El aborto tras una violación no es tolerable porque un hijo siempre es un don de Dios
Violación y aborto: ¿solución o chapuza criminal?
Siete de cada diez embarazadas por violación rechazan el aborto
A los 15 años fui violada y salí embarazada
Ken, nacido de una violación: 'los niños concebidos así son tan «reales» como los demás'
Benditas las mujeres que no abortaron al hijo concebido por violación
Perú: Congresista garantiza respeto a la vida y rechaza presión de lobby abortista
ABORTO EN CASO DE
VIOLACIÓN - ASPECTOS MORALES Y LEGALES
(cortesía Universidad de Piura)
DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO: LAS COSAS POR SU
NOMBRE
DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO NO TIENE FUNDAMENTO MÉDICO NI LEGAL
ALGUNAS RAZONES
PARA NO ABORTAR
LA MATANZA DE LOS INOCENTES
La comisión especial revisora del código penal acaba de aprobar la
despenalización del aborto en caso de violación o por malformaciones
congénitas. En ambos casos, no sólo se está despreciando el valor de vidas
humanas, dignas de derechos y respeto; sino que además se atenta contra el
orden jurídico del país. Pueden ver noticias sobre el tema aquí.
La polémica recién ha comenzado. Sería oportuno reunir esfuerzos de
académicos y activistas pro vida para revertir esta decisión cuando toque
ser revisada en la comisión de justicia o en el pleno del congreso peruano.
Les alcanzamos un testimonio de Pam Stenzel, quien nació como producto de
una violación. En el video agradece a su madre por haber respetado su
derecho a vivir. Las reflexiones de Stenzel pueden ser válidas para todos
las personas concebidas por violación: “Soy un ser humano y valgo. Mi vida
no vale menos por la forma en que fui concebida, y no merecía la pena de
muerte por el crimen que cometió mi padre”.
Pueden ver el video aquí.
DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO: LAS COSAS POR SU NOMBRE
Por María Laura Malespina De Vásquez , Magíster en Bioética. Doctora en
Ciencias Jurídicas. Directora de la Facultad de Ciencias y Humanidades de la
Universidad de Piura Campus Lima.
La semana pasada el país se vio conmocionado por una noticia que a pocos
dejó indiferente. La Comisión Especial Revisora del Código Penal había
aprobado la despenalización del aborto eugenésico, así como del aborto
producido a consecuencia de violación. Sin duda, estas dos causales
responden a situaciones muy dolorosas que plantean un hondo drama humano y
una encrucijada de grandes dimensiones. Sin embargo, estas angustias no son
susceptibles de ser superadas provocando un mal mayor. El mal nunca es
camino hacia el bien.
No nos engañemos. La pretensión de despenalizar el aborto en estos casos tan
complejos no es sino la estrategia elegida por los abortistas, para luego
lanzar a la sociedad por la pendiente resbaladiza que culmina con la
despenalización completa de esta forma de asesinato, a la que se empeñan en
denominar, contra toda evidencia científica, con la eufemística expresión
“interrupción del embarazo”.
Es habitual que quienes exigen la despenalización del aborto lo hagan
reivindicando el derecho al bienestar, a la salud física o mental, a la
planificación familiar y al ejercicio de los derechos reproductivos y
sexuales entre otros. Estos no pueden, sin embargo, ejercitarse de manera
ilimitada, afectando incluso el derecho a vivir de los niños por nacer. El
legítimo interés de un sujeto de desarrollarse libremente y sin ataduras ¿es
acaso más poderoso que el derecho a nacer de un concebido? ¿Qué argumento
puede dar sustento a tal posición? Quienes mantienen esta visión de la vida
creen, más allá del decorado de los argumentos, que los seres humanos valen
únicamente en función de la utilidad que proveen a sus propios propósitos y
proyectos personales.
Esta visión utilitarista y egoísta ataca primaria y directamente a los más
indefensos, pero se propaga también en las relaciones sociales, en la vida
en comunidad y en todas las dimensiones de la existencia.
Desde esta perspectiva, solo aquellos que tienen ejercicio actual de su
conciencia y autonomía son personas, distinguiendo primero la vida biológica
de la consciente, para luego subordinar la primera a la segunda. Se acude
así a toda clase de reduccionismos antropológicos para justificar el dominio
de unos sobre otros. Esta ideología utilitarista niega en los hechos la
condición inescindible de la persona humana, conformada por cuerpo y alma,
independientemente de las cualidades que tenga o de las que esté privado en
algún momento de la existencia.
Los abortistas más ramplones, aun admitiendo la existencia de una persona en
el seno materno, subordinan su derecho a la vida al supuesto bienestar
emocional de la madre. Tal posición es moral y racionalmente insostenible.
Si estamos de acuerdo en que el concebido ya es persona, no hay entonces
diferencia alguna en la oportunidad del crimen, se produzca este en el
vientre de la madre o durante el leve movimiento de la cuna del recién
nacido.
Los abortistas más sofisticados, en cambio, sostienen impertérritos teorías
que retrasan el reconocimiento de la personalidad a distintos estadios de la
evolución del niño: la teoría de la anidación, la de la formación de la
corteza cerebral o la de la relacionalidad. No son éstas sino coartadas para
negar al niño la condición de persona y entonces justificar su muerte. Se
niegan así al hecho incontrovertible de que el embrión es ya un ser humano.
Que la vida inicia con la concepción no es una cuestión de fe sino un hecho
corroborado por la ciencia. Por el contrario, sólo el dogmatismo de una
ideología utilitarista puede explicar la cerrazón al reconocimiento de un
dato tan evidente de la realidad.
Llamemos a las cosas por su nombre. Abortar es matar a otro ser humano pero
con una doble condición agravante: la primera en función del grado de
parentesco, pues se mata al propio hijo y la segunda en relación al grado de
vulnerabilidad de la víctima, que no puede, en este caso, defenderse ni
invocar su derecho a la vida.
DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO NO TIENE FUNDAMENTO MÉDICO NI LEGAL
Esa fue una de las conclusiones a la que arribaron los profesores
participantes del panel “Aborto, ¿derecho para matar?”, organizado por el
Instituto de Ciencias para la Familia y la Dirección de Estudios de la
Universidad de Piura.
El doctor Jaime Mendoza recordó la evidencia científica sobre el origen de
la vida humana desde la concepción. Además analizó el efecto abortivo que
tienen la píldora del día siguiente (AOE) y el RU 486. En el primer caso, el
fármaco impide la implantación de un óvulo fecundado; y en el segundo,
incluso produce la expulsión del embrión que ya se ha implantado.
El médico advirtió sobre los trastornos que produce la ingesta de estos
fármacos, razón por la cual no pueden ser consumidos como anticonceptivos de
rutina. “Ahora se busca ofrecer métodos abortivos más sofisticados, que
involucren a menos personas, que generen menos stress, para que así pese
menos en la conciencia”, indicó.
A favor del concebido
Para el doctor Percy García, los argumentos a favor del aborto “no resisten
ningún análisis”. En un primer nivel de discusión no es posible opinar sobre
el origen de la vida o sobre el reconocimiento jurídico del concebido,
porque eso ya está superado. Un segundo nivel de discusi��n incluiría la
prevalencia de los “derechos reproductivos” de las mujeres sobre el derecho
a la vida; pero aquí el conflicto se resuelve a favor del concebido, pues el
derecho al desarrollo de la libre personalidad no puede lesionar la vida de
nadie.
Incluso se podría discutir la posibilidad del aborto en situaciones de
conflicto como el aborto eugenésico o por violación. Aquí la lógica la
exigibilidad plantea las siguientes preguntas: “¿se le puede exigir a una
madre que geste su hijo producto de una violación? o ¿se les debe pedir a
los padres que se hagan cargo de un hijo con severas limitaciones? “La
respuesta es sí, plantear lo contrario sería a admitir que a nadie se le
puede exigir sobrellevar una carga pesada”, recalcó. García se refirió
también al aborto terapéutico como un supuesto excepcional, que debe
ponderarse de acuerdo a las circunstancias particulares.
Sujeto de derechos
La doctora Rosario de la Fuente recordó que el embrión humano por ser
persona es sujeto de derechos, y el Estado peruano reconoce su personalidad
jurídica desde la concepción. “El embrión humano o niño concebido también
tiene derecho a la salud y a la integridad. Las técnicas de reproducción
asistida atentan contra esos derechos, por eso deberían prohibirse como ha
sucedido en Costa Rica. Lamentablemente el embrión se ha convertido en el
esclavo de los tiempos modernos”, comentó.
ALGUNAS RAZONES PARA NO
ABORTAR
Argumentos sencillos pero sólidos para poder orientar a sus hijos y alumnos.
Han sido escritos por el Padre Rafael Pastor y fueron publicados en el
boletín La Capellanía Informa de la Universidad de Piura
Hay quien argumenta a favor del aborto diciendo que “la mujer es dueña de su
cuerpo y puede hacer con él lo que quiera”. Se le puede responder diciendo
que desde el momento de la fecundación, el embrión tiene una vida libre e
independiente hasta que, al cabo de unos cuatro o cinco días, se implanta en
el útero con el fin de alimentarse. La dependencia con respecto a la madre
es, pues, para la nutrición, de modo semejante a cuando está recién nacido,
que también hay que alimentarlo. No es parte del cuerpo de la madre. No es
un grano que le ha salido a la madre.
El embrión unicelular es un ser con una dotación genética distinta a la de
sus progenitores. Es un ser humano individual, que está en un estado de
desarrollo, igual que cuando es recién nacido, o niño o adulto o anciano.
Cuando cumple sus 20 días de concebido ya el embrión tiene corazón con
latido propio, y pronto tiene actividad cerebral, etc., independiente de la
madre. Es una persona, y no se le puede eliminar.
Se dice que debería permitirse el aborto en casos de violación. Hay que
hacer notar que un mal lamentable y condenable, como es una violación, no se
puede remediar con otro mal aún mayor como es el matar a un inocente. Más
humano es dejar nacer al niño y, si la madre no lo acepta, darlo en
adopción.
Para los casos en que se afirma que el embarazo pone en peligro la vida de
la madre, se puede decir que, hay que procurar salvar las dos vidas (así lo
ha enseñado siempre la Iglesia Católica), teniendo en cuenta que hoy en día,
con los avances de la medicina, es bien difícil que la madre muera a causa
de estar gestando.
El concebido es el ser más inocente: nunca es un injusto agresor, y jamás
cabe la legítima defensa contra él.
El no nacido es indefenso, inerme, ni siquiera se perciben sus quejas.
Eliminarlo es un abuso.
El aborto es un homicidio cualificado, también, porque el concebido está
plenamente confiado al cuidado de su madre; y es precisamente ella quien lo
traiciona.
El derecho a la vida es el primer derecho fundamental que hay que proteger.
Cuando el ordenamiento jurídico no lo hace (caso del aborto o de la
eutanasia), se rompe el orden social justo. Es muy fácil que en esa sociedad
haya otras injusticias y se conculquen otros derechos fundamentales.
De igual manera que en una familia, naturalmente bien constituida, se
protege al débil (enfermo, niño, anciano), también la sociedad civil, que
está al servicio del hombre y la familia, debería proteger a los más
débiles, como el concebido, y nunca guiarse por criterios de utilidad.
No porque haya casos de aborto ilegal, con peligro de la vida de la madre,
hay que legalizar el aborto. Un mal, por el hecho de que esté más o menos
extendido (como el robo, la coima, la drogadicción, etc.), no debe ser
aceptado por la sociedad. Por el contrario, habrá que buscar los
procedimientos adecuados para eliminar o reducir al mínimo ese mal. En este
caso, sancionando con más severidad a los que realizan prácticas abortivas,
y dando apoyo moral, psicológico y material a las madres gestantes.
LA MATANZA DE LOS INOCENTES
Por: Dr. Alberto Peña, Pedriatra de Centro Médico Universitario de la
Universidad de Piura
Interesante artículo, que publicó el ICF en el diario El Tiempo el 25 de
marzo de 2007
Los organismos internacionales estiman que cada año cincuenta millones de
niños no llegan a ver la luz por causa del aborto; de ellos, la mitad
perecen bajo el amparo de las leyes abortivas. El aborto en el mundo causa
hoy, en un año, casi tantas víctimas como la II Guerra Mundial. Unas veinte
mil mujeres pueden fallecer en el mundo por las consecuencias negativas que
para la salud de la madre se derivan del aborto.
El inicio de la vida
El origen de cada hombre, el comienzo de la vida humana, el momento de la
constitución de esa perfecta unidad de materia-espíritu que es el hombre,
sucede en el mismo instante de la fecundación. La generación de los padres
junto a la acción creadora de Dios (creación inmediata del alma), confiere a
la materia generada por los padres la condición humana y la dignidad de
criatura querida por sí misma, por parte de Dios.
Se es ser humano cuando las características genéticas indican pertenencia a
la especie humana, con absoluta independencia de que se tenga o no se tenga
nunca, la posibilidad de actuar como persona. Solo tiene potencia de ser
humano la disposición de la materia que resulta del engendrar de los
hombres.
El embrión humano caminará cinco días para llegar hasta el lugar preparado
en el útero materno para implantarse. En el día seis comienza a implantarse
y hasta el día catorce, en que completa este proceso de anidación, el
embrión va desarrollando su cuerpo, según el diseño preciso de los ejes
corporales establecidos ya en su primer día de vida. Y así el día quince el
embrión, embebido en el seno materno, tiene ya el plano corporal completo:
cabeza, pies, corazón, etc. En los quince primeros días ocurren los hitos
más importantes de la configuración corporal.
De la anticoncepción al aborto
Malcolm Potts, exdirector del Intenational Parenthoood Federation asegura
que “a medida que las personas adoptan métodos contraceptivos, aumenta el
número de abortos”. El camino para aceptar el aborto es la anticoncepción.
Como los métodos fallan con frecuencia, es más fácil buscar el aborto. La
contracepción, lejos de eliminar el aborto le abre las puertas. Los países
donde el aborto se ha legalizado, éste ha aumentado progresivamente, y se
incrementaron además los abortos clandestinos
Los que fabrican y venden los anticonceptivos se cuidan muy bien de no
informar a las mujeres toda la verdad sobre su uso. No se les dice que la
“pastilla del día siguiente” puede matar el embrión. No les dicen que las
pastillas “anticonceptivas” o el DIU no siempre evitan la concepción y que
indisponen el útero de la mujer para que la anidación del embrión sea
inviable.
Los promotores la muerte de estos seres indefensos buscan justificar lo
injustificable. Cambiar el significado de las palabras es una de sus mejores
armas: “interrupción del embarazo” eufemismo para que parezca una práctica
médica inocua, en vez de “matar a un hijo”; “aborto terapéutico”, término
que simula ser el remedio de una enfermedad de la madre; “aborto eugenésico”
suena mejor que “liquidar a un ser” que quizá no sobreviva o será defectuoso
para toda la vida. Se promueve también una confusión arbitraria entre
fecundación o implantación. Lo cierto es que no se ha podido ocultar lo
irrebatible: la vida inicia con la fecundación o concepción.
Las consecuencias del aborto
La legalización del aborto ha sido considerada como un paso adelante en el
reconocimiento de los derechos de la mujer. No obstante un estudio realizado
en Finlandia, recientemente publicado por el “Elliot Institute” en el “Post
Abortion Review”, demuestra que el aborto es más peligroso para la salud de
la mujer que la opción de seguir con el embarazo hasta el nacimiento del
niño, y trae consigo mayor mortalidad, mayor número de suicidios, y un gran
número de trastornos psicológicos.
El Dr. Nathanson se dio cuenta de que la mujer que se sometía a este
procedimiento, pasado el tiempo, presentaba síntomas no sólo en su aspecto
físico (cefalea, gastralgia, etc.), sino también en su aspecto emocional
(insomnio, crisis de angustia, crisis depresivas, abuso de alcohol,
dispareunia, frigidez, anorgasmia, etc.). La mujer que aborta no sólo
elimina una vida inocente, sino también parte de sí misma, pues atenta
contra su propia naturaleza, de mujer potencialmente dotada para cuidar de
sus hijos.
Ya nos advertía Teresa de Calcuta que una de los mayores destructores de la
paz era el aborto, pues significaba una guerra contra los niños inocentes,
asesinados por sus propios padres. “¿Si aceptamos que una madre puede matar
a su propio hijo, cómo podemos decirle a otras gentes que no se maten unos a
otros? (…) Cualquier país que acepte el aborto no está enseñando a amar a su
gente, sino a usar la violencia”.
No existe ningún argumento científico ni moral que justifique la muerte de
un ser humano inocente. Los peruanos de buena voluntad debemos estar atentos
a evitar cualquier atentado contra la vida, también contra la de de quienes
no han nacido y no tienen posibilidades de defenderse.
Vea: Benditas las mujeres que no abortaron al hijo concebido por violación
Proyecto de Ley para despenalizar el aborto en caso de violación patrocinado por las siguientes organizaciones: Manuela Ramos, CLADEM, Promsex, Flora Tristán, DEMIS, CDD,saaf, promueven el homicidio de los más indefensos.
REDACCIÓN CENTRAL, 22 Abr. 13 / 05:42 am (ACI/EWTN
Noticias).- Aurelia Tan de Inafuko, presidenta de la Comisión de
la Mujer y Familia en
el Congreso de Perú, garantizó el respeto a la vida y
el rechazo a cualquier presión de grupos promotores del aborto que
quieren que se apruebe la entrega de anticonceptivos a
menores de edad sin el consentimiento de sus padres.
En declaraciones a ACI Prensa,
el director para América Latina del Population Research Institute (PRI),
Carlos Polo, expresó su felicitación a la congresista Aurelia Tan “por
esta valiente declaración” realizada el 17 de abril durante la reunión
de la Comisión de la Mujer, “uno de los lugares estratégicos a
conquistar para las organizaciones abortistas”.
Ese mismo día, Polo explicó las razones por las cuales se debe
desestimar las “recomendaciones” del Comité de Derechos Humanos de la
ONU para legalizar el aborto en el Perú y la distribución de
anticonceptivos a escolares.
Polo advirtió que este comité, al igual que el Comité para la
eliminación de la discriminación contra la mujer (CEDAW), es un órgano
independiente cuyos miembros ejercen sus funciones a título personal,
por lo que sus recomendaciones no reflejan la postura oficial de las
Naciones Unidas.
El director del PRI dijo a ACI Prensa que sabe, por uno de los asesores
de la congresista peruana, que ella “ha rechazado las ‘ayudas’ que
UNICEF, Promsex y otras organizaciones abortistas siempre han ofrecido a
sus antecesoras”.
Polo advirtió que era necesaria la aclaración pública realizada por Tan
de Inafuko “frente al polémico artículo 27” del Código del Niño, con el
que el lobby abortista -con ONGs como Promsex, Manuela Ramos y Demus-
busca promover la entrega de anticonceptivos a adolescentes menores de
edad sin el conocimiento ni autorización de sus padres, atentando contra
la patria potestad de estos.
Tras la ponencia de Polo, la congresista Verónika Mendoza, que trabaja
en coordinación con las organizaciones abortistas, solicitó “en nombre
de la pluralidad” la participación de Promsex, Rossina Guerrero, y de
Demus, Jeanette Llaja, en la Comisión.
Las portavoces de las ONGs feministas detallaron sus planes en Perú,
como la despenalización del aborto por violación y la aprobación del
protocolo terapéutico. Como ya hemos informado, dicho protocolo ha sido
rechazado repetidamente en múltiples instancias del Congreso peruano y
del Poder Ejecutivo, por innecesario y por proceder de una errónea
interpretación del Código Penal.
Carlos Polo señaló a ACI Prensa que el Popular Research Institute
denunció la presión de las ONGs abortistas para que “el Código de la
Niñez y Adolescencia incluya la distribución de anticonceptivos para
menores de edad”.
“En la Comisión de Justicia la presión fue brutal y no lo lograron”
recordó Polo, por lo que “agradezco mucho a la congresista Tan que me
haya invitado a su comisión para decirme en persona que no aceptará
tales presiones”.