Tratado III

DIOS UNO

1. Existencia de Dios

2. Vida de Dios

3. Atributos inmanentes

4. Simplicidad

5. Perfecci�n

6. Infinidad

7. Ubicuidad

8. Inmutabilidad

9. Inmensidad

10. Eternidad

11. Unicidad

12. Atributos y transeuntes u operativos

13. Bondad

14. Hermosura

15. Ciencia. Propiedades

16. Ciencia. Objeto: El mismo Dios

17. Ciencia. Objeto: Las Leyes

18. Ciencia. Objeto: Lo real y lo posible

19. Ciencia. Objeto: Lo �ntimo de los hombres

20. Ciencia. Objeto: El mal

21. Ciencia. Objeto: Las proposiciones enunciables

22. Ciencia. Objeto: Los futuros

23. Ciencia media

24. Santidad

25. Justicia

26. Justicia. Dios Remunerador

27. Justicia. Aplicaci�n. La Ira de Dios

28. Voluntad

29. Voluntad salv�fica

30. Libertad

31. Amor

32. Dios manifiesta su amor

33. Amor a las criaturas

34. Dios no odia al pecador

35. Dios odia el pecado

36. Misericordia

37. Omnipotencia

38. Providencia sobre las cosas

39. Providencia sobre el bien

40. Planes de Dios

41. Predestinaci�n

42. Predestinaci�n. Necesidad

43. Predestinaci�n. Ayudas

44. Predestinaci�n. N�mero

45. Predestinaci�n. Se�ales

46. Predestinaci�n. Causa

47. Predestinaci�n. Efectos

48. Predestinaci�n. Depende del hombre su salvaci�n o condenaci�n

49. Predestinaci�n. Certeza

50. Predestinaci�n. Inseguridad subjetiva

51. Predestinaci�n. Eficacia

52. Predestinaci�n o repobraci�n

53. Repobraci�n de los imp�os

54. Repobraci�n de los imp�os. Se�ales

55. Repobraci�n de los imp�os. Propiedades

56. El libro de la vida

57. Manifestaci�n de Dios

58. Visi�n de Dios

59. Incomprensibilidad

60. Bendici�n de Dios

61. Temor de Dios

1. La existencia de Dios

-No se puede conocer inmediatamente

-Se puede conocer por la luz natural de la raz�n

-Se puede demostrar cient�ficamente

-Y por el testimonio de nosotros mismos

-La Existencia de Dios no se puede conocer inmediatamente ni por intuici�n

Y a�adi�: �Pero mi rostro no podr�s verlo; porque no puede verme el hombre y seguir viviendo� (Ex. 33, 20).

A Dios nadie le ha visto jam�s (Jn. 1, 18).

Ahora vemos en un espejo, confusamente. Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo imperfecto, pero entonces conocer� como soy conocido (1 Cor. 13, 12).

...el Se�or de los se�ores, el �nico que posee Inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien no ha visto ning�n ser humano ni le puede ver (1 Tim. 6, 16).

-La existencia de Dios puede conocerse ciertamente por la luz natural de la raz�n.

S�, vanos por naturaleza todos los hombres que ignoran a Dios y no fueron capaces de conocer por los bienes visibles a Aquel-que-es, ni atendiendo a las obras, reconocieron al art�fice; sino que al fuego, al viento, al aire sutil, a la b�veda estrellada, al agua impetuosa o a las lumbreras del cielo los consideraron como dioses, se�ores del mundo (Sab. 13, 1-2).

Porque lo invisible de Dios, desde la creaci�n del mundo, se deja ver a la inteligencia a trav�s de sus obras (Rom. 1, 20).

-La existencia de Dios puede demostrarse cient�ficamente e intelectualmente.

S�, vanos por naturaleza todos los hombres que ignoran a Dios y no fueron capaces de conocer por los bienes visibles a Aquel-que-es, ni atendiendo a las obras, reconocieron al art�fice; sino que al fuego, al viento, al aire sutil, a la b�veda estrellada, al agua impetuosa o a las lumbreras del cielo los consideraron como dioses, se�ores del mundo (Sab. 13, 1-2).

Porque lo invisible de Dios, desde la creaci�n del mundo, se deja ver a la inteligencia a trav�s de sus obras (Rom. 1, 20).

-La existencia de Dios se puede conocer por el testimonio de nosotros mismos.

Dir�n todos mis huesos:

Yahv�h, �qui�n como t�,

para librar al d�bil del m�s fuerte,

al pobre de su expoliador? (Sal. 35, 10).

Mi alma conoc�as cabalmente,

y mis huesos no se te ocultaban,

cuando era yo hecho en los secreto,

tejido en las honduras de la tierra (Sal. 139, 14-15).

2. La vida de Dios

-Nociones

-Dios es esp�ritu

-Su constitutivo metaf�sico es su mismo ser

-Dios tiene en s� mismo la raz�n de existir

-Es el ser vivo por excelencia

-Dios es la causa de la vida de todos los vivientes

-Todas las cosas creadas son vida en Dios

-Nociones

Vida en general. Es el movimiento surgido del interior del ser org�nico.

En concreto. Viven aquellos seres que se mueven a s� mismos.

En abstracto. En acto primero. La vida coincide con la sustancia dotada de movimiento inmanente, o sea que puede moverse a s� misma.

En acto segundo (o sea en sus operaciones o actividades vitales) consiste en la actividad por la cual se mueven los seres dotados de movimiento inmanente.

Diferentes grados:

Vida vegetativa. Tiene mayor dependencia de la materia inerte.

Vida sensitiva. Menos dependencia de la materia inerte, puesto que est� dotada de conocimiento sensitivo.

Vida intelectiva se extiende incluso a las cosas inmateriales y puede subsistir con absoluta independencia de la materia. (almas separadas, �ngeles de Dios).

La vida intelectiva tiene 3 grados:

Humano que es de suyo racional y discursivo,

Ang�lico, que es puramente intelectual, sin discursos ni razonamientos,

Divino, que es tan perfecto que se confunde con el mismo ser de Dios.

Por tanto, Dios es el ser viviente por excelencia, es decir, la vida misma en toda su universalidad y perfecci�n infinita.

-Dios es esp�ritu y, por tanto, carece de cuerpo, materia y de forma.

Dios es esp�ritu,... (Jn. 4, 24).

-El constitutivo metaf�sico de la esencia divina es su mismo ser subsistente.

La esencia metaf�sica de Dios consiste en lo que directamente se expresa por el nombre de Dios porque �cada nombre es instituido para significar la naturaleza o la esencia del ser al cual se atribuye� (St. Tom�s).

Pero el nombre de Dios expresa su mismo ser subsistente,

Contest� Mois�s a Dios: �Si voy a los hijos de Israel y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros, cuando me pregunten �Cu�l es su nombre?, �Qu� les responder�?� Dijo Dios a Mois�s: �Yo soy el que soy� (Ex. 3, 14).

Aclaraci�n. Por tanto el constitutivo metaf�sico de la esencia de Dios es su mismo ser subsistente en y por s� mismo.

-Dios tiene en s� mismo la raz�n de existir.

Dijo Dios a Mois�s: �Yo soy el Que soy� (Ex. 3, 14).

Aclaraci�n. Dios es el que es, es decir, el que no debe su existencia a otro ser, porque la posee en s� y por s� mismo.

-Dios es el ser vivo por excelencia.

Yo doy la muerte y doy la vida (Dt. 32, 39).

...y digo: �Tan cierto como he de vivir eternamente� (Dt. 32, 40).

Mi coraz�n y me carne gritan de alegr�a hacia el Dios vivo (Sal. 83, 3).

Yo te conjuro por Dios vivo a que nos digas si t� eres el Cristo, el Hijo de Dios (Mt. 26, 63).

En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres (Jn. 1, 4).

Porque as� como el Padre tiene vida en s� mismo, as� tambi�n le ha dado al Hijo el tener vida en s� mismo (Jn. 5, 26).

...al que est� sentado en el trono y vive por los siglos de los siglos (Apoc. 4, 9).

...y juro por el que vive por los siglos de los siglos (Apoc. 10, 6).

-Dios vive adem�s es su propia vida o la vida misma.

Yo soy la vida (Jn. 14, 6).

Dios es la causa de la vida de todos los seres vivientes.

En ti est� la fuente de la vida (Sal. 36, 10).

...mientras que hicisteis morir al Jefe que lleva la vida (Hch. 3, 15).

...pues en �l vivimos, nos movemos y existimos (Hch. 17, 28.)

Aclaraci�n. Dios es la causa de la vida de todas las criaturas vivientes en cuanto que es la causa primera y ejemplar de todas ellas.

-Todas las cosas creadas son vida en Dios.

...en ti est� la fuente de la vida,... (Sal. 36, 10).

En ella estaba la vida,... (Jn. 1, 4).

...pues en �l vivimos, nos movemos y existimos,... (Hch. 17, 28).

Aclaraci�n. �En ella�, es decir, en la Palabra que es el Verbo de Dios. Dios es vida de todas las cosas en cuanto que es fuente o causa primera y ejemplar de todos los seres creados.

3. Los Atributos de Dios

-Los atributos de Dios no se distinguen de su esencia

a) -Inmanentes, los referidos a la esencia divina considerada en s� misma.

Simplicidad

Perfecci�n

Infinidad

Ubicuidad

Inmutabilidad

Inmensidad

Eternidad

Unicidad

-Los Atributos de Dios no se distingue realmente de su esencia.

Atributos de Dios son sus mismas perfecciones absolutas y simples que forman un mismo y un s�lo ser con su ser.

Yo, la Sabidur�a habito con la prudencia,... (Prov. 8, 12).

Le dice Jes�s, �Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida...� (Jn. 14, 6).

...mas para los llamados, lo mismo jud�os que griegos, un Cristo, fuerza de Dios y sabidur�a de Dios (1 Cor. 1, 24).

...porque Dios es amor (1 Jn. 4, 8).

Aclaraci�n. En estos y otros textos de la Sagrada Escritura, se predican los atributos de Dios es abstracto, para indicar que tales atributos no se distinguen de su ser. Verdad, amor, fuerza, sabidur�a son sustantivos abstractos.

4. Simplicidad

-Dios es absolutamente simple, puesto que carece de toda composici�n metaf�sica, f�sica o l�gica.

Simplicidad es la carencia de composici�n o de partes.

Composici�n metaf�sica es la que consta de partes metaf�sicas, como potencia y acto, esencia y existencia, naturaleza y supuesto, substancia y atributos, etc.

Composici�n f�sica es la que consta de partes materiales.

Composici�n l�gica es la que afecta a los seres que constan de g�nero y de diferencia espec�fica.

Un esp�ritu no tiene ni carne ni huesos como veis que yo tengo (Lc. 24, 39).

Dios es esp�ritu y los que le adoran deben de adorarle en esp�ritu y en verdad (Jn. 4, 24).

Yo soy el camino, la verdad y la vida (Jn. 14, 6).

El Se�or es el esp�ritu (2 Cor. 3, 17).

Dios es amor (1 Jn. 4, 8).

5. Perfecci�n

-Dios es infin�tamente perfecto.

Perfecci�n es la cualidad en virtud de la cual un ser posee toda la realidad que le corresponde seg�n su naturaleza.

Un ser es tanto m�s perfecto cuanto tiene menos de potencia y m�s de acto, porque la potencia es la capacidad de adquirir alguna perfecci�n y el acto es la posesi�n real de esa misma perfecci�n.

Modos de perfecci�n.

1� -En cuanto a los accidentes, cuando alcanza la perfecci�n de los mismos seg�n su naturaleza.

Ej. la estatura de una persona.

2� -En cuanto al ser mismo, cuando est� totalmente desarrollado seg�n su naturaleza.

Ej. La semilla convertida en la planta completa.

3� -De modo absoluto, en grado m�ximo e infinito, de tal manera que resulta imposible un perfecci�n mayo. Esta corresponde s�lo a Dios.

�l lo es todo (Si. 43, 27).

Todas las naciones son como nada ante �l, como nada y vac�o son estimadas por �l. Pues �con qui�n asemejar�is a Dios, que semejanza le aplicar�is? (Is. 40, 17-18).

Vosotros, pues, sed perfectos, como es perfecto vuestro Padre celestial (Mt. 5, 48).

-En Dios preexisten las perfecciones de todas las cosas creadas y posibles.

Porque de �l, por �l y para �l son todas las cosas (Rom. 11, 35).

...no hay m�s que un s�lo Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y para el cual somos;... (1 Cor. 8, 6).

�l es Imagen de Dios invisible,...todo fue creado por �l y para �l, �l existe con anterioridad a todo, y todo tiene en �l su consistencia (Col. 1, 16-17).

Aclaraci�n. Todas las perfecciones que hay en el efecto deben encontrarse en la causa que lo produce. (Sto. Tom�s).

-Las perfecciones de todas las criaturas est�n contenidas en Dios de modo eminente.

Perfecciones puras son las que no contienen ninguna imperfecci�n. Ej. la sabidur�a, la bondad, la belleza.

Perfecciones mixtas son aqu�llas que s� contienen alguna imperfecci�n y por tanto son perfecciones en relaci�n a otros seres inferiores, p.e. el cuerpo humano es perfecci�n con respecto a un miembro u �rgano del mismo, pero es imperfecci�n en relaci�n al esp�ritu, al ser espiritual.

Tres modos de poseer una perfecci�n:

1� -Formalmente, cuando un ser la posee seg�n su propio concepto expresado en la definici�n.

Ej. la animalidad en el hombre.

2� -Virtualmente, cuando hay en el ser capacidad suficiente de producir esa perfecci�n. Ej. la semilla contiene virtualmente a la planta.

3� -Eminentemente, cuando la perfecci�n se posee en grado infinito.

El que plant� la oreja, �no va a o�r? el que form� los ojos, �no va a ver? (Sal. 94, 9).

M�os son el consejo y la habilidad, m�a la inteligencia, m�a la fuerza (Prov. 8, 14).

Conmigo est�n la riqueza y la gloria, la fortuna s�lida y prosperidad (Prov. 8, 18).

Y si fue su poder y eficiencia lo que les dej� sobrecogidos, deduzcan de ah� cu�nto m�s poderoso es Aquel que los hizo; pues de la grandeza y hermosura de las criaturas se llega, por analog�a, a contemplar a su Autor, (Sab. 13, 4-5).

Porque de �l, y por �l, y para �l son todas las cosas (Rom. 11, 35).

-Las criaturas existen m�s realmente en Dios, en cierto modo, que en s� mismas.

Pues en �l vivimos y nos movemos y existimos (Hch. 17, 28).

Explicaci�n. Un artesano construye su arca. Primero la concibe en su mente, pero la simple idea no es el arca real. Aquella es invisible, �sta es visible. Una vez construida el arca, no deja de existir en la menta del artista. La obra es la realizaci�n de la idea. El arca puede pudrirse, destruirse, pero la idea queda en la mente del artista para hacer otra, si despu�s quisiere. El arca fabricada no tiene vida, pero como idea concebida en la mente del art�fice, s� tiene vida.

-Las criaturas son semejantes a Dios, no de modo gen�rico, ni individual, ni espec�fico, sino anal�gico, y con distancia infinita.

Clases de semejanza:

1� - Gen�rica, La que afecta a dos seres del mismo g�nero, pero no de la misma especie. Ej. un hombre y un animal.

2� -Individual, La que existe entre dos seres de la misma especie. Ej. dos hombres de raza blanca.

3� -Espec�fica, La que existe entre dos seres de la misma especie, pero con caracter�sticas accidentales diferentes. Ej. Un hombre de raza amarilla y otro de raza negra.

4� -Anal�gica, La que existe entre dos seres que no son ni de la misma especie ni del mismo g�nero, sino que tienen de com�n que SON SERES.

Esta semejanza anal�gica admite 3 grados, seg�n participen solamente del ser, de las facultades, o de la misma naturaleza.

1� -Las criaturas irracionales participan de la perfecci�n divina en cuanto que tienen el ser.

2� -Las racionales participan que las facultades de inteligencia y voluntad, que son perfecciones de Dios,

3� -Las almas en gracia y los �ngeles del cielo, participan de la misma naturaleza divina.

Hagamos al hombre a imagen nuestra, seg�n nuestra semejanza (G�n. 1, 6).

Aclaraci�n. Los �ngeles y los Hombres participan de los dos primeros grados de semejanza anal�gica y est�n dotados de capacidad de participar del tercero.

-Las perfecciones infinitas del ser de Dios no se pueden comparar con las cualidades tan limitadas de las criaturas.

Yahv�h, �qui�n como t�, para librar al d�bil del m�s fuerte, al pobre de su expoliador? (Sal. 35, 10).

Pues �con qui�n asemejar�is a Dios, qu� semejanza le aplicar�is? (Is. 40, 18).

-Las perfecciones infinitas de Dios no se pueden percibir con los sentidos corporales.

...el �nico que posee Inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien no ha visto ning�n ser humano ni le puede ver (1 Tim. 6, 16).

Y a�adi�: �Pero mi rostro no podr�s verlo; por que no puede verme el hombre y seguir viviendo (Ex. 33, 20).

6. Infinidad

-Dios es infinito con infinitud absoluta.

Infinito es aquello que carece de l�mites.

1� -Infinito absoluto es lo que no tiene l�mites ni en la potencia ni el acto.

2.� -Infinito relativo es lo que no tiene l�mites en la potencia, pero s� en el acto.

Ej. el n�mero, la extensi�n, la l�nea.

Estos no tienen l�mites en la potencia, pues pueden crecer indefinidamente, pero s� en el acto, ya que es imposible que alcancen una dimensi�n tal, que no puedan ser mayores.

Grande es Yahv�h y muy digno de alabanza, insondable su grandeza (Sal. 144, 3).

Grande es y sin l�mites, excelso y sin medida (Bar. 3, 24).

-Dios es infinito en toda perfecci�n.

a) -Argumento indirecto.

Grande es Yahv�h y muy digno de alabanza, insondable su grandeza (Sal. 145, 3).

b) -Argumento directo.

...pues yo soy Dios, no hay ning�n otro, yo soy Dios, no hay otro como yo (Is. 46, 9).

7. Ubicuidad

-Dios no circunscribe su presencia a ning�n lugar determinado.

Ubicuidad es la presencia actual de Dios en todas las personas, cosas y lugares, por tanto supone ya la creaci�n y existencia de las cosas.

�A d�nde ir� yo lejos de tu esp�ritu,

a d�nde de tu rostro podr� huir?

Si hasta los cielos subo, all� est�s t�,

si en el seol me acuesto, all� te encuentras (Sal. 139, 8).

�Soy yo un Dios s�lo de cerca -or�culo de Yahv�h- y no soy Dios de lejos?

�O se esconder� alguno en escondite donde yo no le vea? -or�culo de Yahv�h-.

�Los cielos y la tierra no los lleno yo? -or�culo de Yahv�h- (Jer. 23, 24).

-La acci�n virtual transe�nte de Dios es la raz�n formal de su presencia en todas las cosas.

...por m�s que no se encuentra lejos de cada uno de nosotros; pues en �l vivimos, nos movemos y existimos,... (Hch. 17, 27-28).

Aclaraci�n. Dios no est� en un lugar por raz�n de la cantidad, puesto que carece de ella.

-Dios est� presente �ntimamente en todas las personas, cosas y lugares.

1� -En todas las personas:

...no se encuentra lejos de cada uno de nosotros, pues en �l vivimos, nos movemos y existimos (Hch. 17, 28).

2� -En todas las cosas:

�O se esconder� alguno en escondite don yo no lo vea? (Jer. 23, 24).

3� -En todos los lugares:

Si hasta los cielos subo, all� est�s t�, si en el seol me acuesto, all� te encuentras. Si tomo las alas de la aurora, si voy a parar a lo �ltimo del mar, tambi�n all� tu mano me conduce, tu diestra me aprehende (Sal. 138, 8-10).

8. Inmutabilidad

-Dios es inmutable metaf�sica, f�sica y moralmente.

Inmutabilidad es el atributo por el cual Dios permanece siempre el mismo, sin experimentar jam�s ning�n cambio de cualquier naturaleza.

Hay tres clases de inmutabilidad:

1� -Inmutabilidad metaf�sica que es la imposibilidad de cambio en la naturaleza de un ser,

2� -F�sica que es la permanencia de un ser en su sustancia.

3� -Moral es la permanencia de un ser racional en las operaciones de su voluntad.

a) -Dios es inmutable metaf�sicamente.

Desde antiguo t� fundaste la tierra,

y los cielos son la obra de tus manos;

ellos perecen, mas t� quedas,

todos ellos como la ropa se desgastan,

como un vestido los mudas t�, y se mudan.

Pero t� siempre el mismo, no tiene fin tus a�os (Sal. 26, 28).

Que yo, Yahv�h, no cambio,... (Mal. 3, 6).

b) -Dios es inmutable f�sicamente.

Toda d�diva buena y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, en quien no hay cambios ni sombras de rotaciones (Sant. 1, 17).

c) -Dios es inmutable moralmente.

No es Dios un hombre para mentir, ni hijo de hombre para volverse atr�s (N�m. 23, 19).

...el plan de Yahv�h subsiste para siempre, los proyectos de su coraz�n por todas las edades (Sal. 32, 11).

Muchos proyectos en el coraz�n del hombre, pero s�lo el plan de Yahv�h se realiza (Prov. 19, 21).

9. Inmensidad

-Dios es Inmenso.

Inmensidad es la aptitud del ser para existir en todas las cosas y en todos los lugares. Esta capacidad la pose�a Dios antes de la creaci�n del mundo a pesar de que Dios no estaba presente en ning�n lugar, pues el lugar no exist�a pues no exist�an todav�a criaturas que lo determinaran. Dios estaba entonces en s� mismo.

Si hasta los cielos subo, all� est�s t�, si en el seol me acuesto, all� te encuentras. Si tomo las alas de la aurora, si voy a parar a lo �ltimo del mar, tambi�n all� tu mano me conduce, tu diestra me aprehende ( Sal. 138, 8-10).

As� dice Yahv�h: Los cielos son mi trono y la tierra el estrado de mis pies (Is. 66, 1).

-Dios es Inmenso.

La inmensidad es el fundamento de la presencia de Dios en todos los seres.

a) -Presencia por conocimiento.

�Qui�n como Yahv�h, nuestro Dios,

que se sienta en las alturas,

y baja para ver

los cielos y la tierra? (Sal. 113, 5-6).

b) -Presencia por ubicuidad.

�A d�nde ir� yo lejos de tu esp�ritu,

a d�nde de tu rostro podr� huir?

Si hasta los cielos subo, all� est�s t�

si en el seol me acuesto, all� te encuentras (Sal. 139, 7-8).

�Los cielos y la tierra no los lleno yo?

-or�culo de Yahv�h- (Jer. 23, 24).

10. Eternidad

-Eternidad de Dios.

La eternidad de Dios es una consecuencia de su inmutabilidad.

Distintos conceptos referidos a la duraci�n.

Duraci�n propiamente tal es la permanencia en el ser, con sucesi�n de tiempo o sin ella.

El tiempo continuo es la duraci�n y medida de aquellas cosas que cambian en su propio ser (al corromperse) o en sus operaciones (al moverse, alterarse, aumentarse, etc.). Se opone a la eternidad.

El tiempo discreto o discontinuo es la sucesi�n de las diversas operaciones de los �ngeles, cada una de las cuales puede constar de muchos instantes sucesivos, pero sin continuaci�n unas de otras. Cada una de las operaciones de los �ngeles constituye un momento ang�lico, aunque, seg�n nuestro modo de concebir la duraci�n, se haya prolongado por mucho tiempo.

El evo es la duraci�n y medida de aquellas cosas que son incorruptibles en cuanto a su substancia, pero variables en cuanto a sus operaciones (pensamientos efectos, etc.).

Se miden por el evo las substancias espirituales creadas (�ngeles y almas racionales) y las operaciones connaturales del entendimiento de los �ngeles, por las que ellos se conocen necesariamente.

El evo tiene principio, pero no fin. Es m�s excelente que nuestro tiempo, pero menos que la eternidad.

La eternidad participada es la duraci�n de la visi�n beatifica de los �ngeles y de los bienaventurados de cielo. Es la participaci�n que los �ngeles y los bienaventurados del cielo tienen de la eternidad de Dios.

La eternidad es la duraci�n sin principio, sin sucesi�n y sin fin. Es la posesi�n total, simult�nea y perfecta de una vida interminable.

Esta se exclusiva de Dios.

-Dios es Eterno.

Eternidad es la posesi�n total, simult�nea y perfecta de una vida interminable. Boecio.

Yo soy el que soy (Ex. 3, 14).

...desde siempre hasta siempre t� eres Dios (Sal. 89, 2).

Desde antiguo tu fundaste la tierra,

y los cielos son la obra de tus manos

ellos perecen, mas t� quedas,

todos ellos como la ropa se desgastan,

como un vestido los mudas t�, y se mudan.

Pero t� siempre el mismo, no tiene fin tus a�os (Sal. 12, 26-28).

Tu reino, un reino por los siglos todos,

tu dominio, por todas las edades (Sal. 145, 13).

Yahv�h reina para siempre,

tu Dios, oh Si�n, de edad en edad (Sal. 146, 10).

...porque �l es antes de la eternidad y por la eternidad (Si. 42, 21).

Mas t�, Yahv�h, para siempre te sientas;

�tu trono de generaci�n en generaci�n! (Lm. 5, 19).

Al Rey de los siglos, al Dios inmortal, invisible y �nico, honor y gloria por los siglos de los siglos (1 Tim. 1, 17).

Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Se�or Dios. Aquel que es, que era y que va a venir, el Todopoderoso (Apoc. 1, 8).

Aclaraci�n. El mismo nombre divino YAHV�H, significa EL QUE ES, y manifiesta �eternidad�.

11. Unicidad

-Dios es �nico

Unicidad es la cualidad del ser, dentro de cuya naturaleza o especie, no existe otro m�s que �l.

Entonces pronunci� Dios todas estas palabras: �Yo, Yahv�h, soy tu Dios,...No habr� para ti otros dioses delante de m� (Ex. 20, 1-3).

...sepas que Yahv�h es el verdadero Dios y que no hay otro fuera de �l (Dt. 4, 35).

Escucha, Israel: Yahv�h es nuestro Dios, s�lo Yahv�h (Dt. 6, 4).

Ved ahora que yo, s�lo yo soy, y que no hay otro Dios junto a m� (Dt. 32, 39).

Yo soy Yahv�h, no hay ning�n otro; fuera de m� ning�n dios existe (Is. 45, 5).

Escucha Israel: el Se�or, nuestro Dios, es el �nico Se�or (Mc. 12, 29).

Esta es la vida eterna: que te conozcas a ti, el �nico Dios verdadero, y a tu enviado Jesucristo (Jn. 17, 3).

...porque no hay m�s que un s�lo Dios,... (Rom. 3, 29).

...no hay m�s que un �nico Dios (1 Cor. 8, 4).

Un s�lo Se�or, una sola fe, un s�lo bautismo, un s�lo Dios y Padre de todos, que est� sobre todos, por todos y en todos (Ef. 4, 5-6).

12. Atributos transeuntes

b) -Transeuntes u operativos, los referidos a los principios y a los modos de obrar Dios en sus criaturas.

Bondad

Hermosura

Ciencia

Santidad

Justicia

-Dios remunerador

-La Ira de Dios

Voluntad

Libertad

Amor

Misericordia

Poder

Providencia

-Planes

-Predestinaci�n

-Reprobaci�n

13. Bondad

-Dios es bueno.

Gustad y ved qu� bueno es Yahv�h (Sal. 34, 9).

�Qu� grande es tu bondad, Yahv�h! (Sal. 31, 20).

Dad gracias a Yahv�h porque es bueno, porque es eterno su amor (Sal. 107, 1).

�Dad gracias a Yahv�h, por que es bueno, porque es eterno su amor! (Sal. 136, 1).

...bueno Yahv�h para con todos, y sus ternuras sobre todas sus obras (Sal. 145, 9).

-Dios es la suma bondad perfect�sima.

Se pon�a ya en cambio cuando uno corri� a su encuentro y arrodill�ndose ante �l, le pregunt�: �Maestro bueno, �Qu� he de hacer para tener en herencia vida eterna?� Jes�s le respondi�: �Por qu� me llamas bueno? Nadie es bueno sino s�lo Dios (Mc. 10, 17-18).

Uno de los principales le pregunt�: �Maestro bueno, �qu� he de hacer para tener en herencia vida eterna?� Respondi�le Jes�s: ��Por qu� me llamas bueno? Nadie es bueno sino s�lo Dios...� (Lc. 18, 18-19).

Aclaraci�n. Jesucristo atribuye la bondad absoluta y perfecta solamente a Dios.

-Dios es infinitamente bueno con bondad ontol�gica, con bondad moral o santidad y con bondad bienehechora o de beneficencia.

-Bondad ontol�gica es la bondad en s� misma.

-Bondad moral es la carencia de pecado y la propia del ejercicio de la perfecci�n en todas las virtudes.

-Bondad de beneficencia es la tendencia de la voluntad a hacer bien a los dem�s.

a) -Bondad ontol�gica de Dios.

Nadie es bueno sino s�lo Dios (Lc. 18, 19).

b) -Bondad moral.

�Qui�n como t� glorioso en santidad? (Ex. 15, 11).

Sed, pues, santos, porque yo soy santo (Lev. 11, 45).

Santo es Yahv�h, nuestro, Dios (Sal. 98, 9).

...el que os ha llamado es santo (1 Pe. 1, 15).

c) -Bondad de beneficencia.

Porque tanto am� Dios al mundo que le dio a su Hijo �nico, para que todo el que crea en �l no perezca, sino que tenga vida eterna (Jn. 3, 16).

-Como expresi�n de su bondad infinita, Dios es muestra su paciencia con sus hijos en much�simas ocasiones.

O �desprecias, tal vez, sus riquezas de bondad, de paciencia y de longanimidad, sin reconocer que esa bondad de Dios te impulsa a la conversi�n? (Rom. 2, 4).

...Cristo Jes�s, a quien Dios exhibi� como instrumento de propiciaci�n por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia, pasando por alto los pecados cometidos anteriormente, en el tiempo de la paciencia de Dios;... (Rom. 3, 25-26).

Pues bien, si Dios, queriendo manifestar su c�lera y dar a conocer su poder, soport� con gran paciencia objetos de c�lera preparados para la perdici�n, a fin de dar a conocer la riqueza de su gloria... (Rom. 9, 22-23).

En efecto, todo cuanto fue escrito en el pasado, se escribi� para ense�anza nuestra, para que con la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza (Rom. 15, 4).

14. Hermosura

-Dios es infinitamente hermoso.

Hermosura es aquella cualidad de un ser, cuya vista agrada y deleita.

La Hermosura exige tres condiciones:

1� -Armon�a, es decir, proporci�n de formas, porque sin ella no podr�a agradar.

2� -Claridad, es decir, color claro y resplandeciente al que lo contempla.

3� -Integridad, es decir, que posea la totalidad de su ser, de lo contrario ser�a feo y deforme.

Sobre esta hermosura material, est� la espiritual, que llena de agrado y de deleite al entendimiento.

Esta belleza y hermosura espiritual y en grado infinito corresponde solamente a Dios.

Que si, seducidos por su belleza, los tomaron por dioses, sepan cuanto les aventaja el Se�or de todos ellos, pues fue el Autor mismo de la belleza quien los cre� (Sab. 13, 3).

15. La ciencia de Dios. Propiedades

-Dios es infinitamente inteligente

-Su ciencia alcanza el grado supremo de perfecci�n

-Dios conoce todas las cosas en un acto simplic�simo

-La ciencia de Dios es inmutable

-La ciencia de Dioses especulativa o especulativa y pr�ctica a la vez

-La sabidur�a de Dios es multiforme

-Dios es infinitamente inteligente.

Pero con �l sabidur�a y poder, de �l la inteligencia y el consejo.

Job 12, 13.

M�os son el consejo y la habilidad, m�a la inteligencia, m�a la fuerza (Prov. 8, 14).

Aclaraci�n. En Dios no existe la limitaci�n. Todo es ilimitado como corresponde a la perfecci�n de su ser.

Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial (Mt. 5, 48).

-Dios es infinitamente inteligente y su ciencia y conocimiento alcanza el grado supremo de perfecci�n.

Tiene tres sentidos diferentes:

-El ampl�simo, que es el conocimiento cierto y evidente,

-el propio, que es el conocimiento cierto y evidente de las cosas por sus causas pr�ximas,

-el estricto, que es el conocimiento cierto y evidente de las cosas por sus causas pr�ximas adquirido mediante el discurso y la raz�n.

La ciencia de Dios solamente puede concebirse en el sentido ampl�simo, que es el �nico que corresponde a la infinitud de su ser.

Dios de sabidur�a es Yahv�h,... (1 Sam. 2, 3).

Pero con �l la sabidur�a y el poder,

de �l la inteligencia y el consejo (Job 12, 13).

Hizo los cielos con inteligencia,

porque es eterno su amor (Sal. 136, 5).

Con la Sabidur�a fund� Yahv�h la tierra,

consolid� los cielos con inteligencia,

con su ciencia se abrieron los oc�anos

y las nubes destilan el roci� (Prov. 3, 19-20).

�Oh abismo de la riqueza, de la sabidur�a y de la ciencia de Dios! �Cu�n insondables son sus designios e inescrutables sus caminos! (Rom. 11, 33).

-Dios conoce todas las cosas simult�neamente con un acto �nico y simplic�simo, es decir, sin discurso, sin razonamiento.

Dios no necesita la potencia del discurso para llegar al acto del conocimiento, porque todo es acto puro en Dios. Por tanto, Dios penetra todo conocimiento con un s�lo acto intuitivo, sin necesitar pasar de unos conceptos a otros, ni de deducir las conclusiones de los principios. Esto se deduce del atributo de la simplicidad de Dios, porque el esp�ritu es irreductible a toda composici�n.

Dios es esp�ritu, y los que le adoran, deben adorarle en esp�ritu y verdad (Jn. 4, 24).

Porque el Se�or es el Esp�ritu,... (2 Cor. 3, 17).

-La ciencia de Dios no es variable, sino absolutamente inmutable.

Es decir:

-que no va cambiando con la adquisici�n de nuevos conocimientos.

-ni con la modificaci�n de los que ya tiene.

-ni con el olvido de algunos o de todos ellos,

-ni con el recuerdo de otros.

Esta inmutabilidad es una consecuencia necesaria de su infinita perfecci�n, porque la ciencia de Dios se identifica con su propia esencia que es absolutamente inmutable.

Toda d�vida buena y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, en quien no hay cambios ni sombras de rotaciones (Sant. 1, 17).

-La ciencia de Dios es solamente especulativa o especulativa y pr�ctica a la vez.

Ciencia especulativa es aquella que se limita a conocer simplemente, sin ordenaci�n alguna a la realizaci�n de la cosa.

Ciencia pr�ctica es aquella que est� ordenada a la realizaci�n de una cosa.

La ciencia o conocimiento que Dios tiene de s� mismo y de las cosas posibles que jam�s vendr�n a la existencia, es simplemente especulativa, pero el conocimiento que tiene de todos los seres creados es especulativo y pr�ctico a la vez, ya que este conocimiento o ciencia es la causa de la existencia de todas las cosas creadas.

a) -Ciencia especulativa.

-El conocimiento que el Hijo tiene del Padre.

...Y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo,... (Mt. 11, 27).

-El conocimiento que el Padre tiene del Hijo.

...Y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre,... (Mt. 11, 27).

-El conocimiento que el Esp�ritu Santo tiene del Padre y del Hijo.

...y el Esp�ritu todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios (1 Cor. 2, 10).

b) -ciencia especulativa y pr�ctica a la vez.

-El conocimiento que Dios tiene de todas las cosas que est�n bajo el cielo.

Porque �l otea hasta los confines de la tierra, y ve cuanto hay bajo los cielos (Job 28, 24).

-El conocimiento que Dios tiene de todas las cosas de la tierra.

Porque los ojos de Yahv�h recorren toda la tierra,... (2 Cro. 16, 9).

-La Sabidur�a de Dios es multiforme.

...para que la multiforme sabidur�a de Dios esa ahora manifestada a los Principados y a las potestades en los cielos,... (Ef. 3, 10).

16. La ciencia de Dios. Objeto

-Dios es omnisciente

-En Dios existe la ciencia media, seg�n los molinistas

-El objeto primario de la ciencia de Dios es Dios

-Dios se conoce a s� mismo

-Dios conoce a sus atributos

-Dios se comprende a s� mismo

-La sabidur�a creadora de Dios es la causa de todas las cosas

-La ciencia de Dios es la causa primera de todas las criaturas

-Dios es omnisciente.

No es que en Dios se den 3 clases de ciencia, sino que los te�logos la clasifican as� para un mejor entendimiento de los hombres.

Ciencia de simple inteligencia es la que tiene Dios de todas las cosas posibles.

Ciencia de visi�n es el conocimiento que tiene de todas las cosas futuras.

Ciencia media es el conocimiento que tiene Dios de las determinaciones que tomar�an libremente sus criaturas en todas las circunstancias imaginables. P.e. qu� hubiera hecho Ad�n si Dios le hubiese sometido a otra prueba.

-Existe la ciencia media en Dios, seg�n los molinistas.

Se lo llevo para que la maldad no pervirtiera su inteligencia o el enga�o sedujera su alma; (Sab. 4, 11).

��Ay de ti, Coraz�n! �Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sid�n se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que con saco y ceniza se habr�an convertido (Mt. 11, 21).

�...estando en oraci�n en el Templo, ca� en �xtasis; y le vi a �l que me dec�a: "Date prisa y marcha inmediatamente de Jerusal�n, pues no recibir�n tu testimonio acerca de m�"� (Hch. 22, 17-18).

-El objeto primario de la ciencia de Dios es el mismo Dios.

Dijo Dios a Mois�s: �yo soy el que soy� (Ex. 3, 14).

...nadie conoce bien al Hijo sino al Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo,... (Mt. 11, 27).

...y el Esp�ritu Santo todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios (1 Cor. 2, 10).

Aclaraci�n. El conocimiento que Dios tiene de s� mismo es el objeto primario de su ciencia, no con prioridad de tiempo, sino en cuanto las criaturas reflejan la imagen de sus perfecciones infinitas.

-Dios se conoce a s� mismo.

...y el Esp�ritu Santo todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios (1 Cor. 2, 10).

...nadie conoce lo �ntimo de Dios, sino el Esp�ritu de Dios (1 cor. 2, 11).

-Dios tiene un conocimiento perfect�simo de todos sus atributos.

...y el Esp�ritu Santo todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios (1 Cor. 2, 10).

...nadie conoce lo �ntimo de Dios, sino el Esp�ritu de Dios (1 Cor. 2, 11).

Aclaraci�n. El conocimiento perfect�simo del ser de Dios, supone id�ntico conocimiento de sus atributos, puesto que ambos se identifican.

-Dios se comprende totalmente a si mismo

...Y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo,... (Mt. 11, 7).

...y el Esp�ritu Santo todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios (1 Cor. 2, 10).

-La Sabidur�a creadora de Dios es la causa de la existencia de todas las cosas.

�Cu�n numerosas tus obras, Oh Yahv�h!

Todas las has hecho con sabidur�a,

de tus criaturas est� llena la tierra (Sal. 104, 24).

Yahv�h me cre�, primicia de su camino,

antes que sus obras m�s antiguas (Prov. 8, 22).

Cuanto est� oculto y cuanto se ve, todo lo conoc�, porque la que todo lo hizo, la Sabidur�a, me lo ense�� (Sab. 7, 21).

Si la inteligencia es creadora, �qui�n sino la Sabidur�a es el art�fice del universo? (Sab. 8, 6).

Aclaraci�n. As� como la idea que bulle en la mente del art�fice ilumina y rige su voluntad y su actividad en la creaci�n de la obra art�stica, de la misma manera las ideas de Dios, que realmente se identifican con su saber, iluminan y rigen la voluntad y la actividad divina en las operaciones �ad extra�.

-La ciencia de Dios es la causa primera, directiva y eficiente de todas las cosas creadas, en cuanto que est� identificada con su voluntad de crearlas.

Causa primera es la anterior a cualquier otra.

Causa directiva o ejemplar es la que sirve de modelo para producir su efecto, p. e. la idea que tiene un arquitecto en su mente de la casa que va a construir.

Causa eficiente, es la que realiza la idea concebida.

Por las palabras del Se�or fueron hechos sus obras, y la creaci�n est� sometida a su voluntad (Si. 42, 15).

...as� ser� mi palabra, la que salga de mi boca, que no tornar� a m� de vac�o, sin que haya realizado lo que plugo y haya cumplido aquello a que la envi� � (Is. 55, 11).

...seg�n el previo designio del que realiza todo conforme a la decisi�n de su voluntad,... (Ef. 1, 11).

Aclaraci�n. Para que una cosa concebida por el entendimiento divino o humano venga de hecho a la existencia, es necesario que la voluntad de crearla se una a su conocimiento especulativo.

17. Ciencia - Objeto: Las leyes

-Dios tiene un conocimiento perfect�simo de todas las verdades creadas, de todas las Leyes que rigen el movimiento de los astros y de los primeros principios en que aqu�llas se fundamentan.

�l hizo grandes maravillas,...hizo los cielos con inteligencia,...sobre las aguas extendi� la tierra,...hizo grandes lumbreras,...el sol para dominar el d�a,...la luna y las estrellas para dominar la noche,... (Sal. 136, 4, 5, 6, 7, 8 y 9).

Aclaraci�n. Es evidente que para crear la inmensa obra del macrocosmos, adem�s de la omnipotencia, es necesario el conocimiento de los principios fundamentales por los cuales se hab�a de regir todo el movimiento de los astros.

18. Ciencia - Objeto: Lo real y lo posible

-Dios conoce y comprende todas las cosas distintas de s� mismo, pasadas, presentes y futuras, en conjunto y particularmente, reales y posibles. Hasta con sus m�s �nfimos detalles.

Toda sabidur�a viene del Se�or, y con �l est� por siempre (Sab. 1, 1).

No hay para Dios criatura invisible: todo est� desnudo y patente a los ojos de Aqu�l a quien hemos de dar cuenta (Hebr. 4, 13).

-Dios conoce a todas las criaturas.

�l otea hasta los confines de la tierra, y ve cuanto hay bajo los cielos (Job 28, 24).

No hay para ella criatura invisible: todo est� desnudo y patente a los ojos de Aqu�l a quien tenemos que dar cuenta (Hebr. 4, 13).

-Dios conoce perfectamente todas las cosas creadas, no de modo general, sino con conocimiento clar�simo de cada una, de sus diferencias y de sus detalles �nfimos.

a) -Todas las cosas que est�n bajo el cielo.

Porque �l otea hasta los confines de la tierra, y ve cuanto hay bajo los cielos (Job 28, 24).

b) -Todas las cosas de la tierra.

Porque los ojos de Yahv�h recorren toda la tierra, ... (2 Cro. 16, 9).

c) -Todas las estrellas.

El cuenta el n�mero de estrellas, y llama a cada una por su nombre;... (Sal. 147, 4).

d) -Todas las aves del cielo.

...conozco todas las aves de los cielos, son m�as las bestias de los campos (Sal. 50, 11).

e) -Todos los cabellos de la cabeza.

En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza est�n todos contados (Mt. 10, 29).

f) -Todos los hijos de los hombres.

...desde el lugar de su morada observa a todos los habitantes de la tierra (Sal. 33, 14).

g) -A todos los buenos y a todos los malos.

El rostro de Yahv�h contra los malhechores, para raer de la tierra su memoria; los ojos de Yahv�h sobre los justos, y sus o�dos hacia su clamor (Sal. 34, 17-18).

h) -Todos los caminos y obras de los hombres.

En lugar de contar mis pasos como ahora,

no te cuidar�s m�s de mis pecados;

dentro de un saco se sellar�a mi delito,

y blanquer�as mi falta (Job 14, 16-17).

i) -Todos los pecados de los hombres.

Viendo Yahv�h que la maldad del hombre cund�a en la tierra, y que todos los pensamientos que ideaba su coraz�n eran puro mal de continuo,... (G�n. 6, 5).

j) -La retribuci�n justa que debe dar a cada hombre por sus obras.

Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus �ngeles, y entonces pagar� a cada uno seg�n su conducta (Mt. 16, 27).

k) -Las tinieblas.

...la misma tiniebla no es tenebrosa para ti, y la noche es luminosa como el d�a (Sal. 139, 12).

-Dios conoce perfectamente las cosas que no existen actualmente, porque han pasado ya, porque son futuras o porque son meramente posibles y no vendr�n jam�s a la existencia.

Antes de ser creadas, todas las cosas le eran conocidas. Y todav�a lo son despu�s de acabadas (Si. 23, 20).

Entonces me fue dirigida la palabra de Yahv�h en estos t�rminos: Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conoc�a, y antes que nacieses, te ten�a consagrado: yo profeta de las naciones te constitu� (Jer. 1, 5).

...Dios que da vida a los muertos y llama a las cosas que no son para que sean (Rom. 4, 17).

A �l, por quien entramos en herencia, elegidos de antemano, seg�n el precio designio del que realiza todo conforme a la decisi�n de su voluntad (Ef. 1, 11).

...pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 13).

-Dios conoce todas las criaturas que no existen pero que van a existir.

Yo doy la muerte y doy la vida,... (Dt. 32, 39).

S�, es mi mano la que fundament� la tierra y mi diestra la que extendi� a los cielos. Yo los llamo y todos se presentan (Is. 48, 13).

...de Dios que da la vida a los muertos y llama a las cosas que son para que sean (Rom. 4, 17).

19. La ciencia de Dios Objeto: Cosas �ntimas de los hombres

-Dios conoce los pensamientos de los hombres

-Dios conoce las intimidades de cada hombre

-Dios conoce los sentimientos de cada hombre

-Dios conoce los planes secretos de los hombres

-Dios conoce lo que cada hombre har�a, cambi�ndoseles las circunstancias

-Dios sabe los bienes que los buenos har�an y los males que los malos cometer�an, y por tanto qui�nes se hab�an de salvar y qui�nes se hab�an de condenar

-Dios conoce las circunstancias externas de cada hombre

-En Dios no existe la ciencia media

-Dios conoce el mal

-Dios conoce el mal no en s� sino en el bien de que priva

-Dios conoce las proposiciones enunciables

-Dios conoce los pensamientos de las criaturas racionales

...porque Yahv�h sondea todos los corazones y penetra los pensamientos en todas sus formas (1 Cro. 28, 9).

-Dios conoce los pensamientos y las intenciones m�s �ntimas de los hombres.

...�no se habr�a dado cuenta Dios,

�l, que del coraz�n conoce los secretos? (Sal. 44, 22).

Yahv�h, t� me escrutas y conoces;

sabes cu�ndo me siento y cu�ndo me levanto,

mi pensamiento calas desde lejos;

observas si voy de viaje o si me acuesto, familiares te son todas mis sendas (Sal. 139, 2-3).

-Dios conoce los sentimientos de cada uno de los hombres.

�No se habr�a dado cuenta Dios, �l, que del coraz�n conoce los secretos? (Sal. 44, 22).

�Oh Yahv�h Sebaot, juez de los justo, que escrutas los ri�ones y el coraz�n!,... (Jer. 11, 20).

En cambio a m� ya me conoces, Yahv�h; me has visto y has comprobado que mi coraz�n est� contigo (Jer. 12, 3).

-Dios conoce los planes secretos de los hombres.

Si te alzas o te sientas, si sales o entras, estoy presente y lo s� (2 Re. 19, 27).

�No ve �l mis caminos,

no cuenta todos mis pasos? (Job 31, 4).

...�no se habr� dado cuenta Dios,

�l, que del coraz�n conoce los secretos? (Sal. 44, 22).

Yahv�h, t� me escrutas y me conoces;

sabes cu�ndo me siento y cu�ndo me levanto,

mi pensamiento calas desde lejos;

observas si voy de viaje o si me acuesto,

familiares te son todas mis sendas (Sal. 139, 2-3).

-Dios conoce lo que los hombres har�an, cambi�ndoseles las circunstancias de obrar.

P.ej., lo que Judas hubiera hecho si no se hubiera ahorcado.

�Ay de ti, Coraz�n! �Ay, de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sid�n se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que con saco y ceniza se habr�an convertido (Mt. 11, 21).

-Dios sabe desde toda la eternidad los bienes que los bienes hab�an de hacer y los males que los malos hab�an de cometer y, en consecuencia, qui�nes se hab�an de salvar y qui�nes se hab�an de condenar.

Entonces Susana grit� fuertemente: Oh Dios eterno, que conoces los secretos, que todo lo sabes antes que suceda... (Dan. 13, 42).

Aclaraci�n. Si Dios con su voluntad antecedente excluyera a algunos hombres de la salvaci�n, destin�ndoles al infierno antes de prever sus propias culpas, esto se opondr�a a su justicia, a su bondad y a su misericordia.

a) -Se opondr�a a su justicia porque no es justo determinar un castigo antes de ser cometido el mal.

b) -Se opondr�a a su bondad porque no es bueno castigar sin dar tiempo a una correcci�n.

c) - Se opondr�a a su misericordia porque obrar�a sin compadecerse del culpable.

-Dios conoce las circunstancias externas en que se desenvuelve cada hombre.

Yahv�h, t� me escrutas y conoces; sabes cuando me siento y cuando me levanto, mi pensamiento calas desde lejos; observas si voy de viaje o si me acuesto, familiares te son todas mis sendas (Sal. 139, 1-3).

20. La ciencia de Dios Objeto: el mal

-Dios conoce el mal.

El mal se divide en mal de naturaleza, mal de pena y mal de culpa.

a) -Dios conoce el mal de naturaleza.

Ella (la Sabidur�a) sabe el pasado y conjeturas el porvenir, interpreta las m�ximas y descifra los enigmas, conoce el alcance de se�ales y prodigios, as� como la sucesi�n de �pocas y tiempos (Sab. 8, 8).

b) -Dios conoce el mal de pena.

Bienes y males, vida y muerte, pobreza y riqueza vienen del Se�or (Si. 11, 14).

c) -Dios conoce el mal de culpa.

Oh Dios, t� conoces mi locura, no se te ocultan mis ofensas (Sal. 69, 6).

Aclaraciones:

-Si los males est�n creados por los pecadores en el mal uso libertad, y �stos est�n creados por Dios, Dios lo conoce, a unos y a otros.

-Dios conoce perfectamente el mal, no en el mismo mal, sino en el bien del que priva.

Porque �l conoce a los hombres de enga�o,

ve la iniquidad y atiende a ella (Job 11, 11).

Pero �qui�n se da cuenta de sus yerros?

De las faltas ocultas declararme inocente (Sal. 19, 13).

Oh Dios, t� conoces mi locura,

no se te ocultan mis ofensas (Sal. 69, 6).

Seol y Abismo est�n ante Yahv�h:

�Cu�nto m�s los corazones de los hombres! (Prov. 15, 11).

21. La ciencia de Dios Objeto: Las proposiciones enunciables

-Dios conoce perfectamente todas las proposiciones enunciables.

Proposici�n enunciable es todo juicio o argumentaci�n del entendimiento creado, formulado en una verdad demostrable.

P.ej., el valor de los �ngulos de un tri�ngulo es igual a dos rectos.

-El agua se compone de 2 mol�culas de hidr�geno y una de ox�geno.

Yahv�h conoce los pensamientos del hombre, que no son m�s que un soplo (Sal. 94, 11).

...sabe el pasado y conjetura el porvenir,

interpreta las m�ximas y descifra los enigmas,

conoce el alcance de se�ales y prodigios,... (Sab. 8, 8.)

Anuncia lo pasado y lo futuro,

y descubre las huellas de las cosas secretas.

No se le escapa ning�n pensamiento,

ni una palabra se le oculta (Si. 42, 19-20).

Aclaraci�n. Si Dios conoce los pensamientos de los hombres conoce tambi�n las proposiciones enunciables contenidas en aqu�llos.

22. La ciencia de Dios Objeto: Los futuros

-Dios conoce los futuros

-Dios conoce los futuros absolutos y condicionados

-Dios conoce los futuros contingentes

-Dios conoce los futuros libres

-Dios conoce los futuros contingentes y libres en el decreto por el que dispuso que se realizaran en el tiempo

-Dios conoce los futuros contingentes y libres que dependen del libre albedr�o de los hombres

-Dios s�lo conoce los futuros no sujetos a leyes inmutables

-Dios conoce perfectamente y con certeza absoluta todos los futuros en general.

Antes de ser creadas, todas las cosas le eran conocidas, y todav�a lo son despu�s de acabadas (Si. 23, 20).

...Yo soy Dios, no hay otro como yo.

Yo anuncio desde el principio lo que viene despu�s y desde el comienzo lo que a�n no ha sucedido (Is. 46, 9-10).

Entonces Susana grit� fuertemente: �Oh Dios eterno, que conoces los secretos, que todo lo sabes antes que suceda,...� (Dan. 13, 42).

-Dios conoce todos los futuros absolutos y condicionados.

Futuros absolutos son aquellos que dependen de causas necesarias. Ej. la sucesi�n de un eclipse.

Futuros condicionados son aquellos que se realizar�n si se pone cierta condici�n. Ej. La conversi�n de los infieles.

a) -Dios conoce los futuros absolutos.

Entonces Susana grit� fuertemente: �Oh Dios eterno, que conoces los secretos, que todo lo sabes antes que suceda,...� (Dan. 13, 42).

b) -Dios conoce los futuros condicionados.

T� observas si voy de viaje o si me acuesto, familiares te son todas mis sendas (Sal. 139, 3).

Por eso te anunci� las cosas hace tiempo y antes que ocurrieran te las di a conocer (Is. 48, 5).

Aclaraci�n. Los futuros absolutos se llaman tambi�n futuros necesarios y los condicionados se llaman adem�s libres.

-Dios conoce cert�simamente los futuros contingentes y libres que dependen de que se cumpla o no cualquier condici�n.

El hombre de Dios se irrit� contra �l y le dijo: �Ten�as que haber herido cinco o seis veces y entonces hubieras batido a Aram hasta el exterminio, pero ahora lo batir�s s�lo tres veces� (2 Reg. 13, 19).

�Ay de ti, Coraz�n! �Ay, de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sid�n se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que con saco y ceniza se habr�an convertido (Mt. 11, 21).

-Dios conoce infaliblemente los futuros libres absolutos en su esencia, en cuanto que esta representa el decreto absoluto y eficaz que determina la futurici�n de los actos libres.

Este es el plan tocante a toda la tierra, y �sta la mano extendida sobre las naciones. Si Yahv�h Sebaot toma una decisi�n, �Qui�n la frustrar�? Si �l extiende su mano, �qui�n se la har� retirar? (Is. 14, 26-27).

-Dios conoce cierta e infaliblemente los futuros contingentes y libres en el decreto predeterminante de su voluntad divina, por el que dispuso o permiti� desde toda la eternidad que se realizaran en el tiempo.

El coraz�n del rey es como el agua del canal en mano de Yahv�h, que �l dirige donde quiere (Prov. 21, 1).

Como la arcilla del alfarero est� en su mano,

- y todos sus caminos en su voluntad-

as� los hombres en la mano de su Hacedor,

que a cada uno da seg�n su juicio (Si. 33, 13).

Yo anuncio desde el principio lo que viene despu�s y desde el comienzo lo que a�n no ha sucedido. Yo digo: �Mis planes se realizar�n y todos mis deseos llevar� a cabo. Yo llamo del Oriente un ave rapaz de un pa�s lejano al hombre en quien pens�. Tal y como lo he dicho, as� se cumplir�; como lo he planeado as� lo har� (Is. 46, 10-11).

A �l, por quien entramos en herencia, elegidos de antemano, seg�n el previo designio del que realiza todo conforme a la decisi�n de su voluntad (Ef. 1, 11),

...pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 13).

-Dios conoce perfectamente y con certeza absoluta todos los futuros contingentes y libres, incluso los que dependen del libre albedr�o de la criaturas racionales.

Futuros contingentes y libres son aquellas acciones o hechos, cuya realizaci�n depende de las decisiones de las criaturas dotadas de libre albedr�o.

Ya s� -dijo Dios a Mois�s- que el Rey de Egipto no os dejar� ir, sino forzado por mano poderosa (Ex. 3, 19).

Yahv�h, t� me escuchas y conoces;

sabes cuando me siento y cuando me levanto,

mi pensamiento calas desde lejos;

observas si voy de viaje o si me acuesto,

familiares te son todas mis sendas (Sal. 139, 2-3).

Porque Jes�s sab�a desde el principio quienes eran los que no cre�an y qui�n era el que le iba a entregar (Jn. 6, 64).

Jes�s le contesta: �Yo te aseguro que hoy, esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, t� me habr�s negado tres� (Mc. 14, 30).

...-Juan- le dice: �Se�or, �qui�n eres?� Le responde Jes�s: �Es aquel a quien d� el bocado que voy a mojar� (Jn. 13, 26).

-Ninguno de los hombres, sino s�lo Dios, puede conocer los sucesos futuros que no est�n sujetos a leyes inmutables.

Indicadnos las se�ales del porvenir, y sabremos que sois dioses (Is. 41, 23).

Aclaraci�n. El hombre s� puede averiguar los sucesos futuros de los astros y de cualquiera otros elementos de la creaci�n visible sujetos al determinismo de las leyes de sus movimientos impuestas por Dios.

23. La ciencia de Dios Ciencia media

-En Dios no existe la ciencia media, seg�n los tomistas.

Ciencia media es aquella por la cual Dios conoce los futuros condicionados libres, los cuales proceden, por decreto de Dios hipot�tico, de un estado de pura posibilidad, y no se han de realizar por decreto absoluto de que se cumplan las condiciones de las cuales dependen.

...para que aprend�is de nosotros aquello de: �No propasarse de lo que est� escrito� y que nadie se apasione por uno contra otro. Pues, �qui�n es el que te distingue? �Qu� tienes que no hayas recibido? Y, si los has recibido, �a qu� gloriarte cual si no lo hubieras recibido? (1 Cor. 4, 6-7).

Aclaraci�n. Estas palabras nos ense�an que nadie se tiene que gloriar por aventajar a otros en virtud, pues toda diferencia radica en la voluntad gratuita de Dios.

La ciencia media supondr�a la creaci�n de un ser intermedio que servir�a de tr�nsito de la potencia al acto, y suprimir�a de Dios su raz�n de ser principio de toda criatura.

24. La Santidad de Dios

-Dios es Santo

-La santidad de Dios se manifiesta en su compasi�n con los hombres

-Dios es Santo.

�Qui�n como t�, Yahv�h, entre los dioses? �Qui�n como t�, glorioso en santidad, terrible en prodigios, autor de maravillas? (Ex. 15, 11).

No hay Santo como Yahv�h, porque nadie fuera de ti, ni roca como nuestro Dios (1 Sam. 2, 2).

Excelso sobre los pueblos todos; loen tu nombre grande y venerable: santo es �l (Sal. 99, 2).

Exaltad a Yahv�h nuestro Dios, postraos ante el estrado de su pies: santo es �l (Sal. 99, 5).

Y las naciones sabr�n que yo soy Yahv�h -or�culo del se�or Yahv�h- cuando yo, por medio de vosotros, manifest� mi santidad a la vista de ellos (Ex. 36, 23).

-La Santidad moral de Dios se manifiesta en su compasi�n amorosa y en su redenci�n misericordiosa.

a) -En su compasi�n amorosa.

Recuerda esto, Jacob, y que eres mi siervo Israel. �Yo te he formado, t� eres mi siervo, Israel, yo no te olvido! He disipado como una nube tus rebeld�as, como un nublado tus pecados. �Vu�lvete a m�, pues te he rescatado! (Is. 44, 21-22).

Pero dice Si�n: �Yahv�h me ha abandonado, el Se�or me ha olvidado.� �Acaso olvida una mujer a su ni�o de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entra�as? Pues aunque �sas llegasen a olvidar, yo no te olvido (Is. 49, 14-15).

Pues, en efecto, se han conmovido mis entra�as por �l; ternura hacia �l no ha de faltarme -or�culo de Yahv�h- (Jer. 31, 20).

Mi pueblo est� enfermo por su infidelidad; gritan hacia Baal, pero nadie los levanta. �C�mo voy a dejarte, Efra�m, c�mo voy a entregarte, Israel? �Voy a dejarte como a Adm� y hacerte semejante a Seboyim? Mi coraz�n se me revuelve dentro a la vez que mis entra�as se estremecen. No ejecutar� el ardor de mi c�lera, no volver� a destruir a Efra�m, porque soy Dios, no hombre; en medio de r� yo el Santo, y no me gusta destruir (Os. 11, 7-9).

b) -En su redenci�n misericordiosa.

No temas, gusano de Jacob, oruga de Israel: yo te ayudo -or�culo de Yahv�h- y tu redentor es el Santo de Israel (Is. 41, 14).

25. Dios es infinitamente justo

-Retribuye a cada uno seg�n sus obras

-En Dios existe la Justicia vindicativa

-Dios no sanciona totalmente ni el bien ni el mal en este mundo

-Dios retribuir� a los justos con una recompensa eterna y a los imp�os con un castigo eterno

-Dios juzgar� a los que gobiernan con un juicio implacable, si no lo hacen justamente

-Dios es infinitamente justo.

Que justo es Yahv�h y lo justo ama, los rectos contemplan su rostro (Sal. 11, 7).

Justo eres t�, Yahv�h y rectos tus juicios (Sal. 118, 137).

Porque eres justo en todo lo que nos has hecho, todas tus obras son verdad, rectos todos tus caminos, verdad todos tus juicios. Juicio fiel has hecho en todo lo que sobre nosotros has tra�do, y sobre la ciudad santa de nuestro padres, Jerusal�n. Pues con verdad y con justicia has provocado todo esto, por nuestros pecados (Dan. 3, 27-28).

...y sabemos que el juicio de Dios es seg�n verdad contra los que obran semejantes cosas (Rom. 2, 2).

...yo dar� el pago merecido, dice el Se�or (Rom. 12, 19).

-Dios es infinitamente justo y retribuye a cada uno de sus hijos seg�n sus obras.

...que la obra del hombre, �l se la paga, y trata a cada uno seg�n su conducta (Job 34, 11).

Dales, Yahv�h, conforme a sus acciones, y a la malicia de sus hechos, seg�n la obra de sus manos tr�tales, p�gales con su misma moneda (Sal. 28, 4).

Que t� al hombre pagas con arreglo a sus obras (Sal. 62, 13).

Yo, Yahv�h, explor� el coraz�n, pruebo los ri�ones, para dar cada cual seg�n su camino, seg�n el fruto de sus obras (Jer. 17, 10).

Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus �ngeles, y entonces pagar� a cada uno seg�n su conducta (Mt. 16, 27).

...yo soy el que sondea los ri�ones y los corazones, y el que os dar� a cada uno seg�n vuestras obras (Apoc. 2, 23).

-La Justicia vindicativa existe propiamente en Dios.

Si, yo alzo al cielo mi mano y digo: Tan cierto como he de vivir eternamente, cuando afile el rayo de mi espada, y mi mano empu�e el Juicio, tomar� venganza de mis adversarios, y dar� el pago a quienes me aborrecen (Dt. 32, 40-41).

Aquel d�a ser� para el Se�or Yahv�h, d�a de venganza para vengarse de sus adversarios (Jer. 46, 10).

-Dios no sanciona totalmente ni el bien ni el mal en este mundo.

Pues bien, un absurdo se da en la tierra: Hay justos a quienes les sucede cual corresponde a las obras de los malos, y malos a quienes sucede cual corresponde a las obras de los buenos (Si. 8, 14).

-Dios retribuir� a los justos con una recompensa eterna y sancionar� a los imp�os con un castigo eterno el d�a del juicio universal.

Pues he aqu� que viene el D�a, abrasador como un horno, y ser�n todos los arrogantes y los que comenten impiedad como paja; y los consumir� el D�a que viene, dice Yahv�h Sebaot, hasta no dejarles ra�z ni rama. Pero para vosotros, los que tem�is mi Nombre, brillar� el sol de justicia con la salvaci�n en sus rayos,... (Mal. 3, 19-20).

Aclaraci�n. El sol de Justicia, t�tulo aplicado a Cristo.

-Dios juzgara a los que gobiernan con juicio implacable, si no lo hacen justamente.

Si, como ministros que sois de su reino, no hab�is reinado rectamente, ni guardado la Ley, ni caminando siguiendo la voluntad de Dios, terrible y repentino caer� sobre vosotros. Porque un juicio implacable espera a los que mandan (Sab. 6, 4).

26. Dios Remunerador

Dios recompensa la conducta de sus hijos seg�n su justicia.

-Premios a los justos y castiga a los imp�os

-Retribuye a cada uno seg�n sus obras

-Las recompensas y penas de ultratumba no aparecen claramente hasta el final del A. T.

-Recompensa siempre las acciones virtuosas de sus hijos

-Las obras meritorias del justo son como t�tulo de recompensa delante de Dios

-La bienaventuranza eterna es la recompensa que Dios concede a los hombres por sus obras meritorios en esta vida

-El castigo de los malvados no procede de la voluntad de Dios, sino de las obras malas que realizaron.

-Dios premia a los justos y castiga a los imp�os.

a) -Premia a los justos.

Entonces los que temen a Yahv�h se hablaron unos a otros. Y puso atenci�n Yahv�h y oy�; y se escribi� ante �l un libro memorial en favor de los que temen a Yahv�h y piensan en su nombre. Ser�n ellos para m�, dice Yahv�h Sebaot, el d�a en que yo act�e, propiedad personal; y yo ser� indulgente con ellos como es indulgente un padre con el Hijo que le sirve (Mal. 3, 16-18).

b) -Castiga a los imp�os.

...�l har� recaer sobre ellos su maldad,

los aniquilar� por su malicia,

Yahv�h, nuestro Dios, los aniquilar� (Sal. 94, 23).

Aquel d�a castigar� Yahv�h al ejercito de lo alto en lo alto y a los reyes de la tierra en la tierra; ser�n amontonados en mont�n los prisioneros en el pozo, ser�n encarcelados en la c�rcel, y al cabo de muchos d�as ser�n castigados (Is. 24, 21-22).

Aclaraci�n. Dios tendr� que aplicar su justicia como consecuencia derivada del pecado que los imp�os cometieron voluntaria, responsable, advertida y libremente, porque Dios jam�s castiga por impulso de su ira, sino por aplicaci�n del atributo de su justicia.

-Dios, como Juez soberano de vivos y muertos, retribuye a cada uno seg�n sus obras.

Dales, Yahv�h, conforme a sus acciones y a la malicia de sus hechos; seg�n la obra de sus manos tr�tales, p�gales con su misma moneda (Sal. 28, 4).

Que t� al hombre pagas con arreglo a sus obras (Sal. 62, 13).

Para toda limosna tiene �l un sitio, cada cual hallar� seg�n sus obras (Si. 16, 14).

Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con su �ngles, y entonces pagar� a cada uno seg�n su conducta (Mt. 16, 27).

...el cual dar� a cada cual seg�n sus obras (Rom. 2, 6).

-Las recompensas y las penas de ultratuma no aparecen claramente hasta el final del antiguo testamento.

a) -Las recompensas.

Las almas de los justos est�n en las manos de Dios y no les alcanzar� tormento alguno. Creyeron los insensatos que hab�an muerto; tuvieron por desdicha su salida de este mundo, y su partida de entre nosotros por completa destrucci�n; pero ellos est�n en paz. Aunque, a juicio de los hombres, hayan sufrido castigos, su esperanza estaba llena de inmortalidad; por una corta corresci�n (***) recibir�n larga recompensa, pues Dios les someti� a prueba y les hall� digno de s�;... (Sab. 3, 1-5).

b) -Las penas.

Porque Dios cre� al hombre incorruptible, le hizo imagen de su misma naturaleza; mas por la envidia del diable entr� la muerte en el mundo, y la experimentan los que le pertenecen (Sab. 2, 23-24).

Aclaraci�n. �La muerte en el mundo� se refiere a la muerte temporal del cuerpo a la condenaci�n eterna.

-Dios tiene una providencia remuneradora para recompensar siempre las acciones virtuosas de sus hijos.

Bienaventurados ser�is cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa ser� grande en los cielos... (Mt. 5, 11-12).

T�, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecho; as� su limosna quedar� en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensar� (Mt. 6, 3-4).

T�, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, despu�s de cerrar la puerta, ora a tu Padre que est� all�, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensar� (Mt. 6, 6).

T�, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que est� all�, en los secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensar� (Mt. 6, 17-18).

Quien reciba a un profeta por ser profeta, recompensa de profeta recibir�, y quien reciba a un justo por ser junto, recompensa de justo recibir� (Mt. 10, 41).

Y todo aquel que d� de beber tan s�lo un vaso de agua fresca a uno de estos peque�uelos, por ser mi disc�pulo, os aseguro que no perder� su recompensa (Mt. 10, 42).

Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus �ngeles, y entonces pagar� a cada uno seg�n su conducta (Mt. 16, 27).

Entonces dir� el Rey a los de su derecha: �Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creaci�n del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la c�rcel y vinisteis a verme (Mt. 25, 34-36).

Mas bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa ser� grande,... (Lc. 6, 35).

Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; y ser�s dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensar� en la resurrecci�n de los justos (Lc. 14, 13-14).

Y el que planta y el que riega son una misma cosa; si bien cada cual recibir� el salario seg�n su propio trabajo,... (1 Cor. 3, 8).

Porque es necesario que todos seamos puestos al descubierto ante el Tribunal de Cristo, para que cada cual reciba conforme a lo que hizo durante su vida mortal, el bien o el mal (2 Cor. 5, 10).

...conscientes de que cada cual ser� recompensado por el Se�or seg�n el bien que hiciere... (Ef. 6, 8).

...pero ha llegado...el tiempo de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre,... (Apoc. 11, 18).

Luego o� una voz que dec�a desde el cielo: �Escribe: Dichosos los muertos que mueren en el Se�or. Desde ahora, s�, -dice el Esp�ritu- que descansen de sus fatigas, porque sus obras les acompa�an� (Apoc. 14, 13).

Y vi a los muertos, grandes y peque�os, de pie delante del trono; fueron abiertos unos libros, y luego se abri� otro libro, que es el de la vida; y los muertos fueron juzgados seg�n lo escrito en los libros, conforme a sus obras (Apoc. 20, 12).

Mira, pronto vendr� y traer� mi recompensa conmigo para pagar a cada uno seg�n su trabajo (Apoc. 22, 12).

-Las obras meritorias del justo son como t�tulo de recompensa delante de Dios.

Porque no es injusto Dios para olvidarse de vuestra labor y del amor que habeis mostrado hacia su nombre, con los servicios que habeis prestado y prest�is a los santos (Hebr. 6, 10).

-La Bienaventuranza eterna del cielo es la recompensa que Dios concede a los hombres por las obras y actitudes meritorias ofrecidas a �l en esta vida.

Bienaventurados sereis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, por que vuestra recompensa ser� grande en los cielos,... (Mt. 5, 11-12).

Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibir� el ciento por uno y hereder� la vida eterna (Mt. 19, 29).

Entonces dir� el Rey a los de su derecha: �Venid benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creaci�n del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis beber; era forastero y me acogisteis; estaba desnudo y me vestiteis; enfermo y visitasteis; en la c�rcel y vinisteis a verme� (Mt. 25, 34-36).

...a los que, por la persevetancia en el bien busquen gloria, honor e inmortalidad: vida eterna;... (Rom. 2, 7).

�Feliz el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba, recibir� la corona de la vida que ha prometido el Se�or a los que le aman (Sant. 1, 12).

-El castigo de los malvados no procede de la voluntad volitiva de Dios sino de las obras malas que realizaron.

El malvado ser� presa de sus propias maldades, con los lazos de su pecado se le capturar�. Morir� por su falta de instrucci�n, por su gran necedad se perder� (Prov. 5, 22-23).

Luego nos equivocamos del camino de la verdad; la luz de la justicia no nos alumbr�, no sali� el sol para nosotros (Sab. 5, 6).

Ir�n acobardados a dar cuenta de sus pecados, y sus iniquidades se levantar�n contra ellos para acusarles (Sab. 4, 20).

27. La ira de Dios

Dios aplica su justicia contra la impiedad y malicia de los hombres.

-Se manifiesta contra la impiedad de los hombres

-La malicia de los hombres provoca a Dios a aplicar su justicia

-El mensajero encargado es el �ngel exterminador

-Est� expresada por �La Copa de Yahv�h�

-La �Copa de Yahv�h� expresa la adivinaci�n

-Se manifestar� especialmente el d�a del Juicio final

-El d�a de su ira es el d�a del juicio universal

-La ira de Dios se manifiesta contra la impiedad e injusticia de los hombres.

La ira de Dios no es un movimiento desordenado del apetito sensitivo que induce a castigar al culpable injusta y desproporcionalmente a la gravedad del delito, sino que es la misma aplicaci�n de su justicia divina al hombre que se separa de �l consciente, voluntaria y libremente, rechazando la gracia de la conversi�n y eligiendo el castigo derivado de su delito.

Mas t�, Se�or, Dios clemente y compasivo, tardo a la c�lera, lleno de amor y lealtad,... (Sal. 86, 15).

Clemente y compasivo Yahv�h, tardo a la c�lera y lleno de amor;... (Sal. 103, 8).

Clemente y compasivo Yahv�h, tardo a la c�lera y grande en amor;... (Sal. 145, 8).

Yahv�h pas� por delante de �l y exclam�: �Yahv�h, Yahv�h, dios misericordioso y clemente, tardo a la c�lera y rico en amor y fidelidad,... (Ez. 34, 6).

-La malicia de las rebeld�as de los hombres provoca la ira de Dios al aplicar su justicia.

La ira de Dios es su misma actitud de amor, en cuanto que, ante la actitud del hombre imp�o y obstinado, tiene que aplicar su justicia a los que rechazaban la fe y los medios que les ofrece y concede amorosa y eficazmente para que puedan conseguir su felicidad eterna.

...los hijos del Reino ser�n echados a las tinieblas de fuera; all� ser� el llanto y el rechinar de dientes (Mt. 8, 12).

El Hijo del hombre enviar� a sus �ngeles, que recoger�n de su Reino todos los esc�ndalos y a los agentes de iniquidad, y los arrojar�n en el horno de fuego; all� ser� el llanto y el rechinar de dientes (Mt. 13, 41).

...vendr� el se�or de aquel siervo -inicuo- ...le separar� y le se�alar� su suerte entre los hip�critas; all� ser� el llanto y el rechinar de dientes (Mt. 24, 50-51).

Y a este siervo in�til, echadle a las tinieblas de fuera. All� ser� el llanto y el rechinar de dientes (Mt. 25, 30).

Aclaraci�n. �El llanto� es un estado habitual de sentimiento y de tristeza muy profundos por la p�rdida irreparable de los bienes eternos, y el �rechinar de dientes� es un estado continuo de rabia interior producida por la consideraci�n de no poderlos recuperar jam�s.

-El mensajero encargado de las venganzas divinas es el �ngel exterminador.

a) -El �ngel exterminador.

Yahv�h pasar� de largo por aquella puerta y no permitir� que el Exterminador entre en vuestras casas para herir (Ex. 12, 23).

Ni murmur�is como algunos de ellos murmura y perecieron bajo el Exterminador (1 Cor. 10, 10).

b) -El mensajero encargado de las venganzas divinas.

El �ngel extendi� la mano hacia Jerusal�n para destruirla, pero Yahv�h se arrepinti� del estrago y dijo al �ngel que exterminaba al pueblo: ��Basta ya! Retira tu mano� (2 Sam. 24, 16).

Aquella misma noche sali� el �ngel de Yahv�h e hiri� en el campamento asirio a ciento ochenta y cinco mil hombres; a la hora de despertarse por la ma�ana, no hab�a m�s que cad�veres (2 Reg. 19, 35).

Aclaraci�n. Las venganzas divinas son la misma aplicaci�n de su justicia.

-La ira de Dios esta expresada por �La copa de Yahv�h�.

Hay una copa en la mano de Yahv�h,

espumante de vino lleno de mixtura:

lo escancia �l: beben hasta las heces,

lo beben todos los imp�os de la tierra (Sal. 75, 9).

Ellos te dir�n: ��No sabemos de sobra que todo c�ntaro se puede llenar de vino?� (Jer. 13, 12).

As� me ha dicho Yahv�h Dios de Israel: Toma esta copa de vino, y hazla beber a todas las naciones a las que yo te env�e; beber�n, y trompicar�n, y se enloquecer�n ante la espada que voy a soltar sobre ellas. Tom� la copa de mano de Yahv�h, e hice beber a todas las naciones... (Jer. 25, 15-17).

Pues as� dice Yahv�h: Con que los que no tienen por qu� beber la copa la beben �Y t� precisamente vas a quedar impune? No quedar�s impune, antes sin falta la beber�s (Jer. 49, 12).

Copa de oro era Babilonia en la mano de Yahv�h: que embriagaba toda la tierra. De su vino bebieron las naciones, lo que las hizo enloquecer (Jer. 51, 7).

�Regoc�jate, exista, hija de Edom

que habitas en el pa�s de Us!

�Tambi�n a ti pasar� la copa:

te embriagar�s y te desnudar�s! (Lam. 4, 21).

-�La copa de Yahv�h� tambi�n expresa la adivinaci�n para echar suertes con destino favorable o desfavorable.

a) -Con destino favorable.

Yahv�h, la parte de mi herencia y de mi copa, tu mi suerte aseguras;... (Sal. 16, 5).

T� preparas ante m� una mesa

frente a mis adversarios;

unges con �leo mi cabeza,

rebosante est� mi copa.

S�, dicha y gracia me acompa�ar�n;

todos los d�as de mi vida;

mi morada ser� la casa de Yahv�h

a lo largo de los d�as (Sal. 23, 5-6).

b) -Con destino desfavorable.

Hay una copa en la mano de Yahv�h,

espumante de vino lleno de mixtura:

lo escancia �l: sorben hasta las heces,

lo beben todos los imp�os de la tierra (Sal. 75, 9).

Replic� Jes�s: �No sab�is lo que ped�s.

�Pod�is beber el c�liz que yo voy a beber? (Mt. 20, 22).

...tendr� que beber tambi�n del vino del furor

de Dios, que est� preparado, puro, en la

copa de su c�lera (Apoc. 14, 10).

El cuarto derram� su copa sobre el sol;

y le fue encomendado abrasar a los hombres

con fuego, y los hombres fueron abrasados

con un calor abrasador (Apoc. 16, 8).

As� dice el Se�or Yahv�h:

Beber�s el c�liz de tu hermana,

c�liz ancho y profundo,

que har� re�r y mofarse,

tan grande en su cabida.

Te empapar�s de embriaguez y de aflicci�n.

C�liz de desolaci�n y de angustia,

el c�liz de tu hermana Samar�a.

Lo beber�s, lo apurar�s;

roer�s hasta los cascotes,

y te desgarrar�s el seno.

Porque he hablado yo, or�culo del Se�or Yahv�h (Ez. 23, 32-34).

�Que como nosotros bebisteis sobre mi santo monte, beber�n sin cesar todas las naciones, beber�n y se relamer�n, y ser�n luego como si no hubiesen sido! (Ab. 13, 16).

�A ti se vuelve el c�liz de la diestra de Yahv�h, y la ignominia sobre tu gloria! (Hab. 2, 16).

He aqu� que yo hago de Jerusal�n un copa de v�rtigo para todos los pueblos del contorno (durante el asedio contra Jerusal�n) (Zac. 12, 2).

-La ira de Dios se manifestar� m�s especial y definitivamente el d�a del juicio universal.

D�a de ira el d�a aquel,

d�a de angustia y de aprieto,

d�a de devastaci�n y desolaci�n

d�a de tiniebla y obscuridad,

d�a de nublado y densa niebla,

d�a de trompeta y de clamor,... (Sof. 1, 15-16).

Ni su plata ni su oro

podr�n salvarlos

en el D�a de la ira de Yahv�h,

cuando por el fuego de su celo

la tierra entera sea devorada;

pues �l har� exterminio, �y terror�fico!,

de todos los habitantes de la tierra (Sof. 1, 18).

Pero al ver venir muchos fariseos y saduceos a su bautismo, les dijo: �Raza de v�boras, �qui�n os ha ense�ado a huir de la ira inminente? (Mt. 3, 7).

Por eso, en el Juicio habr� menos rigor para Tiro y Sid�n que para vosotras. Y t� Cafrana�m, �hasta el cielo ta vas a encumbrar? �Hasta el infierno te hundir�s! (Lc. 10, 14-15).

Por la dureza y la impenitencia de tu coraz�n vas atesorando contra ti c�lera para el d�a de la c�lera y de la revelacion del justo juicio de Dios, el cual dar� a cada cual seg�n sus obras (Rom. 2, 5-6).

Aclaraci�n. Ira inminente, la del d�a de Yahv�h.

-El D�a de la ira de Dios es el d�a del juicio universal.

Que el malo es guardado en el d�a del desastre. Feliz est� (son llevados, en hebreo) en el d�a de los furores (Job 21, 30).

Nada servir�n riquezas el d�a de la ira,

m�s la justicia libra de la muerte (Prov. 11, 4).

�Ay de los que ans�an el D�a de Yahv�h!

�Qu� cre�is que es ese D�a de Yahv�h?

�Es tinieblas y no luz! (Am. 5, 18).

Pues he aqu� que viene el D�a, abrasador como un horno, y ser�n todos los arrogantes y los que cometen impiedad como paja; y los consumir� el D�a que viene, dice Yahv�h Sebaot, hasta no dejarles ni ra�z ni rama (Mal. 3, 19).

28. La Voluntad de Dios

-En Dios hay una voluntad perfect�sima

-La Voluntad de Dios es inmutable

-La Voluntad de Dios no quiere ning�n mal.

-Ni el de culpa

-La Voluntad de Dios s� puede quererlos indirectamente

-Se divide en antecedente y consiguiente

-La antecedente no se cumple siempre: la consiguiente s�

-El objeto primario de la Voluntad de Dios, es su bondad infinita

-El objeto secundario son las creadas

-En Dios hay una voluntad perfect�sima.

Voluntad es la tendencia al bien racional aprehendido por el entendimiento.

Dijo Dios: �Haya luz� y hubo luz (G�n. 1, 3).

Todo cuanto agrada a Yahv�h, lo hace en el cielo y en la tierra, en los mares y en todos los abismos (Sal. 134, 6).

...h�gase tu Voluntad as� en la tierra como en el cielo (Mt. 6, 10).

No todo el que me diga: �Se�or, Se�or�, entrar� en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial (Mt. 7, 21).

...de forma que pod�is distinguir cual es la Voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto (Rom. 12, 2).

Y �C�mo podr�a subsistir cosa que no hubieses querido? (Sab. 11, 25).

...y puesto de rodillas oraba diciendo: �Padre, si quieres, aparta de m� este c�liz; pero no se haga voluntad, sino la tuya� (Lc. 22, 41).

-La Voluntad de Dios es inmutable.

...m�s el plan de Yahv�h subsiste para siempre, los proyectos de su coraz�n por todas las edades (Sal. 33, 11).

Muchos proyectos en el coraz�n del hombre, pero s�lo el plan de Yahv�h se realiza (Prov. 19, 21).

Por eso ha de enlutarse la tierra, y se obscurecer�n los cielos arriba; pues tengo resuelta mi decisi�n y no me pasar� ni me envolver� atr�s de ella (Jer. 4, 28).

Aclaraci�n. Hay algunas expresiones en la Sagrada Escritura que parecen indicar un cambio en la voluntad de Dios. p.e. �...le pes� a Yahv�h de haber hecho al hombre sobre la tierra, y se indign� en su coraz�n� (G�n. 5, 6).

Estas y otras expresiones semejantes hay que entenderlas en sentido metaf�rico, por analog�a con lo que hacemos nosotros, que cuando nos arrepentimos destruimos lo que hemos hecho. En Dios no cabe arrepentimiento, porque esto supone un cambio de postura en la voluntad, y �sta en �l no cambia. En efecto, la misma voluntad de Dios existe para crear al hombre sabiendo que iba a pecar, que para crearlo sabiendo que no iba a pecar.

-La Voluntad de Dios no puede querer ning�n mal por s� mismo.

Pues no eres t� un Dios que se complace en la impiedad, no es hu�sped tuyo el malo (Sal. 5, 5).

Detestas a todos los agentes del mal, pierdes a los mentirosos (Sal. 5, 7).

-La Voluntad de Dios no puede querer nunca el mal de culpa.

Pues no eres t� un Dios que se complace en la impiedad (Sal. 5, 5).

Detestas a todos los agentes del mal, pierdes a los mentirosos (Sal. 5, 7).

Y Dios igualmente aborrece al imp�o y la obra de su impiedad... (Sab. 14, 9).

-La Voluntad de Dios si puede querer el mal f�sico y el mal moral indirectamente.

a) -S� puede querer el mal f�sico.

Bienes y males, vida y muerte, pobreza y riqueza vienen del Se�or (Si. 11, 14).

...y dijo: �Desnudo sal� del seno de mi madre, desnudo all� retornar�. Yahv�h dio, Yahv�h quit�: �Sea bendito el nombre de Yahv�h!� (Job 1, 21).

Yo soy Yahv�h, no hay ning�n otro; yo modelo la luz y creo la tiniebla, yo hago la dicha y creo la desgracia, yo soy Yahv�h, el que hago todo esto (Is. 45, 6-7).

b) -S� puede querer el mal moral.

Yo soy Yahv�h, no hay ning�n otro; yo modelo la luz y creo la tiniebla, yo hago la dicha y creo la desgracia, yo soy Yahv�h, el que hago todo esto (Is. 45, 6-7).

Aclaraci�n. Querer el mal indirectamente es pretender un bien mayor al cual est� ligado y del cual depende.

-La Voluntad de Dios se divide en antecedente y consiguiente.

Voluntad antecedente ese la que Dios tiene en torno a una cosa absolutamente considerada, sin tener en cuenta las circunstancias que podr�an rodearla. Ej. la salvaci�n de todos los hombres en general.

Voluntad consiguiente es la que Dios tiene en torno a una cosa rodeada de sus circunstancias particulares. Ej. la condenaci�n del pecador que muere sin querer arrepentirse.

a) -Antecedente.

Ya que yo os he llamado y no hab�is querido, ha tendido mi mano y nadie ha prestado atenci�n. Hab�is despreciado todos mis consejos (Prov. 1, 24-25).

De la mancha de tu inmoralidad he querido purificarte, pero t� no te has dejado purificar de tu mancha (Ez. 24, 13).

�Jerusal�n, Jerusal�n, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! �Cuantas veces ha querido a los que te son enviados! �Cu�ntas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina re�ne a sus pollos bajo las alas, y no hab�is querido! (Mt. 23, 37).

b) -Consiguiente.

El coraz�n del rey es como el agua del canal en mano de Yahv�h, que �l dirige a donde quiere (Prov. 21, 1).

Si Yahv�h Sebaot toma una decisi�n, �qui�n la frustrar�? Si �l extiende su mano, �qui�n se la har� retirar? (Is. 14, 27).

-La Voluntad consiguiente de Dios se cumple siempre, pero no a la voluntad antecedente.

a) -La voluntad consiguiente.

...mas el plan de Yahv�h subsiste para siempre, los proyectos de su coraz�n por todas las edades (Sal. 33, 11).

Yo, digo: Mis planes se realizar�n y todos mis deseos llevar� a cabo (Is. 46, 10).

b) -La voluntad antecedente.

...nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad (1 Tim. 2, 4).

-El objeto formal y primario de la voluntad de Dios es su propia bondad infinita.

Objeto formal y primario de cualquier voluntad es aquello que esa voluntad ama en primer lugar y todas las dem�s cosas las ama por la relaci�n que tiene con el objeto primario.

Y una voz que ven�a de los cielos dec�a: �Este es mi Hijo amado, en quien me complazco� (Mt. 3, 17).

Padre, quiero que donde yo est�, est�n tambi�n conmigo los que t� me has dado, para que contemplen mi gloria, la que t� me has dado, porque me has amado antes de la creaci�n del mundo (Jn. 17, 24).

-El objeto material y secundario de la voluntad divina lo constituyen las cosas creadas, en cuanto se refleja en ellas la bondad divina.

Todas las obras de Yahv�h tienen su fin,... (Prov. 16, 4).

Amas a todos los seres y nada de lo que hiciste aborreces, pues, si algo odiases, no lo hubieras creado. Y �c�mo podr�a subsistir cosa que no hubieses querido? �C�mo se conservar�a si no la hubieses llamado? Mas t� todo lo perdonas porque todo es tuyo, Se�or que amas la vida,... (Sab. 11, 24-26).

Porque tanto am� Dios al mundo que dio a su Hijo �nico, para que todo el que crea en �l no perezca (Jn. 3, 16).

Nosotros amemos, porque �l nos am� primero (1 Jn. 4, 19).

29. La Voluntad salv�fica de Dios

-Dios es el art�fice de la salvaci�n

-Quiere que todos los hombres sean semejantes a su Hijo

-Quiere que todos los hombres se salven

-Quiere que todos los pecadores se conviertan

-No se complace jam�s con la condenaci�n eterna de sus hijos

-Concede a todos los auxilios necesarios para salvarse

-Quiere que el Hijo realice la redenci�n y que todos los hombre se aprovechen.

-Los Hombres de A. T. experimentaban las acciones del Hijo y del Esp�ritu Santo

-Quiere la salvaci�n de los que mueren sin bautismo

-Predefine los actos libres de las criaturas

-Los decretos con que los predefini� sin eficaces

-Quiere y conoce el pecado pero no quiere ser �l la causa

-Dios es el art�fice de la transformaci�n del mundo que el designio de la salvaci�n trae consigo.

Te invadir� entonces el esp�ritu de Yahv�h, entrar�s en trance con ellos y quedar�s cambiado en otro hombre (1 Sam. 10, 6).

As� dice el Se�or Yahv�h: �Ven, Esp�ritu de los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos para que vivan.� Yo profetic� c�mo se me hab�a ordenado, y el esp�ritu entr� en ellos; revivieron y se incorporaron sobre sus pies: era un enorme, inmenso ej�rcito (Ez. 37, 9-10).

-Es Voluntad del Padre que todos los hombres sean en todo semejantes al Hijo.

Pues a los que de antemano conoci�, tambi�n los predestin� a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera �l el primog�nito entre muchos hermanos;... (Rom. 8, 29).

-Con su Voluntad antecedente y sincera, Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la Verdad.

Esta Voluntad se cumplir� siempre si el hombre no pusiera, por su cuenta y bajo su responsabilidad, los obst�culos voluntarios que lo impiden.

Yo no me complazco en la muerte de nadie, sea quien fuere, or�culo del Se�or Yahv�h. Convert�os y vivid (Ez. 18, 32).

Por mi vida, or�culo de Se�or Yahv�h, que yo no me complazco en la muerte del malvado, sino que el malvado cambie de conducta y viva (Ez. 33, 11).

Porque tanto am� Dios al mundo que dio a su Hijo �nico, para que todo el que crea en �l no perezca sino que tenga vida eterna (Jn. 3, 16).

Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad (1 Tim. 2, 3-4).

...el Se�or...usa de paciencia con vosotros, no queriendo que algunos perezcan, sino que todos lleguen a la conversi�n (2 Pe. 3, 9).

-Dios quiere que todos los pecadores se conviertan y se conduzcan por caminos de Salvaci�n.

Dame, hijo m�o, tu coraz�n,

y que tus ojos hallen deleites en mis caminos (Prov. 23, 26).

Se plantea: �Supongamos que despide un marido a su mujer; ella se va de su lado y es de otro hombre: �podr� volver a �l? �no ser� como una tierra manchada?� Pues bien, t� has fornicado con muchos compa�eros, �Y vas a volver a m�! -or�culo de Yahv�h- (Jer. 3, 1).

Porque no he venido a llamar a justos sino a pecadores (Mt. 9, 13).

Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entrar� en su casa y cenar� con �l y �l conmigo (Apoc. 3, 20).

-Dios no se complace jam�s en la condenaci�n eterna de sus hijos.

...que no fue Dios quien hizo la muerte ni se recrea en la destrucci�n de los vivientes (Sab. 1, 13).

Yo no me complazco en la muerte de nadie, sea quien fuere, or�culo del Se�or Yahv�h. Convert�os y vivid (Ez. 18, 32).

Diles: �Por mi vida, or�culo del Se�or Yahv�h, que no me complazco en la muerte del malvado, sino en que el malvado cambie de conducta y viva (Ez. 33, 11).

...no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno de estos peque�os (Mt. 18, 14).

-De conformidad con su voluntad salv�fica universal y por lo m�ritos de Cristo, Dios prepara y ofrece a todos los hombres los auxilios necesarios y suficientes para salvarse.

Yo he venido (al mundo) para que (los hombres) tengan vida y la tengan en abundancia (Jn. 10, 10).

Aclaraci�n. Si Cristo ha venido al mundo para que todos los hombres tengan vida y la tengan en abundancia, fin de la Redenci�n, les dar� a todos los hombres las ayudas necesarias para que tengan esa misma vida.

Quien se propone conseguir un fin, es l�gico y normal que pretenda poner los medios adecuados para conseguirlo.

...de vuestro Padre celestial que hace salir su sol sobre malos y buenos y llover sobre justos e injustos (Mt. 5, 45).

-Es Voluntad del Padre que Jesucristo realizar� la obra de la Redenci�n durante su permanencia en el mundo y que los hombres de todos los tiempos se aprovechen de sus efectos salv�ficos.

Les dice Jes�s: �Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevara a cabo su obra...� (Jn. 4, 34).

Les dijo Jes�s: �...Y esta es la voluntad del que me ha enviado: que no se pierda nada de lo que �l me ha dado, sino que lo resucite el �ltimo d�a...� (Jn. 6, 39).

-Los hombres del Antiguo Testamento experimentaban los efectos de las acciones propias del Hijo y del Esp�ritu Santo en la tierra.

a) -Experimentaban los efectos de las acciones del Hijo:

-Por la palabra:

En �l estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en la tinieblas y las tinieblas no la vencieron (Jn. 1, 4).

-Por la sabidur�a:

�l es la Imagen de Dios invisible, Primog�nito de toda la creaci�n, porque en �l fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles,...todo fue creado por �l y para �l (Col. 1, 15-16).

b) -Experimentaban los efectos de las acciones del Esp�ritu Santo como art�fice de la transformaci�n escatol�gica de los hombres:

Es Esp�ritu mismo se une a nuestro esp�ritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y si hijos, tambi�n herederos de Dios y coherederos de Cristo, ya que sufrimos con �l, para ser tambi�n con �l glorificados (Rom. 8, 14-17).

-Dios quiere con voluntad antecedente la salvaci�n de todos los ni�os que mueren antes del bautismo.

...nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad (1 Tim. 2, 4).

-Dios predefine todos los actos libres de las criaturas, por decreto absoluto de su voluntad, no s�lo en general sino en particular, con todas las circunstancias de lugar, tiempo, etc. que los acompa�an.

En efecto, hechura suya somos: creados en Cristo Jes�s, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practic�ramos (Ef. 2, 10).

-Los decretos de Dios, por los cuales predefino los actos libres de las criaturas, son eficaces �Ab intrinseco�.

En efecto, hechura suya somos: creados en Cristo Jes�s, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practic�ramos (Ef. 2, 10).

A Aquel que tiene poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de lo que podemos pedir o pensar, conforme al poder que act�a en nosotros,... (Ef. 3, 20).

...pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 13).

-La Voluntad de Dios quiere y predetermina el pecado absolutamente considerado, por decreto suyo eficaz.

...a �ste, que fue entregado seg�n el determinado designio y previo conocimiento de Dios, vosotros le matasteis clav�ndole en la cruz por mano de los imp�os;... (Hch. 2, 23).

...se ha aliado Herodes y Poncio Pilato con las naciones y los pueblos de Israel contra tu santo siervo Jes�s, a quien has ungido, para realizar lo que en tu poder y en tu sabidur�a hab�as determinado (Hch. 4, 27-28).

Aclaraci�n. Dios quiere y conoce la esencia de las cosas, y por tanto del pecado, considerado en s� mismo, sin que esto suponga que �l sea ni quiera ser causa del pecado ni de sus consecuencias.

30. La libertad de Dios

-Dios es libre

-Dios es absolutamente libre con libertad de ejercicio y con libertad de especificaci�n

Libertad es la propiedad por la cual la voluntad realiza sus acciones, desprovista de influjos.

Se divide en libertad de ejercicio y libertad de especificaci�n. Libertad de ejercicio es aqu�lla por la cual la voluntad se determina por realizar una acci�n o abstenerse de ella. Libertad de especificaci�n es aqu�lla por la cual la voluntad elige una cosa u otra.

a) -Dios es libre con libertad de ejercicio.

Nuestro Dios en los cielos y en la tierra, todo cuanto le place lo realiza (Sal. 115, 3).

Todo cuanto agrada a Yahv�h, lo hace en el cielo y en la tierra, en los mares y en todos los abismos (Sal. 135, 6).

...el previo designio del que realiza todo conforme a la decisi�n de su voluntad,... (Ef. 1, 11).

...por tu voluntad lo que no exist�a fue creado (Apoc. 4, 11).

b) -Dios es libre con libertad de especificaci�n.

Y ha escogido Dios lo d�bil del mundo, para confundir lo fuerte (1 Cor. 1, 27).

31. Dios es Amor

-Dios es el mismo amor viviente

-Es infinitamente amoroso

-Existe una corriente de amor entre el Padre y el Hijo

-El Padre ama al Hijo

-Ama a todos los hombres

-Ama a todos los hombres desde toda la eternidad

-Con amor infinito y por su misericordia en remediar nuestra miseria

-Con amor inaudito

-El amor de Dios a los hombres subsite

-Dios es el amor mismo, viviente y sustancial.

Dios es Amor... (1 Jn. 4, 16).

-Dios es infinitamente amoroso.

a) -Su misericoridia llena toda la tierra.

...�l ama la justicia y el derecho, del amor de Yahv�h est� llena la tierra (Sal. 33, 5).

De tu amor, oh Yahv�h, est� la tierra llena, ens��ame tus preceptos (Sal. 119, 64).

b) -Se extiende a todos.

�l ve y sabe que su fin es miserable.

por eso multiplia su perd�n (Si. 18, 12).

c) -Rodea a todos.

Copiosas son las penas del imp�o, mas al que conf�a en Yahv�h el amor le envuelve (Sal. 32, 10).

d) -Antecedente a todos.

Pues es Dios mi ciudadela,

el Dios de mi amor viene a mi encunetro.

Dios me har� desafiar a los que me acechan (Sal. 59, 11).

e) -Se multiplica en favor de todos.

A hombres y bestias salvas t�, Yahv�h,

Oh Dios, �qu� precioso tu amor!

Por eso los hijos de Ad�n a la sombra de tus a las se cobijan (Sal. 36, 7-8).

f) -Se confirma para todos.

Porque es fuerte su amor hacia nosotros.

la lealtad de Yahv�h dura por siempre (Sal. 117, 2).

g) -Bondadoso para todos.

�Y t�, Se�or Yahv�h, haz conmigo en gracia a tu nombre,

porque tu amor es bueno, l�brame! (Sal. 109, 21).

-Existe una corriente de amor del Padre al Hijo.

Y una voz que ven�a de los cielos dec�a: �Este es mi Hijo amado, en quien me complazco� (Mt. 3, 17).

Y vino una voz de los cielos: �T� eres mi Hijo amado; en ti me complazco� (Mc. 1, 11).

...y se oy� una voz desde la nube: �Este es mi Hijo amado, escuchadle� (Mc. 9, 7).

...y vino una voz del cielo: �T� eres mi Hijo amado; en ti me complazo� (Lc. 3, 22).

-El Padre ama al Hijo y pone en El todas sus complacencias.

Y una voz que ven�a de los cielos dec�a: �Este es mi Hijo amado, en quien me complazco� (Mt. 3, 17).

...y sali� de la nube una voz que dec�a: �Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle� (Mt. 17, 5).

Y vino una voz de los cielos: �Este es mi Hijo amado; en ti me complazco� (Mc. 1, 11).

Y se oy� una voz desde la nube: �Este es mi Hijo amado; escuchadle� (Mc. 9, 7).

...y vino una voz del cielo: �Este es mi Hijo amado; en ti me complazco� (Lc. 3, 22).

Se oy� una voz desde la nube, que dec�a: �Este es mi Hijo, mi elegido; escuchadle� (Lc. 9, 35).

-Dios ama a todos los hombres.

Habeis o�do que se dijo: Amar�s a tu pr�jimo y odiar�s a tu enemigo. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan para que seais hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos y pecadores (Mt. 5, 43-45).

Aclaraci�n. �Malos� y �buenos�, �justos� e �injustos�, es decir, todos los hombres.

-Dios ama a los hombres desde toda la eternidad.

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que �l que nos am� y nos envi� a su Hijo como propiciaci�n por nuestros pecados (1 Jn. 4, 10).

Nosotros amemos, porque �l nos am� primero (1 Jn. 4, 19).

Aclaraci�n. La prioridad de tiempo del amor de Dios antes que el nuestro, queda situada en el instante eterno en que Dios es y act�a,

-Dios ama al hombre con amor infinitivo, no por tener necesidad de �l, ni porque el hombre lo merezca, sino por su misercordia en remediar nuestra miseria.

Pero Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos am�, estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivific� juntamente con Cristo -por gracia habeis sido salvados- y con �l nos resucit� y nos hizo sentar en los cielos en Cristo Jes�s (Ef. 2, 4).

-Dios ama a los hombres con un amor inaudito, inestimable.

Porque tanto am� Dios al mundo que le dio a su Hijo �nico, para que tido el que crea en �l no perezca, sino que tenga vida eterna (Jn. 3, 16).

...habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los am� hasta el extremo (Jn. 13, 1).

-El amor de Dios a los hombres subsiste a pesar de la grandeza infinitiva del que ama y de la vileza de los hombres que le ofenden.

a) -Grandeza infinita del que ama.

Bienaventurado y �nico Soberano, el Rey de reyes y el Se�or de los se�ores, el �nico que posee la Inmortalidad,... (1 Tim. 6, 15-16).

...porque Yahv�h nuestro Dios es el Dios de los dioses y el Se�or de los se�ores, el Dios grande, poderoso y temible,... (Dt. 10, 17).

b) -vileza de los hombres que le ofenden.

�Qu� es el hombre para que tanto de �l te ocupes, para que pongas en �l tu coraz�n, para que le escrutes todas las ma�anas y a cada instante le escudri�es? (Job 7, 17-18).

Si he pecado �qu� te he hecho a ti, oh guardi�n de los hombres? �Por qu� me has hecho balnco tuyo? �Por qu� te sirvo de cuidado? (Job 7, 20).

Cristo Jes�s vino al mundo a salvar a los pecadores; y el primero de ellos soy yo (Tim. 1, 15).

Pues yo soy el �ltimo de los ap�stoles: indigno del nombre de ap�stol, por haber perseguido a la Iglesia de Dios (1 Cor. 15, 9).

32. Dios manifiesta su Amor

-El Amor es la expresi�n de la naturaleza de Dios

-A cada uno de sus hijos

-Desde toda la eternidad

-Es causa de la Redenci�n universal

-Las pruebas del Dios a sus hijos son testimonio de su amor paternal

-Dios habla a los hombres como amigos

-Dios ha mostrado en los hombres la prueba mayor de su amor

-Entrega a su Hijo por la salvaci�n de todos

-Los llama a la Santidad

-El Amor es la expresi�n de la misma naturaleza de Dios.

Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor (1 Jn. 4, 8).

Dios es amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en �l (1 Jn. 4, 16).

-Dios tiene manifiesta un amor eterno a todos y a cada uno de sus hijos.

Porque am� a tus padres y eligi� a su descendencia despues de ellos,... (Dt. 4, 37).

No porque seais el m�s numeroso de todos los pueblos se ha ligado Yahv�h a vosotros y os ha elegido,... sino por el amor que os tiene... (Dt. 7, 7-8).

...dado que eres precioso a mis ojos, eres estimado, y yo te amo (Is. 43, 4).

Con amor eterno te he amado: por eso he reservado gracia para ti (Jer. 31, 3).

Cuando Israel era ni�o, yo le am�,... (Os. 11, 1).

Os he amado, dice Yahv�h (Mal. 1, 2).

Este es el mandamiento m�o: que os amaeis los unos a los otros como yo os he amado (Jn. 15, 12).

...mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todav�a pecadores, muri� por nosotros (Rom. 5, 8).

-Dios manifiesta su amor infinito a todos los hombres, desde toda la eternidad.

Pero dice Si�n: �Yahv�h me ha abandonado, el Se�or me ha olvidado�.

�Acaso olvida una mujer a su ni�o de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entra�as? Pues aunque esas llegasen a olvidar, yo no te olvido (Is. 49, 14-15).

Aclaraci�n. Estos versos resumen magnificamente el mensaje de Oseas, de Jerem�as y del Deuteronomio, que afirmaban ya este amor indefectible de Yahv�h para con Israel.

En un arranque de furor te ocult� mi rostro por un instante, por con amor eterno te he compadecido (Is. 54, 8).

De lejos Yahv�h se le apareci�. Con amor eterno te he amado: por eso he reservado gracia para ti (Jer. 31, 3).

Como el Padre me am�, yo tambi�n os he amado a vosotros; permaneced en mi amor (Jn. 15, 9).

...Padre...para que...el mundo conozca que t� me has enviado y que yo les he amado a ellos como t� ma has amado a m� (Jn. 17, 23).

...y conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento, para que os vayais llenando hasta la total Plenitud de Dios (Ef. 3, 19).

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que �l nos am� y nos envi� a su Hijo como propiciaci�n por nuestros pecados (1 Jn. 4, 10).

Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos cre�do en �l (1 Jn. 4, 16).

Nosotros amemos, porque �l nos am� primero (1 Jn. 4, 19).

-El amor infinito y eterno que Dios tiene a todos y cada uno de los hombres es la causa de realizar una Redenci�n universal para todos ellos y de hacerlos hijos adoptivos suyos.

a) -Realizar una redenci�n universal.

Porque am� Dios al mundo que le di� a su hijo �nico, para que todo el que crea en �l no perezca, sino que tenga la vida eterna (Jn. 3, 16).

...mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todav�a pecadores, muri� por nosotros (Rom. 5, 8).

El que no perdon� ni a su propio hijo, antes bien le entreg� por todos nosotros,�c�mo no nos dar� con �l graciosamente todas las cosas? (Rom. 8, 32).

Y muri� por todos, para que ya no vivan para s� los que viven, sino para aquel que muri� y resucit� por ellos (2 Cor. 5, 15).

...Cristo Jes�s, hombre tambi�n, que se entreg� a s� mismo como rescate por todos (1 Tim. 2, 6).

...tenemos puesta la esperanza en Dios vivo, que es el Salvador de todos los hombres,... (1 Tim. 4, 10).

En esto se manifest� el amor que Diosnos tiene: en que Dios envi� al mundo a su hijo �nico para que vivamos por medio de �l (1 Jn. 4, 9).

b) -Hacerlos hijos adoptivos suyos.

...recibisteis un esp�ritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: �Abba, Padre! (Rom. 8, 15).

Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envi� Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibi�ramos la filiaci�n adoptiva (G�l. 4, 4-5).

La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el esp�ritu de su hijo que clama �Abba, Padre! (G�l. 4, 6).

...eligi�ndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo,... (Ef. 1, 5).

Mirad qu� amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues �lo somos! (1 Jn. 3, 1).

-Las pruebas de Dios a sus hijos son testimonio del amor paternal que les tiene.

Date cuenta, pues, de que Yahv�h tu Dios te correg�a como un hombre corrige a su hijo,... (Dt. 8, 5).

No desde�es, hijo mio, la instrucci�n de Yahv�h, no te d� fastidio su represi�n, porque Yahv�h reprende a aquel que ama, como un padre al hijo querido,... (Prov. 3, 11-12).

Hijo mio, no menosprecies la correcci�n del Se�or; ni te desanimes al ser reprendido por �l. Pues a quien ama el Se�or, le corrige, y azota a todos los hijos que acoge (Hebr. 12, 5-6).

Yo a los que amo reprendo y corrijo (Apoc. 4, 19).

-Dios habla a los hombres como amigos, movido por su gran amor.

Yahv�h hablaba con Mois�s cara acara, como habla un hombre con su amigo (Ex. 33, 11).

Vosotros sois mis amigos, si haceis lo que yo os mando. No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he o�do a mi Padre os lo he dado a conocer (Jn. 15, 14-15).

-Dios ha mostrado a los hombres la prueba mayor de su amor.

Y -Cristo- muri� por todos para que ya no vivan para s� los que viven, sino para aquel que muri� y resucit� por ellos (2 Cor. 5, 15).

...el Hijo de Dios que me am� y se entreg� a s� mismo por m� (G�l. 2, 20).

-Dios prueba a su amor a los hombres entregando a su Hijo por la salvaci�n de ellos.

Porque tanto am� Dios al mundo que le dio a su Hijo �nico, para que todo el que crea en �l no perezca, sino que tenga vida eterna (Jn. 3, 16).

En esto se manifesti� el amor que Dios nos tiene: en que Dios envi� al mundo a su Hijo �nico para que vivamos por medio de �l (1 Jn. 4, 9).

En esto consiste el amor: ...en que �l nos am� y nos envi� a su Hijo como propiciaci�n por nuestros pecados (1 Jn. 4, 10).

-El amor de Dios a los hombres causa de elecci�n y de llamamiento a la Santidad.

Revist�os, pues, como elegidos de Dios, santos y amados, de entra�as de misericordia, de bondad, de humildad, mansedumbre, paciencia,... (Col. 3, 12).

Conocemos, hermanos queridos de Dios, vuestra elecci�n;.. (1 Tes. 1, 4).

Nosostros, en cambio, debemos dar gracias en todo tiempo a Dios por vosotros, hermanos, amados del Se�or, porque os ha escogido desde el principio para la salvaci�n mediante la acci�n santificadora del Esp�ritu y la fe en la verdad (2 Tes. 2, 13).

33. Dios ama a las criaturas

-Dios ama a todas las cosas

-Dios no ama a todas las cosas porque son buenas, sino que son buenas porque Dios las ama

-Dios ama infinitamente todas las cosas que existen y que han sido producidas por su voluntad creadora.

...bueno Yahv�h para con todos, y sus ternuras sobre todas sus obras (Sal. 145, 9).

Amas a todos los seres y nada de lo que hiciste aborreces, pues si algo odiases, no lo hubieras creado (Sab. 11, 24).

Aclaraci�n. Dios ama a los pecadores en cuanto que son seres de la misma naturaleza que �l ha creado pero odia su defectibilidad propia, su pecado y su actitud de pecado, y esta es la interpretaci�n del siguiente texto:

Detestas a todos los agentes del mal, pierdes a los mentirosos; al hombre sanguinario y fradulento le abomina Yahv�h (Sal. 5, 6-7).

-Dios no ama las cosas creadas porque son buenas sino que son buenas porque Dios las ama.

Pues �qui�n es el que te distingue? �Qu� tienes que no lo hayas recibido? Y, si lo has recibido, �a qu� gloriarte cual si no lo hubieras recibido? (1 Cor. 4, 7).

Aclaraci�n. Todo concorde con este principio de profunda raigambre metaf�sica: �El amor de Dios crea e infunde la bondad en todos los seres creados.� Por tanto, Dios no quiere m�s a una persona porque sea m�s perfecta y m�s santa, sino que una persona es m�s perfecta y m�s santa porque es m�s amada por Dios.

34. Dios no odia al pecador

-Dios no odia al pecador ni al condenado

-Aborrece el pecado

-Odia a cada pecado en particular

-Su mismo amor identificado con su justificia premia al justo y desecha al pervertido

-Las muestras de amor no se agotan

-Dios no odia ni al pecador ni al condenado.

�Acaso me complazco yo en la muerte del malvado -or�culo del Se�or Yahv�h- y no m�s bien en que se convierta de su conducta y viva? (Ez. 18, 23).

Diles: �Por mi vida, or�culo del Se�or Yahv�h, que yo no me complazco en la muerte del malvado, sino en que el malvado cambie de conducta y viva. Convert�os, convert�os vuestra mala conducta (Ez. 33, 11).

Aclaraci�n. Hay expresiones en la Sagrada Escritura que afirman que Dios odia al pecador:

-Dios odia al violento:

Yahv�h explora al justo y al imp�o; su alma odia a quien ama la violencia (Sal. 11, 5).

-al id�latra.

Dios de verdad, t� detestas a los que veneran vanos �dolos (Sal. 31, 7).

-al hip�crita.

Muchas cosas detesto, mas nada como a �ste, y tambi�n el Se�or lo detesta (Si. 27, 24).

-a los malhechores.

Detestas a todos los agentes del mal, pierdes a los mentirosos; al hombre sanguinario y fraudulento lo abomina Yahv�h (Sal. 5, 6-7).

-a Esa�.

Sin embargo yo am� a Jacob y a Esa� le aborrec� (Mal. 1, 2-3).

Pero hay que tener en cuenta que esta forma de expresi�n es porque el pecador forma, en cierta manera un cuerpo con el pecado, que es lo que Dios odia realmente, pero jam�s al pecador.

35. Dios odia el pecado

-Dios aborrece el pecado.

Detestas a todos los agentes del mal, pierdes a los mentirosos; al hombre sanguinario y fraudulento le abomina Yahv�h (Sal. 5, 6-7).

El temor de Yahv�h es odiar el mal. La soberbia y la arrogancia y el camino malo y la boca torcida yo aborrezco (Prov. 8, 13).

...y Dios igualmente aborrece al imp�o y la obra de su impiedad;... (Sab. 14, 9).

Aclaraci�n. Dios ama a los pecadores en cuanto que son seres de la misma naturaleza que �l ha creado, pero odia su defectibilidad propia, su pecado y su actitud de pecado.

-Dios odia cada pecado en particular.

-el juramento falso.

...mal unos contra otros no mediteis en vuestro coraz�n, y juramento falso no ameis, porque todas estas cosas las odio yo, or�culo de Yahv�h (Zac. 8, 17).

-el repudio.

Pues yo odio el repudio, dice Yahv�h Dios de Israel (Mal. 2, 16).

-la rapi�a.

Pues yo, Yahv�h, amo el derecho y aborrezco la rapi�a y el crimen (Is. 61, 8).

-la hipocres�a en el culto.

Yo detesto, desprecio vuestras fiestas y no gusto el olor de vuestras reuniones (Am. 5, 21).

Aclaraci�n. Se refiere a quienes cumplen ciertos ritos de culto, y desprecian los preceptos m�s elementales del amor y de la justicia.

-la idolatr�a (de los cananeos)

Porque todo lo que es una abominaci�n para Yahv�h, lo que detesta, lo han hecho ellos en honor de sus dioses: llegan incluso a quemar al fuego a sus hijos e hijas en honor de sus dioses (Dt. 12, 31).

-El celo atribuido a Dios es su mismo amor divino identificado con su justicia, por la cual premia al hombre justo y desecha de su compa��a al hombre pervertido.

...un Dios celoso es Yahv�h tu Dios que est� en medio de ti. La ira de Yahv�h tu Dios se encender�a contra ti y te har�a desaparecer de la haz de la tierra (Dt. 6, 15).

Has de saber, pues, que Yahv�h tu Dios es el Dios verdadero, el Dios fiel que guarda la alianza y el amor por mil generaciones a los que le aman y guardan sus mandamientos, pero que da su merecido en su propia persona a quien le odia, destruy�ndole. No es remiso con quien le odia: en su propia persona le da su merecido (Dt. 7, 9-10).

Entonces Josu� dijo al pueblo: �No podr�is servir a Yahv�h, porque es un Dios santo, es un Dios celoso, que no perdonar� ni vuestras rebeld�as ni vuestros pecados. Si abandon�is a Yahv�h para servir a los dioses del extranjero, �l a su vez traer� el mal sobre vosotros y acabar� con vosotros, despu�s de haberos hecho tanto bien� (Jos. 24, 19-20).

-Las muestras de amor a Dios a los hombres no se agotan a pesar de sus pecados innumerables.

�Acaso por los siglos desechar� el Se�or,

no volver� a ser propicio?

�Se ha agotado para siempre su amor?

�Se acab� la Palabra por todas las edades?

�Se habr� olvidado Dios de ser clemente,

o habr� cerrado de ira sus entra�as? (Sal. 77, 8-10).

Que el amor de Yahv�h no se ha acabado,

ni se ha agotado su ternura;

cada ma�ana se renuevan: (Lm. 3, 22-23).

�Qu� Dios hay como t�, que quite la iniquidad y pase por alto la rebeld�a del Resto de tu heredad?

No mantendr� su c�lera por siempre,

pues se complace en el amor;

volver� a compadecerse de nosotros,

pisotear� nuestras iniquidades.

�T� arrojar�s al fondo del mar

todos nuestros pecados! (Miq. 7, 18-1.

36. La Misericordia de Dios

-Dios es infinitamente misericordioso

-Su Misericordia y su justicia van juntas

-No es una relajaci�n de su justicia

-Se compadece siempre de los pecadores

-La muestra a los hombres con las acciones salvificas de Cristo

-La usa con el hombre en el grado que este conf�a en �l

-La muestra m�s a aquellos que se acercan confiadamente a �l

-La muestra m�s cuando perdona los pecados

-Esta prometida a los que le temen pero no a los que abusan de ella

-Concede su perd�n a los que le aman y le temen

-La concede m�s a los que le aman, le invocan y le temen voluntariamente.

-La mostr� con los hombres pecadores y su justicia rigurosa con los �ngeles rebeldes

-Dios es infinitamente misericordioso.

Es una de las verdades m�s repetidas en la Sagrada Escritura.

...pero t� eres el Dios de los perdones, clemente y entra�able, tardo a la c�lera y rico en bondad (Neh. 9, 17).

Pues t� eres, Se�or, bueno indulgente, rico en amor para todos aquellos que te invocan (Sal. 86, 5).

Clemente y compasivo es Yahv�h, tardo a la c�lera y lleno de amor; no se querella eternamente ni para siempre guarda su rencor; no nos trata seg�n nuestro pecados ni nos paga conforme a nuestras culpas (Sal. 103, 8-10).

Que el Se�or es compasivo y misericordioso, perdona los pecados y salva en la hora de la tribulaci�n (Si. 2, 11).

�Qu� grande es la misericordia del Se�or, y su perd�n para los que a �l se convierten! (Si. 17, 29).

Porque los montes se correr�n y las colinas se mover�n, mas mi amor de tu lado no se apartar� y mi alianza de paz no se mover� -dice Yahv�h, que tiene compasi�n de ti (Is. 54, 10).

...volved a Yahv�h vuestro Dios, porque �l es clemente y compasivo, tardo a la c�lera, rico en amor (Joel 2, 13).

�Qu� Dios hay como t�, que quite la iniquidad y pase por alto la rebeld�a del Resto de tu heredad? No mantendr� su c�lera para siempre, pues se complace en el amor; volver� a compadecerse de nosotros, pisotear� nuestras iniquidades. �T� arrojar�s al fondo del mar todos nuestros pecados! (Miq. 7, 18).

...y su misericordia alcanza de generaci�n en generaci�n a los que les temen (Lc. 1, 50).

Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso (Lc. 6, 36.)

Pero Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos am�, estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivific� juntamente con Cristo... (Ef. 2, 4).

-La Misericordia de Dios y su justicia van siempre juntas en todas sus obras.

En las tinieblas resplandece, luz de los rectos, tierno, clemente y justo (Sal. 112, 4).

Tierno es Yahv�h y justo, compasivo nuestro Dios (Sal. 116, 5).

Aclaraci�n. Aunque en la conversi�n del pecador parece que prevalece la misericordia y en la condenaci�n del imp�o parece que predomina la justicia, sin embargo en una y otra resplandece siempre la misericordia.

a) -En la conversi�n del pecador:

Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque muestra amor (Lc. 7, 47).

b) -En la condenaci�n del imp�o:

...no nos trata seg�n nuestros pecados ni nos paga conforme a nuestras culpas (Sal. 103, 10).

Con todos estas pruebas se ve:

-Que el que se condena es porque libremente no am�, no se arrepinti�, no quiso salvarse.

-El que se salva es porque ama, porque se arrepiente, porque se vuelve a Dios, y todo ello con voluntad libre.

-Que el salvarse o condenarse no depende de una resoluci�n inmutable de Dios, sino de la voluntad libre de la criatura que opta por lo que quiere.

- Que si opta por condenarse, Dios es justo al respetar la libertad de la criatura y es misericordioso al no castigar a la medida de sus pecados, sino menos. Si opta por salvarse, Dios es justo al darle la recompensa, y es misericordioso al perdonarle mucho porque am� mucho.

-La Misericordia no es una relajaci�n de la justicia.

Sed m�s bien buenos entre vosotros, entra�ables, perdon�ndoos mutuamente como os perdon� dios en Cristo (Ef. 4, 32).

Porque tendr� un juicio sin misericordia el que no tuvo misericordia; pero la misericordia se siente superior al juicio (Sant. 2, 13).

Aclaraci�n. La misericordia no destruye a la justicia, sino que es su plenitud.

-Dios se compadece siempre de los pecadores.

...mi amor de tu lado no se apartar� y mi alianza de paz no se mover� -dice Yahv�h, que tiene compasi�n de ti (Is. 54, 10).

Deje el malo su camino, el hombre inicuo sus pensamientos, y vu�lvase a Yahv�h, que tendr� compasi�n de �l, a nuestro Dios que ser� grande en perdonar (Is. 55, 7).

Diles: �Por mi vida, or�culo del Se�or Yahv�h, que no me complazco en la muerte del malvado, sino en que el malvado cambie de conducta y viva (Ez. 33, 11).

Les dir�s, pues: �As� dice Yahv�h Sebaot: Volveos a m� -or�culo de Yahv�h Sebaot- y yo volver� a vosotros, dice Yahv�h Sebaot (Zac. 1, 3).

Y, levant�ndose, parti� hacia su padre. Estando �l todav�a lejos, le vio su padre y, conmovido, corri�, se ech� a su cuello y le bes� efusivamente (Lc. 15, 18).

-Dios muestra su misericordia a los hombres con motivo de las acciones salv�ficas de Jesucristo.

Bendito sea el Dios y el Padre de nuestro Se�or Jesucristo, quien, por su gran misericordia, mediante la Resurrecci�n de Jesucristo de entre los muertos, nos ha reengendrado a una esperanza viva, a una herencia incorruptible, inmaculada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,... (1 Pe. 1, 3-4).

-Dios usa de su misericordia con el hombre en el grado en que este confia en �l.

Sea tu amor, Yahv�h, sobre nosotros,

como est� en ti nuestra esperanza (Sal. 33, 22).

Por eso os digo: todo cuanto pid�is en la oraci�n, creed que ya lo hab�is recibido y lo obtendr�is (Mc. 11, 24).

...para presentaros santos, inmaculados e irreprensibles delante de �l; con tal que permanezc�is s�lidamente cimentados en la fe, firmes e inconmovibles en la esperanza del Evangelio que o�steis,... (Col. 1, 23).

-Dios muestra su misericordia mucho m�s a aqu�llos que se acercan confiadamente a �l.

Acerqu�monos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para ser socorridos en el tiempo oportuno (Hebr. 4, 16).

-La Misericordia de Dios se muestra m�s al hombre cuando le perdona sus pecados.

Mas cuando se manifest� la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor a los hombres, �l nos salv�, no por obras de justicia que hubi�semos hecho nosotros, sino seg�n su misericordia, por medio del ba�o de regeneraci�n y de renovaci�n de Esp�ritu Santo (Tit. 3, 4-5).

-La Misericordia de Dios est� prometida a los que le temen y dejan de ofenderle con esperanzas de perd�n; pero no a los que se f�an de ella para seguir ofendi�ndole.

Como se alzan los cielos por encima de la tierra, as� de grande es su amor para quienes le temen; (Sal. 103, 11).

Cual la ternura de un padre para con sus hijos, as� de tierno es Yahv�h para quienes le temen;... (Sal. 103, 13).

Mas el amor de Yahv�h desde siempre hasta siempre para los que le temen,... (Sal. 103, 17).

...y su misericordia alcanza de generaci�n en generaci�n a los que le temen (Lc. 1, 50).

-Dios concede su perd�n a los que le aman y le temen.

Los ojos de Yahv�h est�n sobre quienes le temen, sobre aqu�llos que esperan en su amor,... (Sal. 33, 18).

-La misericordia infinita de Dios tiene una aplicaci�n m�s perfecta y eficaz sobre aquellos hombres que voluntaria y libremente le invocan, vuelven a �l y le temen.

Pues t� eres, Se�or, bueno, indulgente, rico en amor para todos aquellos que te invocan (Sal. 85, 5).

Como se alzan los cielos por encima de la tierra, as� de grande es su amor para quienes le temen (Sal. 102, 12).

Mas el amor de Yahv�h desde siempre hasta siempre para los que le temen (Sal. 103, 17).

�Qu� grande es la misericordia del Se�or, y su perd�n para los que a �l se convierten! (Si. 17, 28).

Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generaci�n en generaci�n a los que le temen.

(Del c�ntico Magnificat de la Virgen Mar�a) (Lc. 1, 50).

-Dios determin� mostrar su misericordia con los hombres pecadores y su justicia rigurosa contra los �ngeles rebeldes.

a) -Su misericordia con los hombres pecadores.

Te compadeces de todos porque todo lo puedes y disimulas los pecados de los hombres para que se arrepientan (Sab. 11, 23).

...ha fijado el d�a en que va a juzgar al mundo seg�n justicia, por el hombre que ha destinado, dando a todos una garant�a al resucitarlo de entre los muertos (Hch. 17, 31).

O �desprecias, tal vez, sus riquezas de bondad, de paciencia, y de longanimidad, sin reconocer que esa bondad de Dios te impulsa hacia la conversi�n? (Rom. 2, 4).

...todos pecaron y est�n privados de la gloria de Dios y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redenci�n realizada en Cristo Jes�s, a quien Dios exhibi� como instrumento de propiciaci�n por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia, pasando por alto los pecados cometidos anteriormente, en el tiempo de la paciencia de Dios;... (Rom. 3, 23-26).

Pues Dios encerr� a todos los hombres en la rebeld�a para usar con todos ellos de misericordia (Rom. 11, 32).

Mas cuando se manifest� la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor a los hombres, �l nos salv�, no por obras de justicia que hubi�semos hecho nosotros, sino seg�n su misericordia, por medio del ba�o de regeneraci�n y de renovaci�n del Esp�ritu Santo, que �l derram� sobre nosotros con largueza por medio de Jesucristo,... (Tit. 3, 4-6).

b) -Su justicia rigurosa para con los �ngeles rebeldes.

Pues si Dios no perdon� a los �ngeles que pecaron, sino que, precipit�ndolos en los abismos tenebrosos del T�rtaro, los entreg� para ser custodiados hasta el Juicio;... (2 Pe. 2, 4).

37. Dios es omnipotente

-Dios es omnipotente

-Tiene en grado infinito una potencia activa para obrar

-Todo lo que promete, sucede

-Muestra su poder sobre toda la naturaleza

-Dios es omnipotente.

Omnipotencia es la potestad de hacer todas aquellas cosas que son posibles intr�nseca y absolutamente.

Por tanto, Dios no puede cambiar la esencia de las cosas p.e. hacer que un c�rculo sea a la vez un cuadrado, no puede hacer que una cosa suceda y no suceda al mismo tiempo o que las cosas pasadas no hayan sucedido, porque sus atributos se contradir�an y Dios es absolutamente perfecto.

Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial (Mt. 5, 48).

S� que eres todopoderoso:

ning�n proyecto te es irrealizable (Job 42, 2).

Todo cuanto agrada a Yahv�h,

lo hace en el cielo y en la tierra,

en los mares y en todos los abismos (Sal. 135, 6).

Te compadeces de todos porque todo lo puedes,... (Sab. 11, 23).

He aqu� que tu hiciste los cielos y la tierra

con tu gran poder y tenso brazo;... (Jer. 32, 17).

Jesus, mir�ndoles fijamente, dijo: �Para los hombres eso es imposible, mas para Dios todos es posible� (Mt. 19, 26).

...porque ninguna cosa es imosible para Dios (Lc. 1, 37).

-Dios tiene en grado infinito una potencia activa para realizar obras �Ad extra�.

Hay dos clases de potencia:

-Activa, es la que puede realizar algo como efecto suyo. Ej. El pintor tiene potencia para pintar un cuadro.

-Pasiva, es la capacidad de recibir algo por influencia de otro ser.

La activa es un perfecci�n que como tal existe en Dios en grado infinito. La pasiva supone receptividad, carencia de algo y por tanto, no existe en Dios.

Y Job respondi� a Yahv�h: S� que eres todopoderoso, ning�n proyecto te es irrealizable (Job 42, 1-2).

Todo cuanto agrada a Yahv�h lo hace en el cielo y en la tierra en los mares y en todos los abismos (Sal. 134, 6).

Te compadeces de todos porque todo lo puedes (Sab. 11, 23).

...porque ninguna cosa es imposible para Dios (Lc. 1, 37).

Aclaraci�n. En todos los agentes se observa que cuando m�s participan de la forma con que obran, mayor es su potencia para obrar.

Ej. Cuanto m�s caliente est� un cuerpo, tanto mayor poder tiene para calentar y lo tendr�a infinito, si infinito fuese su calor.

-Todo cuanto Dios promete, acaba por suceder.

Los de antes ya ha llegado, y anuncio cosas nuevas; antes que se produzcan os la hago saber (Is. 42, 9).

Yo anunci� desde hace tiempo las cosas pasadas, salieron de mi boca y las di a conocer; de pronto, las hice y se cumplieron (Is. 48, 3).

Como descienden la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven all�, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, para que d� simiente al sembrador y pan para comer, as� ser� mi palabra, la que salga de mi boca, que no tornar� a m� de vac�o, sin que haya realizado lo que me plugo y haya cumplido aquello a que la envi� (Is. 55, 10-11).

-Dios muestra la soberan�a de su poder sobre los elementos de la naturaleza.

...t� que afirmas los montes con tu fuerza, de potencia ce�ido, y acallas el estruendo de los mares, el estruendo de sus olas (Sal. 65, 7-8).

T� dome�as el orgullo del mar, cuando sus olas se encrespan las reprimes;... (Sal. 89, 10).

38. Dios tiene una Providencia sobre todas las cosas

-Providencia general

-Sobre sus hijos

-Sobre las criaturas irracionales

-Sobre las plantas

-Sobre los elementos naturales

-Sobre los hechos hist�ricos

-Sobre las cosas peque�as

-Sobre aquellos a quienes dij� en manos de su propio albedr�o

-Sobre los justos que le aman y sobre los imp�os que le desprecian

-Dios tiene un providencia perfect�sima sobre todas las cosas.

Nociones afines que no son exactamente la providencia:

a) -Prudencia, que abarca m�s n�mero de actos y la providencia es su parte principal.

b) -Gobernaci�n divina, que existe desde la craci�n del mundo, mientras que la providencia existe ab aeterno.

c) -Predestinaci�n, que afecta s�lamente a las critaruas elevadas al orden sobrenatural, mientras que la providencia abarca a todas las criaturas.

d) -Ley eterna y ley natural que son normas supremas de la providencia.

e) -Arte divino que es una virtud intelectual, no moral y la providencia incluye y supone todas las virtudes morales.

f) -La ciencia pr�ctica de Dios que abarca los medios y el fin, mientras que la providencia incluye s�lamente los medios para alcanzar el fin.

g) -El Hado divino que es la ejecuci�n inexorable de la providencia, mientras que �sta es la raz�n o idea del mismo.

Providencia es el acto del entendimiento y de la voluntad de Dios, por el cual �l orden� �ab aeterno� y dirige en el tiempo las cosas creadas por los medios m�s aptos para conseguir, no s�lo sus fines particulares, sino sobre todo su fin �ltimo que es Dios.

...al peque�o como al grande �l mismo los hizo y de todos tiene igual cuidado,... (Sab. 6, 7).

...confiadle todas vuestras preocupaciones, pues �l cuida de vosotros (1 Pe. 5, 7).

--Providencia general.

Se despliega vigorosamente de un conf�n al otro del mundo y gobierna de excelente manera todo el universo (Sab. 8, 1).

Pero t� todo lo dispusiste con medida, n�mero y peso (Sab. 11, 20).

No, fuera de ti no hay un Dios que de todas las cosas cuide (Sab. 12, 13).

-Providencia sobre sus hijos.

Pues sus ojos vigilan los caminos del hombre, todos sus pasos observa (Job 34. 21).

El coraz�n del rey es como el agua del canal en mano de Yahv�h, que �l dirige donde quiere (Prov. 21, 1).

En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza est�n contados (Mt. 10, 30).

...confiadle todas vuesteras preocupaciones, pues �l cuida de vosotros (1 Pe. 5, 7).

-Providencia sobre las criaturas irracionales.

�Qui�n prepara su previsi�n al cuervo, cuando sus cr�as gritan hacia Dios, cuando se estiran faltos de comidas? (Job 38, 41).

Mirad las aves del cielo que no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta (Mt. 6, 26).

�No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien ni uno de ellos caer� en tierra sin el consentimiento de vuestro Padre (Mt. 10, 29).

-Providencia sobre las plantas.

...el que hace germinar en los montes la hierba y las plantas para uso del hombre (Sal. 147, 8).

Aprended de los lirios del campo, como crecen; no se fatigan ni hilan. Pero yo os digo que ni Salom�n en toda su gloria, se pudo vestir como uno de ellos (Mt. 6, 28-29).

-Providencia sobre los elementos naturales.

El que cubre de nubes los cielos, el que lluvia a la tierra le prepara... (Sal. 147, 8).

-Providencia sobre los hechos hist�ricos.

T� hiciste las cosas pasadas, las de ahora y las venideras, que has pensado el presente y el futuro, y s�lo sucede lo que t� dispones, y tus designios se presentan y te dicen: ��Aqu� estamos!� (Jud. 9, 5-6).

-Providencia sobre las cosas peque�as, de modo general y sobre cada una de ellas en particular.

a) -Sobre las aves del cielo:

Mirad las aves del cielo que no siembran, ni cosechan ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta (Mt. 6, 26).

b) -Sobre los lirios del campo:

Aprended de los lirios del campo, como crecen; no se fatigan ni hilan. Pero yo os digo que ni Salom�n en toda su gloria, se pudo vestir como uno de ellos (Mt. 6, 28-29).

c) -Sobre los cabellos de nuestra cabeza:

En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza est�n todos contados (Mt. 10, 30).

d) -Sobre los elementos de la atm�sfera:

El que cubre de nubes de los cielos, el que prepara lluvia a la tierra... (Sal. 147, 8).

e) -Sobre los pastos de los ganados:

...el que hace germinar en los nombres la hierba y las plantas para uso del hombre, el que dispensa al ganado su sustento... (Sal. 147, 8-9).

-Providencia sobre aquellos a quienes el mismo Dios dej� en manos de su propio albedr�o.

�l fue quien al principio hizo al hombre y le dej� en manos de su propio albedr�o (Si. 15, 14).

Aclaraci�n. El libre albedr�o del hombre est� sujeto a la providencia de Dios como la causa particular est� contenida en la universal.

--Dios tiene una providencia m�s especial sobre los justos que le aman que sobre los imp�os que le desprec�an y olvidan.

...en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman (Rom. 8, 28).

39. La Providencia provee el bien

-De todos los hombres

-De modos muy diversos

-De todas las cosas creadas

-De las acciones libres de los hombres

-De que sus hijos adopten el estado de vida seg�n su voluntad divina

-Dios vela continuamente por el bien de todos los hombres.

Jes�s, tomando la palabra, les ense�aba diciendo: ...�Que si vosotros perdon�is a los hombres sus ofensas, os perdonar� tambi�n a vosotros vuestro Padre celestial;...� (Mt. 6, 14).

T�, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno sea visto, no por hombres, sino por tu Padre que est� all�, en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensar� (Mt. 6,18).

Mirad las aves del cielo que no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. �No val�is vosotros mucho m�s que ellas? (Mt. 6, 26).

No and�is, pues , preocupados diciendo: �Qu� vamos a comer? �Qu� vamos a beber? �Con qu� nos vamos a vestir? Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; y ya sabe vuestro Padre celestial que teneis necesidad de todo eso (Mt. 6, 31).

-La Providencia de Dios provee el Bien de sus criaturas de modos muy diversos.

a) -D�ndoles el ser.

Escuchadme, casa de Jacob, y todos los supervivientes de la casa de Israel los que hab�is sido transportados desde el seno, llevados desde el vientre materno (Is. 46, 3).

b) -Cuidando de sus criaturas.

Y con todo yo ense�� a Efra�m a caminar, tom�ndole en mis brazos, mas no supieron que yo cuidaba de ellos (Os. 11, 3).

c) -Aconsej�ndoles para evitarles el error.

As� dice Yahv�h, tu redentor, el Santo de Israel. Yo, Yahv�h tu Dios, te instruyo en lo que es provechoso y te marco el camino por donde debes ir (Is. 49, 17).

d) -Protegiendo en las tribulaciones.

Dios es para nosotros refugio y fortaleza, un socorro en la angustia siempre a punto (Sal. 46, 2).

e) -Consolando en las aflicciones.

Entonces...cambiar� su due�o en regocijo, y les consolar� y alegrar� en su tristeza;... (Jer. 31, 13).

f) -Salv�ndolas de los riesgos.

Y con todo yo ense�� a Efra�m a caminar, tom�ndose en mis brazos, mas no supieron que yo cuidaba de ellos (Os. 11, 3).

-La Providencia de Dios cuida de todas las cosas creadas, por peque�as que sean, y no solamente en conjunto, sino en particular.

...al peque�o como al grande �l mismo los hizo y de todos tiene igual ciudado... (Sab. 6, 7).

-Tambi�n est�n sometidas a la divina providencia las acciones libres del hombre, los pecados y las cosas que parece que suceden por la casualidad.

a) -Los actos libres del hombre.

El coraz�n del hombre medita su camino, pero es Yahv�h quien asegura sus pasos (Prov. 16, 9).

Muchos proyectos en el coraz�n del hombre, pero s�lo el plan de Yahv�h se realiza (Prov. 19, 21).

De Yahv�h dependen los pasos del hombre: �C�mo puede el hombre comprender su camino? (Prov. 20, 24).

b) -Los pecados, para que sobrevengan mayores bienes.

Aunque vosotros pensasteis hacerme da�o, Dios lo pens� para bien, para hacer sobrevivir, como hoy ocurre, a un pueblo numeroso (G�n. 50, 20).

c) -Las cosas que parece suceden por causalidad.

Se echan las suertes en el pecho, pero la decisi�n viene de Yahv�h (Prov. 16, 33).

-La Providencia de Dios incluye tambi�n la llamada especial de Dios a determinadas personas para que adopten un estado o modo de vida en el que realicen su voluntad concreta sobre ellas.

�La mies es mucha y los obreros pocos. Rogad, pues, al Due�o de la mies que env�e obreros a su mies� (Mt. 9, 37-38).

Subi� al monte y llam� a los que �l quiso; y vinieron donde �l. Instituy� Doce, para que estuvieran con el, y para enviarlos a predicar... (Mc. 3, 13).

Cuando se hizo de d�a, llam� a sus disc�pulos, y eligi� doce de entre ellos, a los que llam� tambi�n ap�stoles (Lc. 6, 14).

Despu�s de esto, design� el Se�or a otros setenta y dos, y los envi� de dos en dos delante de s�, a todas las ciudades y sitios por donde �l hab�a de pasar (Lc. 10, 1).

No me hab�is elegido vosotros a m�, sino que yo e elegido a vosotros, y os he destinado a que vay�is y deis fruto, y un fruto que permanezca;... (Jn. 15, 16).

Entonces oraron as�: �T�, Se�or, que conoces los corazones de todos, mu�stranos a cu�l de estos dos has elegido,... (Hch. 1, 24).

Y nadie se arroga tal dignidad, sino el llamado por Dios, lo mismo que Aar�n (Hebr. 5, 4).

40. Los Planes de Dios

-Los pensamientos de Dios se encumbran sobre los de los hombres

-Son muy distintos de los de los hombres

-No pueden ser penetrados por el hombre

-Los de los hombres s�lo los puede juzgar Dios

-Los pensamientos de Dios se encumbran sobre los pensamientos de los hombres, como los cielos se elevan sobre la tierra.

Porque no son mis pensamientos vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos -or�culo de Yahv�h-. Porque cuanto aventajan los cielos a la tierra, as� aventajan mis caminos a los vuestros y mis pensamientos a los vuestros (Is. 55, 8-9).

-Los Planes de Dios, sus pensamientos y sus juicios son muy distintos de los de los hombres.

Porque no son mis pensamientos vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos -or�culo de Yahv�h-. Porque cuanto aventajan los cielos a la tierra, as� aventajan mis caminos a los vuestros (Is. 55, 8-9).

-La inteligencia del hombre no puede nunca penetrar totalmente los planes de Dios.

�Qui�n abarc� el esp�ritu de Yahv�h, y como consejero suyo le ense��? (Is. 40, 13).

�Oh abismo de la riqueza, de la sabidur�a y de la ciencia de Dios! �Cu�n insondables son sus designios e inescrutables sus caminos! En efecto, �Qui�n conoci� el pensamiento del Se�or? o �qui�n fue su consejero? o �qui�n le dio primero que tenga derecho a la recompensa? (Rom. 11, 33).

...nadie conoce lo �ntimo de Dios, sino el Esp�ritu de Dios (1 Cor. 2, 11).

-Las intenciones de los hombres s�lo las puede juzgar Dios.

...Dios juzgar� las acciones secretas de los hombres, seg�n mi Evangelio, por Cristo Jes�s (Rom. 2, 16).

As� que no juzgu�is nada antes de tiempo hasta que venga el Se�or. �l iluminar� los secretos de las tinieblas y pondr� de manifiesto los designios de los corazones. Entonces recibir� cada cual del Se�or la alabanza que le corresponda (1 Cor. 4, 5).

41. La Predestinaci�n

-Existencia en s� misma

-De todos los que consiguen la salvaci�n

-Misterio oculto reservado por Dios para s�

-Los sujetos de la predestinaci�n son dos: El sujeto activo y el sujeto pasivo

-Dios predestina a algunos antes de la previsi�n de sus m�ritos y as� es totalmente gratuita

-Existe la predestinaci�n

Predestinaci�n es la presciencia y preparaci�n de los beneficios de Dios, con los que cert�simamente se salvan todos los que se salvan (S. Agust�n).

Es el plan de la transmisi�n de la criatura racional al fin de la vida eterna preexistente en la mente divina (Sto. Tom�s).

Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la oraci�n del mundo (Mt. 25, 34).

No temas, peque�o reba�o, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a vosotros el Reino (Lc. 12, 32).

Pues a los que de antemano conoci�, tambi�n los predestin� a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera �l el primog�nito entre muchos hermanos; y a los que predestin� a esos tambi�n los llam�; y a los que llam�, a esos tambi�n los justific�; a los que justific�, a esos tambi�n los glorific� (Rom. 8, 29-30).

Por cuanto nos ha elegido en �l antes de la creaci�n del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia en el amor; eligi�ndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo (Ef. 1, 4-5).

Aclaraciones:

a) -La predestinaci�n es el efecto de la providencia especial que Dios tiene sobre las criaturas racionales elevadas al orden sobrenatural. (�ngeles y hombres).

b) -Es la cuesti�n m�s dif�cil de toda la Teolog�a cat�lica. Es un misterio insondable que la inteligencia humana jam�s penetrar� del todo en este mundo. S�lo en el seno de la visi�n beat�fica veremos claramente todo los que Dios ha dispuesto y ordenado maravillosamente como efecto de su amor y de su sabidur�a infinitos.

c) -Dios sabe de antemano quienes se han de salvar y quienes se han de condenar, pero tal salvaci�n o condenaci�n no depende del conocimiento precedente de Dios, sino del buen o mal uso que haga el hombre de su libertad que es consecuencia de la inteligencia de que nos ha dotado. Dios no determina la condenaci�n de nadie al infierno.

-Existe la predestinaci�n de todos los que consiguen la salvaci�n.

a) -Es cert�sima objetivamente.

Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y no perecer�n jam�s (Jn. 10, 28).

b) -Es incierta subjetivamente.

As� pues, el que crea estar en pie, mire con caiga (1 Cor. 10, 12).

-La Predestinaci�n es un misterio oculto cuyo conocimiento se lo ha reservado Dios para s�.

...sin que el hombre llegue a descubrir la obra que Dios ha hecho de principio a fin (Qo. 3, 11).

...fui viendo que el ser humano no puede descubrir todas las obras de Dios, las obras que se realizan bajo el sol. Por m�s que se afane el hombre en buscar, nada descubre, y el mismo sabio, aunque diga de saberlo, no es capaz de descubrirlo (Qo. 8, 17).

Lo que se te encomienda, eso medita, que no te es menester lo que est� oculto (Si. 3, 22).

�Oh abismo de la riqueza, de la sabidur�a y de la ciencia de Dios! �Cu�n insondables son sus designios e inescrutables sus caminos! En efecto, �qui�n conoci� el pensamiento del Se�or? (Rom. 11, 33-34).

-Los sujetos de la predestinaci�n son dos: El sujeto activo y el sujeto pasivo.

El sujeto activo es el simple acto de predestinar y el sujeto pasivo est� constituido por las criaturas amadas y elegidas por Dios.

a) -Sujeto activo.

...a los que predestin� a esos tambi�n llam�... (Rom. 8, 30).

Aclaraci�n. Se refiere a la acci�n de Dios de predestinar, es decir, al sujeto activo.

b) -Sujeto pasivo.

Pues a los que de antemano conoci�, tambi�n los predestin� a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera �l el primog�nito entre muchos hermanos;... (Rom. 8, 29).

...ahora bien, antes de haber nacido, y cuando no hab�an hecho ni bien ni mal -para que se mantuviese la libertad de la elecci�n divina, que depende no de las obras sino del que llama-... (Rom. 9, 11-12).

...por cuanto nos ha elegido en �l antes de la creaci�n del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor; eligi�ndonos de antemano para ser hijos adoptivos por medio de Jesucristo, seg�n el benepl�cito de su voluntad,... (Ef. 1, 4-5).

Aclaraci�n. Alude a los elegidos en �l, que constituyen el sujeto pasivo.

-Dios predestina a algunos.

...y a los que predestin� a esos tambi�n los llam�;... (Rom. 8, 30).

Nada profano entrar� en ella, ni los que cometen abominaci�n y mentira, sino solamente los inscritos en el libro de la vida del Cordero (Apoc. 21, 27).

-Dios eligi� a algunos y los predestino a la gloria antes de la previsi�n de cualquier m�rito, y en virtud de esta misma elecci�n, decreto darles la gracia y los m�ritos sobrenaturales que con ella contraer�n.

Predestinaci�n es la idea y el decreto de Dios de ayudar a la criatura racional a conseguir la gloria eterna.

Se trata de precisar si la predestinaci�n a la gloria la hace Dios en vista de los m�ritos futuros que contraer� el predestinado con ayuda de la gracia, o si la hace antes preveer esos m�ritos.

La cuesti�n se centra en la intenci�n de Dios, no en la ejecuci�n.

Por lo dem�s, sabemos que en todos las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados seg�n su designio. Pues a los que de antemano conoci�, tambi�n los predestin� a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera �l el primog�nito entre muchos hermanos; y a los que predestin�, a esos tambi�n los llam�; y a los que predestin�, a esos tambi�n los llam�; y a los llam�, a esos tambi�n los justific�; a los que justific�, a esos tambi�n los glorific� (Rom. 8, 28-30).

...por cuanto nos ha elegido en �l antes de la creaci�n del mundo, para ser gentes santos e inmaculados en su presencia, en el amor; eligi�ndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo seg�n el benepl�cito de su voluntad (Ef. 1, 4-5).

-Dios eligi� y predestin� eficazmente a algunos a la gloria, antes de ser previstos sus m�ritos, de modo que la predestinaci�n en orden de la intenci�n y preceda a los m�ritos con prioridad de orden, y as� es totalmente gratuita.

...por cuanto nos ha elegido en �l antes de la creaci�n del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor, eligi�ndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, seg�n el benepl�cito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia,... (Ef. 1, 4-6).

Aclaraci�n. Cualquier ordenador de las cosas intenta antes el fin que los medios, porque el fin se pretende por s� mismo y los medios en cuanto que ayudan al fin. La gloria es el fin y la gracia y los m�ritos son los medios.

42. La Predestinaci�n. Necesidad

-Nadie se puede salvar sin la divina predestinaci�n

-Nadie se puede salvar sin la divina predestinaci�n. Necesidad.

Nada profundo entrar� en ella, ni los que cometen abominaci�n y mentira, sino solamente los inscritos en el libro de la vida del Cordero (Apoc. 21, 27).

Aclaraci�n. La visi�n beat�fica, que es esencia de la vida eterna, es estrictamente sobrenatural y, por tanto, nadie puede conseguirla sin la ordenaci�n sobrenatural de Dios, que es lo que constituye precisamente la divina predestinaci�n.

43. La Predestinaci�n. Ayudas

-Dios ofrece a todos los hombres las ayudas necesarias para salvarse

-La predestinaci�n a la gracia es gratuita y nadie la puede merecer

-Es gratuita en cuanto a la intenci�n de Dios

-Es tambi�n gratuita en su conjunto total

-Puede ser ayudada por las oraciones y m�ritos de los santos

-Dios ofrece las ayudas necesarias y suficientes a todos los hombres para que puedan salvarse.

a) -Dios quiere que todos los hombres se salvan.

...Dios, nuestro Salvador, quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad (1 Tim. 2, 4).

b) -Cristo muri� por todos.

Y muri� por todos... (2 Cor. 5, 15).

Aclaraci�n. De estas dos verdades se deduce claramente que todos los hombres reciben las gracias necesarias y suficientes para salvarse. Por consiguiente, todos los hombres de hecho se salvar�an, si no opusiesen resistencia voluntaria a esas gracias eficaces.

-La Predestinaci�n a la gracia es totalmente gratuita y nadie la puede merecer.

...hago gracia a quien hago gracia y tengo misericordia con quien tengo misericordia (Ex. 33, 19).

Por tanto, no se trata de querer o de correr, sino de que Dios tenga misericordia (Rom. 9, 16).

Y si es por gracia, ya no lo es por las obras; de otro modo la gracia no ser�a ya gracia (Rom. 11, 6).

�Qu� tienes que no lo hayas recibido? Y si lo has recibido?, �a qu� gloriarte cual si no lo hubieras recibido? (1 Cor. 4, 7).

No es que por nosotros mismos seamos capaces de atribuirnos cosa alguna, como propia nuestra, sino que nuestra capacidad viene de Dios (2 Cor. 3, 5).

Pues hab�is sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de vosotros, sino que es don de Dios (Ef. 2, 8).

-La Predestinaci�n es totalmente gratuita eterna e inmutable en cuanto a la intenci�n de Dios.

Que los dones y la vocaci�n de Dios son irrevocables (Rom. 11, 29).

Y la Gloria de Israel no miente ni se arrepiente, porque no es un hombre para arrepentirse (1 Sam. 15, 29).

-La Predestinaci�n considerada en su conjunto total es tambi�n totalmente gratuita.

Venid, benditos de mi Padre, recibir la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creaci�n del mundo (Mt. 25, 34).

...por cuanto nos ha elegido en �l antes de la creaci�n del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor (Ef. 1, 4).

Aclaraci�n. La predestinaci�n tomada en su conjunto total, incluye la gracia y la gloria.

-Aunque la predestinaci�n es totalmente gratuita y adem�s eterna e inmutable en el orden de la intenci�n, puede ser ayudada por las oraciones y obras meritorias de los Santos en el orden de la ejecuci�n.

a) -Inmutable en el orden de la intenci�n.

Que los dones y la vocaci�n de Dios son irrevocables (Rom. 11, 29).

b) -Mutable en el orden de la ejecuci�n.

Por tanto, hermanos, poned el mayor empe�o en afianzar vuestra vocaci�n y vuestra elecci�n. Obrando as�, nunca caer�is (2 Pe. 1, 10).

Aclaraci�n. Procurad -por vuestras buenas obras-, hacer cierta vuestra vocaci�n y elecci�n (2 Pe. 1,10).

44. La Predestinaci�n. N�mero

-S�lo Dios lo sabe

-En su conjunto y en particular

-Dios predestina a todos los que han de poseer la vida eterna

-El n�mero de los que se salvan y de los que se condenan es un misterio oculto

-Solamente Dios sabe el n�mero de los predestinados.

...yo conozco a los que he elegido;... (Jn. 13, 18).

El Se�or conoce a los que son suyos;... (2 Tim. 2, 19).

-Dios conoce el n�mero de los predestinados en su conjunto y en particular, que han de ser colocados en la felicidad eterna.

Y vendr�n de oriente y de occidente, del norte y del sur, y se pondr�n a la mesa en el Reino de Dios (Lc. 13, 29).

Despu�s mir� y hab�a un muchedumbre inmensa, que nadie pod�a contar, de toda naci�n, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos (Apoc. 7, 9).

Y tambi�n vi como un mar de cristal mezclado de fuego, y a los que hab�an triunfado de la Bestia y de su imagen y de la cifra de su nombre, de pie junto al mar de cristal, llevando las c�taras de Dios (Apoc. 15, 2).

-Dios predestina desde toda la eternidad a todos aquellos que han de poseer la vida eterna.

Entonces dir� el Rey a los de su derecha: �Venid benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creaci�n del mundo. Porque...� (Mt. 25, 34).

Dijo -Jes�s- a sus disc�pulos: �No temas, peque�o reba�o, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a vuestros el Reino...� (Lc. 12, 32).

Jes�s le respondi�: �...No me hab�is elegido vosotros a m�, sino que yo os he elegido a vosotros,...� (Jn. 15, 16).

Pues a los que de antemano conoci�, tambi�n los predestin� a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera �l el primog�nito entre muchos hermanos; y a los que predestin�, a esos tambi�n los llam�; y a los que llam�, a esos tambi�n los justific�; a los que justific�, a esos tambi�n los glorific� (Rom. 8, 29-30).

...por cuanto nos ha elegido en �l antes de la creaci�n del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor; eligi�ndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, seg�n de benepl�cito de su voluntad,... (Ef. 1, 4-5).

-El n�mero de los que se salvan y el de los que se condenan es un misterio oculto que Dios se ha reservado para s�.

Unas insinuaciones de la Sagrada Escritura defienden que son m�s los que se salvan y otras que son m�s los que se condenan.

a) -Que son m�s los que se salvan.

-La voluntad salv�fica de Dios

...Dios nuestro salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad (1 Tim. 2, 4).

-La universalidad de la redenci�n.

...Cristo Jes�s, hombre tambi�n, que se entreg� a s� mismo como rescate por todos (1 Tim. 2, 5-6).

-La responsabilidad subjetiva del pecado.

Jes�s dec�a: �Padre, perd�nales, porque no saben lo que hacen� (Lc. 23, 34).

b) -Que son m�s los que se condenan.

Porque muchos son llamados, m�s pocos escogidos (Mt. 22, 14).

Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva a la perdici�n, y son muchos los que entran por ella; mas �qu� estrecha la entrada y qu� angosto el camino que lleva a la Vida!; y pocos son los que la encuentran (Mt. 6, 13-14).

45. La Predestinaci�n. Se�ales

-Existencia

-Existen ciertas �se�ales de predestinaci�n�, que no engendran certeza absoluta, pero si son suficientes para poder esperar confiadamente de la misericordia de Dios, el gran don de la perseverancia final.

Estas se�ales son:

a) -Vivir habitualmente en gracia de Dios.

El Esp�ritu mismo se une a nuestro esp�ritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y, si hijos, tambi�n herederos (Rom. 8, 16-17).

...y cuanto pidamos lo recibimos de �l, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada (1 Jn. 3, 22).

b) -Esp�ritu de oraci�n.

Pedid y se os dar�; buscad y hallar�is; llamad y se os abrir�. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrir� (Mt. 7, 7-8).

Y todo cuanto pid�is con fe en la oraci�n, lo que recibir�is (Mt. 21, 22).

Y todo lo que pid�is en mi nombre, yo lo har�, para que el Padre sea glorificado en el Hijo (Jn. 14, 13).

c) -humildad.

Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes (Jac. 4, 6).

d) -Padecimientos por Cristo.

...herederos de Dios y coherederos de Cristo, ya que sufrimos con �l, para ser tambi�n con �l glorificados (Rom. 8, 17).

e) -Caridad para con el pr�jimo.

1� -En el orden material:

Haz limosna con tus bienes; y al hacerlo que tu ojo no tenga rencilla. No vuelvas la cara ante ning�n pobre y Dios no apartar� de ti su cara. Regula tu limosna seg�n la abundancia de tus bienes. Si tienes poco, da conforme a ese poco, pero nunca temas dar limosna, porque as� te atesoras una buena reserva para el d�a de la necesidad. Porque la limosna libra de la muerte e impide caer en las tinieblas (Tob. 4, 7-10).

2� -En el orden espiritual:

Si alguno de vosotros, hermanos m�os, se desv�a de la verdad y otro le convierte, sepa que el que convierte a un pecador de su camino desviado, salvar� su alma de la muerte y cubrir� multitud de pecados (Jac. 5, 19-20).

f) -Amor a Jesucristo.

Todo lo que me d� el Padre vendr� a m�, y al que venga a m� no le echar� fuera (Jn. 6, 37).

Si alguno me ama, guardar� mi palabra, y mi Padre le amar�, y vendremos a �l y haremos morada en �l (Jn. 14, 23).

g) -Comuni�n frecuente.

El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitar� el �ltimo d�a (Jn. 6, 54).

Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivir� para siempre (Jn. 6, 51).

h) -La devoci�n a la Sant�sima Virgen.

Porque el que me halla, ha hallado la vida, ha logrado el favor de Yahv�h (Pro. 8, 35).

i) -La pureza de conciencia.

Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios, y cuanto pidamos, lo recibiremos de �l (1 Jn. 3, 31).

j) - El amor a la palabra de Dios.

El que es de Dios, escucha las palabras de Dios (Jn. 8, 47).

46. La Predestinaci�n. Causa

-Es la predestinaci�n de Cristo

-La Predestinaci�n de Cristo es causa ejemplar, meritoria, eficiente y final de la nuestra.

1� -Es causa ejemplar, porque es modelo o prototipo de la nuestra.

Pues a los que de antemano conoci�, tambi�n los predestin� a reproducir la imagen de su Hijo (Rom. 8, 29).

2� -Es causa meritoria, porque Cristo nos mereci� con su pasi�n y muerte, todos los efectos de nuestra predestinaci�n.

...nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo (Ef. 1, 3).

...eligi�ndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo (Ef. 1, 5).

En �l tenemos por medio de su sangre la redenci�n, el perd�n de los delitos, seg�n la riqueza de su gracia que ha prodigado sobre nosotros en toda sabidur�a e inteligencia (Ef. 1, 7).

3� -Es causa eficiente, porque Dios se vale de Cristo-hombre para producir en nosotros los efectos de la predestinaci�n.

Pero hab�is sido lavados, hab�is sido santificados, hab�is sido justificados en el nombre del Se�or Jesucristo y en el Esp�ritu de nuestro Dios (1 Cor. 6, 11).

4� -Es causa final, porque toda nuestra predestinaci�n redunda en gloria y alabanza del mismo Cristo y �ltimamente del mismo Dios.

...eligi�ndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, seg�n el benepl�cito de su voluntad, para alabanza y gloria de su gracia... (Ef. 1, 5-6).

Aclaraci�n. Que la predestinaci�n de Cristo sea causa de la nuestra, no significa que Cristo est� subordinado a nosotros, sino al contrario, que nuestra salvaci�n est� ordenada a la Gloria de Cristo y por �l a la gloria de Dios.

...todo es vuestro; y vosotros de Cristo y Cristo de Dios (1 Cor. 3, 22-23).

47. La Predestinaci�n. Efectos

-La vocaci�n a la gloria, y la justificaci�n

-El pecado no es efecto pero s� la permisi�n del mismo

-Que los hombres fueran hijos adoptivos suyos

-Estas adopci�n produce: Uni�n entre los hombres y participaci�n de la vida divina

-Los efectos de la predestinaci�n son: La vocaci�n a la gloria, la justificaci�n, los dones sobrenaturales que son efecto de la gracia y la glorificaci�n.

a) -La vocaci�n a la gloria.

...y a los que predestin� a esos tambi�n los llam�;... (Rom. 8, 30).

b) -La justificaci�n.

...y a los que predestin� a esos tambi�n los llam�; y a los que llam�, a esos tambi�n los justific�;... (Rom. 8, 30).

c) -Los dones sobrenaturales que son efectos de la gracia.

...todos pecaron y est�n privados de la gloria de Dios y son justificados por el don de su gracia... (Rom. 3, 24).

Aclaraci�n. La justificaci�n trae contigo la gracia y �sta a su vez los dones espirituales.

d) -La glorificaci�n.

...y a los que predestin� a esos tambi�n los llam�; y a los que llam�, a esos tambi�n los justific�; a los que justific�, a esos tambi�n los glorific� (Rom. 8, 30).

-El pecado no es efecto de la predestinaci�n, pero s� es la permisi�n del pecado.

Por lo dem�s, sabemos que no todas las cosas interviene Dios para el bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados seg�n su designio (Rom. 8, 28).

Aclaraci�n. Dios quiere que el pecador su arrepienta de sus pecados, que se haga m�s humilde, mas precavido, m�s confiado en Dios.

-Dios ha predestinado a todos lo hombres para que fueran hijos suyos adoptivos.

Pues a los que de antemano conoci�, tambi�n los predestin� a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera �l el primog�nito entre muchos hermanos;... (Rom. 8, 29).

...eligi�ndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, seg�n el benepl�cito de su voluntad,... (Ef. 1, 5).

-La adopci�n divina produce: un principio de uni�n entre todos los hombres, la participaci�n de la vida eterna, la uni�n con los bienaventurados del cielo y el derecho a la herencia del Padre.

a) -Principio de uni�n entre los hombres.

Pues a los que de antemano conoci�, tambi�n los predestin� a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera �l el primog�nito entre muchos hermanos;... (Rom. 8, 29).

b) -La participaci�n de la vida eterna.

...�l nos salv�...por medio del ba�o de regeneraci�n y de renovaci�n del Esp�ritu Santo, que �l derram� sobre nosotros con largueza por medio de Jesucristo nuestro Salvador, para que, justificados por su gracia, fu�semos constituidos herederos, en esperanza, de vida eterna (Tit. 3, 5-7).

c) -La uni�n con los bienaventurados del cielo.

As� pues, ya no sois extra�os ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios,... (Ef. 2, 19).

d) -El derecho a la herencia del Padre.

Y, si hijos, tambi�n herederos; herederos de Dios y coherederos del Cristo, ya que sufrimos con �l, para ser tambi�n con �l glorificados (Rom. 8, 17).

48. La predestinaci�n. Depende del hombre su salvaci�n o condenaci�n

-Est� en poder del hombre

-Depende de su elecci�n de cumplir o rechazar los preceptos de Dios

-La predestinaci�n eficaz a la gloria esta en poder del hombre.

Est� insinuada en los siguiente textos:

�No sab�is que en las carreras del estadio todos corren, mas uno s�lo recibe el premio? �Corred de manera que lo consigais! Los atletas se privan de todo; y eso �por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible (1 Cor. 9, 24-25).

Por tanto, hermanos, poned el mayor empe�o en afianzar vuestra vocaci�n tu vuestra elecci�n.

Obrando as�, nunca caer�is... (2 Pe. 1, 10).

...orad los unos por los otros, para que se�is curados (Sant. 5, 16).

Pronto vendr�; mant�n con firmeza lo que tienes para que nadie te arrebate tu corona (Apoc. 3, 11).

-Dios hace depender la salvaci�n o condenaci�n eterna de cada uno de sus hijos de la elecci�n personal de cumplir o rechazar los mandamientos que Dios impone al hombre como camino de salvaci�n.

a) - Depende de la elecci�n personal.

Si t� quieres, guardar�s los mandamientos,

permanecer fiel es cosa tuya,

�l te ha puesto delante fuego y agua,

a donde quieras puedes llevar la mano.

Ante los hombres la vida est� y la muerte,

lo que prefiera cada cual se le dar� (Si. 15, 15).

b) - Los mandamientos camino de salvaci�n.

Respondi�le Jes�s: �...Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos� (Mt. 19, 17).

49. La Predestinaci�n. Certeza

-Es cierta con certeza de presciencia

-Con certeza de causalidad

-La certeza procede del decreto eterno de Dios

-La Predestinaci�n es cierta e infalible en s� misma con certeza de presciencia.

Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen (Jn. 10, 27).

Pues a los que de antemano conoci�, tambi�n los predestin� a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera �l el primog�nito entre muchos hermanos... (Rom. 8, 29).

El Se�or conoce a los que son suyos (2 Tim. 2, 19).

-La Predestinaci�n es cierta e infalible en s� misma con certeza de causalidad.

Yo les doy la vida eterna y no perecer�n jam�s; nadie las arrebatar� de mi mano (Jn. 10, 28).

Aclaraci�n. yo �les� doy... se entiende a sus ovejas, a sus elegidos.

-La certeza absoluta e infalible de la divina predestinaci�n procede del decreto absoluto y eficaz de Dios, que lo ha decretado as� desde toda la eternidad.

Yo les doy vida eterna y no perecer�n jam�s; nadie las arrebatar� de mi mano. El Padre que me las ha dado, es m�s que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre (Jn. 10, 28-29).

Pues a los que de antemano conoci�, tambi�n los predestin�... (Rom. 8, 29).

50. La Predestinaci�n. Inseguridad subjetiva

-Nadie puede saber, con certeza si est� o no predestinado

-Nadie puede saber con certeza infalible si est� o no predestinado, sin una revelaci�n especial de Dios.

Pues bien, a todo eso he aplicado mi coraz�n y todo lo he explorado, y he visto que los justos y los sabios y sus obras est�n en manos de Dios. Y ni de amor ni de odio saben los hombres nada; todo les resulta absurdo (Si. 9, 1).

As� pues, el que crea estar en pie, mire no caiga (1 Cor. 10, 12).

...trabajad con temor y temblor por vuestra salvaci�n (Fil. 2, 12).

51. La Predestinaci�n. Eficacia

-Los decretos de Dios por los que determin� los actos libres de las criaturas son eficaces por s�

-Dios predetermin� con decreto eficaz, la entidad f�sica del pecado considerado en ti mismo

-Dios predetermin� los actos libres de las criaturas con las circunstancias de lugar, tiempo, modo, etc.

-Los decretos de Dios por los cuales predetermin� los actos libres de las criaturas, son eficaces por s� mismos.

�Se�or, Se�or, Rey Omnipotente! Todo est� sometido a tu poder, y no hay quien pueda resistir tu voluntad si has decidido salvar a Israel (Est. 4, 17b).

Entonces Josafat...dijo: �Yahv�h: Yahv�h Dios de nuestros padres, �no eres t� Dios en el cielo, y no dominas t� en todos los reinos de las naciones? �No est� en tu mano el poder y la fortaleza, sin que nadie pueda resistirle? (2 Cr�n. 20, 6).

...pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 13).

Aclaraci�n. Dios mueve la voluntad de las criaturas con toda eficacia, pero con la naturaleza de la voluntad movida, �sta queda en libertad.

-Dios quiere y predetermin� �Ab aeterno� con decreto suyo eficaz, la entidad f�sica del pecado considerado absolutamente y en s� mismo.

Entonces Pedro...les dijo: �Israelitas, escuchad estas palabras: A Jes�s Nazareno,... que fue entregado seg�n el determinado designio y previo conocimiento de Dios, vosotros le matasteis clav�ndole en la cruz por mano de los imp�os;... (Hch. 2, 22-23).

...se ha aliado Herodes y Poncio Pilato,...para realizar lo que en tu poder y en tu sabidur�a hab�as predeterminado (Hch. 4, 27-28).

Aclaraci�n. Aunque Dios sea causa de las malas acciones en cuanto a su esencia, no lo es en cuanto a la realizaci�n desordenada de las mismas, porque �sta depende del buen o mal uso que hace el hombre de su libertad.

-Dios predetermin� todos los actos libres de las criaturas, en general y en particular, con todas las circunstancias de lugar, tiempo, modo, etc.

En efecto, hechura suya somos: creados en Cristo Jes�s, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practic�ramos (Ef. 2, 10).

52. Predestinaci�n o Reprobaci�n

-Dios elige para la gloria a unos con preferencia a otros

-La predestinaci�n o la reprobaci�n de cada hombre depende de su cooperaci�n voluntaria y libre a la gracia de Dios

-Dios elige concretamente para la gloria a unos con preferencia a otros por un misterio que nadie puede investigar.

La raz�n de la predestinaci�n de unos y la reprobaci�n de otros se puede hallar en la misma bondad divina. Dios hizo todo por su bondad, para que estuviese aplicada y representada en todas las cosas. La bondad en s� misma es una y simple, pero est� aplicada en las cosas de m�ltiple manera, porque �stas no tienen la simplicidad de Dios. Los hombres no tienen simplicidad ni en el ser ni en el obrar, sino que en uno y otro existe una divers�sima multiplicidad. Esta radica en sus acciones morales, de su voluntad libre, que en unos es electora del bien moral y en otros del mal tambi�n moral. Es claro que la bondad de Dios no se puede aplicar igualmente a los que optan por el bien que a los que eligen libremente el mal. En unos aplica Dios su bondad a modo de premio, perdonando, recompensando y en otros la aplica a modo de justicia, castigando con el mal que ellos mismos han elegido voluntaria, advertida y libremente.

Pues bien, si Dios, queriendo manifestar su c�lera y dar a conocer su poder, soport� con gran paciencia objetos de c�lera preparados para la perdici�n, a fin de dar a conocer la riqueza de su gloria con los objetos de misericordia que de antemano hab�a preparado para gloria;... (Rom. 9, 22-23).

En una casa grande no hay solamente utensilios de oro y plata, sino tambi�n de madera y barro; y unos son par usos nobles y otros para usos viles (2 Tim. 2, 20).

-La Predestinaci�n o la reprobaci�n de cada uno de los hombres depende de su cooperaci�n voluntaria y libre a la gracia de Dios, y esta cooperaci�n depende, a su vez, del buen o del mal uso que haga de su propia liberad.

La predestinaci�n es el conocimiento y la preparaci�n anticipados de los beneficios de Dios a los hombres, por los cuales beneficios, Dios sabe que se han de salvar aquellos que, por aprovecharse de ellos voluntaria y libremente, se han de salvar.

La reprobaci�n es el conocimiento que Dios tiene de los que se van a condenar, y del desprecio y desaprovechamiento de los auxilio que les va a conceder para salvarse, a aqu�llos que se van a condenar.

Ya que os he llamado y no hab�is querido, he tendido mi mano y nadie ha prestado atenci�n, hab�is despreciado todos mis consejos, no hab�is hecho caso de mis reprensiones (Prov. 1, 24-25).

�Qu� m�s se puede hacer ya a mi vi�a, que no se lo haya hecho yo? (Is. 5, 4).

Alargu� mis manos todo el d�a hacia un pueblo rebelde que sigue un camino equivocado en pos de sus pensamientos; pueblo que me irrita en mi propia cara de continuo... (Is. 65, 2-3).

Tu perdici�n, oh Israel, viene de ti mismo; y s�lo de m� tu socorro. (Vulgata)(Os. 13, 9).

...el Reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo conquistan (Mt. 11, 12).

Entonces se puso a maldecir a las ciudades en las que se hab�an realizado la mayor�a de sus milagros, porque no se hab�an convertido: ��Ay de ti, Coraz�n! �Ay de ti Getsaida! Porque si en tiro y en Sid�n se hubieran hecho los milagros que se ha hecho en vosotras, tiempo ha que con saco y ceniza se habr�an convertido...� (Mt. 11, 20-21).

Uno le dijo: �Se�or, �son pocos los que se salvan?�. �l les dijo: �Esforzaos por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretender�n entrar y no podr�n (Lc, 13, 23-24).

As� pues... trabajad con temor y temblor por vuestra salvaci�n (Fil. 2, 12).

Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado... (1 Tim. 6, 12).

Por tanto, hermanos, poned el mayor empe�o en afianzar vuestra vocaci�n y vuestra elecci�n. Obrado as� nunca caer�is. Pues as� se os dar� amplia entrada en el Reino eterno de nuestro Se�or y Salvador Jesucristo (2 Pe. 1, 10-11).

Aclaraci�n. De estos textos se deduce claramente; Que Dios concede a todos los hombres los auxilios necesarios para la salvaci�n, que muchos no se salvan porque los menosprecian, que muchos obran voluntaria y libremente el mal en lugar del bien y, en consecuencia, se condenan, que es necesario el esfuerzo personal para salvarse, que es falso que las cosas tengan que suceder as� porque Dios lo haya determinado sin la intervenci�n libre del hombre, y que Dios ayuda al hombre a conseguir el bien con m�ltiples auxilios, pero el hombre queda en libertad de rechazarlos y de obrar el mal.

53. La Reprobaci�n de los imp�os

-Existencia; Dios reprueba a algunos

-Los motivos son las culpas voluntarias y libres de sus pecados mortales

-La repobraci�n negativa de algunos hombres no consiste en excluirlos Dios de la gloria porque no se la quiera conceder, sino en permitirles el pecado, y ellos al morir rechazan impenitentes el perd�n que Dios les ofrece

-Dios no reprueba a nadie antes de cometer el pecado y de prever la impenitencia final

-Dios no reprueba a nadie sino despu�s de haber previsto su impenitencia final

-Dios reprueba a algunos.

Entonces dir� tambi�n a los de su izquierda: �Apartaos de m�, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus �ngeles...� (Mt. 25, 41).

-Dios reprueba a aquellos hombres a quienes les permiten que no alcancen su �ltimo fin por causa de la culpa voluntaria y libre de sus pecados mortales cometidos.

Reprobaci�n es el decreto eterno de Dios de excluir de la bienaventuranza del cielo a los hombres que mueran en pecado mortal.

Se divide en:

a) -Negativa, que es la voluntad divina de permitir el pecado y, en consecuencia, de condenar para siempre al pecador que muera impenitente.

b) -Positiva, que es la voluntad divina de condenar a un hombre, antes de haber previsto sus pecados.

La negativa s� existe, pero la positiva no, y como doctrina es her�tica.

�Serpientes, raza de v�boras! �C�mo vais a escapar a la condenaci�n de la gehenna? (Mt. 23, 33).

Entonces dir� tambi�n a los de su izquierda: �Apartaos de m�, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus �ngeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer... (Mt. 25, 41-42).

He velado por ellos y ninguno se ha perdido salvo el hijo de la perdici�n, para que se cumpliera la Escritura (Jn. 17, 12).

-La Reprobaci�n negativa de algunos hombres no consiste en que Dios los excluye de la gloria porque �sta sea un beneficio que no quiere conceder a nadie, sino que consiste en permitir el pecado a los hombres por el cual quedan separados para siempre de su amistad, de su gracia y de su gloria eterna, cuando voluntaria y libremente mueren impenitentes rechazando el perd�n y la amistad que Dios les ofrece.

a) Dios no excluye voluntariamente a nadie de la gloria.

Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad (1 Tim. 2, 3-4).

b) Dios permite que alguno caigan en culpa voluntaria, y en castigo por su culpa, queden separados de su amistad, de su gracia y de su gloria, condenados para siempre.

Entonces dir� tambi�n a los de su izquierda: Entonces dir� tambi�n a los de su izquierda: �Apartaos de m�, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus �ngeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer... (Mt. 25, 41-42).

-Es imp�o asegurar que Dios reprueba a algunos hombres por su s�lo benepl�cito y que destina al infierno antes de cometer el pecado y de preveer la impenitencia final.

Pero si el malvado se convierte de todos los pecados que ha cometido, observa todos mis preceptos y practica el derecho y la justicia, vivir� sin duda, no morir�. Ninguno de los cr�menes que cometi� se le recordar� m�s; vivir� a causa de la justicia que ha practicado (Ez. 18, 22).

�Acaso me complazo yo en la muerte del malvado -or�culo del Se�or Yahv�h- y no m�s bien en que se convierta de su conducta y viva? (Ez. 18, 23).

Yo no me complazco en la muerte de nadie, sea quien fuere, or�culo del Se�or Yahv�h. Convert�os y vivid (Ez. 18, 32).

Diles: �Por mi vida, or�culo del Se�or Yahv�h, que yo no me complazo en la muerte del malvado, sino en que el malvado cambie de conducta y viva� (Ez. 33, 11).

...que no fue Dios quien hizo la muerte ni se recrea en la destrucci�n de los vivientes; �l todo lo cre� para que subsistiera,... (Sab. 1, 13-14).

Te compadeces de todos porque todo lo puedes y disimulas los pecados de los hombres para que se arrepientan. Amas a todos los seres y nada de lo que hiciste aborreces, pues, si algo odiases, no lo hubieras creado (Sab. 11, 23-24).

�Jerusal�n, Jerusal�n, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! �Cu�ntas veces ha querido reunir a tus hijos, con una gallina re�ne a sus pollos bajo las alas y no hab�is querido! (Mt. 23, 37).

...sino que el Se�or usa de paciencia con vosotros, no queriendo que algunos perezcan, sino que todos lleguen a la conversi�n (2 Pe. 3, 9).

Aclaraci�n. Dios no rechaza a nadie de antemano, sino despu�s �nicamente cuando el pecador se obstina en su maldad y no quiere arrepentirse y volverse a Dios.

-Dios no reprueba a nadie sino despu�s de haber previsto sus dem�ritos.

Diles: �Por mi vida, or�culo del Se�or Yahv�h, que no me complazo en la muerte del malvado, sino en que el malvado cambie de conducta y viva. Convert�os, convert�os de vuestra mala conducta. �Por qu� vais a morir, casa de Israel?� (Ez. 33, 11).

Aclaraci�n. El juez que es justo nunca castiga a nadie sino despu�s de comprobar su culpa.

54. La Reprobaci�n de los imp�os. Se�ales

-Amor desmedido al mundo

-Vida habitual en pecado

-Negaci�n de las verdades de fe

-Alejamiento de los sacramentos

-Soberbia

-Permanencia en pecados de impureza

-Las principales se�ales de reprobaci�n son:

-Amor desmedido a los bienes de este mundo.

-Vida de pecado habitual.

-Negaci�n o contradicci�n consciente de las verdades defendidas por la Iglesia Cat�lica.

-Abandono de los sacramentos.

-La soberbia conscientemente fomentada.

-La permanencia habitual en pecados de impureza.

a) Amor desmedido a los bienes de este mundo.

Es m�s f�cil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios (Mt. 19, 24).

Aclaraci�n. Se refiere a los ricos que hacen mal uso de sus riquezas.

b) -Vida de pecado habitual.

Se le acerc� uno y le dijo: Maestro, �qu� ha de hacer yo de bueno para conseguir la vida eterna? Respondi�le: �...guarda los mandamientos� (Mt. 19, 16-17.)

c) -Negaci�n o rebeli�n conscientes de las verdades defendidas por la Iglesia.

El que crea o sea bautizado, se salvar�; el que no crea, se condenar� (Mc. 6, 53).

d) -Abandono de los sacramentos.

�En verdad, en verdad os digo: si no com�is la carne del Hijo del hombre, y no beb�is su sangre, no ten�is vida en vosotros� (Jn. 6, 53).

Aclaraci�n. La disposici�n para tomar el Cuerpo y la Sangre de Cristo, presupone la disposici�n de haber recibido los otros sacramentos seg�n los diversos momentos y necesidades de la vida de cada uno.

e) -La soberbia fomentada conscientemente.

Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes (Sant. 4, 6).

f) -La permanencia habitual en pecados de impureza.

Las obras de la carne son conocidas: fornicaci�n, impureza, libertinaje, idolatr�a, hechicer�a, odios, discordia, celos,iras, rencillas, divisiones, disensiones, envidias, embriagueces, org�as y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo, como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no hereder�n el Reino de Dios (G�l. 5, 19-21).

Aclaraci�n. Se entienden estas se�ales de reprobaci�n, cuando se muestran en aquellos hombres que viven en la obstinaci�n de su actitud de pecado.

55. La Reprobaci�n de los imp�os. Propiedades

-De parte de Dios cert�sima y de parte del hombre incierta

-Las propiedades de la reprobaci�n son dos: por parte de Dios, cert�sima e infalible; por parte del hombre, incierta.

a) -Por parte de Dios, cert�sima e infalible.

Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra se despertar�n, unos para vida eterna, otros para el oprobio, para el horror eterno (Dan. 12, 2).

Apartados de m�, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus �ngeles (Mt. 25, 41).

...y el que no se hallo inscrito en el libro de la vida fue arojado al lago de fuego (Apoc. 20, 15).

b) Por parte del hombre, incierta.

As� pues, queridos m�os,...trabajad con temor y temblor por vuestra salvaci�n (Fil. 2, 12).

Aclaraciones. La reprobaci�n cert�sima por parte de Dios, es la negativa; jam�s la positiva.

�Temor y Temblor� a causa de la propia debilidad, de caer en el pecado, de perder la fe, etc., pero no porque Dios quiera condenarme, porque Dios quiere la salvaci�n de todos.

...nuestro Salvador quiere que todos los hombres se salven (1 Tim. 2, 3-4).

56. El Libro de la Vida

-Coincide con la predestinaci�n

-Contiene los nombres de los predestinados

-Unos �simpliciter� y otros �secundum quid�

-El Libro de la vida mencionado en la Sagrada Escritura, coincide con la predestinaci�n divina.

En aquel tiempo se salvar� tu pueblo: todos aquellos que se encuentren inscritos en el Libro (Dan. 12, 1).

...lucharon por el Evangelio a mi lado, lo mismo que Clemente y dem�s colaboradores m�o, cuyos nombres est�n en el libro de la vida (Fil. 4, 2).

El vencedor ser� as� revestido de blancas vestiduras y no borrar� su nombre del libro del a vida, sino que me declarar� por �l delante de mi Padre y de sus �ngeles (Apoc. 3, 5).

Y la adorar�n todos los habitantes de la tierra cuyo nombre no est� inscrito, desde la creaci�n del mundo, en el libro del a vida el Cordero degollado (Apoc. 13, 8).

Los habitantes de la tierra, cuyo nombre ni fue inscrito desde la creaci�n de mundo en el libro de la vida, se maravillar�n al ver que la Bestia era y ya no es, pero reaparecer� (Apoc. 17, 8).

...y el que no se hall� inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lado del fuego (Apoc. 20, 15).

Nada profano entrar� en ella, ni los que cometen abominaci�n y mentira, sino solamente los inscritos en el libro de la vida del Cordero (Apoc. 21, 27).

Aclaraci�n. el Libro de la vida es una expresi�n metaf�rica fundada en la semejanza con la costumbre de los hombres de inscribir en un libro los nombres de los que son elegidos para alguna cosa, p.e. los soldados.

De modo parecido, sabemos que todos los predestinados son elegidos por Dios para que posean la vida eterna, y esa misma elecci�n recibe el nombre de Libro de la Vida.

El libro de la vida se refiere a la predestinaci�n a la gloria, no a la predestinaci�n a la gracia.

Los r�probos no est�n inscritos en �l.

-El Libro de la vida contiene los nombres de los predestinados.

Yahv�h respondi� a Mois�s: �Al que peque contra m�, le borrar� yo de mi libro� (Ex. 32, 33).

Culpa a�ade a su culpa,

no tengan m�s acceso a tu justicia;

sean borrados del libro de la vida,

no sean inscritos con los justos (Sal. 69, 28-29).

Mis acciones tus ojos las ve�an,

todas ellas estaban en tu libro;... (Sal. 139, 16).

A los restantes de Si�n y a los supervivientes de Jerusal�n, se les llamar� santos y ser�n inscritos para la vida en Jerusal�n (Is. 4, 3).

En aquel tiempo se salvar� tu pueblo: todos aquellos que se encuentren escritos en el Libro (Dan. 12, 1).

�l les dijo: �...alegraos de que vuestros nombres est�n escritos en los cielos� (Lc. 10, 20).

...y los muertos fueron juzgados seg�n los escrito en los libros, conforme a sus obras (Apoc. 20, 12).

-Los hombres pueden estar inscritos en el Libro de la vida �simpliciter� y �secundum quid�.

a) -Est�n inscritos �simpliciter� aquellos que Dios conoce de antemano que se han de salvar.

En aquel tiempo se salvar� tu pueblo: todos aquellos que se encuentren inscritos en el Libro (Dan. 12, 1).

El vencedor ser� as� revestido de blancas vestiduras y no borrar� su nombre del libro de la vida,... (Apoc. 3, 5).

b) -Est�n inscritos �secundum quid� aquellos que pueden ser borrados del mismo si pierden el derecho a la gloria por el pecado.

Yahv�h respondi� a Mois�s: �Al que peque contra m�, le borrar� yo de mi libro� (Ex. 32, 33).

...sean borrados del libro de la vida, no sean inscritos con los justos (Sal. 69, 29).

Aclaraci�n. el fundamento solido del libro de la vida est� en que Dios conoce de antemano a los que se han de salvar.

...el s�lido fundamento puesto por Dios se mantiene firme, marcado con este sello: El Se�or conoce a los que son suyos;... (2 Tim. 2, 19).

Addenda

57. La Manifestaci�n de Dios a los hombres

-Dios se aparec�a en forma visible de �ngel

-Cuando Dios se aparec�a a los hombres, lo hac�a en forma visible de �ngel.

As� consta en los textos m�s antiguos del Antiguo Testamento.

La encontr� el �ngel de Yahv�h junto a un fuente de agua en el desierto -la fuente que hay en el camino de Sur- y dijo: �Agar, esclava de Saray, �de d�nde vienes y a d�nde vas?� Contest� ella: �Voy huyendo de la presencia de mi se�ora Saray.� �Vuelve a tu se�ora, le dijo el �ngel de Yahv�h y som�tete a ella.� Y dijo el �ngel de Yahv�h: �Multiplicar� de tal modo tu descendencia, que por su gran multitud no podr� contarse.� Y d�jole el �ngel de Yahv�h: �Mira que han concebido, y dar�s a luz un hijo, al que llamar�s Ismael, porque Yahv�h ha o�do tu aflicci�n...� Dijo Agar a Yahv�h, que le hab�a hablado,... (G�n. 16, 7-14).

Entonces le llam� el �ngel de Yahv�h desde los cielos diciendo ��Abraham, Abraham!� �l dijo: �Heme aqu�.� Dijo el �ngel: �No alargues tu mano contra el ni�o, ni le hagas nada, que ahora ya s� que eres temeroso de Dios, ya que no me has negado tu hijo, tu �nico� (G�n. 22, 11).

Oy� Dios la voz del chico, y el �ngel de Dios llam� a Agar desde los cielos y le dijo: �Qu� te pasa, Agar?� No temas, porque Dios ha o�do la vez del chico en donde est� (G�n. 21, 17).

El �ngel de Yahv�h llam� a Abraham por segunda vez desde los cielos, y dijo: Por m� mismo juro, or�culo de Yahv�h, que por haber hecho esto, por no haberme negado a tu hijo, tu �nico, yo te colmar� de bendiciones y acrecentar� much�simo tu descendencia... (G�n. 22, 15-17).

Y mi dijo el �ngel de Dios en aquel sue�o: ��Jacob!� yo respond�: �Aqu� estoy.� Y dijo: �...Yo soy el Dios de Betel, donde ungiste una estela y donde me hiciste aquel voto...� (G�n. 31, 11-13).

El �ngel de Yahv�h se le apareci� en forma de llama de fuego, en medio de un zarza. Vio que la zarza estaba ardiendo, pero que no se consum�a. Dijo, pues, Mois�s: �Voy a contemplar este extra�o caso: Por qu� no se consume la zarza.�

Cuando vio Yahv�h que Mois�s se acercaba para mirar, le llam� de en medio de la zarza, diciendo: ��Mois�s, Mois�s!�... (Ex. 3, 2-4).

Se puso en marcha el �ngel de Yahv�h que iba al frente del ej�rcito de Israel, y pas� a retaguardia...Mois�s extendi� su mano sobre el mar, y Yahv�h hizo soplar durante toda la noche un fuerte viento del Este que sec� el mar,... (Ex. 14, 19).

El �ngel de Yahv�h subi� de Guigal a Betel donde la casa de Israel y dijo: �...y yo os saqu� de Egipto y os introduje en la tierra que hab�a prometido a vuestro padres...� (Juec. 2, 1).

 

58. La Visi�n de Dios

-Existen las visiones de Dios imaginarias o intelectuales

-El hombre no puede ver a Dios con sus ojos corporales

-No puede comprenderlo con su entendimiento

-La visi�n intuitiva de Dios es absolutamente sobrenatural

-Puede conocer su naturaleza con su raz�n de modo abstractivo

-No puede ver la esencia de Dios con su capacidad natural

-S� le puede ver con la luz de Dios

-Necesita el �Lumen gloriae� para ver a Dios

-Nunca puede descubrir la grandeza de la obra de Dios

-Las visiones de Dios imaginarias o intelectuales existen en este mundo.

a) -Las imaginarias.

Volvi� a tener otro sue�o y se lo cont� a sus hermanos. D�joles: �Resulta...� (Gn. 37, 9).

b) -Las intelectuales.

Y s� que este hombre fue arrebatado al para�so y oy� palabras inefables que el hombre no puede pronunciar (2 Cor. 12, 3-4).

-El hombre no puede ver a Dios con su sentido corporal de la vista.

Y a�adi�: �Pero mi rostro no podr�s verlo; porque no puede verme el hombre y seguir viviendo� (Ex. 33, 20).

A Dios nadie le ha visto jam�s (Jn. 1, 18).

...el Rey de los reyes y el Se�or de los se�ores, el �nico que posee Inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien no ha visto ning�n ser humano ni le puede ver (1 Tim. 6, 15-16).

-El entendimiento humano no puede comprender a Dios.

...el Se�or de los se�ores, el �nico que posee Inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien no ha visto ning�n ser humano ni le puede ver ( 1 Tim. 6, 16).

-La visi�n intuitiva de Dios es absolutamente sobrenatural.

...el �nico que posee la inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien no ha visto ning�n ser humano ni le puede ver... (1 Tim. 6, 16).

-El hombre puede conocer la naturaleza de Dios en esta vida, por su raz�n natural; no de modo intuitivo, sino abstractivo.

Conocimiento intuitivo es el adquirido directamente y abstractivo el obtenido por especies.

Porque lo invisible de Dios, desde la creaci�n del mundo, se deja ver a la inteligencia a trav�s de sus obras: su poder eterno y su divinidad, de forma que son inexcusables;... (Rom. 1, 20).

-El entendimiento del hombre no puede ver la esencia de Dios en esta vida mortal, con su sola capacidad natural.

Y a�adi�: �Pero mi rostro no podr�s verlo; porque no puede verme el hombre y seguir viviendo� (Ex. 33, 20).

A Dios nadie le ha visto jam�s (Jn. 1, 18).

Al Rey de los siglos, al Dios inmortal, invisible y �nico, honor y gloria por los siglos de los siglos (1 Tim. 1, 17).

...el Rey de los reyes y el Se�or de los se�ores, el �nico que posee Inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien no ha visto nunca ning�n ser humano ni le puede ver (1 Tim. 6, 15-16).

-El entendimiento creado puede ver a Dios con su propia capacidad natural ayudada por la luz de Dios.

...porque yo os digo que sus �ngeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que est� en los cielos (Mt. 18, 10).

Ahora vemos en un espejo confusamente. Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo imperfecto, pero entonces conocer� como soy conocido (1 Cor. 13, 12).

Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejante a �l, porque Le veremos tal cual es (1 Jn. 3, 2).

-El entendimiento creado necesita el �Lumen gloriae� para ver a Dios.

El �lumen gloriae� es una virtud sobrenatural infundida en el entendimiento creado, con la cual se le hace posible la visi�n de Dios...

...en ti est� la fuente de la vida, y en tu luz vemos la luz (Sal. 36, 10).

Ya no habr� noche; no tiene necesidad de luz de l�mpara ni de luz del sol, porque el Se�or Dios los alumbrar� y reinar�n por los siglos de los siglos (Apoc. 22, 5).

-El hombre nunca puede descubrir toda la grandeza de la obra de Dios.

Ciencia es misteriosa para m�, harto alta, no la puedo alcanzar (Sal. 139, 6).

�Cu�n arduos me son, Oh Dios, tus pensamientos, qu� incontable su suma! (Sal. 139, 17).

�l ha hecho todas las cosas apropiadas a su tiempo; tambi�n ha puesto el af�n en sus corazones, sin que el hombre llegue a descubrir la obra que Dios ha hecho de principio a fin (Qo. 3, 11).

Fui viendo que el ser humano no puede descubrir todas las obras de Dios, las obras que se realizan bajo el sol. Por m�s que se afane el hombre en buscar, nada descubre, y el mismo sabio, aunque diga saberlo, no es capaz de descubrirlo (Qo. 8, 17).

Como no sabes c�mo viene el esp�ritu a los huesos en el vientre de la mujer encinta, as� tampoco sabes la obra de Dios que todo lo hace (Qo. 11, 5).

59. Dios es incomprensible

-Dios es incomprensible

-El hombre no puede explicar los misterios de Dios con su propia raz�n

-Dios es incomprensible

Incomprensible significa que no podemos entender de Dios sino algunas cosas de �l, algo as� como no podemos ver m�s que una parte del mar con nuestra vista.

y a�adi�: �Pero mi rostro no podr�s verlo; porque no puede verme el hombre y seguir viviendo� (Ex. 33, 20).

A Dios nadie le ha visto jam�s (Jn. 1, 18).

...el Rey de reyes y el Se�or de los se�ores, el �nico que posee Inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien no ha visto ning�n ser humano ni le puede ver (1 Tim. 6, 15-16).

Aclaraci�n. Si nuestra vista no es capaz de ver a Dios, cuanto menos no ser� nuestro entendimiento capaz de comprenderle.

-Los Misterios de Dios son insondables y el hombre no puede explicarlos con la propia luz natural de su raz�n.

Misterio es toda verdad oculta en Dios, inaccesible a la raz�n humana y que debe ser objeto de fe.

Ciencia es misteriosa para m�, harto alta, no la puedo alcanzar (Sal. 139, 6).

�Qui�n abarc� el esp�ritu de Yahv�h, y como consejero suyo le ense��? (Is. 40, 13).

�Oh hombre! Pero �qui�n eres t� para pedir cuentas a Dios? �Acaso la pieza de barro dir� a qui�n la model�: por qu� me hiciste as�? (Rom. 9, 20).

�Oh abismo de la riqueza, de la sabidur�a y de la ciencia de Dios! �Cu�n insondables son sus designios e inescrutables sus caminos! En efecto, �qui�n conoci� el pensamiento del Se�or? O �Qui�n fue su consejero? (Rom. 11, 33-34).

...nadie conoce lo �ntimo de Dios, sino el esp�ritu de Dios (1 Cor. 2, 11).

60. La Bendici�n de Dios

-Profetizada en el A. T.

-Ha bendecido a los hombres desde toda la eternidad

-La bendici�n de Dios sobre todas las naciones de la tierra, en Abraham y en su descendencia, fue profetizada en el Antiguo Testamento.

Yahv�h dijo a Abraham. �...Bendecir� a quienes te bendigan y maldecir� a quienes te maldigan. Por ti se bendecir�n todos los linajes de la tierra (G�n. 12, 3).

Yahv�h se hab�a dicho: ��Voy a encubrir a Abrah�m lo que voy a hacer, siendo as� que Abrah�m ha de convertirse en una naci�n grande y poderosa, y que en �l van a ser benditas todas las naciones de la tierra? (G�n. 18, 17-18).

Por tu descendencia se bendecir�n todas las naciones de la tierra, en pago de haber obedecido t� mi voz� (G�n. 22, 18).

Y por tu descendencia se bendecir�n todas las naciones de la tierra, en pago de que Abrah�m me obedeci� a guard� mis observancias, mis mandamientos,... (G�n. 26, 4-5).

...y por ti se bendecir�n todos los linajes de la tierra, y por tu descendencia (G�n. 28, 14).

-Dios ha bendecido a los hombres con toda la clase de bendiciones espirituales desde toda la eternidad.

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Se�or Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo;... (Ef. 1, 3).

Aclaraci�n. Estas bendiciones son:

a) -El llamamiento de los elegidos a la vida bienaventurada.

...por cuanto nos ha elegido en �l antes de la creaci�n del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor;... (Ef. 1, 4).

b) -El modo elegido para esta santidad, que es el de la filiaci�n divina.

...eligi�ndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo,... (Ef. 1, 5).

c) -La obra de la redenci�n por la cruz de Cristo.

En �l tenemos por medio de su sangre la redenci�n, el perd�n de los delitos, seg�n la riqueza de su gracia que ha prodigado sobre nosotros en toda sabidur�a e inteligencia (Ef. 1, 7).

d) -La revelaci�n del �Misterio�.

...d�ndonos a conocer el Misterio de su voluntad seg�n el ben�volo designio que �l se propuso de antemano, para realizarlo en la plenitud de los tiempos: hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza,... (Ef. 1, 9).

e) -La elecci�n de Israel, �herencia�, �porci�n de Dios�, como testigo en el mundo de la espera mesi�nica.

A �l, por quien entramos en herecia, elegidos de antemano seg�n el previo designio del que realiza todo conforme a la decisi�n de su voluntad, para ser nosotros alabanza de su gloria,... (Ef. 1, 11).

f) -El llamamiento de los gentiles a participar en la salvaci�n reservada a Israel en otro tiempo.

En �l tambi�n vosotros, tras haber o�do la palabra de la verdad, la Buena Nueva de vuestra salvaci�n, y creido tambi�n en �l, fuisteis sellados con el Esp�ritu Santo de la Promesa, que es prenda de nuestra herencia (Ef. 1, 13).

61. El temor de Dios

-El hombre debe tener temor a Dios

-Es principio de sabidur�a

-Temor servil se aquel por el cual el hombre teme a los castigos de Dios

-Temor reverencial es el de la fragilidad propia

-El temor de merecer los males eternos es saludable

-El hombre debe tener un temor Santo a Dios.

Y ahora, Israel, �qu� te pide tu Dios, sino que temas a Yahv�h tu Dios, que sigas todos sus caminos, que el ames, que le sirvas... (Dt. 10, 12).

Teme, hijo m�o, a Yahv�h y al rey,

no te levante contra ninguno de los dos,

porque al instante se alzar� el estrago,

y �qui�n sabe el castigo que pueden ambos dar? (Prov. 24, 21-22).

Honrad a todos, amad a los hermnanos, temed a Dios, honrad al rey (1 Pe. 2, 17).

-El temor de Dios es principio de sabidur�a y de felicidad.

Principio del saber, el temor de Yahv�h; muy cuerdos todos los que lo practican (Sal. 111, 10).

El temor de Yahv�h es el principio de la ciencia (Prov. 1, 7).

Comienzo de la sabidur�a es el temor de Yahv�h, y la ciencia del Santo es inteligencia (Prov. 9, 10).

El temor del Se�or recrea el coraz�n,

da contento y regocijo y largos d�as.

Para el que teme al Se�or, todo ir� bien al fin,

en el d�a de su muerte se le bendecir�.

Principio de sabidur�a es temer al Se�or,... (Si. 1, 12-14).

Plenitud de la sabidur�a es temer al Se�or,... (Si. 1, 16).

Corona de la sabidur�a el temor del Se�or,... (Si. 1, 18).

Ra�z de la sabidur�a es temer al Se�or,

sus ramas, los largos d�as (Si. 1, 20).

Aclaraci�n. El �temor del Se�or� no designa ya, el terror ante su poder ni el miedo al castigo, sino el temor a las consecuencias que se derivar�an de los pecados cometidos libre, responsable y adverti-damente.

-El termor servil es aquel por el cual el hombre teme a los castigos de Dios.

Teme, hijo m�o, a Yahv�h y al rey,

no te levantes contra ninguno de los dos,

porque al instante se alzar� el estrago,

y �qui�n sabe el castigo que pueden ambos dar? (Prov. 24, 21-22).

-El temor reverencial es el producto al descubrir la propia fragilidad comparada con la grandeza, estabilidad y necesidad de Dios.

Al verlo Sim�n Pedro, cay� a las rodillas de Jes�s, diciendo: �Al�jate de m�, Se�or, que soy un hombre pecador.� Pues el asombro se hab�a apoderado de �l...Jes�s dijo a Sim�n: �No temas, desde ahora ser�s pescador de hombres� (Lc. 5, 8-10).

-Es saludable el temor de merecer los males eternos.

Y no tem�is a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed m�s bien a Aqu�l que puede llevar a la perdici�n alma y cuerpo en la gehenna (Mt. 10, 289).

...trabajad con temor y temblor por vuestra salvaci�n... (Fil. 2, 12).


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