[public_html/teologia/1liturgia/sacramentos/penitencia/indulgencia/_includes/adsensehorizontal.htm]
[public_html/teologia/1liturgia/sacramentos/penitencia/indulgencia/_includes/subtopenlaces.htm]
[public_html/teologia/1liturgia/sacramentos/penitencia/indulgencia/_includes/1_columnagprueba.htm]

Ama y haz lo que quieras ¿Qué es lo que te gustaría que la gente dijera de ti mientras bajan tu ataúd a la fosa?

Páginas relacionadas 

 

Aprender a amar: castidad

 

por Julie A. Collins

 
Cuando pensamos en la sexualidad, estamos frente a un Deseo humano, con "D" mayúscula. Durante miles de años la pasión sexual ha sido un tema central en la literatura, la música y las artes visuales. ¿Cuántas canciones sobre tu sabor favorito de helados –me refiero al conflicto emocional entre el escoger chocolate o galletas con crema– han llegado a estar entre las primeras 40 canciones favoritas en alguna estación radial? Pero la pasión sexual siempre está en el aire 24 x 7 porque ésta puede ser enceguecedora, absorbente, y –con la persona correcta y en el momento correcto– una de las experiencias consumadas de la realización humana.

Los jóvenes adolescentes están tan enamorados de la sexualidad como lo está el resto de la raza humana. Habiendo enseñado religión en una escuela preparatoria católica para muchachos adolescentes durante dieciséis años, he pasado muchísimo tiempo hablándoles acerca del sexo, de hecho, probablemente un 30% del tiempo de las clases. La experiencia me ha dado una puerta única al corazón y la mente de los adolescentes, especialmente cuando se trata del sexo. Para la mayoría de la gente todo esto está envuelto en misterio. Por lo tanto, quisiera compartir con ustedes algo de lo que he aprendido a lo largo del camino, y posiblemente estas observaciones ayudarán a los adolescentes a considerar y hacer decisiones sensatas con respecto a su sexualidad.

Con el paso de los años y de las incontables conversaciones con los estudiantes, he llegado a ver que lo que más anhelamos como seres humanos es ser competentes, estar relacionados y sentirnos confortados ¿Qué quiero decir con estas palabras? Competentes: queremos sentir que tenemos talentos, dones, y la capacidad de hacerlos florecer –de crear, de producir, de servir. Pero eso no es suficiente. De alguna forma buscamos también sentirnos relacionados. Sabemos que en un nivel fundamental somos criaturas sociales que necesitan tener relaciones y ser aceptadas por lo que son. El hecho de ser rechazados, de encontrarse y saberse totalmente solos, equivale a estar en el infierno. Y más allá de esto, buscamos sentirnos confortados – con el tacto, la ternura, el apoyo. Queremos tener a alguien que esté inequívocamente "de nuestro lado". Mis alumnos jóvenes no son expresivos respecto a sus amistades (aquí no existen los brazaletes que digan ‘amigos', o rótulos que digan ‘amigos para siempre') pero aún así manifiestan la misma necesidad de apoyo y relaciones humanas reales usando una y otra vez dos frases. Una de ellas es la afirmación: "No olvides que yo te cubro la espalda". La otra es el halago más grande que un adolescente puede decir de otro: "Él siempre estuvo ahí para mí".

Si todos los seres humanos desean ser competentes, estar relacionados y sentirse confortados, también estas aspiraciones podrían aplicar a la sexualidad. Cuando amamos a alguien sexualmente, es definitivo que deseamos ser competentes, sentirnos relacionados y confortados. Necesitamos sentir que los amamos de forma competente: que tenemos la capacidad de dar amor, placer, y de recibirlo de la manera más placentera para ellos. También queremos una conexión con otro ser humano que sea eléctrica, y diferente a todas las demás relaciones. Y, en el centro de nuestra esperanza más profunda, buscamos que ésta sea permanente, porque también tenemos el deseo de ser confortados, –ser abrazados, apoyados y reconocidos. No sólo por una noche, sino por toda la vida. Queremos a alguien que no nos va a abandonar, alguien para quien la conexión también es profunda, permanente y apasionada.

En conclusión, mi invitación a ustedes adolescentes es ésta: ¿Qué es lo que más te gustaría hacer en la vida? ¿Qué es lo que te gustaría que la gente dijera de ti mientras bajan tu ataúd a la fosa? Sé que esto suena mórbido, pero algunas veces puede ayudar a poner en su lugar la estática de los deseos que nos asaltan con frecuencia. El hecho de pensar en nuestra vida desde la perspectiva de la tumba, puede llevarnos a lo que es verdadero: "esto no es un ensayo para la función". O como otro amigo sabiamente me recordó: "Julie, sólo tienes una vida, así que debes tomar decisiones".

Entonces, si quieres buscar un amor verdadero en una época en la que muchas personas terminan divorciándose, o tienen una serie de compañeros que salen y entran de su vida, o que piensa que tener sexo en cualquier momento después de la pubertad es "correcto", si se hace "responsablemente" con un condón, ¿qué debes hacer?

Primero, en lo que a tus opciones sexuales respecta, por favor ESCOGE. No permitas que las circunstancias te digan cómo debes actuar sexualmente. No permitas que el alcohol, una cita persistente, consejería en la revista Seventeen, o una soledad que nunca pensaste que fuera a estar ahí, te dicten lo que debes hacer con tu sexualidad. Si permites que otras personas o factores decidan por ti, es posible que al siguiente día reflexiones: "¿En qué estaba pensando?". Respuesta: Probablemente no estabas pensando, ¡Ese fue el problema!

¡Reflexiona en ello con anterioridad! ¿Qué significan para ti las caricias sexuales? ¿Significan algo? ¿Le estás diciendo algo a un joven al momento en que lo besas? ¿Y qué si lo besas una y otra vez? ¡… Creo que ya me entendiste! Después de una experiencia como ésta, ¿qué es lo que concluirán, Martín, Agustín y Pedro?: "¡Ella siente algo por mí", "Pienso que para ella significo más de lo que creía", o "Ésta chica es muy CALIENTE!". Por supuesto que las conclusiones de tu compañera parecen estar basadas no sólo en el beso (os) sino en el contexto: ¿Conoces a Martín, a Agustín o a Pedro? ¿Son amigos, compañeros de clase, conocidos? ¿Es solamente un enganche casual en una fiesta?

¿Qué sentías en medio de la fiesta de besos? ¿Qué significó para ti en ese momento? ¿Qué crees que este hecho dice respecto a lo que la otra persona siente por ti? Al recordar el momento, ¿cómo te sientes al respecto ahora?

He llegado a la conclusión de que al responder a estas preguntas acerca de lo que la sexualidad significa, la gente se basa en uno o dos "modelos sexuales": las caricias son una diversión o se trata de amor.

Enciende el televisor y sólo te tomará tres minutos llegar a la conclusión de que la cultura contemporánea tiende a promover el modelo recreativo: "Tú quieres jugar tenis, yo quiero jugar tenis; nos veremos en la cancha a la 1:00 en punto para jugar tenis". En este modelo las caricias sexuales son exactamente igual a ese juego de tenis: algo divertido, algunas veces desafiante, usualmente placentero, y una vez que el juego termina, el juego "en sí mismo" no significa nada. La función se acabó. Piensa en Mónica y Fun Baby en Friends. Después del "enganche" ("experiencia de sólo una noche" para nuestros lectores más antiguos), los "amantes" pueden preguntar "¿Te gustó?". Cabe mencionar que ellos no están preocupados por los sentimientos de la otra persona, ni por su bienestar físico. Realmente lo que están preguntando es "¿Sirvo en la cama o no?".

En el modelo recreativo de la intimidad sexual, el único criterio moral es el consentimiento: se necesitan dos "adultos que asienten", dos personas lo suficientemente maduras para saber en lo que se están metiendo. Cualquier tipo de coerción o tergiversación sería malo. En este modelo se asume que el sexo recreativo con el uso correcto de "protección" siempre puede ser "seguro". El único problema en las sagas sexuales modernas surge cuando uno de los miembros de la "pareja" se mete en la cama con el modelo recreativo en mente, pero descubre que él o ella está "enamorado" y necesita más, algo más profundo y permanente. Por lo tanto, Bridget Jones ahora está confiando a su diario que ella se ha enamorado de su jefe, un tipo que piensa sólo que "hay tantas mujeres y tan poco tiempo". Ahora descubre que está en la cama con el corazón roto, bajo las gruesas cobijas del autoreproche. ¿Cómo es posible que sea tan ingenua y crea que un hombre que dispone de las mujeres al igual que de sus navajas de afeitar desechables puede serle fiel? 

La idea que late detrás de esas escenas (al igual que en la mayoría del sexo recreativo presentado en el cine y la televisión) es que existe un interruptor que puede desconectar el corazón de las hormonas. Muchachas y muchachos "socialmente conscientes" y maduros, al igual que sus modelos de Hollywood deben saber cómo empujar esa palanca y prevenir cualquier clase de dolor emocional. Entonces, ¿a quién le van a creer? ¿Al reparto de Friends y de Sex in the City, o a 4,000 años de tradición judeo-cristiana que nos dice que tal palanca no existe? En los ojos de Dios, nuestro creador, el cuerpo y el corazón forman un solo circuito integrado. Entre la gente amable y saludable, si la intimidad sexual no comienza con la conexión emocional, ahí terminará. (Acuérdate de los tiempos en que los padres "acordaban" el matrimonio de sus hijos (as) la intimidad física que comenzaba en la noche de bodas sólo tenía atracción y respeto mutuos para encenderla. Pero con tiempo, ternura y compromiso –inclusive entre estos "amantes" pactados, se conocen muchos casos donde la pasión florece.

Desde el punto de vista cristiano, fuera del matrimonio no existe el "sexo seguro". A pesar de lo que te digan (Rachel y Ross pueden respaldarme en esto) un condón no es un profiláctico completamente seguro. El embarazo ocurre incluso con las formas más efectivas de control de la natalidad. Lo mismo es el caso con la transmisión de enfermedades venéreas —más de 15 millones de casos nuevos surgen cada año, muchos de ellos incurables. Los condones dan poca o nada de protección en contra de algunos de los males más comunes y enfermedades venéreas incurables. Y nunca habrá un profiláctico que te proteja de que se rompa tu corazón.

La intimidad sexual siempre incluye estos riesgos significativos, y el sexo fuera del matrimonio sólo puede tener tres salidas:

  1. El final de cuento de hadas. Casualmente la pareja llega a la cama, pero despierta apasionadamente enamorada. (¡Si no sucede el primer día, sucederá el primer mes!) Su fidelidad nunca vacila y terminan en el altar, "felices después de todo", etcétera. Fuera del cine, ¿cuántas parejas has encontrado que han buscado reproducir en su propia vida la trama de la película "Mujer bonita" [Pretty Woman]?

  2. El final en que no hay compromiso, al estilo de Bridget Jones: Uno de los dos reniega del contrato de "sexo recreativo", y espera ahora el verdadero amor. El otro, de manera bondadosa o no, dice: "gracias, pero no quiero". Un corazón profundamente dolido.

  3. Medalla de oro en las olimpiadas sexuales. Por supuesto que esto se ve limpio, pulcro, y "seguro", pero física y emocionalmente es el más dañado. Inclusive los psicólogos seculares se están cuestionando acerca de los efectos que tiene en nuestra capacidad para la intimidad los años de sexo recreativo. Cuando llega "la persona correcta", ¿podrán reconocerla? ¿Sabrán cómo tratarla si tienes el premio enfrente de ti?

Entonces, ¿qué debemos hacer con esta fuerza sexual increíblemente fuerte si también esperamos ser competentes, sentirnos conectados y confortados? La respuesta descansa en el segundo modelo de comportamiento sexual –sexo con amor. Amor real. El sexo con amor ayuda a satisfacer nuestro deseo de ser competentes, sentirnos conectados y confortados en nuestra sexualidad, y también ayuda a satisfacer tales deseos en la persona que amamos.

En el siglo IV, San Agustín ofreció un consejo que se parece a algo que uno encontraría en Playboy o Cosmo: "Ama, y haz lo que quieras".

Sin embargo, ¿cómo defines el amor? Al final del día, ¿cómo te das cuenta si has amado? Poetas, filósofos y psicólogos han batallado con este misterio. Pienso que en última instancia, la felicidad humana se resume en una frase del Evangelio de Juan: "Ámense los unos a los otros, como yo los he amado". Por lo tanto, siempre que pienso en nuestras relaciones sexuales, hay un modelo interesante, y surge una segunda pregunta: "¿Qué haría Jesús?". ¿Cómo crees que el Dios que te creó quiere que utilices éste gran don de la pasión y la procreación? ¿Qué es lo que Dios ve en el hombre o la mujer que tienes frente a ti? ¿Ves a la misma persona? ¿Qué es lo que Dios ve cuando te mira a ti? ¿Qué es lo que Dios quiere de ti en este momento y al final de tu vida?

Las respuestas son muy obvias y sólo requieren el ponerse a pensar un poco. Dios sólo quiere lo mejor para ti. Dios quiere que imites el modelo señalado por Jesús, amando de modo permanente, fiel, completo y fructífero. Dios no quiere que te consumas con un corazón roto, con un mal que puede dejarte estéril o que incluso puede matarte. Él quiere que sus hijos nazcan dentro de un matrimonio, donde los padres casados están amorosamente comprometidos entre sí y con sus hijos. Dios quiere que entiendas que "la vida encuentra su sentido en el amor recibido y dado, en cuyo horizonte hallan su plena verdad la sexualidad y la procreación humana". (El Evangelio de la Vida, 81).

Como dice San Agustín: "Ama y haz lo que quieras". Sin embargo, recuerda que el amor a Dios, el amor a ti mismo, y el amor a tu futuro esposo o esposa significa posponer la intimidad hasta el matrimonio. Ese es el lugar y el momento en el que puedes descubrir todo lo que el amor está supuesto a ser.


Julie Collins es maestra de estudios religiosos y ofrece dirección espiritual para adultos y adolescentes en la escuela preparatoria Georgetown, en North Bethesda, MD.

[10 Razones por las cuales la castidad es chévere]

  1. No es una negación. La castidad significa un "sí" a un estilo de vida saludable que puede prepararte para un gran matrimonio.

  2. Ofrece un 100% de garantía contra las enfermedades transmitidas sexualmente y embarazos no planeados. ¡Todo es natural y no hay efectos secundarios!

  3. Te permite ver a tu compañero y a tu relación de una manera clara.

  4. Es para todos, puedes empezar en cualquier momento, incluso si has sido sexualmente activo.

  5. Pasarán tiempo de mayor calidad juntos para manifestarse el afecto en otras maneras.

  6. Guarda lo mejor para el final. Tu futuro esposo (a) se merece el mejor regalo que puedes darle: tú mismo (a).

  7. No existe el asunto de "estás yendo muy lejos". La pregunta, "¿Qué tan lejos puedo ir?" se convierte en ¿De qué forma puedo amar y respetar a esta persona, incluyendo el respeto por su propia sexualidad?

  8. ¡Es un buen termómetro del noviazgo! El ser casto te ayuda rápidamente a deshacerte de las personas que te dejarán si no tienes sexo con ellos.

  9. No hay nada que lamentar. Las estadísticas reflejan que la mayoría de los adolescentes se quejan de haber sido sexualmente activos. No conozco a nadie que practique la castidad y que se esté quejando de practicarla.
    Porque la espera vale la pena. El matrimonio es la única realidad en la que podemos dar todo nuestro ser a otra persona, y que tal acción verdaderamente tenga un significado. Esperar hasta el matrimonio es la única manera de descubrir qué tan grande puede ser el don del sexo.

[Dimitra C. Bolger]

Libros para adolescentes y jóvenes adultos
Real Love
 [Amor real], escrito por Beth Bonacci. El formato de preguntas y respuestas cubre las preguntas más comunes que los estudiantes de preparatoria, o universidad se hacen sobre el noviazgo, el matrimonio, el significado del sexo desde la perspectiva católica. ($12.95). Disponible en la Red por: www.reallove.net o llamando al 1-888-667-4992.

I Kissed Dating Goodbye, [Me despedí de los encuentros románticos con un beso], por Joshua Harris. Este es un "bestseller" que presenta las alternativas bíblicas para las citas románticas y propone "el noviazgo", como modelo para las relaciones entre hombres y mujeres. ($10.50) . Disponible a través de Life Cycle Books, www.lifecyclesbooks.com o llamando al 1-888-690-8532.

Intimate Bedfellows: Love, Sex and the Catholic Church [Compañeros de intimidad: amor, sexo y la Iglesia Católica], por Thomas y Donna Finn. Una excelente visión de conjunto, frecuentemente humorística, de la sexualidad; ofrece un entendimiento positivo de las enseñanzas de la Iglesia Católica. ($3.95) Disponible en Northwest Family Services, en www.nwfs.org o llamando al 1-503-215-6377.

Libros para padres de familia / maestros 

Covenant of Love: Pope John Paul II on Sexuality, Marriage and Family in the Modern World [Alianza de amor: El Papa Juan Pablo II habla sobre la sexualidad, el matrimonio y la familia en el mundo moderno], escrito por los reverendos Richard M. Hogan y M LeVoir. La teología de Juan Pablo II sobre el cuerpo humano en una manera sencilla ($14.95). Disponible en Ignatius Press, www.ignatius.com o llamando al 1-800-651-1531.

Sex, Love and You: Making the Right Decisions [Sexo, amor y tú: decidiendo correctamente], escrito por Tomas Lickona y compañeros. Pleno en historias y aportes prácticos desde la experiencia del Dr. Lickona en carácter de educador y de las experiencias de los padres de familia. Dirigido a los padres de familia católicos ($6.95). Disponible en Northwest Family Services en www.nwfs.org o llamando al 1-503-215—6377.

Love and Life [Amor y vida], escrito por Colleen Kelly Mast. Guía para los padres de familia para enseñar a sus hijos e hijas acerca de la castidad. Presenta además relatos sobre la castidad en relación a los Diez Mandamientos y a las Bienaventuranzas. ($6.95). Disponible a través de Ignatius Press en www.ignatius.com o llamando al 1-800-651-1531. "Amor y Vida" también es parte del currículo, disponible sólo para los directores de educación religiosa.

Sexual Wisdom: A Guide for Parents, Young Adults, Educators and Physicians [Sabiduría sexual: una guía para los padres, jóvenes adultos, educadores y médicos], escrito por Richard Wetzel, MD. ($12.95). Disponible en Proctor Publications, www.proctorpublications.com o llamando al 1-800-343-3034.

Planes de estudio
FACTS (Family Accountability for Teen Sexuality) [Supervisión familiar para la sexualidad de los adolescentes], quinto grado, sexto grado, educación media básica, y bachillerato, escrito por Rose Fuller y compañeros. Un personaje basado en el programa educacional de abstinencia, actualizado anualmente. Contiene más de 30 lecciones, y una gran cantidad de materiales que pueden reproducirse, así como actividades y hojas de trabajo. Presenta una amplia variedad de componentes para los padres de familia, estudiantes y educadores. Disponible en inglés y español (los precios varían). Disponible en Northwest Family Services www.facts.cc o llamando al 1-503-215-6377.

New Corinthians [Nuevos corintios], escrito por Keith Bower. Plan de estudios para K-8 que enfatiza las virtudes del discípulo cristiano, de tal forma que los adolescentes y jóvenes entenderán la llamada universal a la santidad y castidad, como una virtud que es parte de todos los estilos de vida. El programa incluye 232 páginas para los maestros y padres de familia, que a la vez hacen la función de manual, además de un folleto de 48 páginas para los padres de familia. $24.95. Disponible en Couple to Couple League en www.ccli.org o llamando al 1-513-471-2000. Project Genesis [Proyecto génesis], escrito por Ann Gallager y compañeros. Un amplio programa de educación sobre la castidad dirigido a K-10 que toma como punto de partida la teología de Juan Pablo II sobre el cuerpo humano. El programa incluye material para los programas de educación religiosa: talleres para padres de familia (4° a 6° grado), acerca del valor de la fertilidad y la espera de la vida íntima hasta el matrimonio (7° - 10° grado). (Los precios varían). Disponible en Northwest Family Services www.nwfs.org o llamando al 1-503-215-6377.

Sugerencias para los programas parroquiales
Antes de planear las charlas parroquiales o los programas sobre la castidad para adolescentes, consulte con el personal de la oficina diocesana que coordina el programa de castidad (puede ser la oficina diocesana del ministerio familiar, de pastoral juvenil o de escuelas católicas). Ellos podrán decirle si la diócesis recomienda cierto programa en especial, qué programas se han implementado exitosamente en la diócesis, y qué conferencistas y recursos tienen disponibles.

Trabaje muy de cerca con el párroco, la escuela y el equipo de educación religiosa, así como con el ministro de jóvenes para lograr que los programas educacionales y actividades respondan mejor a las necesidades de la parroquia. La lista de recursos presenta tres programas excelentes en materia de castidad, entre los muchos que existen ahora.

Recursos generales
National Abstinence Clearinghouse. Tiene disponible un amplio catálogo por medio de su página digital: www.abstinence.net o llamando al 1-888-577-2966.

Medical Institute for Sexual Health [Instituto Médico para Salud Sexual], cuenta con libros, volantes, videos, boletines informativos que presentan buenas razones para la abstinencia, enfatizando el carácter y desarrollo de los riesgos médicos cuando se practica el sexo casual. Diseñado para audiencias seculares. Para una lista completa, vea www.medinstitute.org o llame al 1-800-9484.

Diocese of Memphis NFP Center
 [Centro de Planificación Natural de la Diócesis de Memphis]cuenta con marcadores de libros, calcomanías, tarjetas que promueven la castidad que pueden utilizarse en presentaciones, y para que los maestros y padres de familia las distribuyan. Puede ordenar un catálogo del Centro de Planificación Natural de la Diócesis de Memphis enviando un correo electrónico a mvanepps@cdom.org o llamando al 1-901-373-1285.


Copyright © 2002, United States Conference of Catholic Bishops, Washington, D.C. Todos los derechos reservados. 

 


[public_html/teologia/1liturgia/sacramentos/penitencia/indulgencia/_includes/adsensehorizontal.htm]
[public_html/teologia/1liturgia/sacramentos/penitencia/indulgencia/_includes/bottomnav.htm]