EFECTOS DE LA TELEVISIÓN
Nos volvemos vulgares.
Decía el director de cine, greco-francés, Costantin Costa Gavras,
la locura del rating es la carrera en la que más de uno necesita
desembarazarse de la mochila de la ética para llegar más rápido. "Lo que más
me impresiona de la televisión es la vulgaridad… y es aún peor que la
violencia… dado que es más fácil de imitarla…, la vulgaridad es un ejemplo
que produce sus efectos en mucha más gente. De ese modo, la vida en general
se va volviendo vulgar. Uno va dejando de interesarse por cosas un poco más
refinadas espiritualmente y termina apostando al facilismo. A esto se agrega
la peligrosa uniformización de la cultura que produce la TV… actualmente,
terminamos pareciéndonos a lo que miramos. Cuanta más vulgaridad haya en la
TV, más vulgares seremos todos.
La TV atrofia.
Por eso previene el autor del libro "Homo videns. La sociedad teledirigida",
Giovanni Sartori: "La TV produce imágenes y anula los conceptos, y de este
modo atrofia nuestra capacidad de abstracción y toda nuestra capacidad de
entender".(3 Diario argentino "La Nación", 20 de octubre de 1998, p. 12.) Y
en otra entrevista agrega: "… para los que creemos en la cultura escrita, la
cultura de los libros, la televisión es un enemigo. Los diarios deben ver a
la televisión no como un modelo a imitar sino a combatir. Quienes hacen la
televisión son analfabetos".(4 Diario "La Nación", 9 de mayo de 1999, sec.
7, p. 3.)
Números
Ahora, Miriam e Bar-on, del departamento de Pediatría de la Facultad de
Medicina de Universidad de Medicina de Loyola, en EEUU, enumera en un
artículo de revisión, publicado en el último número de la revista 'Archives
of Childhood Diseases' , cuáles son esos riesgos y propone una serie de
recomendaciones para que padres y pediatras puedan prevenirlos.
Sólo los niños estadounidenses pasan 15.000 horas ante el televisor mientras
que en clase están 12.000 hasta que se gradúan. Y todo sin contar con el
tiempo que invierten viendo cintas de vídeo o jugando con los videojuegos.
Los estudios reflejan, además, que los menores ven anualmente en la
televisión 12.000 actos violentos, 14.000 referencias sobre sexo y 20.000
anuncios... La población más joven ve, cada año, más de 1.000 raptos,
asesinatos o robos sin moverse de su casa. El Estudio Nacional de Violencia
en Televisión (de EEUU), que ha durado tres años, ha constatado que el
contenido de violencia en 10.000 horas de programación de televisión
analizadas fue del 61%... Influencia de la televisión en las actitudes
sexuales
Cada año los niños y adolescentes encuentran 14.000 referencias sexuales,
insinuaciones y bromas, y en menos de 170 de ellas se trataban temas como la
abstinencia, el control de la natalidad, los embarazos o las enfermedades de
transmisión sexual
TV y la Sexualidad
Es un ejemplo más de que el conocimiento del mundo a través de imágenes
deformadas incapacita al sujeto para formas superiores de pensamiento y
atrofia nuestra capacidad. Esta tormenta de imágenes hace que hoy se
reflexione poco sobre el sexo. Se imagina, se sueña o se suspira con él. El
sexo nos estimula o nos deprime. Pero esta tumultuosa actividad no es
pensar. Como se ha dicho, «pensar en el sexo significa esforzarse en ver el
sexo en su más íntima realidad y en la función a que está destinado». Desde
luego es más divertido usar el sexo que pensar sobre él. Pero de vez en
cuando conviene hacerlo. La historia del mundo humano ha sido la historia
del dominio de la razón sobre los impulsos, sin excluir el sexo. Un
descontrol masivo del mismo no parece estar dando resultados positivos...
Reducir el sexo a mera genitalidad es sembrar las semillas de la violencia
sexual, y provocar a la larga actitudes de riesgo. No se trata de dramatizar
más de la cuenta. Se trata de aplicar la sensatez. También en esta materia.
Lo que tienen que hacer los padres.
- Deben participar en la selección de programas que van a ver sus hijos.
- Tienen que ver con ellos la televisión y discutir los contenidos.
- Deben limitar el número de horas al día (menos de una o dos) que los
menores pasan delante de la televisión.
- Tratar de hacer énfasis en realizar actividades alternativas a ver la
programación televisiva.
- Quitar los aparatos de televisión de las habitaciones de sus hijos.
- Dejar de usar la televisión como medio de tener entretenidos a sus hijos.