33:1 Dijo Yahveh a Moisés: «Anda, sube de aquí, tú y el pueblo que sacaste de Egipto, a la tierra que yo prometí con juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: "A tu posteridad se la daré."
Exo 33:2 Enviaré delante de ti un ángel y expulsaré al cananeo, al amorreo, al hitita, al perizita, al jivita y al jebuseo.
Exo 33:3 Sube a una tierra que mana leche y miel; que yo no subiré contigo, pues eres un pueblo de dura cerviz; no sea que te destruya en el camino.»
Exo 33:4 Al oír el pueblo estas duras palabras, hizo duelo y nadie se vistió sus galas.
Exo 33:5 Dijo entonces Yahveh a Moisés: «Di a los israelitas: Vosotros sois un pueblo de dura cerviz. Si yo saliera contigo, aunque fuera un solo momento, te destruiría. Ahora, pues, quítate tus galas, para que yo sepa qué he de hacer contigo.»
Exo 33:6 Y los israelitas se despojaron de sus galas a partir del monte Horeb.
Exo 33:7 Tomó Moisés la Tienda y la plantó para él a cierta distancia fuera del campamento; la llamó Tienda del Encuentro. De modo que todo el que tenía que consultar a Yahveh salía hacia la Tienda del Encuentro, que estaba fuera del campamento.
Exo 33:8 Cuando salía Moisés hacia la Tienda, todo el pueblo se levantaba y se quedaba de pie a la puerta de su tienda, siguiendo con la vista a Moisés hasta que entraba en la Tienda.
Exo 33:9 Y una vez entrado Moisés en la tienda, bajaba la columna de nube y se detenía a la puerta de la Tienda, mientras Yahveh hablaba con Moisés.
Exo 33:10 Todo el pueblo veía la columna de nube detenida a la puerta de la Tienda y se levantaba el pueblo, y cada cual se postraba junto a la puerta de su tienda.
Exo 33:11 Yahveh hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo. Luego volvía Moisés al campamento, pero su ayudante, el joven Josué, hijo de Nun, no se apartaba del interior de la Tienda.
Exo 33:12 Dijo Moisés a Yahveh: «Mira, tú me dices: Haz subir a este pueblo; pero no me has indicado a quién enviarás conmigo; a pesar de que me has dicho: "Te conozco por tu nombre", y también: "Has hallado gracia a mis ojos."
Exo 33:13 Ahora, pues, si realmente he hallado gracia a tus ojos, hazme saber tu camino, para que yo te conozca y halle gracia a tus ojos, y mira que esta gente es tu pueblo.»
Exo 33:14 Respondió él: «Yo mismo iré contigo y te daré descanso.»
Exo 33:15 Contestóle: «Si no vienes tú mismo, no nos hagas partir de aquí.
Exo 33:16 Pues ¿en qué podrá conocerse que he hallado gracia a tus ojos, yo y tu pueblo, sino en eso, en que tú marches con nosotros? Así nos distinguiremos, yo y tu pueblo, de todos los pueblos que hay sobre la tierra.»
Exo 33:17 Respondió Yahveh a Moisés: «Haré también esto que me acabas de pedir, pues has hallado gracia a mis ojos, y yo te conozco por tu nombre.»
Exo 33:18 Entonces dijo Moisés: «Déjame ver, por favor, tu gloria.»
Exo 33:19 El le contestó: «Yo haré pasar ante tu vista toda mi bondad y pronunciaré delante de ti el nombre de Yahveh; pues hago gracia a quien hago gracia y tengo misericordia con quien tengo misericordia.»
Exo 33:20 Y añadió: «Pero mi rostro no podrás verlo; porque no puede verme el hombre y seguir viviendo.»
Exo 33:21 Luego dijo Yahveh: «Mira, hay un lugar junto a mí; tú te colocarás sobre la peña.
Exo 33:22 Y al pasar mi gloria, te pondré en una hendidura de la peña y te cubriré con mi mano hasta que yo haya pasado.
Exo 33:23 Luego apartaré mi mano, para que veas mis espaldas; pero mi rostro no se puede ver.»

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Capítulo 34

34:1

Y el Altísimo dijo á Moisés: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste.

34:2

Apercíbete, pues, para mañana, y sube por la mañana al monte de Sinaí, y estáme allí sobre la cumbre del monte.

34:3

Y no suba hombre contigo, ni parezca alguno en todo el monte; ni ovejas ni bueyes pazcan delante del monte.

34:4

Y Moisés alisó dos tablas de piedra como las primeras; y levantóse por la mañana, y subió al monte de Sinaí, como le mandó el Altísimo, y llevó en su mano las dos tablas de piedra.

34:5

Y el Altísimo descendió en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre de el Altísimo.

34:6

Y pasando el Altísimo por delante de él, proclamó: el Altísimo, el Altísimo, fuerte, misericordioso, y piadoso; tardo para la ira, y grande en benignidad y verdad;

34:7

Que guarda la misericordia en millares, que perdona la iniquidad, la rebelión, y el pecado, y que de ningún modo justificará al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, sobre los terceros, y sobre los cuartos.

34:8

Entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y encorvóse;

34:9

Y dijo: Si ahora, Señor, he hallado gracia en tus ojos, vaya ahora el Señor en medio de nosotros; porque este es pueblo de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y poséenos.

34:10

Y él dijo: He aquí, yo hago concierto delante de todo tu pueblo: haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna; y verá todo el pueblo en medio del cual estás tú, la obra de el Altísimo; porque ha de ser cosa terrible la que yo haré contigo.

34:11

Guarda lo que yo te mando hoy; he aquí que yo echo de delante de tu presencia al Amorrheo, y al Cananeo, y al Hetheo, y al Pherezeo, y al Heveo, y al Jebuseo.

34:12

Guárdate que no hagas alianza con los moradores de la tierra donde has de entrar, porque no sean por tropezadero en medio de ti:

34:13

Mas derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y talaréis sus bosques:

34:14

Porque no te has de inclinar á dios ajeno; que el Altísimo, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es.

34:15

Por tanto no harás alianza con los moradores de aquella tierra; porque fornicarán en pos de sus dioses, y sacrificarán á sus dioses, y te llamarán, y comerás de sus sacrificios;

34:16

O tomando de sus hijas para tus hijos, y fornicando sus hijas en pos de sus dioses, harán también fornicar á tus hijos en pos de los dioses de ellas.

34:17

No harás dioses de fundición para ti.

34:18

La fiesta de los ázimos guardarás: siete días comerás por leudar, según te he mandado, en el tiempo del mes de Abib; porque en el mes de Abib saliste de Egipto.

34:19

Todo lo que abre matriz, mío es; y de tu ganado todo primerizo de vaca ó de oveja que fuere macho.

34:20

Empero redimirás con cordero el primerizo del asno; y si no lo redimieres, le has de cortar la cabeza. Redimirás todo primogénito de tus hijos, y no serán vistos vacíos delante de mí.

34:21

Seis días trabajarás, mas en el séptimo día cesarás: cesarás aun en la arada y en la siega.

34:22

Y te harás la fiesta de las semanas á los principios de la siega del trigo: y la fiesta de la cosecha á la vuelta del año.

34:23

Tres veces en el año será visto todo varón tuyo delante del Señoreador el Altísimo, Dios de Israel.

34:24

Porque yo arrojaré las gentes de tu presencia, y ensancharé tu término: y ninguno codiciará tu tierra, cuando tú subieres para ser visto delante de el Altísimo tu Dios tres veces en el año.

34:25

No ofrecerás con leudo la sangre de mi sacrificio; ni quedará de la noche para la mañana el sacrificio de la fiesta de la pascua.

34:26

La primicia de los primeros frutos de tu tierra meterás en la casa de el Altísimo tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.

34:27

Y el Altísimo dijo á Moisés: Escribe tú estas palabras; porque conforme á estas palabras he hecho la alianza contigo y con Israel.

34:28

Y él estuvo allí con el Altísimo cuarenta días y cuarenta noches: no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras de la alianza, las diez palabras.

   midr  40 días y noches -

34:29

Y aconteció, que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, mientras descendía del monte, no sabía él que la tez de su rostro resplandecía, después que hubo con El hablado.

34:30

Y miró Aarón y todos los hijos de Israel á Moisés, y he aquí la tez de su rostro era resplandeciente; y tuvieron miedo de llegarse á él.

34:31

Y llamólos Moisés; y Aarón y todos los príncipes de la congregación volvieron á él, y Moisés les habló.

34:32

Y después se llegaron todos los hijos de Israel, á los cuales mandó todas las cosas que el Altísimo le había dicho en el monte de Sinaí.

34:33

Y cuando hubo acabado Moisés de hablar con ellos, puso un velo sobre su rostro.

34:34

Y cuando venía Moisés delante de el Altísimo para hablar con él, quitábase el velo hasta que salía; y saliendo, hablaba con los hijos de Israel lo que le era mandado;

34:35

Y veían los hijos de Israel el rostro de Moisés, que la tez de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés á poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba á hablar con El.

 

Exo 34:1 Dijo Yahveh a Moisés. «Labra dos tablas de piedra como las primeras, sube donde mí, al monte y yo escribiré en las tablas las palabras que había en las primeras tablas que rompiste.
Exo 34:2 Prepárate para subir mañana temprano al monte Sinaí; allí en la cumbre del monte te presentarás a mí.
Exo 34:3 Que nadie suba contigo, ni aparezca nadie en todo el monte. Ni oveja ni buey paste en el monte.»
Exo 34:4 Labró Moisés dos tablas de piedra como las primeras y, levantándose de mañana, subió al monte Sinaí como le había mandado Yahveh, llevando en su mano las dos tablas de piedra.
Exo 34:5 Descendió Yahveh en forma de nube y se puso allí junto a él. Moisés invocó el nombre de Yahveh.
Exo 34:6 Yahveh pasó por delante de él y exclamó: «Yahveh, Yahveh, Dios misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y fidelidad,
Exo 34:7 que mantiene su amor por millares, que perdona la iniquidad, la rebeldía y el pecado, pero no los deja impunes; que castiga la iniquidad de los padres en los hijos y en los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación.»
Exo 34:8 Al instante, Moisés cayó en tierra de rodillas y se postró,
Exo 34:9 diciendo: «Si en verdad he hallado gracia a tus ojos, oh Señor, dígnese mi Señor venir en medio de nosotros, aunque sea un pueblo de dura cerviz; perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y recíbenos por herencia tuya.»
Exo 34:10 Respondió él: «Mira, voy a hacer una alianza; realizaré maravillas delante de todo tu pueblo, cono nunca se han hecho en toda la tierra ni en nación alguna; y todo el pueblo que te rodea verá la obra de Yahveh; porque he de hacer por medio de ti cosas que causen temor.
Exo 34:11 Observa bien lo que hoy te mando. He aquí que voy a expulsar delante de ti al amorreo, al cananeo, al hitita, al perizita, al jivita y al jebuseo.
Exo 34:12 Guárdate de hacer pacto con los habitantes del país en que vas a entrar, para que no sean un lazo en medio de ti.
Exo 34:13 Al contrario, destruiréis sus altares, destrozaréis sus estelas y romperéis sus cipos.
Exo 34:14 No te postrarás ante ningún otro dios, pues Yahveh se llama Celoso, es un Dios celoso.
Exo 34:15 No hagas pacto con los moradores de aquella tierra, no sea que cuando se prostituyan tras sus dioses y les ofrezcan sacrificios, te inviten a ti y tú comas de sus sacrificios;
Exo 34:16 y no sea que tomes sus hijas para tus hijos, y que al prostituirse sus hijas tras sus dioses, hagan también que tus hijos se prostituyan tras los dioses de ellas.
Exo 34:17 No te harás dioses de fundición.
Exo 34:18 Guardarás la fiesta de los Ázimos; siete días comerás ázimos como te he mandado, al tiempo señalado, esto es, en el mes de Abib, pues en el mes de Abib saliste de Egipto.
Exo 34:19 Todo lo que abre el seno es mío, todo primer nacido, macho, sea de vaca o de oveja, es mío.
Exo 34:20 El primer nacido de asno lo rescatarás con una oveja; y si no lo rescatas, lo desnucarás. Rescatarás todos los primogénitos de tus hijos, y nadie se presentará ante mí con las manos vacías.
Exo 34:21 Seis días trabajarás, mas en el séptimo descansarás; descansarás en tiempo de siembra y siega.
Exo 34:22 Celebrarás la fiesta de las Semanas: la de las primicias de la siega del trigo, y también la fiesta de la recolección al final del año.
Exo 34:23 Tres veces al año se presentarán todos tus varones ante Yahveh, el Señor, el Dios de Israel.
Exo 34:24 Pues cuando yo expulse a los pueblos delante de ti y ensanche tus fronteras, nadie codiciará tu tierra cuando tres veces al año subas a presentarte ante Yahveh, tu Dios.
Exo 34:25 No inmolarás con pan fermentado la sangre de mi sacrificio, ni quedará hasta el día siguiente la víctima de la fiesta de Pascua.
Exo 34:26 Llevarás a la casa de Yahveh, tu Dios, lo mejor de las primicias de los frutos de tu suelo. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.»
Exo 34:27 Dijo Yahveh a Moisés: «Consigna por escrito estas palabras, pues a tenor de ellas hago alianza contigo y con Israel.»
Exo 34:28 Moisés estuvo allí con Yahveh cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua. Y escribió en las tablas las palabras de la alianza, las diez palabras.
Exo 34:29 Luego, bajó Moisés del monte Sinaí y, cuando bajó del monte con las dos tablas del Testimonio en su mano, no sabía que la piel de su rostro se había vuelto radiante, por haber hablado con él.
Exo 34:30 Aarón y todos los israelitas miraron a Moisés, y al ver que la piel de su rostro irradiaba, temían acercarse a él.
Exo 34:31 Moisés los llamó. Aarón y todos los jefes de la comunidad se volvieron a él y Moisés habló con ellos.
Exo 34:32 Se acercaron a continuación todos los israelitas y él les conminó cuanto Yahveh le había dicho en el monte Sinaí.
Exo 34:33 Cuando Moisés acabó de hablar con ellos, se puso un velo sobre el rostro.
Exo 34:34 Siempre que Moisés se presentaba delante de Yahveh para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía, y al salir decía a los israelitas lo que Yahveh había ordenado.
Exo 34:35 Los israelitas veían entonces que el rostro de Moisés irradiaba, y Moisés cubría de nuevo su rostro hasta que entraba a hablar con Yahveh.

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Capítulo 35

35:1

Y MOISÉS hizo juntar toda la congregación de los hijos de Israel, y díjoles: Estas son las cosas que el Altísimo ha mandado que hagáis.

35:2

Seis días se hará obra, mas el día séptimo os será santo, sábado de reposo á el Altísimo: cualquiera que en él hiciere obra, morirá.

35:3

No encenderéis fuego en todas vuestras moradas en el día del sábado.

35:4

Y habló Moisés á toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que el Altísimo ha mandado, diciendo:

35:5

Tomad de entre vosotros ofrenda para el Altísimo: todo liberal de corazón la traerá á el Altísimo: oro, plata, metal;

35:6

Y cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino fino, y pelo de cabras;

35:7

Y cueros rojos de carneros, y cueros de tejones, y madera de Sittim;

35:8

Y aceite para la luminaria, y especias aromáticas para el aceite de la unción, y para el perfume aromático;

35:9

Y piedras de onix, y demás pedrería, para el ephod, y para el racional.

35:10

Y todo sabio de corazón de entre vosotros, vendrá y hará todas las cosas que el Altísimo ha mandado:

35:11

El tabernáculo, su tienda, y su cubierta, y sus anillos, y sus tablas, sus barras, sus columnas, y sus basas;

35:12

El arca, y sus varas, la cubierta, y el velo de la tienda;

35:13

La mesa, y sus varas, y todos sus vasos, y el pan de la proposición.

35:14

El candelero de la luminaria, y sus vasos, y sus candilejas, y el aceite para la luminaria;

35:15

Y el altar del perfume, y sus varas, y el aceite de la unción, y el perfume aromático, y el pabellón de la puerta, para la entrada del tabernáculo;

35:16

El altar del holocausto, y su enrejado de metal, y sus varas, y todos sus vasos, y la fuente con su basa;

35:17

Las cortinas del atrio, sus columnas, y sus basas, y el pabellón de la puerta del atrio;

35:18

Las estacas del tabernáculo, y las estacas del atrio, y sus cuerdas;

35:19

Las vestiduras del servicio para ministrar en el santuario, las sagradas vestiduras de Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos para servir en el sacerdocio.

35:20

Y salió toda la congregación de los hijos de Israel de delante de Moisés.

35:21

Y vino todo varón á quien su corazón estimuló, y todo aquel á quien su espíritu le dió voluntad, y trajeron ofrenda á el Altísimo para la obra del tabernáculo del testimonio, y para toda su fábrica, y para las sagradas vestiduras.

35:22

Y vinieron así hombres como mujeres, todo voluntario de corazón, y trajeron cadenas y zarcillos, sortijas y brazaletes, y toda joya de oro; y cualquiera ofrecía ofrenda de oro á el Altísimo.

35:23

Todo hombre que se hallaba con jacinto, ó púrpura, ó carmesí, ó lino fino, ó pelo de cabras, ó cueros rojos de carneros, ó cueros de tejones, lo traía.

35:24

Cualquiera que ofrecía ofrenda de plata ó de metal, traía á el Altísimo la ofrenda: y todo el que se hallaba con madera de Sittim, traíala para toda la obra del servicio.

35:25

Además todas las mujeres sabias de corazón hilaban de sus manos, y traían lo que habían hilado: cárdeno, ó púrpura, ó carmesí, ó lino fino.

35:26

Y todas las mujeres cuyo corazón las levantó en sabiduría, hilaron pelos de cabras.

35:27

Y los príncipes trajeron piedras de onix, y las piedras de los engastes para el ephod y el racional;

35:28

Y la especia aromática y aceite, para la luminaria, y para el aceite de la unción, y para el perfume aromático.

35:29

De los hijos de Israel, así hombres como mujeres, todos los que tuvieron corazón voluntario para traer para toda la obra, que el Altísimo había mandado por medio de Moisés que hiciesen, trajeron ofrenda voluntaria á el Altísimo.

35:30

Y dijo Moisés á los hijos de Israel: Mirad, el Altísimo ha nombrado á Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá;

35:31

Y lo ha henchido de espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, y en ciencia, y en todo artificio,

35:32

Para proyectar inventos, para trabajar en oro, y en plata, y en metal,

35:33

Y en obra de pedrería para engastar, y en obra de madera, para trabajar en toda invención ingeniosa.

35:34

Y ha puesto en su corazón el que pueda enseñar, así él como Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan:

35:35

Y los ha henchido de sabiduría de corazón, para que hagan toda obra de artificio, y de invención, y de recamado en jacinto, y en púrpura, y en carmesí, y en lino fino, y en telar; para que hagan toda labor, é inventen todo diseño.

 

Exo 35:1 Moisés reunió a toda la comunidad de los israelitas y les dijo: «Esto es lo que Yahveh ha mandado hacer.
Exo 35:2 Durante seis días se trabajará, pero el día séptimo será sagrado para vosotros, día de descanso completo en honor de Yahveh. Cualquiera que trabaje en ese día, morirá.
Exo 35:3 En ninguna de vuestras moradas encenderéis fuego en día de sábado.»
Exo 35:4 Moisés habló así a toda la comunidad de los israelitas: «Esta es la orden de Yahveh:
Exo 35:5 Reservad de vuestros bienes una ofrenda para Yahveh. Que reserven ofrenda para Yahveh todos aquellos a quienes su corazón mueva: oro, plata y bronce,
Exo 35:6 púrpura violeta y escarlata, carmesí, lino fino, pelo de cabra,
Exo 35:7 pieles de carnero teñidas de rojo, cueros finos y maderas de acacia,
Exo 35:8 aceite para el alumbrado, aromas para el óleo de la unción y para el incienso aromático,
Exo 35:9 piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y el pectoral.
Exo 35:10 Que vengan los artífices hábiles de entre vosotros a realizar cuanto Yahveh ha ordenado:
Exo 35:11 la Morada, su Tienda y su toldo, sus broches, sus tableros, sus travesaños, sus postes y sus basas;
Exo 35:12 el Arca y sus varales, el propiciatorio y el velo que lo cubre;
Exo 35:13 la mesa con sus varales y todos sus utensilios, el pan de la Presencia,
Exo 35:14 el candelabro para el alumbrado con sus utensilios, y sus lámparas, y el aceite del alumbrado;
Exo 35:15 el altar del incienso con sus varales; el óleo de la unción, el incienso aromático, la cortina del vano de la entrada a la Morada,
Exo 35:16 el altar de los holocaustos con su rejilla de bronce, sus varales y todos su utensilios; la pila con su base;
Exo 35:17 los cortinajes del atrio con sus postes y sus basas; el tapiz de la entrada del atrio;
Exo 35:18 la clavazón de la Morada y la clavazón del atrio y sus cuerdas;
Exo 35:19 los ornamentos de ceremonia para oficiar en el Santuario; las vestiduras sagradas para el sacerdote Aarón y las vestiduras de sus hijos para sus funciones sacerdotales.»
Exo 35:20 Entonces, toda la comunidad de los israelitas se retiró de la presencia de Moisés;
Exo 35:21 todos aquellos a quienes impulsaba su corazón y movía su espíritu vinieron a traer la ofrenda reservada a Yahveh, para los trabajos de la Tienda del Encuentro, para todo su servicio y para las vestiduras sagradas.
Exo 35:22 Venían hombres y mujeres: todos los que eran movidos por su corazón traían zarcillos, pendientes, anillos de oro, el oro que cada uno presentaba como ofrenda mecida para Yahveh.
Exo 35:23 Cuantos poseían púrpura violeta y escarlata, y carmesí, lino fino, pelo de cabra, pieles de carnero teñidas de rojo y cueros finos, los traían también.
Exo 35:24 Cuantos pudieron reservar una ofrenda de plata o de bronce, la llevaron como ofrenda reservada a Yahveh. Lo mismo hicieron los que poseían madera de acacia, que sirviera para los trabajos de la obra.
Exo 35:25 Todas las mujeres hábiles en el oficio hilaron con sus manos y llevaron la púrpura violeta y escarlata, el carmesí y lino fino que habían hilado.
Exo 35:26 Todas las mujeres hábiles en hilar, hilaron pelo de cabra, movidas por su corazón.
Exo 35:27 Los jefes trajeron piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y el pectoral;
Exo 35:28 aromas y aceite para el alumbrado, para el óleo de la unción y para el incienso aromático.
Exo 35:29 Todos los israelitas, hombres y mujeres, cuyo corazón les había impulsado a llevar algo para cualquiera de los trabajos que Yahveh, por medio de Moisés, les había encomendado, presentaron sus ofrendas voluntarias a Yahveh.
Exo 35:30 Moisés dijo entonces a los israelitas: «Mirad, Yahveh ha designado a Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá,
Exo 35:31 y le ha llenado del espíritu de Dios, confiriéndole habilidad, pericia y experiencia en toda clase de trabajos,
Exo 35:32 para concebir y realizar proyectos en oro, plata y bronce,
Exo 35:33 para labrar piedras de engaste, tallar la madera y ejecutar cualquier otra labor de artesanía;
Exo 35:34 a él y Oholiab, hijo de Ajisamak de la tribu de Dan, les ha puesto en el corazón el don de enseñar.
Exo 35:35 Les ha llenado de habilidad para toda clase de labores en talla y bordado, en recamado de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino, y en labores de tejidos. Son capaces de ejecutar toda clase de trabajos y de idear proyectos.»

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Capítulo 36

36:1

HIZO, pues, Bezaleel y Aholiab, y todo hombre sabio de corazón, á quien el Altísimo dió sabiduría é inteligencia para que supiesen hacer toda la obra del servicio del santuario, todas las cosas que había mandado el Altísimo.

36:2

Y Moisés llamó á Bezaleel y á Aholiab, y á todo varón sabio de corazón, en cuyo corazón había dado el Altísimo sabiduría, y á todo hombre á quien su corazón le movió á llegarse á la obra, para trabajar en ella;

36:3

Y tomaron de delante de Moisés toda la ofrenda que los hijos de Israel habían traído para la obra del servicio del santuario, á fin de hacerla. Y ellos le traían aún ofrenda voluntaria cada mañana.

36:4

Vinieron, por tanto, todos los maestros que hacían toda la obra del santuario, cada uno de la obra que hacía.

36:5

Y hablaron á Moisés, diciendo: El pueblo trae mucho más de lo que es menester para la atención de hacer la obra que el Altísimo ha mandado que se haga.

36:6

Entonces Moisés mandó pregonar por el campo, diciendo: Ningún hombre ni mujer haga más obra para ofrecer para el santuario. Y así fue el pueblo impedido de ofrecer;

36:7

Pues tenia material abundante para hacer toda la obra, y sobraba.

36:8

Y todos los sabios de corazón entre los que hacían la obra, hicieron el tabernáculo de diez cortinas, de lino torcido, y de jacinto, y de púrpura y carmesí; las cuales hicieron de obra prima, con querubines.

36:9

La longitud de la una cortina era de veintiocho codos, y la anchura de cuatro codos: todas las cortinas tenían una misma medida.

36:10

Y juntó las cinco cortinas la una con la otra: asimismo unió las otras cinco cortinas la una con la otra.

36:11

E hizo las lazadas de color de jacinto en la orilla de la una cortina, en el borde, á la juntura; y así hizo en la orilla al borde de la segunda cortina, en la juntura.

36:12

Cincuenta lazadas hizo en la una cortina, y otras cincuenta en la segunda cortina, en el borde, en la juntura; las unas lazadas enfrente de las otras.

36:13

Hizo también cincuenta corchetes de oro, con los cuales juntó las cortinas, la una con la otra; é hízose un tabernáculo.

36:14

Hizo asimismo cortinas de pelo de cabras para la tienda sobre el tabernáculo, é hízolas en número de once.

36:15

La longitud de la una cortina era de treinta codos, y la anchura de cuatro codos: las once cortinas tenían una misma medida.

36:16

Y juntó las cinco cortinas de por sí, y las seis cortinas aparte.

36:17

Hizo además cincuenta lazadas en la orilla de la postrera cortina en la juntura, y otras cincuenta lazadas en la orilla de la otra cortina en la juntura.

36:18

Hizo también cincuenta corchetes de metal para juntar la tienda, de modo que fuese una.

36:19

E hizo una cubierta para la tienda de cueros rojos de carneros, y una cubierta encima de cueros de tejones.

36:20

Además hizo las tablas para el tabernáculo de madera de Sittim, para estar derechas.

36:21

La longitud de cada tabla de diez codos, y de codo y medio la anchura.

36:22

Cada tabla tenía dos quicios enclavijados el uno delante del otro: así hizo todas las tablas del tabernáculo.

36:23

Hizo, pues, las tablas para el tabernáculo: veinte tablas al lado del austro, al mediodía.

36:24

Hizo también las cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas: dos basas debajo de la una tabla para sus dos quicios, y dos basas debajo de la otra tabla para sus dos quicios.

36:25

Y para el otro lado del tabernáculo, á la parte del aquilón, hizo veinte tablas,

36:26

Con sus cuarenta basas de plata: dos basas debajo de la una tabla, y dos basas debajo de la otra tabla.

36:27

Y para el lado occidental del tabernáculo hizo seis tablas.

36:28

Para las esquinas del tabernáculo en los dos lados hizo dos tablas,

36:29

Las cuales se juntaban por abajo, y asimismo por arriba á un gozne: y así hizo á la una y á la otra en las dos esquinas.

36:30

Eran, pues, ocho tablas, y sus basas de plata dieciséis; dos basas debajo de cada tabla.

36:31

Hizo también las barras de madera de Sittim; cinco para las tablas del un lado del tabernáculo,

36:32

Y cinco barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para las tablas del lado del tabernáculo á la parte occidental.

36:33

E hizo que la barra del medio pasase por medio de las tablas del un cabo al otro.

36:34

Y cubrió las tablas de oro, é hizo de oro los anillos de ellas por donde pasasen las barras: cubrió también de oro las barras.

36:35

Hizo asimismo el velo de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, el cual hizo con querubines de delicada obra.

36:36

Y para él hizo cuatro columnas de madera de Sittim; y cubriólas de oro, los capiteles de las cuales eran de oro; é hizo para ellas cuatro basas de plata de fundición.

36:37

Hizo también el velo para la puerta del tabernáculo, de jacinto, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, obra de recamador;

36:38

Y sus cinco columnas con sus capiteles: y cubrió las cabezas de ellas y sus molduras de oro: pero sus cinco basas las hizo de metal.

 

Exo 36:1 Así, pues, Besalel, Oholiab y todos los hombres hábiles en quienes Yahveh había infundido habilidad y pericia para saber realizar todos los trabajos en servicio del Santuario, ejecutaron todo conforme había mandado Yahveh.
Exo 36:2 Llamó Moisés a Besalel y a Oholiab y a todos los hombres hábiles en cuyo corazón Yahveh había infundido habilidad, a todos los que su corazón movía a ponerse al trabajo para realizarlo.
Exo 36:3 Recibieron de Moisés todas las ofrendas que los israelitas habían reservado para la ejecución de la obra del Santuario. Entre tanto los israelitas seguían entregando a Moisés cada mañana ofrendas voluntarias.
Exo 36:4 Por eso, todos los artífices dedicados a los trabajos del Santuario dejaron cada cual su trabajo,
Exo 36:5 y fueron a hablar con Moisés, diciendo: «El pueblo entrega más de lo que se precisa para la realización de las obras que Yahveh ha mandado hacer.»
Exo 36:6 Entonces Moisés mandó correr la voz por el campamento: «Ni hombre ni mujer reserve ya más ofrendas para el Santuario.» Suspendió el pueblo su aportación,
Exo 36:7 pues había material suficiente para ejecutar todos los trabajos; y aun sobraba.
Exo 36:8 Entonces los artífices más expertos de entre los que ejecutaban el trabajo hicieron la Morada. La hizo con diez tapices de lino fino torzal, de púrpura violeta y escarlata y de carmesí con querubines bordados.
Exo 36:9 La longitud de cada tapiz era de veintiocho codos y la anchura de cuatro. Todos los tapices tenían las mismas medias.
Exo 36:10 Unió cinco tapices entre sí y lo mismo los otros cinco.
Exo 36:11 Puso lazos de púrpura violeta en el borde del tapiz con que termina el primer conjunto; los puso también en el borde del tapiz con que termina el segundo conjunto.
Exo 36:12 Puso cincuenta lazos en el primer tapiz y otros cincuenta en el borde del último tapiz del segundo conjunto, correspondiéndose los lazos unos a otros.
Exo 36:13 Hizo también cincuenta broches de oro, y con los broches enlazó entre sí los tapices, de modo que la Morada vino a formar un espacio único.
Exo 36:14 Tejió también piezas de pelo de cabra para que, a modo de tienda, cubrieran la Morada. Tejió once de estas piezas.
Exo 36:15 La longitud de cada pieza era de treinta codos y de cuatro la anchura. Las once piezas tenían las mismas medidas.
Exo 36:16 Juntó cinco piezas en una parte y seis en la otra.
Exo 36:17 Hizo cincuenta lazos en el borde de la última pieza del primer conjunto, y cincuenta lazos en el borde de la última pieza del segundo conjunto.
Exo 36:18 Hizo cincuenta broches de bronce para unir la Tienda, formando un espacio único.
Exo 36:19 Hizo además para la Tienda un toldo de pieles de carnero teñidas de rojo, y encima otro toldo de cueros finos.
Exo 36:20 Para la Morada hizo los tableros de madera de acacia y los puso de pie.
Exo 36:21 Cada tablero tenía diez codos de largo, y codo y medio de ancho.
Exo 36:22 Tenía además dos espigas paralelas. Hizo lo mismo todos los tableros de la Morada.
Exo 36:23 Puso los tableros para la Morada: veinte para el flanco del Négueb, hacia el sur;
Exo 36:24 hizo cuarenta basas de plata para colocarlas debajo de los veinte tableros: dos basas debajo de un tablero para sus dos espigas y dos basas debajo del otro tablero para sus dos espigas.
Exo 36:25 Para el segundo flanco de la Morada, la parte del norte, hizo otros veinte tableros,
Exo 36:26 con sus cuarenta basas de plata; dos basas debajo de un tablero y dos basas debajo del otro tablero.
Exo 36:27 Para la parte posterior de la Morada, hacia el occidente, hizo seis tableros;
Exo 36:28 para los ángulos de la Morada en su parte posterior, dos más,
Exo 36:29 que estaban unidos desde abajo hasta arriba, hasta la primera anilla. Así lo hizo con los dos tableros destinados a los dos ángulos.
Exo 36:30 Eran, pues, ocho tableros con sus basas de plata; dieciséis basas, dos debajo de cada tablero.
Exo 36:31 Después hizo travesaños de madera de acacia: cinco travesaños para los tableros de un flanco de la Morada;
Exo 36:32 y cinco travesaños para los tableros del otro flanco de la Morada; y otros cinco para los tableros de la parte posterior de la Morada hacia el occidente.
Exo 36:33 Hizo el travesaño central de tal suerte que pasase a media altura de los tableros, de un extremo al otro.
Exo 36:34 Revistió de oro los tableros; de oro hizo también sus anillas para pasar los travesaños, y los revistió igualmente de oro.
Exo 36:35 Hizo el velo de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal; bordó en él unos querubines.
Exo 36:36 Hizo para colgarlo cuatro postes de acacia, revestidos de oro y provistos de ganchos de oro; fundió para ellos cuatro basas de plata.
Exo 36:37 Hizo para la entrada de la Tienda una cortina de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal, labor de recamador,
Exo 36:38 con sus cinco postes y sus ganchos. Revistió de oro sus capiteles y sus varillas y fundió en bronce sus cinco basas.

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Capítulo 37

37:1

HIZO también Bezaleel el arca de madera de Sittim: su longitud era de dos codos y medio, y de codo y medio su anchura, y su altura de otro codo y medio:

37:2

Y cubrióla de oro puro por de dentro y por de fuera, é hízole una cornisa de oro en derredor.

37:3

Hízole además de fundición cuatro anillos de oro á sus cuatro esquinas; en el un lado dos anillos y en el otro lado dos anillos.

37:4

Hizo también las varas de madera de Sittim, y cubriólas de oro.

37:5

Y metió las varas por los anillos á los lados del arca, para llevar el arca.

37:6

Hizo asimismo la cubierta de oro puro: su longitud de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio.

37:7

Hizo también los dos querubines de oro, hízolos labrados á martillo, á los dos cabos de la cubierta:

37:8

El un querubín de esta parte al un cabo, y el otro querubín de la otra parte al otro cabo de la cubierta: hizo los querubines á sus dos cabos.

37:9

Y los querubines extendían sus alas por encima, cubriendo con sus alas la cubierta: y sus rostros el uno enfrente del otro, hacia la cubierta los rostros de los querubines.

37:10

Hizo también la mesa de madera de Sittim; su longitud de dos codos, y su anchura de un codo, y de codo y medio su altura;

37:11

Y cubrióla de oro puro, é hízole una cornisa de oro en derredor.

37:12

Hízole también una moldura alrededor, del ancho de una mano, á la cual moldura hizo la cornisa de oro en circunferencia.

37:13

Hízole asimismo de fundición cuatro anillos de oro, y púsolos á las cuatro esquinas que correspondían á los cuatro pies de ella.

37:14

Delante de la moldura estaban los anillos, por los cuales se metiesen las varas para llevar la mesa.

37:15

E hizo las varas de madera de Sittim para llevar la mesa, y cubriólas de oro.

37:16

También hizo los vasos que habían de estar sobre la mesa, sus platos, y sus cucharas, y sus cubiertos y sus tazones con que se había de libar, de oro fino.

37:17

Hizo asimismo el candelero de oro puro, é hízolo labrado á martillo: su pie y su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores eran de lo mismo.

37:18

De sus lados salían seis brazos; tres brazos del un lado del candelero, y otros tres brazos del otro lado del candelero:

37:19

En el un brazo, tres copas figura de almendras, una manzana y una flor; y en el otro brazo tres copas figura de almendras, una manzana y una flor: y así en los seis brazos que salían del candelero.

37:20

Y en el candelero había cuatro copas figura de almendras, sus manzanas y sus flores:

37:21

Y una manzana debajo de los dos brazos de lo mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos de lo mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos de lo mismo, conforme á los seis brazos que salían de él.

37:22

Sus manzanas y sus brazos eran de lo mismo; todo era una pieza labrada á martillo, de oro puro.

37:23

Hizo asimismo sus siete candilejas, y sus despabiladeras, y sus platillos, de oro puro;

37:24

De un talento de oro puro lo hizo, con todos sus vasos.

37:25

Hizo también el altar del perfume de madera de Sittim: un codo su longitud, y otro codo su anchura, era cuadrado; y su altura de dos codos; y sus cuernos de la misma pieza.

37:26

Y cubriólo de oro puro, su mesa y sus paredes alrededor, y sus cuernos: é hízole una corona de oro alrededor.

37:27

Hízole también dos anillos de oro debajo de la corona en las dos esquinas á los dos lados, para pasar por ellos las varas con que había de ser conducido.

37:28

E hizo las varas de madera de Sittim, y cubriólas de oro.

37:29

Hizo asimismo el aceite santo de la unción, y el fino perfume aromático, de obra de perfumador.

 

Exo 37:1 Besalel hizo el arca de madera de acacia, de dos codos y medio de largo, codo y medio de ancho, y codo y medio de alto.
Exo 37:2 La revistió de oro puro, por dentro y por fuera, y además puso en su derredor una moldura de oro.
Exo 37:3 Fundió cuatro anillas de oro para sus cuatro pies, dos anillas a un costado y dos anillas al otro.
Exo 37:4 Hizo también varales de madera de acacia, que revistió de oro;
Exo 37:5 pasó los varales por las anillas de los costados del arca, para transportarla.
Exo 37:6 Después hizo un propiciatorio de oro puro, de dos codos y medio de largo, y de codo y medio de ancho.
Exo 37:7 Hizo igualmente dos querubines de oro macizo; los hizo en los dos extremos del propiciatorio;
Exo 37:8 el primer querubín en un extremo y el segundo en el otro; hizo los querubines formando un cuerpo con el propiciatorio en sus dos extremos.
Exo 37:9 Estaban los querubines con las alas extendidas por encima, cubriendo con ellas el propiciatorio, uno frente al otro, con las caras vueltas hacia el propiciatorio.
Exo 37:10 Hizo, además, la mesa de madera de acacia, de dos codos de largo, un codo de ancho y codo y medio de alto.
Exo 37:11 La revistió de oro puro y le puso alrededor una moldura de oro.
Exo 37:12 Hizo además, en torno de ella, un reborde de una palma de ancho, con una moldura de oro alrededor del mismo.
Exo 37:13 Le hizo cuatro anillas de oro y puso las anillas en los cuatro ángulos, correspondientes a sus cuatro pies.
Exo 37:14 Junto al reborde se hallaban las anillas para pasar por ellas los varales y transportar la mesa.
Exo 37:15 Hizo los varales de madera de acacia y los revistió de oro.
Exo 37:16 Asimismo hizo de oro puro los utensilios que habían de estar sobre la mesa; sus fuentes, sus vasos, sus tazas y sus jarros con los que se hacían las libaciones.
Exo 37:17 Hizo el candelabro de oro puro. Hizo el candelabro de oro macizo, su pie y su tallo. Sus cálices - corolas y flores - formaban con él un cuerpo.
Exo 37:18 De sus lados salían seis brazos: tres brazos de un lado, y tres brazos de otro.
Exo 37:19 El primer brazo tenía tres cálices en forma de flor de almendro, con corola y flor; y así los seis brazos que salían del candelabro.
Exo 37:20 En el mismo candelabro había cuatro cálices, en forma de flor de almendro, con sus corolas y flores;
Exo 37:21 una corola debajo de los dos primeros brazos que formaban cuerpo con él, una corola debajo de los siguientes, y una corola debajo de los dos últimos brazos; así con los seis brazos que salían del mismo.
Exo 37:22 Las corolas y los brazos formaban un cuerpo con el candelabro; todo ello formaba un cuerpo de oro puro macizo.
Exo 37:23 Hizo también de oro puro sus siete lámparas, sus despabiladeras y sus ceniceros.
Exo 37:24 Empleó un talento de oro puro para el candelabro y todos sus utensilios.
Exo 37:25 Hizo también de madera de acacia el altar del incienso, de un codo de largo y uno de ancho, cuadrado, y de dos codos de alto. Sus cuernos formaban un solo cuerpo con él.
Exo 37:26 Lo revistió de oro puro, por su parte superior, sus costados y también sus cuernos. Puso en su derredor una moldura de oro.
Exo 37:27 Y debajo de la moldura, a los costados, hizo dos anillas a sus dos lados, para meter por ellas los varales con que transportarlo.
Exo 37:28 Hizo los varales de madera de acacia y los revistió de oro.
Exo 37:29 Preparó también el óleo sagrado de la unción, y el incienso aromático puro, como lo prepara el perfumista.

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Capítulo 38

38:1

IGUALMENTE hizo el altar del holocausto de madera de Sittim: su longitud de cinco codos, y su anchura de otros cinco codos, cuadrado, y de tres codos de altura.

38:2

E hízole sus cuernos á sus cuatro esquinas, los cuales eran de la misma pieza, y cubriólo de metal.

38:3

Hizo asimismo todos los vasos del altar: calderas, y tenazas, y tazones, y garfios, y palas: todos sus vasos hizo de metal.

38:4

E hizo para el altar el enrejado de metal, de hechura de red, que puso en su cerco por debajo hasta el medio del altar.

38:5

Hizo también cuatro anillos de fundición á los cuatro cabos del enrejado de metal, para meter las varas.

38:6

E hizo las varas de madera de Sittim, y cubriólas de metal.

38:7

Y metió las varas por los anillos á los lados del altar, para llevarlo con ellas: hueco lo hizo, de tablas.

38:8

También hizo la fuente de metal, con su basa de metal, de los espejos de las que velaban á la puerta del tabernáculo del testimonio.

38:9

Hizo asimismo el atrio; á la parte austral del mediodía las cortinas del atrio eran de cien codos, de lino torcido:

38:10

Sus columnas veinte, con sus veinte basas de metal: los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata.

38:11

Y á la parte del aquilón cortinas de cien codos: sus columnas veinte, con sus veinte basas de metal; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata.

38:12

A la parte del occidente cortinas de cincuenta codos: sus columnas diez, y sus diez basas; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata.

38:13

Y á la parte oriental, al levante, cortinas de cincuenta codos:

38:14

Al un lado cortinas de quince codos, sus tres columnas, y sus tres basas;

38:15

Al otro lado, de la una parte y de la otra de la puerta del atrio, cortinas de á quince codos, sus tres columnas, y sus tres basas.

38:16

Todas las cortinas del atrio alrededor eran de lino torcido.

38:17

Y las basas de las columnas eran de metal; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata; asimismo las cubiertas de las cabezas de ellas, de plata: y todas las columnas del atrio tenían molduras de plata.

38:18

Y el pabellón de la puerta del atrio fue de obra de recamado, de jacinto, y púrpura, y carmesí, y lino torcido: la longitud de veinte codos, y la altura en el ancho de cinco codos, conforme á las cortinas del atrio.

38:19

Y sus columnas fueron cuatro con sus cuatro basas de metal: y sus capiteles de plata; y las cubiertas de los capiteles de ellas y sus molduras, de plata.

38:20

Y todas las estacas del tabernáculo y del atrio alrededor fueron de metal.

38:21

Estas son las cuentas del tabernáculo, del tabernáculo del testimonio, lo que fué contado de orden de Moisés por mano de Ithamar, hijo de Aarón sacerdote, para el ministerio de los Levitas.

38:22

Y Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá, hizo todas las cosas que el Altísimo mandó á Moisés.

38:23

Y con él estaba Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan, artífice, y diseñador, y recamador en jacinto, y púrpura, y carmesí, y lino fino.

38:24

Todo el oro empleado en la obra, en toda la obra del santuario, el cual fué oro de ofrenda, fué veintinueve talentos, y setecientos y treinta siclos, según el siclo del santuario.

38:25

Y la plata de los contados de la congregación fué cien talentos, y mil setecientos setenta y cinco siclos, según el siclo del santuario:

38:26

Medio por cabeza, medio siclo, según el siclo del santuario, á todos los que pasaron por cuenta de edad de veinte años y arriba, que fueron seiscientos tres mil quinientos cincuenta.

38:27

Hubo además cien talentos de plata para hacer de fundición las basas del santuario y las basas del velo: en cien basas cien talentos, á talento por basa.

38:28

Y de los mil setecientos setenta y cinco siclos hizo los capiteles de las columnas, y cubrió los capiteles de ellas, y las ciñó.

38:29

Y el metal de la ofrenda fue setenta talentos, y dos mil cuatrocientos siclos;

38:30

Del cual hizo las basas de la puerta del tabernáculo del testimonio, y el altar de metal, y su enrejado de metal, y todos los vasos del altar.

38:31

Y las basas del atrio alrededor, y las basas de la puerta del atrio, y todas las estacas del tabernáculo, y todas las estacas del atrio alrededor.

 

Exo 38:1 Hizo el altar de los holocaustos de madera de acacia, de cinco codos de largo y cinco de ancho, cuadrado, y de tres codos de alto.
Exo 38:2 Hizo sobresalir de sus cuatro ángulos unos cuernos que formaban un cuerpo con él, y lo revistió de bronce.
Exo 38:3 Hizo, además, todos los utensilios del altar: Los ceniceros, los badiles, los acetres, los tenedores y los braseros. Fundió de bronce todos sus utensilios.
Exo 38:4 Fabricó para el altar una rejilla de bronce en forma de red, bajo la cornisa inferior, de modo que llegaba hasta la mitad del altar.
Exo 38:5 Fijó cuatro anillas para los cuatro extremos de la rejilla de bronce, para meter los varales.
Exo 38:6 Hizo los varales de madera de acacia, y los revistió de bronce,
Exo 38:7 y pasó los varales por las anillas a los flancos del altar, para transportarlo así. Hizo el altar hueco, de paneles.
Exo 38:8 Hizo la pila y la basa de bronce, con los espejos de las mujeres que servían a la entrada de la Tienda del Encuentro.
Exo 38:9 Hizo también el atrio; por el lado del Négueb, hacia el sur, estaba el cortinaje del atrio, de lino fino torzal, de cien codos.
Exo 38:10 Sus postes eran veinte, y veinte sus basas de bronce; los ganchos de los postes y sus varillas eran de plata.
Exo 38:11 Por el lado septentrional había igualmente un cortinaje de cien codos. Sus postes eran veinte, y veinte sus basas de bronce; los ganchos de los postes y sus varillas eran de plata.
Exo 38:12 En el lado occidental había un cortinaje de cincuenta codos. Sus postes eran diez, y diez sus basas; los ganchos de los postes y sus varillas eran de plata.
Exo 38:13 En el lado Este, al oriente, colgaban también cincuenta codos de cortinaje.
Exo 38:14 El cortinaje era de quince codos, con tres columnas y tres basas, por un lado de la entrada;
Exo 38:15 y por el otro lado - a ambos lados de la entrada del atrio - había un cortinaje de quince codos; sus postes eran tres, y tres sus basas.
Exo 38:16 Todos los cortinajes del recinto del atrio eran de lino fino torzal.
Exo 38:17 Las basas de los postes eran de bronce, sus ganchos y sus varillas de plata. También sus capiteles estaban revestidos de plata, y todos los postes del atrio llevaban varillas de plata.
Exo 38:18 El tapiz de la puerta del atrio era labor de recamador y estaba recamado de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal. Tenía veinte codos de largo; su altura - en el ancho - era de cinco codos, lo mismo que los cortinajes del atrio.
Exo 38:19 Sus cuatro postes y sus cuatro basas eran de bronce; sus ganchos de plata, como también el revestimiento de sus capiteles y sus varillas.
Exo 38:20 Toda la clavazón de la Morada y del atrio que la rodeaba era de bronce.
Exo 38:21 Este es el inventario de la Morada, de la Morada del testimonio, realizado por orden de Moisés, y hecho por los levitas bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.
Exo 38:22 Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá, hizo todo cuanto Yahveh había mandado a Moisés,
Exo 38:23 juntamente con Oholiab, hijo de Ajisamak, de la tribu de Dan, que era artífice, bordador y recamador en púrpura violeta y escarlata, en carmesí y lino fino.
Exo 38:24 El total del oro empleado en el trabajo, en todo el trabajo del Santuario, es decir, el oro de la ofrenda reservada, fue de veintinueve talentos y 730. siclos, en siclos del Santuario;
Exo 38:25 la plata de los incluidos en el censo de la comunidad, cien talentos y 1.775. siclos, en siclos del Santuario:
Exo 38:26 un becá por cabeza, o sea medio siclo, en siclos del Santuario, para cada hombre comprendido en el censo de los 603.550. hombres, de veinte años en adelante.
Exo 38:27 Los cien talentos de plata se emplearon en fundir las basas del Santuario y las basas del velo; cien basas correspondientes a los cien talentos, un talento por basa.
Exo 38:28 De los 1.775. siclos hizo ganchos para los postes, revistió sus capiteles y los unió con varillas.
Exo 38:29 El bronce de la ofrenda reservada fue de setenta talentos y 2.400. siclos.
Exo 38:30 Con él hizo las basas para la entrada de la Tienda del Encuentro, el altar de bronce con su rejilla de bronce y todos los utensilios del altar,
Exo 38:31 las basas del recinto del atrio y las basas de la entrada del atrio, toda la clavazón de la Morada y toda la clavazón del atrio que la rodeaba.

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Capítulo 39

39:1

Y DEL jacinto, y púrpura, y carmesí, hicieron las vestimentas del ministerio para ministrar en el santuario, y asimismo hicieron las vestiduras sagradas para Aarón; como el Altísimo lo había mandado á Moisés.

39:2

Hizo también el ephod de oro, de cárdeno y púrpura y carmesí, y lino torcido.

39:3

Y extendieron las planchas de oro, y cortaron hilos para tejerlos entre el jacinto, y entre la púrpura, y entre el carmesí, y entre el lino, con delicada obra.

39:4

Hiciéronle las hombreras que se juntasen; y uníanse en sus dos lados.

39:5

Y el cinto del ephod que estaba sobre él, era de lo mismo, conforme á su obra; de oro, jacinto, y púrpura, y carmesí, y lino torcido; como el Altísimo lo había mandado á Moisés.

39:6

Y labraron las piedras oniquinas cercadas de engastes de oro, grabadas de grabadura de sello con los nombres de los hijos de Israel:

39:7

Y púsolas sobre las hombreras del ephod, por piedras de memoria á los hijos de Israel; como el Altísimo lo había á Moisés mandado.

39:8

Hizo también el racional de primorosa obra, como la obra del ephod, de oro, jacinto, y púrpura, y carmesí, y lino torcido.

39:9

Era cuadrado: doblado hicieron el racional: su longitud era de un palmo, y de un palmo su anchura, doblado.

39:10

Y engastaron en él cuatro órdenes de piedras. El primer orden era un sardio, un topacio, y un carbunclo: este el primer orden.

39:11

El segundo orden, una esmeralda, un zafiro, y un diamante.

39:12

El tercer orden, un ligurio, un ágata, y un amatista.

39:13

Y el cuarto orden, un berilo, un onix, y un jaspe: cercadas y encajadas en sus engastes de oro.

39:14

Las cuales piedras eran conforme á los nombres de los hijos de Israel, doce según los nombres de ellos; como grabaduras de sello, cada una con su nombre según las doce tribus.

39:15

Hicieron también sobre el racional las cadenas pequeñas de hechura de trenza, de oro puro.

39:16

Hicieron asimismo los dos engastes y los dos anillos, de oro; los cuales dos anillos de oro pusieron en los dos cabos del racional.

39:17

Y pusieron las dos trenzas de oro en aquellos dos anillos á los cabos del racional.

39:18

Y fijaron los dos cabos de las dos trenzas en los dos engastes, que pusieron sobre las hombreras del ephod, en la parte delantera de él.

39:19

E hicieron dos anillos de oro, que pusieron en los dos cabos del racional, en su orilla, á la parte baja del ephod.

39:20

Hicieron además dos anillos de oro, los cuales pusieron en las dos hombreras del ephod, abajo en la parte delantera, delante de su juntura, sobre el cinto del ephod.

39:21

Y ataron el racional de sus anillos á los anillos del ephod con un cordón de jacinto, para que estuviese sobre el cinto del mismo ephod, y no se apartase el racional del ephod; como el Altísimo lo había mandado á Moisés.

39:22

Hizo también el manto del ephod de obra de tejedor, todo de jacinto.

39:23

Con su abertura en medio de él, como el cuello de un coselete, con un borde en derredor de la abertura, porque no se rompiese.

39:24

E hicieron en las orillas del manto las granadas de jacinto, y púrpura, y carmesí, y lino torcido.

39:25

Hicieron también las campanillas de oro puro, las cuales campanillas pusieron entre las granadas por las orillas del manto alrededor entre las granadas:

39:26

Una campanilla y una granada, una campanilla y una granada alrededor, en las orillas del manto, para ministrar; como el Altísimo lo mandó á Moisés.

39:27

Igualmente hicieron las túnicas de lino fino de obra de tejedor, para Aarón y para sus hijos;

39:28

Asimismo la mitra de lino fino, y los adornos de los chapeos (tiaras) de lino fino, y los pañetes de lino, de lino torcido;

39:29

También el cinto de lino torcido, y de jacinto, y púrpura, y carmesí, de obra de recamador; como el Altísimo lo mandó á Moisés.

39:30

Hicieron asimismo la plancha de la diadema santa de oro puro, y escribieron en ella de grabadura de sello, el rótulo, SANTIDAD A el Altísimo.

39:31

Y pusieron en ella un cordón de jacinto, para colocarla en alto sobre la mitra; como el Altísimo lo había mandado á Moisés.

39:32

Y fue acabada toda la obra del tabernáculo, del tabernáculo del testimonio: é hicieron los hijos de Israel como el Altísimo lo había mandado á Moisés: así lo hicieron.

39:33

Y trajeron el tabernáculo á Moisés, el tabernáculo y todos sus vasos; sus corchetes, sus tablas, sus barras, y sus columnas, y sus basas;

39:34

Y la cubierta de pieles rojas de carneros, y la cubierta de pieles de tejones, y el velo del pabellón;

39:35

El arca del testimonio, y sus varas, y la cubierta;

39:36

La mesa, todos sus vasos, y el pan de la proposición;

39:37

El candelero limpio, sus candilejas, las lámparas que debían mantenerse en orden, y todos sus vasos, y el aceite para la luminaria;

39:38

Y el altar de oro, y el aceite de la unción, y el perfume aromático, y el pabellón para la puerta del tabernáculo;

39:39

El altar de metal, con su enrejado de metal, sus varas, y todos sus vasos; y la fuente, y su basa;

39:40

Las cortinas del atrio, y sus columnas, y sus basas, y el pabellón para la puerta del atrio, y sus cuerdas, y sus estacas, y todos los vasos del servicio del tabernáculo, del tabernáculo del testimonio;

39:41

Las vestimentas del servicio para ministrar en el santuario, las sagradas vestiduras para Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos, para ministrar en el sacerdocio.

39:42

En conformidad á todas las cosas que el Altísimo había mandado á Moisés, así hicieron los hijos de Israel toda la obra.

39:43

Y vió Moisés toda la obra, y he aquí que la habían hecho como el Altísimo había mandado; y bendíjolos.

 

Exo 39:1 Hicieron para el servicio del Santuario vestiduras de ceremonia de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino. Hicieron también las vestiduras sagradas de Aarón, como Yahveh había mandado a Moisés.
Exo 39:2 Hicieron, pues, el efod, de oro, de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal.
Exo 39:3 Batieron oro en láminas y las cortaron en hilos para hacer bordado junto con la púrpura violeta y escarlata, con el carmesí y el lino fino.
Exo 39:4 Pusieron al efod hombreras y lo fijaron por sus dos extremos.
Exo 39:5 La cinta con que se ciñe el efod era de la misma hechura y formaba con él una sola pieza: era de oro, púrpura violeta y escarlata, carmesí y lino fino torzal, como Yahveh se lo había mandado a Moisés.
Exo 39:6 Prepararon igualmente las piedras de ónice engastadas en engastes de oro y grabadas como se graban los sellos, con los nombres de los hijos de Israel;
Exo 39:7 las colocaron sobre las hombreras del efod, como piedras que sirvieran a Yahveh de recuerdo de los hijos de Israel, según Yahveh había ordenado a Moisés.
Exo 39:8 Bordaron también el pectoral, al estilo de la labor del efod, de oro, púrpura violeta y escarlata, carmesí y lino fino torzal.
Exo 39:9 El pectoral era cuadrado y lo hicieron doble; tenía un palmo de largo y otro de ancho; era doble.
Exo 39:10 Lo llenaron de cuatro filas de piedras. En la primera fila había un sardio, un topacio y una esmeralda;
Exo 39:11 en la segunda fila: un rubí, un zafiro y un diamante;
Exo 39:12 en la tercera fila: un ópalo, una ágata y una amatista;
Exo 39:13 y en la cuarta: un crisólito, un ónice y un jaspe. Todas ellas estaban engastadas en engarces de oro.
Exo 39:14 Las piedras eran doce, correspondientes a los nombres de los hijos de Israel, grabadas con sus nombres como se graban los sellos, cada una con su nombre, conforme a las doce tribus.
Exo 39:15 Hicieron para el pectoral cadenillas de oro puro, trenzadas a manera de cordones.
Exo 39:16 Hicieron dos engastes de oro y dos anillas de oro; fijaron las dos anillas en los dos extremos del pectoral.
Exo 39:17 Pasaron después las dos cadenillas de oro por las dos anillas en los extremos del pectoral.
Exo 39:18 Unieron los otros dos extremos de las dos cadenillas a los dos engarces, que fijaron del efod.
Exo 39:19 Hicieron otras dos anillas de oro y las pusieron en los otros dos extremos del pectoral en el borde interior que mira hacia el efod.
Exo 39:20 E hicieron otras dos anillas de oro, que fijaron en la parte inferior de las dos hombreras del efod, por delante, cerca de su unión, encima de la cinta del efod.
Exo 39:21 Y por medio de sus anillas sujetaron el pectoral a las anillas del efod, con un cordón de púrpura violeta, para que quedase el pectoral sobre la cinta del efod y no se desprendiese del efod, como Yahveh había mandado a Moisés.
Exo 39:22 Tejieron el manto del efod, todo de púrpura violeta.
Exo 39:23 Había una abertura en el centro del manto, semejante al cuello de una cota, con una orla alrededor de la abertura para que no se rompiese.
Exo 39:24 En el ruedo inferior del manto hicieron granadas de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal.
Exo 39:25 Hicieron campanillas de oro puro, colocándolas entre las granadas, en todo el ruedo.
Exo 39:26 Una campanilla y una granada alternaban con otra campanilla y otra granada, en el ruedo inferior del manto. Servía para oficiar, como Yahveh había ordenado a Moisés.
Exo 39:27 Tejieron también las túnicas de lino fino para Aarón y sus hijos;
Exo 39:28 la tiara de lino fino, los adornos de las mitras de lino fino y también los calzones de lino fino torzal,
Exo 39:29 lo mismo que las fajas recamadas de lino fino torzal, de púrpura violeta y escarlata y de carmesí, tal como Yahveh había ordenado a Moisés.
Exo 39:30 E hicieron de oro puro una lámina, la diadema sagrada en la que grabaron, como se graban los sellos: «Consagrado a Yahveh.»
Exo 39:31 Fijaron en ella un cordón de púrpura violeta para sujetarla en la parte superior de la tiara, como Yahveh había mandado a Moisés.
Exo 39:32 Así fue acabada toda la obra de la Morada y de la Tienda del Encuentro. Los israelitas hicieron toda la obra conforme a lo que Yahveh había mandado a Moisés. Así lo hicieron.
Exo 39:33 Presentaron a Moisés la Morada, la Tienda y todos sus utensilios; los broches, los tableros, los travesaños, los postes y las basas;
Exo 39:34 el toldo de pieles de carnero teñidas de rojo, el toldo de cueros finos y el velo protector;
Exo 39:35 el arca del Testimonio con sus varales y el propiciatorio;
Exo 39:36 la mesa con todos sus utensilios y el pan de la Presencia;
Exo 39:37 el candelabro de oro puro con sus lámparas - las lámparas que habían de colocarse en él -, todos sus utensilios y el aceite del alumbrado;
Exo 39:38 el altar de oro, el óleo de la unción, el incienso aromático y la cortina para la entrada de la Tienda;
Exo 39:39 el altar de bronce con su rejilla de bronce, sus varales y todos sus utensilios; la pila con su base;
Exo 39:40 el cortinaje del atrio, los postes con sus basas, el tapiz para la entrada del atrio, sus cuerdas, su clavazón y todos los utensilios del servicio de la Morada para la Tienda del Encuentro;
Exo 39:41 las vestiduras de ceremonia para el servicio en el Santuario: los ornamentos sagrados para el sacerdote Aarón y las vestiduras de sus hijos para ejercer el sacerdocio.
Exo 39:42 Conforme a cuanto Yahveh había ordenado a Moisés, así hicieron los hijos de Israel toda la obra.
Exo 39:43 Moisés vio todo el trabajo y comprobó que lo habían llevado a cabo; tal como había mandado Yahveh, así lo habían hecho. Y Moisés los bendijo.

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Capítulo 40

40:1

Y el Altísimo habló á Moisés, diciendo:

40:2

En el primer día del mes primero harás levantar el tabernáculo, el tabernáculo del testimonio:

40:3

Y pondrás en él el arca del testimonio, y la cubrirás con el velo:

40:4

Y meterás la mesa, y la pondrás en orden: meterás también el candelero y encenderás sus lámparas:

40:5

Y pondrás el altar de oro para el perfume delante del arca del testimonio, y pondrás el pabellón delante de la puerta del tabernáculo.

40:6

Después pondrás el altar del holocausto delante de la puerta del tabernáculo, del tabernáculo del testimonio.

40:7

Luego pondrás la fuente entre el tabernáculo del testimonio y el altar; y pondrás agua en ella.

40:8

Finalmente pondrás el atrio en derredor, y el pabellón de la puerta del atrio.

40:9

Y tomarás el aceite de la unción y ungirás el tabernáculo, y todo lo que está en él; y le santificarás con todos sus vasos, y será santo.

40:10

Ungirás también el altar del holocausto y todos sus vasos: y santificarás el altar, y será un altar santísimo.

40:11

Asimismo ungirás la fuente y su basa, y la santificarás.

40:12

Y harás llegar á Aarón y á sus hijos á la puerta del tabernáculo del testimonio, y los lavarás con agua.

40:13

Y harás vestir á Aarón las vestiduras sagradas, y lo ungirás, y lo consagrarás, para que sea mi sacerdote.

40:14

Después harás llegar sus hijos, y les vestirás las túnicas:

40:15

Y los ungirás como ungiste á su padre, y serán mis sacerdotes: y será que su unción les servirá por sacerdocio perpetuo por sus generaciones.

40:16

Y Moisés hizo conforme á todo lo que el Altísimo le mandó; así lo hizo.

40:17

Y así en el día primero del primer mes, en el segundo año, el tabernáculo fué erigido.

40:18

Y Moisés hizo levantar el tabernáculo, y asentó sus basas, y colocó sus tablas, y puso sus barras, é hizo alzar sus columnas.

40:19

Y extendió la tienda sobre el tabernáculo, y puso la sobrecubierta encima del mismo; como el Altísimo había mandado á Moisés.

40:20

Y tomó y puso el testimonio dentro del arca, y colocó las varas en el arca, y encima la cubierta sobre el arca:

40:21

Y metió el arca en el tabernáculo, y puso el velo de la tienda, y cubrió el arca del testimonio; como el Altísimo había mandado á Moisés.

40:22

Y puso la mesa en el tabernáculo del testimonio, al lado septentrional del pabellón, fuera del velo:

40:23

Y sobre ella puso por orden los panes delante de el Altísimo, como el Altísimo había mandado á Moisés.

40:24

Y puso el candelero en el tabernáculo del testimonio, enfrente de la mesa, al lado meridional del pabellón.

40:25

Y encendió las lámparas delante de el Altísimo; como el Altísimo había mandado á Moisés.

40:26

Puso también el altar de oro en el tabernáculo del testimonio, delante del velo:

40:27

Y encendió sobre él el perfume aromático; como el Altísimo había mandado á Moisés.

40:28

Puso asimismo la cortina de la puerta del tabernáculo.

40:29

Y colocó el altar del holocausto á la puerta del tabernáculo, del tabernáculo del testimonio; y ofreció sobre él holocausto y presente; como el Altísimo había mandado á Moisés.

40:30

Y puso la fuente entre el tabernáculo del testimonio y el altar; y puso en ella agua para lavar.

40:31

Y Moisés y Aarón y sus hijos lavaban en ella sus manos y sus pies.

40:32

Cuando entraban en el tabernáculo del testimonio, y cuando se llegaban al altar, se lavaban; como el Altísimo había mandado á Moisés.

40:33

Finalmente erigió el atrio en derredor del tabernáculo y del altar, y puso la cortina de la puerta del atrio. Y así acabó Moisés la obra.

40:34

Entonces una nube cubrió el tabernáculo del testimonio, y la gloria de el Altísimo hinchió el tabernáculo.

40:35

Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo del testimonio, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de el Altísimo lo tenía lleno.

40:36

Y cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus jornadas:

40:37

Pero si la nube no se alzaba, no se partían hasta el día en que ella se alzaba.

40:38

Porque la nube de el Altísimo estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego estaba de noche en él, á vista de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas.

 

Exo 40:1 Yahveh habló así a Moisés:
Exo 40:2 «El día primero del primer mes alzarás la Morada de la Tienda del Encuentro.
Exo 40:3 Allí pondrás el arca del Testimonio y cubrirás el arca con el velo.
Exo 40:4 Llevarás la mesa y colocarás lo que hay que ordenar sobre ella; llevarás también el candelabro y pondrás encima las lámparas.
Exo 40:5 Colocarás el altar de oro para el incienso delante del arca del Testimonio y colgarás la cortina a la entrada de la Morada.
Exo 40:6 Colocarás el altar de los holocaustos ante la entrada de la Morada de la Tienda del Encuentro.
Exo 40:7 Pondrás la pila entre la Tienda del Encuentro y el altar, y echarás agua en ella.
Exo 40:8 En derredor levantarás el atrio y tenderás el tapiz a la entrada del atrio.
Exo 40:9 Entonces tomarás el óleo de la unción y ungirás la Morada y todo lo que contiene. La consagrarás con todo su mobiliario y será cosa sagrada.
Exo 40:10 Ungirás además el altar de los holocaustos con todos sus utensilios. Consagrarás el altar, y el altar será cosa sacratísima.
Exo 40:11 Asimismo ungirás la pila y su base, y la consagrarás.
Exo 40:12 Después mandarás que Aarón y sus hijos se acerquen a la entrada de la Tienda del Encuentro y los lavarás con agua.
Exo 40:13 Vestirás a Aarón con las vestiduras sagradas, le ungirás, y le consagrarás para que ejerza mi sacerdocio.
Exo 40:14 Mandarás también que se acerquen sus hijos; los vestirás con túnicas,
Exo 40:15 los ungirás, como ungiste a su padre, para que ejerzan mi sacerdocio. Así se hará para que su unción les confiera un sacerdocio sempiterno de generación en generación.»
Exo 40:16 Moisés hizo todo conforme a lo que Yahveh le había mandado. Así lo hizo.
Exo 40:17 En el primer mes del año segundo, el día primero del mes, fue alzada la Morada.
Exo 40:18 Moisés alzó la Morada, asentó las basas, colocó sus tableros, metió sus travesaños y erigió sus postes.
Exo 40:19 Después desplegó la Tienda por encima de la Morada y puso además por encima el toldo de la Tienda, como Yahveh había mandado a Moisés.
Exo 40:20 Luego tomó el Testimonio y lo puso en el arca; puso al arca los varales y sobre ella colocó el propiciatorio en la parte superior.
Exo 40:21 Llevó entonces el arca a la Morada, colgó el velo de protección y cubrió así el arca del Testimonio, como Yahveh había mandado a Moisés.
Exo 40:22 Colocó también la mesa en la Tienda del Encuentro, al lado septentrional de la Morada, fuera del velo.
Exo 40:23 Dispuso sobre ella las filas de los panes de la Presencia delante de Yahveh, como Yahveh había ordenado a Moisés.
Exo 40:24 Luego instaló el candelabro en la Tienda del Encuentro, frente a la mesa, en el lado meridional de la Morada,
Exo 40:25 y colocó encima las lámparas delante de Yahveh, como Yahveh había mandado a Moisés.
Exo 40:26 Asimismo puso el altar de oro en la Tienda del Encuentro, delante del velo;
Exo 40:27 y quemó sobre él incienso aromático como Yahveh había mandado a Moisés.
Exo 40:28 A la entrada de la Morada colocó la cortina,
Exo 40:29 y en la misma entrada de la Morada de la Tienda del Encuentro colocó también el altar de los holocaustos, sobre el cual ofreció el holocausto y la oblación, como Yahveh había mandado a Moisés.
Exo 40:30 Situó la pila entre la Tienda del Encuentro y el altar, y echó en ella agua para las abluciones;
Exo 40:31 Moisés, Aarón y sus hijos se lavaron en ella las manos y los pies.
Exo 40:32 Siempre que entraban en la Tienda del Encuentro y siempre que se acercaban al altar, se lavaban, como Yahveh había mandado a Moisés.
Exo 40:33 Por fin alzó el atrio que rodeaba la Morada y el altar, y colgó el tapiz a la entrada del atrio. Así acabó Moisés los trabajos.
Exo 40:34 La Nube cubrió entonces la Tienda del Encuentro y la gloria de Yahveh llenó la Morada.
Exo 40:35 Moisés no podía entrar en la Tienda del Encuentro, pues la Nube moraba sobre ella y la gloria de Yahveh llenaba la Morada.
Exo 40:36 En todas las marchas, cuando la Nube se elevaba de encima de la Morada, los israelitas levantaban el campamento.
Exo 40:37 Pero si la Nube no se elevaba, ellos no levantaban el campamento, en espera del día en que se elevara.
Exo 40:38 Porque durante el día la Nube de Yahveh estaba sobre la Morada y durante la noche había fuego a la vista de toda la casa de Israel. Así sucedía en todas sus marchas.

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