El libro del Éxodo
Versión Reyna Valera 1909
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La versión Biblia de Jerusalén
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Jerusalén
Capítulo 1
1:1
ESTOS son los
nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto con Jacob; cada uno
entró con su familia.
1:2
Rubén, Simeón,
Leví y Judá;
1:3
Issachâr,
Zabulón y Benjamín;
1:4
Dan y
Nephtalí, Gad y Aser.
1:5
Y todas las
almas de los que salieron del muslo de Jacob, fueron setenta. Y José estaba en
Egipto.
1:6
Y murió José,
y todos sus hermanos, y toda aquella generación.
1:7
Y los hijos
de Israel crecieron, y multiplicaron, y fueron aumentados y corroborados en
extremo; y llenóse la tierra de ellos.
1:8
Levantóse
entretanto un nuevo rey sobre Egipto, que no conocía á José; el cual dijo á su
pueblo:
1:9
He aquí, el pueblo
de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros:
1:10
Ahora, pues,
seamos sabios para con él, porque no se multiplique, y acontezca que viniendo
guerra, él también se junte con nuestros enemigos, y pelee contra nosotros, y
se vaya de la tierra.
1:11
Entonces
pusieron sobre él comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y
edificaron á Faraón las ciudades de los bastimentos, Phithom y Raamses.
1:12
Empero cuanto
más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían: así que estaban ellos
fastidiados de los hijos de Israel.
1:13
Y los
Egipcios hicieron servir á los hijos de Israel con dureza:
1:14
Y amargaron
su vida con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda labor del
campo, y en todo su servicio, al cual los obligaban con rigorismo.
1:15
Y habló el
rey de Egipto á las parteras de las Hebreas, una de las cuales se llamaba
Siphra, y otra Phúa, y díjoles:
1:16
Cuando
parteareis á las Hebreas, y mirareis los asientos, si fuere hijo, matadlo; y si
fuere hija, entonces viva.
1:17
Mas las
parteras temieron á Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino
que reservaban la vida á los niños.
1:18
Y el rey de
Egipto hizo llamar á las parteras y díjoles: ¿Por qué habéis hecho esto, que
habéis reservado la vida á los niños?
1:19
Y las
parteras respondieron á Faraón: Porque las mujeres Hebreas no son como las
Egipcias: porque son robustas, y paren antes que la partera venga á ellas.
1:20
Y Dios hizo
bien á las parteras: y el pueblo se multiplicó, y se corroboraron en gran
manera.
1:21
Y por haber
las parteras temido á Dios, él les hizo casas.
1:22
Entonces
Faraón mandó á todo su pueblo, diciendo: Echad en el río todo hijo que naciere,
y á toda hija reservad la vida.
Exo 1:1 Estos son los nombres de los israelitas que entraron con Jacob en
Egipto, cada uno con su familia:
Exo 1:2 Rubén, Simeón, Leví, Judá,
Exo 1:3 Isacar, Zabulón, Benjamín,
Exo 1:4 Dan, Neftalí, Gad y Aser.
Exo 1:5 El número de los descendientes de Jacob era de setenta personas.
José estaba ya en Egipto.
Exo 1:6 Murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación;
Exo 1:7 pero los israelitas fueron fecundos y se multiplicaron; llegaron a
ser muy numerosos y fuertes y llenaron el país.
Exo 1:8 Se alzó en Egipto un nuevo rey, que nada sabía de José;
Exo 1:9 y que dijo a su pueblo: «Mirad, los israelitas son un pueblo más
numeroso y fuerte que nosotros.
Exo 1:10 Tomemos precauciones contra él para que no siga multiplicándose, no
sea que en caso de guerra se una también él a nuestros enemigos para luchar
contra nosotros y salir del país.»
Exo 1:11 Les impusieron pues, capataces para aplastarlos bajo el peso de
duros trabajos; y así edificaron para Faraón las ciudades de depósito: Pitom
y Ramsés.
Exo 1:12 Pero cuanto más les oprimían, tanto más crecían y se multiplicaban,
de modo que los egipcios llegaron a temer a los israelitas.
Exo 1:13 Y redujeron a cruel servidumbre a los israelitas,
Exo 1:14 les amargaron la vida con rudos trabajos de arcilla y ladrillos,
con toda suerte de labores del campo y toda clase de servidumbre que les
imponían por crueldad.
Exo 1:15 El rey de Egipto dio también orden a las parteras de las hebreas,
una de las cuales se llamaba Sifrá, y la otra Puá,
Exo 1:16 diciéndoles: «Cuando asistáis a las hebreas, observad bien las dos
piedras: si es niño, hacedle morir; si es niña dejadla con vida.»
Exo 1:17 Pero las parteras temían a Dios, y no hicieron lo que les había
mandado el rey de Egipto, sino que dejaban con vida a los niños.
Exo 1:18 Llamó el rey de Egipto a las parteras y les dijo: «¿ Por qué habéis
hecho esto y dejáis con vida a los niños?»
Exo 1:19 Respondieron las parteras a Faraón: «Es que las hebreas no son como
las egipcias. Son más robustas, y antes que llegue la partera, ya han dado a
luz.»
Exo 1:20 Y Dios favoreció a las parteras. El pueblo se multiplicó y se hizo
muy poderoso.
Exo 1:21 Y por haber temido las parteras a Dios, les concedió numerosa
prole.
Exo 1:22 Entonces Faraón dio a todo su pueblo esta orden: «Todo niño que
nazca lo echaréis al Río; pero a las niñas las dejaréis con vida.»
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Capítulo 2
2:1
UN varón de
la familia de Leví fué, y tomó por mujer una hija de Leví:
2:2
La cual
concibió, y parió un hijo: y viéndolo que era hermoso, túvole escondido tres
meses.
2:3
Pero no
pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos, y calafateóla con
pez y betún, y colocó en ella al niño, y púsolo en un carrizal á la orilla del
río:
2:4
Y paróse una
hermana suya á lo lejos, para ver lo que le acontecería.
2:5
Y la hija de
Faraón descendió á lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del
río, vió ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya á que la
tomase.
2:6
Y como la
abrió, vió al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él,
dijo: De los niños de los Hebreos es éste.
2:7
Entonces su
hermana dijo á la hija de Faraón: ¿Iré á llamarte un ama de las Hebreas, para
que te críe este niño?
2:8
Y la hija de
Faraón respondió: Ve. Entonces fué la doncella, y llamó á la madre del niño;
2:9
A la cual
dijo la hija de Faraón: Lleva este niño, y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la
mujer tomó al niño, y criólo.
2:10
Y como creció
el niño, ella lo trajo á la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y púsole por
nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué.
2:11
Y en aquellos
días acaeció que, crecido ya Moisés, salió á sus hermanos, y vió sus cargas: y
observó á un Egipcio que hería á uno de los Hebreos, sus hermanos.
2:12
Y miró á
todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al Egipcio, y escondiólo en
la arena.
2:13
Y salió al
día siguiente, y viendo á dos Hebreos que reñían, dijo al que hacía la injuria:
¿Por qué hieres á tu prójimo?
2:14
Y él
respondió: ¿Quién te ha puesto á ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿piensas
matarme como mataste al Egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo:
Ciertamente esta cosa es descubierta.
2:15
Y oyendo
Faraón este negocio, procuró matar á Moisés: mas Moisés huyó de delante de
Faraón, y habitó en la tierra de Madián; y sentóse junto á un pozo.
2:16
Tenía el
sacerdote de Madián siete hijas, las cuales vinieron á sacar agua, para llenar
las pilas y dar de beber á las ovejas de su padre.
2:17
Mas los
pastores vinieron, y echáronlas: Entonces Moisés se levantó y defendiólas, y abrevó
sus ovejas.
2:18
Y volviendo
ellas á Ragüel su padre, díjoles él: ¿Por qué habéis hoy venido tan presto?
2:19
Y ellas
respondieron: Un varón Egipcio nos defendió de mano de los pastores, y también
nos sacó el agua, y abrevó las ovejas.
2:20
Y dijo á sus
hijas: ¿Y dónde está? ¿por qué habéis dejado ese hombre? llamadle para que coma
pan.
2:21
Y Moisés
acordó en morar con aquel varón; y él dió á Moisés á su hija Séphora:
2:22
La cual le
parió un hijo, y él le puso por nombre Gersom: porque dijo: Peregrino soy en
tierra ajena.
2:23
Y aconteció
que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel
suspiraron á causa de la servidumbre, y clamaron: y subió á Dios el clamor de
ellos con motivo de su servidumbre.
2:24
Y oyó Dios el
gemido de ellos, y acordóse de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.
2:25
Y miró Dios á
los hijos de Israel, y reconociólos Dios.
Exo 2:1 Un hombre de la casa de Leví fue a
tomar por mujer una hija de Leví.
Exo 2:2 Concibió la mujer y dio a luz un hijo; y viendo que era hermoso lo
tuvo escondido durante tres meses.
Exo 2:3 Pero no pudiendo ocultarlo ya por más tiempo, tomó una cestilla de
papiro, la calafateó con betún y pez, metió en ella al niño, y la puso entre
los juncos, a la orilla del Río.
Exo 2:4 La hermana del niño se apostó a lo lejos para ver lo que le pasaba.
Exo 2:5 Bajó la hija de Faraón a bañarse en el Río y, mientras sus doncellas
se paseaban por la orilla del Río, divisó la cestilla entre los juncos, y
envió una criada suya para que la cogiera.
Exo 2:6 Al abrirla, vio que era un niño que lloraba. Se compadeció de él y
exclamó: «Es uno de los niños hebreos.»
Exo 2:7 Entonces dijo la hermana a la hija de Faraón: «¿Quieres que yo vaya
y llame una nodriza de entre las hebreas para que te críe este niño?»
Exo 2:8 «Vete», le contestó la hija de Faraón. Fue, pues, la joven y llamó a
la madre del niño.
Exo 2:9 Y la hija de Faraón le dijo: «Toma este niño y críamelo que yo te
pagaré.» Tomó la mujer al niño y lo crió.
Exo 2:10 El niño creció, y ella lo llevó entonces a la hija de Faraón, que
lo tuvo por hijo, y le llamó Moisés, diciendo: «De las aguas lo he sacado.»
Exo 2:11 En aquellos días, cuando Moisés ya fue mayor, fue a visitar a sus
hermanos, y comprobó sus penosos trabajos; vio también cómo un egipcio
golpeaba a un hebreo, a uno de sus hermanos.
Exo 2:12 Miró a uno y a otro lado, y no viendo a nadie, mató al egipcio y lo
escondió en la arena.
Exo 2:13 Salió al día siguiente y vio a dos hebreos que reñían. Y dijo al
culpable: «¿Por qué pegas a tu compañero?»
Exo 2:14 El respondió: «¿Quién te ha puesto de jefe y juez sobre nosotros?
¿Acaso estás pensando en matarme como mataste al egipcio?» Moisés, lleno de
temor, se dijo: «La cosa ciertamente se sabe.»
Exo 2:15 Supo Faraón lo sucedido y buscaba a Moisés para matarle; pero él
huyó de la presencia de Faraón, y se fue a vivir al país de Madián. Se sentó
junto a un pozo.
Exo 2:16 Tenía un sacerdote de Madián siete hijas, que fueron a sacar agua y
llenar los pilones para abrevar las ovejas de su padre.
Exo 2:17 Pero vinieron los pastores y las echaron. Entonces, levantándose
Moisés, salió en su defensa y les abrevó el rebaño.
Exo 2:18 Al volver ellas a donde su padre Reuel, éste les dijo: «Cómo es que
venís hoy tan pronto?»
Exo 2:19 Respondieron: «Un egipcio nos libró de las manos de los pastores, y
además sacó agua para nosotras y abrevó el rebaño.»
Exo 2:20 Preguntó entonces a sus hijas: «¿Y dónde está? ¿Cómo así habéis
dejado a ese hombre? Llamadle para que coma.»
Exo 2:21 Aceptó Moisés morar con aquel hombre, que dio a Moisés su hija
Séfora.
Exo 2:22 Esta dio a luz un hijo y llamóle Guersom, pues dijo: «Forastero soy
en tierra extraña.»
Exo 2:23 Durante este largo período murió el rey de Egipto; los israelitas,
gimiendo bajo la servidumbre, clamaron, y su clamor, que brotaba del fondo
de su esclavitud, subió a Dios.
Exo 2:24 Oyó Dios sus gemidos, y acordóse Dios de su alianza con Abraham,
Isaac y Jacob.
Exo 2:25 Y miró Dios a los hijos de Israel y conoció...
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Capítulo 3
3:1
Y APACENTANDO
Moisés las ovejas de Jethro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas
detrás del desierto, y vino á Horeb, monte de Dios.
3:2
Y
apareciósele el Angel de el Altísimo en una llama de fuego en medio de una
zarza: y él miró, y vió que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.
3:3
Entonces
Moisés dijo: Iré yo ahora, y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no
se quema.
3:4
Y viendo el
Altísimo que iba á ver, llamólo Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés,
Moisés! Y él respondió: Heme aquí.
3:5
Y dijo: No te
llegues acá: quita tus zapatos de tus pies, porque el lugar en que tú estás,
tierra santa es.
3:6
Y dijo: Yo
soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob.
Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar á Dios.
3:7
Y dijo el
Altísimo: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído
su clamor á causa de sus exactores; pues tengo conocidas sus angustias:
3:8
Y he
descendido para librarlos de mano de los Egipcios, y sacarlos de aquella tierra
á una tierra buena y ancha, á tierra que fluye leche y miel, á los lugares del
Cananeo, del Hetheo, del Amorrheo, del Pherezeo, del Heveo, y del Jebuseo.
3:9
El clamor,
pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la
opresión con que los Egipcios los oprimen.
3:10
Ven por tanto
ahora, y enviarte he á Faraón, para que saques á mi pueblo, los hijos de
Israel, de Egipto.
3:11
Entonces
Moisés respondió á Dios: ¿Quién soy yo, para que vaya á Faraón, y saque de
Egipto á los hijos de Israel?
3:12
Y él le
respondió: Ve, porque yo seré contigo; y esto te será por señal de que yo te he
enviado: luego que hubieres sacado este pueblo de Egipto, serviréis á Dios
sobre este monte.
3:13
Y dijo Moisés
á Dios: He aquí que llego yo á los hijos de Israel, y les digo, El Dios de
vuestros padres me ha enviado á vosotros; si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su
nombre? ¿qué les responderé?
3:14
Y respondió
Dios á Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás á los hijos de Israel: YO
SOY me ha enviado á vosotros.
3:15
Y dijo más
Dios á Moisés: Así dirás á los hijos de Israel: el Altísimo, el Dios de
vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha
enviado á vosotros. Este es mi nombre para siempre, este es mi memorial por
todos los siglos.
3:16
Ve, y junta
los ancianos de Israel, y diles: el Altísimo, el Dios de vuestros padres, el
Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob, me apareció, diciendo: De cierto os he
visitado, y visto lo que se os hace en Egipto;
3:17
Y he dicho:
Yo os sacaré de la aflicción de Egipto á la tierra del Cananeo, y del Hetheo, y
del Amorrheo, y del Pherezeo, y del Heveo, y del Jebuseo, á una tierra que
fluye leche y miel.
3:18
Y oirán tu
voz; é irás tú, y los ancianos de Israel, al rey de Egipto, y le diréis: el
Altísimo, el Dios de los Hebreos, nos ha encontrado; por tanto nosotros iremos
ahora camino de tres días por el desierto, para que sacrifiquemos á el Altísimo
nuestro Dios.
3:19
Mas yo sé que
el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte.
3:20
Empero yo
extenderé mi mano, y heriré á Egipto con todas mis maravillas que haré en él, y
entonces os dejará ir.
3:21
Y yo daré á
este pueblo gracia en los ojos de los Egipcios, para que cuando os partiereis, no
salgáis vacíos:
3:22
Sino que
demandará cada mujer á su vecina y á su huéspeda vasos de plata, vasos de oro,
y vestidos: los cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas, y
despojaréis á Egipto.
Exo 3:1 Moisés era pastor del rebaño de Jetró
su suegro, sacerdote de Madián. Una vez llevó las ovejas más allá del
desierto; y llegó hasta Horeb, la montaña de Dios.
Exo 3:2 El ángel de Yahveh se le apareció en forma de llama de fuego, en
medio de una zarza. Vio que la zarza estaba ardiendo, pero que la zarza no
se consumía.
Exo 3:3 Dijo, pues, Moisés: «Voy a acercarme para ver este extraño caso: por
qué no se consume la zarza.»
Exo 3:4 Cuando vio Yahveh que Moisés se acercaba para mirar, le llamó de en
medio de la zarza, diciendo: «¡Moisés, Moisés!» El respondió: «Heme aquí.»
Exo 3:5 Le dijo: «No te acerques aquí; quita las sandalias de tus pies,
porque el lugar en que estás es tierra sagrada.»
Exo 3:6 Y añadió: «Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios
de Isaac y el Dios de Jacob.» Moisés se cubrió el rostro, porque temía ver a
Dios.
Exo 3:7 Dijo Yahveh: «Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo en Egipto,
y he escuchado su clamor en presencia de sus opresores; pues ya conozco sus
sufrimientos.
Exo 3:8 He bajado para librarle de la mano de los egipcios y para subirle de
esta tierra a una tierra buena y espaciosa; a una tierra que mana leche y
miel, al país de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los
perizitas, de los jivitas y de los jebuseos.
Exo 3:9 Así pues, el clamor de los israelitas ha llegado hasta mí y he visto
además la opresión con que los egipcios los oprimen.
Exo 3:10 Ahora, pues, ve; yo te envío a Faraón, para que saques a mi pueblo,
los israelitas, de Egipto.»
Exo 3:11 Dijo Moisés a Dios: ¿Quién soy yo para ir a Faraón y sacar de
Egipto a los israelitas?»
Exo 3:12 Respondió: «Yo estaré contigo y esta será para ti la señal de que
yo te envío: Cuando hayas sacado al pueblo de Egipto daréis culto a Dios en
este monte .»
Exo 3:13 Contestó Moisés a Dios: «Si voy a los israelitas y les digo: "El
Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros"; cuando me pregunten:
"¿Cuál es su nombre?", ¿qué les responderé?»
Exo 3:14 Dijo Dios a Moisés: «Yo soy el que soy.» Y añadió: «Así dirás a los
israelitas: "Yo soy" me ha enviado a vosotros.»
Exo 3:15 Siguió Dios diciendo a Moisés: «Así dirás a los israelitas: Yahveh,
el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios
de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre, por él
seré invocado de generación en generación.»
Exo 3:16 «Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: "Yahveh, el Dios de
vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y
me dijo: Yo os he visitado y he visto lo que os han hecho en Egipto.
Exo 3:17 Y he decidido sacaros de la tribulación de Egipto al país de los
cananeos, los hititas, los amorreos, perizitas, jivitas y jebuseos, a una
tierra que mana leche y miel."
Exo 3:18 Ellos escucharán tu voz, y tú irás con los ancianos de Israel donde
el rey de Egipto; y le diréis: "Yahveh, el Dios de los hebreos, se nos ha
aparecido. Permite, pues, que vayamos camino de tres días al desierto, para
ofrecer sacrificios a Yahveh, nuestro Dios."
Exo 3:19 Ya sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino forzado por mano
poderosa.
Exo 3:20 Pero yo extenderé mi mano y heriré a Egipto con toda suerte de
prodigios que obraré en medio de ellos y después os dejará salir.»
Exo 3:21 «Yo haré que este pueblo halle gracia a los ojos de los egipcios,
de modo que cuando partáis, no saldréis con las manos vacías,
Exo 3:22 sino que cada mujer pedirá a su vecina y a la que mora en su casa
objetos de plata, objetos de oro y vestidos, que pondréis a vuestros hijos y
a vuestras hijas, y así despojaréis a los egipcios.»
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Capítulo 4
4:1
ENTONCES
Moisés respondió, y dijo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz;
porque dirán: No te ha aparecido el Altísimo.
4:2
Y el Altísimo
dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara.
4:3
Y él le dijo:
échala en tierra. Y él la echó en tierra, y tornóse una culebra: y Moisés huía
de ella.
4:4
Entonces dijo
el Altísimo á Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su
mano, y tomóla, y tornóse vara en su mano.
4:5
Por esto
creerán que se te ha aparecido el Altísimo, el Dios de tus padres, el Dios de
Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob.
4:6
Y díjole más
el Altísimo: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y
como la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve.
4:7
Y dijo:
Vuelve á meter tu mano en tu seno: y él volvió á meter su mano en su seno; y
volviéndola á sacar del seno, he aquí que se había vuelto como la otra carne.
4:8
Si
aconteciere, que no te creyeren, ni obedecieren á la voz de la primera señal,
creerán á la voz de la postrera.
4:9
Y si aún no
creyeren á estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río, y
derrámalas en tierra; y volverse han aquellas aguas que tomarás del río, se
volverán sangre en la tierra.
4:10
Entonces dijo
Moisés á el Altísimo: ¡Ay Señor! yo no soy hombre de palabras de ayer ni de
anteayer, ni aun desde que tú hablas á tu siervo; porque soy tardo en el habla
y torpe de lengua.
4:11
Y el Altísimo
le respondió: ¿Quién dió la boca al hombre? ¿ó quién hizo al mudo y al sordo,
al que ve y al ciego? ¿no soy yo el Altísimo?
4:12
Ahora pues,
ve, que yo seré en tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.
4:13
Y él dijo:
¡Ay Señor! envía por mano del que has de enviar.
4:14
Entonces el
Altísimo se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo á tu hermano Aarón,
Levita, y que él hablará? Y aun he aquí que él te saldrá á recibir, y en
viéndote, se alegrará en su corazón.
4:15
Tú hablarás á
él, y pondrás en su boca las palabras, y yo seré en tu boca y en la suya, y os
enseñaré lo que hayáis de hacer.
4:16
Y él hablará
por ti al pueblo; y él te será á ti en lugar de boca, y tú serás para él en
lugar de Dios.
4:17
Y tomarás
esta vara en tu mano, con la cual harás las señales.
4:18
Así se fué
Moisés, y volviendo á su suegro Jethro, díjole: Iré ahora, y volveré á mis
hermanos que están en Egipto, para ver si aún viven. Y Jethro dijo á Moisés: Ve
en paz.
4:19
Dijo también
el Altísimo á Moisés en Madián: Ve, y vuélvete á Egipto, porque han muerto
todos los que procuraban tu muerte.
4:20
Entonces
Moisés tomó su mujer y sus hijos, y púsolos sobre un asno, y volvióse á tierra
de Egipto: tomó también Moisés la vara de Dios en su mano.
4:21
Y dijo el
Altísimo á Moisés: Cuando hubiereis vuelto á Egipto, mira que hagas delante de
Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano: yo empero endureceré su
corazón, de modo que no dejará ir al pueblo.
4:22
Y dirás á
Faraón: el Altísimo ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito.
4:23
Ya te he
dicho que dejes ir á mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir:
he aquí yo voy á matar á tu hijo, tu primogénito.
4:24
Y aconteció
en el camino, que en una posada le salió al encuentro el Altísimo, y quiso
matarlo.
4:25
Entonces
Séphora cogió un afilado pedernal, y cortó el prepucio de su hijo, y echólo á
sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre.
4:26
Así le dejó
luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, á causa de la circuncisión.
4:27
Y el Altísimo
dijo á Aarón: Ve á recibir á Moisés al desierto. Y él fue, y encontrólo en el
monte de Dios, y besóle.
4:28
Entonces
contó Moisés á Aarón todas las palabras de el Altísimo que le enviaba, y todas las
señales que le había dado.
4:29
Y fueron
Moisés y Aarón, y juntaron todos los ancianos de los hijos de Israel:
4:30
Y habló Aarón
todas las palabras que el Altísimo había dicho á Moisés, é hizo las señales
delante de los ojos del pueblo.
4:31
Y el pueblo
creyó: y oyendo que el Altísimo había visitado los hijos de Israel, y que había
visto su aflicción, inclináronse y adoraron.
Exo 4:1 Respondió Moisés y dijo: «No van a
creerme, ni escucharán mi voz; pues dirán: "No se te ha aparecido Yahveh."»
Exo 4:2 Díjole Yahveh: «¿Qué tienes en tu mano?» «Un cayado», respondió él.
Exo 4:3 Yahveh le dijo: «Échalo a tierra.» Lo echó a tierra y se convirtió
en serpiente; y Moisés huyó de ella.
Exo 4:4 Dijo Yahveh a Moisés: «Extiende tu mano y agárrala por la cola.»
Extendió la mano, la agarró, y volvió a ser cayado en su mano...
Exo 4:5 «Para que crean que se te ha aparecido Yahveh, el Dios de sus
padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.»
Exo 4:6 Y añadió Yahveh: «Mete tu mano en el pecho.» Metió él la mano en su
pecho y cuando la volvió a sacar estaba cubierta de lepra, blanca como la
nieve.
Exo 4:7 Y le dijo: «Vuelve a meter la mano en tu pecho.» La volvió a meter
y, cuando la sacó de nuevo, estaba ya como el resto de su carne.
Exo 4:8 «Así pues, si no te creen ni escuchan la voz por la primera señal,
creerán por la segunda.
Exo 4:9 Y si no creen tampoco por estas dos señales y no escuchan tu voz,
tomarás agua del Río y la derramarás en el suelo; y el agua que saques del
Río se convertirá en sangre sobre el suelo.»
Exo 4:10 Dijo Moisés a Yahveh: «¡Por favor, Señor! Yo no he sido nunca
hombre de palabra fácil, ni aun después de haber hablado tú con tu siervo;
sino que soy torpe de boca y de lengua.»
Exo 4:11 Le respondió Yahveh: «¿Quién ha dado al hombre la boca? ¿? Quién
hace al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo, Yahveh?
Exo 4:12 Así pues, vete, que yo estaré en tu boca y te enseñaré lo que debes
decir.»
Exo 4:13 El replicó: «Por favor, envía a quien quieras.»
Exo 4:14 Entonces se encendió la ira de Yahveh contra Moisés, y le dijo:
«¿No tienes a tu hermano Aarón el levita? Sé que él habla bien; he aquí que
justamente ahora sale a tu encuentro, y al verte se alegrará su corazón.
Exo 4:15 Tu le hablarás y pondrás las palabras en su boca; yo estaré en tu
boca y en la suya, y os enseñaré lo que habéis de hacer.
Exo 4:16 El hablará por ti al pueblo, él será tu boca y tú serás su dios.
Exo 4:17 Toma también en tu mano este cayado, porque con él has de hacer las
señales.»
Exo 4:18 Moisés volvió y regresó a casa de Jetró, su suegro, y le dijo: «Con
tu permiso, me vuelvo a ver a mis hermanos de Egipto para saber si viven
todavía.» Dijo Jetró a Moisés: «Vete en paz.»
Exo 4:19 Yahveh dijo a Moisés en Madián: «Anda, vuelve a Egipto ; pues han
muerto todos los que buscaban tu muerte.»
Exo 4:20 Tomó, pues, Moisés a su mujer y a su hijo y, montándolos sobre un
asno, volvió a la tierra de Egipto. Tomó también Moisés el cayado de Dios en
su mano.
Exo 4:21 Y dijo Yahveh a Moisés: «Cuando vuelvas a Egipto, harás delante de
Faraón todos los prodigios que yo he puesto en tu mano; yo, por mi parte,
endureceré su corazón, y no dejará salir al pueblo.
Exo 4:22 Y dirás a Faraón: Así dice Yahveh: Israel es mi hijo, mi
primogénito.
Exo 4:23 Yo te he dicho: "Deja ir a mi hijo para que me dé culto," pero como
tú no quieres dejarle partir, mira que yo voy a matar a tu hijo, a tu
primogénito.»
Exo 4:24 Y sucedió que en el camino le salió al encuentro Yahveh en el lugar
donde pasaba la noche y quiso darle muerte.
Exo 4:25 Tomó entonces Seforá un cuchillo de pedernal y, cortando el
prepucio de su hijo, tocó los pies de Moisés, diciendo: «Tú eres para mí
esposo de sangre.»
Exo 4:26 Y Yahveh le soltó; ella había dicho: «esposo de sangre», por la
circuncisión.
Exo 4:27 Dijo Yahveh a Aarón: «Vete al desierto al encuentro de Moisés.»
Partió, pues, y le encontró en el monte de Dios y le besó.
Exo 4:28 Moisés contó a Aarón todas las palabras que Yahveh le había
encomendado y todas las señales que le había mandado hacer.
Exo 4:29 Fueron, pues, Moisés y Aarón y reunieron a todos los ancianos de
los israelitas.
Exo 4:30 Aarón refirió todas las palabras que Yahveh había dicho a Moisés,
el cual hizo las señales delante del pueblo.
Exo 4:31 El pueblo creyó, y al oír que Yahveh había visitado a los
israelitas y había visto su aflicción, se postraron y adoraron.
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Capítulo 5
5:1
DESPUÉS
entraron Moisés y Aarón á Faraón, y le dijeron: el Altísimo, el Dios de Israel,
dice así: Deja ir á mi pueblo á celebrarme fiesta en el desierto.
5:2
Y Faraón
respondió: ¿Quién es el Altísimo, para que yo oiga su voz y deje ir á Israel?
Yo no conozco á el Altísimo, ni tampoco dejaré ir á Israel.
5:3
Y ellos dijeron:
El Dios de los Hebreos nos ha encontrado: iremos, pues, ahora camino de tres
días por el desierto, y sacrificaremos á el Altísimo nuestro Dios; porque no
venga sobre nosotros con pestilencia ó con espada.
5:4
Entonces el
rey de Egipto les dijo: Moisés y Aarón, ¿por qué hacéis cesar al pueblo de su
obra? idos á vuestros cargos.
5:5
Dijo también
Faraón: He aquí el pueblo de la tierra es ahora mucho, y vosotros les hacéis
cesar de sus cargos.
5:6
Y mandó
Faraón aquel mismo día á los cuadrilleros del pueblo que le tenían á su cargo,
y á sus gobernadores, diciendo:
5:7
De aquí
adelante no daréis paja al pueblo para hacer ladrillo, como ayer y antes de
ayer; vayan ellos y recojan por sí mismos la paja:
5:8
Y habéis de ponerles
la tarea del ladrillo que hacían antes, y no les disminuiréis nada; porque
están ociosos, y por eso levantan la voz diciendo: Vamos y sacrificaremos á
nuestro Dios.
5:9
Agrávese la
servidumbre sobre ellos, para que se ocupen en ella, y no atiendan á palabras
de mentira.
5:10
Y saliendo
los cuadrilleros del pueblo y sus gobernadores, hablaron al pueblo, diciendo:
Así ha dicho Faraón: Yo no os doy paja.
5:11
Id vosotros,
y recoged paja donde la hallareis; que nada se disminuirá de vuestra tarea.
5:12
Entonces el
pueblo se derramó por toda la tierra de Egipto á coger rastrojo en lugar de
paja.
5:13
Y los
cuadrilleros los apremiaban, diciendo: Acabad vuestra obra, la tarea del día en
su día, como cuando se os daba paja.
5:14
Y azotaban á
los capataces de los hijos de Israel, que los cuadrilleros de Faraón habían
puesto sobre ellos, diciendo: ¿Por qué no habéis cumplido vuestra tarea de
ladrillo ni ayer ni hoy, como antes?
5:15
Y los
capataces de los hijos de Israel vinieron á Faraón, y se quejaron á él,
diciendo: ¿Por qué lo haces así con tus siervos?
5:16
No se da paja
á tus siervos, y con todo nos dicen: Haced el ladrillo. Y he aquí tus siervos
son azotados, y tu pueblo cae en falta.
5:17
Y él
respondió: Estáis ociosos, sí, ociosos, y por eso decís: Vamos y sacrifiquemos
á el Altísimo.
5:18
Id pues
ahora, y trabajad. No se os dará paja, y habéis de dar la tarea del ladrillo.
5:19
Entonces los
capataces de los hijos de Israel se vieron en aflicción, habiéndoseles dicho:
No se disminuirá nada de vuestro ladrillo, de la tarea de cada día.
5:20
Y encontrando
á Moisés y á Aarón, que estaban á la vista de ellos cuando salían de Faraón,
5:21
Dijéronles:
Mire el Altísimo sobre vosotros, y juzgue; pues habéis hecho heder nuestro olor
delante de Faraón y de sus siervos, dándoles el cuchillo en las manos para que
nos maten.
5:22
Entonces
Moisés se volvió á el Altísimo, y dijo: Señor, ¿por qué afliges á este pueblo?
¿para qué me enviaste?
5:23
Porque desde
que yo vine á Faraón para hablarle en tu nombre, ha afligido á este pueblo; y
tú tampoco has librado á tu pueblo.
Exo 5:1 Después se presentaron Moisés y Aarón
a Faraón y le dijeron: «Así dice Yahveh, el Dios de Israel: Deja salir a mi
pueblo para que me celebre una fiesta en el desierto.»
Exo 5:2 Respondió Faraón: «¿Quién es Yahveh para que yo escuche su voz y
deje salir a Israel? No conozco a Yahveh y no dejaré salir a Israel.»
Exo 5:3 Ellos dijeron: «El Dios de los hebreos se nos ha aparecido; permite,
pues, que vayamos camino de tres días al desierto para ofrecer sacrificios a
Yahveh, nuestro Dios, no sea que nos castigue con peste o espada.»
Exo 5:4 El rey de Egipto les replicó: «¿Por qué vosotros, Moisés y Aarón,
apartáis al pueblo de sus trabajos? Idos a vuestra tarea.»
Exo 5:5 Y añadió Faraón: «Ahora que el pueblo de esa región es numeroso
¿queréis interrumpir sus trabajos?»
Exo 5:6 Aquel mismo día dio Faraón esta orden a los capataces del pueblo y a
los escribas:
Exo 5:7 «Ya no daréis como antes paja al pueblo para hacer ladrillos; que
vayan ellos mismos a buscársela.
Exo 5:8 Pero que hagan la misma cantidad de ladrillos que hacían antes, sin
rebajarla; pues son unos perezosos. Y por eso claman diciendo: Vamos a
ofrecer sacrificios a nuestro Dios.
Exo 5:9 Que se aumente el trabajo de estos hombres para que estén ocupados
en él y no den oídos a palabras mentirosas.
Exo 5:10 Salieron los capataces del pueblo diciendo: «Esto dice Faraón: No
os daré ya más paja;
Exo 5:11 id vosotros mismos a buscárosla donde la podáis hallar. Pero
vuestra tarea no se disminuirá en nada.»
Exo 5:12 Esparcióse, pues, el pueblo por el país de Egipto en busca de
rastrojo para emplearlo como paja.
Exo 5:13 Los capataces por su lado los apremiaban, diciendo: «Terminad la
tarea que os ha sido fijada para cada día, como cuando había paja.»
Exo 5:14 A los escribas de los israelitas, que los capataces de Faraón
habían puesto al frente de aquéllos, se les castigó, diciéndoles: «¿Por qué
no habéis hecho, ni ayer ni hoy, la misma cantidad de ladrillos que antes?»
Exo 5:15 Los escribas de los israelitas fueron a quejarse a Faraón,
diciendo: «¿Por qué tratas así a tus siervos?
Exo 5:16 No se da paja a tus siervos y sin embargo nos dicen: "Haced
ladrillos." Y he aquí que tus siervos son castigados...»
Exo 5:17 El respondió: «Haraganes sois, grandes haraganes; por eso decís:
"Vamos a ofrecer sacrificios a Yahveh."
Exo 5:18 Pues, id a trabajar; no se os dará paja, y habéis de entregar la
cantidad de ladrillos señalada.»
Exo 5:19 Los escribas de los israelitas se vieron en grande aprieto, pues
les ordenaron: «No disminuiréis vuestra producción diaria de ladrillos.»
Exo 5:20 Encontráronse, pues, con Moisés y Aarón, que les estaban esperando
a la salida de su entrevista con Faraón,
Exo 5:21 y les dijeron: Que Yahveh os examine y que él os juzgue por
habernos hecho odiosos a Faraón y a sus siervos y haber puesto la espada en
sus manos para matarnos.»
Exo 5:22 Volvióse entonces Moisés a Yahveh y dijo: «Señor, ¿por qué
maltratas a este pueblo? ¿por qué me has enviado?
Exo 5:23 Pues desde que fui a Faraón para hablarle en tu nombre está
maltratando a este pueblo, y tú no haces nada por librarle.»
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Capítulo 6
6:1
el Altísimo
respondió á Moisés: Ahora verás lo que yo haré á Faraón; porque con mano fuerte
los ha de dejar ir; y con mano fuerte los ha de echar de su tierra.
6:2
Habló todavía
Dios á Moisés, y díjole: Yo soy el Altísimo;
6:3
Y aparecí á
Abraham, á Isaac y á Jacob bajo el nombre de Dios Omnipotente, mas en mi nombre
el Altísimo no me notifiqué á ellos.
6:4
Y también
establecí mi pacto con ellos, de darles la tierra de Canaán, la tierra en que
fueron extranjeros, y en la cual peregrinaron.
6:5
Y asimismo yo
he oído el gemido de los hijos de Israel, á quienes hacen servir los Egipcios,
y heme acordado de mi pacto.
6:6
Por tanto
dirás á los hijos de Israel: YO el Altísimo; y yo os sacaré de debajo de las
cargas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo
extendido, y con juicios grandes:
6:7
Y os tomaré
por mi pueblo y seré vuestro Dios: y vosotros sabréis que yo soy el Altísimo
vuestro Dios, que os saco de debajo de las cargas de Egipto:
6:8
Y os meteré
en la tierra, por la cual alcé mi mano que la daría á Abraham, á Isaac y á
Jacob: y yo os la daré por heredad. YO el Altísimo.
6:9
De esta manera
habló Moisés á los hijos de Israel: mas ellos no escuchaban á Moisés á causa de
la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre.
6:10
Y habló el
Altísimo á Moisés, diciendo:
6:11
Entra, y
habla á Faraón rey de Egipto, que deje ir de su tierra á los hijos de Israel.
6:12
Y respondió
Moisés delante de el Altísimo, diciendo: He aquí, los hijos de Israel no me
escuchan: ¿cómo pues me escuchará Faraón, mayormente siendo yo incircunciso de
labios?
6:13
Entonces el
Altísimo habló á Moisés y á Aarón, y dióles mandamiento para los hijos de
Israel, y para Faraón rey de Egipto, para que sacasen á los hijos de Israel de
la tierra de Egipto.
6:14
Estas son las
cabezas de las familias de sus padres. Los hijos de Rubén, el primogénito de
Israel: Hanoch y Phallú, Hezrón y Carmi: estas son las familias de Rubén.
6:15
Los hijos de
Simeón: Jemuel, y Jamín, y Ohad, y Jachîn, y Zoar, y Saúl, hijo de una Cananea:
estas son las familias de Simeón.
6:16
Y estos son
los nombres de los hijos de Leví por sus linajes: Gersón, y Coath, y Merari: Y
los años de la vida de Leví fueron ciento treinta y siete años.
6:17
Y los hijos
de Gersón: Libni, y Shimi, por sus familias.
6:18
Y los hijos
de Coath: Amram, é Izhar, y Hebrón, y Uzziel. Y los años de la vida de Coath
fueron ciento treinta y tres años.
6:19
Y los hijos
de Merari: Mahali, y Musi: estas son las familias de Leví por sus linajes.
6:20
Y Amram tomó
por mujer á Jochêbed su tía, la cual le parió á Aarón y á Moisés. Y los años de
la vida de Amram fueron ciento treinta y siete años.
6:21
Y los hijos
de Izhar: Cora, y Nepheg y Zithri.
6:22
Y los hijos
de Uzziel: Misael, y Elzaphán y Zithri.
6:23
Y tomóse
Aarón por mujer á Elisabeth, hija de Aminadab, hermana de Naasón; la cual le parió
á Nadab, y á Abiú, y á Eleazar, y á Ithamar.
6:24
Y los hijos
de Cora: Assir, y Elcana, y Abiasaph: estas son las familias de los Coritas.
6:25
Y Eleazar,
hijo de Aarón, tomó para sí mujer de las hijas de Phutiel, la cual le parió á
Phinees: Y estas son las cabezas de los padres de los Levitas por sus familias.
6:26
Este es aquel
Aarón y aquel Moisés, á los cuales el Altísimo dijo: Sacad á los hijos de
Israel de la tierra de Egipto por sus escuadrones.
6:27
Estos son los
que hablaron á Faraón rey de Egipto, para sacar de Egipto á los hijos de
Israel. Moisés y Aarón fueron éstos.
6:28
Cuando el
Altísimo habló á Moisés en la tierra de Egipto,
6:29
Entonces el
Altísimo habló á Moisés, diciendo: Yo soy el Altísimo; di á Faraón rey de
Egipto todas las cosas que yo te digo á ti.
6:30
Y Moisés
respondió delante de el Altísimo: He aquí, yo soy incircunciso de labios, ¿cómo
pues me ha de oír Faraón?
Exo 6:1 Respondió Yahveh a Moisés: «Ahora
verás lo que voy a hacer con Faraón; porque bajo fuerte mano tendrá que
dejarles partir y bajo fuerte mano él mismo los expulsará de su territorio.»
Exo 6:2 Habló Dios a Moisés y le dijo: «Yo soy Yahveh.
Exo 6:3 Me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como El Sadday; pero mi
nombre de Yahveh no se lo di a conocer.
Exo 6:4 También con ellos establecí mi alianza, para darles la tierra de
Canaán, la tierra en que peregrinaron y en la que moraron como forasteros.
Exo 6:5 Y ahora, al oír el gemido de los israelitas, reducidos a esclavitud
por los egipcios, he recordado mi alianza.
Exo 6:6 Por tanto, di a los hijos de Israel: Yo soy Yahveh; Yo os libertaré
de los duros trabajos de los egipcios, os libraré de su esclavitud y os
salvaré con brazo tenso y castigos grandes.
Exo 6:7 Yo os haré mi pueblo, y seré vuestro Dios; y sabréis que yo soy
Yahveh, vuestro Dios, que os sacaré de la esclavitud de Egipto.
Exo 6:8 Yo os introduciré en la tierra que he jurado dar a Abraham, a Isaac
y a Jacob, y os la daré en herencia. Yo, Yahveh.»
Exo 6:9 Moisés dijo esto a los israelitas; pero ellos no escucharon a
Moisés, consumidos por la dura servidumbre.
Exo 6:10 Entonces Yahveh habló a Moisés diciendo:
Exo 6:11 «Ve a hablar con Faraón, rey de Egipto, para que deje salir a los
israelitas fuera de su territorio.»
Exo 6:12 Respondió Moisés ante Yahveh: «Si los israelitas no escuchan: ¿cómo
me va a escuchar Faraón, a mí que soy torpe de palabra?»
Exo 6:13 Pero Yahveh habló a Moisés y a Aarón, y les dio órdenes para los
israelitas y para Faraón, rey de Egipto, a fin de sacar del país de Egipto a
los israelitas.
Exo 6:14 Estos son los jefes de sus casas paternas: Hijos de Rubén,
primogénito de Israel: Henoc, Pallú, Jesrón y Karmí, éstas son las familias
de Rubén.
Exo 6:15 Hijos de Simeón: Yemuel, Yamín, Ohad, Yakín, Sójar y Saúl, hijo de
la cananea; éstas son las familias de Simeón.
Exo 6:16 Y éstos son los nombres de los hijos de Leví por sus linajes:
Guerson, Quehat, Merarí. Los años de la vida de Leví fueron 137.
Exo 6:17 Hijos de Guerson: Libní y Simei según sus familias.
Exo 6:18 Hijos de Quehat: Amram, Yishar, Hebrón y Uzziel. Los años de la
vida de Quehat fueron 133. años.
Exo 6:19 Hijos de Merarí: Majlí y Musí. Estas son las familias de los
levitas, por sus linajes.
Exo 6:20 Amram tomó por mujer a Yokébed, su tía, de la cual nacieron Aarón y
Moisés. Y los años de la vida de Amram fueron 137.
Exo 6:21 Hijos de Yishar: Coré, Néfeg y Zikrí.
Exo 6:22 Hijos de Uzziel: Missael, Elsafán y Sitrí.
Exo 6:23 Aarón tomó por mujer a Isabel, hija de Amminadab, hermana de
Najsón; de la cual le nacieron Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar.
Exo 6:24 Hijos de Coré: Assir, Elcaná y Abiasaf. Estas son la familias de
los coreítas.
Exo 6:25 Eleazar, hijo de Aarón, tomó por mujer a una de las hijas de Putiel
y de ella nació Pinjás. Estos son los jefes de las casas paternas de los
levitas, según sus familias.
Exo 6:26 Estos son, pues, aquel Aarón y aquel Moisés a quienes dijo Yahveh:
«Sacad a los israelitas de la tierra de Egipto en orden de campaña.»
Exo 6:27 Estos son los que hablaron a Faraón, rey de Egipto, para sacar de
Egipto a los israelitas. Estos son Moisés y Aarón.
Exo 6:28 El día en que Yahveh habló a Moisés en el país de Egipto,
Exo 6:29 le dijo: «Yo soy Yahveh; di a Faraón, rey de Egipto, cuanto yo te
diga.»
Exo 6:30 Moisés respondió ante Yahveh: «Siendo yo torpe de palabra, ¿cómo me
va a escuchar Faraón?»
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Capítulo 7
7:1
el Altísimo
dijo á Moisés: Mira, yo te he constituído dios para Faraón, y tu hermano Aarón
será tu profeta.
7:2
Tú dirás
todas las cosas que yo te mandaré, y Aarón tu hermano hablará á Faraón, para
que deje ir de su tierra á los hijos de Israel.
7:3
Y yo endureceré
el corazón de Faraón, y multiplicaré en la tierra de Egipto mis señales y mis
maravillas.
7:4
Y Faraón no
os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré á mis ejércitos, mi
pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con grandes juicios.
7:5
Y sabrán los
Egipcios que yo soy el Altísimo, cuando extenderé mi mano sobre Egipto, y
sacaré los hijos de Israel de en medio de ellos.
7:6
E hizo Moisés
y Aarón como el Altísimo les mandó: hiciéronlo así.
7:7
Y era Moisés
de edad de ochenta años, y Aarón de edad de ochenta y tres, cuando hablaron á
Faraón.
7:8
Y habló el
Altísimo á Moisés y á Aarón, diciendo:
7:9
Si Faraón os
respondiere diciendo, Mostrad milagro; dirás á Aarón: Toma tu vara, y échala
delante de Faraón, para que se torne culebra.
7:10
Vinieron,
pues, Moisés y Aarón á Faraón, é hicieron como el Altísimo lo había mandado: y
echó Aarón su vara delante de Faraón y de sus siervos, y tornóse culebra.
7:11
Entonces
llamó también Faraón sabios y encantadores; é hicieron también lo mismo los
encantadores de Egipto con sus encantamientos;
7:12
Pues echó
cada uno su vara, las cuales se volvieron culebras: mas la vara de Aarón devoró
las varas de ellos.
7:13
Y el corazón
de Faraón se endureció, y no los escuchó; como el Altísimo lo había dicho.
7:14
Entonces el
Altísimo dijo á Moisés: El corazón de Faraón está agravado, que no quiere dejar
ir al pueblo.
7:15
Ve por la
mañana á Faraón, he aquí que él sale á las aguas; y tú ponte á la orilla del río
delante de él, y toma en tu mano la vara que se volvió culebra,
7:16
Y dile: el
Altísimo el Dios de los Hebreos me ha enviado á ti, diciendo: Deja ir á mi
pueblo, para que me sirvan en el desierto; y he aquí que hasta ahora no has
querido oir.
7:17
Así ha dicho
el Altísimo: En esto conocerás que yo soy el Altísimo: he aquí, yo heriré con
la vara que tengo en mi mano el agua que está en el río, y se convertirá en
sangre:
7:18
Y los peces
que hay en el río morirán, y hederá el río, y tendrán asco los Egipcios de
beber el agua del río.
7:19
Y el Altísimo
dijo á Moisés: Di á Aarón: Toma tu vara, y extiende tu mano sobre las aguas de
Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos y sobre sus estanques, y sobre todos
sus depósitos de aguas, para que se conviertan en sangre, y haya sangre por
toda la región de Egipto, así en los vasos de madera como en los de piedra.
7:20
Y Moisés y
Aarón hicieron como el Altísimo lo mandó; y alzando la vara hirió las aguas que
había en el río, en presencia de Faraón y de sus siervos; y todas las aguas que
había en el río se convirtieron en sangre.
7:21
Asimismo los
peces que había en el río murieron; y el río se corrompió, que los Egipcios no
podían beber de él: y hubo sangre por toda la tierra de Egipto.
7:22
Y los
encantadores de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos: y el corazón
de Faraón se endureció, y no los escuchó; como el Altísimo lo había dicho.
7:23
Y tornando
Faraón volvióse á su casa, y no puso su corazón aun en esto.
7:24
Y en todo
Egipto hicieron pozos alrededor del río para beber, porque no podían beber de
las aguas del río.
7:25
Y
cumpliéronse siete días después que el Altísimo hirió el río.
Exo 7:1 Dijo Yahveh a Moisés: «Mira que te he
constituido como dios para Faraón y Aarón, tu hermano, será tu profeta;
Exo 7:2 tú le dirás cuanto yo te mande; y Aarón, tu hermano, se lo dirá a
Faraón, para que deje salir de su país a los israelitas.
Exo 7:3 Yo, por mi parte, endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré
mis señales y mis prodigios en el país de Egipto.
Exo 7:4 Faraón no os escuchará, pero yo pondré mi mano sobre Egipto y sacaré
de la tierra de Egipto a mi ejército, mi pueblo, los israelitas, a fuerza de
duros castigos.
Exo 7:5 Y los egipcios reconocerán que yo soy Yahveh, cuando extienda mi
mano sobre Egipto y saque de en medio de ellos a los hijos de Israel.»
Exo 7:6 Moisés y Aarón hicieron lo que les mandó Yahveh.
Exo 7:7 Tenía Moisés ochenta años, y Aarón 83. cuando hablaron a Faraón.
Exo 7:8 Habló Yahveh a Moisés y Aarón, y dijo:
Exo 7:9 «Cuando Faraón os diga: Haced algún prodigio, dirás a Aarón: "Toma
tu cayado y échalo delante de Faraón, y que se convierta en serpiente."»
Exo 7:10 Presentáronse, pues, Moisés y Aarón a Faraón, e hicieron lo que
Yahveh había ordenado: Aarón echó su cayado delante de Faraón y de sus
servidores, y se convirtió en serpiente.
Exo 7:11 También Faraón llamó a los sabios y a los hechiceros, y también
ellos, los sabios egipcios, hicieron con sus encantamientos las mismas
cosas.
Exo 7:12 Echó cada cual su vara, y se trocaron en serpientes; pero el cayado
de Aarón devoró sus varas.
Exo 7:13 Sin embargo el corazón de Faraón se endureció, y no les escuchó,
conforme había predicho Yahveh.
Exo 7:14 Entonces dijo Yahveh a Moisés: «El corazón de Faraón es obstinado;
se niega a dejar salir al pueblo.
Exo 7:15 Preséntate a Faraón por la mañana, cuando vaya a la ribera. Le
saldrás al encuentro a la orilla del Río, llevando en tu mano el cayado que
se convirtió en serpiente.
Exo 7:16 Y le dirás: Yahveh, el Dios de los hebreos, me ha enviado a ti para
decirte: "Deja partir a mi pueblo, para que me den culto en el desierto";
pero hasta el presente no has escuchado.
Exo 7:17 Así dice Yahveh: En esto conocerás que yo soy Yahveh: Mira que voy
a golpear con el cayado que tengo en la mano las aguas del Río, y se
convertirán en sangre.
Exo 7:18 Los peces del Río morirán, y el Río quedará apestado de modo que
los egipcios no podrán ya beber agua del Río.»
Exo 7:19 Yahveh dijo a Moisés: «Di a Aarón: Toma tu cayado, y extiende tu
mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus canales, sobre sus ríos, sobre sus
lagunas y sobre todos sus depósitos de agua. Se convertirán en sangre; y
habrá sangre en toda la tierra de Egipto, hasta en los árboles y la
piedras.»
Exo 7:20 Moisés y Aarón hicieron lo que Yahveh les había mandado: alzó el
cayado y golpeó las aguas que hay en el Rió en presencia de Faraón y de sus
servidores, y todas las aguas del Rió se convirtieron en sangre.
Exo 7:21 Los peces del Río murieron, el Río quedó apestado de modo que los
egipcios nos pudieron beber el agua del Río; hubo sangre en todo el país de
Egipto.
Exo 7:22 Pero lo mismo hicieron con sus encantamientos los magos de Egipto;
y el corazón de Faraón se endureció y no les escuchó, como había dicho
Yahveh.
Exo 7:23 Se volvió Faraón y entró en su casa sin hacer caso de ello.
Exo 7:24 Y todos los egipcios tuvieron que cavar en los alrededores del Río
en busca de agua potable, porque no podían beber las aguas del Río.
Exo 7:25 Pasaron siete días desde que Yahveh hirió el Río.
Exo 7:26 Y dijo Yahveh a Moisés: «Preséntate a Faraón y dile: Así dice
Yahveh: "Deja salir a mi pueblo para que me dé culto."
Exo 7:27 Si te niegas a dejarle partir infestaré de ranas todo tu país.
Exo 7:28 El Río bullirá de ranas, que subirán y entrarán en tu casa, en tu
dormitorio y en tu lecho, en las casas de tus servidores y en tu pueblo, en
tus hornos y en tus artesas.
Exo 7:29 Subirán la ranas sobre ti, sobre tu pueblo, y sobre tus siervos.»
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Capítulo 8
8:1
ENTONCES el
Altísimo dijo á Moisés: Entra á Faraón, y dile: el Altísimo ha dicho así: Deja
ir á mi pueblo, para que me sirvan.
8:2
Y si no lo
quisieres dejar ir, he aquí yo heriré con ranas todos tus términos:
8:3
Y el río
criará ranas, las cuales subirán, y entrarán en tu casa, y en la cámara de tu cama,
y sobre tu cama, y en las casas de tus siervos, y en tu pueblo, y en tus
hornos, y en tus artesas:
8:4
Y las ranas
subirán sobre ti, y sobre tu pueblo, y sobre todos tus siervos.
8:5
Y el Altísimo
dijo á Moisés: Di á Aarón: Extiende tu mano con tu vara sobre los ríos,
arroyos, y estanques, para que haga venir ranas sobre la tierra de Egipto.
8:6
Entonces
Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y subieron ranas que
cubrieron la tierra de Egipto.
8:7
Y los
encantadores hicieron lo mismo con sus encantamientos, é hicieron venir ranas
sobre la tierra de Egipto.
8:8
Entonces
Faraón llamó á Moisés y á Aarón, y díjoles: Orad á el Altísimo que quite las
ranas de mí y de mi pueblo; y dejaré ir al pueblo, para que sacrifique á el
Altísimo.
8:9
Y dijo Moisés
á Faraón: Gloríate sobre mí: ¿cuándo oraré por ti, y por tus siervos, y por tu
pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti, y de tus casas, y que solamente
se queden en el río?
8:10
Y él dijo:
Mañana. Y Moisés respondió: Se hará conforme á tu palabra, para que conozcas
que no hay como el Altísimo nuestro Dios:
8:11
Y las ranas
se irán de ti, y de tus casas, y de tus siervos, y de tu pueblo, y solamente se
quedarán en el río.
8:12
Entonces
salieron Moisés y Aarón de con Faraón, y clamó Moisés á el Altísimo sobre el
negocio de las ranas que había puesto á Faraón.
8:13
E hizo el
Altísimo conforme á la palabra de Moisés, y murieron las ranas de las casas, de
los cortijos, y de los campos.
8:14
Y las juntaron
en montones, y apestaban la tierra.
8:15
Y viendo
Faraón que le habían dado reposo, agravó su corazón, y no los escuchó; como el
Altísimo lo había dicho.
8:16
Entonces el
Altísimo dijo á Moisés: Di á Aarón: Extiende tu vara, y hiere el polvo de la
tierra, para que se vuelva piojos por todo el país de Egipto.
8:17
Y ellos lo
hicieron así; y Aarón extendió su mano con su vara, é hirió el polvo de la
tierra, el cual se volvió piojos, así en los hombres como en las bestias: todo
el polvo de la tierra se volvió piojos en todo el país de Egipto.
8:18
Y los
encantadores hicieron así también, para sacar piojos con sus encantamientos;
mas no pudieron. Y había piojos así en los hombres como en las bestias.
8:19
Entonces los
magos dijeron á Faraón: Dedo de Dios es este. Mas el corazón de Faraón se
endureció, y no los escuchó; como el Altísimo lo había dicho.
8:20
Y el Altísimo
dijo á Moisés: Levántate de mañana y ponte delante de Faraón, he aquí él sale á
las aguas; y dile: el Altísimo ha dicho así: Deja ir á mi pueblo, para que me
sirva.
8:21
Porque si no
dejares ir á mi pueblo, he aquí yo enviaré sobre ti, y sobre tus siervos, y
sobre tu pueblo, y sobre tus casas toda suerte de moscas; y las casas de los
Egipcios se henchirán de toda suerte de moscas, y asimismo la tierra donde
ellos estuvieren.
8:22
Y aquel día
yo apartaré la tierra de Gosén, en la cual mi pueblo habita, para que ninguna
suerte de moscas haya en ella; á fin de que sepas que yo soy el Altísimo en
medio de la tierra.
8:23
Y yo pondré
redención entre mi pueblo y el tuyo. Mañana será esta señal.
8:24
Y el Altísimo
lo hizo así: que vino toda suerte de moscas molestísimas sobre la casa de
Faraón, y sobre las casas de sus siervos, y sobre todo el país de Egipto; y la
tierra fué corrompida á causa de ellas.
8:25
Entonces
Faraón llamó á Moisés y á Aarón, y díjoles: Andad, sacrificad á vuestro Dios en
la tierra.
8:26
Y Moisés
respondió: No conviene que hagamos así, porque sacrificaríamos á el Altísimo
nuestro Dios la abominación de los Egipcios. He aquí, si sacrificáramos la
abominación de los Egipcios delante de ellos, ¿no nos apedrearían?
8:27
Camino de
tres días iremos por el desierto, y sacrificaremos á el Altísimo nuestro Dios,
como él nos dirá.
8:28
Y dijo Faraón:
Yo os dejaré ir para que sacrifiquéis á el Altísimo vuestro Dios en el
desierto, con tal que no vayáis más lejos: orad por mí.
8:29
Y respondió
Moisés: He aquí, en saliendo yo de contigo, rogaré á el Altísimo que las
diversas suertes de moscas se vayan de Faraón, y de sus siervos, y de su pueblo
mañana; con tal que Faraón no falte más, no dejando ir al pueblo á sacrificar á
el Altísimo.
8:30
Entonces
Moisés salió de con Faraón, y oró á el Altísimo.
8:31
Y el Altísimo
hizo conforme á la palabra de Moisés; y quitó todas aquellas moscas de Faraón,
y de sus siervos, y de su pueblo, sin que quedara una.
8:32
Mas Faraón
agravó aún esta vez su corazón, y no dejó ir al pueblo.
Exo 8:1 Dijo Yahveh a Moisés: «Di a Aarón:
Extiende tu mano con tu cayado sobre los canales, sobre los ríos y sobre las
lagunas, y haz que suban las ranas sobre la tierra de Egipto.»
Exo 8:2 Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto; subieron la ranas
y cubrieron la tierra de Egipto.
Exo 8:3 Pero los magos hicieron lo mismo con sus encantamientos, e hicieron
subir las ranas sobre la tierra de Egipto.
Exo 8:4 Faraón llamó a Moisés y a Aarón y dijo: «Pedid a Yahveh que aparte
las ranas de mí y de mi pueblo, y yo dejaré salir al pueblo para que ofrezca
sacrificios a Yahveh.»
Exo 8:5 Respondió Moisés a Faraón: «Dígnate indicarme cuándo he de rogar por
ti, por tus siervos y por tu pueblo, para que se alejen las ranas de ti y de
tus casas, y queden solamente en el Río.»
Exo 8:6 «Mañana», contestó el. Replicó Moisés: «Será conforme a tu palabra,
para que sepas que no hay como Yahveh, nuestro Dios.
Exo 8:7 Las ranas se apartarán de ti, de tus casas, de tus siervos y de tu
pueblo, y quedarán sólo en el Río.»
Exo 8:8 Salieron Moisés y Aarón de la presencia de Faraón, invocó Moisés a
Yahveh acerca de las ranas que afligían a Faraón,
Exo 8:9 y Yahveh hizo lo que Moisés pedía: murieron las ranas de las casas,
de los patios y de los campos.
Exo 8:10 Las juntaron en montones y el país apestaba.
Exo 8:11 Pero Faraón viendo que tenía este respiro, endureció su corazón, y
no les escuchó como había predicho Yahveh.
Exo 8:12 Dijo Yahveh a Moisés: «Di a Aarón: extiende tu cayado y golpea el
polvo de la tierra que se convertirá en mosquitos sobre todo el país de
Egipto.»
Exo 8:13 Así lo hicieron: Aarón extendió su mano con el cayado y golpeó el
polvo de la tierra; y hubo mosquitos sobre los hombres y sobre los ganados.
Todo el polvo de la tierra se convirtió en mosquitos sobre todo el país de
Egipto.
Exo 8:14 Los magos intentaron con sus encantamientos hacer salir mosquitos,
pero no pudieron. Hubo, pues, mosquitos sobre hombres y ganados.
Exo 8:15 Dijeron los magos a Faraón: «¡es el dedo de Dios!» Pero el corazón
de Faraón se endureció, y no les escuchó, como había dicho Yahveh.
Exo 8:16 Yahveh dijo a Moisés: «Levántate muy de mañana, preséntate a Faraón
cuando vaya a la ribera, y dile: Así dice Yahveh: "Deja salir a mi pueblo,
para que me dé culto."
Exo 8:17 Si no dejas salir a mi pueblo, mira que voy a enviar tábanos contra
ti, contra tus siervos, tu pueblo y tus casas, de manera que las casas de
los egipcios y hasta el suelo sobre el cual están se llenarán de tábanos.
Exo 8:18 Pero exceptuaré ese día la región de Gosen, donde está mi pueblo,
para que no haya allí tábanos, a fin de que sepas que yo soy Yahveh en medio
de la tierra;
Exo 8:19 haré distinción entre mi pueblo y el tuyo. Este prodigio sucederá
mañana.»
Exo 8:20 Así lo hizo Yahveh, y un enorme enjambre de tábanos vino sobre la
casa de Faraón y la casas de sus siervos; y toda la tierra de Egipto; la
tierra fue devastada por los tábanos.
Exo 8:21 Entonces llamó Faraón a Moisés y a Aarón y les dijo: «Id y ofreced
sacrificios a vuestro Dios en este país.»
Exo 8:22 Moisés respondió: «No conviene que se haga así, porque el
sacrificio que ofrecemos a Yahveh, nuestro Dios, es abominación para los
egipcios. ¿No nos apedrearían los egipcios si ofreciéramos ante sus ojos un
sacrificio que para ellos es abominable?
Exo 8:23 Iremos tres jornadas de camino por el desierto, y allí ofreceremos
sacrificios a Yahveh, nuestro Dios, según él nos ordena.»
Exo 8:24 Contestó Faraón: «Os dejaré ir, para que ofrezcáis en el desierto
sacrificios a Yahveh, vuestro Dios, con tal que no vayáis demasiado lejos.
Rogad por mí.»
Exo 8:25 Moisés respondió: «En cuanto salga rogaré a Yahveh, y mañana los
tábanos se alejarán de Faraón, de sus siervos y de su pueblo; pero que no
nos siga engañando Faraón, impidiendo que el pueblo vaya a ofrecer
sacrificios a Yahveh.»
Exo 8:26 Salió, pues, Moisés de la presencia de Faraón, y rogó a Yahveh.
Exo 8:27 Hizo Yahveh lo que Moisés pedía, y alejó los tábanos del Faraón, de
sus siervos y de su pueblo, sin quedar ni uno.
Exo 8:28 Pero también esta vez endureció Faraón su corazón y no dejó salir
al pueblo.
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Capítulo 9
9:1
ENTONCES el Altísimo
dijo á Moisés: Entra á Faraón, y dile: el Altísimo, el Dios de los Hebreos,
dice así: Deja ir á mi pueblo, para que me sirvan;
9:2
Porque si no
lo quieres dejar ir, y los detuvieres aún,
9:3
He aquí la
mano de el Altísimo será sobre tus ganados que están en el campo, caballos,
asnos, camellos, vacas y ovejas, con pestilencia gravísima:
9:4
Y el Altísimo
hará separación entre los ganados de Israel y los de Egipto, de modo que nada
muera de todo lo de los hijos de Israel.
9:5
Y el Altísimo
señaló tiempo, diciendo: Mañana hará el Altísimo esta cosa en la tierra.
9:6
Y el día
siguiente el Altísimo hizo aquello, y murió todo el ganado de Egipto; mas del
ganado de los hijos de Israel no murió uno.
9:7
Entonces Faraón
envió, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto uno. Mas
el corazón de Faraón se agravó, y no dejó ir al pueblo.
9:8
Y el Altísimo
dijo á Moisés y á Aarón: Tomad puñados de ceniza de un horno, y espárzala
Moisés hacia el cielo delante de Faraón:
9:9
Y vendrá á
ser polvo sobre toda la tierra de Egipto, el cual originará sarpullido que
cause tumores apostemados en los hombres y en las bestias, por todo el país de
Egipto.
9:10
Y tomaron la
ceniza del horno, y pusiéronse delante de Faraón, y esparcióla Moisés hacia el
cielo; y vino un sarpullido que causaba tumores apostemados así en los hombres
como en las bestias.
9:11
Y los magos
no podían estar delante de Moisés á causa de los tumores, porque hubo
sarpullido en los magos y en todos los Egipcios.
9:12
Y el Altísimo
endureció el corazón de Faraón, y no los oyó; como el Altísimo lo había dicho á
Moisés.
9:13
Entonces el
Altísimo dijo á Moisés: Levántate de mañana, y ponte delante de Faraón, y dile:
el Altísimo, el Dios de los Hebreos, dice así: Deja ir á mi pueblo, para que me
sirva.
9:14
Porque yo
enviaré esta vez todas mis plagas á tu corazón, sobre tus siervos, y sobre tu
pueblo, para que entiendas que no hay otro como yo en toda la tierra.
9:15
Porque ahora
yo extenderé mi mano para herirte á ti y á tu pueblo de pestilencia, y serás
quitado de la tierra.
9:16
Y á la verdad
yo te he puesto para declarar en ti mi potencia, y que mi Nombre sea contado en
toda la tierra.
9:17
¿Todavía te
ensalzas tú contra mi pueblo, para no dejarlos ir?
9:18
He aquí que
mañana á estas horas yo haré llover granizo muy grave, cual nunca fué en
Egipto, desde el día que se fundó hasta ahora.
9:19
Envía, pues,
á recoger tu ganado, y todo lo que tienes en el campo; porque todo hombre ó animal
que se hallare en el campo, y no fuere recogido á casa, el granizo descenderá
sobre él, y morirá.
9:20
De los
siervos de Faraón el que temió la palabra de el Altísimo, hizo huir sus criados
y su ganado á casa:
9:21
Mas el que no
puso en su corazón la palabra de el Altísimo, dejó sus criados y sus ganados en
el campo.
9:22
Y el Altísimo
dijo á Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que venga granizo en toda
la tierra de Egipto sobre los hombres, y sobre las bestias, y sobre toda la
hierba del campo en el país de Egipto.
9:23
Y Moisés
extendió su vara hacia el cielo, y el Altísimo hizo tronar y granizar, y el
fuego discurría por la tierra; y llovió el Altísimo granizo sobre la tierra de
Egipto.
9:24
Hubo pues
granizo, y fuego mezclado con el granizo, tan grande, cual nunca hubo en toda
la tierra de Egipto desde que fué habitada.
9:25
Y aquel
granizo hirió en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo, así
hombres como bestias; asimismo hirió el granizo toda la hierba del campo, y
desgajó todos los árboles del país.
9:26
Solamente en
la tierra de Gosén, donde los hijos de Israel estaban, no hubo granizo.
9:27
Entonces
Faraón envió á llamar á Moisés y á Aarón, y les dijo: He pecado esta vez: el
Altísimo es justo, y yo y mi pueblo impíos.
9:28
Orad á el
Altísimo: y cesen los truenos de Dios y el granizo; y yo os dejaré ir, y no os
detendréis más.
9:29
Y respondióle
Moisés: En saliendo yo de la ciudad extenderé mis manos á el Altísimo, y los
truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que de el Altísimo es
la tierra.
9:30
Mas yo sé que
ni tú ni tus siervos temeréis todavía la presencia del Dios el Altísimo.
9:31
El lino,
pues, y la cebada fueron heridos; porque la cebada estaba ya espigada, y el
lino en caña.
9:32
Mas el trigo
y el centeno no fueron heridos; porque eran tardíos.
9:33
Y salido
Moisés de con Faraón de la ciudad, extendió sus manos á el Altísimo, y cesaron
los truenos y el granizo; y la lluvia no cayó más sobre la tierra.
9:34
Y viendo
Faraón que la lluvia había cesado y el granizo y los truenos, perseveró en
pecar, y agravó su corazón, él y sus siervos.
9:35
Y el corazón
de Faraón se endureció, y no dejó ir á los hijos de Israel; como el Altísimo lo
había dicho por medio de Moisés.
Exo 9:1 Yahveh dijo a Moisés: «Preséntate a
Faraón y dile: Así dice Yahveh, el Dios de los hebreos: "Deja salir a mi
pueblo para que me den culto."
Exo 9:2 Si te niegas a dejarles salir y los sigues reteniendo,
Exo 9:3 mira que la mano de Yahveh caerá sobre tus ganados del campo, sobre
los caballos, sobre los asnos, sobre los camellos, sobre la vacadas y sobre
las ovejas; habrá una grandísima peste.
Exo 9:4 Pero Yahveh hará distinción entre el ganado de Israel y el ganado de
los egipcios, de modo que nada perecerá de lo perteneciente a Israel.»
Exo 9:5 Y Yahveh fijó el plazo, diciendo: «Mañana hará esto Yahveh en el
país.»
Exo 9:6 Al día siguiente cumplió Yahveh su palabra y murió todo el ganado de
los egipcios; mas del ganado de los israelitas no murió ni una sola cabeza.
Exo 9:7 Faraón mandó hacer averiguaciones, y se vio que del ganado de Israel
no había muerto ni un solo animal. Sin embargo, se endureció el corazón de
Faraón y no dejó salir al pueblo.
Exo 9:8 Dijo Yahveh a Moisés y a Aarón: «Tomad dos grandes puñados de hollín
de horno, y que Moisés lo lance hacia el cielo, en presencia de Faraón;
Exo 9:9 se convertirá en polvo fino sobre todo el territorio de Egipto, y
formará erupciones pustulosas, en hombres y ganados, por toda la tierra de
Egipto.»
Exo 9:10 Tomaron, pues, hollín de horno y presentándose ante Faraón, lo
lanzó Moisés hacia el cielo, y hubo erupciones pustulosas en hombres y
ganados.
Exo 9:11 Ni los magos pudieron permanecer delante de Moisés a causa de las
erupciones; pues los magos tenían las mismas erupciones que todos los
egipcios.
Exo 9:12 Pero Yahveh endureció el corazón de Faraón, que nos les escuchó,
según Yahveh había dicho a Moisés.
Exo 9:13 Dijo Yahveh a Moisés: «Levántate de mañana, preséntate a Faraón y
dile: Así dice Yahveh, el Dios de los hebreos: "Deja salir a mi pueblo para
que me den culto."
Exo 9:14 Porque esta vez voy a enviar todas mis plagas sobre ti, sobre tus
siervos y sobre tu pueblo para que sepas que no hay como yo en toda la
tierra.
Exo 9:15 Si yo hubiera extendido mi mano y te hubiera herido a ti y a tu
pueblo con peste, ya habrías desaparecido de la tierra;
Exo 9:16 pero te he dejado con vida, para hacerte ver mi poder, y para que
sea celebrado mi nombre sobre toda la tierra.
Exo 9:17 Tú te opones todavía a mi pueblo, para no dejarle salir.
Exo 9:18 Pues mira que mañana, a esta hora, haré llover una granizada tan
fuerte, como no hubo otra en Egipto desde el día en que fue fundado hasta el
presente.
Exo 9:19 Ahora, pues, manda poner a salvo tu ganado y cuanto tienes en del
campo; porque el granizo descargará sobre todos los hombres y animales que
se hallan en el campo, y cuantos no se hayan recogido bajo techumbre
perecerán.»
Exo 9:20 Aquéllos de los siervos de Faraón que temieron la palabra de Yahveh
pusieron al abrigo a sus siervos y su ganado;
Exo 9:21 mas los que no hicieron caso de la palabra de Yahveh, dejaron en el
campo a sus siervos y su ganado.
Exo 9:22 Dijo Yahveh a Moisés: «Extiende tu mano hacia el cielo, y que caiga
granizo en toda la tierra de Egipto, sobre los hombres, sobre los ganados y
sobre todas las hierbas del campo que hay en la tierra de Egipto.»
Exo 9:23 Extendió Moisés su cayado hacia el cielo, y Yahveh envió truenos y
granizo; cayeron rayos sobre la tierra, y Yahveh hizo llover granizo sobre
el país de Egipto.
Exo 9:24 El granizo y los rayos mezclados con el granizo cayeron con fuerza
tan extraordinaria que nunca hubo semejante en toda la tierra de Egipto
desde que comenzó a ser nación.
Exo 9:25 El granizo hirió cuanto había en el campo en todo el país de
Egipto, desde los hombres hasta los ganados. El granizo machacó también toda
la hierba del campo, y quebró todos los árboles del campo.
Exo 9:26 Tan sólo en la región de Gosen, donde habitaban los israelitas, no
hubo granizo.
Exo 9:27 Faraón hizo llamar a Moisés y a Aarón y les dijo: «Ahora sí, he
pecado; Yahveh es el justo, y yo y mi pueblo somos inicuos.
Exo 9:28 Rogad a Yahveh que cesen ya los truenos y el granizo; y os dejaré
salir. No tendréis que quedaros más tiempo aquí.»
Exo 9:29 Moisés le respondió: «Cuando salga de la ciudad extenderé mis manos
hacia Yahveh, cesarán los truenos, y no habrá más granizo, para que sepas
que la tierra es de Yahveh.
Exo 9:30 Pero bien sé que ni tú ni tus siervos teméis todavía a Yahveh,
Dios.»
Exo 9:31 Fueron destrozados el lino y la cebada, pues la cebada estaba ya en
espiga, y el lino en flor.
Exo 9:32 El trigo y la espelta no fueron destrozados por ser tardíos.
Exo 9:33 Dejando a Faraón, salió Moisés de la ciudad, extendió las manos
hacia Yahveh, y cesaron los truenos y granizos, y no cayó más lluvia sobre
la tierra.
Exo 9:34 Cuando Faraón vio que había cesado la lluvia, el granizo y los
truenos, volvió a pecar, endureciendo su corazón, tanto él como sus siervos.
Exo 9:35 Endurecióse, pues, el corazón de Faraón y no dejó salir a los
israelitas como Yahveh había dicho por boca de Moisés.
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Capítulo 10
10:1
Y el Altísimo
dijo á Moisés: Entra á Faraón; porque yo he agravado su corazón, y el corazón
de sus siervos, para dar entre ellos estas mis señales;
10:2
Y para que
cuentes á tus hijos y á tus nietos las cosas que yo hice en Egipto, y mis
señales que dí entre ellos; y para que sepáis que yo soy el Altísimo.
10:3
Entonces
vinieron Moisés y Aarón á Faraón, y le dijeron: el Altísimo, el Dios de los
Hebreos ha dicho así: ¿Hasta cuándo no querrás humillarte delante de mí? Deja
ir á mi pueblo para que me sirvan.
10:4
Y si aún
rehusas dejarlo ir, he aquí que yo traeré mañana langosta en tus términos,
10:5
La cual
cubrirá la faz de la tierra, de modo que no pueda verse la tierra; y ella
comerá lo que quedó salvo, lo que os ha quedado del granizo; comerá asimismo
todo árbol que os produce fruto en el campo:
10:6
Y llenarse
han tus casas, y las casas de todos tus siervos, y las casas de todos los
Egipcios, cual nunca vieron tus padres ni tus abuelos, desde que ellos fueron
sobre la tierra hasta hoy. Y volvióse, y salió de con Faraón.
10:7
Entonces los
siervos de Faraón le dijeron: ¿Hasta cuándo nos ha de ser éste por lazo? Deja
ir á estos hombres, para que sirvan á el Altísimo su Dios; ¿aun no sabes que
Egipto está destruido?
10:8
Y Moisés y
Aarón volvieron á ser llamados á Faraón, el cual les dijo: Andad, servid á el
Altísimo vuestro Dios. ¿Quién y quién son los que han de ir?
10:9
Y Moisés
respondió: Hemos de ir con nuestros niños y con nuestros viejos, con nuestros hijos
y con nuestras hijas: con nuestras ovejas y con nuestras vacas hemos de ir;
porque tenemos solemnidad de el Altísimo.
10:10
Y él les
dijo: Así sea el Altísimo con vosotros como yo os dejaré ir á vosotros y á
vuestros niños: mirad como el mal está delante de vuestro rostro.
10:11
No será así:
id ahora vosotros los varones, y servid á el Altísimo: pues esto es lo que
vosotros demandasteis. Y echáronlos de delante de Faraón.
10:12
Entonces el
Altísimo dijo á Moisés: Extiende tu mano sobre la tierra de Egipto para
langosta, á fin de que suba sobre el país de Egipto, y consuma todo lo que el
granizo dejó.
10:13
Y extendió
Moisés su vara sobre la tierra de Egipto, y el Altísimo trajo un viento
oriental sobre el país todo aquel día y toda aquella noche; y á la mañana el
viento oriental trajo la langosta:
10:14
Y subió la
langosta sobre toda la tierra de Egipto, y asentóse en todos los términos de
Egipto, en gran manera grave: antes de ella no hubo langosta semejante, ni
después de ella vendrá otra tal;
10:15
Y cubrió la
faz de todo el país, y oscurecióse la tierra; y consumió toda la hierba de la
tierra, y todo el fruto de los árboles que había dejado el granizo; que no
quedó cosa verde en árboles ni en hierba del campo, por toda la tierra de
Egipto.
10:16
Entonces
Faraón hizo llamar apriesa á Moisés y á Aarón, y dijo: He pecado contra el
Altísimo vuestro Dios, y contra vosotros.
10:17
Mas ruego
ahora que perdones mi pecado solamente esta vez, y que oréis á el Altísimo
vuestro Dios que quite de mí solamente esta muerte.
10:18
Y salió de
con Faraón, y oró á el Altísimo.
10:19
Y el Altísimo
volvió un viento occidental fortísimo, y quitó la langosta, y arrojóla en el
mar Bermejo: ni una langosta quedó en todo el término de Egipto.
10:20
Mas el Altísimo
endureció el corazón de Faraón; y no envió los hijos de Israel.
10:21
Y el Altísimo
dijo á Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya tinieblas sobre
la tierra de Egipto, tales que cualquiera las palpe.
10:22
Y extendió
Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas tres días por toda la
tierra de Egipto.
10:23
Ninguno vió á
su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos
de Israel tenían luz en sus habitaciones.
10:24
Entonces
Faraón hizo llamar á Moisés, y dijo: Id, servid á el Altísimo; solamente queden
vuestras ovejas y vuestras vacas: vayan también vuestros niños con vosotros.
10:25
Y Moisés
respondió: Tú también nos entregarás sacrificios y holocaustos que
sacrifiquemos á el Altísimo nuestro Dios.
10:26
Nuestros
ganados irán también con nosotros; no quedará ni una uña; porque de ellos hemos
de tomar para servir á el Altísimo nuestro Dios; y no sabemos con qué hemos de
servir á el Altísimo, hasta que lleguemos allá.
10:27
Mas el
Altísimo endureció el corazón de Faraón, y no quiso dejarlos ir.
10:28
Y díjole
Faraón: Retírate de mí: guárdate que no veas más mi rostro, porque en cualquier
día que vieres mi rostro, morirás.
10:29
Y Moisés
respondió: Bien has dicho; no veré más tu rostro.
Exo 10:1 Dijo Yahveh a Moisés: «Ve a Faraón,
porque he endurecido su corazón y el corazón de sus siervos, para obrar
estas señales mías en medio de ellos;
Exo 10:2 y para que puedas contar a tu hijo, y al hijo de tu hijo, cómo me
divertí con Egipto y las señales que realicé entre ellos, y sepáis que yo
soy Yahveh.»
Exo 10:3 Fueron, pues, Moisés y Aarón donde Faraón y le dijeron: «Así dice
Yahveh, el Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo te resistirás a humillarte
ante mí? Deja salir a mi pueblo para que me dé culto.
Exo 10:4 Si te niegas a dejar salir a mi pueblo, mira que mañana traeré
langostas sobre tu territorio;
Exo 10:5 y cubrirán la superficie del país, de suerte que ni podrá verse el
suelo. Devorarán lo que os quedó de la granizada, y comerán todos los
árboles que os crecen en el campo.
Exo 10:6 Llenarán tus casas, las casas de todos los egipcios, como nunca
vieron tus padres, ni los padres de tus padres, desde el día en que
existieron sobre la tierra hasta el día de hoy.» Y retirándose salió de la
presencia de Faraón.
Exo 10:7 Dijeron entonces a Faraón sus siervos: «¿Hasta cuándo ha de ser
este hombre causa de nuestra ruina? Deja salir a esa gente y que den culto a
Yahveh, su Dios. ¿Te darás cuenta a tiempo de que Egipto se pierde?»
Exo 10:8 Hicieron, pues, volver a Moisés y a Aarón a la presencia de Faraón;
el cual les dijo: «Id a dar culto a Yahveh, vuestro Dios. ¿Quiénes van a
ir?»
Exo 10:9 Respondió Moisés: «Saldremos con nuestros niños y nuestros
ancianos, con nuestros hijos y nuestras hijas, con nuestras ovejas y
nuestras vacadas; porque es nuestra fiesta de Yahveh.»
Exo 10:10 Contestóles: «¡Así esté Yahveh con vosotros como voy a dejaros
salir a vosotros con vuestros pequeños! Ved cómo a la vista están vuestras
malas intenciones.
Exo 10:11 No será así; salid si queréis los varones solos y dad culto a
Yahveh, pues eso es lo que buscabais.» Y fueron echados de la presencia de
Faraón.
Exo 10:12 Yahveh dijo a Moisés: «Extiende tu mano sobre la tierra de Egipto
para que venga la langosta; que suba sobre el país de Egipto y coma toda la
hierba del país, todo lo que dejó el granizo.»
Exo 10:13 Moisés extendió su cayado sobre la tierra de Egipto; y Yahveh hizo
soplar el solano sobre el país todo aquel día y toda la noche. Y cuando
amaneció, el solano había traído la langosta.
Exo 10:14 La langosta invadió todo el país de Egipto, y se posó en todo el
territorio egipcio, en cantidad tan grande como nunca había habido antes tal
plaga de langosta ni la habría después.
Exo 10:15 Cubrieron toda la superficie del país hasta oscurecer la tierra;
devoraron toda la hierba del país y todos los frutos de los árboles que el
granizo había dejado; no quedó nada verde ni en los árboles ni en las
hierbas del campo en toda la tierra de Egipto.
Exo 10:16 Entonces Faraón llamó a toda prisa a Moisés y a Aarón, y dijo: «He
pecado contra Yahveh, vuestro Dios, y contra vosotros.
Exo 10:17 Ahora, pues, perdonad por favor mi pecado, siquiera por esta vez;
rogad a Yahveh, vuestro Dios, que aparte de mí al menos esta mortandad.»
Exo 10:18 Salió Moisés de la presencia de Faraón y rogó a Yahveh.
Exo 10:19 Yahveh hizo que soplara con gran violencia un viento del mar que
se llevó la langosta y la echó al mar de Suf. No quedó ni una langosta en
todo el territorio de Egipto.
Exo 10:20 Pero Yahveh endureció el corazón de Faraón, que no dejó salir a
los israelitas.
Exo 10:21 Yahveh dijo a Moisés: «Extiende tu mano hacia el cielo, y haya
sobre la tierra de Egipto tinieblas que puedan palparse.»
Exo 10:22 Extendió, pues, Moisés su mano hacia el cielo, y hubo por tres
días densas tinieblas en todo el país de Egipto.
Exo 10:23 No se veían unos a otros, y nadie se levantó de su sitio por
espacio de tres días, mientras que todos los israelitas tenían luz en sus
moradas.
Exo 10:24 Llamó Faraón a Moisés y dijo: «Id y dad culto a Yahveh; que se
queden solamente vuestras ovejas y vuestras vacadas. También vuestros
pequeños podrán ir con vosotros.»
Exo 10:25 Respondió Moisés: «Nos tienes que conceder también sacrificios y
holocaustos, para que los ofrendemos a Yahveh, nuestro Dios.
Exo 10:26 También nuestro ganado ha de venir con nosotros. No quedará ni una
pezuña; porque de ellos hemos de tomar para dar culto a Yahveh, nuestro
Dios. Y no sabemos todavía qué hemos de ofrecer a Yahveh hasta que lleguemos
allá.»
Exo 10:27 Yahveh endureció el corazón de Faraón, que no quiso dejarles
salir.
Exo 10:28 Y dijo Faraón a Moisés: «¡Retírate de mi presencia! ¡Guárdate de
volver a ver mi rostro, pues el día en que veas mi rostro, morirás!»
Exo 10:29 Respondió Moisés: «Tú lo has dicho: no volveré a ver tu rostro.»
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Capítulo 11
11:1
Y el Altísimo
dijo á Moisés: Una plaga traeré aún sobre Faraón, y sobre Egipto; después de la
cual él os dejará ir de aquí; y seguramente os echará de aquí del todo.
11:2
Habla ahora
al pueblo, y que cada uno demande á su vecino, y cada una á su vecina, vasos de
plata y de oro.
11:3
Y el Altísimo
dió gracia al pueblo en los ojos de los Egipcios. También Moisés era muy gran varón
en la tierra de Egipto, á los ojos de los siervos de Faraón, y á los ojos del
pueblo.
11:4
Y dijo
Moisés: el Altísimo ha dicho así: A la media noche yo saldré por medio de
Egipto,
11:5
Y morirá todo
primogénito en tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sienta
en su trono, hasta el primogénito de la sierva que está tras la muela; y todo
primogénito de las bestias.
11:6
Y habrá gran
clamor por toda la tierra de Egipto, cual nunca fué, ni jamás será.
11:7
Mas entre
todos los hijos de Israel, desde el hombre hasta la bestia, ni un perro moverá
su lengua: para que sepáis que hará diferencia el Altísimo entre los Egipcios y
los Israelitas.
11:8
Y descenderán
á mí todos estos tus siervos, é inclinados delante de mí dirán: Sal tú, y todo el
pueblo que está bajo de ti; y después de esto yo saldré. Y salióse muy enojado
de con Faraón.
11:9
Y el Altísimo
dijo á Moisés: Faraón no os oirá, para que mis maravillas se multipliquen en la
tierra de Egipto.
11:10
Y Moisés y
Aarón hicieron todos estos prodigios delante de Faraón: mas el Altísimo había
endurecido el corazón de Faraón, y no envió á los hijos de Israel fuera de su
país.
Exo 11:1 Dijo Yahveh a Moisés: «Todavía
traeré una plaga más sobre Faraón y sobre Egipto; tras de lo cual os dejará
marchar de aquí y cuando, por fin, os deje salir del país, él mismo os
expulsará de aquí.
Exo 11:2 Habla, pues, al pueblo y que cada hombre pida a su vecino, y cada
mujer a su vecina, objetos de plata y objetos de oro.»
Exo 11:3 Yahveh hizo que el pueblo se ganase el favor de los egipcios.
Además, Moisés era un gran personaje en la tierra de Egipto, tanto a los
ojos de los servidores de Faraón como a los ojos del pueblo.
Exo 11:4 Moisés dijo: «Así dice Yahveh: hacia media noche pasaré yo a través
de Egipto;
Exo 11:5 y morirá en el país de Egipto todo primogénito, desde el
primogénito de Faraón que se sienta en su trono hasta el primogénito de la
esclava encargada de moler, así como todo primer nacido del ganado.
Exo 11:6 Y se elevará en todo el país de Egipto un alarido tan grande como
nunca lo hubo, ni lo habrá.
Exo 11:7 Pero entre los israelitas ni siquiera un perro ladrará ni contra
hombre ni contra bestia; para que sepáis cómo Yahveh hace distinción entre
Egipto e Israel.
Exo 11:8 Entonces vendrán a mí todos estos siervos tuyos y se postrarán
delante de mí, diciendo: Sal, tú y todo el pueblo que te sigue. Y entonces,
saldré.» Y, ardiendo en cólera, salió de la presencia de Faraón.
Exo 11:9 Y dijo Yahveh a Moisés: «no os escuchará Faraón, para que así pueda
yo multiplicar mis prodigios en la tierra de Egipto.»
Exo 11:10 Moisés y Aarón obraron todos estos prodigios ante Faraón; pero
Yahveh endureció el corazón de Faraón, que no dejó salir de su país a los
israelitas.
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Capítulo 12
12:1
Y HABLÓ el
Altísimo á Moisés y á Aarón en la tierra de Egipto, diciendo:
12:2
Este mes os
será principio de los meses; será este para vosotros el primero en los meses
del año.
12:3
Hablad á toda
la congregación de Israel, diciendo: En el diez de aqueste mes tómese cada uno
un cordero por las familias de los padres, un cordero por familia:
12:4
Mas si la
familia fuere pequeña que no baste á comer el cordero, entonces tomará á su
vecino inmediato á su casa, y según el número de las personas, cada uno
conforme á su comer, echaréis la cuenta sobre el cordero.
12:5
El cordero
será sin defecto, macho de un año: tomaréislo de las ovejas ó de las cabras:
12:6
Y habéis de
guardarlo hasta el día catorce de este mes; y lo inmolará toda la congregación
del pueblo de Israel entre las dos tardes.
12:7
Y tomarán de
la sangre, y pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo
han de comer.
12:8
Y aquella
noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura: con hierbas
amargas lo comerán.
12:9
Ninguna cosa
comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus
pies y sus intestinos.
12:10
Ninguna cosa
dejaréis de él hasta la mañana; y lo que habrá quedado hasta la mañana, habéis
de quemarlo en el fuego.
12:11
Y así habéis
de comerlo: ceñidos vuestros lomos, vuestros zapatos en vuestros pies, y
vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente: es la Pascua de
el Altísimo.
12:12
Pues yo
pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré á todo primogénito en la
tierra de Egipto, así en los hombres como en las bestias: y haré juicios en
todos los dioses de Egipto. YO el Altísimo.
12:13
Y la sangre
os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre, y
pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad, cuando heriré la
tierra de Egipto.
12:14
Y este día os
ha de ser en memoria, y habéis de celebrarlo como solemne á el Altísimo durante
vuestras generaciones: por estatuto perpetuo lo celebraréis.
12:15
Siete días
comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en
vuestras casas: porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta
el séptimo, aquella alma será cortada de Israel.
12:16
El primer día
habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo día tendréis una santa
convocación: ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente que aderecéis lo
que cada cual hubiere de comer.
12:17
Y guardaréis
la fiesta de los ázimos, porque en aqueste mismo día saqué vuestros ejércitos de
la tierra de Egipto: por tanto guardaréis este día en vuestras generaciones por
costumbre perpetua.
12:18
En el mes
primero, el día catorce del mes por la tarde, comeréis los panes sin levadura,
hasta el veintiuno del mes por la tarde.
12:19
Por siete
días no se hallará levadura en vuestras casas, porque cualquiera que comiere
leudado, así extranjero como natural del país, aquella alma será cortada de la
congregación de Israel.
12:20
Ninguna cosa
leudada comeréis; en todas vuestras habitaciones comeréis panes sin levadura.
12:21
Y Moisés
convocó á todos los ancianos de Israel, y díjoles: Sacad, y tomaos corderos por
vuestras familias, y sacrificad la pascua.
12:22
Y tomad un
manojo de hisopo, y mojadle en la sangre que estará en una jofaina, y untad el
dintel y los dos postes con la sangre que estará en la jofaina; y ninguno de
vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana.
12:23
Porque el
Altísimo pasará hiriendo á los Egipcios; y como verá la sangre en el dintel y
en los dos postes, pasará el Altísimo aquella puerta, y no dejará entrar al
heridor en vuestras casas para herir.
12:24
Y guardaréis
esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para siempre.
12:25
Y será,
cuando habréis entrado en la tierra que el Altísimo os dará, como tiene
hablado, que guardaréis este rito.
12:26
Y cuando os
dijeren vuestros hijos: ¿Qué rito es este vuestro?
12:27
Vosotros
responderéis: Es la víctima de la Pascua de el Altísimo, el cual pasó las casas
de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió á los Egipcios, y libró nuestras
casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró.
12:28
Y los hijos
de Israel se fueron, é hicieron puntualmente así; como el Altísimo había
mandado á Moisés y á Aarón.
12:29
Y aconteció que
á la medianoche el Altísimo hirió á todo primogénito en la tierra de Egipto,
desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono, hasta el
primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los
animales.
12:30
Y levantóse aquella
noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los Egipcios; y había un gran
clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese muerto.
12:31
E hizo llamar
á Moisés y á Aarón de noche, y díjoles: Salid de en medio de mi pueblo
vosotros, y los hijos de Israel; é id, servid á el Altísimo, como habéis dicho.
12:32
Tomad también
vuestras ovejas y vuestras vacas, como habéis dicho, é idos; y bendecidme
también á mí.
12:33
Y los
Egipcios apremiaban al pueblo, dándose priesa á echarlos de la tierra; porque
decían: Todos somos muertos.
12:34
Y llevó el
pueblo su masa antes que se leudase, sus masas envueltas en sus sábanas sobre
sus hombros.
12:35
E hicieron
los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés, demandando á los
Egipcios vasos de plata, y vasos de oro, y vestidos.
12:36
Y el Altísimo
dió gracia al pueblo delante de los Egipcios, y prestáronles; y ellos
despojaron á los Egipcios.
12:37
Y partieron
los hijos de Israel de Rameses á Succoth, como seiscientos mil hombres de á
pie, sin contar los niños.
12:38
Y también
subió con ellos grande multitud de diversa suerte de gentes; y ovejas, y
ganados muy muchos.
12:39
Y cocieron
tortas sin levadura de la masa que habían sacado de Egipto; porque no había
leudado, por cuanto echándolos los Egipcios, no habían podido detenerse, ni aun
prepararse comida.
12:40
El tiempo que
los hijos de Israel habitaron en Egipto, fué cuatrocientos treinta años.
12:41
Y pasados
cuatrocientos treinta años, en el mismo día salieron todos los ejércitos de el
Altísimo de la tierra de Egipto.
12:42
Es noche de
guardar á el Altísimo, por haberlos sacado en ella de la tierra de Egipto. Esta
noche deben guardar á el Altísimo todos los hijos de Israel en sus
generaciones.
12:43
Y el Altísimo
dijo á Moisés y á Aarón: Esta es la ordenanza de la Pascua: Ningún extraño
comerá de ella:
12:44
Mas todo
siervo humano comprado por dinero, comerá de ella después que lo hubieres
circuncidado.
12:45
El extranjero
y el asalariado no comerán de ella.
12:46
En una casa
se comerá, y no llevarás de aquella carne fuera de casa, ni quebraréis hueso
suyo.
12:47
Toda la
congregación de Israel le sacrificará.
12:48
Mas si algún
extranjero peregrinare contigo, y quisiere hacer la pascua á el Altísimo, séale
circuncidado todo varón, y entonces se llegará á hacerla, y será como el
natural de la tierra; pero ningún incircunciso comerá de ella.
12:49
La misma ley
será para el natural y para el extranjero que peregrinare entre vosotros.
12:50
Así lo
hicieron todos los hijos de Israel; como mandó el Altísimo á Moisés y á Aarón,
así lo hicieron.
12:51
Y en aquel
mismo día sacó el Altísimo á los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus
escuadrones.
Exo 12:1 Dijo Yahveh a Moisés y Aarón en el
país de Egipto:
Exo 12:2 «Este mes será para vosotros el comienzo de los meses; será el
primero de los meses del año.
Exo 12:3 Hablad a toda la comunidad de Israel y decid: El día diez de este
mes tomará cada uno para sí una res de ganado menor por familia, una res de
ganado menor por casa.
Exo 12:4 Y si la familia fuese demasiado reducida para una res de ganado
menor, traerá al vecino más cercano a su casa, según el número de personas y
conforme a lo que cada cual pueda comer.
Exo 12:5 El animal será sin defecto, macho, de un año. Lo escogeréis entre
los corderos o los cabritos.
Exo 12:6 Lo guardaréis hasta el día catorce de este mes; y toda la asamblea
de la comunidad de los israelitas lo inmolará entre dos luces.
Exo 12:7 Luego tomarán la sangre y untarán las dos jambas y el dintel de las
casas donde lo coman.
Exo 12:8 En aquella misma noche comerán la carne. La comerán asada al fuego,
con ázimos y con hierbas amargas.
Exo 12:9 Nada de él comeréis crudo ni cocido, sino asado, con su cabeza, sus
patas y sus entrañas.
Exo 12:10 Y no dejaréis nada de él para la mañana; lo que sobre al amanecer
lo quemaréis.
Exo 12:11 Así lo habéis de comer: ceñidas vuestras cinturas, calzados
vuestros pies, y el bastón en vuestra mano; y lo comeréis de prisa. Es
Pascua de Yahveh.
Exo 12:12 Yo pasaré esta noche por la tierra de Egipto y heriré a todos los
primogénitos del país de Egipto, desde los hombres hasta los ganados, y me
tomaré justicia de todos los dioses de Egipto. Yo, Yahveh.
Exo 12:13 La sangre será vuestra señal en las casas donde moráis. Cuando yo
vea la sangre pasaré de largo ante vosotros, y no habrá entre vosotros plaga
exterminadora cuando yo hiera el país de Egipto.
Exo 12:14 Este será un día memorable para vosotros, y lo celebraréis como
fiesta en honor de Yahveh de generación en generación. Decretaréis que sea
fiesta para siempre».
Exo 12:15 «Durante siete días comeréis ázimos; ya desde el primer día
quitaréis de vuestras casas la levadura. Todo el que desde el día primero
hasta el día séptimo coma pan fermentado, ese tal será exterminado de en
medio de Israel.
Exo 12:16 El primer día tendréis reunión sagrada; también el día séptimo os
reuniréis en reunión sagrada. Ningún trabajo se hará en esos días, salvo la
comida para cada uno. Esto es lo único que podréis hacer.
Exo 12:17 Guardad la fiesta de los Ázimos, porque en ese mismo día saqué yo
vuestros ejércitos de la tierra de Egipto. Guardad este día de generación en
generación como decreto perpetuo.
Exo 12:18 Comeréis ázimos en el mes primero, desde la tarde del día catorce
del mes hasta la tarde del día veintiuno.
Exo 12:19 No habrá levadura en vuestras casas por espacio de siete días;
todo aquel que coma algo fermentado, sea forastero o natural del país, será
exterminado de la comunidad de Israel.
Exo 12:20 No comeréis nada fermentado; en todo lugar donde habitéis,
comeréis ázimos.»
Exo 12:21 Llamó Moisés a todos los ancianos de Israel y les dijo: «Id en
busca de reses menores para vuestras familias e inmolad la pascua.
Exo 12:22 Tomaréis un manojo de hisopo, lo mojaréis en la sangre que está en
la vasija y untaréis el dintel y las dos jambas con la sangre de la vasija;
y ninguno de vosotros saldrá de la puerta de su casa hasta la mañana.
Exo 12:23 Yahveh pasará y herirá a los egipcios, pero al ver la sangre en el
dintel y en las dos jambas, Yahveh pasará de largo por aquella puerta y no
permitirá que el Exterminador entre en vuestras casas para herir.
Exo 12:24 Guardad este mandato como decreto perpetuo para vosotros y
vuestros hijos.
Exo 12:25 También guardaréis este rito cuando entréis en la tierra que os
dará Yahveh, según su promesa.
Exo 12:26 Y cuando os pregunten vuestros hijos: "¿Qué significa para
vosotros este rito?",
Exo 12:27 responderéis: "Este es el sacrificio de la Pascua de Yahveh, que
pasó de largo por las casas de los israelitas en Egipto cuando hirió a los
egipcios y salvó nuestras casas."» Entonces el pueblo se postró para adorar.
Exo 12:28 Fueron los israelitas e hicieron lo que había mandado Yahveh a
Moisés y a Aarón; así lo hicieron.
Exo 12:29 Y sucedió que, a media noche, Yahveh hirió en el país de Egipto a
todos los primogénitos, desde el primogénito de Faraón, que se sienta sobre
su trono, hasta el primogénito del preso en la cárcel, y a todo primer
nacido del ganado.
Exo 12:30 Levantóse Faraón aquella noche, con todos sus servidores y todos
los egipcios; y hubo grande alarido en Egipto, porque no había casa donde no
hubiese un muerto.
Exo 12:31 Llamó Faraón a Moisés y a Aarón, durante la noche, y les dijo:
«Levantaos y salid de en medio de mi pueblo, vosotros y los israelitas, e id
a dar culto a Yahveh, como habéis dicho.
Exo 12:32 Tomad también vuestros rebaños y vuestras vacadas, como dijisteis.
Marchaos y bendecidme también a mí.»
Exo 12:33 Los egipcios por su parte instaban al pueblo para acelerar su
salida del país, pues decían. «Vamos a morir todos.»
Exo 12:34 Tomó, pues, el pueblo la masa, antes que fermentara y, envolviendo
en los mantos las artesas de la harina, se las cargaron a hombros.
Exo 12:35 Los israelitas hicieron lo que les dijo Moisés y pidieron a los
egipcios objetos de plata, objetos de oro y vestidos.
Exo 12:36 Yahveh hizo que el pueblo se ganara el favor de los egipcios, los
cuales se los prestaron. Así despojaron a los egipcios.
Exo 12:37 Los israelitas partieron de Ramsés hacia Sukkot, unos 600.000.
hombres de a pie, sin contar los niños.
Exo 12:38 Salió también con ellos una muchedumbre abigarrada y grandes
rebaños de ovejas y vacas.
Exo 12:39 De la masa que habían sacado de Egipto cocieron tortas ázimas,
porque no había fermentado todavía; pues al ser echados de Egipto no
pudieron tomar víveres ni provisiones para el camino.
Exo 12:40 Los israelitas estuvieron en Egipto 430. años.
Exo 12:41 El mismo día que se cumplían los 430. años, salieron de la tierra
de Egipto todos los ejércitos de Yahveh.
Exo 12:42 Noche de guardia fue ésta para Yahveh, para sacarlos de la tierra
de Egipto. Esta misma noche será la noche de guardia en honor de Yahveh para
todos los israelitas, por todas sus generaciones.
Exo 12:43 Dijo Yahveh a Moisés y a Aarón: «Estas son las normas sobre la
Pascua: no comerá de ella ningún extranjero.
Exo 12:44 Todo siervo, comprado por dinero, a quien hayas circuncidado,
podrá comerla.
Exo 12:45 Pero el residente y el jornalero no la comerán.
Exo 12:46 Se ha de comer dentro de casa; no sacaréis fuera de casa nada de
carne, ni le quebraréis ningún hueso.
Exo 12:47 Toda la comunidad de Israel la celebrará.
Exo 12:48 Si un forastero que habita contigo quiere celebrar la Pascua de
Yahveh, que se circunciden todos sus varones, y entonces podrá acercarse
para celebrarla, pues será como los nativos; pero ningún incircunciso podrá
comerla.
Exo 12:49 Una misma ley habrá para el nativo y para el forastero que habita
en medio de vosotros.»
Exo 12:50 Así lo hicieron todos los israelitas. Tal como había mandado
Yahveh a Moisés y a Aarón, así lo hicieron.
Exo 12:51 Y en aquel mismo día sacó Yahveh del país de Egipto a los
israelitas en orden de campaña.
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Capítulo 13
13:1
Y el Altísimo
habló á Moisés, diciendo:
13:2
Santifícame
todo primogénito, cualquiera que abre matriz entre los hijos de Israel, así de
los hombres como de los animales: mío es.
13:3
Y Moisés dijo
al pueblo: Tened memoria de aqueste día, en el cual habéis salido de Egipto, de
la casa de servidumbre; pues el Altísimo os ha sacado de aquí con mano fuerte;
por tanto, no comeréis leudado.
13:4
Vosotros
salís hoy en el mes de Abib.
13:5
Y cuando el
Altísimo te hubiere metido en la tierra del Cananeo, y del Hetheo, y del
Amorrheo, y del Hebeo, y del Jebuseo, la cual juró á tus padres que te daría,
tierra que destila leche y miel, harás esta servicio en aqueste mes.
13:6
Siete días
comerás por leudar, y el séptimo día será fiesta á el Altísimo.
13:7
Por los siete
días se comerán los panes sin levadura; y no se verá contigo leudado, ni
levadura en todo tu término.
13:8
Y contarás en
aquel día á tu hijo, diciendo: Hácese esto con motivo de lo que el Altísimo
hizo conmigo cuando me sacó de Egipto.
13:9
Y serte ha
como una señal sobre tu mano, y como una memoria delante de tus ojos, para que
la ley de el Altísimo esté en tu boca; por cuanto con mano fuerte te sacó el
Altísimo de Egipto.
13:10
Por tanto, tú
guardarás este rito en su tiempo de año en año.
13:11
Y cuando el
Altísimo te hubiere metido en la tierra del Cananeo, como te ha jurado á ti y á
tus padres, y cuando te la hubiere dado,
13:12
Harás pasar á
el Altísimo todo lo que abriere la matriz, asimismo todo primerizo que abriere
la matriz de tus animales: los machos serán de el Altísimo.
13:13
Mas todo
primogénito de asno redimirás con un cordero; y si no lo redimieres, le
degollarás: asimismo redimirás todo humano primogénito de tus hijos.
13:14
Y cuando
mañana te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué es esto? decirle has: el Altísimo
nos sacó con mano fuerte de Egipto, de casa de servidumbre;
13:15
Y
endureciéndose Faraón en no dejarnos ir, el Altísimo mató en la tierra de Egipto
á todo primogénito, desde el primogénito humano hasta el primogénito de la
bestia: y por esta causa yo sacrifico á el Altísimo todo primogénito macho, y
redimo todo primogénito de mis hijos.
13:16
Serte ha,
pues, como una señal sobre tu mano, y por una memoria delante de tus ojos; ya
que el Altísimo nos sacó de Egipto con mano fuerte.
13:17
Y luego que
Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los
Filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Que quizá no se arrepienta el
pueblo cuando vieren la guerra, y se vuelvan á Egipto:
midrash Dios sirve al hombre -
13:18
Mas hizo Dios
al pueblo que rodease por el camino del desierto del mar Bermejo. Y subieron
los hijos de Israel de Egipto armados.
13:19
Tomó también
consigo Moisés los huesos de José, el cual había juramentado á los hijos de
Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis subir mis huesos de
aquí con vosotros.
13:20
Y partidos de
Succoth, asentaron campo en Etham, á la entrada del desierto.
13:21
Y el Altísimo
iba delante de ellos de día en una columna de nube, para guiarlos por el
camino; y de noche en una columna de fuego para alumbrarles; á fin de que
anduviesen de día y de noche.
midrash respeto a mis hijos -
13:22
Nunca se
partió de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna
de fuego.
Exo 13:1 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
Exo 13:2 «Conságrame todo primogénito, todo lo que abre el seno materno
entre los israelitas. Ya sean hombres o animales, míos son todos.»
Exo 13:3 Dijo, pues, Moisés al pueblo: «Acordaos de este día en que
salisteis de Egipto, de la casa de servidumbre, pues Yahveh os ha sacado de
aquí con mano fuerte; y no comáis pan fermentado.
Exo 13:4 Salís hoy, en el mes de Abib.
Exo 13:5 Así, cuando Yahveh te haya introducido en la tierra de los
cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los jivitas y de los jebuseos,
que juró a tus padres que te daría, tierra que mana leche y miel, celebrarás
ese rito en este mes.
Exo 13:6 Siete días comerás ázimos y el día séptimo será fiesta de Yahveh.
Exo 13:7 Se comerán ázimos durante siete días, y no se verá pan fermentado
en tu casa, ni levadura en tu casa, en todo tu territorio.
Exo 13:8 En aquel día harás saber a tu hijo: "Esto es con motivo de lo que
hizo conmigo Yahveh cuando salí de Egipto."
Exo 13:9 Y esto te servirá como señal en tu mano, y como recordatorio ante
tus ojos, para que la ley de Yahveh esté en tu boca; porque con mano fuerte
te sacó Yahveh de Egipto.
Exo 13:10 Guardarás este precepto, año por año, en el tiempo debido.»
Exo 13:11 Cuando Yahveh te haya introducido en la tierra del cananeo, como
lo tiene jurado a ti y a tus padres, y te la haya dado,
Exo 13:12 consagrarás a Yahveh todo lo que abre el seno materno. Todo primer
nacido de tus ganados, si son machos, pertenecen también a Yahveh.
Exo 13:13 Todo primer nacido del asno lo rescatarás con un cordero; y si no
lo rescatas lo desnucarás. Rescatarás también todo primogénito de entre tus
hijos.
Exo 13:14 Y cuando el día de mañana te pregunte tu hijo: "¿Qué significa
esto?", le dirás: "Con mano fuerte nos sacó Yahveh de Egipto, de la casa de
servidumbre."
Exo 13:15 Como Faraón se obstinó en no dejarnos salir, Yahveh mató a todos
los primogénitos en el país de Egipto, desde el primogénito del hombre hasta
el primogénito del ganado. Por eso sacrifico a Yahveh todo macho que abre el
seno materno, y rescato todo primogénito de mis hijos.
Exo 13:16 Esto será como señal en tu mano y como insignia entre tus ojos;
porque con mano fuerte nos sacó Yahveh de Egipto.»
Exo 13:17 Cuando Faraón dejó salir al pueblo, Dios no los llevó por el
camino de la tierra de los filisteos, aunque era más corto; pues se dijo
Dios: «No sea que, al verse atacado, se arrepienta el pueblo y se vuelva a
Egipto.»
Exo 13:18 Hizo Dios dar un rodeo al pueblo por el camino del desierto del
mar de Suf. Los israelitas salieron bien equipados del país de Egipto.
Exo 13:19 Moisés tomó consigo los huesos de José, pues éste había hecho
jurar solemnemente a los israelitas, diciendo: « Ciertamente Dios os
visitará, y entonces llevaos de aquí mis huesos con vosotros."
Exo 13:20 Partieron de Sukkot y acamparon en Etam, al borde del desierto.
Exo 13:21 Yahveh iba al frente de ellos, de día en columna de nube para
guiarlos por el camino, y de noche en columna de fuego para alumbrarlos, de
modo que pudiesen marchar de día y de noche.
Exo 13:22 No se apartó del pueblo ni la columna de nube por el día, ni la
columna de fuego por la noche.
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Capítulo 14
14:1
Y HABLÓ el
Altísimo á Moisés, diciendo:
14:2
Habla á los
hijos de Israel que den la vuelta, y asienten su campo delante de Pihahiroth,
entre Migdol y la mar hacia Baalzephón: delante de él asentaréis el campo,
junto á la mar.
14:3
Porque Faraón
dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha
encerrado.
14:4
Y yo
endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y seré glorificado en Faraón
y en todo su ejército; y sabrán los Egipcios que yo soy el Altísimo. Y ellos lo
hicieron así.
14:5
Y fué dado
aviso al rey de Egipto cómo el pueblo se huía: y el corazón de Faraón y de sus
siervos se volvió contra el pueblo, y dijeron: ¿Cómo hemos hecho esto de haber
dejado ir á Israel, para que no nos sirva?
14:6
Y unció su carro,
y tomó consigo su pueblo;
14:7
y tomó
seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los capitanes
sobre ellos.
14:8
Y endureció
el Altísimo el corazón de Faraón rey de Egipto, y siguió á los hijos de Israel;
pero los hijos de Israel habían salido con mano poderosa.
14:9
Siguiéndolos,
pues, los Egipcios, con toda la caballería y carros de Faraón, su gente de á
caballo, y todo su ejército, alcanzáronlos asentando el campo junto á la mar,
al lado de Pihahiroth, delante de Baalzephón.
14:10
Y cuando
Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí los
Egipcios que venían tras ellos; por lo que temieron en gran manera, y clamaron
los hijos de Israel á el Altísimo.
14:11
Y dijeron á
Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en
el desierto? ¿Por qué lo has hecho así con nosotros, que nos has sacado de
Egipto?
14:12
¿No es esto
lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir á los Egipcios? Que
mejor nos fuera servir á los Egipcios, que morir nosotros en el desierto.
14:13
Y Moisés dijo
al pueblo: No temáis; estaos quedos, y ved la salud de el Altísimo, que él hará
hoy con vosotros; porque los Egipcios que hoy habéis visto, nunca más para
siempre los veréis.
14:14
el Altísimo peleará
por vosotros, y vosotros estaréis quedos.
14:15
Entonces el
Altísimo dijo á Moisés: ¿Por qué clamas á mí? Di á los hijos de Israel que
marchen.
14:16
Y tú alza tu
vara, y extiende tu mano sobre la mar, y divídela; y entren los hijos de Israel
por medio de la mar en seco.
14:17
Y yo, he aquí
yo endureceré el corazón de los Egipcios, para que los sigan: y yo me
glorificaré en Faraón, y en todo su ejército, y en sus carros, y en su
caballería;
14:18
Y sabrán los
Egipcios que yo soy el Altísimo, cuando me glorificaré en Faraón, en sus
carros, y en su gente de á caballo.
14:19
Y el ángel de
Dios que iba delante del campo de Israel, se apartó, é iba en pos de ellos; y
asimismo la columna de nube que iba delante de ellos, se apartó, y púsose á sus
espaldas:
14:20
E iba entre
el campo de los Egipcios y el campo de Israel; y era nube y tinieblas para
aquéllos, y alumbraba á Israel de noche: y en toda aquella noche nunca llegaron
los unos á los otros.
14:21
Y extendió
Moisés su mano sobre la mar, é hizo el Altísimo que la mar se retirase por
recio viento oriental toda aquella noche; y tornó la mar en seco, y las aguas
quedaron divididas.
14:22
Entonces los
hijos de Israel entraron por medio de la mar en seco, teniendo las aguas como
muro á su diestra y á su siniestra:
14:23
Y
siguiéndolos los Egipcios, entraron tras ellos hasta el medio de la mar, toda
la caballería de Faraón, sus carros, y su gente de á caballo.
14:24
Y aconteció á
la vela de la mañana, que el Altísimo miró al campo de los Egipcios desde la
columna de fuego y nube, y perturbó el campo de los Egipcios.
14:25
Y quitóles
las ruedas de sus carros, y trastornólos gravemente. Entonces los Egipcios
dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque el Altísimo pelea por ellos
contra los Egipcios.
14:26
Y el Altísimo
dijo á Moisés: Extiende tu mano sobre la mar, para que las aguas vuelvan sobre
los Egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería.
14:27
Y Moisés
extendió su mano sobre la mar, y la mar se volvió en su fuerza cuando amanecía;
y los Egipcios iban hacia ella: y el Altísimo derribó á los Egipcios en medio
de la mar.
14:28
Y volvieron
las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón
que había entrado tras ellos en la mar; no quedó de ellos ni uno.
14:29
Y los hijos
de Israel fueron por medio de la mar en seco, teniendo las aguas por muro á su
diestra y á su siniestra.
14:30
Así salvó el
Altísimo aquel día á Israel de mano de los Egipcios; é Israel vió á los
Egipcios muertos á la orilla de la mar.
14:31
Y vió Israel
aquel grande hecho que el Altísimo ejecutó contra los Egipcios: y el pueblo
temió á el Altísimo, y creyeron á el Altísimo y á Moisés su siervo.
Exo 14:1 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
Exo 14:2 «Di a los israelitas que se vuelvan y acampen frente a Pi Hajirot,
entre Migdol y el mar, enfrente de Baal Sefón. Frente a ese lugar
acamparéis, junto al mar.
Exo 14:3 Faraón dirá de los israelitas: "Andan errantes en el país, y el
desierto les cierra el paso."
Exo 14:4 Yo endureceré el corazón de Faraón, y os perseguirá; pero yo
manifestaré mi gloria a costa de Faraón y de todo su ejército, y sabrán los
egipcios que yo soy Yahveh.» Así lo hicieron.
Exo 14:5 Cuando anunciaron al rey de Egipto que había huido el pueblo, se
mudó el corazón de Faraón y de sus servidores respecto del pueblo, y
dijeron: «¿Qué es lo que hemos hecho dejando que Israel salga de nuestro
servicio?»
Exo 14:6 Faraón hizo enganchar su carro y llevó consigo sus tropas.
Exo 14:7 Tomó seiscientos carros escogidos y todos los carros de Egipto,
montados por sus combatientes.
Exo 14:8 Endureció Yahveh el corazón de Faraón rey de Egipto, el cual
persiguió a los israelitas, pero los israelitas salieron con la mano alzada.
Exo 14:9 Los egipcios los persiguieron: todos los caballos, los carros de
Faraón, con la gente de los carros y su ejército; y les dieron alcance
mientras acampaban junto al mar, cerca de Pi Hajirot, frente a Baal Sefón.
Exo 14:10 Al acercarse Faraón, los israelitas alzaron sus ojos, y viendo que
los egipcios marchaban tras ellos, temieron mucho los israelitas y clamaron
a Yahveh.
Exo 14:11 Y dijeron a Moisés: «¿Acaso no había sepulturas en Egipto para que
nos hayas traído a morir en el desierto? ¿Qué has hecho con nosotros
sacándonos de Egipto?
Exo 14:12 ¿No te dijimos claramente en Egipto: Déjanos en paz, queremos
servir a los egipcios? Porque mejor nos es servir a los egipcios que morir
en el desierto.»
Exo 14:13 Contestó Moisés al pueblo: «No temáis; estad firmes, y veréis la
salvación que Yahveh os otorgará en este día, pues los egipcios que ahora
veis, no los volveréis a ver nunca jamás.
Exo 14:14 Yahveh peleará por vosotros, que vosotros no tendréis que
preocuparos.»
Exo 14:15 Dijo Yahveh a Moisés: «¿Por qué sigues clamando a mí? Di a los
israelitas que se pongan en marcha.
Exo 14:16 Y tú, alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar y divídelo,
para que los israelitas entren en medio del mar a pie enjuto.
Exo 14:17 Que yo voy a endurecer el corazón de los egipcios para que los
persigan, y me cubriré de gloria a costa de Faraón y de todo su ejército, de
sus carros y de los guerreros de los carros.
Exo 14:18 Sabrán los egipcios que yo soy Yahveh, cuando me haya cubierto de
gloria a costa de Faraón, de sus carros y de sus jinetes.
Exo 14:19 Se puso en marcha el Ángel de Yahveh que iba al frente del
ejército de Israel, y pasó a retaguardia. También la columna de nube de
delante se desplazó de allí y se colocó detrás,
Exo 14:20 poniéndose entre el campamento de los egipcios y el campamento de
los israelitas. La nube era tenebrosa y transcurrió la noche sin que
pudieran trabar contacto unos con otros en toda la noche.
Exo 14:21 Moisés extendió su mano sobre el mar, y Yahveh hizo soplar durante
toda la noche un fuerte viento del Este que secó el mar, y se dividieron las
aguas.
Exo 14:22 Los israelitas entraron en medio del mar a pie enjuto, mientras
que las aguas formaban muralla a derecha e izquierda.
Exo 14:23 Los egipcios se lanzaron en su persecución, entrando tras ellos,
en medio del mar, todos los caballos de Faraón, y los carros con sus
guerreros.
Exo 14:24 Llegada la vigilia matutina, miró Yahveh desde la columna de fuego
y humo hacia el ejército de los egipcios, y sembró la confusión en el
ejército egipcio.
Exo 14:25 Trastornó la ruedas de sus carros, que no podían avanzar sino con
gran dificultad. Y exclamaron los egipcios: «Huyamos ante Israel, porque
Yahveh pelea por ellos contra los egipcios.»
Exo 14:26 Yahveh dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, y las aguas
volverán sobre los egipcios, sobre sus carros y sobre los guerreros de los
carros.»
Exo 14:27 Extendió Moisés su mano sobre el mar, y al rayar el alba volvió el
mar a su lecho; de modo que los egipcios, al querer huir, se vieron frente a
las aguas. Así precipitó Yahveh a los egipcios en medio del mar,
Exo 14:28 pues al retroceder las aguas cubrieron los carros y a su gente, a
todo el ejército de Faraón, que había entrado en el mar para perseguirlos;
no escapó ni uno siquiera.
Exo 14:29 Mas los israelitas pasaron a pie enjuto por en medio del mar,
mientras las aguas hacían muralla a derecha e izquierda.
Exo 14:30 Aquel día salvó Yahveh a Israel del poder de los egipcios; e
Israel vio a los egipcios muertos a orillas del mar.
Exo 14:31 Y viendo Israel la mano fuerte que Yahveh había desplegado contra
los egipcios, temió el pueblo a Yahveh, y creyeron en Yahveh y en Moisés, su
siervo.
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Capítulo 15
15:1
ENTONCES
cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico á el Altísimo, y dijeron:
Cantaré yo á el Altísimo, porque se ha magnificado grandemente, Echando en la
mar al caballo y al que en él subía.
15:2
el Altísimo
es mi fortaleza, y mi canción, Y hame sido por salud: Este es mi Dios, y á éste
engrandeceré; Dios de mi padre, y á éste ensalzaré.
15:3
el Altísimo,
varón de guerra; el Altísimo es su nombre.
15:4
Los carros de
Faraón y á su ejército echó en la mar; Y sus escogidos príncipes fueron
hundidos en el mar Bermejo.
15:5
Los abismos
los cubrieron; Como piedra descendieron á los profundos.
15:6
Tu diestra,
oh el Altísimo, ha sido magnificada en fortaleza; Tu diestra, oh el Altísimo,
ha quebrantado al enemigo.
15:7
Y con la
grandeza de tu poder has trastornado á los que se levantaron contra ti:
Enviaste tu furor; los tragó como á hojarasca.
15:8
Con el soplo
de tus narices se amontonaron las aguas; Paráronse las corrientes como en un
montón; Los abismos se cuajaron en medio de la mar.
15:9
El enemigo dijo:
Perseguiré, prenderé, repartiré despojos; Mi alma se henchirá de ellos; Sacaré
mi espada, destruirlos ha mi mano.
15:10
Soplaste con
tu viento, cubriólos la mar: Hundiéronse como plomo en las impetuosas aguas.
15:11
¿Quién como
tú, el Altísimo, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad,
Terrible en loores, hacedor de maravillas?
15:12
Extendiste tu
diestra; La tierra los tragó.
15:13
Condujiste en
tu misericordia á este pueblo, al cual salvaste; Llevástelo con tu fortaleza á
la habitación de tu santuario.
15:14
Oiránlo los
pueblos, y temblarán; Apoderarse ha dolor de los moradores de Palestina.
15:15
Entonces los
príncipes de Edom se turbarán; A los robustos de Moab los ocupará temblor;
Abatirse han todos los moradores de Canaán.
15:16
Caiga sobre
ellos temblor y espanto; A la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra;
Hasta que haya pasado tu pueblo, oh el Altísimo, Hasta que haya pasado este
pueblo que tú rescataste.
15:17
Tú los
introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, En el lugar de tu
morada, que tú has aparejado, oh el Altísimo; En el santuario del Señor, que
han afirmado tus manos.
15:18
el Altísimo
reinará por los siglos de los siglos.
15:19
Porque Faraón
entró cabalgando con sus carros y su gente de á caballo en la mar, y el
Altísimo volvió á traer las aguas de la mar sobre ellos; mas los hijos de
Israel fueron en seco por medio de la mar.
15:20
Y María la
profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres
salieron en pos de ella con panderos y danzas.
15:21
Y María les
respondía: Cantad á el Altísimo; porque en extremo se ha engrandecido, Echando
en la mar al caballo, y al que en él subía.
15:22
E hizo Moisés
que partiese Israel del mar Bermejo, y salieron al desierto de Shur; y
anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua.
exégesis 15,22-27 -
15:23
Y llegaron á
Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le
pusieron el nombre de Mara.
15:24
Entonces el
pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?
15:25
Y Moisés
clamó á el Altísimo; y el Altísimo le mostró un árbol, el cual metídolo que
hubo dentro de las aguas, las aguas se endulzaron. Allí les dió estatutos y
ordenanzas, y allí los probó;
15:26
Y dijo: Si
oyeres atentamente la voz de el Altísimo tu Dios, é hicieres lo recto delante
de sus ojos, y dieres oído á sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos,
ninguna enfermedad de las que envié á los Egipcios te enviaré á ti; porque yo
soy el Altísimo tu Sanador.
15:27
Y llegaron á
Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmas; y asentaron allí
junto á las aguas.
Exo 15:1 Entonces Moisés y los israelitas
cantaron este cántico a Yahveh. Dijeron: «Canto a Yahveh pues se cubrió de
gloria arrojando en el mar caballo y carro.
Exo 15:2 Mi fortaleza y mi canción es Yah. El es mi salvación. El, mi Dios,
yo le glorifico, el Dios de mi padre, a quien exalto.
Exo 15:3 ¡Un guerrero Yahveh, Yahveh es su nombre!
Exo 15:4 Los carros de Faraón y sus soldados precipitó en el mar. La flor de
sus guerreros tragó el mar de Suf;
Exo 15:5 cubriólos el abismo, hasta el fondo cayeron como piedra.
Exo 15:6 Tu diestra, Yahveh, relumbra por su fuerza; tu diestra, Yahveh,
aplasta al enemigo.
Exo 15:7 En tu gloria inmensa derribas tus contrarios, desatas tu furor y
los devora como paja.
Exo 15:8 Al soplo de tu ira se apiñaron las aguas, se irguieron las olas
como un dique, los abismos cuajaron en el corazón del mar.
Exo 15:9 Dijo el enemigo: «Marcharé a su alcance, repartiré despojos, se
saciará mi alma, sacaré mi espada y los aniquilará mi mano.»
Exo 15:10 Mandaste tu soplo, cubriólos el mar; se hundieron como plomo en
las temibles aguas.
Exo 15:11 ¿Quién como tú, Yahveh, entre los dioses? ¿Quién como tú, glorioso
en santidad, terrible en prodigios, autor de maravillas?
Exo 15:12 Tendiste tu diestra y los tragó la tierra.
Exo 15:13 Guiaste en tu bondad al pueblo rescatado. Tu poder los condujo a
tu santa morada.
Exo 15:14 Oyéronlo los pueblos, se turbaron, dolor como de parto en
Filistea.
Exo 15:15 Los príncipes de Edom se estremecieron, se angustiaron los jefes
de Moab y todas las gentes de Canaán temblaron.
Exo 15:16 Pavor y espanto cayó sobre ellos. La fuerza de tu brazo los hizo
enmudecer como una piedra, hasta que pasó tu pueblo, oh Yahveh, hasta pasar
el pueblo que compraste.
Exo 15:17 Tú le llevas y le plantas en el monte de tu herencia, hasta el
lugar que tú te has preparado para tu sede, ¡oh Yahveh! Al santuario,
Adonay, que tus manos prepararon.
Exo 15:18 ¡Yahveh reinará por siempre jamás!»
Exo 15:19 Porque cuando los caballos de Faraón y los carros con sus
guerreros entraron en el mar, Yahveh hizo que las aguas del mar volvieran
sobre ellos, mientras que los israelitas pasaron a pie enjuto por medio del
mar.
Exo 15:20 María, la profetisa, hermana de Aarón tomó en sus manos un tímpano
y todas la mujeres la seguían con tímpanos y danzando en coro.
Exo 15:21 Y María les entonaba el estribillo: «Cantad a Yahveh pues se
cubrió de gloria. arrojando en el mar caballo y carro.»
Exo 15:22 Moisés hizo partir a los israelitas del mar de Suf y se dirigieron
hacia el desierto de Sur: caminaron tres días por el desierto sin encontrar
agua.
Exo 15:23 Luego llegaron a Mará, porque era amarga. Por eso se llama aquel
lugar Mará.
Exo 15:24 El pueblo murmuró contra Moisés, diciendo: «¿Qué vamos a beber?»
Exo 15:25 Entonces Moisés invocó a Yahveh, y Yahveh le mostró un madero que
Moisés echó al agua, y el agua se volvió dulce. Allí dio a Israel decretos y
normas, y allí le puso a prueba.
Exo 15:26 Y dijo: «Si de veras escuchas la voz de Yahveh, tu Dios, y haces
lo que es recto a sus ojos, dando oídos a sus mandatos y guardando todos sus
preceptos, no traeré sobre ti ninguna de las plagas que envié sobre los
egipcios; porque yo soy Yahveh, el que te sana.»
Exo 15:27 Después llegaron a Elim, donde hay doce fuentes de agua y setenta
palmeras, y acamparon allí junto a las aguas.
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Capítulo 16
16:1
Y PARTIENDO
de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, vino al desierto de Sin,
que está entre Elim y Sinaí, á los quince días del segundo mes después que
salieron de la tierra de Egipto.
16:2
Y toda la
congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el
desierto;
16:3
Y decíanles
los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de el Altísimo en la
tierra de Egipto, cuando nos sentábamos á las ollas de las carnes, cuando
comíamos pan en hartura; pues nos habéis sacado á este desierto, para matar de
hambre á toda esta multitud.
16:4
Y el Altísimo
dijo á Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y
cogerá para cada un día, para que yo le pruebe si anda en mi ley, ó no.
16:5
Mas al sexto
día aparejarán lo que han de encerrar, que será el doble de lo que solían coger
cada día.
16:6
Entonces dijo
Moisés y Aarón á todos los hijos de Israel: A la tarde sabréis que el Altísimo os
ha sacado de la tierra de Egipto:
16:7
Y á la mañana
veréis la gloria de el Altísimo; porque él ha oído vuestras murmuraciones
contra el Altísimo; que nosotros, ¿qué somos, para que vosotros murmuréis
contra nosotros?
16:8
Y dijo
Moisés: el Altísimo os dará á la tarde carne para comer, y á la mañana pan en
hartura; por cuanto el Altísimo ha oído vuestras murmuraciones con que habéis
murmurado contra él: que nosotros, ¿qué somos? vuestras murmuraciones no son
contra nosotros, sino contra el Altísimo.
16:9
Y dijo Moisés
á Aarón: Di á toda la congregación de los hijos de Israel: Acercaos á la
presencia de el Altísimo; que él ha oído vuestras murmuraciones.
16:10
Y hablando
Aarón á toda la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto,
y he aquí la gloria de el Altísimo, que apareció en la nube.
16:11
Y el Altísimo
habló á Moisés, diciendo:
16:12
Yo he oído
las murmuraciones de los hijos de Israel; háblales, diciendo: Entre las dos
tardes comeréis carne, y por la mañana os hartaréis de pan, y sabréis que yo
soy el Altísimo vuestro Dios.
16:13
Y venida la
tarde subieron codornices que cubrieron el real; y á la mañana descendió rocío
en derredor del real.
16:14
Y como el
rocío cesó de descender, he aquí sobre la haz del desierto una cosa menuda,
redonda, menuda como una helada sobre la tierra.
16:15
Y viéndolo
los hijos de Israel, se dijeron unos á otros: ¿Qué es esto? porque no sabían
qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que el Altísimo os da para comer.
16:16
Esto es lo
que el Altísimo ha mandado: Cogereis de él cada uno según pudiere comer; un
gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno
para los que están en su tienda.
16:17
Y los hijos
de Israel lo hicieron así: y recogieron unos más, otros menos:
16:18
Y medíanlo
por gomer, y no sobraba al que había recogido mucho, ni faltaba al que había
recogido poco: cada uno recogió conforme á lo que había de comer.
16:19
Y díjoles
Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana.
16:20
Mas ellos no obedecieron
á Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y
pudrióse; y enojóse contra ellos Moisés.
16:21
Y recogíanlo
cada mañana, cada uno según lo que había de comer: y luego que el sol
calentaba, derretíase.
16:22
En el sexto
día recogieron doblada comida, dos gomeres para cada uno: y todos los príncipes
de la congregación vinieron á Moisés, y se lo hicieron saber.
16:23
Y él les
dijo: Esto es lo que ha dicho el Altísimo: Mañana es el santo sábado, el reposo
de el Altísimo: lo que hubiereis de cocer, cocedlo hoy, y lo que hubiereis de
cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana.
16:24
Y ellos lo
guardaron hasta la mañana, según que Moisés había mandado, y no se pudrió, ni
hubo en él gusano.
16:25
Y dijo
Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es sábado de el Altísimo: hoy no hallaréis en
el campo.
16:26
En los seis
días lo recogeréis; mas el séptimo día es sábado, en el cual no se hallará.
16:27
Y aconteció
que algunos del pueblo salieron en el séptimo día á recoger, y no hallaron.
16:28
Y el Altísimo
dijo á Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes?
16:29
Mirad que el
Altísimo os dió el sábado, y por eso os da en el sexto día pan para dos días.
Estése, pues, cada uno en su estancia, y nadie salga de su lugar en el séptimo
día.
16:30
Así el pueblo
reposó el séptimo día.
16:31
Y la casa de
Israel lo llamó Maná; y era como simiente de culantro, blanco, y su sabor como
de hojuelas con miel.
16:32
Y dijo Moisés:
Esto es lo que el Altísimo ha mandado: Henchirás un gomer de él para que se
guarde para vuestros descendientes, á fin de que vean el pan que yo os dí á
comer en el desierto, cuando yo os saqué de la tierra de Egipto.
16:33
Y dijo Moisés
á Aarón: Toma un vaso y pon en él un gomer lleno de maná, y ponlo delante de el
Altísimo, para que sea guardado para vuestros descendientes.
16:34
Y Aarón lo
puso delante del Testimonio para guardarlo, como el Altísimo lo mandó á Moisés.
16:35
Así comieron
los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que entraron en la tierra
habitada: maná comieron hasta que llegaron al término de la tierra de Canaán.
16:36
Y un gomer es
la décima parte del epha.
Exo 16:1 Partieron de Elim, y toda la
comunidad de los israelitas llegó al desierto de Sin, que está entre Elim y
el Sinaí, el día quince del segundo mes después de su salida del país de
Egipto.
Exo 16:2 Toda la comunidad de los israelitas empezó a murmurar contra Moisés
y Aarón en el desierto.
Exo 16:3 Los israelitas les decían: «¡Ojalá hubiéramos muerto a manos de
Yahveh en la tierra de Egipto cuando nos sentábamos junto a las ollas de
carne, cuando comíamos pan hasta hartarnos! Vosotros nos habéis traído a
este desierto para matar de hambre a toda esta asamblea.»
Exo 16:4 Yahveh dijo a Moisés: «Mira, yo haré llover sobre vosotros pan del
cielo; el pueblo saldrá a recoger cada día la porción diaria; así le pondré
a prueba para ver si anda o no según mi ley.
Exo 16:5 Mas el día sexto, cuando preparen lo que hayan traído, la ración
será doble que la de los demás días.»
Exo 16:6 Dijeron, pues, Moisés y Aarón a toda la comunidad de los
israelitas: «Esta tarde sabréis que es Yahveh quien os ha sacado del país de
Egipto;
Exo 16:7 y por la mañana veréis la gloria de Yahveh. Porque ha oído vuestras
murmuraciones contra Yahveh; pues ¿qué somos nosotros para que murmuréis
contra nosotros?»
Exo 16:8 Y añadió Moisés: «Yahveh os dará esta tarde carne para comer, y por
la mañana pan en abundancia; porque Yahveh ha oído vuestras murmuraciones
contra él; pues ¿qué somos nosotros? No van contra nosotros vuestras
murmuraciones, sino contra Yahveh.»
Exo 16:9 Dijo entonces Moisés a Aarón: «Ordena a toda la comunidad de los
israelitas: Acercaos a Yahveh, pues él ha oído vuestras murmuraciones.»
Exo 16:10 Aún estaba hablando Aarón a toda la comunidad de los israelitas,
cuando ellos miraron hacia el desierto, y he aquí que la gloria de Yahveh se
apareció en forma de nube.
Exo 16:11 Y Yahveh habló a Moisés, diciendo:
Exo 16:12 «He oído las murmuraciones de los israelitas. Diles: Al atardecer
comeréis carne y por la mañana os hartaréis de pan; y así sabréis que yo soy
Yahveh, vuestro Dios.»
Exo 16:13 Aquella misma tarde vinieron las codornices y cubrieron el
campamento; y por la mañana había una capa de rocío en torno al campamento.
Exo 16:14 Y al evaporarse la capa de rocío apareció sobre el suelo del
desierto una cosa menuda, como granos, parecida a la escarcha de la tierra.
Exo 16:15 Cuando los israelitas la vieron, se decían unos a otros: «¿Qué es
esto?» Pues no sabían lo que era. Moisés les dijo: «Este es el pan que
Yahveh os da por alimento.
Exo 16:16 He aquí lo que manda Yahveh: Que cada uno recoja cuanto necesite
para comer, un gomor por cabeza, según el número de los miembros de vuestra
familia; cada uno recogerá para la gente de su tienda.»
Exo 16:17 Así lo hicieron los israelitas; unos recogieron mucho y otros
poco.
Exo 16:18 Pero cuando lo midieron con el gomor, ni los que recogieron poco
tenían de menos. Cada uno había recogido lo que necesitaba para su sustento.
Exo 16:19 Moisés les dijo: «Que nadie guarde nada para el día siguiente.»
Exo 16:20 Pero no obedecieron a Moisés, y algunos guardaron algo para el día
siguiente; pero se llenó de gusanos y se pudrió; y Moisés se irritó contra
ellos.
Exo 16:21 Lo recogían por las mañanas, cada cual según lo que necesitaba; y
luego, con el calor del sol, se derretía.
Exo 16:22 El día sexto recogieron doble ración, dos gomor por persona. Todos
los jefes de la comunidad fueron a decírselo a Moisés;
Exo 16:23 él les respondió: «Esto es lo que manda Yahveh: Mañana es sábado,
día de descanso consagrado a Yahveh. Coced lo que se deba cocer, hervid lo
que se tenga que hervir; y lo sobrante, guardadlo como reserva para mañana.»
Exo 16:24 Ellos lo guardaron para el día siguiente, según la orden de
Moisés; y no se pudrió, ni se agusanó.
Exo 16:25 Dijo entonces Moisés: «Hoy comeréis esto, porque es sábado de
Yahveh; y en tal día no hallaréis nada en el campo.
Exo 16:26 Seis días podéis recogerlo, pero el día séptimo, que es sábado, no
habrá nada.»
Exo 16:27 A pesar de todo, salieron algunos del pueblo a recogerlo el
séptimo día, pero no encontraron nada.
Exo 16:28 Yahveh dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo os negaréis a guardar mi
mandatos y mis leyes?
Exo 16:29 Mirad que Yahveh os ha puesto el sábado; por eso el día sexto os
da ración para dos días. Quédese cada uno en su sitio, y que nadie se mueva
de su lugar el día séptimo.»
Exo 16:30 Y el día séptimo descansó el pueblo.
Exo 16:31 La casa de Israel lo llamó maná. Era como semilla de cilantro,
blanco, y con sabor a torta de miel.
Exo 16:32 Dijo Moisés: «Esto manda Yahveh: Llenad un gomor de maná, y
conservadlo, para vuestros descendientes, para que vean el pan con que os
alimenté en el desierto cuando os saqué del país de Egipto.»
Exo 16:33 Dijo, pues, Moisés a Aarón: «Toma una vasija, pon en ella un gomor
lleno de maná, y colócalo ante Yahveh, a fin de conservarlo para vuestros
descendientes.»
Exo 16:34 Tal como Yahveh se lo mandó a Moisés, Aarón lo puso ante el
Testimonio para conservarlo.
Exo 16:35 Los israelitas comieron el maná por espacio de cuarenta años,
hasta que llegaron a tierra habitada. Lo estuvieron comiendo hasta que
llegaron a los confines del país de Canaán.
Exo 16:36 El gomor es la décima parte de la medida.
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Capítulo 17
17:1
Y TODA la
congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin, por sus
jornadas, al mandamiento de el Altísimo, y asentaron el campo en Rephidim: y no
había agua para que el pueblo bebiese.
17:2
Y altercó el
pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por
qué altercáis conmigo? ¿por qué tentáis á el Altísimo?
17:3
Así que el
pueblo tuvo allí sed de agua, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos
hiciste subir de Egipto para matarnos de sed á nosotros, y á nuestros hijos y á
nuestros ganados?
m No heroísmo sino confianza -
17:4
Entonces
clamó Moisés á el Altísimo, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? de aquí á un
poco me apedrearán.
17:5
Y el Altísimo
dijo á Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de
Israel; y toma también en tu mano tu vara, con que heriste el río, y ve:
17:6
He aquí que
yo estoy delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y herirás la peña, y
saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de
los ancianos de Israel.
17:7
Y llamó el
nombre de aquel lugar Massah y Meribah, por la rencilla de los hijos de Israel,
y porque tentaron á el Altísimo, diciendo: ¿Está, pues, el Altísimo entre
nosotros, ó no?
17:8
Y vino Amalec
y peleó con Israel en Rephidim.
17:9
Y dijo Moisés
á Josué: Escógenos varones, y sal, pelea con Amalec: mañana yo estaré sobre la
cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano.
17:10
E hizo Josué
como le dijo Moisés, peleando con Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron á la
cumbre del collado.
17:11
Y sucedía que
cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano,
prevalecía Amalec.
17:12
Y las manos
de Moisés estaban pesadas; por lo que tomaron una piedra, y pusiéronla debajo
de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sustentaban sus manos, el uno de
una parte y el otro de otra; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el
sol.
17:13
Y Josué
deshizo á Amalec y á su pueblo á filo de espada.
17:14
Y el Altísimo
dijo á Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y di á Josué que del todo
tengo de raer la memoria de Amalec de debajo del cielo.
17:15
Y Moisés
edificó un altar, y llamó su nombre el Altísimo-nissi;
17:16
Y dijo: Por
cuanto la mano sobre el trono de el Altísimo, el Altísimo tendrá guerra con
Amalec de generación en generación.
Exo 17:1 Toda la comunidad de los israelitas partió
del desierto de Sin, a la orden de Yahveh, para continuar sus jornadas; y
acamparon en Refidim, donde el pueblo no encontró agua para beber.
Exo 17:2 El pueblo entonces se querelló contra Moisés, diciendo: «Danos agua
para beber.» Respondióles Moisés: «¿Por qué os querelláis conmigo? ¿Por qué
tentáis a Yahveh?»
Exo 17:3 Pero el pueblo, torturado por la sed, siguió murmurando contra
Moisés: «¿Nos has hecho salir de Egipto para hacerme morir de sed, a mí, a
mis hijos y a mis ganados?»
Exo 17:4 Clamó Moisés a Yahveh y dijo: «¿ Qué puedo hacer con este pueblo?
Poco falta para que me apedreen.»
Exo 17:5 Respondió Yahveh a Moisés: «Pasa delante del pueblo, llevando
contigo algunos de los ancianos de Israel; lleva también en tu mano el
cayado con que golpeaste el Río y vete,
Exo 17:6 que allí estaré yo ante ti, sobre la piña, en Horeb; golpearás la
peña, y saldrá de ella agua para que beba el pueblo.» Moisés lo hizo así a
la vista de los ancianos de Israel.
Exo 17:7 Aquel lugar se llamó Massá y Meribá, a causa de la querella de los
israelitas, y por haber tentado a Yahveh, diciendo: «¿Está Yahveh entre
nosotros o no?»
Exo 17:8 Vinieron los amalecitas y atacaron a Israel en Refidim.
Exo 17:9 Moisés dijo a Josué: «Elígete algunos hombres, y sal mañana a
combatir contra Amalec. Yo me pondré en la cima del monte, con el cayado de
Dios en mi mano.»
Exo 17:10 Josué cumplió las órdenes de Moisés, y salió a combatir contra
Amalec. Mientras tanto, Moisés, Aarón y Jur subieron a la cima del monte.
Exo 17:11 Y sucedió que, mientras Moisés tenía alzadas las manos, prevalecía
Israel; pero cuando las bajaba, prevalecía Amalec.
Exo 17:12 Se le cansaron las manos a Moisés, y entonces ellos tomaron una
piedra y se la pusieron debajo; él se sentó sobre ella, mientras Aarón y Jur
le sostenían las manos, uno a un lado y otro al otro. Y así resistieron sus
manos hasta la puesta del sol.
Exo 17:13 Josué derrotó a Amalec y a su pueblo a filo de espada.
Exo 17:14 Yahveh dijo Moisés: «Escribe esto en un libro para que sirva de
recuerdo, y haz saber a Josué que yo borraré por completo la memoria de
Amalec de debajo de los cielos.»
Exo 17:15 Después edificó Moisés un altar, al que puso por nombre Yahveh
Nissí
Exo 17:16 diciendo: «La bandera de Yahveh en la mano; Yahveh está en guerra
con Amalec de generación en generación.»
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Capítulo 18
18:1
Y OYÓ Jethro,
sacerdote de Madián, suegro de Moisés, todas las cosas que Dios había hecho con
Moisés, y con Israel su pueblo, y cómo el Altísimo había sacado á Israel de Egipto:
18:2
Y tomó
Jethro, suegro de Moisés á Séphora la mujer de Moisés, después que él la envió,
18:3
Y á sus dos
hijos; el uno se llamaba Gersóm, porque dijo: Peregrino he sido en tierra
ajena;
18:4
Y el otro se
llamaba Eliezer, porque dijo, El Dios de mi padre me ayudó, y me libró del
cuchillo de Faraón.
18:5
Y Jethro el
suegro de Moisés, con sus hijos y su mujer, llegó á Moisés en el desierto,
donde tenía el campo junto al monte de Dios;
18:6
Y dijo á
Moisés: Yo tu suegro Jethro vengo á ti, con tu mujer, y sus dos hijos con ella.
18:7
Y Moisés
salió á recibir á su suegro, é inclinóse, y besólo: y preguntáronse el uno al
otro cómo estaban, y vinieron á la tienda.
18:8
Y Moisés
contó á su suegro todas las cosas que el Altísimo había hecho á Faraón y á los
Egipcios por amor de Israel, y todo el trabajo que habían pasado en el camino,
y cómo los había librado el Altísimo.
18:9
Y alegróse
Jethro de todo el bien que el Altísimo había hecho á Israel, que lo había
librado de mano de los Egipcios.
18:10
Y Jethro
dijo: Bendito sea el Altísimo, que os libró de mano de los Egipcios, y de la
mano de Faraón, y que libró al pueblo de la mano de los Egipcios.
18:11
Ahora conozco
que el Altísimo es grande más que todos los dioses; hasta en lo que se
ensoberbecieron contra ellos.
18:12
Y tomó
Jethro, suegro de Moisés, holocaustos y sacrificios para Dios: y vino Aarón y
todos los ancianos de Israel á comer pan con el suegro de Moisés delante de
Dios.
18:13
Y aconteció
que otro día se sentó Moisés á juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de
Moisés desde la mañana hasta la tarde.
18:14
Y viendo el
suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que
haces tú con el pueblo? ¿por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante
de ti desde la mañana hasta la tarde?
18:15
Y Moisés
respondió á su suegro: Porque el pueblo viene á mí para consultar á Dios:
18:16
Cuando tienen
negocios, vienen á mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las
ordenanzas de Dios y sus leyes.
18:17
Entonces el
suegro de Moisés le dijo: No haces bien:
18:18
Desfallecerás
del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el negocio es
demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo.
18:19
Oye ahora mi
voz; yo te aconsejaré, y Dios será contigo. Está tú por el pueblo delante de
Dios, y somete tú los negocios á Dios.
18:20
Y enseña á
ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde anden, y lo
que han de hacer.
18:21
Además
inquiere tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios,
varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y constituirás á éstos sobre
ellos caporales sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta y sobre diez.
18:22
Los cuales
juzgarán al pueblo en todo tiempo; y será que todo negocio grave lo traerán á
ti, y ellos juzgarán todo negocio pequeño: alivia así la carga de sobre ti, y
llevarla han ellos contigo.
18:23
Si esto
hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás persistir, y todo este pueblo se irá
también en paz á su lugar.
18:24
Y oyó Moisés
la voz de su suegro, é hizo todo lo que dijo.
18:25
Y escogió
Moisés varones de virtud de todo Israel, y púsolos por cabezas sobre el pueblo,
caporales sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez.
18:26
Y juzgaban al
pueblo en todo tiempo: el negocio árduo traíanlo á Moisés, y ellos juzgaban
todo negocio pequeño.
18:27
Y despidió
Moisés á su suegro, y fuése á su tierra.
Exo 18:1 Jetró, sacerdote de Madián, suegro
de Moisés, se enteró de lo que había hecho Dios en favor de Moisés y de
Israel, su pueblo, y cómo Yahveh había sacado a Israel de Egipto.
Exo 18:2 Entonces Jetró, suegro de Moisés, tomó a Séfora, mujer de Moisés, a
la que Moisés había despedido,
Exo 18:3 y a sus hijos; el uno se llamaba Guersom, pues Moisés dijo:
«Forastero soy en tierra extraña,»
Exo 18:4 y el otro se llamaba Eliezer, pues dijo Moisés: «El Dios de mi
padre es mi protector y me ha librado de la espada de Faraón.»
Exo 18:5 Llegó, pues, Jetró, suegro de Moisés, con los hijos y la mujer de
Moisés, al desierto, donde estaba acampado junto al monte de Dios.
Exo 18:6 Y dijo a Moisés: Yo, Jetró, tu suegro, vengo a ti con tu mujer y
sus dos hijos.»
Exo 18:7 Moisés salió al encuentro de su suegro, se postró y le besó. Se
saludaron ambos y entraron en la tienda.
Exo 18:8 Moisés contó a su suegro todo lo que Yahveh había hecho a Faraón y
a los egipcios, en favor de Israel; todos los trabajos sufridos en el camino
y cómo Yahveh les había librado de ellos.
Exo 18:9 Jetró se alegró de todo el bien que Yahveh había hecho a Israel,
librándole de la mano de los egipcios.
Exo 18:10 Y dijo Jetró: «¡Bendito sea Yahveh, que os ha librado de la mano
de los egipcios y de la mano de Faraón y ha salvado al pueblo del poder de
los egipcios!
Exo 18:11 Ahora reconozco que Yahveh es más grande que todos los dioses...»
Exo 18:12 Después Jetró, suegro de Moisés, ofreció un holocausto y
sacrificios a Dios; y Aarón y todos los ancianos de Israel fueron a comer
con el suegro de Moisés en presencia de Dios.
Exo 18:13 Al día siguiente, se sentó Moisés para juzgar al pueblo; y el
pueblo estuvo ante Moisés desde la mañana hasta la noche.
Exo 18:14 El suegro de Moisés vio el trabajo que su yerno se imponía por el
pueblo, y dijo: «¿Cómo haces eso con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo
haciendo que todo el pueblo tenga que permanecer delante de ti desde la
mañana hasta la noche?»
Exo 18:15 Contestó Moisés a su suegro: «Es que el pueblo viene a mí para
consultar a Dios.
Exo 18:16 Cuando tienen un pleito, vienen a mí; yo dicto sentencia entre
unos y otros, y les doy a conocer los preceptos de Dios y sus leyes.»
Exo 18:17 Entonces el suegro de Moisés le dijo: «No está bien lo que estás
haciendo.
Exo 18:18 Acabarás agotándote, tú y este pueblo que está contigo; porque
este trabajo es superior a tus fuerzas; no podrás hacerlo tú solo.
Exo 18:19 Así que escúchame; te voy a dar un consejo, y Dios estará contigo.
Sé tú el representante del pueblo delante de Dios y lleva ante Dios sus
asuntos.
Exo 18:20 Enséñales los preceptos y las leyes, dales a conocer el camino que
deben seguir y las obras que han de practicar.
Exo 18:21 Pero elige de entre el pueblo hombres capaces, temerosos de Dios,
hombres fieles e incorruptibles, y ponlos al frente del pueblo como jefes de
mil, jefes de ciento, jefes de cincuenta y jefes de diez.
Exo 18:22 Ellos juzgarán al pueblo en todo momento; te presentarán a ti los
asuntos más graves, pero en los asuntos de menor importancia, juzgarán
ellos. Así se aliviará tu carga, pues ellos te ayudarán a llevarla.
Exo 18:23 Si haces esto, Dios te comunicará sus órdenes, tú podrás resistir,
y todo este pueblo por su parte podrá volver en paz a su lugar.»
Exo 18:24 Escuchó Moisés la voz de su suegro e hizo todo lo que le había
dicho.
Exo 18:25 Eligió, pues, hombres capaces de entre todo Israel, y los puso al
frente del pueblo, como jefes de mil, jefes de ciento, jefes de cincuenta, y
jefes de diez.
Exo 18:26 Estos juzgaban al pueblo en todo momento; los asuntos graves se
los presentaban a Moisés, mas en todos los asuntos menores juzgaban por sí
mismos.
Exo 18:27 Después Moisés despidió a su suegro, que se volvió a su tierra.
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Capítulo 19
19:1
AL mes
tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en aquel
día vinieron al desierto de Sinaí.
19:2
Porque
partieron de Rephidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y asentaron en el
desierto; y acampó allí Israel delante del monte.
19:3
Y Moisés
subió á Dios; y el Altísimo lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás á la
casa de Jacob, y denunciarás á los hijos de Israel:
19:4
Vosotros
visteis lo que hice á los Egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os
he traído á mí.
19:5
Ahora pues,
si diereis oído á mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial
tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.
19:6
Y vosotros
seréis mi reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás
á los hijos de Israel.
19:7
Entonces vino
Moisés, y llamó á los ancianos del pueblo, y propuso en presencia de ellos
todas estas palabras que el Altísimo le había mandado.
19:8
Y todo el
pueblo respondió á una, y dijeron: Todo lo que el Altísimo ha dicho haremos. Y
Moisés refirió las palabras del pueblo á el Altísimo.
19:9
Y el Altísimo
dijo á Moisés: He aquí, yo vengo á ti en una nube espesa, para que el pueblo
oiga mientras yo hablo contigo, y también para que te crean para siempre. Y
Moisés denunció las palabras del pueblo á el Altísimo.
19:10
Y el Altísimo
dijo á Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana, y laven sus vestidos;
19:11
Y estén
apercibidos para el día tercero, porque al tercer día el Altísimo descenderá, á
ojos de todo el pueblo, sobre el monte de Sinaí.
19:12
Y señalarás
término al pueblo en derredor, diciendo: Guardaos, no subáis al monte, ni
toquéis á su término: cualquiera que tocare el monte, de seguro morirá:
19:13
No le tocará
mano, mas será apedreado ó asaeteado; sea animal ó sea hombre, no vivirá. En habiendo
sonado largamente la bocina, subirán al monte.
19:14
Y descendió
Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo; y lavaron sus vestidos.
19:15
Y dijo al
pueblo: Estad apercibidos para el tercer día; no lleguéis á mujer.
19:16
Y aconteció
al tercer día cuando vino la mañana, que vinieron truenos y relámpagos, y
espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y estremecióse todo
el pueblo que estaba en el real.
19:17
Y Moisés sacó
del real al pueblo á recibir á Dios; y pusiéronse á lo bajo del monte.
19:18
Y todo el
monte de Sinaí humeaba, porque el Altísimo había descendido sobre él en fuego:
y el humo de él subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremeció
en gran manera.
19:19
Y el sonido
de la bocina iba esforzándose en extremo: Moisés hablaba, y Dios le respondía
en voz.
19:20
Y descendió
el Altísimo sobre el monte de Sinaí, sobre la cumbre del monte: y llamó el
Altísimo á Moisés á la cumbre del monte, y Moisés subió.
19:21
Y el Altísimo
dijo á Moisés: Desciende, requiere al pueblo que no traspasen el término por
ver á el Altísimo, porque caerá multitud de ellos.
19:22
Y también los
sacerdotes que se llegan á el Altísimo, se santifiquen, porque el Altísimo no
haga en ellos estrago.
19:23
Y Moisés dijo
á el Altísimo: El pueblo no podrá subir al monte de Sinaí, porque tú nos has
requerido diciendo: Señala términos al monte, y santifícalo.
19:24
Y el Altísimo
le dijo: Ve, desciende, y subirás tú, y Aarón contigo: mas los sacerdotes y el
pueblo no traspasen el término por subir á el Altísimo, porque no haga en ellos
estrago.
19:25
Entonces
Moisés descendió al pueblo y habló con ellos.
Exo 19:1 Al tercer mes después de la salida
de Egipto, ese mismo día, llegaron los hijos de Israel al desierto de Sinaí.
Exo 19:2 Partieron de Refidim, y al llegar al desierto de Sinaí acamparon en
el desierto. Allí acampó Israel frente al monte.
Exo 19:3 Moisés subió hacia Dios. Yahveh le llamó desde el monte, y le dijo:
«Así dirás a la casa de Jacob y esto anunciarás a los hijos de Israel:
Exo 19:4 "Ya habéis visto lo que he hecho con los egipcios, y cómo a
vosotros os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mí.
Exo 19:5 Ahora, pues, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi alianza,
vosotros seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es
toda la tierra;
Exo 19:6 seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa." Estas
son las palabras que has de decir a los hijos de Israel.»
Exo 19:7 Fue, pues, Moisés y convocó a los ancianos del pueblo y les expuso
todas estas palabras que Yahveh le había mandado.
Exo 19:8 Todo el pueblo a una respondió diciendo: «Haremos todo cuanto ha
dicho Yahveh.» Y Moisés llevó a Yahveh la respuesta del pueblo.
Exo 19:9 Dijo Yahveh a Moisés: «Mira: Voy a presentarme a ti en una densa
nube para que el pueblo me oiga hablar contigo, y así te dé crédito para
siempre.» Y Moisés refirió a Yahveh las palabras del pueblo.
Exo 19:10 Yahveh dijo a Moisés: «Ve donde el pueblo y haz que se santifiquen
hoy y mañana; que laven sus vestidos
Exo 19:11 y estén preparados para el tercer día; porque al día tercero
descenderá Yahveh a la vista de todo el pueblo sobre el monte Sinaí.
Exo 19:12 Deslinda el contorno de la montaña, y di: Guardaos de subir al
monte y aun de tocar su falda. Todo aquel que toque el monte morirá.
Exo 19:13 Pero nadie pondrá la mano sobre el culpable, sino que será
lapidado o asaeteado; sea hombre o bestia, no quedará con vida. Cuando
resuene el cuerno, subirán ellos al monte.»
Exo 19:14 Bajó, pues, Moisés del monte, adonde estaba el pueblo, y ellos
lavaron sus vestidos.
Exo 19:15 Y dijo al pueblo: «Estad preparados para el tercer día, y
absteneos de mujer.»
Exo 19:16 Al tercer día, al rayar el alba, hubo truenos y relámpagos y una
densa nube sobre el monte y un poderoso resonar de trompeta; y todo el
pueblo que estaba en el campamento se echó a temblar.
Exo 19:17 Entonces Moisés hizo salir al pueblo del campamento para ir al
encuentro de Dios, y se detuvieron al pie del monte.
Exo 19:18 Todo el monte Sinaí humeaba, porque Yahveh había descendido sobre
él en el fuego. Subía el humo como de un horno, y todo el monte retemblaba
con violencia.
Exo 19:19 El sonar de la trompeta se hacía cada vez más fuerte; Moisés
hablaba y Dios le respondía con el trueno.
Exo 19:20 Yahveh bajó al monte Sinaí, a la cumbre del monte; llamó Yahveh a
Moisés a la cima de la montaña y Moisés subió.
Exo 19:21 Dijo Yahveh a Moisés: «Baja y conjura al pueblo que no traspase
las lindes para ver a Yahveh, porque morirían muchos de ellos;
Exo 19:22 aun los sacerdotes que se acercan a Yahveh deben santificarse para
que Yahveh no irrumpa contra ellos.»
Exo 19:23 Moisés respondió a Yahveh: «El pueblo no podrá subir al monte
Sinaí, porque tú nos lo has prohibido, diciendo: Señala un límite alrededor
del monte y decláralo sagrado.»
Exo 19:24 Yahveh le dijo: «Anda, baja, y luego subes tú y Aarón contigo;
pero los sacerdotes y el pueblo no traspasarán las lindes para subir hacia
Yahveh a fin de que no irrumpa contra ellos."
Exo 19:25 Bajó, pues, Moisés adonde estaba el pueblo y les dijo...
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Capítulo 20
20:1
Y HABLÓ Dios
todas estas palabras, diciendo:
20:2
Yo soy el Altísimo
tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de siervos.
20:3
No tendrás
dioses ajenos delante de mí.
20:4
No te harás
imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en
la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra:
20:5
No te
inclinarás á ellas, ni las honrarás; porque yo soy el Altísimo tu Dios, fuerte,
celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros
y sobre los cuartos, á los que me aborrecen,
20:6
Y que hago
misericordia en millares á los que me aman, y guardan mis mandamientos.
20:7
No tomarás el
nombre de el Altísimo tu Dios en vano; porque no dará por inocente el Altísimo
al que tomare su nombre en vano.
20:8
Acordarte has
del día del reposo, para santificarlo:
20:9
Seis días
trabajarás, y harás toda tu obra;
20:10
Mas el
séptimo día será reposo para el Altísimo tu Dios: no hagas en él obra alguna,
tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu
extranjero que está dentro de tus puertas:
20:11
Porque en
seis días hizo el Altísimo los cielos y la tierra, la mar y todas las cosas que
en ellos hay, y reposó en el séptimo día: por tanto el Altísimo bendijo el día
del reposo y lo santificó.
20:12
Honra á tu
padre y á tu madre, porque tus días se alarguen en la tierra que el Altísimo tu
Dios te da.
20:13
No matarás.
20:14
No cometerás
adulterio.
20:15
No hurtarás.
20:16
No hablarás
contra tu prójimo falso testimonio.
20:17
No codiciarás
la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni
su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
20:18
Todo el
pueblo consideraba las voces, y las llamas, y el sonido de la bocina, y el
monte que humeaba: y viéndolo el pueblo, temblaron, y pusiéronse de lejos.
20:19
Y dijeron á
Moisés: Habla tú con nosotros, que nosotros oiremos; mas no hable Dios con
nosotros, porque no muramos.
20:20
Y Moisés
respondió al pueblo: No temáis; que por probaros vino Dios, y porque su temor
esté en vuestra presencia para que no pequéis.
20:21
Entonces el
pueblo se puso de lejos, y Moisés se llegó á la osbcuridad en la cual estaba
Dios.
20:22
Y el Altísimo
dijo á Moisés: Así dirás á los hijos de Israel: Vosotros habéis visto que he
hablado desde el cielo con vosotros.
20:23
No hagáis
conmigo dioses de plata, ni dioses de oro os haréis.
20:24
Altar de
tierra harás para mí, y sacrificarás sobre él tus holocaustos y tus pacíficos,
tus ovejas y tus vacas: en cualquier lugar donde yo hiciere que esté la memoria
de mi nombre, vendré á ti, y te bendeciré.
20:25
Y si me
hicieres altar de piedras, no las labres de cantería; porque si alzares tu pico
sobre él, tú lo profanarás.
20:26
Y no subirás
por gradas á mi altar, porque tu desnudez no sea junto á él descubierta.
Exo 20:1 Entonces pronunció Dios todas estas
palabras diciendo:
Exo 20:2 «Yo, Yahveh, soy tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, de
la casa de servidumbre.
Exo 20:3 No habrá para ti otros dioses delante de mí.
Exo 20:4 No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en
los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las
aguas debajo de la tierra.
Exo 20:5 No te postrarás ante ellas ni les darás culto, porque yo Yahveh, tu
Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los
hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian,
Exo 20:6 y tengo misericordia por millares con los que me aman y guardan mis
mandamientos.
Exo 20:7 No tomarás en falso el nombre de Yahveh, tu Dios; porque Yahveh no
dejará sin castigo a quien toma su nombre en falso.
Exo 20:8 Recuerda el día del sábado para santificarlo.
Exo 20:9 Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos,
Exo 20:10 pero el día séptimo es día de descanso para Yahveh, tu Dios. No
harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu
sierva, ni tu ganado, ni el forastero que habita en tu ciudad.
Exo 20:11 Pues en seis días hizo Yahveh el cielo y la tierra, el mar y todo
cuanto contienen, y el séptimo descansó; por eso bendijo Yahveh el día del
sábado y lo hizo sagrado.
Exo 20:12 Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días
sobre la tierra que Yahveh, tu Dios, te va a dar.
Exo 20:13 No matarás.
Exo 20:14 No cometerás adulterio.
Exo 20:15 No robarás.
Exo 20:16 No darás testimonio falso contra tu prójimo.
Exo 20:17 No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu
prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea
de tu prójimo.»
Exo 20:18 Todo el pueblo percibía los truenos y relámpagos, el sonido de la
trompeta y el monte humeante, y temblando de miedo se mantenía a distancia.
Exo 20:19 Dijeron a Moisés: «Habla tú con nosotros, que podremos entenderte,
pero que no hable Dios con nosotros, no sea que muramos.»
Exo 20:20 Respondió Moisés al pueblo: «No temáis, pues Dios ha venido para
poneros a prueba, para que su temor esté ante vuestros ojos, y no pequéis».
Exo 20:21 Y el pueblo se mantuvo a distancia, mientras Moisés se acercaba a
la densa nube donde estaba Dios.
Exo 20:22 Dijo Yahveh a Moisés: Así dirás a los israelitas: Vosotros mismos
habéis visto que os he hablado desde el cielo.
Exo 20:23 No haréis junto a mí dioses de plata, ni os haréis dioses de oro.
Exo 20:24 Hazme un altar de tierra para ofrecer sobre él tus holocaustos y
tus sacrificios de comunión, tus ovejas y tus bueyes. En todo lugar donde
haga yo memorable mi nombre, vendré a ti y te bendeciré.
Exo 20:25 Y si me haces un altar de piedra, no lo edificarás de piedras
labradas; porque al alzar tu cincel sobre ella queda profanada.
Exo 20:26 Tampoco subirás por gradas a mi altar, para que no se descubra tu
desnudez sobre él.
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Capítulo 21
21:1
Y ESTOS son
los derechos que les propondrás.
21:2
Si comprares
siervo hebreo, seis años servirá; mas al séptimo saldrá horro de balde.
21:3
Si entró
solo, solo saldrá: si tenía mujer, saldrá él y su mujer con él.
21:4
Si su amo le
hubiere dado mujer, y ella le hubiere parido hijos ó hijas, la mujer y sus
hijos serán de su amo, y él saldrá solo.
21:5
Y si el
siervo dijere: Yo amo á mi señor, á mi mujer y á mis hijos, no saldré libre:
21:6
Entonces su
amo lo hará llegar á los jueces, y harále llegar á la puerta ó al poste; y su
amo le horadará la oreja con lesna, y será su siervo para siempre.
21:7
Y cuando
alguno vendiere su hija por sierva, no saldrá como suelen salir los siervos.
21:8
Si no agradare
á su señor, por lo cual no la tomó por esposa, permitirle ha que se rescate, y
no la podrá vender á pueblo extraño cuando la desechare.
21:9
Mas si la
hubiere desposado con su hijo, hará con ella según la costumbre de las hijas.
21:10
Si le tomare
otra, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el débito conyugal.
21:11
Y si ninguna
de estas tres cosas hiciere, ella saldrá de gracia sin dinero.
21:12
El que
hiriere á alguno, haciéndole así morir, él morirá.
21:13
Mas el que no
armó asechanzas, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te señalaré
lugar al cual ha de huir.
21:14
Además, si
alguno se ensoberbeciere contra su prójimo, y lo matare con alevosía, de mi
altar lo quitarás para que muera.
21:15
Y el que
hiriere á su padre ó á su madre, morirá.
21:16
Asimismo el
que robare una persona, y la vendiere, ó se hallare en sus manos, morirá.
21:17
Igualmente el
que maldijere á su padre ó á su madre, morirá.
21:18
Además, si
algunos riñeren, y alguno hiriere á su prójimo con piedra ó con el puño, y no
muriere, pero cayere en cama;
21:19
Si se
levantare y anduviere fuera sobre su báculo, entonces será el que le hirió
absuelto: solamente le satisfará lo que estuvo parado, y hará que le curen.
21:20
Y si alguno hiriere
á su siervo ó á su sierva con palo, y muriere bajo de su mano, será castigado:
21:21
Mas si durare
por un día ó dos, no será castigado, porque su dinero es.
21:22
Si algunos
riñeren, é hiriesen á mujer preñada, y ésta abortare, pero sin haber muerte,
será penado conforme á lo que le impusiere el marido de la mujer y juzgaren los
árbitros.
21:23
Mas si
hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida,
21:24
Ojo por ojo,
diente por diente, mano por mano, pie por pie,
21:25
Quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por
golpe.
21:26
Y cuando
alguno hiriere el ojo de su siervo, ó el ojo de su sierva, y lo entortare,
darále libertad por razón de su ojo.
21:27
Y si sacare
el diente de su siervo, ó el diente de su sierva, por su diente le dejará ir
libre.
21:28
Si un buey
acorneare hombre ó mujer, y de resultas muriere, el buey será apedreado, y no
se comerá su carne; mas el dueño del buey será absuelto.
21:29
Pero si el
buey era acorneador desde ayer y antes de ayer, y á su dueño le fué hecho requerimiento,
y no lo hubiere guardado, y matare hombre ó mujer, el buey será apedreado, y
también morirá su dueño.
21:30
Si le fuere
impuesto rescate, entonces dará por el rescate de su persona cuanto le fuere
impuesto.
21:31
Haya
acorneado hijo, ó haya acorneado hija, conforme á este juicio se hará con él.
21:32
Si el buey
acorneare siervo ó sierva, pagará treinta siclos de plata su señor, y el buey
será apedreado.
21:33
Y si alguno abriere
hoyo, ó cavare cisterna, y no la cubriere, y cayere allí buey ó asno,
21:34
El dueño de
la cisterna pagará el dinero, resarciendo á su dueño, y lo que fue muerto será
suyo.
21:35
Y si el buey
de alguno hiriere al buey de su prójimo, y éste muriere, entonces venderán el
buey vivo, y partirán el dinero de él, y también partirán el muerto.
21:36
Mas si era
notorio que el buey era acorneador de ayer y antes de ayer, y su dueño no lo
hubiere guardado, pagará buey por buey, y el muerto será suyo.
Exo 21:1 Estas con las normas que has de dar:
Exo 21:2 Cuando compres un esclavo hebreo, servirá seis años, y el séptimo
quedará libre sin pagar rescate.
Exo 21:3 Si entró solo, solo saldrá; si tenía mujer, su mujer saldrá con él.
Exo 21:4 Si su amo le dio mujer, y ella le dio a luz hijos o hijas, la mujer
y sus hijos serán del amo, y él saldrá solo.
Exo 21:5 Si el esclavo declara: «Yo quiero a mi señor, a mi mujer y a mis
hijos; renuncio a la libertad»
Exo 21:6 su amo le llevará ante Dios y, arrimándolo a la puerta o a la
jamba, su amo le horadará la oreja con una lezna; y quedará a su servicio
para siempre.
Exo 21:7 Si un hombre vende a su hija por esclava, ésta no saldrá de la
esclavitud como salen los esclavos.
Exo 21:8 Si no agrada a su señor que la había destinado para sí, éste
permitirá su rescate; y no podrá venderla a gente extraña, tratándola con
engaño.
Exo 21:9 Si la destina para su hijo, le dará el mismo trato que a sus hijas.
Exo 21:10 Si toma para sí otra mujer, no le disminuirá a la primera la
comida, ni el vestido ni los derechos conyugales.
Exo 21:11 Y si no le da estas tres cosas, ella podrá salirse de balde sin
pagar rescate.
Exo 21:12 El que hiera mortalmente a otro, morirá;
Exo 21:13 pero si no estaba al acecho, sino que Dios se lo puso al alcance
de la mano, yo te señalaré un lugar donde éste pueda refugiarse.
Exo 21:14 Pero al que se atreva a matar a su prójimo con alevosía, hasta de
mi altar le arrancarás para matarle.
Exo 21:15 El que pegue a su padre o a su madre morirá.
Exo 21:16 Quien rapte a una persona - la haya vendido o esté todavía en su
poder - morirá.
Exo 21:17 Quien maldiga a su padre o a su madre morirá.
Exo 21:18 Si dos hombres riñen y uno hiere a otro con una piedra o con el
puño, pero no muere, sino que, después de guardar cama,
Exo 21:19 puede levantarse y andar por la calle, apoyado en su bastón, el
que le hirió quedará exculpado, pero pagará el tiempo perdido y los gastos
de la curación completa.
Exo 21:20 Si un hombre golpea a su siervo o a su sierva con un palo y muere
a sus manos, cae bajo la ley de venganza.
Exo 21:21 Pero si sobrevive un día o dos, no será vengado, pues lo había
comprado con dinero.
Exo 21:22 Si unos hombres, en el curso de una riña, dan un golpe a una mujer
encinta, y provocan el parto sin más daño, el culpable será multado conforme
a lo que imponga el marido de la mujer y mediante arbitrio.
Exo 21:23 Pero si resultare daño, darás vida por vida,
Exo 21:24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,
Exo 21:25 quemadura por quemadura, herida por herida, cardenal por cardenal.
Exo 21:26 Si un hombre hiere a su siervo o a su sierva en el ojo y le deja
tuerto, le dará libertad en compensación del ojo.
Exo 21:27 Si uno salta un diente a su siervo o a su sierva, le pondrá en
libertad en compensación del diente.
Exo 21:28 Si un buey acornea a un hombre o a una mujer, y le causa la
muerte, el buey será apedreado, y no se comerá su carne, pero el dueño del
buey quedará exculpado.
Exo 21:29 Mas si el buey acorneaba ya desde tiempo atrás, y su dueño, aun
advertido, no le vigiló, y ese buey mata a un hombre o a una mujer, el buey
será apedreado, y también su dueño morirá.
Exo 21:30 Si se le impone un precio por ello, dará en rescate de su vida
cuanto le impongan.
Exo 21:31 Si acornea a un muchacho o a una muchacha, se seguirá esta misma
norma.
Exo 21:32 Si el buey acornea a un siervo o a una sierva, se pagarán treinta
siclos de plata al dueño de ellos, y el buey será apedreado.
Exo 21:33 Si un hombre deja abierto un pozo, o si cava un pozo y no lo tapa,
y cae en él un buey o un asno,
Exo 21:34 el propietario del pozo pagará al dueño de ellos el precio en
dinero, y el animal muerto será suyo.
Exo 21:35 Si el buey de uno acornea al buey de otro, causándole la muerte,
venderán el buey vivo y se repartirán el precio, repartiendo igualmente el
buey muerto.
Exo 21:36 Pero si era notorio que el buey acorneaba desde tiempo atrás, y su
dueño no le vigiló, pagará buey por buey y el buey muerto será suyo.
Exo 21:37 Si un hombre roba un buey o una oveja, y los mata o vende, pagará
cinco bueyes por el buey, y cuatro ovejas por la oveja.
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Capítulo 22
22:1
CUANDO alguno
hurtare buey ú oveja, y le degollare ó vendiere, por aquel buey pagará cinco
bueyes, y por aquella oveja cuatro ovejas.
22:2
Si el ladrón
fuere hallado forzando una casa, y fuere herido y muriere, el que le hirió no
será culpado de su muerte.
22:3
Si el sol
hubiere sobre él salido, el matador será reo de homicidio: el ladrón habrá de
restituir cumplidamente; si no tuviere, será vendido por su hurto.
22:4
Si fuere
hallado con el hurto en la mano, sea buey ó asno ú oveja vivos, pagará el
duplo.
22:5
Si alguno
hiciere pacer campo ó viña, y metiere su bestia, y comiere la tierra de otro,
de lo mejor de su tierra y de lo mejor de su viña pagará.
22:6
Cuando
rompiere un fuego, y hallare espinas, y fuere quemado montón, ó haza, ó campo,
el que encendió el fuego pagará lo quemado.
22:7
Cuando alguno
diere á su prójimo plata ó alhajas á guardar, y fuere hurtado de la casa de
aquel hombre, si el ladrón se hallare, pagará el doble.
22:8
Si el ladrón
no se hallare, entonces el dueño de la casa será presentado á los jueces, para
ver si ha metido su mano en la hacienda de su prójimo.
22:9
Sobre todo
negocio de fraude, sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido, sobre
toda cosa perdida, cuando uno dijere: Esto es mío, la causa de ambos vendrá
delante de los jueces; y el que los jueces condenaren, pagará el doble á su
prójimo.
22:10
Si alguno
hubiere dado á su prójimo asno, ó buey, ú oveja, ó cualquier otro animal á
guardar, y se muriere ó se perniquebrare, ó fuere llevado sin verlo nadie;
22:11
Juramento de
el Altísimo tendrá lugar entre ambos de que no echó su mano á la hacienda de su
prójimo: y su dueño lo aceptará, y el otro no pagará.
22:12
Mas si le
hubiere sido hurtado, resarcirá á su dueño.
22:13
Y si le
hubiere sido arrebatado por fiera, traerle ha testimonio, y no pagará lo
arrebatado.
22:14
Pero si
alguno hubiere tomado prestada bestia de su prójimo, y fuere estropeada ó
muerta, ausente su dueño, deberá pagar la.
22:15
Si el dueño
estaba presente, no la pagará. Si era alquilada, él vendrá por su alquiler.
22:16
Y si alguno
engañare á alguna doncella que no fuere desposada, y durmiere con ella, deberá
dotarla y tomarla por mujer.
22:17
Si su padre
no quisiere dársela, él le pesará plata conforme al dote de las vírgenes.
22:18
A la
hechicera no dejarás que viva.
22:19
Cualquiera
que tuviere ayuntamiento con bestia, morirá.
22:20
El que
sacrificare á dioses, excepto á sólo el Altísimo, será muerto.
22:21
Y al extranjero
no engañarás, ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra
de Egipto.
22:22
A ninguna
viuda ni huérfano afligiréis.
22:23
Que si tú
llegas á afligirle, y él á mí clamare, ciertamente oiré yo su clamor;
22:24
Y mi furor se
encenderá, y os mataré á cuchillo, y vuestras mujeres serán viudas, y huérfanos
vuestros hijos.
22:25
Si dieres á
mi pueblo dinero emprestado, al pobre que está contigo, no te portarás con él
como logrero, ni le impondrás usura.
22:26
Si tomares en
prenda el vestido de tu prójimo, á puestas del sol se lo volverás:
22:27
Porque sólo
aquello es su cubierta, es aquel el vestido para cubrir sus carnes, en el que
ha de dormir: y será que cuando él á mí clamare, yo entonces le oiré, porque
soy misericordioso.
22:28
No denostarás
á los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.
22:29
No dilatarás
la primicia de tu cosecha, ni de tu licor, me darás el primogénito de tus
hijos.
22:30
Así harás con
el de tu buey y de tu oveja: siete días estará con su madre, y al octavo día me
lo darás.
22:31
Y habéis de
serme varones santos: y no comeréis carne arrebatada de las fieras en el campo;
á los perros la echaréis.
Exo 22:1 Si el ladrón, sorprendido al
perforar la pared, es herido mortalmente, no habrá venganza de sangre.
Exo 22:2 Mas si esto sucede salido ya el sol, su sangre será vengada. - Debe
restituir; si no tiene con qué, será vendido para restituir por su robo.
Exo 22:3 Si lo robado, sea buey, asno u oveja, fuere hallado vivo en su
poder, restituirá el doble.
Exo 22:4 Si un hombre causa daño en un campo o en una viña, dejando suelto
su ganado de modo que pazca en campo ajeno, restituirá con lo mejor de su
propio campo y lo mejor de su propia viña.
Exo 22:5 Si se declara un fuego, y se incrementa con zarzales de modo que se
abrasen las hacinas, la mies, o el campo, el autor del incendio deberá
resarcir el daño.
Exo 22:6 Cuando un hombre dé a otro dinero o utensilios en depósito para que
se lo guarde, y son robados de la casa de éste, el ladrón, si es hallado,
restituirá el doble.
Exo 22:7 Pero si no es hallado, el dueño de la casa se presentará ante Dios
para declarar que no ha puesto su mano sobre los bienes de su prójimo.
Exo 22:8 En todo caso delictivo, ya se trate de buey, asno, oveja, ropa o de
cualquier cosa desaparecida, de la que uno diga: «Es esto», la causa de
ambos se llevará ante Dios; y aquel a quien Dios declare culpable,
restituirá el doble a su prójimo.
Exo 22:9 Si un hombre entrega a otro un asno, buey, oveja, o cualquier otro
animal para su custodia, y éstos mueren o sufren daño o son robados sin que
nadie lo vea,
Exo 22:10 mediará entre los dos el juramento de Yahveh para atestiguar que
el depositario no ha puesto su mano sobre la hacienda de su prójimo; el
dueño tomará lo que quede y el otro no tendrá que restituir.
Exo 22:11 Pero si el animal le ha sido robado estando él cerca, restituirá a
su dueño.
Exo 22:12 Si el animal ha sido despedazado, que traiga como testimonio los
despojos y no tendrá que restituir.
Exo 22:13 Si un hombre pide a otro que le preste un ganado y éste sufre un
daño o muere, en ausencia de su dueño, tendrá que restituir.
Exo 22:14 Si estaba presente su dueño, nada se restituirá. Si lo había
alquilado, el dueño recibirá el precio del alquiler.
Exo 22:15 Si un hombre seduce a una virgen, no desposada, y se acuesta con
ella, le pagará la dote, y la tomará por mujer.
Exo 22:16 Y si el padre de ella no quiere dársela, el seductor pagará el
dinero de la dote de las vírgenes.
Exo 22:17 A la hechicera no la dejarás con vida.
Exo 22:18 Todo el que peque con bestia, morirá.
Exo 22:19 El que ofrece sacrificios a otros dioses, será entregado al
anatema.
Exo 22:20 No maltratarás al forastero, ni le oprimirás, pues forasteros
fuisteis vosotros en el país de Egipto.
Exo 22:21 No vejarás a viuda ni a huérfano.
Exo 22:22 Si le vejas y clama a mí, no dejaré de oír su clamor,
Exo 22:23 se encenderá mi ira y os mataré a espada; vuestras mujeres
quedarán viudas y vuestros hijos huérfanos.
Exo 22:24 Si prestas dinero a uno de mi pueblo, al pobre que habita contigo,
no serás con él un usurero; no le exigiréis interés.
Exo 22:25 Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás al
ponerse el sol,
Exo 22:26 porque con él se abriga; es el vestido de su cuerpo. ¿Sobre qué va
a dormir, si no? Clamará a mí, y yo le oiré, porque soy compasivo.
Exo 22:27 No blasfemarás contra Dios, ni maldecirás al principal de tu
pueblo.
Exo 22:28 No tardarás en ofrecerme de tu abundancia y de tus jugos. Me darás
el primogénito de tus hijos.
Exo 22:29 Lo mismo has de hacer con el de tus vacas y ovejas. Siete días
estará con su madre, y al octavo me lo darás.
Exo 22:30 Hombres santos seréis para mí. No comáis la carne despedazada por
una fiera en el campo; echádsela a los perros.
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Capítulo 23
23:1
NO admitirás falso
rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso.
23:2
No seguirás á
los muchos para mal hacer; ni responderás en litigio inclinándote á los más
para hacer agravios;
23:3
Ni al pobre
distinguirás en su causa.
23:4
Si
encontrares el buey de tu enemigo ó su asno extraviado, vuelve á llevárselo.
23:5
Si vieres el
asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás entonces
desamparado? Sin falta ayudarás con él á levantarlo.
23:6
No
pervertirás el derecho de tu mendigo en su pleito.
23:7
De palabra de
mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré
al impío.
23:8
No recibirás
presente; porque el presente ciega á los que ven, y pervierte las palabras
justas.
23:9
Y no
angustiarás al extranjero: pues vosotros sabéis cómo se halla el alma del
extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.
23:10
Seis años
sembrarás tu tierra, y allegarás su cosecha:
23:11
Mas el
séptimo la dejarás vacante y soltarás, para que coman los pobres de tu pueblo;
y de lo que quedare comerán las bestias del campo; así harás de tu viña y de tu
olivar.
23:12
Seis días
harás tus negocios, y al séptimo día holgarás, á fin que descanse tu buey y tu
asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero.
23:13
Y en todo lo
que os he dicho seréis avisados. Y nombre de otros dioses no mentaréis, ni se
oirá de vuestra boca.
23:14
Tres veces en
el año me celebraréis fiesta.
23:15
La fiesta de los
ázimos guardarás: Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé,
en el tiempo del mes de Abib; porque en él saliste de Egipto: y ninguno
comparecerá vacío delante de mí:
23:16
También la
fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores que hubieres sembrado en
el campo; y la fiesta de la cosecha á la salida del año, cuando habrás recogido
tus labores del campo.
23:17
Tres veces en
el año parecerá todo varón tuyo delante del Señor el Altísimo.
23:18
No ofrecerás
con pan leudo la sangre de mi sacrificio, ni el sebo de mi víctima quedará de
la noche hasta la mañana.
23:19
Las primicias
de los primeros frutos de tu tierra traerás á la casa de el Altísimo tu Dios.
No guisarás el cabrito con la leche de su madre.
23:20
He aquí yo
envío el Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca
en el lugar que yo he preparado.
23:21
Guárdate
delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra
rebelión: porque mi nombre está en él.
23:22
Pero si en
verdad oyeres su voz, é hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo á tus
enemigos, y afligiré á los que te afligieren.
23:23
Porque mi
Angel irá delante de ti, y te introducirá al Amorrheo, y al Hetheo, y al
Pherezeo, y al Cananeo, y al Heveo, y al Jebuseo, á los cuales yo haré
destruir.
23:24
No te
inclinarás á sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los
destruirás del todo, y quebrantarás enteramente sus estatuas.
23:25
Mas á el
Altísimo vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo
quitaré toda enfermedad de en medio de ti.
23:26
No habrá
mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo cumpliré el número de tus días.
23:27
Yo enviaré mi
terror delante de ti, y consternaré á todo pueblo donde tú entrares, y te daré
la cerviz de todos tus enemigos.
23:28
Yo enviaré la
avispa delante de ti, que eche fuera al Heveo, y al Cananeo, y al Hetheo, de
delante de ti:
23:29
No los echaré
de delante de ti en un año, porque no quede la tierra desierta, y se aumenten
contra ti las bestias del campo.
23:30
Poco á poco
los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes la tierra por
heredad.
23:31
Y yo pondré
tu término desde el mar Bermejo hasta la mar de Palestina, y desde el desierto
hasta el río: porque pondré en vuestras manos los moradores de la tierra, y tú
los echarás de delante de ti.
23:32
No harás
alianza con ellos, ni con sus dioses.
23:33
En tu tierra
no habitarán, no sea que te hagan pecar contra mí sirviendo á sus dioses:
porque te será de tropiezo.
Exo 23:1 No levantes testimonio falso, ni
ayudes al malvado dando testimonio injusto.
Exo 23:2 No sigas a la mayoría para hacer el mal; ni te inclines en un
proceso por la mayoría en contra de la justicia.
Exo 23:3 Tampoco favorecerás al pobre en su pleito.
Exo 23:4 Si encuentras el buey de tu enemigo o su asno extraviado, se lo
llevarás.
Exo 23:5 Si ves caído bajo la carga el asno del que te aborrece, no rehúses
tu ayuda. Acude a ayudarle.
Exo 23:6 No tuerzas el derecho de tu pobre en su pleito.
Exo 23:7 Aléjate de causas mentirosas, no quites la vida al inocente y
justo; y no absuelvas al malvado.
Exo 23:8 No recibas regalos; porque el regalo ciega a los perspicaces y
pervierte las causas justas.
Exo 23:9 No oprimas al forastero; ya sabéis lo que es ser forastero, porque
forasteros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.
Exo 23:10 Seis años sembrarás tu tierra y recogerás su producto;
Exo 23:11 al séptimo la dejarás descansar y en barbecho, para que coman los
pobres de tu pueblo, y lo que quede lo comerán los animales del campo. Harás
lo mismo con tu viña y tu olivar.
Exo 23:12 Seis días harás tus trabajos, y el séptimo descansarás, para que
reposen tu buey y tu asno, y tengan un respiro el hijo de tu sierva y el
forastero.
Exo 23:13 Guardad todo lo que os he dicho. No invocarás el nombre de otros
dioses: ni se oiga en vuestra boca.
Exo 23:14 Tres veces al año me celebrarás fiesta.
Exo 23:15 Guardarás la fiesta de los Ázimos. Durante siete días comerás
ázimos, como te he mandado, en el tiempo señalado, en el mes de Abib; pues
en él saliste de Egipto. Nadie se presentará delante de mí con las manos
vacías.
Exo 23:16 También guardarás la fiesta de la Siega, de las primicias de tus
trabajos, de lo que hayas sembrado en el campo; y la fiesta de la
Recolección al término del año, al recoger del campo los frutos de tu
trabajo.
Exo 23:17 Tres veces al año se presentarán tus varones delante de Yahveh, el
Señor.
Exo 23:18 No ofrecerás la sangre de mi sacrificio con pan fermentado ni
guardarás hasta el día siguiente la grasa de mi fiesta.
Exo 23:19 Llevarás a la Casa de Yahveh, tu Dios, las mejores primicias de tu
suelo. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
Exo 23:20 He aquí que yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te
guarde en el camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado.
Exo 23:21 Pórtate bien en su presencia y escucha su voz; no le seas rebelde,
que no perdonará vuestras transgresiones, pues en él está mi Nombre.
Exo 23:22 Si escuchas atentamente su voz y haces todo lo que yo diga, tus
enemigos serán mis enemigos y tus adversarios mis adversarios.
Exo 23:23 Mi ángel caminará delante de ti y te introducirá en el país de los
amorreos, de los hititas, de los perizitas, de los cananeos, de los jivitas
y de los jebuseos; y yo los exterminaré.
Exo 23:24 No te mostrarás ante sus dioses, ni les darás culto, ni imitarás
su conducta; al contrario, los destruirás por completo y romperás sus
estelas.
Exo 23:25 Vosotros daréis culto a Yahveh, vuestro Dios, yo bendeciré tu pan
y tu agua. Y apartaré de ti las enfermedades.
Exo 23:26 No habrá en tu tierra mujer que aborte ni que sea estéril; y
colmaré el número de tus días.
Exo 23:27 «Sembraré delante de ti mi terror; llenaré de turbación a todos
los pueblos donde llegues; y haré que todos tus enemigos huyan ante ti.
Exo 23:28 Enviaré avispas delante de ti que ahuyentarán de tu presencia al
jivita, al cananeo y al hitita.
Exo 23:29 No les expulsaré de tu presencia en un solo año, no sea que al
quedar desierta la tierra se multipliquen contra ti las fieras del campo.
Exo 23:30 Les expulsaré de tu vista poco a poco, hasta que tú te
multipliques y te apoderes de la tierra.
Exo 23:31 Y fijaré tus confines desde el mar de Suf hasta el mar de los
filisteos, y desde el desierto hasta el Río, pues entregaré en tus manos a
los habitantes del país para que los arrojes de tu presencia.
Exo 23:32 No hagas pacto con ellos ni con sus dioses.
Exo 23:33 No habitarán en tu tierra, no sea que te hagan pecar contra mí,
pues dando culto a sus dioses caerías en un lazo.»
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Capítulo 24
24:1
Y DIJO á
Moisés: Sube á el Altísimo, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los
ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos.
24:2
Mas Moisés
sólo se llegará á el Altísimo; y ellos no se lleguen cerca, ni suba con él el
pueblo.
24:3
Y Moisés vino
y contó al pueblo todas las palabras de el Altísimo, y todos los derechos: y
todo el pueblo respondió á una voz, y dijeron: Ejecutaremos todas las palabras
que el Altísimo ha dicho.
24:4
Y Moisés
escribió todas las palabras de el Altísimo, y levantándose de mañana edificó un
altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel.
24:5
Y envió á los
mancebos de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y
sacrificaron pacíficos á el Altísimo, becerros.
24:6
Y Moisés tomó
la mitad de la sangre, y púsola en tazones, y esparció la otra mitad de la
sangre sobre el altar.
24:7
Y tomó el
libro de la alianza, y leyó á oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las
cosas que el Altísimo ha dicho, y obedeceremos.
24:8
Entonces
Moisés tomó la sangre, y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre de la
alianza que el Altísimo ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.
24:9
Y subieron
Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel;
24:10
Y vieron al
Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro,
semejante al cielo cuando está sereno.
24:11
Mas no
extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel: y vieron á Dios, y
comieron y bebieron.
24:12
Entonces el
Altísimo dijo á Moisés: Sube á mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de
piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarlos.
24:13
Y levantóse
Moisés, y Josué su ministro; y Moisés subió al monte de Dios.
24:14
Y dijo á los
ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos á vosotros: y he aquí Aarón y Hur
están con vosotros: el que tuviere negocios, lléguese á ellos.
24:15
Entonces
Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte.
24:16
Y la gloria
de el Altísimo reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días:
y al séptimo día llamó á Moisés de en medio de la nube.
24:17
Y el parecer de
la gloria de el Altísimo era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, á
los ojos de los hijos de Israel.
24:18
Y entró
Moisés en medio de la nube, y subió al monte: y estuvo Moisés en el monte
cuarenta días y cuarenta noches.
Exo 24:1 Dijo a Moisés: «Sube donde Yahveh,
tú, Aarón, Nadab y Abihú, con setenta de los ancianos de Israel; os
postraréis desde lejos.
Exo 24:2 Sólo Moisés se acercará a Yahveh; ellos no se acercarán. Tampoco el
pueblo subirá con ellos.»
Exo 24:3 Vino, pues, Moisés y refirió al pueblo todas las palabras de Yahveh
y todas sus normas. Y todo el pueblo respondió a una voz: «Cumpliremos todas
las palabras que ha dicho Yahveh.»
Exo 24:4 Entonces escribió Moisés todas las palabras de Yahveh; y,
levantándose de mañana, alzó al pie del monte un altar y doce estelas por
las doce tribus de Israel.
Exo 24:5 Luego mandó a algunos jóvenes, de los israelitas, que ofreciesen
holocaustos e inmolaran novillos como sacrificios de comunión para Yahveh.
Exo 24:6 Tomó Moisés la mitad de la sangre y la echó en vasijas; la otra
mitad la derramó sobre el altar.
Exo 24:7 Tomó después el libro de la Alianza y lo leyó ante el pueblo, que
respondió: «Obedeceremos y haremos todo cuanto ha dicho Yahveh.»
Exo 24:8 Entonces tomó Moisés la sangre, roció con ella al pueblo y dijo:
«Esta es la sangre de la Alianza que Yahveh ha hecho con vosotros, según
todas estas palabras.»
Exo 24:9 Moisés subió con Aarón, Nadab y Abihú y setenta de los ancianos de
Israel,
Exo 24:10 y vieron al Dios de Israel. Bajo sus pies había como un pavimento
de zafiro tan puro como el mismo cielo.
Exo 24:11 No extendió él su mano contra los notables de Israel, que vieron a
Dios, comieron y bebieron.
Exo 24:12 Dijo Yahveh a Moisés: «Sube hasta mí, al monte; quédate allí, y te
daré las tablas de piedra - la ley y los mandamientos - que tengo escritos
para su instrucción.»
Exo 24:13 Se levantó Moisés, con Josué, su ayudante; y subieron al monte de
Dios.
Exo 24:14 Dijo a los ancianos: «Esperadnos aquí que volvamos a vosotros. Ahí
quedan con vosotros Aarón y Jur. El que tenga alguna cuestión que recurra a
ellos.»
Exo 24:15 Y subió Moisés al monte. La nube cubrió el monte.
Exo 24:16 La gloria de Yahveh descansó sobre el monte Sinaí y la nube lo
cubrió por seis días. Al séptimo día, llamó Yahveh a Moisés de en medio de
la nube.
Exo 24:17 La gloria de Yahveh aparecía a la vista de los hijos de Israel
como fuego devorador sobre la cumbre del monte.
Exo 24:18 Moisés entró dentro de la nube y subió al monte. Y permaneció
Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.
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Capítulo 25
25:1
Y el Altísimo
habló á Moisés, diciendo:
25:2
Di á los
hijos de Israel que tomen para mí ofrenda: de todo varón que la diere de su
voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda.
25:3
Y esta es la
ofrenda que tomaréis de ellos: Oro, y plata, y cobre,
25:4
Y jacinto, y
púrpura, y carmesí, y lino fino, y pelo de cabras,
25:5
Y cueros de
carneros teñidos de rojo, y cueros de tejones, y madera de Sittim;
25:6
Aceite para
la luminaria, especias para el aceite de la unción, y para el sahumerio
aromático;
25:7
Piedras de
onix, y piedras de engastes, para el ephod, y para el racional.
25:8
Y hacerme han
un santuario, y yo habitaré entre ellos.
25:9
Conforme á
todo lo que yo te mostrare, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus
vasos, así lo haréis.
25:10
Harán también
un arca de madera de Sittim, cuya longitud será de dos codos y medio, y su
anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio.
25:11
Y la cubrirás
de oro puro; por dentro y por fuera la cubrirás; y harás sobre ella una cornisa
de oro alrededor.
25:12
Y para ella
harás de fundición cuatro anillos de oro, que pondrás á sus cuatro esquinas;
dos anillos al un lado de ella, y dos anillos al otro lado.
25:13
Y harás unas
varas de madera de Sittim, las cuales cubrirás de oro.
25:14
Y meterás las
varas por los anillos á los lados del arca, para llevar el arca con ellas.
25:15
Las varas se
estarán en los anillos del arca: no se quitarán de ella.
25:16
Y pondrás en
el arca el testimonio que yo te daré.
25:17
Y harás una
cubierta de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de
codo y medio.
25:18
Harás también
dos querubines de oro, labrados á martillo los harás, en los dos cabos de la
cubierta.
25:19
Harás, pues,
un querubín al extremo de un lado, y un querubín al otro extremo del lado
opuesto: de la calidad de la cubierta harás los querubines en sus dos
extremidades.
25:20
Y los
querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas la cubierta:
sus caras la una enfrente de la otra, mirando á la cubierta las caras de los
querubines.
25:21
Y pondrás la
cubierta encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré.
25:22
Y de allí me
declararé á ti, y hablaré contigo de sobre la cubierta, de entre los dos
querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandaré
para los hijos de Israel.
midrash Dios grande y pequeño -
25:23
Harás asimismo
una mesa de madera de Sittim: su longitud será de dos codos, y de uu codo su
anchura, y su altura de codo y medio.
25:24
Y la cubrirás
de oro puro, y le has de hacer una cornisa de oro alrededor.
25:25
Hacerle has
también una moldura alrededor, del ancho de una mano, á la cual moldura harás
una cornisa de oro en circunferencia.
25:26
Y le harás
cuatro anillos de oro, los cuales pondrás á las cuatro esquinas que
corresponden á sus cuatro pies.
25:27
Los anillos
estarán antes de la moldura, por lugares de las varas, para llevar la mesa.
25:28
Y harás las
varas de madera de Sittim, y las cubrirás de oro, y con ellas será llevada la
mesa.
25:29
Harás también
sus platos, y sus cucharas, y sus cubiertas, y sus tazones, con que se libará:
de oro fino los harás.
25:30
Y pondrás
sobre la mesa el pan de la proposición delante de mí continuamente.
25:31
Harás además
un candelero de oro puro; labrado á martillo se hará el candelero: su pie, y su
caña, sus copas, sus manzanas, y sus flores, serán de lo mismo:
25:32
Y saldrán
seis brazos de sus lados: tres brazos del candelero del un lado suyo, y tres
brazos del candelero del otro su lado:
25:33
Tres copas en
forma de almendras en el un brazo, una manzana y una flor; y tres copas, figura
de almendras en el otro brazo, una manzana y una flor: así pues, en los seis
brazos que salen del candelero:
25:34
Y en el
candelero cuatro copas en forma de almendras, sus manzanas y sus flores.
25:35
Habrá una manzana
debajo de los dos brazos de lo mismo, otra manzana debajo de los otros dos
brazos de lo mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos de lo mismo,
en conformidad á los seis brazos que salen del candelero.
25:36
Sus manzanas
y sus brazos serán de lo mismo, todo ello una pieza labrada á martillo, de oro
puro.
25:37
Y hacerle has
siete candilejas, las cuales encenderás para que alumbren á la parte de su
delantera:
25:38
También sus
despabiladeras y sus platillos, de oro puro.
25:39
De un talento
de oro fino lo harás, con todos estos vasos.
25:40
Y mira, y
hazlos conforme á su modelo, que te ha sido mostrado en el monte.
Exo 25:1 Yahveh habló a Moisés diciendo:
Exo 25:2 Di a los israelitas que reserven ofrendas para mí. Me reservaréis
la ofrenda de todo aquel a quien su corazón mueva.
Exo 25:3 De ellos reservaréis lo siguiente: oro, plata y bronce;
Exo 25:4 púrpura violeta y escarlata, carmesí, lino fino y pelo de cabra;
Exo 25:5 pieles de carnero teñidas de rojo, cueros finos y maderas de
acacia;
Exo 25:6 aceite para el alumbrado, aromas para el óleo de la unción y para
el incienso aromático;
Exo 25:7 piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y el pectoral.
Exo 25:8 Me harás un Santuario para que yo habite en medio de ellos.
Exo 25:9 Lo haréis conforme al modelo de la Morada y al modelo de todo su
mobiliario que yo voy a mostrarte.
Exo 25:10 Harás un arca de madera de acacia de dos codos y medio de largo,
codo y medio de ancho y codo y medio de alto.
Exo 25:11 La revestirás de oro puro; por dentro y por fuera la revestirás; y
además pondrás en su derredor una moldura de oro.
Exo 25:12 Fundirás para ella cuatro anillas de oro, que pondrás en sus
cuatro pies, dos anillas a un costado, y dos anillas al otro.
Exo 25:13 Harás también varales de madera de acacia, que revestirás de oro,
Exo 25:14 y los pasarás por las anillas de los costados del arca, para
transportarla.
Exo 25:15 Los varales deben quedar en las anillas del arca, y no se sacarán
de allí.
Exo 25:16 En el arca pondrás el Testimonio que yo te voy a dar.
Exo 25:17 Harás asimismo uno propiciatorio de oro puro, de dos codos y medio
de largo y codo y medio de ancho.
Exo 25:18 Harás, además, dos querubines de oro macizo; los harás en los dos
extremos del propiciatorio:
Exo 25:19 haz el primer querubín en un extremo y el segundo en el otro. Los
querubines formarán un cuerpo con el propiciatorio, en sus dos extremos.
Exo 25:20 Estarán con las alas extendidas por encima, cubriendo con ellas el
propiciatorio, uno frente al otro, con las caras vueltas hacia el
propiciatorio.
Exo 25:21 Pondrás el propiciatorio encima del arca; y pondrás dentro del
arca el Testimonio que yo te daré.
Exo 25:22 Allí me encontraré contigo; desde encima del propiciatorio, de en
medio de los dos querubines colocados sobre el arca del Testimonio, te
comunicaré todo lo que haya de ordenarte para los israelitas.
Exo 25:23 Harás una mesa de madera de acacia, de dos codos de largo, uno de
ancho, y codo y medio de alto.
Exo 25:24 La revestirás de oro puro y le pondrás alrededor una moldura de
oro.
Exo 25:25 Harás también en torno de ella un reborde de una palma de ancho,
con una moldura de oro alrededor del mismo.
Exo 25:26 Le harás cuatro anillas de oro, y pondrás las anillas en los
cuatro ángulos correspondientes a sus cuatro pies.
Exo 25:27 Estarán las anillas junto al reborde, para pasar por ellas los
varales y transportar la mesa.
Exo 25:28 Harás los varales de madera de acacia y los revestirás de oro. Con
ellos se transportará la mesa.
Exo 25:29 Harás también las fuentes, los vasos, los jarros y las tazas para
las libaciones. De oro puro los harás.
Exo 25:30 Y sobre la mesa pondrás perpetuamente delante de mí el pan de la
Presencia.
Exo 25:31 Harás también un candelabro de oro puro. Harás de oro macizo el
candelabro, su pie y su tallo. Sus cálices - corolas y flores - formarán un
cuerpo con él.
Exo 25:32 Saldrán seis brazos de sus lados: tres brazos de un lado y tres
del otro.
Exo 25:33 El primer brazo tendrá tres cálices en forma de flor de almendro,
con corola y flor; también el segundo brazo tendrá tres cálices en forma de
flor de almendro, con corola y flor; y así los seis brazos que salen del
candelabro.
Exo 25:34 En el mismo candelabro habrá cuatro cálices en forma de flor de
almendro, con sus corolas y sus flores:
Exo 25:35 una corola debajo de los dos primeros brazos que forman cuerpo con
el candelabro; una corola, debajo de los dos siguientes, y una corola,
debajo de los dos últimos brazos; así con los seis brazos que salen del
candelabro.
Exo 25:36 Las corolas y los brazos formarán un cuerpo con el candelabro.
Todo ello formará un cuerpo de oro puro macizo.
Exo 25:37 Harás sus siete lámparas que colocarás encima de manera que den
luz al frente.
Exo 25:38 Sus despabiladeras y sus ceniceros serán de oro puro.
Exo 25:39 Se empleará un talento de oro puro para hacer el candelabro con
todos estos utensilios.
Exo 25:40 Fíjate para que lo hagas según los modelos que te han sido
mostrados en el monte.
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Capítulo 26
26:1
Y HARÁS el
tabernáculo de diez cortinas de lino torcido, cárdeno, y púrpura, y carmesí: y
harás querubines de obra delicada.
26:2
La longitud
de la una cortina de veintiocho codos, y la anchura de la misma cortina de
cuatro codos: todas las cortinas tendrán una medida.
26:3
Cinco
cortinas estarán juntas la una con la otra, y cinco cortinas unidas la una con
la otra.
26:4
Y harás
lazadas de cárdeno en la orilla de la una cortina, en el borde, en la juntura:
y así harás en la orilla de la postrera cortina en la juntura segunda.
26:5
Cincuenta
lazadas harás en la una cortina, y cincuenta lazadas harás en el borde de la
cortina que está en la segunda juntura: las lazadas estarán contrapuestas la
una á la otra.
26:6
Harás también
cincuenta corchetes de oro, con los cuales juntarás las cortinas la una con la
otra, y se formará un tabernáculo.
26:7
Harás
asimismo cortinas de pelo de cabras para una cubierta sobre el tabernáculo;
once cortinas harás.
26:8
La longitud
de la una cortina será de treinta codos, y la anchura de la misma cortina de cuatro
codos: una medida tendrán las once cortinas.
26:9
Y juntarás
las cinco cortinas aparte y las otras seis cortinas separadamente; y doblarás
la sexta cortina delante de la faz del tabernáculo.
26:10
Y harás
cincuenta lazadas en la orilla de la una cortina, al borde en la juntura, y
cincuenta lazadas en la orilla de la segunda cortina en la otra juntura.
26:11
Harás
asimismo cincuenta corchetes de alambre, los cuales meterás por las lazadas: y
juntarás la tienda, para que se haga una sola cubierta.
26:12
Y el sobrante
que resulta en las cortinas de la tienda, la mitad de la una cortina que sobra,
quedará á las espaldas del tabernáculo.
26:13
Y un codo de
la una parte, y otro codo de la otra que sobra en la longitud de las cortinas
de la tienda, cargará sobre los lados del tabernáculo de la una parte y de la
otra, para cubrirlo.
26:14
Harás también
á la tienda una cubierta de cueros de carneros, teñidos de rojo, y una cubierta
de cueros de tejones encima.
26:15
Y harás para
el tabernáculo tablas de madera de Sittim, que estén derechas.
26:16
La longitud
de cada tabla será de diez codos, y de codo y medio la anchura de cada tabla.
26:17
Dos quicios
tendrá cada tabla, trabadas la una con la otra; así harás todas las tablas del
tabernáculo.
26:18
Harás, pues,
las tablas del tabernáculo: veinte tablas al lado del mediodía, al austro.
26:19
Y harás
cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas; dos basas debajo de la una
tabla para sus dos quicios, y dos basas debajo de la otra tabla para sus dos
quicios.
26:20
Y al otro
lado del tabernáculo, á la parte del aquilón, veinte tablas;
26:21
Y sus
cuarenta basas de plata: dos basas debajo de la una tabla, y dos basas debajo
de la otra tabla.
26:22
Y para el
lado del tabernáculo, al occidente, harás seis tablas.
26:23
Harás además
dos tablas para las esquinas del tabernáculo en los dos ángulos posteriores;
26:24
Las cuales se
unirán por abajo, y asimismo se juntarán por su alto á un gozne: así será de
las otras dos que estarán á las dos esquinas.
26:25
De suerte que
serán ocho tablas, con sus basas de plata, diez y seis basas; dos basas debajo
de la una tabla, y dos basas debajo de la otra tabla.
26:26
Harás también
cinco barras de madera de Sittim, para las tablas del un lado del tabernáculo,
26:27
Y cinco
barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para el
otro lado del tabernáculo, que está al occidente.
26:28
Y la barra
del medio pasará por medio de las tablas, del un cabo al otro.
26:29
Y cubrirás
las tablas de oro, y harás sus anillos de oro para meter por ellos las barras:
también cubrirás las barras de oro.
26:30
Y alzarás el
tabernáculo conforme á su traza que te fue mostrada en el monte.
26:31
Y harás
también un velo de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y de lino torcido: será hecho
de primorosa labor, con querubines:
26:32
Y has de
ponerlo sobre cuatro columnas de madera de Sittim cubiertas de oro; sus
capiteles de oro, sobre basas de plata.
26:33
Y pondrás el velo
debajo de los corchetes, y meterás allí, del velo adentro, el arca del
testimonio; y aquel velo os hará separación entre el lugar santo y el
santísimo.
26:34
Y pondrás la
cubierta sobre el arca del testimonio en el lugar santísimo.
26:35
Y pondrás la
mesa fuera del velo, y el candelero enfrente de la mesa al lado del tabernáculo
al mediodía; y pondrás la mesa al lado del aquilón.
26:36
Y harás á la
puerta del tabernáculo una cortina de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino
torcido, obra de bordador.
26:37
Y harás para
la cortina cinco columnas de madera de Sittim, las cuales cubrirás de oro, con
sus capiteles de oro: y hacerlas has de fundición cinco basas de metal.
Exo 26:1 Harás la Morada con diez tapices, de
lino fino torzal, de púrpura violeta y escarlata y de carmesí; bordarás en
ellos unos querubines.
Exo 26:2 La longitud de cada tapiz será de veintiocho codos y la anchura de
cuatro. Todos los tapices tendrán las mismas medidas.
Exo 26:3 Cinco tapices estarán unidos entre sí y lo mismo los otros cinco.
Exo 26:4 Pondrás lazos de púrpura violeta en el borde del tapiz con que
termina la primera serie, y lo mismo harás en el borde del tapiz con que
termina el segundo conjunto.
Exo 26:5 Pondrás cincuenta lazos en el primer tapiz y otros cincuenta en el
borde del último tapiz del segundo conjunto, correspondiéndose los lazos
unos a otros.
Exo 26:6 Harás cincuenta broches de oro y con los broches enlazarás entre sí
los tapices, para que la Morada forme un espacio único.
Exo 26:7 Tejerás también piezas de pelo de cabra para que a modo de tienda
cubran la Morada. Tejerás once de estas piezas.
Exo 26:8 La longitud de cada pieza será de treinta codos; de cuatro, la
anchura. Las once piezas tendrán las mismas medidas.
Exo 26:9 Juntarás cinco piezas en una parte y seis en la otra y doblarás la
sexta pieza ante la fachada de la Tienda.
Exo 26:10 Harás cincuenta lazos en el borde de la última pieza del primer
conjunto, y cincuenta lazos en el borde de la última pieza del segundo
conjunto.
Exo 26:11 Harás cincuenta broches de bronce e introducirás los broches en
los lazos, uniendo así la Tienda de modo que forme un espacio único.
Exo 26:12 Como las piezas de la Tienda exceden en amplitud, harás extender
la mitad de la pieza excedente por detrás de la Morada.
Exo 26:13 Lo que excede en longitud de las piezas de la Tienda - un codo por
cada lado - se extenderá a ambos lados de la Morada, a un lado y a otro,
para cubrirla.
Exo 26:14 También harás para la Tienda un toldo de pieles de carnero teñidas
de rojo; y encima otro toldo de cueros finos.
Exo 26:15 También harás para la Morada tableros de madera de acacia, y los
pondrás de pie.
Exo 26:16 Cada tablero tendrá diez codos de largo y codo y medio de ancho.
Exo 26:17 Tendrá además dos espigas paralelas. Harás lo mismo para todos los
tableros de la Morada.
Exo 26:18 Pondrás veinte de los tableros en el flanco del Négueb, hacia el
sur.
Exo 26:19 Harás cuarenta basas de plata para colocarlas debajo de los veinte
tableros: dos basas debajo de un tablero para sus dos espigas y dos basas
debajo del otro tablero para sus dos espigas.
Exo 26:20 Para el segundo flanco de la Morada, la parte del norte, otros
veinte tableros,
Exo 26:21 con sus cuarenta basas de plata: dos basas debajo de un tablero y
dos basas debajo de otro tablero.
Exo 26:22 Para la parte posterior de la Morada, hacia el occidente, harás
seis tableros;
Exo 26:23 y para los ángulos de la Morada, en su parte posterior, dos más,
Exo 26:24 que estarán unidos, desde abajo hasta arriba, hasta la primera
anilla. Así se hará con los dos tableros destinados a los dos ángulos.
Exo 26:25 Serán, pues, ocho tableros con sus basas de plata; dieciséis
basas, dos debajo del otro tablero.
Exo 26:26 Harás, además, cinco travesaños de madera de acacia para los
tableros de un flanco de la Morada,
Exo 26:27 cinco travesaños para los tableros del otro flanco, y cinco
travesaños para los tableros de la parte posterior de la Morada, hacia el
occidente.
Exo 26:28 El travesaño central pasará a media altura de los tableros, de un
extremo al otro.
Exo 26:29 Revestirás de oro los tableros y les harás anillas de oro, para
pasar los travesaños. También revestirás de oro los travesaños.
Exo 26:30 Erigirás la Morada según la norma que te ha sido mostrada en el
monte.
Exo 26:31 Harás un velo de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino
fino torzal; bordarás en él unos querubines.
Exo 26:32 Lo colgarás de cuatro postes de acacia, revestidos de oro,
provistos de ganchos de oro y de sus cuatro basas de plata.
Exo 26:33 Colgarás el velo debajo de los broches; y allá, detrás del velo,
llevarás el arca del Testimonio, y el velo os servirá para separar el Santo
del Santo de los Santos.
Exo 26:34 Pondrás el propiciatorio sobre el arca del Testimonio, en el Santo
de los Santos.
Exo 26:35 Fuera del velo colocarás la mesa, y frente a la mesa, en el lado
meridional de la Morada, el candelabro; pondrás la mesa en el lado norte.
Exo 26:36 Harás para la entrada de la Tienda una cortina de púrpura violeta
y escarlata, de carmesí y lino fino torzal, labor de recamador.
Exo 26:37 Para la cortina harás cinco postes de acacia, que revestirás de
oro; sus ganchos serán también de oro, y fundirás para ellos cinco basas de
bronce.
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Capítulo 27
27:1
HARÁS también
altar de madera de Sittim de cinco codos de longitud, y de cinco codos de
anchura: será cuadrado el altar, y su altura de tres codos.
27:2
Y harás sus
cuernos á sus cuatro esquinas; los cuernos serán de lo mismo; y lo cubrirás de
metal.
27:3
Harás también
sus calderas para echar su ceniza; y sus paletas, y sus tazones, y sus garfios,
y sus braseros: harás todos sus vasos de metal.
27:4
Y le harás un
enrejado de metal de obra de malla; y sobre el enrejado harás cuatro anillos de
metal á sus cuatro esquinas.
27:5
Y lo has de
poner dentro del cerco del altar abajo; y llegará el enrejado hasta el medio
del altar.
27:6
Harás también
varas para el altar, varas de madera de Sittim, las cuales cubrirás de metal.
27:7
Y sus varas se
meterán por los anillos: y estarán aquellas varas á ambos lados del altar,
cuando hubiere de ser llevado.
27:8
De tablas lo
harás, hueco: de la manera que te fue mostrado en el monte, así lo harás.
27:9
Asimismo
harás el atrio del tabernáculo: al lado del mediodía, al austro, tendrá el
atrio cortinas de lino torcido, de cien codos de longitud cada un lado;
27:10
Sus veinte
columnas, y sus veinte basas serán de metal; los capiteles de las columnas y
sus molduras, de plata.
27:11
Y de la misma
manera al lado del aquilón habrá á lo largo cortinas de cien codos de longitud,
y sus veinte columnas, con sus veinte basas de metal; los capiteles de sus
columnas y sus molduras, de plata.
27:12
Y el ancho
del atrio del lado occidental tendrá cortinas de cincuenta codos; sus columnas
diez, con sus diez basas.
27:13
Y en el ancho
del atrio por la parte de levante, al oriente, habrá cincuenta codos.
27:14
Y las
cortinas del un lado serán de quince codos; sus columnas tres, con sus tres
basas.
27:15
Al otro lado quince
codos de cortinas; sus columnas tres, con sus tres basas.
27:16
Y á la puerta
del atrio habrá un pabellón de veinte codos, de cárdeno, y púrpura, y carmesí,
y lino torcido, de obra de bordador: sus columnas cuatro, con sus cuatro basas.
27:17
Todas las
columnas del atrio en derredor serán ceñidas de plata; sus capiteles de plata,
y sus basas de metal.
27:18
La longitud
del atrio será de cien codos, y la anchura cincuenta por un lado y cincuenta
por el otro, y la altura de cinco codos: sus cortinas de lino torcido, y sus
basas de metal.
27:19
Todos los
vasos del tabernáculo en todo su servicio, y todos sus clavos, y todos los
clavos del atrio, serán de metal.
27:20
Y tú mandarás
á los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas, molido, para la
luminaria, para hacer arder continuamente las lámparas.
27:21
En el
tabernáculo del testimonio, afuera del velo que está delante del testimonio,
las pondrá en orden Aarón y sus hijos, delante de el Altísimo desde la tarde
hasta la mañana, como estatuto perpetuo de los hijos de Israel por sus
generaciones.
Exo 27:1 Harás el altar de madera de acacia
de cinco codos de largo y cinco de ancho; será cuadrado y tendrá tres codos
de alto.
Exo 27:2 Harás sobresalir de sus cuatro ángulos unos cuernos, que formarán
un cuerpo con él; lo revestirás de bronce.
Exo 27:3 Le harás ceniceros para la grasa incinerada, badiles y acetres,
tenedores y braseros. Fundirás de bronce todos estos utensilios.
Exo 27:4 Fabricarás para él una rejilla de bronce, en forma de red; y en los
cuatro extremos de la red fijarás cuatro anillas de bronce.
Exo 27:5 La colocarás bajo la cornisa inferior del altar, de modo que llegue
desde abajo hasta la mitad del altar.
Exo 27:6 Harás varales para el altar, varales de madera de acacia, que
revestirás de bronce.
Exo 27:7 Para transportar el altar, se pasarán estos varales por las anillas
de ambos lados del altar.
Exo 27:8 Harás el altar hueco, de paneles; conforme a lo que se te ha
mostrado en el monte, así lo harás.
Exo 27:9 También harás el atrio de la Morada. Del lado del Négueb, hacia el
sur, el atrio tendrá un cortinaje de lino fino torzal, en una longitud de
cien codos a uno de los lados.
Exo 27:10 Sus veinte postes descansarán sobre veinte basas de bronce; sus
ganchos y varillas serán de plata.
Exo 27:11 A lo largo del lado septentrional habrá igualmente un cortinaje en
una longitud de cien codos, con sus veinte postes que descansarán sobre
veinte basas de bronce; los ganchos de los postes y sus varillas serán de
plata.
Exo 27:12 A lo ancho del atrio, por el lado occidental, habrá un cortinaje
de cincuenta codos; sus postes serán diez, y diez igualmente las basas en
que descansarán.
Exo 27:13 La anchura del atrio, al este, al oriente, será de cincuenta
codos.
Exo 27:14 Quince codos tendrá el cortinaje de un lado, con sus tres postes y
sus tres basas.
Exo 27:15 Por el otro lado, otro cortinaje de quince codos, con sus tres
postes y sus tres basas.
Exo 27:16 La puerta del atrio tendrá un tapiz de veinte codos, de púrpura
violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal, labor de recamador.
Tendrá cuatro postes y cuatro basas.
Exo 27:17 Todos los postes que rodean al atrio tendrán varillas de plata;
sus ganchos serán de plata y sus basas de bronce.
Exo 27:18 El atrio tendrá cien codos de largo, cincuenta codos de ancho y
cinco codos de alto; todo de lino fino torzal y con sus basas de bronce.
Exo 27:19 Todos los utensilios de la Morada para toda clase de servicios con
todo su clavazón y toda la clavazón del atrio, serán de bronce.
Exo 27:20 Mandarás a los israelitas que te traigan aceite puro de oliva
molida para el alumbrado, para alimentar continuamente la llama.
Exo 27:21 Aarón y sus hijos lo tendrán dispuesto delante de Yahveh desde la
tarde hasta la mañana en Tienda del Encuentro, fuera del velo que cuelga
delante del Testimonio. Decreto perpetuo será éste para las generaciones de
los israelitas.
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Capítulo 28
28:1
Y TÚ allega á
ti á Aarón tu hermano, y á sus hijos consigo, de entre los hijos de Israel,
para que sean mis sacerdotes; á Aarón, Nadab y Abiú, Eleazar é Ithamar, hijos
de Aarón.
28:2
Y harás
vestidos sagrados á Aarón tu hermano, para honra y hermosura.
28:3
Y tú hablarás
á todos los sabios de corazón, á quienes yo he henchido de espíritu de
sabiduría; á fin que hagan los vestidos de Aarón, para consagrarle á que me
sirva de sacerdote.
28:4
Los vestidos
que harán son estos: el racional, y el ephod, y el manto, y la túnica labrada,
la mitra, y el cinturón. Hagan, pues, los sagrados vestidos á Aarón tu hermano,
y á sus hijos, para que sean mis sacerdotes.
28:5
Tomarán oro,
y cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido.
28:6
Y harán el
ephod de oro y cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido de obra de
bordador.
28:7
Tendrá dos
hombreras que se junten á sus dos lados, y se juntará.
28:8
Y el
artificio de su cinto que está sobre él, será de su misma obra, de lo mismo; de
oro, cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido.
28:9
Y tomarás dos
piedras oniquinas, y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel:
28:10
Los seis de
sus nombres en la una piedra, y los otros seis nombres en la otra piedra,
conforme al nacimiento de ellos.
28:11
De obra de
escultor en piedra á modo de grabaduras de sello, harás grabar aquellas dos
piedras con los nombres de los hijos de Israel; harásles alrededor engastes de
oro.
28:12
Y pondrás
aquellas dos piedras sobre los hombros del ephod, para piedras de memoria á los
hijos de Israel; y Aarón llevará los nombres de ellos delante de el Altísimo en
sus dos hombros por memoria.
28:13
Harás pues,
engastes de oro,
28:14
Y dos
cadenillas de oro fino; las cuales harás de hechura de trenza; y fijarás las
cadenas de hechura de trenza en los engastes.
28:15
Harás
asimismo el racional del juicio de primorosa obra, le has de hacer conforme á
la obra del ephod, de oro, y cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido.
28:16
Será cuadrado
y doble, de un palmo de largo y un palmo de ancho:
28:17
Y lo llenarás
de pedrería con cuatro órdenes de piedras: un orden de una piedra sárdica, un
topacio, y un carbunclo; será el primer orden;
28:18
El segundo
orden, una esmeralda, un zafiro, y un diamante;
28:19
El tercer
orden, un rubí, un ágata, y una amatista;
28:20
Y el cuarto
orden, un berilo, un onix, y un jaspe: estarán engastadas en oro en sus
encajes.
28:21
Y serán
aquellas piedra según los nombres de los hijos de Israel, doce según sus
nombres; como grabaduras de sello cada una con su nombre, vendrán á ser según
las doce tribus.
28:22
Harás también
en el racional cadenetas de hechura de trenzas de oro fino.
28:23
Y harás en el
racional dos anillos de oro, los cuales dos anillos pondrás á las dos puntas
del racional.
28:24
Y pondrás las
dos trenzas de oro en los dos anillos á las dos puntas del racional:
28:25
Y los dos
cabos de las dos trenzas sobre los dos engastes, y las pondrás á los lados del
ephod en la parte delantera.
28:26
Harás también
dos anillos de oro, los cuales pondrás á las dos puntas del racional, en su
orilla que está al lado del ephod de la parte de dentro.
28:27
Harás
asimismo dos anillos de oro, los cuales pondrás á los dos lados del ephod abajo
en la parte delantera, delante de su juntura sobre el cinto del ephod.
28:28
Y juntarán el
racional con sus anillos á los anillos del ephod con un cordón de jacinto, para
que esté sobre el cinto del ephod, y no se aparte el racional del ephod.
28:29
Y llevará
Aarón los nombres de los hijos de Israel en el racional del juicio sobre su
corazón, cuando entrare en el santuario, para memoria delante de el Altísimo
continuamente.
28:30
Y pondrás en
el racional del juicio Urim y Thummim, para que estén sobre el corazón de Aarón
cuando entrare delante de el Altísimo: y llevará siempre Aarón el juicio de los
hijos de Israel sobre su corazón delante de el Altísimo.
28:31
Harás el
manto del ephod todo de jacinto:
28:32
Y en medio de
él por arriba habrá una abertura, la cual tendrá un borde alrededor de obra de
tejedor, como el cuello de un coselete, para que no se rompa.
28:33
Y abajo en
sus orillas harás granadas de jacinto, y púrpura, y carmesí, por sus bordes
alrededor; y entre ellas campanillas de oro alrededor.
28:34
Una campanilla
de oro y una granada, campanilla de oro y granada, por las orillas del manto
alrededor.
28:35
Y estará
sobre Aarón cuando ministrare; y oiráse su sonido cuando él entrare en el
santuario delante de el Altísimo y cuando saliere, porque no muera.
28:36
Harás además
una plancha de oro fino, y grabarás en ella grabadura de sello, SANTIDAD A el
Altísimo.
28:37
Y la pondrás
con un cordón de jacinto, y estará sobre la mitra; por el frente anterior de la
mitra estará.
28:38
Y estará
sobre la frente de Aarón: y llevará Aarón el pecado de las cosas santas, que
los hijos de Israel hubieren consagrado en todas sus santas ofrendas; y sobre
su frente estará continuamente para que hayan gracia delante de el Altísimo.
28:39
Y bordarás
una túnica de lino, y harás una mitra de lino; harás también un cinto de obra
de recamador.
28:40
Y para los
hijos de Aarón harás túnicas; también les harás cintos, y les formarás chapeos
(tiaras) para honra y hermosura.
28:41
Y con ellos
vestirás á Aarón tu hermano, y á sus hijos con él: y los ungirás, y los
consagrarás, y santificarás, para que sean mis sacerdotes.
28:42
Y les harás
pañetes de lino para cubrir la carne vergonzosa; serán desde los lomos hasta
los muslos:
28:43
Y estarán
sobre Aarón y sobre sus hijos cuando entraren en el tabernáculo de testimonio,
ó cuando se llegaren al altar para servir en el santuario, porque no lleven
pecado, y mueran. Estatuto perpetuo para él, y para su simiente después de él.
Exo 28:1 Manda acercarse a ti de en medio de
los israelitas a tu hermano Aarón, con sus hijos, para que ejerza mi
sacerdocio: Aarón, con Nadab y Abihú, Eleazar e Itamar, hijos de Aarón.
Exo 28:2 Harás para Aarón, tu hermano, vestiduras sagradas, que le den
majestad y esplendor.
Exo 28:3 Hablarás tú con todos los artesanos hábiles a quienes he llenado de
espíritu de sabiduría; ellos harán las vestiduras de Aarón para que sea
consagrado sacerdote mío.
Exo 28:4 Harán las vestiduras siguientes: un pectoral, un efod, un manto,
una túnica bordada, una tiara y una faja. Harán, pues, a tu hermano Aarón y
a sus hijos vestiduras sagradas para que ejerzan mi sacerdocio.
Exo 28:5 Tomarán para ello oro, púrpura violeta y escarlata, carmesí y lino
fino.
Exo 28:6 Bordarán el efod de oro, púrpura violeta y escarlata, carmesí y
lino fino torzal.
Exo 28:7 Se le pondrán dos hombreras y se fijará por sus dos extremos.
Exo 28:8 La cinta con que se ciña el efod será de la misma hechura y formará
con él una misma pieza: de oro, púrpura violeta y escarlata, carmesí y lino
fino torzal.
Exo 28:9 Tomarás dos piedras de ónice, sobre las cuales grabarás los nombres
de los hijos de Israel:
Exo 28:10 seis de sus nombres en una piedra y los seis restantes en la otra,
por orden de nacimiento.
Exo 28:11 Como se tallan las piedras y se graban los sellos, así harás
grabar esas dos piedras con los nombres de los hijos de Israel; las harás
engarzar en engastes de oro.
Exo 28:12 Después pondrás las dos piedras sobre las hombreras del efod, como
piedras que me hagan recordar a los hijos de Israel, y así llevará Aarón sus
nombres sobre sus dos hombros para recuerdo delante de Yahveh.
Exo 28:13 Harás engarces de oro;
Exo 28:14 y también dos cadenillas de oro puro; las harás trenzadas a manera
de cordones, y fijarás las cadenillas trenzadas en los engarces.
Exo 28:15 Bordarás también el pectoral del juicio; lo harás al estilo de la
labor del efod. Lo harás de oro, púrpura violeta y escarlata, de carmesí y
lino fino torzal.
Exo 28:16 Será cuadrado y doble, de un palmo de largo y otro de ancho.
Exo 28:17 Lo llenarás de pedrería, poniendo cuatro filas de piedras: en la
primera fila, un sardio, un topacio y una esmeralda;
Exo 28:18 en la segunda fila, un rubí, un zafiro y un diamante;
Exo 28:19 en la tercera fila, un ópalo, una ágata y una amatista;
Exo 28:20 en la cuarta fila, un crisólito, un ónice y un jaspe; todas
estarán engastadas en oro.
Exo 28:21 Las piedras corresponderán a los nombres de los hijos de Israel:
doce, como los nombres de ellos. Estarán grabadas como los sellos, cada una
con su nombre, conforme a las doce tribus.
Exo 28:22 Para el pectoral harás cadenillas de oro puro, trenzadas a manera
de cordones;
Exo 28:23 y harás también para el pectoral dos anillas de oro que fijarás en
sus dos extremos.
Exo 28:24 Pasarás los dos cordones de oro por las dos anillas, en los
extremos del pectoral;
Exo 28:25 unirás los dos extremos de los dos cordones a los dos engarces, y
los fijarás en la parte delantera de las hombreras del efod.
Exo 28:26 Harás otras dos anillas de oro que pondrás en los dos extremos del
pectoral, en el borde interior que mira hacia el efod.
Exo 28:27 Harás otras dos anillas de oro y las fijarás en la parte inferior
de las dos hombreras del efod, por delante, cerca de su unión encima de la
cinta del efod.
Exo 28:28 Sujetarán el pectoral por sus anillas a las anillas del efod, con
un cordón de púrpura violeta, para que el pectoral quede sobre la cinta del
efod y no se desprenda del efod.
Exo 28:29 Así llevará Aarón sobre su corazón los nombres de los hijos de
Israel, en el pectoral del juicio, siempre que entre en el Santuario, para
recuerdo perpetuo delante de Yahveh.
Exo 28:30 En el pectoral del juicio pondrás el Urim y el Tummim, que estarán
sobre el corazón de Aarón cuando se presente ante Yahveh. Así llevará Aarón
constantemente sobre su corazón, delante de Yahveh, el oráculo de los hijos
de Israel.
Exo 28:31 Tejerás el manto del efod todo él de púrpura violeta.
Exo 28:32 Habrá en su centro una abertura para la cabeza; esta abertura
llevará en derredor una orla, tejida como el cuello de una cota, para que no
se rompa.
Exo 28:33 En todo su ruedo inferior harás granadas de púrpura violeta y
escarlata, de carmesí y lino fino torzal; y entre ellas, también alrededor,
pondrás campanillas de oro:
Exo 28:34 una campanilla de oro y una granada; otra campanilla de oro y otra
granada; así por todo el ruedo inferior del manto.
Exo 28:35 Aarón lo llevará en su ministerio y se oirá el tintineo cuando
entre en el Santuario, ante Yahveh, y cuando salga; así no morirá.
Exo 28:36 Harás, además, una lámina de oro puro y en ella grabarás como se
graban los sellos: «"Consagrado a Yahveh.»
Exo 28:37 La sujetarás con un cordón de púrpura violeta, de modo que esté
fija sobre la tiara; estará en la parte delantera de la tiara.
Exo 28:38 Quedará sobre la frente de Aarón; pues Aarón cargará con las
faltas cometidas por los israelitas en las cosas sagradas; es decir, al
ofrecer toda clase de santas ofrendas. La tendrá siempre sobre su frente,
para que hallen favor delante de Yahveh.
Exo 28:39 Tejerás la túnica con lino fino; harás también la tiara de lino
fino, y la faja con brocado.
Exo 28:40 Para los hijos de Aarón harás túnicas. Les harás también fajas y
mitras que les den majestad y esplendor.
Exo 28:41 Vestirás así a tu hermano Aarón y a sus hijos; los ungirás, los
investirás y los consagrarás para que ejerzan mi sacerdocio.
Exo 28:42 Hazles también calzones de lino, para cubrir su desnudez desde la
cintura hasta los muslos.
Exo 28:43 Aarón y sus hijos los llevarán al entrar en la Tienda del
Encuentro, o al acercarse al altar para oficiar en el Santuario, para que no
incurran en culpa y mueran. Decreto perpetuo será éste para él y su
posteridad.
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Capítulo 29
29:1
Y ESTO es lo
que les harás para consagrarlos, para que sean mis sacerdotes: Toma un becerro
de la vacada, y dos carneros sin tacha;
29:2
Y panes sin
levadura, y tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura
untadas con aceite; las cuales cosas harás de flor de harina de trigo:
29:3
Y las pondrás
en un canastillo, y en el canastillo las ofrecerás, con el becerro y los dos
carneros.
29:4
Y harás
llegar á Aarón y á sus hijos á la puerta del tabernáculo del testimonio, y los lavarás
con agua.
29:5
Y tomarás las
vestiduras, y vestirás á Aarón la túnica y el manto del ephod, y el ephod, y el
racional, y le ceñirás con el cinto del ephod;
29:6
Y pondrás la
mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra pondrás la diadema santa.
29:7
Y tomarás el
aceite de la unción, y derramarás sobre su cabeza, y le ungirás.
29:8
Y harás
llegar sus hijos, y les vestirás las túnicas.
29:9
Y les ceñirás
el cinto, á Aarón y á sus hijos, y les atarás los chapeos (tiaras), y tendrán
el sacerdocio por fuero perpetuo: y henchirás las manos de Aarón y de sus
hijos.
29:10
Y harás
llegar el becerro delante del tabernáculo del testimonio, y Aarón y sus hijos
pondrán sus manos sobre la cabeza del becerro.
29:11
Y matarás el
becerro delante de el Altísimo á la puerta del tabernáculo del testimonio.
29:12
Y tomarás de
la sangre del becerro, y pondrás sobre los cuernos del altar con tu dedo, y
derramarás toda la demás sangre al pie del altar.
29:13
Tomarás
también todo el sebo que cubre los intestinos, y el redaño de sobre el hígado,
y los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, y los quemarás sobre el
altar.
29:14
Empero
consumirás á fuego fuera del campo la carne del becerro, y su pellejo, y su
estiércol: es expiación.
29:15
Asimismo tomarás
el un carnero, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del
carnero.
29:16
Y matarás el
carnero, y tomarás su sangre, y rociarás sobre el altar alrededor.
29:17
Y cortarás el
carnero en pedazos, y lavarás sus intestinos y sus piernas, y las pondrás sobre
sus trozos y sobre su cabeza.
29:18
Y quemarás
todo el carnero sobre el altar: es holocausto á el Altísimo, olor grato, es
ofrenda quemada á el Altísimo.
29:19
Tomarás luego
el otro carnero, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del
carnero:
29:20
Y matarás el
carnero, y tomarás de su sangre, y pondrás sobre la ternilla de la oreja
derecha de Aarón, y sobre la ternilla de las orejas de sus hijos, y sobre el
dedo pulgar de las manos derechas de ellos, y sobre el dedo pulgar de los pies
derechos de ellos, y esparcirás la sangre sobre el altar alrededor.
29:21
Y tomarás de
la sangre que hay sobre el altar, y del aceite de la unción, y esparcirás sobre
Aarón, y sobre sus vestiduras, y sobre sus hijos, y sobre las vestimentas de
éstos; y él será santificado, y sus vestiduras, y sus hijos, y las vestimentas
de sus hijos con él.
29:22
Luego tomarás
del carnero el sebo, y la cola, y el sebo que cubre los intestinos, y el redaño
del hígado, y los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, y la espaldilla
derecha; porque es carnero de consagraciones:
29:23
También una
torta de pan, y una hojaldre amasada con aceite, y una lasaña del canastillo de
los ázimos presentado á el Altísimo;
29:24
Y lo has de
poner todo en las manos de Aarón, y en las manos de sus hijos; y lo mecerás
agitándolo delante de el Altísimo.
29:25
Después lo
tomarás de sus manos, y lo harás arder sobre el altar en holocausto, por olor
agradable delante de el Altísimo. Es ofrenda encendida á el Altísimo.
29:26
Y tomarás el
pecho del carnero de las consagraciones, que fue inmolado para la de Aarón, y
lo mecerás por ofrenda agitada delante de el Altísimo; y será porción tuya.
29:27
Y apartarás
el pecho de la ofrenda mecida, y la espaldilla de la santificación, lo que fue
mecido y lo que fue santificado del carnero de las consagraciones de Aarón y de
sus hijos:
29:28
Y será para
Aarón y para sus hijos por estatuto perpetuo de los hijos de Israel, porque es porción
elevada; y será tomada de los hijos de Israel de sus sacrificios pacíficos,
porción de ellos elevada en ofrenda á el Altísimo.
29:29
Y las
vestimentas santas, que son de Aarón, serán de sus hijos después de él, para
ser ungidos con ellas, y para ser con ellas consagrados.
29:30
Por siete
días las vestirá el sacerdote de sus hijos, que en su lugar viniere al
tabernáculo del testimonio á servir en el santuario.
29:31
Y tomarás el
carnero de las consagraciones, y cocerás su carne en el lugar del santuario.
29:32
Y Aarón y sus
hijos comerán la carne del carnero, y el pan que está en el canastillo, á la
puerta del tabernáculo del testimonio.
29:33
Y comerán
aquellas cosas con las cuales se hizo expiación, para henchir sus manos para
ser santificados: mas el extranjero no comerá, porque es cosa santa.
29:34
Y si sobrare
algo de la carne de las consagraciones y del pan hasta la mañana, quemarás al
fuego lo que hubiere sobrado: no se comerá, porque es cosa santa.
29:35
Así pues
harás á Aarón y á sus hijos, conforme á todas las cosas que yo te he mandado:
por siete días los consagrarás.
29:36
Y
sacrificarás el becerro de la expiación en cada día para las expiaciones; y
purificarás el altar en habiendo hecho expiación por él, y lo ungirás para
santificarlo.
29:37
Por siete
días expiarás el altar, y lo santificarás, y será un altar santísimo:
cualquiera cosa que tocare al altar, será santificada.
29:38
Y esto es lo
que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día, sin intermisión.
29:39
Ofrecerás el
un cordero á la mañana, y el otro cordero ofrecerás á la caída de la tarde:
29:40
Además una
décima parte de un epha de flor de harina amasada con la cuarta parte de un hin
de aceite molido: y la libación será la cuarta parte de un hin de vino con cada
cordero.
29:41
Y ofrecerás
el otro cordero á la caída de la tarde, haciendo conforme á la ofrenda de la
mañana, y conforme á su libación, en olor de suavidad; será ofrenda encendida á
el Altísimo.
29:42
Esto será
holocausto continuo por vuestras generaciones á la puerta del tabernáculo del
testimonio delante de el Altísimo, en el cual me concertaré con vosotros, para
hablaros allí.
29:43
Y allí
testificaré de mí á los hijos de Israel, y el lugar será santificado con mi
gloria.
29:44
Y santificaré
el tabernáculo del testimonio y el altar: santificaré asimismo á Aarón y á sus
hijos, para que sean mis sacerdotes.
29:45
Y habitaré
entre los hijos de Israel, y seré su Dios.
29:46
Y conocerán
que yo soy el Altísimo su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto, para
habitar en medio de ellos: Yo el Altísimo su Dios.
Exo 29:1 Para consagrarlos a mi sacerdocio
has de proceder con ellos de esta manera. Toma un novillo y dos carneros sin
defecto,
Exo 29:2 panes ázimos y tortas sin levadura: unas, amasadas con aceite, y
otras, untadas en aceite. Las harás con flor de harina de trigo.
Exo 29:3 Las pondrás en un canastillo y las presentarás en él junto con el
novillo y los dos carneros.
Exo 29:4 Mandarás que Aarón y sus hijos se acerquen a la entrada de la
Tienda del Encuentro, donde los bañarás con agua.
Exo 29:5 Tomarás las vestiduras y vestirás a Aarón con la túnica, el manto
del efod, el efod y el pectoral, que ceñirás con la cinta del efod.
Exo 29:6 Pondrás la tiara sobre su cabeza, y sobre la tiara colocarás la
diadema sagrada.
Exo 29:7 Entonces tomarás el óleo de la unción, lo derramarás sobre su
cabeza y así le ungirás.
Exo 29:8 Harás igualmente que se acerquen sus hijos y los vestirás con
túnicas;
Exo 29:9 ceñirás a Aarón y a sus hijos las fajas y les pondrás las mitras. A
ellos les corresponderá el sacerdocio por decreto perpetuo. Así investirás a
Aarón y a sus hijos.
Exo 29:10 Presentarás el novillo ante la Tienda del Encuentro, y Aarón y sus
hijos impondrán las manos sobre la cabeza del novillo.
Exo 29:11 Luego inmolarás el novillo delante de Yahveh, a la entrada de la
Tienda del Encuentro.
Exo 29:12 Tomando sangre del novillo, untarás con tu dedo los cuernos del
altar, y derramarás toda la sangre al pie del altar.
Exo 29:13 Saca todo el sebo que cubre las entrañas, el que queda junto al
hígado, y los dos riñones con el sebo que los envuelve, para quemarlo en el
altar.
Exo 29:14 Pero quemarás fuera del campamento la carne del novillo, con su
piel y sus excrementos. Es sacrificio por el pecado.
Exo 29:15 Después tomarás uno de los carneros y Aarón y sus hijos impondrán
las manos sobre la cabeza del carnero.
Exo 29:16 Una vez inmolado el carnero, tomarás su sangre y la derramarás en
torno al altar.
Exo 29:17 Luego despedazarás el carnero, lavarás sus entrañas y sus patas;
las pondrás sobre sus porciones y sobre su cabeza,
Exo 29:18 y quemarás todo el carnero en el altar. Es holocausto para Yahveh,
calmante aroma de manjares abrasados en honor de Yahveh.
Exo 29:19 Tomarás también el segundo carnero, y Aarón y sus hijos impondrán
las manos sobre la cabeza del carnero.
Exo 29:20 Una vez inmolado, tomarás su sangre y untarás con ella el lóbulo
de la oreja derecha de Aarón y el lóbulo de la oreja derecha de sus hijos;
el pulgar de su mano derecha y el pulgar de su pie derecho, y derramarás la
sangre alrededor del altar.
Exo 29:21 Tomarás luego sangre de la que está sobre el altar, y óleo de la
unción, para rociar a Aarón y sus vestiduras, a sus hijos y las vestiduras
de sus hijos juntamente con él. Así quedará consagrado él y sus vestiduras y
con él sus hijos y las vestiduras de sus hijos.
Exo 29:22 Toma después el sebo de este carnero: la cola, el sebo que cubre
las entrañas, el que queda junto al hígado, los dos riñones con el sebo que
lo envuelve y la pierna derecha, porque se trata del carnero de la
investidura.
Exo 29:23 Toma del canastillo de los ázimos que está delante de Yahveh un
pan redondo, una torta de pan de aceite y otra, untada de aceite.
Exo 29:24 Lo pondrás todo sobre las palmas de las manos de Aarón y de sus
hijos; y lo mecerás como ofrenda mecida delante de Yahveh.
Exo 29:25 Después lo tomarás de sus manos y lo quemarás en el altar junto al
holocausto como calmante aroma ante Yahveh. Es un manjar abrasado en honor
de Yahveh.
Exo 29:26 Tomarás también el pecho del carnero inmolado por la investidura
de Aarón, y lo mecerás como ofrenda mecida delante de Yahveh; esa será tu
porción.
Exo 29:27 Así santificarás el pecho de la ofrenda mecida y la pierna de la
ofrenda reservada, es decir, lo que ha sido mecido y reservado del carnero
de la investidura de Aarón y de sus hijos;
Exo 29:28 según decreto perpetuo, pertenecerán a Aarón y a sus hijos, como
porción recibida de los israelitas, porque es ofrenda reservada; será
reservada de lo que ofrecen los israelitas, en sus sacrificios de comunión
como ofrenda reservada a Yahveh.
Exo 29:29 Las vestiduras sagradas de Aarón serán, después de él, para sus
hijos, de modo que, vestidos con ellas, sean ungidos e investidos.
Exo 29:30 Por siete días las vestirá aquel de sus hijos que le suceda como
sacerdote y entre en la Tienda del Encuentro para oficiar en el Santuario.
Exo 29:31 Tomarás después el carnero de la investidura y cocerás su carne en
lugar sagrado;
Exo 29:32 Aarón y sus hijos comerán a la entrada de la Tienda del Encuentro
la carne del carnero y el pan del canastillo.
Exo 29:33 Comerán aquello que ha servido para su expiación al investirlos y
consagrarlos; pero que ningún laico coma de ello, porque es cosa sagrada.
Exo 29:34 Si a la mañana siguiente sobra algo de la carne o del pan de la
investidura, quemarás este resto; no ha de comerse, porque es cosa sagrada.
Exo 29:35 Harás, pues, con Aarón y con sus hijos de esta manera, según todo
lo que te he mandado. Siete días invertirás en la investidura.
Exo 29:36 Cada día ofrecerás un novillo en expiación como sacrificio por el
pecado; y purificarás, mediante tu expiación, el altar, que ungirás para
consagrarlo.
Exo 29:37 Siete días harás la expiación por el altar, y lo santificarás; el
altar será cosa sacratísima; todo cuanto toque al altar quedará consagrado.
Exo 29:38 He aquí lo que has de ofrecer sobre el altar: dos corderos
primales cada día, perpetuamente.
Exo 29:39 Ofrecerás un cordero por la mañana y el otro entre dos luces;
Exo 29:40 y con el primer cordero, una décima de medida de flor de harina,
amasada con un cuarto de sextario de aceite de oliva molida, y como libación
un cuarto de sextario de vino.
Exo 29:41 Ofrecerás el otro cordero entre dos luces; lo ofrecerás con la
misma oblación que a la mañana y con la misma libación, como calmante aroma
del manjar abrasado en honor de Yahveh,
Exo 29:42 en holocausto perpetuo, de generación en generación, ante Yahveh,
a la entrada de la Tienda del Encuentro, donde me encontraré contigo, para
hablarte allí.
Exo 29:43 Me encontraré con los israelitas en ese lugar que será consagrado
por mi gloria.
Exo 29:44 Consagraré la Tienda del Encuentro y el altar, y consagraré
también a Aarón y a sus hijos para que ejerzan mi sacerdocio.
Exo 29:45 Moraré en medio de los israelitas, y seré para ellos Dios.
Exo 29:46 Y reconocerán que yo soy Yahveh, su Dios, que los saqué del país
de Egipto para morar entre ellos. Yo, Yahveh, su Dios.
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Capítulo 30
30:1
HARÁS
asimismo un altar de sahumerio de perfume: de madera de Sittim lo harás.
30:2
Su longitud
será de un codo, y su anchura de un codo: será cuadrado: y su altura de dos
codos: y sus cuernos serán de lo mismo.
30:3
Y cubrirlo
has de oro puro, su techado, y sus paredes en derredor, y sus cuernos: y le
harás en derredor una corona de oro.
30:4
Lv harás
también dos anillos de oro debajo de su corona á sus dos esquinas en ambos
lados suyos, para meter los varales con que será llevado.
30:5
Y harás los
varales de madera de Sittim, y los cubrirás de oro.
30:6
Y lo pondrás
delante del velo que está junto al arca del testimonio, delante de la cubierta
que está sobre el testimonio, donde yo te testificaré de mí.
30:7
Y quemará
sobre él Aarón sahumerio de aroma cada mañana cuando aderezare las lámparas lo
quemará.
30:8
Y cuando
Aarón encenderá las lámparas al anochecer, quemará el sahumerio: rito perpetuo
delante de el Altísimo por vuestras edades.
30:9
No ofreceréis
sobre él sahumerio extraño, ni holocausto, ni presente; ni tampoco derramaréis
sobre él libación.
30:10
Y sobre sus
cuernos hará Aarón expiación una vez en el año con la sangre de la expiación
para las reconciliaciones: una vez en el año hará expiación sobre él en
vuestras edades: será muy santo á el Altísimo.
30:11
Y habló el
Altísimo á Moisés, diciendo:
30:12
Cuando
tomares el número de los hijos de Israel conforme á la cuenta de ellos, cada
uno dará á el Altísimo el rescate de su persona, cuando los contares, y no
habrá en ellos mortandad por haberlos contado.
30:13
Esto dará
cualquiera que pasare por la cuenta, medio siclo conforme al siclo del
santuario. El siclo es de veinte óbolos: la mitad de un siclo será la ofrenda á
el Altísimo.
30:14
Cualquiera
que pasare por la cuenta, de veinte años arriba, dará la ofrenda á el Altísimo.
30:15
Ni el rico
aumentará, ni el pobre disminuirá de medio siclo, cuando dieren la ofrenda á el
Altísimo para hacer expiación por vuestras personas.
30:16
Y tomarás de
los hijos de Israel el dinero de las expiaciones, y lo darás para la obra del
tabernáculo del testimonio: y será por memoria á los hijos de Israel delante de
el Altísimo, para expiar vuestras personas.
30:17
Habló más el
Altísimo á Moisés, diciendo:
30:18
Harás también
una fuente de metal, con su basa de metal, para lavar; y la has de poner entre el
tabernáculo del testimonio y el altar; y pondrás en ella agua.
30:19
Y de ella se
lavarán Aarón y sus hijos sus manos y sus pies:
30:20
Cuando
entraren en el tabernáculo del testimonio, se han de lavar con agua, y no
morirán: y cuando se llegaren al altar para ministrar, para encender á el
Altísimo la ofrenda que se ha de consumir al fuego,
30:21
También se
lavarán las manos y los pies, y no morirán. Y lo tendrán por estatuto perpetuo
él y su simiente por sus generaciones.
30:22
Habló más el
Altísimo á Moisés, diciendo:
30:23
Y tú has de
tomar de las principales drogas; de mirra excelente quinientos siclos, y de
canela aromática la mitad, esto es, doscientos y cincuenta, y de cálamo
aromático doscientos y cincuenta,
30:24
Y de casia
quinientos, al peso del santuario, y de aceite de olivas un hin:
30:25
Y harás de
ello el aceite de la santa unción, superior ungüento, obra de perfumador, el
cual será el aceite de la unción sagrada.
30:26
Con él
ungirás el tabernáculo del testimonio, y el arca del testimonio,
30:27
Y la mesa, y
todos sus vasos, y el candelero, y todos sus vasos, y el altar del perfume,
30:28
Y el altar
del holocausto, todos sus vasos, y la fuente y su basa.
30:29
Así los
consagrarás, y serán cosas santísimas: todo lo que tocare en ellos, será
santificado.
30:30
Ungirás
también á Aarón y á sus hijos, y los consagrarás para que sean mis sacerdotes.
30:31
Y hablarás á
los hijos de Israel, diciendo: Este será mi aceite de la santa unción por
vuestras edades.
30:32
Sobre carne de
hombre no será untado, ni haréis otro semejante, conforme á su composición:
santo es; por santo habéis de tenerlo vosotros.
30:33
Cualquiera
que compusiere ungüento semejante, y que pusiere de él sobre extraño, será
cortado de sus pueblos.
30:34
Dijo aún el
Altísimo á Moisés: Tómate aromas, estacte y uña olorosa y gálbano aromático é
incienso limpio; de todo en igual peso:
30:35
Y harás de
ello una confección aromática de obra de perfumador, bien mezclada, pura y
santa:
30:36
Y molerás
alguna de ella pulverizándola, y la pondrás delante del testimonio en el
tabernáculo del testimonio, donde yo te testificaré de mí. Os será cosa
santísima.
30:37
Como la
confección que harás, no os haréis otra según su composición: te será cosa
sagrada para el Altísimo.
30:38
Cualquiera
que hiciere otra como ella para olerla, será cortado de sus pueblos.
Exo 30:1 Harás también un altar para quemar
el incienso. De madera de acacia lo harás.
Exo 30:2 Será cuadrado: de un codo de largo y otro de ancho; su altura será
de dos codos. Sus cuernos formarán un solo cuerpo con él.
Exo 30:3 Lo revestirás de oro puro, tanto su parte superior como sus
costados, así como sus cuernos. Pondrás en su derredor una moldura de oro,
Exo 30:4 y debajo de la moldura, a los costados, harás dos anillas. Las
harás a ambos lados, para meter por ellas los varales con que transportarlo.
Exo 30:5 Harás los varales de madera de acacia y los revestirás de oro.
Exo 30:6 Colocarás el altar delante del velo que está junto al arca del
Testimonio y ante el propiciatorio que cubre el Testimonio, donde yo me
encontraré contigo.
Exo 30:7 Aarón quemará en él incienso aromático; lo quemará todas la
mañanas, al preparar las lámparas,
Exo 30:8 y lo quemará también cuando al atardecer alimente las lámparas.
Será incienso continuo ante Yahveh, de generación en generación.
Exo 30:9 No ofrezcáis sobre él incienso profano, ni holocausto ni oblación,
ni derraméis sobre él libación alguna.
Exo 30:10 Aarón una vez al año hará expiación sobre los cuernos de este
altar. Con la sangre del sacrificio por el pecado, es decir, el de la
expiación, una vez cada año hará expiación por él en vuestras sucesivas
generaciones. Cosa sacratísima es el altar en honor de Yahveh.
Exo 30:11 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
Exo 30:12 Cuando cuentes el número de los israelitas para hacer su censo,
cada uno pagará a Yahveh el rescate por su vida al ser empadronado, para que
no haya plaga entre ellos con motivo del empadronamiento.
Exo 30:13 Esto es lo que ha de dar cada uno de los comprendidos en el censo:
medio siclo, en siclos del Santuario. Este siclo es de veinte óbolos. El
tributo reservado a Yahveh es medio siclo.
Exo 30:14 Todos los comprendidos en el censo, de veinte años en adelante,
pagarán el tributo reservado a Yahveh.
Exo 30:15 El rico no dará más, ni el pobre menos del medio siclo, al pagar
el tributo a Yahveh como rescate de vuestras vidas.
Exo 30:16 Tomarás el dinero del rescate de parte de los israelitas, y lo
darás para el servicio de la Tienda del Encuentro; y será para los
israelitas como recordatorio ante Yahveh por el rescate de sus vidas.
Exo 30:17 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
Exo 30:18 Haz una pila de bronce, con su base de bronce, para las
abluciones. Colócala entre la Tienda del Encuentro y el altar, y echa agua
en ella,
Exo 30:19 para que Aarón y sus hijos se laven las manos y los pies con su
agua.
Exo 30:20 Antes de entrar en la Tienda del Encuentro se han de lavar con
agua para que no mueran; también antes de acercarse al altar para el
ministerio de quemar los manjares que se abrasan en honor de Yahveh.
Exo 30:21 Se lavarán las manos y los pies, y no morirán. Este será decreto
perpetuo para ellos, para Aarón y su posteridad, de generación en
generación.
Exo 30:22 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
Exo 30:23 Toma tú aromas escogidos: de mirra pura, quinientos siclos; de
cinamomo, la mitad, o sea, 250; de caña aromática, 250;
Exo 30:24 de casia, quinientos, en siclos del Santuario, y un sextario de
aceite de oliva.
Exo 30:25 Prepararás con ello el óleo para la unción sagrada, perfume
aromático como lo prepara el perfumista. Este será el óleo para la unción
sagrada.
Exo 30:26 Con él ungirás la Tienda del Encuentro y el arca del Testimonio,
Exo 30:27 la mesa con todos sus utensilios, el candelabro con todos sus
utensilios, el altar del incienso,
Exo 30:28 el altar del holocausto con todos sus utensilios y la pila con su
base.
Exo 30:29 Así los consagrarás y serán cosa sacratísima. Todo cuanto los
toque quedará santificado.
Exo 30:30 Ungirás también a Aarón y a sus hijos y los consagrarás para que
ejerzan mi sacerdocio.
Exo 30:31 Hablarás a los israelitas, diciendo: Este será para vosotros el
óleo de la unción sagrada de generación en generación.
Exo 30:32 No debe derramarse sobre el cuerpo de ningún hombre; no haréis
ningún otro de composición parecida a la suya. Santo es y lo tendréis por
cosa sagrada.
Exo 30:33 Cualquiera que prepare otro semejante, o derrame de él sobre un
laico, será exterminado de su pueblo.
Exo 30:34 Dijo Yahveh a Moisés: Procúrate en cantidades iguales aromas:
estacte, uña marina y gálbano, especias aromáticas e incienso puro.
Exo 30:35 Prepara con ello, según el arte del perfumista, un incienso
perfumado, sazonado con sal, puro y santo;
Exo 30:36 pulverizarás una parte que pondrás delante del Testimonio, en la
Tienda del Encuentro, donde yo me encontraré contigo. Será para vosotros
cosa sacratísima.
Exo 30:37 Y en cuanto a la composición de este incienso que vas a hacer, no
la imitéis para vuestro uso. Lo tendrás por consagrado a Yahveh.
Exo 30:38 Cualquiera que prepare otro semejante para aspirar su fragancia,
será exterminado de en medio de su pueblo.
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Capítulo 31
31:1
Y HABLÓ el
Altísimo á Moisés, diciendo:
31:2
Mira, yo he
llamado por su nombre á Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de
Judá;
31:3
Y lo he
henchido de espíritu de Dios, en sabiduría, y en inteligencia, y en ciencia, y
en todo artificio,
31:4
Para inventar
diseños, para trabajar en oro, y en plata, y en metal,
31:5
Y en artificio
de piedras para engastar las, y en artificio de madera; para obrar en toda
suerte de labor.
31:6
Y he aquí que
yo he puesto con él á Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan: y he
puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo
que te he mandado:
31:7
El
tabernáculo del testimonio, y el arca del testimonio, y la cubierta que está
sobre ella, y todos los vasos del tabernáculo;
31:8
Y la mesa y
sus vasos, y el candelero limpio y todos sus vasos, y el altar del perfume;
31:9
Y el altar
del holocausto y todos sus vasos, y la fuente y su basa;
31:10
Y los
vestidos del servicio, y las santas vestiduras para Aarón el sacerdote, y las
vestiduras de sus hijos, para que ejerzan el sacerdocio;
31:11
Y el aceite
de la unción, y el perfume aromático para el santuario: harán conforme á todo
lo que te he mandado.
31:12
Habló además
el Altísimo á Moisés, diciendo:
31:13
Y tú hablarás
á los hijos de Israel, diciendo: Con todo eso vosotros guardaréis mis sábados:
porque es señal entre mí y vosotros por vuestras edades, para que sepáis que yo
soy el Altísimo que os santifico.
31:14
Así que
guardaréis el sábado, porque santo es á vosotros: el que lo profanare, de
cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella alma
será cortada de en medio de sus pueblos.
31:15
Seis días se
hará obra, mas el día séptimo es sábado de reposo consagrado á el Altísimo;
cualquiera que hiciere obra el día del sábado, morirá ciertamente.
31:16
Guardarán,
pues, el sábado los hijos de Israel: celebrándolo por sus edades por pacto
perpetuo:
31:17
Señal es para
siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo el Altísimo
los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó, y reposó.
midrash siete, el número escogido -
31:18
Y dió á
Moisés, como acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del
testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios.
Exo 31:1 Habló Yahveh a Moisés diciendo:
Exo 31:2 Mira que he designado a Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la
tribu de Judá;
Exo 31:3 y le he llenado del espíritu de Dios concediéndole habilidad,
pericia y experiencia en toda clase de trabajos;
Exo 31:4 para concebir y realizar proyectos en oro, plata y bronce;
Exo 31:5 para labrar piedras de engaste, tallar la madera y ejecutar
cualquier otra labor.
Exo 31:6 Mira que yo le he dado por colaborador a Oholiab, hijo de Ajisamak,
de la tribu de Dan; y además, en el corazón de todos los hombres hábiles he
infundido habilidad para que hagan todo lo que te he mandado:
Exo 31:7 la Tienda del Encuentro, el arca del Testimonio, el propiciatorio
que la cubre y todos los utensilios de la Tienda;
Exo 31:8 la mesa con sus utensilios, el candelabro con todos sus utensilios,
el altar del incienso,
Exo 31:9 el altar del holocausto con todos sus utensilios, la pila con su
base;
Exo 31:10 las vestiduras de ceremonia, las vestiduras sagradas del sacerdote
Aarón, y las vestiduras de sus hijos para las funciones sacerdotales:
Exo 31:11 el óleo de la unción y el incienso aromático para el Santuario.
Ellos lo harán conforme a todo lo que te he ordenado.
Exo 31:12 Habló Yahveh a Moisés diciendo:
Exo 31:13 Habla tú a los israelitas y diles: No dejéis de guardar mis
sábados; porque el sábado es una señal entre yo y vosotros, de generación en
generación, para que sepáis que yo, Yahveh, soy el que os santifico.
Exo 31:14 Guardad el sábado, porque es sagrado para vosotros. El que lo
profane morirá. Todo el que haga algún trabajo en él será exterminado de en
medio de su pueblo.
Exo 31:15 Seis días se trabajará; pero el día séptimo será día de descanso
completo, consagrado a Yahveh. Todo aquel que trabaje en sábado, morirá.
Exo 31:16 Los israelitas guardarán el sábado celebrándolo de generación en
generación como alianza perpetua.
Exo 31:17 Será entre yo y los israelitas una señal perpetua; pues en seis
días hizo Yahveh los cielos y la tierra, y el día séptimo descansó y tomó
respiro.
Exo 31:18 Después de hablar con Moisés en el monte Sinaí, le dio las dos
tablas del Testimonio, tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios.
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Capítulo 32
32:1
MAS viendo el
pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, allegóse entonces á Aarón, y
dijéronle: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque á
este Moisés, aquel varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le
haya acontecido.
32:2
Y Aarón les
dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres,
y de vuestros hijos, y de vuestras hijas, y traédmelos.
32:3
Entonces todo
el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y trajéronlos á
Aarón:
32:4
El cual los
tomó de las manos de ellos, y formólo con buril, é hizo de ello un becerro de
fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la
tierra de Egipto.
32:5
Y viendo esto
Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana
será fiesta á el Altísimo.
32:6
Y el día
siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron pacíficos: y
sentóse el pueblo á comer y á beber, y levantáronse á regocijarse.
32:7
Entonces el
Altísimo dijo á Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de tierra
de Egipto se ha corrompido:
32:8
Presto se han
apartado del camino que yo les mandé, y se han hecho un becerro de fundición, y
lo han adorado, y han sacrificado á él, y han dicho: Israel, estos son tus
dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.
32:9
Dijo más el
Altísimo á Moisés: Yo he visto á este pueblo, que por cierto es pueblo de dura
cerviz:
32:10
Ahora pues, déjame
que se encienda mi furor en ellos, y los consuma: y á ti yo te pondré sobre
gran gente.
32:11
Entonces
Moisés oró á la faz de el Altísimo su Dios, y dijo: Oh el Altísimo, ¿por qué se
encenderá tu furor en tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran
fortaleza, y con mano fuerte?
32:12
¿Por qué han
de hablar los Egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los
montes, y para raerlos de sobre la haz de la tierra? Vuélvete del furor de tu
ira, y arrepiéntete del mal de tu pueblo.
32:13
Acuérdate de
Abraham, de Isaac, y de Israel tus siervos, á los cuales has jurado por ti
mismo, y dícholes: Yo multiplicaré vuestra simiente como las estrellas del
cielo; y daré á vuestra simiente toda esta tierra que he dicho, y la tomarán
por heredad para siempre.
32:14
Entonces el
Altísimo se arrepintió del mal que dijo que había de hacer á su pueblo.
32:15
Y volvióse
Moisés, y descendió del monte trayendo en su mano las dos tablas del
testimonio, las tablas escritas por ambos lados; de una parte y de otra estaban
escritas.
32:16
Y las tablas
eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las
tablas.
32:17
Y oyendo
Josué el clamor del pueblo que gritaba, dijo á Moisés: Alarido de pelea hay en
el campo.
32:18
Y él respondió:
No es eco de algazara de fuertes, ni eco de alaridos de flacos: algazara de
cantar oigo yo.
32:19
Y aconteció,
que como llegó él al campo, y vió el becerro y las danzas, enardeciósele la ira
á Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y quebrólas al pie del monte.
32:20
Y tomó el
becerro que habían hecho, y quemólo en el fuego, y moliólo hasta reducirlo á
polvo, que esparció sobre las aguas, y diólo á beber á los hijos de Israel.
32:21
Y dijo Moisés
á Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo, que has traído sobre él tan gran pecado?
32:22
Y respondió
Aarón: No se enoje mi señor; tú conoces el pueblo, que es inclinado á mal.
32:23
Porque me
dijeron: Haznos dioses que vayan delante de nosotros, que á este Moisés, el varón
que nos sacó de tierra de Egipto, no sabemos qué le ha acontecido.
32:24
Y yo les
respondí: ¿Quién tiene oro? Apartadlo. Y diéronmelo, y echélo en el fuego, y
salió este becerro.
32:25
Y viendo
Moisés que el pueblo estaba despojado, porque Aarón lo había despojado para
vergüenza entre sus enemigos,
32:26
Púsose Moisés
á la puerta del real, y dijo: ¿Quién es de el Altísimo? júntese conmigo. Y
juntáronse con él todos los hijos de Leví.
32:27
Y él les
dijo: Así ha dicho el Altísimo, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada
sobre su muslo: pasad y volved de puerta á puerta por el campo, y matad cada
uno á su hermano, y á su amigo, y á su pariente.
32:28
Y los hijos
de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés: y cayeron del pueblo en aquel
día como tres mil hombres.
32:29
Entonces
Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado á el Altísimo, porque cada uno se ha
consagrado en su hijo, y en su hermano, para que dé él hoy bendición sobre
vosotros.
32:30
Y aconteció
que el día siguiente dijo Moisés al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran
pecado: mas yo subiré ahora á el Altísimo; quizá le aplacaré acerca de vuestro
pecado.
32:31
Entonces
volvió Moisés á el Altísimo, y dijo: Ruégote, pues este pueblo ha cometido un
gran pecado, porque se hicieron dioses de oro,
32:32
Que perdones
ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito.
32:33
Y el Altísimo
respondió á Moisés: Al que pecare contra mí, á éste raeré yo de mi libro.
32:34
Ve pues
ahora, lleva á este pueblo donde te he dicho: he aquí mi ángel irá delante de
ti; que en el día de mi visitación yo visitaré en ellos su pecado.
32:35
Y el Altísimo
hirió al pueblo, porque habían hecho el becerro que formó Aarón.
Exo 32:1 Cuando el pueblo vio que Moisés
tardaba en bajar del monte, se reunió el pueblo en torno a Aarón y le
dijeron: «Anda, haznos un dios que vaya delante de nosotros, ya que no
sabemos qué ha sido de Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de
Egipto.»
Exo 32:2 Aarón les respondió: «Quitad los pendientes de oro de las orejas de
vuestras mujeres, de vuestros hijos y vuestras hijas, y traédmelos.»
Exo 32:3 Y todo el pueblo se quitó los pendientes de oro que llevaba en las
orejas, y los entregó a Aarón.
Exo 32:4 Los tomó él de sus manos, hizo un molde y fundió un becerro.
Entonces ellos exclamaron: «Este es tu Dios, Israel, el que te ha sacado de
la tierra de Egipto.»
Exo 32:5 Viendo esto Aarón, erigió un altar ante el becerro y anunció:
«Mañana habrá fiesta en honor de Yahveh.»
Exo 32:6 Al día siguiente se levantaron de madrugada y ofrecieron
holocaustos y presentaron sacrificios de comunión. Luego se sentó el pueblo
a comer y beber, y después se levantaron para solazarse.
Exo 32:7 Entonces habló Yahveh a Moisés, y dijo: «¡Anda, baja! Porque tu
pueblo, el que sacaste de la tierra de Egipto, ha pecado.
Exo 32:8 Bien pronto se han apartado el camino que yo les había prescrito.
Se han hecho un becerro fundido y se han postrado ante él; le han ofrecido
sacrificios y han dicho: "Este es tu Dios, Israel, el que te ha sacado de la
tierra de Egipto."»
Exo 32:9 Y dijo Yahveh a Moisés: «Ya veo que este pueblo es un pueblo de
dura cerviz.
Exo 32:10 Déjame ahora que se encienda mi ira contra ellos y los devore; de
ti, en cambio, haré un gran pueblo.»
Exo 32:11 Pero Moisés trató de aplacar a Yahveh su Dios, diciendo: "¿Por
qué, oh Yahveh, ha de encenderse tu ira contra tu pueblo, el que tú sacaste
de la tierra de Egipto con gran poder y mano fuerte?
Exo 32:12 ¿Van a poder decir los egipcios: Por malicia los ha sacado, para
matarlos en las montañas y exterminarlos de la faz de la tierra? Abandona el
ardor de tu cólera y renuncia a lanzar el mal contra tu pueblo.
Exo 32:13 Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel, siervos tuyos, a los
cuales juraste por ti mismo: Multiplicaré vuestra descendencia como las
estrellas del cielo; toda esta tierra que os tengo prometida, la daré a
vuestros descendientes, y ellos la poseerán como herencia para siempre.»
Exo 32:14 Y Yahveh renunció a lanzar el mal con que había amenazado a su
pueblo.
Exo 32:15 Volvióse Moisés y bajó del monte, con las dos tablas del
Testimonio en su mano, tablas escritas por ambos lados; por una y otra cara
estaban escritas.
Exo 32:16 Las tablas eran obra de Dios, y la escritura, grabada sobre las
mismas, era escritura de Dios.
Exo 32:17 Cuando Josué oyó la voz del pueblo que gritaba, dijo a Moisés:
«Gritos de guerra en el campamento.»
Exo 32:18 Respondió Moisés: «No son gritos de victoria, ni alarido de
derrota. Cantos a coro es lo que oigo.»
Exo 32:19 Cuando Moisés llegó cerca del campamento y vio el becerro y las
danzas, ardió en ira, arrojó de su mano las tablas y las hizo añicos al pie
del monte.
Exo 32:20 Luego tomó el becerro que habían hecho, lo quemó y lo molió hasta
reducirlo a polvo, que esparció en el agua, y se lo dio a beber a los
israelitas.
Exo 32:21 Y dijo Moisés a Aarón: «¿Qué te hizo este pueblo para que hayas
traído sobre él tan gran pecado?»
Exo 32:22 Aarón respondió: «No se encienda la ira de mi señor. Tú mismo
sabes que este pueblo es inclinado al mal.
Exo 32:23 Me dijeron: "Haznos un dios que vaya delante de nosotros, ya que
no sabemos qué le ha sucedido a Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra
de Egipto."
Exo 32:24 Yo les contesté: "El que tenga oro despréndase." Ellos se lo
quitaron y me lo dieron; yo lo eché al fuego y salió este becerro.»
Exo 32:25 Vio Moisés al pueblo desenfrenado - pues Aarón les había permitido
entregarse a la idolatría en medio de sus adversarios -
Exo 32:26 y se puso Moisés a la puerta del campamento, y exclamó: «¡A mí los
de Yahveh!» y se le unieron todos los hijos de Leví.
Exo 32:27 El les dijo: «Así dice Yahveh, el Dios de Israel: Cíñase cada uno
su espada al costado; pasad y repasad por el campamento de puerta en puerta,
y matad cada uno a su hermano, a su amigo y a su pariente.»
Exo 32:28 Cumplieron los hijos de Leví la orden de Moisés; y cayeron aquel
día unos 3000. hombres del pueblo.
Exo 32:29 Y dijo Moisés: «Hoy habéis recibido la investidura como sacerdotes
de Yahveh, cada uno a costa de vuestros hijos y vuestros hermanos, para que
él os dé hoy la bendición.»
Exo 32:30 Al día siguiente dijo Moisés al pueblo: «Habéis cometido un gran
pecado. Yo voy a subir ahora donde Yahveh; acaso pueda obtener la expiación
de vuestro pecado.»
Exo 32:31 Volvió Moisés donde Yahveh y dijo: «¡Ay! Este pueblo ha cometido
un gran pecado al hacerse un dios de oro.
Exo 32:32 Con todo, si te dignas perdonar su pecado..., y si no, bórrame del
libro que has escrito.»
Exo 32:33 Yahveh respondió a Moisés: Al que peque contra mí, le borraré yo
de mi libro.
Exo 32:34 Ahora ve y conduce al pueblo adonde te he dicho. He aquí que mi
ángel irá delante de ti, mas en el día de mi visita los castigaré yo por su
pecado.»
Exo 32:35 Y Yahveh castigó al pueblo a causa del becerro fabricado por
Aarón.
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Capítulo 33
33:1
Y el Altísimo
dijo á Moisés: Ve, sube de aquí, tú y el pueblo que sacaste de la tierra de
Egipto, á la tierra de la cual juré á Abraham, Isaac, y Jacob, diciendo: A tu
simiente la daré:
33:2
Y yo enviaré
delante de ti el ángel, y echaré fuera al Cananeo y al Amorrheo, y al Hetheo, y
al Pherezeo, y al Heveo y al Jebuseo:
33:3
(A la tierra
que fluye leche y miel); porque yo no subiré en medio de ti, porque eres pueblo
de dura cerviz, no sea que te consuma en el camino.
33:4
Y oyendo el
pueblo esta sensible palabra, vistieron luto, y ninguno se puso sus atavíos:
33:5
Pues el
Altísimo dijo á Moisés: Di á los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura
cerviz: en un momento subiré en medio de ti, y te consumiré: quítate pues ahora
tus atavíos, que yo sabré lo que te tengo de hacer.
33:6
Entonces los
hijos de Israel se despojaron de sus atavíos desde el monte Horeb.
33:7
Y Moisés tomó
el tabernáculo, y extendiólo fuera del campo, lejos del campo, y llamólo el
Tabernáculo del Testimonio. Y fué, que cualquiera que requería á el Altísimo,
salía al tabernáculo del testimonio, que estaba fuera del campo.
33:8
Y sucedía
que, cuando salía Moisés al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba, y estaba
cada cual en pie á la puerta de su tienda, y miraban en pos de Moisés, hasta que
él entraba en el tabernáculo.
33:9
Y cuando
Moisés entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía, y poníase á la
puerta del tabernáculo, y el Altísimo hablaba con Moisés.
33:10
Y viendo todo
el pueblo la columna de nube, que estaba á la puerta del tabernáculo,
levantábase todo el pueblo, cada uno á la puerta de su tienda y adoraba.
33:11
Y hablaba el
Altísimo á Moisés cara á cara, como habla cualquiera á su compañero. Y volvíase
al campo; mas el joven Josué, su criado, hijo de Nun, nunca se apartaba de en
medio del tabernáculo.
33:12
Y dijo Moisés
á el Altísimo: Mira, tú me dices á mí: Saca este pueblo: y tú no me has
declarado á quién has de enviar conmigo: sin embargo, tú dices: Yo te he
conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos.
33:13
Ahora, pues,
si he hallado gracia en tus ojos, ruégote que me muestres ahora tu camino, para
que te conozca, porque halle gracia en tus ojos: y mira que tu pueblo es aquesta
gente.
33:14
Y él dijo: Mi
rostro irá contigo, y te haré descansar.
33:15
Y él
respondió: Si tu rostro no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.
33:16
¿Y en qué se
conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en andar
tú con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que
están sobre la faz de la tierra?
33:17
Y el Altísimo
dijo á Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia
en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.
33:18
El entonces
dijo: Ruégote que me muestres tu gloria.
33:19
Y
respondióle: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el
nombre de el Altísimo delante de ti; y tendré misericordia del que tendré
misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.
33:20
Dijo más: No
podrás ver mi rostro: porque no me verá hombre, y vivirá.
33:21
Y dijo aún el
Altísimo: He aquí lugar junto á mí, y tú estarás sobre la peña:
33:22
Y será que,
cuando pasare mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré
con mi mano hasta que haya pasado:
33:23
Después
apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro.
Exo 33:1 Dijo Yahveh a Moisés: «Anda, sube de
aquí, tú y el pueblo que sacaste de Egipto, a la tierra que yo prometí con
juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: "A tu posteridad se la
daré."
Exo 33:2 Enviaré delante de ti un ángel y expulsaré al cananeo, al amorreo,
al hitita, al perizita, al jivita y al jebuseo.
Exo 33:3 Sube a una tierra que mana leche y miel; que yo no subiré contigo,
pues eres un pueblo de dura cerviz; no sea que te destruya en el camino.»
Exo 33:4 Al oír el pueblo estas duras palabras, hizo duelo y nadie se vistió
sus galas.
Exo 33:5 Dijo entonces Yahveh a Moisés: «Di a los israelitas: Vosotros sois
un pueblo de dura cerviz. Si yo saliera contigo, aunque fuera un solo
momento, te destruiría. Ahora, pues, quítate tus galas, para que yo sepa qué
he de hacer contigo.»
Exo 33:6 Y los israelitas se despojaron de sus galas a partir del monte
Horeb.
Exo 33:7 Tomó Moisés la Tienda y la plantó para él a cierta distancia fuera
del campamento; la llamó Tienda del Encuentro. De modo que todo el que tenía
que consultar a Yahveh salía hacia la Tienda del Encuentro, que estaba fuera
del campamento.
Exo 33:8 Cuando salía Moisés hacia la Tienda, todo el pueblo se levantaba y
se quedaba de pie a la puerta de su tienda, siguiendo con la vista a Moisés
hasta que entraba en la Tienda.
Exo 33:9 Y una vez entrado Moisés en la tienda, bajaba la columna de nube y
se detenía a la puerta de la Tienda, mientras Yahveh hablaba con Moisés.
Exo 33:10 Todo el pueblo veía la columna de nube detenida a la puerta de la
Tienda y se levantaba el pueblo, y cada cual se postraba junto a la puerta
de su tienda.
Exo 33:11 Yahveh hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su
amigo. Luego volvía Moisés al campamento, pero su ayudante, el joven Josué,
hijo de Nun, no se apartaba del interior de la Tienda.
Exo 33:12 Dijo Moisés a Yahveh: «Mira, tú me dices: Haz subir a este pueblo;
pero no me has indicado a quién enviarás conmigo; a pesar de que me has
dicho: "Te conozco por tu nombre", y también: "Has hallado gracia a mis
ojos."
Exo 33:13 Ahora, pues, si realmente he hallado gracia a tus ojos, hazme
saber tu camino, para que yo te conozca y halle gracia a tus ojos, y mira
que esta gente es tu pueblo.»
Exo 33:14 Respondió él: «Yo mismo iré contigo y te daré descanso.»
Exo 33:15 Contestóle: «Si no vienes tú mismo, no nos hagas partir de aquí.
Exo 33:16 Pues ¿en qué podrá conocerse que he hallado gracia a tus ojos, yo
y tu pueblo, sino en eso, en que tú marches con nosotros? Así nos
distinguiremos, yo y tu pueblo, de todos los pueblos que hay sobre la
tierra.»
Exo 33:17 Respondió Yahveh a Moisés: «Haré también esto que me acabas de
pedir, pues has hallado gracia a mis ojos, y yo te conozco por tu nombre.»
Exo 33:18 Entonces dijo Moisés: «Déjame ver, por favor, tu gloria.»
Exo 33:19 El le contestó: «Yo haré pasar ante tu vista toda mi bondad y
pronunciaré delante de ti el nombre de Yahveh; pues hago gracia a quien hago
gracia y tengo misericordia con quien tengo misericordia.»
Exo 33:20 Y añadió: «Pero mi rostro no podrás verlo; porque no puede verme
el hombre y seguir viviendo.»
Exo 33:21 Luego dijo Yahveh: «Mira, hay un lugar junto a mí; tú te colocarás
sobre la peña.
Exo 33:22 Y al pasar mi gloria, te pondré en una hendidura de la peña y te
cubriré con mi mano hasta que yo haya pasado.
Exo 33:23 Luego apartaré mi mano, para que veas mis espaldas; pero mi rostro
no se puede ver.»
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Capítulo 34
34:1
Y el Altísimo
dijo á Moisés: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré
sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que
quebraste.
34:2
Apercíbete,
pues, para mañana, y sube por la mañana al monte de Sinaí, y estáme allí sobre
la cumbre del monte.
34:3
Y no suba
hombre contigo, ni parezca alguno en todo el monte; ni ovejas ni bueyes pazcan
delante del monte.
34:4
Y Moisés
alisó dos tablas de piedra como las primeras; y levantóse por la mañana, y
subió al monte de Sinaí, como le mandó el Altísimo, y llevó en su mano las dos
tablas de piedra.
34:5
Y el Altísimo
descendió en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre de el
Altísimo.
34:6
Y pasando el
Altísimo por delante de él, proclamó: el Altísimo, el Altísimo, fuerte, misericordioso,
y piadoso; tardo para la ira, y grande en benignidad y verdad;
34:7
Que guarda la
misericordia en millares, que perdona la iniquidad, la rebelión, y el pecado, y
que de ningún modo justificará al malvado; que visita la iniquidad de los padres
sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, sobre los terceros, y sobre los
cuartos.
34:8
Entonces
Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y encorvóse;
34:9
Y dijo: Si
ahora, Señor, he hallado gracia en tus ojos, vaya ahora el Señor en medio de
nosotros; porque este es pueblo de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y
nuestro pecado, y poséenos.
34:10
Y él dijo: He
aquí, yo hago concierto delante de todo tu pueblo: haré maravillas que no han
sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna; y verá todo el pueblo en
medio del cual estás tú, la obra de el Altísimo; porque ha de ser cosa terrible
la que yo haré contigo.
34:11
Guarda lo que
yo te mando hoy; he aquí que yo echo de delante de tu presencia al Amorrheo, y
al Cananeo, y al Hetheo, y al Pherezeo, y al Heveo, y al Jebuseo.
34:12
Guárdate que
no hagas alianza con los moradores de la tierra donde has de entrar, porque no
sean por tropezadero en medio de ti:
34:13
Mas derribaréis
sus altares, y quebraréis sus estatuas, y talaréis sus bosques:
34:14
Porque no te
has de inclinar á dios ajeno; que el Altísimo, cuyo nombre es Celoso, Dios
celoso es.
34:15
Por tanto no
harás alianza con los moradores de aquella tierra; porque fornicarán en pos de
sus dioses, y sacrificarán á sus dioses, y te llamarán, y comerás de sus
sacrificios;
34:16
O tomando de
sus hijas para tus hijos, y fornicando sus hijas en pos de sus dioses, harán
también fornicar á tus hijos en pos de los dioses de ellas.
34:17
No harás
dioses de fundición para ti.
34:18
La fiesta de
los ázimos guardarás: siete días comerás por leudar, según te he mandado, en el
tiempo del mes de Abib; porque en el mes de Abib saliste de Egipto.
34:19
Todo lo que
abre matriz, mío es; y de tu ganado todo primerizo de vaca ó de oveja que fuere
macho.
34:20
Empero
redimirás con cordero el primerizo del asno; y si no lo redimieres, le has de
cortar la cabeza. Redimirás todo primogénito de tus hijos, y no serán vistos
vacíos delante de mí.
34:21
Seis días
trabajarás, mas en el séptimo día cesarás: cesarás aun en la arada y en la
siega.
34:22
Y te harás la
fiesta de las semanas á los principios de la siega del trigo: y la fiesta de la
cosecha á la vuelta del año.
34:23
Tres veces en
el año será visto todo varón tuyo delante del Señoreador el Altísimo, Dios de
Israel.
34:24
Porque yo
arrojaré las gentes de tu presencia, y ensancharé tu término: y ninguno
codiciará tu tierra, cuando tú subieres para ser visto delante de el Altísimo
tu Dios tres veces en el año.
34:25
No ofrecerás
con leudo la sangre de mi sacrificio; ni quedará de la noche para la mañana el
sacrificio de la fiesta de la pascua.
34:26
La primicia de
los primeros frutos de tu tierra meterás en la casa de el Altísimo tu Dios. No
cocerás el cabrito en la leche de su madre.
34:27
Y el Altísimo
dijo á Moisés: Escribe tú estas palabras; porque conforme á estas palabras he
hecho la alianza contigo y con Israel.
34:28
Y él estuvo
allí con el Altísimo cuarenta días y cuarenta noches: no comió pan, ni bebió
agua; y escribió en tablas las palabras de la alianza, las diez palabras.
midr
40 días y noches -
34:29
Y aconteció,
que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su
mano, mientras descendía del monte, no sabía él que la tez de su rostro
resplandecía, después que hubo con El hablado.
34:30
Y miró Aarón
y todos los hijos de Israel á Moisés, y he aquí la tez de su rostro era
resplandeciente; y tuvieron miedo de llegarse á él.
34:31
Y llamólos
Moisés; y Aarón y todos los príncipes de la congregación volvieron á él, y
Moisés les habló.
34:32
Y después se
llegaron todos los hijos de Israel, á los cuales mandó todas las cosas que el
Altísimo le había dicho en el monte de Sinaí.
34:33
Y cuando hubo
acabado Moisés de hablar con ellos, puso un velo sobre su rostro.
34:34
Y cuando
venía Moisés delante de el Altísimo para hablar con él, quitábase el velo hasta
que salía; y saliendo, hablaba con los hijos de Israel lo que le era mandado;
34:35
Y veían los
hijos de Israel el rostro de Moisés, que la tez de su rostro era
resplandeciente; y volvía Moisés á poner el velo sobre su rostro, hasta que
entraba á hablar con El.
Exo 34:1 Dijo Yahveh a Moisés. «Labra dos
tablas de piedra como las primeras, sube donde mí, al monte y yo escribiré
en las tablas las palabras que había en las primeras tablas que rompiste.
Exo 34:2 Prepárate para subir mañana temprano al monte Sinaí; allí en la
cumbre del monte te presentarás a mí.
Exo 34:3 Que nadie suba contigo, ni aparezca nadie en todo el monte. Ni
oveja ni buey paste en el monte.»
Exo 34:4 Labró Moisés dos tablas de piedra como las primeras y, levantándose
de mañana, subió al monte Sinaí como le había mandado Yahveh, llevando en su
mano las dos tablas de piedra.
Exo 34:5 Descendió Yahveh en forma de nube y se puso allí junto a él. Moisés
invocó el nombre de Yahveh.
Exo 34:6 Yahveh pasó por delante de él y exclamó: «Yahveh, Yahveh, Dios
misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y fidelidad,
Exo 34:7 que mantiene su amor por millares, que perdona la iniquidad, la
rebeldía y el pecado, pero no los deja impunes; que castiga la iniquidad de
los padres en los hijos y en los hijos de los hijos hasta la tercera y
cuarta generación.»
Exo 34:8 Al instante, Moisés cayó en tierra de rodillas y se postró,
Exo 34:9 diciendo: «Si en verdad he hallado gracia a tus ojos, oh Señor,
dígnese mi Señor venir en medio de nosotros, aunque sea un pueblo de dura
cerviz; perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y recíbenos por herencia
tuya.»
Exo 34:10 Respondió él: «Mira, voy a hacer una alianza; realizaré maravillas
delante de todo tu pueblo, cono nunca se han hecho en toda la tierra ni en
nación alguna; y todo el pueblo que te rodea verá la obra de Yahveh; porque
he de hacer por medio de ti cosas que causen temor.
Exo 34:11 Observa bien lo que hoy te mando. He aquí que voy a expulsar
delante de ti al amorreo, al cananeo, al hitita, al perizita, al jivita y al
jebuseo.
Exo 34:12 Guárdate de hacer pacto con los habitantes del país en que vas a
entrar, para que no sean un lazo en medio de ti.
Exo 34:13 Al contrario, destruiréis sus altares, destrozaréis sus estelas y
romperéis sus cipos.
Exo 34:14 No te postrarás ante ningún otro dios, pues Yahveh se llama
Celoso, es un Dios celoso.
Exo 34:15 No hagas pacto con los moradores de aquella tierra, no sea que
cuando se prostituyan tras sus dioses y les ofrezcan sacrificios, te inviten
a ti y tú comas de sus sacrificios;
Exo 34:16 y no sea que tomes sus hijas para tus hijos, y que al prostituirse
sus hijas tras sus dioses, hagan también que tus hijos se prostituyan tras
los dioses de ellas.
Exo 34:17 No te harás dioses de fundición.
Exo 34:18 Guardarás la fiesta de los Ázimos; siete días comerás ázimos como
te he mandado, al tiempo señalado, esto es, en el mes de Abib, pues en el
mes de Abib saliste de Egipto.
Exo 34:19 Todo lo que abre el seno es mío, todo primer nacido, macho, sea de
vaca o de oveja, es mío.
Exo 34:20 El primer nacido de asno lo rescatarás con una oveja; y si no lo
rescatas, lo desnucarás. Rescatarás todos los primogénitos de tus hijos, y
nadie se presentará ante mí con las manos vacías.
Exo 34:21 Seis días trabajarás, mas en el séptimo descansarás; descansarás
en tiempo de siembra y siega.
Exo 34:22 Celebrarás la fiesta de las Semanas: la de las primicias de la
siega del trigo, y también la fiesta de la recolección al final del año.
Exo 34:23 Tres veces al año se presentarán todos tus varones ante Yahveh, el
Señor, el Dios de Israel.
Exo 34:24 Pues cuando yo expulse a los pueblos delante de ti y ensanche tus
fronteras, nadie codiciará tu tierra cuando tres veces al año subas a
presentarte ante Yahveh, tu Dios.
Exo 34:25 No inmolarás con pan fermentado la sangre de mi sacrificio, ni
quedará hasta el día siguiente la víctima de la fiesta de Pascua.
Exo 34:26 Llevarás a la casa de Yahveh, tu Dios, lo mejor de las primicias
de los frutos de tu suelo. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.»
Exo 34:27 Dijo Yahveh a Moisés: «Consigna por escrito estas palabras, pues a
tenor de ellas hago alianza contigo y con Israel.»
Exo 34:28 Moisés estuvo allí con Yahveh cuarenta días y cuarenta noches, sin
comer pan ni beber agua. Y escribió en las tablas las palabras de la
alianza, las diez palabras.
Exo 34:29 Luego, bajó Moisés del monte Sinaí y, cuando bajó del monte con
las dos tablas del Testimonio en su mano, no sabía que la piel de su rostro
se había vuelto radiante, por haber hablado con él.
Exo 34:30 Aarón y todos los israelitas miraron a Moisés, y al ver que la
piel de su rostro irradiaba, temían acercarse a él.
Exo 34:31 Moisés los llamó. Aarón y todos los jefes de la comunidad se
volvieron a él y Moisés habló con ellos.
Exo 34:32 Se acercaron a continuación todos los israelitas y él les conminó
cuanto Yahveh le había dicho en el monte Sinaí.
Exo 34:33 Cuando Moisés acabó de hablar con ellos, se puso un velo sobre el
rostro.
Exo 34:34 Siempre que Moisés se presentaba delante de Yahveh para hablar con
él, se quitaba el velo hasta que salía, y al salir decía a los israelitas lo
que Yahveh había ordenado.
Exo 34:35 Los israelitas veían entonces que el rostro de Moisés irradiaba, y
Moisés cubría de nuevo su rostro hasta que entraba a hablar con Yahveh.
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Capítulo 35
35:1
Y MOISÉS hizo
juntar toda la congregación de los hijos de Israel, y díjoles: Estas son las
cosas que el Altísimo ha mandado que hagáis.
35:2
Seis días se hará
obra, mas el día séptimo os será santo, sábado de reposo á el Altísimo:
cualquiera que en él hiciere obra, morirá.
35:3
No
encenderéis fuego en todas vuestras moradas en el día del sábado.
35:4
Y habló
Moisés á toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que
el Altísimo ha mandado, diciendo:
35:5
Tomad de
entre vosotros ofrenda para el Altísimo: todo liberal de corazón la traerá á el
Altísimo: oro, plata, metal;
35:6
Y cárdeno, y
púrpura, y carmesí, y lino fino, y pelo de cabras;
35:7
Y cueros
rojos de carneros, y cueros de tejones, y madera de Sittim;
35:8
Y aceite para
la luminaria, y especias aromáticas para el aceite de la unción, y para el
perfume aromático;
35:9
Y piedras de
onix, y demás pedrería, para el ephod, y para el racional.
35:10
Y todo sabio
de corazón de entre vosotros, vendrá y hará todas las cosas que el Altísimo ha
mandado:
35:11
El
tabernáculo, su tienda, y su cubierta, y sus anillos, y sus tablas, sus barras,
sus columnas, y sus basas;
35:12
El arca, y
sus varas, la cubierta, y el velo de la tienda;
35:13
La mesa, y
sus varas, y todos sus vasos, y el pan de la proposición.
35:14
El candelero
de la luminaria, y sus vasos, y sus candilejas, y el aceite para la luminaria;
35:15
Y el altar del
perfume, y sus varas, y el aceite de la unción, y el perfume aromático, y el
pabellón de la puerta, para la entrada del tabernáculo;
35:16
El altar del
holocausto, y su enrejado de metal, y sus varas, y todos sus vasos, y la fuente
con su basa;
35:17
Las cortinas
del atrio, sus columnas, y sus basas, y el pabellón de la puerta del atrio;
35:18
Las estacas
del tabernáculo, y las estacas del atrio, y sus cuerdas;
35:19
Las
vestiduras del servicio para ministrar en el santuario, las sagradas vestiduras
de Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos para servir en el
sacerdocio.
35:20
Y salió toda
la congregación de los hijos de Israel de delante de Moisés.
35:21
Y vino todo
varón á quien su corazón estimuló, y todo aquel á quien su espíritu le dió
voluntad, y trajeron ofrenda á el Altísimo para la obra del tabernáculo del
testimonio, y para toda su fábrica, y para las sagradas vestiduras.
35:22
Y vinieron
así hombres como mujeres, todo voluntario de corazón, y trajeron cadenas y
zarcillos, sortijas y brazaletes, y toda joya de oro; y cualquiera ofrecía
ofrenda de oro á el Altísimo.
35:23
Todo hombre
que se hallaba con jacinto, ó púrpura, ó carmesí, ó lino fino, ó pelo de
cabras, ó cueros rojos de carneros, ó cueros de tejones, lo traía.
35:24
Cualquiera
que ofrecía ofrenda de plata ó de metal, traía á el Altísimo la ofrenda: y todo
el que se hallaba con madera de Sittim, traíala para toda la obra del servicio.
35:25
Además todas
las mujeres sabias de corazón hilaban de sus manos, y traían lo que habían
hilado: cárdeno, ó púrpura, ó carmesí, ó lino fino.
35:26
Y todas las
mujeres cuyo corazón las levantó en sabiduría, hilaron pelos de cabras.
35:27
Y los
príncipes trajeron piedras de onix, y las piedras de los engastes para el ephod
y el racional;
35:28
Y la especia
aromática y aceite, para la luminaria, y para el aceite de la unción, y para el
perfume aromático.
35:29
De los hijos
de Israel, así hombres como mujeres, todos los que tuvieron corazón voluntario
para traer para toda la obra, que el Altísimo había mandado por medio de Moisés
que hiciesen, trajeron ofrenda voluntaria á el Altísimo.
35:30
Y dijo Moisés
á los hijos de Israel: Mirad, el Altísimo ha nombrado á Bezaleel hijo de Uri,
hijo de Hur, de la tribu de Judá;
35:31
Y lo ha
henchido de espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, y en ciencia, y en
todo artificio,
35:32
Para
proyectar inventos, para trabajar en oro, y en plata, y en metal,
35:33
Y en obra de
pedrería para engastar, y en obra de madera, para trabajar en toda invención
ingeniosa.
35:34
Y ha puesto
en su corazón el que pueda enseñar, así él como Aholiab hijo de Ahisamac, de la
tribu de Dan:
35:35
Y los ha
henchido de sabiduría de corazón, para que hagan toda obra de artificio, y de
invención, y de recamado en jacinto, y en púrpura, y en carmesí, y en lino
fino, y en telar; para que hagan toda labor, é inventen todo diseño.
Exo 35:1 Moisés reunió a toda la comunidad de
los israelitas y les dijo: «Esto es lo que Yahveh ha mandado hacer.
Exo 35:2 Durante seis días se trabajará, pero el día séptimo será sagrado
para vosotros, día de descanso completo en honor de Yahveh. Cualquiera que
trabaje en ese día, morirá.
Exo 35:3 En ninguna de vuestras moradas encenderéis fuego en día de sábado.»
Exo 35:4 Moisés habló así a toda la comunidad de los israelitas: «Esta es la
orden de Yahveh:
Exo 35:5 Reservad de vuestros bienes una ofrenda para Yahveh. Que reserven
ofrenda para Yahveh todos aquellos a quienes su corazón mueva: oro, plata y
bronce,
Exo 35:6 púrpura violeta y escarlata, carmesí, lino fino, pelo de cabra,
Exo 35:7 pieles de carnero teñidas de rojo, cueros finos y maderas de
acacia,
Exo 35:8 aceite para el alumbrado, aromas para el óleo de la unción y para
el incienso aromático,
Exo 35:9 piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y el pectoral.
Exo 35:10 Que vengan los artífices hábiles de entre vosotros a realizar
cuanto Yahveh ha ordenado:
Exo 35:11 la Morada, su Tienda y su toldo, sus broches, sus tableros, sus
travesaños, sus postes y sus basas;
Exo 35:12 el Arca y sus varales, el propiciatorio y el velo que lo cubre;
Exo 35:13 la mesa con sus varales y todos sus utensilios, el pan de la
Presencia,
Exo 35:14 el candelabro para el alumbrado con sus utensilios, y sus
lámparas, y el aceite del alumbrado;
Exo 35:15 el altar del incienso con sus varales; el óleo de la unción, el
incienso aromático, la cortina del vano de la entrada a la Morada,
Exo 35:16 el altar de los holocaustos con su rejilla de bronce, sus varales
y todos su utensilios; la pila con su base;
Exo 35:17 los cortinajes del atrio con sus postes y sus basas; el tapiz de
la entrada del atrio;
Exo 35:18 la clavazón de la Morada y la clavazón del atrio y sus cuerdas;
Exo 35:19 los ornamentos de ceremonia para oficiar en el Santuario; las
vestiduras sagradas para el sacerdote Aarón y las vestiduras de sus hijos
para sus funciones sacerdotales.»
Exo 35:20 Entonces, toda la comunidad de los israelitas se retiró de la
presencia de Moisés;
Exo 35:21 todos aquellos a quienes impulsaba su corazón y movía su espíritu
vinieron a traer la ofrenda reservada a Yahveh, para los trabajos de la
Tienda del Encuentro, para todo su servicio y para las vestiduras sagradas.
Exo 35:22 Venían hombres y mujeres: todos los que eran movidos por su
corazón traían zarcillos, pendientes, anillos de oro, el oro que cada uno
presentaba como ofrenda mecida para Yahveh.
Exo 35:23 Cuantos poseían púrpura violeta y escarlata, y carmesí, lino fino,
pelo de cabra, pieles de carnero teñidas de rojo y cueros finos, los traían
también.
Exo 35:24 Cuantos pudieron reservar una ofrenda de plata o de bronce, la
llevaron como ofrenda reservada a Yahveh. Lo mismo hicieron los que poseían
madera de acacia, que sirviera para los trabajos de la obra.
Exo 35:25 Todas las mujeres hábiles en el oficio hilaron con sus manos y
llevaron la púrpura violeta y escarlata, el carmesí y lino fino que habían
hilado.
Exo 35:26 Todas las mujeres hábiles en hilar, hilaron pelo de cabra, movidas
por su corazón.
Exo 35:27 Los jefes trajeron piedras de ónice y piedras de engaste para el
efod y el pectoral;
Exo 35:28 aromas y aceite para el alumbrado, para el óleo de la unción y
para el incienso aromático.
Exo 35:29 Todos los israelitas, hombres y mujeres, cuyo corazón les había
impulsado a llevar algo para cualquiera de los trabajos que Yahveh, por
medio de Moisés, les había encomendado, presentaron sus ofrendas voluntarias
a Yahveh.
Exo 35:30 Moisés dijo entonces a los israelitas: «Mirad, Yahveh ha designado
a Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá,
Exo 35:31 y le ha llenado del espíritu de Dios, confiriéndole habilidad,
pericia y experiencia en toda clase de trabajos,
Exo 35:32 para concebir y realizar proyectos en oro, plata y bronce,
Exo 35:33 para labrar piedras de engaste, tallar la madera y ejecutar
cualquier otra labor de artesanía;
Exo 35:34 a él y Oholiab, hijo de Ajisamak de la tribu de Dan, les ha puesto
en el corazón el don de enseñar.
Exo 35:35 Les ha llenado de habilidad para toda clase de labores en talla y
bordado, en recamado de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino,
y en labores de tejidos. Son capaces de ejecutar toda clase de trabajos y de
idear proyectos.»
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Capítulo 36
36:1
HIZO, pues,
Bezaleel y Aholiab, y todo hombre sabio de corazón, á quien el Altísimo dió
sabiduría é inteligencia para que supiesen hacer toda la obra del servicio del
santuario, todas las cosas que había mandado el Altísimo.
36:2
Y Moisés
llamó á Bezaleel y á Aholiab, y á todo varón sabio de corazón, en cuyo corazón había
dado el Altísimo sabiduría, y á todo hombre á quien su corazón le movió á
llegarse á la obra, para trabajar en ella;
36:3
Y tomaron de
delante de Moisés toda la ofrenda que los hijos de Israel habían traído para la
obra del servicio del santuario, á fin de hacerla. Y ellos le traían aún
ofrenda voluntaria cada mañana.
36:4
Vinieron, por
tanto, todos los maestros que hacían toda la obra del santuario, cada uno de la
obra que hacía.
36:5
Y hablaron á
Moisés, diciendo: El pueblo trae mucho más de lo que es menester para la
atención de hacer la obra que el Altísimo ha mandado que se haga.
36:6
Entonces
Moisés mandó pregonar por el campo, diciendo: Ningún hombre ni mujer haga más
obra para ofrecer para el santuario. Y así fue el pueblo impedido de ofrecer;
36:7
Pues tenia
material abundante para hacer toda la obra, y sobraba.
36:8
Y todos los
sabios de corazón entre los que hacían la obra, hicieron el tabernáculo de diez
cortinas, de lino torcido, y de jacinto, y de púrpura y carmesí; las cuales
hicieron de obra prima, con querubines.
36:9
La longitud
de la una cortina era de veintiocho codos, y la anchura de cuatro codos: todas
las cortinas tenían una misma medida.
36:10
Y juntó las
cinco cortinas la una con la otra: asimismo unió las otras cinco cortinas la
una con la otra.
36:11
E hizo las
lazadas de color de jacinto en la orilla de la una cortina, en el borde, á la
juntura; y así hizo en la orilla al borde de la segunda cortina, en la juntura.
36:12
Cincuenta
lazadas hizo en la una cortina, y otras cincuenta en la segunda cortina, en el
borde, en la juntura; las unas lazadas enfrente de las otras.
36:13
Hizo también
cincuenta corchetes de oro, con los cuales juntó las cortinas, la una con la
otra; é hízose un tabernáculo.
36:14
Hizo asimismo
cortinas de pelo de cabras para la tienda sobre el tabernáculo, é hízolas en
número de once.
36:15
La longitud
de la una cortina era de treinta codos, y la anchura de cuatro codos: las once
cortinas tenían una misma medida.
36:16
Y juntó las cinco
cortinas de por sí, y las seis cortinas aparte.
36:17
Hizo además
cincuenta lazadas en la orilla de la postrera cortina en la juntura, y otras
cincuenta lazadas en la orilla de la otra cortina en la juntura.
36:18
Hizo también
cincuenta corchetes de metal para juntar la tienda, de modo que fuese una.
36:19
E hizo una
cubierta para la tienda de cueros rojos de carneros, y una cubierta encima de
cueros de tejones.
36:20
Además hizo
las tablas para el tabernáculo de madera de Sittim, para estar derechas.
36:21
La longitud
de cada tabla de diez codos, y de codo y medio la anchura.
36:22
Cada tabla
tenía dos quicios enclavijados el uno delante del otro: así hizo todas las
tablas del tabernáculo.
36:23
Hizo, pues,
las tablas para el tabernáculo: veinte tablas al lado del austro, al mediodía.
36:24
Hizo también
las cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas: dos basas debajo de la
una tabla para sus dos quicios, y dos basas debajo de la otra tabla para sus
dos quicios.
36:25
Y para el
otro lado del tabernáculo, á la parte del aquilón, hizo veinte tablas,
36:26
Con sus
cuarenta basas de plata: dos basas debajo de la una tabla, y dos basas debajo
de la otra tabla.
36:27
Y para el
lado occidental del tabernáculo hizo seis tablas.
36:28
Para las
esquinas del tabernáculo en los dos lados hizo dos tablas,
36:29
Las cuales se
juntaban por abajo, y asimismo por arriba á un gozne: y así hizo á la una y á
la otra en las dos esquinas.
36:30
Eran, pues,
ocho tablas, y sus basas de plata dieciséis; dos basas debajo de cada tabla.
36:31
Hizo también
las barras de madera de Sittim; cinco para las tablas del un lado del
tabernáculo,
36:32
Y cinco
barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para las
tablas del lado del tabernáculo á la parte occidental.
36:33
E hizo que la
barra del medio pasase por medio de las tablas del un cabo al otro.
36:34
Y cubrió las
tablas de oro, é hizo de oro los anillos de ellas por donde pasasen las barras:
cubrió también de oro las barras.
36:35
Hizo asimismo
el velo de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, el cual hizo con
querubines de delicada obra.
36:36
Y para él
hizo cuatro columnas de madera de Sittim; y cubriólas de oro, los capiteles de
las cuales eran de oro; é hizo para ellas cuatro basas de plata de fundición.
36:37
Hizo también
el velo para la puerta del tabernáculo, de jacinto, y púrpura, y carmesí, y
lino torcido, obra de recamador;
36:38
Y sus cinco
columnas con sus capiteles: y cubrió las cabezas de ellas y sus molduras de
oro: pero sus cinco basas las hizo de metal.
Exo 36:1 Así, pues, Besalel, Oholiab y todos
los hombres hábiles en quienes Yahveh había infundido habilidad y pericia
para saber realizar todos los trabajos en servicio del Santuario, ejecutaron
todo conforme había mandado Yahveh.
Exo 36:2 Llamó Moisés a Besalel y a Oholiab y a todos los hombres hábiles en
cuyo corazón Yahveh había infundido habilidad, a todos los que su corazón
movía a ponerse al trabajo para realizarlo.
Exo 36:3 Recibieron de Moisés todas las ofrendas que los israelitas habían
reservado para la ejecución de la obra del Santuario. Entre tanto los
israelitas seguían entregando a Moisés cada mañana ofrendas voluntarias.
Exo 36:4 Por eso, todos los artífices dedicados a los trabajos del Santuario
dejaron cada cual su trabajo,
Exo 36:5 y fueron a hablar con Moisés, diciendo: «El pueblo entrega más de
lo que se precisa para la realización de las obras que Yahveh ha mandado
hacer.»
Exo 36:6 Entonces Moisés mandó correr la voz por el campamento: «Ni hombre
ni mujer reserve ya más ofrendas para el Santuario.» Suspendió el pueblo su
aportación,
Exo 36:7 pues había material suficiente para ejecutar todos los trabajos; y
aun sobraba.
Exo 36:8 Entonces los artífices más expertos de entre los que ejecutaban el
trabajo hicieron la Morada. La hizo con diez tapices de lino fino torzal, de
púrpura violeta y escarlata y de carmesí con querubines bordados.
Exo 36:9 La longitud de cada tapiz era de veintiocho codos y la anchura de
cuatro. Todos los tapices tenían las mismas medias.
Exo 36:10 Unió cinco tapices entre sí y lo mismo los otros cinco.
Exo 36:11 Puso lazos de púrpura violeta en el borde del tapiz con que
termina el primer conjunto; los puso también en el borde del tapiz con que
termina el segundo conjunto.
Exo 36:12 Puso cincuenta lazos en el primer tapiz y otros cincuenta en el
borde del último tapiz del segundo conjunto, correspondiéndose los lazos
unos a otros.
Exo 36:13 Hizo también cincuenta broches de oro, y con los broches enlazó
entre sí los tapices, de modo que la Morada vino a formar un espacio único.
Exo 36:14 Tejió también piezas de pelo de cabra para que, a modo de tienda,
cubrieran la Morada. Tejió once de estas piezas.
Exo 36:15 La longitud de cada pieza era de treinta codos y de cuatro la
anchura. Las once piezas tenían las mismas medidas.
Exo 36:16 Juntó cinco piezas en una parte y seis en la otra.
Exo 36:17 Hizo cincuenta lazos en el borde de la última pieza del primer
conjunto, y cincuenta lazos en el borde de la última pieza del segundo
conjunto.
Exo 36:18 Hizo cincuenta broches de bronce para unir la Tienda, formando un
espacio único.
Exo 36:19 Hizo además para la Tienda un toldo de pieles de carnero teñidas
de rojo, y encima otro toldo de cueros finos.
Exo 36:20 Para la Morada hizo los tableros de madera de acacia y los puso de
pie.
Exo 36:21 Cada tablero tenía diez codos de largo, y codo y medio de ancho.
Exo 36:22 Tenía además dos espigas paralelas. Hizo lo mismo todos los
tableros de la Morada.
Exo 36:23 Puso los tableros para la Morada: veinte para el flanco del
Négueb, hacia el sur;
Exo 36:24 hizo cuarenta basas de plata para colocarlas debajo de los veinte
tableros: dos basas debajo de un tablero para sus dos espigas y dos basas
debajo del otro tablero para sus dos espigas.
Exo 36:25 Para el segundo flanco de la Morada, la parte del norte, hizo
otros veinte tableros,
Exo 36:26 con sus cuarenta basas de plata; dos basas debajo de un tablero y
dos basas debajo del otro tablero.
Exo 36:27 Para la parte posterior de la Morada, hacia el occidente, hizo
seis tableros;
Exo 36:28 para los ángulos de la Morada en su parte posterior, dos más,
Exo 36:29 que estaban unidos desde abajo hasta arriba, hasta la primera
anilla. Así lo hizo con los dos tableros destinados a los dos ángulos.
Exo 36:30 Eran, pues, ocho tableros con sus basas de plata; dieciséis basas,
dos debajo de cada tablero.
Exo 36:31 Después hizo travesaños de madera de acacia: cinco travesaños para
los tableros de un flanco de la Morada;
Exo 36:32 y cinco travesaños para los tableros del otro flanco de la Morada;
y otros cinco para los tableros de la parte posterior de la Morada hacia el
occidente.
Exo 36:33 Hizo el travesaño central de tal suerte que pasase a media altura
de los tableros, de un extremo al otro.
Exo 36:34 Revistió de oro los tableros; de oro hizo también sus anillas para
pasar los travesaños, y los revistió igualmente de oro.
Exo 36:35 Hizo el velo de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino
fino torzal; bordó en él unos querubines.
Exo 36:36 Hizo para colgarlo cuatro postes de acacia, revestidos de oro y
provistos de ganchos de oro; fundió para ellos cuatro basas de plata.
Exo 36:37 Hizo para la entrada de la Tienda una cortina de púrpura violeta y
escarlata, de carmesí y lino fino torzal, labor de recamador,
Exo 36:38 con sus cinco postes y sus ganchos. Revistió de oro sus capiteles
y sus varillas y fundió en bronce sus cinco basas.
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Capítulo 37
37:1
HIZO también
Bezaleel el arca de madera de Sittim: su longitud era de dos codos y medio, y de
codo y medio su anchura, y su altura de otro codo y medio:
37:2
Y cubrióla de
oro puro por de dentro y por de fuera, é hízole una cornisa de oro en derredor.
37:3
Hízole además
de fundición cuatro anillos de oro á sus cuatro esquinas; en el un lado dos
anillos y en el otro lado dos anillos.
37:4
Hizo también
las varas de madera de Sittim, y cubriólas de oro.
37:5
Y metió las
varas por los anillos á los lados del arca, para llevar el arca.
37:6
Hizo asimismo
la cubierta de oro puro: su longitud de dos codos y medio, y su anchura de codo
y medio.
37:7
Hizo también
los dos querubines de oro, hízolos labrados á martillo, á los dos cabos de la
cubierta:
37:8
El un
querubín de esta parte al un cabo, y el otro querubín de la otra parte al otro
cabo de la cubierta: hizo los querubines á sus dos cabos.
37:9
Y los
querubines extendían sus alas por encima, cubriendo con sus alas la cubierta: y
sus rostros el uno enfrente del otro, hacia la cubierta los rostros de los
querubines.
37:10
Hizo también
la mesa de madera de Sittim; su longitud de dos codos, y su anchura de un codo,
y de codo y medio su altura;
37:11
Y cubrióla de
oro puro, é hízole una cornisa de oro en derredor.
37:12
Hízole
también una moldura alrededor, del ancho de una mano, á la cual moldura hizo la
cornisa de oro en circunferencia.
37:13
Hízole
asimismo de fundición cuatro anillos de oro, y púsolos á las cuatro esquinas
que correspondían á los cuatro pies de ella.
37:14
Delante de la
moldura estaban los anillos, por los cuales se metiesen las varas para llevar
la mesa.
37:15
E hizo las
varas de madera de Sittim para llevar la mesa, y cubriólas de oro.
37:16
También hizo
los vasos que habían de estar sobre la mesa, sus platos, y sus cucharas, y sus
cubiertos y sus tazones con que se había de libar, de oro fino.
37:17
Hizo asimismo
el candelero de oro puro, é hízolo labrado á martillo: su pie y su caña, sus
copas, sus manzanas y sus flores eran de lo mismo.
37:18
De sus lados
salían seis brazos; tres brazos del un lado del candelero, y otros tres brazos
del otro lado del candelero:
37:19
En el un
brazo, tres copas figura de almendras, una manzana y una flor; y en el otro
brazo tres copas figura de almendras, una manzana y una flor: y así en los seis
brazos que salían del candelero.
37:20
Y en el
candelero había cuatro copas figura de almendras, sus manzanas y sus flores:
37:21
Y una manzana
debajo de los dos brazos de lo mismo, y otra manzana debajo de los otros dos
brazos de lo mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos de lo mismo,
conforme á los seis brazos que salían de él.
37:22
Sus manzanas
y sus brazos eran de lo mismo; todo era una pieza labrada á martillo, de oro
puro.
37:23
Hizo asimismo
sus siete candilejas, y sus despabiladeras, y sus platillos, de oro puro;
37:24
De un talento
de oro puro lo hizo, con todos sus vasos.
37:25
Hizo también
el altar del perfume de madera de Sittim: un codo su longitud, y otro codo su
anchura, era cuadrado; y su altura de dos codos; y sus cuernos de la misma
pieza.
37:26
Y cubriólo de
oro puro, su mesa y sus paredes alrededor, y sus cuernos: é hízole una corona
de oro alrededor.
37:27
Hízole
también dos anillos de oro debajo de la corona en las dos esquinas á los dos lados,
para pasar por ellos las varas con que había de ser conducido.
37:28
E hizo las
varas de madera de Sittim, y cubriólas de oro.
37:29
Hizo asimismo
el aceite santo de la unción, y el fino perfume aromático, de obra de
perfumador.
Exo 37:1 Besalel hizo el arca de madera de
acacia, de dos codos y medio de largo, codo y medio de ancho, y codo y medio
de alto.
Exo 37:2 La revistió de oro puro, por dentro y por fuera, y además puso en
su derredor una moldura de oro.
Exo 37:3 Fundió cuatro anillas de oro para sus cuatro pies, dos anillas a un
costado y dos anillas al otro.
Exo 37:4 Hizo también varales de madera de acacia, que revistió de oro;
Exo 37:5 pasó los varales por las anillas de los costados del arca, para
transportarla.
Exo 37:6 Después hizo un propiciatorio de oro puro, de dos codos y medio de
largo, y de codo y medio de ancho.
Exo 37:7 Hizo igualmente dos querubines de oro macizo; los hizo en los dos
extremos del propiciatorio;
Exo 37:8 el primer querubín en un extremo y el segundo en el otro; hizo los
querubines formando un cuerpo con el propiciatorio en sus dos extremos.
Exo 37:9 Estaban los querubines con las alas extendidas por encima,
cubriendo con ellas el propiciatorio, uno frente al otro, con las caras
vueltas hacia el propiciatorio.
Exo 37:10 Hizo, además, la mesa de madera de acacia, de dos codos de largo,
un codo de ancho y codo y medio de alto.
Exo 37:11 La revistió de oro puro y le puso alrededor una moldura de oro.
Exo 37:12 Hizo además, en torno de ella, un reborde de una palma de ancho,
con una moldura de oro alrededor del mismo.
Exo 37:13 Le hizo cuatro anillas de oro y puso las anillas en los cuatro
ángulos, correspondientes a sus cuatro pies.
Exo 37:14 Junto al reborde se hallaban las anillas para pasar por ellas los
varales y transportar la mesa.
Exo 37:15 Hizo los varales de madera de acacia y los revistió de oro.
Exo 37:16 Asimismo hizo de oro puro los utensilios que habían de estar sobre
la mesa; sus fuentes, sus vasos, sus tazas y sus jarros con los que se
hacían las libaciones.
Exo 37:17 Hizo el candelabro de oro puro. Hizo el candelabro de oro macizo,
su pie y su tallo. Sus cálices - corolas y flores - formaban con él un
cuerpo.
Exo 37:18 De sus lados salían seis brazos: tres brazos de un lado, y tres
brazos de otro.
Exo 37:19 El primer brazo tenía tres cálices en forma de flor de almendro,
con corola y flor; y así los seis brazos que salían del candelabro.
Exo 37:20 En el mismo candelabro había cuatro cálices, en forma de flor de
almendro, con sus corolas y flores;
Exo 37:21 una corola debajo de los dos primeros brazos que formaban cuerpo
con él, una corola debajo de los siguientes, y una corola debajo de los dos
últimos brazos; así con los seis brazos que salían del mismo.
Exo 37:22 Las corolas y los brazos formaban un cuerpo con el candelabro;
todo ello formaba un cuerpo de oro puro macizo.
Exo 37:23 Hizo también de oro puro sus siete lámparas, sus despabiladeras y
sus ceniceros.
Exo 37:24 Empleó un talento de oro puro para el candelabro y todos sus
utensilios.
Exo 37:25 Hizo también de madera de acacia el altar del incienso, de un codo
de largo y uno de ancho, cuadrado, y de dos codos de alto. Sus cuernos
formaban un solo cuerpo con él.
Exo 37:26 Lo revistió de oro puro, por su parte superior, sus costados y
también sus cuernos. Puso en su derredor una moldura de oro.
Exo 37:27 Y debajo de la moldura, a los costados, hizo dos anillas a sus dos
lados, para meter por ellas los varales con que transportarlo.
Exo 37:28 Hizo los varales de madera de acacia y los revistió de oro.
Exo 37:29 Preparó también el óleo sagrado de la unción, y el incienso
aromático puro, como lo prepara el perfumista.
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Capítulo 38
38:1
IGUALMENTE
hizo el altar del holocausto de madera de Sittim: su longitud de cinco codos, y
su anchura de otros cinco codos, cuadrado, y de tres codos de altura.
38:2
E hízole sus
cuernos á sus cuatro esquinas, los cuales eran de la misma pieza, y cubriólo de
metal.
38:3
Hizo asimismo
todos los vasos del altar: calderas, y tenazas, y tazones, y garfios, y palas:
todos sus vasos hizo de metal.
38:4
E hizo para
el altar el enrejado de metal, de hechura de red, que puso en su cerco por
debajo hasta el medio del altar.
38:5
Hizo también
cuatro anillos de fundición á los cuatro cabos del enrejado de metal, para
meter las varas.
38:6
E hizo las
varas de madera de Sittim, y cubriólas de metal.
38:7
Y metió las
varas por los anillos á los lados del altar, para llevarlo con ellas: hueco lo
hizo, de tablas.
38:8
También hizo
la fuente de metal, con su basa de metal, de los espejos de las que velaban á
la puerta del tabernáculo del testimonio.
38:9
Hizo asimismo
el atrio; á la parte austral del mediodía las cortinas del atrio eran de cien
codos, de lino torcido:
38:10
Sus columnas
veinte, con sus veinte basas de metal: los capiteles de las columnas y sus
molduras, de plata.
38:11
Y á la parte
del aquilón cortinas de cien codos: sus columnas veinte, con sus veinte basas
de metal; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata.
38:12
A la parte
del occidente cortinas de cincuenta codos: sus columnas diez, y sus diez basas;
los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata.
38:13
Y á la parte
oriental, al levante, cortinas de cincuenta codos:
38:14
Al un lado
cortinas de quince codos, sus tres columnas, y sus tres basas;
38:15
Al otro lado,
de la una parte y de la otra de la puerta del atrio, cortinas de á quince
codos, sus tres columnas, y sus tres basas.
38:16
Todas las
cortinas del atrio alrededor eran de lino torcido.
38:17
Y las basas
de las columnas eran de metal; los capiteles de las columnas y sus molduras, de
plata; asimismo las cubiertas de las cabezas de ellas, de plata: y todas las
columnas del atrio tenían molduras de plata.
38:18
Y el pabellón
de la puerta del atrio fue de obra de recamado, de jacinto, y púrpura, y
carmesí, y lino torcido: la longitud de veinte codos, y la altura en el ancho
de cinco codos, conforme á las cortinas del atrio.
38:19
Y sus
columnas fueron cuatro con sus cuatro basas de metal: y sus capiteles de plata;
y las cubiertas de los capiteles de ellas y sus molduras, de plata.
38:20
Y todas las
estacas del tabernáculo y del atrio alrededor fueron de metal.
38:21
Estas son las
cuentas del tabernáculo, del tabernáculo del testimonio, lo que fué contado de
orden de Moisés por mano de Ithamar, hijo de Aarón sacerdote, para el
ministerio de los Levitas.
38:22
Y Bezaleel,
hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá, hizo todas las cosas que el
Altísimo mandó á Moisés.
38:23
Y con él
estaba Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan, artífice, y diseñador, y
recamador en jacinto, y púrpura, y carmesí, y lino fino.
38:24
Todo el oro
empleado en la obra, en toda la obra del santuario, el cual fué oro de ofrenda,
fué veintinueve talentos, y setecientos y treinta siclos, según el siclo del
santuario.
38:25
Y la plata de
los contados de la congregación fué cien talentos, y mil setecientos setenta y
cinco siclos, según el siclo del santuario:
38:26
Medio por
cabeza, medio siclo, según el siclo del santuario, á todos los que pasaron por
cuenta de edad de veinte años y arriba, que fueron seiscientos tres mil quinientos
cincuenta.
38:27
Hubo además
cien talentos de plata para hacer de fundición las basas del santuario y las
basas del velo: en cien basas cien talentos, á talento por basa.
38:28
Y de los mil
setecientos setenta y cinco siclos hizo los capiteles de las columnas, y cubrió
los capiteles de ellas, y las ciñó.
38:29
Y el metal de
la ofrenda fue setenta talentos, y dos mil cuatrocientos siclos;
38:30
Del cual hizo
las basas de la puerta del tabernáculo del testimonio, y el altar de metal, y
su enrejado de metal, y todos los vasos del altar.
38:31
Y las basas
del atrio alrededor, y las basas de la puerta del atrio, y todas las estacas
del tabernáculo, y todas las estacas del atrio alrededor.
Exo 38:1 Hizo el altar de los holocaustos de
madera de acacia, de cinco codos de largo y cinco de ancho, cuadrado, y de
tres codos de alto.
Exo 38:2 Hizo sobresalir de sus cuatro ángulos unos cuernos que formaban un
cuerpo con él, y lo revistió de bronce.
Exo 38:3 Hizo, además, todos los utensilios del altar: Los ceniceros, los
badiles, los acetres, los tenedores y los braseros. Fundió de bronce todos
sus utensilios.
Exo 38:4 Fabricó para el altar una rejilla de bronce en forma de red, bajo
la cornisa inferior, de modo que llegaba hasta la mitad del altar.
Exo 38:5 Fijó cuatro anillas para los cuatro extremos de la rejilla de
bronce, para meter los varales.
Exo 38:6 Hizo los varales de madera de acacia, y los revistió de bronce,
Exo 38:7 y pasó los varales por las anillas a los flancos del altar, para
transportarlo así. Hizo el altar hueco, de paneles.
Exo 38:8 Hizo la pila y la basa de bronce, con los espejos de las mujeres
que servían a la entrada de la Tienda del Encuentro.
Exo 38:9 Hizo también el atrio; por el lado del Négueb, hacia el sur, estaba
el cortinaje del atrio, de lino fino torzal, de cien codos.
Exo 38:10 Sus postes eran veinte, y veinte sus basas de bronce; los ganchos
de los postes y sus varillas eran de plata.
Exo 38:11 Por el lado septentrional había igualmente un cortinaje de cien
codos. Sus postes eran veinte, y veinte sus basas de bronce; los ganchos de
los postes y sus varillas eran de plata.
Exo 38:12 En el lado occidental había un cortinaje de cincuenta codos. Sus
postes eran diez, y diez sus basas; los ganchos de los postes y sus varillas
eran de plata.
Exo 38:13 En el lado Este, al oriente, colgaban también cincuenta codos de
cortinaje.
Exo 38:14 El cortinaje era de quince codos, con tres columnas y tres basas,
por un lado de la entrada;
Exo 38:15 y por el otro lado - a ambos lados de la entrada del atrio - había
un cortinaje de quince codos; sus postes eran tres, y tres sus basas.
Exo 38:16 Todos los cortinajes del recinto del atrio eran de lino fino
torzal.
Exo 38:17 Las basas de los postes eran de bronce, sus ganchos y sus varillas
de plata. También sus capiteles estaban revestidos de plata, y todos los
postes del atrio llevaban varillas de plata.
Exo 38:18 El tapiz de la puerta del atrio era labor de recamador y estaba
recamado de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal.
Tenía veinte codos de largo; su altura - en el ancho - era de cinco codos,
lo mismo que los cortinajes del atrio.
Exo 38:19 Sus cuatro postes y sus cuatro basas eran de bronce; sus ganchos
de plata, como también el revestimiento de sus capiteles y sus varillas.
Exo 38:20 Toda la clavazón de la Morada y del atrio que la rodeaba era de
bronce.
Exo 38:21 Este es el inventario de la Morada, de la Morada del testimonio,
realizado por orden de Moisés, y hecho por los levitas bajo la dirección de
Itamar, hijo del sacerdote Aarón.
Exo 38:22 Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá, hizo todo
cuanto Yahveh había mandado a Moisés,
Exo 38:23 juntamente con Oholiab, hijo de Ajisamak, de la tribu de Dan, que
era artífice, bordador y recamador en púrpura violeta y escarlata, en
carmesí y lino fino.
Exo 38:24 El total del oro empleado en el trabajo, en todo el trabajo del
Santuario, es decir, el oro de la ofrenda reservada, fue de veintinueve
talentos y 730. siclos, en siclos del Santuario;
Exo 38:25 la plata de los incluidos en el censo de la comunidad, cien
talentos y 1.775. siclos, en siclos del Santuario:
Exo 38:26 un becá por cabeza, o sea medio siclo, en siclos del Santuario,
para cada hombre comprendido en el censo de los 603.550. hombres, de veinte
años en adelante.
Exo 38:27 Los cien talentos de plata se emplearon en fundir las basas del
Santuario y las basas del velo; cien basas correspondientes a los cien
talentos, un talento por basa.
Exo 38:28 De los 1.775. siclos hizo ganchos para los postes, revistió sus
capiteles y los unió con varillas.
Exo 38:29 El bronce de la ofrenda reservada fue de setenta talentos y 2.400.
siclos.
Exo 38:30 Con él hizo las basas para la entrada de la Tienda del Encuentro,
el altar de bronce con su rejilla de bronce y todos los utensilios del
altar,
Exo 38:31 las basas del recinto del atrio y las basas de la entrada del
atrio, toda la clavazón de la Morada y toda la clavazón del atrio que la
rodeaba.
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Capítulo 39
39:1
Y DEL
jacinto, y púrpura, y carmesí, hicieron las vestimentas del ministerio para
ministrar en el santuario, y asimismo hicieron las vestiduras sagradas para
Aarón; como el Altísimo lo había mandado á Moisés.
39:2
Hizo también
el ephod de oro, de cárdeno y púrpura y carmesí, y lino torcido.
39:3
Y extendieron
las planchas de oro, y cortaron hilos para tejerlos entre el jacinto, y entre
la púrpura, y entre el carmesí, y entre el lino, con delicada obra.
39:4
Hiciéronle
las hombreras que se juntasen; y uníanse en sus dos lados.
39:5
Y el cinto
del ephod que estaba sobre él, era de lo mismo, conforme á su obra; de oro,
jacinto, y púrpura, y carmesí, y lino torcido; como el Altísimo lo había
mandado á Moisés.
39:6
Y labraron
las piedras oniquinas cercadas de engastes de oro, grabadas de grabadura de
sello con los nombres de los hijos de Israel:
39:7
Y púsolas
sobre las hombreras del ephod, por piedras de memoria á los hijos de Israel;
como el Altísimo lo había á Moisés mandado.
39:8
Hizo también
el racional de primorosa obra, como la obra del ephod, de oro, jacinto, y
púrpura, y carmesí, y lino torcido.
39:9
Era cuadrado:
doblado hicieron el racional: su longitud era de un palmo, y de un palmo su
anchura, doblado.
39:10
Y engastaron
en él cuatro órdenes de piedras. El primer orden era un sardio, un topacio, y
un carbunclo: este el primer orden.
39:11
El segundo
orden, una esmeralda, un zafiro, y un diamante.
39:12
El tercer
orden, un ligurio, un ágata, y un amatista.
39:13
Y el cuarto
orden, un berilo, un onix, y un jaspe: cercadas y encajadas en sus engastes de
oro.
39:14
Las cuales
piedras eran conforme á los nombres de los hijos de Israel, doce según los
nombres de ellos; como grabaduras de sello, cada una con su nombre según las
doce tribus.
39:15
Hicieron
también sobre el racional las cadenas pequeñas de hechura de trenza, de oro
puro.
39:16
Hicieron
asimismo los dos engastes y los dos anillos, de oro; los cuales dos anillos de
oro pusieron en los dos cabos del racional.
39:17
Y pusieron
las dos trenzas de oro en aquellos dos anillos á los cabos del racional.
39:18
Y fijaron los
dos cabos de las dos trenzas en los dos engastes, que pusieron sobre las
hombreras del ephod, en la parte delantera de él.
39:19
E hicieron
dos anillos de oro, que pusieron en los dos cabos del racional, en su orilla, á
la parte baja del ephod.
39:20
Hicieron
además dos anillos de oro, los cuales pusieron en las dos hombreras del ephod,
abajo en la parte delantera, delante de su juntura, sobre el cinto del ephod.
39:21
Y ataron el
racional de sus anillos á los anillos del ephod con un cordón de jacinto, para
que estuviese sobre el cinto del mismo ephod, y no se apartase el racional del
ephod; como el Altísimo lo había mandado á Moisés.
39:22
Hizo también
el manto del ephod de obra de tejedor, todo de jacinto.
39:23
Con su
abertura en medio de él, como el cuello de un coselete, con un borde en
derredor de la abertura, porque no se rompiese.
39:24
E hicieron en
las orillas del manto las granadas de jacinto, y púrpura, y carmesí, y lino
torcido.
39:25
Hicieron
también las campanillas de oro puro, las cuales campanillas pusieron entre las
granadas por las orillas del manto alrededor entre las granadas:
39:26
Una campanilla
y una granada, una campanilla y una granada alrededor, en las orillas del
manto, para ministrar; como el Altísimo lo mandó á Moisés.
39:27
Igualmente
hicieron las túnicas de lino fino de obra de tejedor, para Aarón y para sus
hijos;
39:28
Asimismo la
mitra de lino fino, y los adornos de los chapeos (tiaras) de lino fino, y los
pañetes de lino, de lino torcido;
39:29
También el
cinto de lino torcido, y de jacinto, y púrpura, y carmesí, de obra de
recamador; como el Altísimo lo mandó á Moisés.
39:30
Hicieron
asimismo la plancha de la diadema santa de oro puro, y escribieron en ella de
grabadura de sello, el rótulo, SANTIDAD A el Altísimo.
39:31
Y pusieron en
ella un cordón de jacinto, para colocarla en alto sobre la mitra; como el
Altísimo lo había mandado á Moisés.
39:32
Y fue acabada
toda la obra del tabernáculo, del tabernáculo del testimonio: é hicieron los
hijos de Israel como el Altísimo lo había mandado á Moisés: así lo hicieron.
39:33
Y trajeron el
tabernáculo á Moisés, el tabernáculo y todos sus vasos; sus corchetes, sus
tablas, sus barras, y sus columnas, y sus basas;
39:34
Y la cubierta
de pieles rojas de carneros, y la cubierta de pieles de tejones, y el velo del
pabellón;
39:35
El arca del
testimonio, y sus varas, y la cubierta;
39:36
La mesa,
todos sus vasos, y el pan de la proposición;
39:37
El candelero
limpio, sus candilejas, las lámparas que debían mantenerse en orden, y todos
sus vasos, y el aceite para la luminaria;
39:38
Y el altar de
oro, y el aceite de la unción, y el perfume aromático, y el pabellón para la
puerta del tabernáculo;
39:39
El altar de
metal, con su enrejado de metal, sus varas, y todos sus vasos; y la fuente, y
su basa;
39:40
Las cortinas del
atrio, y sus columnas, y sus basas, y el pabellón para la puerta del atrio, y
sus cuerdas, y sus estacas, y todos los vasos del servicio del tabernáculo, del
tabernáculo del testimonio;
39:41
Las
vestimentas del servicio para ministrar en el santuario, las sagradas
vestiduras para Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos, para
ministrar en el sacerdocio.
39:42
En
conformidad á todas las cosas que el Altísimo había mandado á Moisés, así
hicieron los hijos de Israel toda la obra.
39:43
Y vió Moisés
toda la obra, y he aquí que la habían hecho como el Altísimo había mandado; y
bendíjolos.
Exo 39:1 Hicieron para el servicio del
Santuario vestiduras de ceremonia de púrpura violeta y escarlata, de carmesí
y lino fino. Hicieron también las vestiduras sagradas de Aarón, como Yahveh
había mandado a Moisés.
Exo 39:2 Hicieron, pues, el efod, de oro, de púrpura violeta y escarlata, de
carmesí y lino fino torzal.
Exo 39:3 Batieron oro en láminas y las cortaron en hilos para hacer bordado
junto con la púrpura violeta y escarlata, con el carmesí y el lino fino.
Exo 39:4 Pusieron al efod hombreras y lo fijaron por sus dos extremos.
Exo 39:5 La cinta con que se ciñe el efod era de la misma hechura y formaba
con él una sola pieza: era de oro, púrpura violeta y escarlata, carmesí y
lino fino torzal, como Yahveh se lo había mandado a Moisés.
Exo 39:6 Prepararon igualmente las piedras de ónice engastadas en engastes
de oro y grabadas como se graban los sellos, con los nombres de los hijos de
Israel;
Exo 39:7 las colocaron sobre las hombreras del efod, como piedras que
sirvieran a Yahveh de recuerdo de los hijos de Israel, según Yahveh había
ordenado a Moisés.
Exo 39:8 Bordaron también el pectoral, al estilo de la labor del efod, de
oro, púrpura violeta y escarlata, carmesí y lino fino torzal.
Exo 39:9 El pectoral era cuadrado y lo hicieron doble; tenía un palmo de
largo y otro de ancho; era doble.
Exo 39:10 Lo llenaron de cuatro filas de piedras. En la primera fila había
un sardio, un topacio y una esmeralda;
Exo 39:11 en la segunda fila: un rubí, un zafiro y un diamante;
Exo 39:12 en la tercera fila: un ópalo, una ágata y una amatista;
Exo 39:13 y en la cuarta: un crisólito, un ónice y un jaspe. Todas ellas
estaban engastadas en engarces de oro.
Exo 39:14 Las piedras eran doce, correspondientes a los nombres de los hijos
de Israel, grabadas con sus nombres como se graban los sellos, cada una con
su nombre, conforme a las doce tribus.
Exo 39:15 Hicieron para el pectoral cadenillas de oro puro, trenzadas a
manera de cordones.
Exo 39:16 Hicieron dos engastes de oro y dos anillas de oro; fijaron las dos
anillas en los dos extremos del pectoral.
Exo 39:17 Pasaron después las dos cadenillas de oro por las dos anillas en
los extremos del pectoral.
Exo 39:18 Unieron los otros dos extremos de las dos cadenillas a los dos
engarces, que fijaron del efod.
Exo 39:19 Hicieron otras dos anillas de oro y las pusieron en los otros dos
extremos del pectoral en el borde interior que mira hacia el efod.
Exo 39:20 E hicieron otras dos anillas de oro, que fijaron en la parte
inferior de las dos hombreras del efod, por delante, cerca de su unión,
encima de la cinta del efod.
Exo 39:21 Y por medio de sus anillas sujetaron el pectoral a las anillas del
efod, con un cordón de púrpura violeta, para que quedase el pectoral sobre
la cinta del efod y no se desprendiese del efod, como Yahveh había mandado a
Moisés.
Exo 39:22 Tejieron el manto del efod, todo de púrpura violeta.
Exo 39:23 Había una abertura en el centro del manto, semejante al cuello de
una cota, con una orla alrededor de la abertura para que no se rompiese.
Exo 39:24 En el ruedo inferior del manto hicieron granadas de púrpura
violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal.
Exo 39:25 Hicieron campanillas de oro puro, colocándolas entre las granadas,
en todo el ruedo.
Exo 39:26 Una campanilla y una granada alternaban con otra campanilla y otra
granada, en el ruedo inferior del manto. Servía para oficiar, como Yahveh
había ordenado a Moisés.
Exo 39:27 Tejieron también las túnicas de lino fino para Aarón y sus hijos;
Exo 39:28 la tiara de lino fino, los adornos de las mitras de lino fino y
también los calzones de lino fino torzal,
Exo 39:29 lo mismo que las fajas recamadas de lino fino torzal, de púrpura
violeta y escarlata y de carmesí, tal como Yahveh había ordenado a Moisés.
Exo 39:30 E hicieron de oro puro una lámina, la diadema sagrada en la que
grabaron, como se graban los sellos: «Consagrado a Yahveh.»
Exo 39:31 Fijaron en ella un cordón de púrpura violeta para sujetarla en la
parte superior de la tiara, como Yahveh había mandado a Moisés.
Exo 39:32 Así fue acabada toda la obra de la Morada y de la Tienda del
Encuentro. Los israelitas hicieron toda la obra conforme a lo que Yahveh
había mandado a Moisés. Así lo hicieron.
Exo 39:33 Presentaron a Moisés la Morada, la Tienda y todos sus utensilios;
los broches, los tableros, los travesaños, los postes y las basas;
Exo 39:34 el toldo de pieles de carnero teñidas de rojo, el toldo de cueros
finos y el velo protector;
Exo 39:35 el arca del Testimonio con sus varales y el propiciatorio;
Exo 39:36 la mesa con todos sus utensilios y el pan de la Presencia;
Exo 39:37 el candelabro de oro puro con sus lámparas - las lámparas que
habían de colocarse en él -, todos sus utensilios y el aceite del alumbrado;
Exo 39:38 el altar de oro, el óleo de la unción, el incienso aromático y la
cortina para la entrada de la Tienda;
Exo 39:39 el altar de bronce con su rejilla de bronce, sus varales y todos
sus utensilios; la pila con su base;
Exo 39:40 el cortinaje del atrio, los postes con sus basas, el tapiz para la
entrada del atrio, sus cuerdas, su clavazón y todos los utensilios del
servicio de la Morada para la Tienda del Encuentro;
Exo 39:41 las vestiduras de ceremonia para el servicio en el Santuario: los
ornamentos sagrados para el sacerdote Aarón y las vestiduras de sus hijos
para ejercer el sacerdocio.
Exo 39:42 Conforme a cuanto Yahveh había ordenado a Moisés, así hicieron los
hijos de Israel toda la obra.
Exo 39:43 Moisés vio todo el trabajo y comprobó que lo habían llevado a
cabo; tal como había mandado Yahveh, así lo habían hecho. Y Moisés los
bendijo.
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Capítulo 40
40:1
Y el Altísimo
habló á Moisés, diciendo:
40:2
En el primer
día del mes primero harás levantar el tabernáculo, el tabernáculo del
testimonio:
40:3
Y pondrás en
él el arca del testimonio, y la cubrirás con el velo:
40:4
Y meterás la
mesa, y la pondrás en orden: meterás también el candelero y encenderás sus
lámparas:
40:5
Y pondrás el
altar de oro para el perfume delante del arca del testimonio, y pondrás el
pabellón delante de la puerta del tabernáculo.
40:6
Después
pondrás el altar del holocausto delante de la puerta del tabernáculo, del
tabernáculo del testimonio.
40:7
Luego pondrás
la fuente entre el tabernáculo del testimonio y el altar; y pondrás agua en
ella.
40:8
Finalmente
pondrás el atrio en derredor, y el pabellón de la puerta del atrio.
40:9
Y tomarás el
aceite de la unción y ungirás el tabernáculo, y todo lo que está en él; y le
santificarás con todos sus vasos, y será santo.
40:10
Ungirás
también el altar del holocausto y todos sus vasos: y santificarás el altar, y
será un altar santísimo.
40:11
Asimismo
ungirás la fuente y su basa, y la santificarás.
40:12
Y harás llegar
á Aarón y á sus hijos á la puerta del tabernáculo del testimonio, y los lavarás
con agua.
40:13
Y harás
vestir á Aarón las vestiduras sagradas, y lo ungirás, y lo consagrarás, para
que sea mi sacerdote.
40:14
Después harás
llegar sus hijos, y les vestirás las túnicas:
40:15
Y los ungirás
como ungiste á su padre, y serán mis sacerdotes: y será que su unción les
servirá por sacerdocio perpetuo por sus generaciones.
40:16
Y Moisés hizo
conforme á todo lo que el Altísimo le mandó; así lo hizo.
40:17
Y así en el
día primero del primer mes, en el segundo año, el tabernáculo fué erigido.
40:18
Y Moisés hizo
levantar el tabernáculo, y asentó sus basas, y colocó sus tablas, y puso sus
barras, é hizo alzar sus columnas.
40:19
Y extendió la
tienda sobre el tabernáculo, y puso la sobrecubierta encima del mismo; como el
Altísimo había mandado á Moisés.
40:20
Y tomó y puso
el testimonio dentro del arca, y colocó las varas en el arca, y encima la
cubierta sobre el arca:
40:21
Y metió el arca
en el tabernáculo, y puso el velo de la tienda, y cubrió el arca del
testimonio; como el Altísimo había mandado á Moisés.
40:22
Y puso la
mesa en el tabernáculo del testimonio, al lado septentrional del pabellón,
fuera del velo:
40:23
Y sobre ella
puso por orden los panes delante de el Altísimo, como el Altísimo había mandado
á Moisés.
40:24
Y puso el
candelero en el tabernáculo del testimonio, enfrente de la mesa, al lado
meridional del pabellón.
40:25
Y encendió
las lámparas delante de el Altísimo; como el Altísimo había mandado á Moisés.
40:26
Puso también
el altar de oro en el tabernáculo del testimonio, delante del velo:
40:27
Y encendió
sobre él el perfume aromático; como el Altísimo había mandado á Moisés.
40:28
Puso asimismo
la cortina de la puerta del tabernáculo.
40:29
Y colocó el
altar del holocausto á la puerta del tabernáculo, del tabernáculo del
testimonio; y ofreció sobre él holocausto y presente; como el Altísimo había
mandado á Moisés.
40:30
Y puso la
fuente entre el tabernáculo del testimonio y el altar; y puso en ella agua para
lavar.
40:31
Y Moisés y
Aarón y sus hijos lavaban en ella sus manos y sus pies.
40:32
Cuando
entraban en el tabernáculo del testimonio, y cuando se llegaban al altar, se
lavaban; como el Altísimo había mandado á Moisés.
40:33
Finalmente
erigió el atrio en derredor del tabernáculo y del altar, y puso la cortina de
la puerta del atrio. Y así acabó Moisés la obra.
40:34
Entonces una
nube cubrió el tabernáculo del testimonio, y la gloria de el Altísimo hinchió
el tabernáculo.
40:35
Y no podía
Moisés entrar en el tabernáculo del testimonio, porque la nube estaba sobre él,
y la gloria de el Altísimo lo tenía lleno.
40:36
Y cuando la
nube se alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus
jornadas:
40:37
Pero si la
nube no se alzaba, no se partían hasta el día en que ella se alzaba.
40:38
Porque la nube de el
Altísimo estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego estaba de noche en él,
á vista de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas.
Exo 40:2 «El día primero del primer mes alzarás la Morada de la Tienda del
Encuentro.
Exo 40:3 Allí pondrás el arca del Testimonio y cubrirás el arca con el velo.
Exo 40:4 Llevarás la mesa y colocarás lo que hay que ordenar sobre ella;
llevarás también el candelabro y pondrás encima las lámparas.
Exo 40:5 Colocarás el altar de oro para el incienso delante del arca del
Testimonio y colgarás la cortina a la entrada de la Morada.
Exo 40:6 Colocarás el altar de los holocaustos ante la entrada de la Morada
de la Tienda del Encuentro.
Exo 40:7 Pondrás la pila entre la Tienda del Encuentro y el altar, y echarás
agua en ella.
Exo 40:8 En derredor levantarás el atrio y tenderás el tapiz a la entrada
del atrio.
Exo 40:9 Entonces tomarás el óleo de la unción y ungirás la Morada y todo lo
que contiene. La consagrarás con todo su mobiliario y será cosa sagrada.
Exo 40:10 Ungirás además el altar de los holocaustos con todos sus
utensilios. Consagrarás el altar, y el altar será cosa sacratísima.
Exo 40:11 Asimismo ungirás la pila y su base, y la consagrarás.
Exo 40:12 Después mandarás que Aarón y sus hijos se acerquen a la entrada de
la Tienda del Encuentro y los lavarás con agua.
Exo 40:13 Vestirás a Aarón con las vestiduras sagradas, le ungirás, y le
consagrarás para que ejerza mi sacerdocio.
Exo 40:14 Mandarás también que se acerquen sus hijos; los vestirás con
túnicas,
Exo 40:15 los ungirás, como ungiste a su padre, para que ejerzan mi
sacerdocio. Así se hará para que su unción les confiera un sacerdocio
sempiterno de generación en generación.»
Exo 40:16 Moisés hizo todo conforme a lo que Yahveh le había mandado. Así lo
hizo.
Exo 40:17 En el primer mes del año segundo, el día primero del mes, fue
alzada la Morada.
Exo 40:18 Moisés alzó la Morada, asentó las basas, colocó sus tableros,
metió sus travesaños y erigió sus postes.
Exo 40:19 Después desplegó la Tienda por encima de la Morada y puso además
por encima el toldo de la Tienda, como Yahveh había mandado a Moisés.
Exo 40:20 Luego tomó el Testimonio y lo puso en el arca; puso al arca los
varales y sobre ella colocó el propiciatorio en la parte superior.
Exo 40:21 Llevó entonces el arca a la Morada, colgó el velo de protección y
cubrió así el arca del Testimonio, como Yahveh había mandado a Moisés.
Exo 40:22 Colocó también la mesa en la Tienda del Encuentro, al lado
septentrional de la Morada, fuera del velo.
Exo 40:23 Dispuso sobre ella las filas de los panes de la Presencia delante
de Yahveh, como Yahveh había ordenado a Moisés.
Exo 40:24 Luego instaló el candelabro en la Tienda del Encuentro, frente a
la mesa, en el lado meridional de la Morada,
Exo 40:25 y colocó encima las lámparas delante de Yahveh, como Yahveh había
mandado a Moisés.
Exo 40:26 Asimismo puso el altar de oro en la Tienda del Encuentro, delante
del velo;
Exo 40:27 y quemó sobre él incienso aromático como Yahveh había mandado a
Moisés.
Exo 40:28 A la entrada de la Morada colocó la cortina,
Exo 40:29 y en la misma entrada de la Morada de la Tienda del Encuentro
colocó también el altar de los holocaustos, sobre el cual ofreció el
holocausto y la oblación, como Yahveh había mandado a Moisés.
Exo 40:30 Situó la pila entre la Tienda del Encuentro y el altar, y echó en
ella agua para las abluciones;
Exo 40:31 Moisés, Aarón y sus hijos se lavaron en ella las manos y los pies.
Exo 40:32 Siempre que entraban en la Tienda del Encuentro y siempre que se
acercaban al altar, se lavaban, como Yahveh había mandado a Moisés.
Exo 40:33 Por fin alzó el atrio que rodeaba la Morada y el altar, y colgó el
tapiz a la entrada del atrio. Así acabó Moisés los trabajos.
Exo 40:34 La Nube cubrió entonces la Tienda del Encuentro y la gloria de
Yahveh llenó la Morada.
Exo 40:35 Moisés no podía entrar en la Tienda del Encuentro, pues la Nube
moraba sobre ella y la gloria de Yahveh llenaba la Morada.
Exo 40:36 En todas las marchas, cuando la Nube se elevaba de encima de la
Morada, los israelitas levantaban el campamento.
Exo 40:37 Pero si la Nube no se elevaba, ellos no levantaban el campamento,
en espera del día en que se elevara.
Exo 40:38 Porque durante el día la Nube de Yahveh estaba sobre la Morada y
durante la noche había fuego a la vista de toda la casa de Israel. Así
sucedía en todas sus marchas.
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