La castidad hoy:
Michel Robillard, médico
Páginas relacionadas
En general, la gente cree que la castidad consiste
en abstenerse de todo placer sexual. A veces, se imaginan que esta palabra
implica la represión de la sexualidad, como si la sexualidad fuera algo
malo. ¡Es un malentendido terrible porque no se contempla los
beneficios de la castidad! La castidad es una manera de pensar y actuar
encaminada a ayudar a los hombres y las mujeres a gozar plenamente de sus
relaciones sexuales. La libertad que se derivó de la revolución sexual de
los años sesenta implicó numerosas consecuencias negativas, como el SIDA,
los embarazos no deseados, los divorcios y la violencia. La práctica de la
castidad permite evitar esta clase de problemas./o:p>
Una persona casta no es una
persona que odia la sexualidad. No se va contra la sexualidad ni es tímido o
tiene complejos de culpabilidad. Tiene emociones y sensaciones físicas como
todo el mundo. Sin embargo, se compromete voluntariamente a esperar el día
de su matrimonio para experimentar a la unión física y conocer su plena
expansión sexual. La castidad es simplemente la
motivación y la voluntad de desarrollar su sexualidad de la buena manera, en
el buen momento y con la persona que corresponde. Es
la capacidad de controlar su energía sexual para expresarla allí donde puede
expresarse plenamente.
Los padres de la revolución
sexual pensaban que la
función biológica sexual debía ejercitarse forzosamente y, en consecuencia,
todo el mundo debía hacer el amor como y cuando les parecía deseable. Creían
que los medios contraceptivos y los antibióticos arreglarían todos los
problemas y que esta libertad sexual no tendría ninguna consecuencia social
negativa. Pero a pesar de herramientas de contracepción cada vez más
sofisticadas y accesibles, la situación se deterioró. En la actualidad,
varias investigaciones demuestran que es necesario pagar un elevado precio
para vivir según filosofía de la revolución sexual.
Los promotores de la castidad
piensan, por su parte, que el
comportamiento sexual genital no debe obligatoriamente expresarse a partir
de la adolescencia. Las
personas castas creen que el aprendizaje del amor es un proceso más bien complejo
que el simple hecho de ser capaz tener una erección o una penetración
vaginal. La madurez biológica sólo es uno de los distintos aspectos de la
madurez. En efecto, es importante incluir también las dimensiones de la
madurez psicológica y socioeconómica en las relaciones sexuales de la
pareja.
Por definición, los
adolescentes son aún muy inestables. Además, no tienen los recursos para
criar a un niño si un embarazo ocurriera. No basta pues con decir a los
adolescentes que pueden hacer el amor cuando sienten que están listos.
¿Cómo van a saber si están listos? La enseñanza de los promotores de la
castidad es muy clara sobre este punto. Todo
ser humano, hombre o mujer, no puede vivir su sexualidad con toda seguridad
sino dentro del matrimonio. Las personas castas reconocen el valor del
matrimonio como contrato social que compromete a dos personas a apoyarse
mutuamente y a sostener a los niños provenientes de su unión.
Uno de los mensajes de los promotores de la castidad es que el amor está más
que el sexo y más que una emoción romántica. Para los adeptos de la
castidad, el amor es una entrega al
otro en lo que hay de
mejor de uno mismo . La actividad sexual es la manifestación normal del amor
cuando compromete a los dos uno para con el otro de manera permanente.
Hasta que se produzca este compromiso, una persona casta sabe que debe
contener su deseo y dejar de lado la manifestación en forma de actividades
sexuales.
En el matrimonio, cada uno
trabaja por la felicidad de una realidad superior a sí mismo. Esta realidad es
la pareja, y también la familia cuando los niños enriquecen el núcleo
básico. El amor no es una emoción que se mide según la intensidad de placer
que produce. El amor es un
proyecto de fusión que se mide según la profundidad de un compromiso que se
prolonga a lo largo de los años. Un
amor exitoso es un amor donde cada uno se da plena y gratuitamente. Las
parejas que afrontan este reto saben perdonar los errores y alegrarse de las
cosas buenas. Las parejas de edad que han vencido las tormentas de la vida
llevan en los ojos una chispa permenente orgullo y ternura. Es visible
para todos.
El amor implica que se busca el bienestar del otro. Los autores que escriben
sobre los beneficios de la castidad hacen hincapié en un hecho muy
importante: poner a alguién en
una situación donde esta persona corre el riesgo de ser herida, es carecer
de respeto hacia ella. Si quiereo a alguién, no voy a exponer a esta
persona en una condición donde corre el riesgo de convertirse en enferma
física o emocionalmente. No voy a correr nunca el riesgo de perder su vida y
la de un niño que debería nacer. La enseñanza de la castidad tiene por
objeto el prevenir el SIDA y los embarazos no deseados.
Con todo, vivir
la castidad, es ir más lejos que abstenerse simplemente de tener relaciones
sexuales. La castidad transmite a toda la sociedad un valor fundamental: el
respeto de la otra persona. El aprendizaje del respeto de otros tiene
repercusiones positivas en todos los ámbitos. En efecto, la sexualidad no es
el único ámbito que aprovecha del aprendizaje del control de sí mismo. Los
impulsos agresivos pueden también controlarse. Basta con considerar el
ejemplo del vandalismo para intuir que el control de sí mismo no se valoriza
en nuestra sociedad. En
realidad, el control de sí mismo debería idealmente enseñarse a partir de la
infancia e incluir todos los ámbitos de la vida. Es
difícil educar a un adolescente que creció como un niño-rey, es decir, un
niño al que nunca se ha impuesto límites. La enseñanza de la castidad afirma
que el control de sí mismo es una cosa posible. Invita a los adolescentes y
a los adultos a efectuar un control voluntario de su sexualidad.
Hay otras ventajas para los parejas que deciden practicar la castidad y
esperar hasta casarse para tener relaciones sexuales. Los estudios
demuestran que las personas castas invierten más de energía en
prepararse para su futuro. Están con mejor salud, se divorcian menos y están
más satisfechas a nivel físico y emocional durante su matrimonio. La
transmisión de valores morales y el aprendizaje de un método de vida sana
son objetivos importantes de la enseñanza de la castidad. Las personas
castas saben que son responsables de ellas mismas y de una gran parte del
resultado de sus elecciones y su orientación en la vida. Los
adolescentes que practican la castidad desarrollan aún más sus talentos y su
capacidad socializar. Aprenden a conocer mejor el otro sexo. Un justo
conocimiento del otro sexo permite a los hombres y a las mujeres aceptar
mejor sus diferencias mutuas.
La enseñanza de la castidad es pues una herramienta
que puede potencialmente disminuir la violencia marital. Incluso, podría
modificar algunos comportamientos estereotipados de los hombres y mujeres
modernas. Por ejemplo, muchos hombres crecieron con la idea que para para
ser verdaderos varones debían tener un comportamiento sexual precoz y tener
sexo con múltiples parejas. Las mujeres tienen también estereotipos. Muchas
creen que su feminidad está enteramente vinculada su capacidad de seducir.
Hombres y mujeres no se dan siempre cuenta que su comportamiento ha
conducido a la inestabilidad de las parejas.
Con todo, la gran mayoría de
las personas aprecian que su pareja sea fiel. Deberíamos tomar conciencia de
estos hechos. Podríamos así modificar los comportamientos que enturbian la
comunicación entre los hombres y las mujeres.Una buena enseñanza de la
castidad debería permitir a los hombres y a las mujeres desarrollar una sana
imagen de la virilidad y la feminidad. Un hombre, un marido, un padre puede
ser fuerte siendo fieles a su cónyuge.Una mujer, una esposa, una madre
puede ser muy femeninas sin pretender hacer volver a todas las cabezas.
Habría aún tantas cosas que decir... Los que se interesan por la castidad
pronto se darán cuenta que la sexualidad sólo puede vivirse plenamente
obedeciendo al principio de la castidad.
cortesía de http://www.spoutnic.com/chastete/