Tratado II
SAGRADA ESCRITURA Y TRADICION
1. Los profetas
2. Las profec�as
3. La inspiraci�n
4. Los libros sagrados
5. Los libros sagrados (Autenticidad)
6. Los libros sagrados. Fines. Caracter�sticas
7. La Tradici�n
8. Los Concilios Ecum�nicos
1. Los Profetas
-Elegidos por Dios
-Relaci�n �ntima con Dios
-Reciben la Misi�n de anunciar su palabra
-Censuran los sacrificios sin vida interior
-Primac�a de su relaci�n con Dios
-Llaman a la conversi�n
-Predicaron la moralidad
-Los falsos conducen a la ruina espiritual
-Los Profetas, elegidos por Dios desde toda la eternidad, son llamados por Dios en un instante preciso.
Entonces o� la voz del Se�or que dec�a: ��A qui�n enviar�? �y qui�n ir� de parte nuestra?� Dije: �Heme aqu�: Env�ame.� Dijo: �Ve y di a ese pueblo: "Escuchad bien, pero no entend�is, ved bien pero no comprend�is." ...� (Is. 6, 8-9).
Palabra que lleg� de parte de Yahv�h a Jerem�as: P�rate en la puerta de la Casa de Yahv�h y proclamar�s all� esta palabra. Dir�s: O�d la palabra de Yahv�h,... (Jer. 7, 1-2).
Pero Yahv�h me tom� de detr�s del reba�o, y me dijo Yahv�h: �Ve y profetiza a mi pueblo de Israel� (Am. 7, 15).
-Dios mantiene una relaci�n �ntima con los profetas.
No, no hace nada el Se�or Yahv�h sin revelar su secreto a sus siervos los profetas (Am. 3, 7).
-Los profetas reciben la misi�n de Dios de anunciar su palabra.
Entonces o� la voz del Se�or que dec�a: ��A qui�n enviar�? �y qui�n ir� de parte nuestra?� Dije: �Heme aqu�: Env�ame.� Dijo: �Ve y di a ese pueblo: "Escuchad bien, pero no entend�is, ved bien pero no comprend�is." ...� (Is. 6, 9).
Entonces alarg� Yahv�h su mano y toc� mi boca. Y me dijo Yahv�h: �Mira que he puesto mis palabras en tu boca...� (Jer. 1, 9).
Y me dijo: �Hijo de hombre, come lo que se te ofrece; come este rollo y ve luego a hablar a la casa de Israel� (Ez. 3, 1).
Pero Yahv�h me tom� de detr�s del reba�o, y me dijo Yahv�h: �Ve y profetiza a mi pueblo Israel� (Am. 7, 15).
-Los profetas censuran la pr�ctica de sacrificios sin deseos de vida interior.
Dice Yahv�h: Por cuanto ese pueblo se me ha allegado con su boca, y me ha honrado con sus labios, mientras que su coraz�n est� lejos de m�,... (Is. 29, 13).
As� dice Yahv�h Sebaot, el Dios de Israel. A�adid vuestros holocaustos a vuestros sacrificios y comeos la carne. Que cuando yo saqu� a vuestros padres del pa�s de Egipto, no les habl� ni les mand� nada tocante a holocausto y sacrificio. Lo que les mand� fue esto otro: �Escuchad mi voz y yo ser� vuestro Dios y vosotros ser�is mi pueblo, y seguir�is todo camino que yo os mandar�, para que os vaya bien� (Jer. 7, 21-23).
Porque yo quiero amor, no sacrificio, conocimiento de Dios, m�s que holocaustos (Os. 6, 6).
Aunque yo escriba para �l mis leyes a millares, se las tiene como si fueran de un extra�o. Sacrificios aman: �Que sacrifiquen!, y carne: �que la coman! Yahv�h no los acepta; mas ahora recordar� su iniquidad, y castigar� sus pecados (Os. 8, 12-13).
-Los profetas afirman la primac�a de la relaci�n �ntima con Dios, sobre una relaci�n solamente externa sin exigencia de justicia.
Yo detesto, desprecio vuestras fiestas, y no gusto el olor de vuestras reuniones. Si me ofrec�is holocaustos, no me complazco en vuestras oblaciones, no miro vuestros sacrificios de comuni�n de novillos cebados. �Aparta de mi lado la multitud de tus canciones, no quiero o�r la salmodia de tus arpas! �Que fluya, s�, el juicio como agua y la justicia como un torrente inagotable! (Am. 5, 21-24).
Porque yo quiero amor, no sacrificio, conocimiento de Dios, m�s que holocaustos (Os. 6, 6).
�Con qu� me presentar� yo a Yahv�h, me inclinar� ante el Dios de los alto? �Me presentar� con holocaustos, con becerros a�ales? �Aceptar� Yahv�h miles de carneros, miriadas de torrentes de aceite? �Dar� mi primog�nito por mi rebeld�a, el fruto de mis entra�as por el pecado de mi alma?� �Se te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno, lo que Yahv�h de ti reclama: tan s�lo practicar la equidad, amar la piedad y caminar humildemente con tu Dios� (Miq. 6, 6-8).
-Los llamamientos de los profetas claman a la conversi�n.
Ahora, pues, di a la gente de Jud� y a los habitantes de Jerusal�n: As� dice Yahv�h: �Mirad que estoy ideando contra vosotros cosa mala y pensando algo contra vosotros. Ea, pues; volveos cada cual de su mal camino y mejorad vuestra conducta y acciones� (Jer. 18, 11).
...me es dirigida la palabra de Yahv�h, y os la he comunicado puntualmente... diciendo: Ea, volveos cada cual de su mal camino y de sus malas acciones,... (Jer. 25, 3-5).
Me afan� en enviaros a todos mis siervos los profetas a deciros: Ea, tornad cada uno de vuestro mal camino, mejorad vuestras acciones y no and�is en pos de otros dioses para servirles,... (Jer. 35, 15).
-Los profetas predicaron las fuentes de la moralidad.
Escuchad ahora lo que dice Yahv�h: ... �Se te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno, lo que Yahv�h de ti reclama: tan s�lo practicar la equidad, amar la piedad y caminar humildemente con tu Dios� (Miq. 6, 8).
-Los profetas falsos conducen a los hombres a la ruina espiritual, porque son falsos hermanos y falsos maestros.
a) -Conducen a la ruina espiritual.
Surgir�n muchos falsos profetas, que enga�ar�n a muchos (Mt. 24, 11).
Pues surgir�n falsos cristos y falsos profetas y realizar�n se�ales y prodigios con el prop�sito de enga�ar, si fuera posible, a los elegidos (Mc. 13, 22).
b) -Son falsos hermanos.
Pero, a causa de los intrusos, los falsos hermanos que solapadamente se infiltraron para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jes�s, con el fin de reducirnos a esclavitud,... (G�l. 2, 4).
c) -Son falsos maestros.
Hubo tambi�n en el pueblo falsos profetas, como habr� entre vosotros falsos maestros que introducir�n herej�as perniciosas y que, negando al Due�o que los adquiri� atraer�n sobre s� una r�pida destrucci�n. Muchos seguir�n su libertinaje y, por causa de ellos, el Camino de la verdad ser� difamado (2 Pe. 2, 1-2).
2. Las Profec�as
-Son posibles
-Existen profec�as condicionadas
-Son criterio cierto de revelaci�n
-Argumento de la verdad de Cristo y de su doctrina
-Cristo vino a la tierra en el tiempo profetizado
-Se han cumplido las profec�as de la vida de Cristo
-Las profec�as de Cristo del Antiguo Testamento dan testimonio de su legaci�n divina
-Las profec�as de Cristo sobre s� mismo confirman su doctrina
-La Profec�a es posible
Profec�a es una predicci�n infalible de alg�n hecho futuro contingente, que no se puede presagiar por las solas causas naturales.
Indicadnos las se�ales del porvenir, y sabremos que sois dioses (Is. 41, 23).
-Existen profec�as condicionadas.
Profec�as condicionadas son aquellas en las cuales se predice alg�n hecho futuro, que realizar� �nicamente si se cumple la condici�n. No cumplida �sta, no se pronunciar� el efecto.
Jon�s comenz� a adentrarse en la ciudad, e hizo un d�a de camino proclamando: �Dentro de cuarenta d�as N�nive ser� destruida� (Jon. 3, 4).
Aclaraci�n. Esta profec�a no se cumpli� porque:
Vio Dios lo que hac�an, c�mo se convirtieron de su mala conducta, y se arrepinti� Dios del mal que hab�a determinado hacerles, y no lo hizo (Jon. 3, 10).
En aquellos d�as Ezequ�as cay� enfermo de muerte. El profeta Isa�as, hijo de Am�s, vino a decirle: �As� habla Yahv�h: Da �rdenes acerca de tu casa, porque vas a morir y no vivir�s� (Is. 38, 1).
Aclaraci�n. Esta profec�a no se cumpli� porque:
...Ezequ�as, rey de Jud�,... san� de su mal (Is. 38,9).
-La profec�a es un criterio cierto de revelaci�n.
Cuando resucit�, pues, de entre los muertos, se acordaron sus disc�pulo de que era eso lo que quiso decir, y creyeron en la Escritura y en las palabras que hab�a dicho Jes�s (Jn. 2, 22).
Investigad las Escrituras, ya que cre�is tener en ellas vida eterna; ellas son las que dan testimonio de m�;... (Jn. 5, 39).
Pero el Par�clito, el Esp�ritu Santo, que el Padre enviar� en mi nombre, os lo ense�ar� todo y os recordar� todo lo que yo os he dicho (Jn. 14, 26).
-La Profec�as son un argumento cert�simo de la divinidad y de la veracidad de la doctrina de Cristo.
Os lo digo desde ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, cre�is que Yo Soy (Jn. 13, 19).
-Cristo-Jes�s apareci� en la tierra en el mismo tiempo fijado en las profec�as.
a) -Por la profec�a de Jacob.
Jacob llam� a sus hijos y dijo: Juntaos, y os anunciar� lo que os ha de acontecer en d�as venideros... A ti, Jud�, te alabar�n tus hermanos,...incl�nense a ti los hijos de su padre... No se ir� de Jud� el b�culo, el bast�n de mando de entre tus piernas, hasta tanto que venga aquel a quien le est� reservado y a quien rindan homenaje las naciones;... (G�n. 49, 1, 8 y 10).
b) -Por la profec�a de Daniel.
Setenta semanas est�n fijadas
sobre tu pueblo y tu ciudad santa
para poner fin a la rebeld�a
para grabar el sello a los pecados
para expiar la iniquidad
para instaurar justicia eterna
para sellar visi�n y profec�a
para ungir el santo de los santos (Dan. 9, 24).
c) -Por la profec�a de Ageo.
Grande ser� la gloria de esta Casa, la de la segunda mayor que la de la primera, dice Yahv�h Sebaot, y en este lugar dar� yo paz,... (Ag. 2, 9).
d) -Por la profec�a de Malaqu�as.
He aqu� que yo env�o a mi mensajero a allanar el camino delante de m�, y enseguida vendr� a su Templo el Se�or a quien vosotros busc�is; y el �ngel de la alianza, que vosotros dese�is, ha aqu� que viene, dice Yahv�h Sebaot (Ml. 3, 1).
-Se han cumplido exactamente las profec�as acerca del nacimiento, de la vida, de la pasi�n y de la exaltaci�n de Jesucristo.
a) -Profec�as del Nacimiento.
-Descendiente de David.
Mirad que d�as vienen -or�culo de Yahv�h- en que suscitar� a David un Germen justo: reinar� un rey prudente,... (Jer. 23, 5).
-Hijo de una Virgen.
He aqu� que una doncella ha concebido y va a dar a luz un hijo y le pondr� por nombre Emmanuel (Is. 7, 14).
-Nacer� en Bel�n.
Mas t�, Bel�n-Efrat�, aunque eres la menor entre las familias de Jud�, de ti me ha de salir aquel que ha de dominar en Israel,... (Miq. 5, 1).
b) -Profec�as de la vida.
-Ser� adorado por los magos.
...los reyes de Tarsis y las islas traer�n tributo (Sal. 72, 10).
-Habitar� en Egipto.
Cuando Israel era ni�o, yo le am�, y de Egipto llam� a mi hijo (Os. 11, 1).
-Tendr� un precursor.
He aqu� que yo env�o a mi mensajero a allanar el camino delante de m�,... (Ml. 3, 1).
-Predicar� un Evangelio nuevo.
...por cuanto que me ha ungido Yahv�h.
A anunciar la buena nueva a los pobres me ha enviado, a vendar los corazones rotos; a pregonar a los cautivos la liberaci�n, y a los reclusos la libertad;... (Is. 61, 1).
-Probar� su doctrina con milagros.
...es la recompensa de Dios, �l vendr� y os salvar�. Entonces se despegar�n los ojos de los ciegos, y las orejas de los sordos se abrir�n. Entonces saltar� el cojo como ciervo, y la lengua del mudo lanzar� gritos de j�bilo (Is. 35, 6).
-Vivir� en suma pobreza.
He aqu� que viene a ti tu rey: justo �l y victorioso, humilde y montado en un asno,... (Za. 9, 9).
c) -Profec�as de la pasi�n.
-Ser� entregado por uno de sus disc�pulos.
Hasta un amigo m�o en quien yo confiaba, el que mi pan com�a, levanta contra m� su calca�ar (Sal. 41, 10).
-Ser� vendido.
Despu�s les dije: �Si os parece bien, dadme mi jornal, si no dejadlo�. Ellos pesaron mi jornal, treinta siclos de plata (Za. 11, 19).
-Ser� atormentado por la agon�a.
Se me estremece dentro el coraz�n, me asaltan los pavores de la muerte (Sal. 55, 5).
-Ser� acusado y callar�.
Fue oprimido, y �l se humill� y no abri� la boca (Is. 53, 7).
-Ser� herido con latigazos y bofetadas.
Ofrec� mis espaldas a los que me golpeaban, mis mejillas a los que mesaban mi barba (Is. 50, 6).
-Ser� condenado a muerte.
Perros innumerables me rodean, una banda de malvados me acomete; atan mis manos y mis pies, cuentan todos mis huesos (Sal. 22, 17-18).
-Morir� entre ladrones.
...ya que indefenso se entreg� a la muerte y con los rebeldes fue contado,... (Is. 53, 12).
-Le dar�n a beber hiel y vinagre.
Veneno me han dado por comida, en mi sed me han abrevado con vinagre (Sal. 69, 22).
-Perforar�n su costado con una lanza.
Y mirar�n a aquel a quien traspasaron... (Za. 12, 10).
-Repartir�n sus vestiduras.
...rep�rtense entre s� mis vestiduras y se sortean mi t�nica (Sal. 22, 19).
-La tierra se cubrir� de tinieblas.
Suceder� aquel d�a -or�culo del Se�or Yahv�h- que, en pleno mediod�a, yo har� ponerse el sol y cubrir� la tierra de tinieblas en la luz del d�a (Am�s 8, 10).
Aclaraci�n. Todas estas cosas est�n claramente narradas en los Evangelios.
d) -Profec�as de la exaltaci�n.
-Su descenso a los infiernos.
En cuanto a ti, por la sangre de tu alianza, yo soltar� a tus cautivos de la fosa (en la que no hay agua). Y volver�n a ti, hija de Si�n, los prisioneros de la esperanza;... (Za. 9, 11-12).
�De la mano del seol los librar�, de la muerte los rescatar�! (Os. 13, 14).
Aclaraci�n. Los jud�os refieren estos textos al Mes�as.
-La liberaci�n de los Patriarcas del limbo.
�De la mano del seol los librar�, de la muerte los rescatar�! (Os. 13, 14).
-Su resurrecci�n gloriosa.
...pues no has de abandonar mi alma al seol, ni dejar�s a tu amigo ver la fosa (Sal. 16, 10).
-Su exaltaci�n.
A �l se le dio imperio, honor y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron (Dan. 7, 14).
-Su reino.
Su imperio es un imperio eterno, que nunca pasar�, y su reino no ser� destruido jam�s (Dan. 7, 14).
...el Dios del cielo har� surgir un reino que jam�s ser� destruido, y este reino no pasar� a otro pueblo (Dan. 2, 44).
Aclaraci�n. Puesto que todas las profec�as del Antiguo Testamento acerca del Mes�as, se han cumplido, queda bien manifiesto que Jes�s es el Liberador prometido a los Patriarcas, esperado por los Jud�os y deseado por las gentes; por consiguiente su religi�n es la verdadera.
-Las profec�as del Antiguo Testamento acerca de la estirpe, del nacimiento, de la dignidad, de las cualidades personales, de la pasi�n y de la muerte de Cristo, dan testimonio de su legaci�n divina.
a) -Acerca de la estirpe.
-Que nacer� de la descendencia de Sem.
Y dijo: �Bendito sea Yahv�h, el Dios de Sem, y sea Cana�n esclavo suyo! (G�n. 9, 26).
-Que nacer� de la descendencia de Abraham.
Yahv�h dijo a Abraham: �...Por ti se bendecir�n todos los linajes de la tierra� (G�n. 12, 3).
-Que nacer� de la descendencia de Isaac.
Yahv�h se le apareci� y le dijo: �...por tu descendencia se bendecir�n todas las naciones de la tierra...� (G�n. 26, 4).
-Que nacer� por l�nea de Jacob.
...de Jacob avanza una estrella, un cetro surge de Israel (N�m. 24, 17).
-Que nacer� por l�nea de David.
...palabra de Dios a Nat�n...:
...afirmar� despu�s de ti la descendencia que saldr� de tus entra�as y consolidar� su reino (1 Cro. 17, 11).
b) -Acerca del nacimiento.
-Que nacer� antes que se ausente el poder de la tribu de Jud�.
No se ir� de Jud� el b�culo, el bast�n de mando de entre tus piernas, hasta tanto que venga aquel a quien le est� reservado y a quien rindan homenaje las naciones;... (G�n. 49, 10).
-Que nacer� de madre virgen.
Pues bien, el Se�or mismo va a darnos una se�al: He aqu� que la doncella ha concebido y va a dar a luz un hijo, y le pondr� por nombre Emmanuel (Is. 7, 14).
-Que nacer� en Bel�n.
Mas t�, Bel�n-Efrat�, aunque eres la menor entre las familias de Jud�, de ti me ha de salir aquel que ha de dominar en Israel,... (Miq. 5, 1).
c) -Acerca de la dignidad.
-Que ser� profeta.
Yahv�h tu Dios suscitar�, de en medio de ti, entre tus hermanos, un profeta como yo, a quien escuchar�is (Dt. 18, 15).
-Que ser� sacerdote.
�Y con todo eran nuestras dolencias las que �l llevaba y nuestros dolores los que soportaba! (Is. 53, 4).
-Que ser� Rey.
Mirad qu� d�as vienen -or�culo de Yahv�h- en que suscitar� a David un Germen justo: reinar� un rey prudente,... (Jer. 23, 5).
d) -Acerca de las cualidades personales.
-Ser� justo.
�l har� justicia a los humildes del pueblo,... (Sal. 72, 4).
- Ser� salvador de los necesitados.
...salvar� a los hijos de los pobres... (Sal. 72, 4).
-Ser� pr�ncipe de la paz.
Grande se�or�o y la paz no tendr� fin... (Is. 9, 6).
-Ser� consejero, poderoso, padre.
Porque un ni�o nos ha nacido... y se llamar� �Admirable-Consejero�, �Dios-Poderoso�, �Siempre-Padre�,... (Is. 9, 5).
e) -Acerca de su Pasi�n.
...indefenso se entreg� a la muerte y con los rebeldes fue contado,... (Is. 53, 12).
Despu�s le dije: �Si os parece bien, dadme mi jornal: si no, dejadlo�. Ellos pesaron mi jornal; treinta siclos de plata (Za. 11, 12).
f) -Acerca de su muerte.
...indefenso se entreg� a la muerte y con los rebeldes fue contado,... (Is. 53, 12).
-Todas las profec�as que Cristo dijo de s� mismo, de sus disc�pulos, de su religi�n y de los jud�os dan testimonio de su divina misi�n y confirman la verdad de la doctrina que predic�.
a) -De s� mismo y de sus disc�pulos predijo:
Vosotros, pues, estad sobre aviso; mirad que os lo he predicho todo (Mc. 13, 23).
Os lo digo desde ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, cre�is que Yo Soy (Jn. 13, 19).
Por eso os lo he dicho antes de que suceda, para que cuando suceda, cre�is (Jn. 14, 29).
Os he dicho esto para que, cuando llegue la hora, os acord�is de que ya os lo hab�a dicho (Jn. 16, 4).
b) -De su religi�n predijo:
1- La predicaci�n del Evangelio por todo el mundo.
Se proclamar� esta Buena Nueva del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las naciones (Mt. 24, 14).
2- La estabilidad de la Iglesia.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los d�as hasta el fin del mundo (Mt. 28, 20).
c) -De los jud�os predijo:
1- La destrucci�n del templo.
Jes�s le dijo: ��Ves estas grandiosas construcciones? No quedar� piedra sobre piedra que no sea derruida� (Mc. 13, 2).
2 -La destrucci�n de Jerusal�n.
Al acercarse y ver la ciudad, llor� por ella, diciendo: �...y no dejar�n en ti piedra sobre piedra,...� (Lc. 19, 44).
Aclaraci�n. Si Cristo hubiese sido solamente hombre, no hubiese podido predecir estos sucesos.
3. La Inspiraci�n
-Existe la Inspiraci�n
-No es un dictado mec�nico
-Existe la Inspiraci�n por la cual Dios manda escribir las cosas que �l dijo y el escritor sigue fielmente el mandato de Dios.
Yahv�h dijo a Mois�s: �Escribe esto en un libro para que te sirva de recuerdo...� (Ex. 17, 14).
Dijo Yahv�h a Mois�s �consigna por escrito estas palabras...� (Ex. 34, 27).
Palabra que fue dirigida a Jerem�as de parte de Yahv�h: As� dice Yahv�h el Dios de Israel: Escr�bete todas las palabras que te ha hablado en un libro (Jer. 30, 1-2).
...fue dirigida esta palabra a Jerem�as de parte de Yahv�h: T�mate un rollo de escribir y apuntas en �l las palabras que te he hablado... (Jer. 36, 1-2).
Entonces fue dirigida la palabra de Yav�h a Jerem�as como sigue: �Vuelve a tomar otro rollo y escribe en �l todas las cosas que...� (Jer. 36, 27).
-La Inspiraci�n de Dios a los hagi�grafos no consiste nunca en un dictado mec�nico o literal.
Porque los autores de los libros sagrados no estuvieron pasivos, porque usaban expresiones y palabras distintas en la descripci�n de un mismo hecho y porque dictaban las palabras de la escritura al sentido, de diverso modo.
a) -Porque los autores no estuvieron pasivos.
...he decidido yo tambi�n, despu�s de haber investigado diligentemente todo desde los or�genes, escrib�rtelo por su orden, ilustre Te�filo,... (Lc. 1, 3).
Para nosotros que nos hemos encargado de la fatigosa labor de este resumen, no es f�cil la tarea, sino de sudores y desvelos,... (2 Mach. 2, 26).
...yo tambi�n terminar� aqu� mismo mi relato. Si ha quedado bello y logrado en su composici�n, eso es lo que yo pretend�a; si imperfecto y mediocre, he hecho cuanto me era posible (2 Mach. 15, 38).
b) -Porque usaban expresiones y palabras distintas en la descripci�n de un mismo hecho.
Mientras estaban comiendo, tom� Jes�s pan y, pronunciada la bendici�n, lo parti� y, d�ndoselo a sus disc�pulos, dijo: �Tomad, comed, este es mi cuerpo�. Tom� luego un c�liz y, dadas las gracias, se lo dio diciendo: �Bebed de �l todos, porque esta es mi sangre es mi sangre de la Alianza, que va a ser derramada por muchos para remisi�n de los pecados� (Mt. 26, 26-28).
Mientras estaban comiendo, tom� pan y, pronunciada la bendici�n, lo parti�, se lo dio y dijo: �Tomad, este mi cuerpo�. Tom� luego un c�liz y, dadas las gracias, se lo dio, y bebieron todos de �l. Y les dijo: �Esta es mi sangre de la Alianza, que va a ser derramada por muchos� (Mc. 15, 22-24).
Cuando lleg� la hora, se puso a la mesa con los ap�stoles; y les dijo: �Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer; porque os digo que ya no la comer� m�s hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios�. Y tomando una copa, dio gracias, y dijo: �Tomad esto y repartidlo entre vosotros; porque os digo que, a partir de este momento, no beber� del producto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios�. Y tom� pan, dio gracias, lo parti� y se lo dio diciendo: �Este es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros; haced esto en recuerdo m�o�. De igual modo, despu�s de cenar, el c�liz, diciendo: �Este c�liz es la Nueva Alianza en mi sangre, que va a ser derramada por vosotros� (Lc. 22, 14-20).
...el Se�or Jes�s, la noche en que fue entregado, tom� pan, y despu�s de dar gracias, lo parti� y dijo: �Este es mi cuerpo que se da por vosotros; haced esto en recuerdo m�o.�
Asimismo tambi�n el c�liz es la Nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces lo bebiereis, hacedlo en recuerdo m�o� (1 Cor. 11, 23-25).
c) -Porque citaban las palabras de la escritura al sentido, de diverso modo.
...como dice la Escritura: He aqu� que pongo en Si�n piedra de tropiezo y roca de esc�ndalo;... (Rom. 9, 33).
comp�rese con,
Ser� �l trampa y piedra de tropiezo y pe�a de esc�ndalo... (Is. 8, 14).
y con
Por eso, as� dice el Se�or Yahv�h:
�He aqu� que yo pongo por fundamento en Si�n una piedra elegida, angular, preciosa y fundamental:... (Is. 28, 16).
4. Libros sagrados
-Existen los libros sagrados
-Dios es su Autor
-Todos est�n inspirados por Dios
-El fundamento de su canonicidad es tener a Dios por Autor
-Contienen la vida eterna
-Cristo les atribuye una importancia suprema
-Son infalibles
-Los Hagi�grafos los citan para manifestar la palabra de Dios
-Existen los libros sagrados, cuyo autor es Dios, por la Inspiraci�n del Esp�ritu Santo.
Se deduce de:
a) -El modo de hablar de Cristo.
Si, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasar�n antes que pase una i o un �pice de la Ley sin que todo se haya cumplido (Mt. 5, 18).
Despu�s les dijo: �Estas son aquellas palabras m�as que os habl� cuando todav�a estaba con vosotros. "Es necesario que se cumpla todo lo que est� escrito en la Ley de Mois�s, en los Profetas y en los Salmos acerca de m�"� (Lc. 24, 44).
Hermanos, era preciso que se cumpliera la Escritura, en la que el Esp�ritu Santo, por boca de David, hab�a hablado ya acerca de Judas,... (Hch. 1, 16).
b) -La declaraci�n de Pablo.
Toda Escritura es inspirada por Dios y �til para ense�ar, para arg�ir, para corregir y para educar en la justicia;... (2 Tim. 3, 16).
c) -El testimonio de Pedro.
...sino que hombres movidos por el Esp�ritu Santo, han hablado de parte de Dios (2 Pe. 1, 21).
-Dios es el autor de la Sagrada Escritura.
Despu�s le dijo: �Estas son aquellas palabras m�as que os habl� cuando todav�a estaba con vosotros: Es necesario que cumpla todo lo que est� escrito en la Ley de Mois�s, en los Profetas y en los Salmos acerca de m� (Lc. 24, 44).
En efecto, todo cuanto fue escrito en el pasado, se escribi� para ense�anza nuestra, para que con la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza. Y el Dios de la paciencia y del consuelo os conceda tener los unos para con los otros los mismos sentimientos, seg�n Cristo Jes�s,... (Rom. 15, 4).
Toda la Escritura es inspirada por Dios... (2 Tim. 3, 16).
-Todos los libros de la Sagrada Escritura est�n inspirados por Dios.
En efecto, todo cuanto fue escrito en el pasado, se escribi� para ense�anza nuestra, para que con la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza (Rom. 15, 4).
Toda la Escritura es inspirada por Dios... (2 Tim. 3, 16).
-El fundamento de la canonicidad de los libros Sagrados es tener a Dios por autor; es decir, estar escritos bajo la Inspiraci�n del Esp�ritu Santo.
Toda Escritura es inspirada por Dios y �til para ense�ar, para arg�ir, para corregir y para educar en la justicia (2 Tim. 3, 16).
Pero, ante todo, tened presente que ninguna profec�a de la Escritura puede interpretarse por cuenta propia; porque nunca profec�a alguna ha venido por voluntad humana, sino que hombres movidos por el Esp�ritu Santo, han hablado de parte de Dios (2 Pe. 1, 20-21).
-La Sagrada Escritura es excelente porque en ella se contiene la vida eterna.
Investigad las escrituras, ya que cre�is tener en ellas vida eterna;... (Jn. 5, 39).
-Cristo atribuye a las escrituras una importancia Suprema y la misma infalibilidad.
a) -Importancia suprema.
Jes�s les ense�aba diciendo: ...Si, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasar�n antes que pase una i o un �pice de la Ley sin que todo se haya cumplido (Mt. 5, 18).
Despu�s les dijo: �Estas son aquellas palabras m�as que os habl� cuando todav�a estaba con vosotros: Es necesario que se cumpla todo lo que est� escrito en la Ley de Mois�s, en los Profetas y en los Salmos acerca de m� (Lc. 24, 44).
Jes�s les dec�a:...�Investigad las Escrituras, ya que cre�is tener en ellas vida eterna; ellas son las que dan testimonio de m� (Jn. 5, 39).
b) -Infalibilidad
Jes�s les respondi�:
Si llama dioses a aquellos a quienes se dirigi� la Palabra de Dios -y no puede fallar la Escritura- �C�mo dec�s que aquel a quien el Padre ha santificado y enviado al mundo blasfema por haber dicho: �Yo soy Hijo de Dios�? (Jn. 10, 35).
-Toda la Escritura Sagrada es infalible.
Infalibilidad es la ausencia e imposibilidad de error.
Despu�s les dijo: ��stas son aquellas palabras m�as que os habl� cuando todav�a estaba con vosotros: "Es necesario que se cumpla todo lo que est� escrito en la Ley de Mois�s, en los Profetas y en los Salmos acerca de m�"� Y, entonces, abri� sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras, y les dijo: �As� est� escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer d�a y se predicara en su nombre la conversi�n para perd�n de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusal�n� (Lc. 24, 44-47).
Jes�s les respondi�: �No est� escrito en vuestra Ley: Yo he dicho dioses sois? Si llama dioses a aquellos a quienes se dirigi� la Palabra de Dios -y no puede fallar la Escritura- ... (Jn. 10, 34-35).
Aclaraci�n. La expresi�n �est� escrito� denota carencia de error.
-Los Hagi�grafos citan las escrituras para manifestar la Palabra de Dios.
...�no hab�is le�do aquellas palabras de Dios cuando os dice: �Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob?� (Mt. 22, 31-32).
Pues en el libro de los Salmos est� escrito: �Quede su majada desierta, y no haya quien habite en ella� (Hch. 1, 20).
Se�or, t� que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, t� eres el que has dicho por el Esp�ritu Santo, por boda de nuestro Padre David, tu siervo:
�A qu� esta agitaci�n de las naciones,
estos vanos proyectos de los pueblos? (Hch. 4, 24-25).
Pues dice la Escritura a Fara�n: �Te he suscitado precisamente para mostrar en ti mi poder y para que mi nombre sea conocido en toda la tierra� (Rom. 1, 17).
La Escritura, previendo que Dios justificar�a a los gentiles por la fe, anunci� con antelaci�n a Abraham esta buena nueva: En ti ser�n bendecidas todas las naciones (G�l. 3, 8).
Y nuevamente al introducir a su Primog�nito en el mundo dice: �Y ad�renle todos los �ngeles de Dios� (Hebr. 1, 6).
Por eso, como dice el Esp�ritu Santo: �Si o�s hoy su voz, no endurezc�is vuestros corazones como en la Querella, el d�a de la prueba en el desierto...� (Sal. 95, 7; Hebr. 3, 7).
Tambi�n el Esp�ritu Santo nos da testimonio de ello. Porque despu�s de haber dicho: �Esta es la Alianza que pactar� con ellos despu�s de aquellos d�as, dice el Se�or: Pondr� mis leyes en sus corazones y en sus mentes las grabar�,
a�ade:
Y de sus pecados e iniquidades no me acordar� ya (Jer. 31, 31-34; Hebr. 10, 15-17).
5. Libros Sagrados. Autenticidad
-El Pentateuco es aut�ntico.
-Conservado �ntegro.
-Los hechos hist�ricos narrados en �l son verdaderos.
-Su veracidad es atestiguada por Cristo.
-Cristo atribuy� a Mois�s los preceptos del Pentateuco.
-Los Ap�stoles atribuyeron a Mois�s los libros del Pentateuco.
-Los libros del Nuevo Testamento son dignos de fe.
-Los libros del Nuevo Testamento nos han llegado �ntegros.
-Los Evangelios narraron los hechos fielmente
-El Pentateuco es aut�ntico.
Un libro es tenido por aut�ntico cuando el nombre del autor se nombra muchas veces en �l y cuando existe una tradici�n constante y universal que lo atribuye al mismo autor.
a) -El nombre de Mois�s se nombra muchas veces en �l.
Entonces escribi� Mois�s todas las palabras de Yahv�h;... (Ex. 24, 4).
Dijo Yahv�h a Mois�s: �Consigna por escrito estas palabras, pues a tenor de ellas hago alianza contigo y con Israel� (Ex. 34, 27).
Mois�s puso esta Ley por escrito y se la dio a los sacerdotes, hijos de Lev�,... (Dt. 31, 22).
b) -La tradici�n constante y universal que lo atribuye a Mois�s.
1� -Cristo afirma que Mois�s lo ha escrito.
Porque la Ley fue dada por medio de Mois�s;... (Jn. 1, 17).
Porque si creyerais a Mois�s, me creer�ais a m�, porque �l escribi� de m�. Pero si no me cre�is en sus escritos, �C�mo vais a creer en mis palabras? (Jn. 5, 46-47).
2� -En los libros del Antiguo Testamento se afirma muchas veces que la Ley ha sido dada por Mois�s.
S�, pues, valiente y muy firme, teniendo cuidado de cumplir toda la Ley que te dio mi siervo Mois�s. No te apartes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas �xito dondequiera que vayas (Jos. 1, 8).
Entonces Josu� construy� un altar a Yahv�h, Dios de Israel, en el monte Ebal, como hab�a mandado Mois�s, siervo de Yahv�h, a los hijos de Israle, seg�n est� escrito en el libro de la Ley de Mois�s (Jos. 8, 30-31).
Yehoyad� puso centinelas en la Casa de Yahv�h, a las �rdenes de los sacerdotes y levitas que David hab�a distribuido en la Casa de Yahv�h, conforme a lo escrito en la ley de Mois�s, para ofrecer holocaustos... (2 Cro. 23, 18).
Jam�s se hizo debajo del cielo entero nada semejante a lo que hizo �l en Jerusal�n, conforme est� escrito en la Ley de Mois�s,... (Bar. 2, 2).
Todo Israel ha transgredido tu Ley, ha desertado sin querer escuchar tu voz, y sobre nosotros han ca�do la maldici�n y la imprecaci�n escritas en la Ley de Mois�s, siervo de Dios, porque hemos pecado contra �l (Dan. 9, 11).
-El Pentateuco ha llegado a nosotros �ntegro y sin adulteraciones.
a) -Cada siete a�os hab�a que leerlo solemnemente ante el pueblo.
Y Mois�s les dio esta orden: �Cada siete a�os... cuando todo Israel acuda, para ver el rostro de Yahv�h tu Dios, al lugar elegido por �l, leer�s esta Ley a o�dos de todo Israel (Dt. 31, 10-11).
b) -Cada Rey estaba obligado a transcribirlo de su propia mano.
Cuando suba al trono real, deber� escribir esta Ley para su uso, copi�ndola del libro de los sacerdotes levitas (Dt. 17, 18).
c) -Cada Rey ten�a que leerla todos los d�as de su vida para aprender a temer a Dios.
La llevar� consigo; la leer� todos los d�as de su vida, para aprender a temer a Dios, guardando todas las palabras de esta Ley y poniendo en pr�ctica estos preceptos (Dt. 17, 19).
d) -Mois�s puso esta Ley por escrito y se la entreg� a los sacerdotes, hijos de Lev�.
Mois�s puso esta Ley por escrito y se la dio a los sacerdotes, hijos de Lev�, que llevaban el arca de la alianza de Yahv�h (Dt. 31, 9).
Aclaraci�n. Un libro que goza de tanta publicidad, no es f�cil que est� sujeto a adulteraciones.
-Los hechos hist�ricos que se narran en el Pentateuco son verdaderos.
Pues vuestros mismos ojos han visto toda esta gran obra que Yahv�h ha realizado(Dt. 11, 7).
Aclaraci�n. Mois�s afirma que los Hebreos han visto las mismas obras que Yahv�h ha realizado y que �l ha narrado.
-La veracidad del Pentateuco es atestiguada por el mismo Jesucristo.
Porque si creyerais a Mois�s, me creer�ais a m�, porque �l escribi� de m�. Pero si no cre�is en sus escritos, �C�mo vais a creer en mis palabras? (Jn. 5, 46-47).
-Los preceptos del Pentateuco son atribuidos a Mois�s por el mismo Jesucristo.
D�celes entonces Jes�s: �Mira, no se lo digas a nadie, sino vete, mu�strate al sacerdote y presenta la ofrenda que prescribi� Mois�s, para que les sirva de testimonio� (Mt. 8, 4).
Jes�s le despidi� orden�ndole severamente: �Mira, no digas nada a nadie, sino vete, mu�strate al sacerdote y haz por tu purificaci�n la ofrenda que prescribi� Mois�s para que les sirva de testimonio� (Mc. 1, 43-44).
Jes�s les dijo: �...Y que los muertos resucitan lo ha indicado tambi�n Mois�s en lo de la zarza. Cuando llama al Se�or el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob (Lc. 20, 37).
-Los Ap�stoles atribuyeron el Pentateuco a Mois�s.
a) -S. Juan.
Porque la Ley fue dada por medio de Mois�s;... (Jn. 1, 17).
b) -S. Felipe.
Cuando, seg�n la Ley de Mois�s, se cumplieron los d�as de la purificaci�n de ellos... (Lc. 2, 22).
Felipe se encuentra con Natanael y le dice: �Hemos encontrado a aqu�l de quien escribieron Mois�s en la Ley, y tambi�n los profetas: Jes�s, el hijo de Jos�, el de Nazaret� (Jn. 1, 45).
�l les iba exponiendo el Reino de Dios, dando testimonio e intentando persuadirles acerca de Jes�s bas�ndose en la Ley de Mois�s y en los Profetas,... (Hch. 28, 23).
�Qu� diremos, pues? �Qu� hay injusticia en Dios? �De ning�n modo! Pues dice �l a Mois�s: �Ser� misericordioso con quien lo sea; me apiadar� de quien me apiade� (Rom. 9, 14).
-Los Libros del Nuevo Testamento son dign�simos de fe.
...he decidido yo tambi�n, despu�s de haber investigado diligentemente todo desde los or�genes, escrib�rtelo por su orden, ilustre Te�filo, para que conozcas la solidez de las ense�anzas que has recibido (Lc. 1, 3-4).
El primer libro lo escrib�, Te�filo, sobre todo lo que Jes�s hizo y ense�� desde un principio hasta el d�a en que, despu�s de haber dado instrucciones por medio del Esp�ritu Santo a los ap�stoles que hab�a elegido, fue llevado al cielo (Hch. 1, 1-2).
No podemos nosotros dejar de hablar lo que hemos visto y o�do (Hch. 4, 20).
Os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Se�or Jesucristo, no siguiendo f�bulas ingeniosas, sino despu�s de haber visto con nuestros propios ojos su majestad (2 Pe. 1, 16).
...lo que hemos visto y o�do, os lo anunciamos, para que tambi�n vosotros est�is en comuni�n con nosotros (1 Jn. 1, 3).
Aclaraci�n. Los autores vieron los hechos que narraron con sus propios ojos, o pas oyeron de testigos oculares.
-Los Libros del Nuevo Testamento han llegado a nosotros �ntegros y sin adulteraciones.
...he decidido yo tambi�n, despu�s de haber investigado diligentemente todo desde los or�genes, escrib�rtelo por su orden, ilustre Te�filo, para que conozcas la solidez de las ense�anzas que has recibido (Lc. 1, 3).
Pero a�n cuando nosotros mismos o un �ngel del cielo os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado �sea anatema! (G�l. 1, 8).
Os hemos dado a conocer el poder y la Venida de nuestro Se�or Jesucristo, no siguiendo f�bulas ingeniosas, sino despu�s de haber visto con nuestros propios ojos su majestad (2 Pe. 1, 16).
...lo que hemos visto y o�do, os lo comunicamos, para que tambi�n vosotros est�is en comuni�n con nosotros (1 Jn. 1, 3).
-Los evangelistas conocieron los hechos que narraron y los refirieron fielmente.
Marcos y Juan dijeron:
...lo que hemos visto y o�do, os lo anunciamos, para que tambi�n vosotros est�is en comuni�n con nosotros (1 Jn. 1, 3).
Pedro y Juan respondieron a los magistrados:
�...No podemos nosotros dejar de hablar de lo que hemos visto y o�do� (Hch. 4, 20).
Marcos y Lucas refirieron lo que hab�an o�do de los testigos oculares:
...he decidido yo tambi�n, despu�s de haber investigado diligentemente todo desde los or�genes, escrib�rtelo por su orden, ilustre Te�filo, para que conozcas la solidez de las ense�anzas que has recibido (Lc. 1, 3-4).
Todos refirieron lo que Cristo realiz� y predic� p�blicamente:
El Sumo Sacerdote interrog� a Jes�s sobre sus disc�pulos y su doctrina. Jes�s le respondi�: �He hablado abiertamente ante todo el mundo; he ense�ado siempre en la sinagoga y en el Templo, donde se re�nen todos los jud�os, y no he hablado nada a ocultas (Jn. 18, 19-20).
6. Libros Sagrados Fines. Caracter�sticas
-El Antiguo Testamento ordenado para preparar la Venida de Cristo
-El Antiguo Testamento adquiere su significado pleno en el Nuevo
-Dios inspir� los libros o agrados para descubrir a los hombres sus Misterios
-Dios revela las verdades e la fe de dos modos: expl�cita e implicitamente
-Toda la Escritura Sagrada est� inspirada por Dios para ense�ar a los hombres
-Toda la Escritura Sagrada se ha de conservar intacta
-Toda la Escritura Sagrada est� llena de grandes valores
-Toda la Escritura Sagrada est� dotada de rigor, verdad y alimento
-Toda la Escritura Sagrada necesita interpretaci�n para no caer en el error
-Su sentido verdadero solamente puede ser juzgado por la Iglesia
-Su sentido t�pico lo constituyen aquellos hechos del Antiguo Testamento que son anuncio de los Nuevo Testamento
-Cristo divide las Escrituras en �Mois�s, Profetas y Salmos�
-El Antiguo Testamento estaba ordenado para preparar, anunciar y significar la venida de Cristo y de su Reino Mesi�nico.
a) -Para preparar.
Investigad las Escrituras, ya que cre�is tener en ellas vida eterna; ellas son las que dan testimonio de m�;... (Jn. 5, 39).
b) -Para anunciar.
Despu�s les dijo: ��stas son aquellas palabras m�s que os habl� cuando todav�a estaba con vosotros: "Es necesario que se cumpla todo lo que est� escrito en la Ley de Mois�s, en los Profetas y en los Salmos acerca de m� (Lc. 24, 44).
Sobre esta salvaci�n investigaron e indigaron los profetas, que profetizaron sobre la gracia destinada a vosotros,... (1 Pe. 1, 10).
c) -Para significar.
Todo esto acontec�a en figura, y fue escrito para aviso de los que hemos llegado a la plenitud de los tiempos (1 Cor. 10, 11).
-El Antiguo Testamento adquiere su plena significaci�n en el Nuevo.
No pens�is que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar su cumplimiento (Mt. 5, 17).
Y, empezando por Mois�s y continuando por todos los profetas, les explic� lo que hab�a sobre �l en todas las Escrituras (Lc. 24, 27).
...un Misterio mantenido en secreto durante siglos eternos, pero manifestado al presente, por las Escrituras que lo predicen, por disposici�n del Dios eterno,... (Rom. 16, 25-26).
En efecto, hasta el d�a de hoy perdura ese mismo velo en la lectura del Antiguo Testamento. El velo no se ha descorrido, pues s�lo en Cristo queda destruido. Hasta el d�a de hoy, siempre que se lee a Mois�s, un velo est� puesto sobre sus corazones. Cuando se hayan convertido al Se�or, entonces caer� el velo (2 Cor. 3, 14-16).
-Dios inspir� y mand� escribir a los Hagi�grafos los libros Sagrados para ense�ar a los hombres sus misterios, para marcarles el camino de salvaci�n, para infundirles la esperanza de la vida eterna y para est�mulo y consuelo de todos los hombres viadores.
a) -Para ense�ar a los hombres sus misterios.
En efecto, todo cuanto fue escrito en el pasado, se escribi� para ense�anza nuestra, para que con la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza (Rom. 15, 4).
b) -Para marcar a los hombres el camino de la salvaci�n.
Toda Escritura es inspirada por Dios y �til para ense�ar, para arg�ir, para corregir y para educar en la justicia (2 Tim. 3, 16).
c) -Para infundirles la esperanza de la vida eterna.
En efecto, todo cuanto fue escrito en el pasado, se escribi� para ense�anza nuestra, para que con la paciencia y consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza (Rom. 15, 4).
d) -Para est�mulo y consuelo de los hombres.
Nosotros, aunque no tenemos necesidad de esto por tener como consolaci�n los libros santos que est�n en nuestras manos,... (1 Mac. 12, 9).
Les animaba citando la Ley y los Profetas, y les recordaba los combates que hab�an llevado a cabo; as� les infund�a mayor ardor. Despu�s de haber estimulado sus �nimos, les puso adem�s de manifiesto la perfidia de los gentiles... (2 Mac. 15, 9).
En efecto, todo cuanto fue escrito en el pasado, se escribi� para ense�anza nuestra, para que con la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza (Rom. 15, 4).
-Dios revela las verdades de fe de dos modos: expl�cita e impl�citamente.
a) -Expl�citamente si la verdad se deduce claramente de las palabras con las cuales se revela.
Y la Palabra se hizo carne,... (Jn. 1, 14).
b) -Impl�citamente si la verdad no se deduce claramente de las palabras con las cuales se revela.
Enemistad pondr� entre ti y la mujer,... (Gn. 3, 15).
Aclaraci�n. La concepci�n inmaculada de la Virgen est� contenida en estas palabras.
-Toda la Sagrada Escritura est� inspirada por Dios y es �til para ense�ar, para arguir, para corregir y para educar en la justicia.
...Dios habl� por boca de sus santos profetas (Hch. 3, 21).
En efecto, todo cuanto fue escrito en el pasado se escribi� para ense�anza nuestra, para que con la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras, mantengamos la esperanza (Rom. 15, 4).
Toda la Sagrada Escritura est� inspirada por Dios y es �til para ense�ar, para arg�ir, para corregir y para educar en la justicia (2 Tim. 3, 16).
...porque nunca profec�a alguna ha venido por voluntad humana, sino que hombres movidos por el Esp�ritu Santo, han hablado de parte de Dios (2 Pet. 1, 21).
-El dep�sito de la fe se ha de conservar intacto por ser obra de Dios.
Timoteo, guarda el dep�sito (1 Tim. 6, 20).
...yo s� muy bien en quien tengo puesta mi fe, y estoy convencido de que es poderoso para guardar mi dep�sito hasta aquel D�a (2 Tim. 1, 12).
-La Sagrada Escritura contiene los siguientes valores: Luz que brilla, consuelo y eficacia.
a) -Luz que brilla.
Para mis pies antorcha es tu palabra, luz para mi sendero (Sal. 119, 5).
b) -Consuelo.
Nosotros, aunque no tenemos necesidad de esto por tener como consolaci�n los libros santos que est�n en nuestras manos,... (1 Mach. 12, 9).
�Cu�n dulce al paladar me es tu promesa, m�s que miel a mi boca! (Sal. 119, 103).
Me regocijo en tu promesa como quien halla un gran bot�n (Sal. 119, 162).
...para que con la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza (Rom. 15, 4).
c) -Eficacia.
Como descienden la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven all�, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, para que de simiente al sembrador y pan para comer, as� ser� mi palabra, la que salga de mi boca, que no tornar� a m� de vaci�, sin que haya realizado lo que me plugo y haya cumplido aquello a que la envi� (Is. 55, 10-11).
�No quema mi palabra como el fuego, y como un martillo golpea la pe�a? (Jer. 23, 29).
Ciertamente es viva la Palabra de Dios y eficaz, y m�s cortante que espada alguna de dos filos. Penetra hasta las fronteras entre el alma y el esp�ritu, hasta las junturas y m�dulas; y escruta los sentimientos y pensamientos del coraz�n (Hebr. 4, 12).
-La Sagrada Escritura est� dotada de tanta eficacia que es vigor para la Iglesia, Verdad operante para los creyentes y alimento y fuente de vida espiritual.
a) -Vigor para la Iglesia.
Ahora os encomiendo a Dios y a la Palabra de su gracia, que tiene poder para construir el edificio y daros la herencia con todos los santificados (Hch. 20, 32).
b) -Verdad operante para los creyentes.
...la Palabra de Dios que os predicamos, la acog�steis, no como palabra de hombre, sino cual es en verdad, como Palabra de Dios, que permanece operante en vosotros, los creyentes (1 Tes. 2, 13).
c) -Alimento y fuente de vida espiritual.
Ciertamente, es viva la Palabra de Dios y eficaz, y m�s cortante que espada alguna de dos filos. Penetra hasta las fronteras entre el alma y el esp�ritu, hasta las junturas y m�dulas, y escruta los sentimientos y pensamientos del coraz�n (Hebr. 4, 12).
-Muchos textos de la Sagrada Escritura son obscuros y dif�ciles de entender, y necesitar de una aut�ntica interpretaci�n para entenderlos sin error.
Y les a�adi�: ��No entend�is esta par�bola? �C�mo entonces comprender�is todas las par�bolas? (Mc. 4, 13).
Ellos nada de esto comprendieron; estas palabras les quedaban ocultas y no entend�an lo que hab�an dicho (Lc. 18, 34).
Y entonces abri� sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras,... (Lc. 24, 45).
Aunque hay en ellas cosas dif�ciles de entender, que los ignorantes y los d�biles interpretan torcidamente -como tambi�n las dem�s Escrituras- para su propia perdici�n (2 Pe. 3, 16).
-El verdadero sentido e interpretaci�n de la Sagrada Escritura solamente pueden ser juzgados por la Iglesia.
Y, entonces, abri� sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras,... (Lc. 24, 45).
Pero, ante todo, tened presente que ninguna profec�a de la Escritura puede interpretarse por cuenta propia; porque nunca interpretarse por cuenta propia; porque nunca profec�a alguna ha venido por voluntad humana, sino que hombres movidos por el Esp�ritu Santo, han hablado de parte de Dios (2 Pet. 1, 20-21).
Aclaraci�n. Las Sagradas escrituras, al no poder ser comprendidas por el juicio personal de cada uno, tienen que ser interpretadas por una autoridad superior que es la Iglesia.
-El sentido t�pico de la Sagrado Escritura lo constituyen aquellos hechos del Antiguo Testamento que son como figura o anuncio de los que habr�n de suceder en el Nuevo Testamento.
La salida del pueblo de Israel de Egipto,
Cuando Israel era ni�o, yo le am�, y de Egipto llam� a mi hijo (Os. 11, 1).
significa la salida del ni�o Jes�s de Egipto.
�l se levant�, tom� de noche al ni�o y a su madre, y se retir� a Egipto; y all� estuvo hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el or�culo del Se�or por medio del profeta: De Egipto llam� a mi hijo (Os. 11, 1) (Mt. 2, 15).
La serpiente de bronce levantada por Mois�s en una Cruz,
Y dijo Yahv�h a Mois�s: �Hazte un Abrasador y ponlo sobre el m�stil. Todo el que haya sido mordido y lo mire, vivir�. Hizo Mois�s una serpiente de bronce y la puso en un m�stil. Y si una serpiente mord�a a un hombre y �ste miraba a la serpiente de bronce, quedaba con vida (N�m. 21, 8-9).
significa la figura de Cristo crucificado.
Y como Mois�s levant� la serpiente en el desierto, as� tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea tenga por �l vida eterna (Jn. 3, 14-15).
-Jesucristo dividi� las Escrituras en Ley de Mois�s, Profetas y Salmos.
Jesucristo les dijo: ��stas son aquellas palabras m�as que os har� cuando todav�a estaba con vosotros: "Es necesario que se cumpla todo lo que est� escrito en la Ley de Mois�s, en los profetas y en los Salmos acerca de m�"� (Lc. 24, 44).
7. La Tradici�n
-Es fuente de doctrina revelada
-Fue mandada por Cristo
-Existi� en tiempo de Mois�s
-Existi� en tiempo de los Ap�stoles
-Contiene la palabra de Dios no comprendida en la Escritura
-Es norma suprema de fe
-Nos ha llegado sin cambios
-Contiene la misma fuerza de verdad que la Escritura Sagrada.
-La tradici�n es fuente que contiene la doctrina revelada por Jesucristo y los Ap�stoles a la Iglesia.
Tradici�n es la transmisi�n oral de la doctrina revelada por Jesucristo o los Ap�stoles a la Iglesia.
�...y ense��ndoles a guardar todo lo que yo os he mandado� (Mt. 28, 20.).
-La tradici�n fue mandada por Cristo.
Id pues, y haced disc�pulos a todas las gentes bautiz�ndolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp�ritu Santo, y ense��ndoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt. 28, 19-20).
-La tradici�n existi� en tiempo de la Ley de Mois�s.
...y para que puedas contar a tu hijo, y al hijo de tu hijo, c�mo jugu� yo con Egipto y las se�ales que realic� entre ellos,... (Ex. 10, 2).
Y cuando os pregunten vuestros hijos: �Qu� representa para vosotros este rito?, responder�is: �Este es el sacrificio de la Pascua de Yahv�h,..� (Ex. 12, 26).
En aquel d�a har�s saber a tu hijo: �Esto es con motivo de lo que hizo conmigo Yahv�h cuando sal� de Egipto� (Ex. 13, 8).
No vayas a olvidarte de estas cosas que tus ojos han visto, ni dejes que se aparten de tu coraz�n en todos los d�as de tu vida; ens��aselas, por el contrario a tus hijos y a los hijos de tus hijos (Dt. 4, 9).
Cuando el d�a de ma�ana te pregunte tu hijo: ��Qu� son estos dict�menes, estos preceptos y estas normas que Yahv�h nuestro Dios os ha prescrito?�, dir�s a tu hijo: ��ramos esclavos de Fara�n en Egipto, y Yahv�h nos sac� de Egipto con mano fuerte...� (Dt. 6, 20).
-Existi� la Tradici�n en tiempo de los Ap�stoles.
La Tradici�n es la doctrina revelada que no est� escrita en los libros sagrados, pero que consta manifiestamente por la declaraci�n de los Ap�stoles.
As� pues, hermanos, manteneros firmes y conservar las tradiciones que hab�is aprendido de nosotros, de viva voz o por carta (2 Tess. 2, 15).
...y cuanto me has o�do en presencia de muchos testigos conf�alo a los hombres fieles, que sean capaces, a su vez, de instruir a otros (2 Tim. 2, 2).
Aunque tengo mucho que escribiros, prefiero no hacerlo con papel y tinta, sino que espero ir a veros y hablaros de viva voz,... (2 Jn. 12).
Tengo mucho que escribirte, pero no quiera hacerlos con tinta y pluma. Espero verte pronto y hablaremos de viva voz (3 Jn. 13-14).
-Existe la Tradici�n que contiene la palabra de Dios no comprendida en la Sagrada Escritura.
Pero el Par�clito, el Esp�ritu Santo, que el Padre enviar� en mi nombre, os lo ense�ar� todo y os recordar� todo lo que yo os he dicho (Jn. 14, 26).
Cuando venga �l, el Esp�ritu Santo de la verdad, os guiar� hasta la verdad completa; pues no hablar� por su cuenta, sin que hablar� lo que oiga, y os anunciar� lo que ha de venir (Jn. 16, 13).
-La Tradici�n es norma suprema de fe.
Pero gracias a Dios, vosotros, que erais esclavos del pecado, hab�is obedecido de coraz�n a aquel modelo de doctrina al que fuisteis entregados, y liberados del pecado, os hab�is hechos esclavos de la justicia (Rom. 6, 17).
Os ruego, hermanos, que os guard�is de los que suscitan divisiones y esc�ndalos contra la doctrina que hab�is aprendido; apartaos de ellos, pues esos tales no sirven a nuestro Se�or Jesucristo (Rom. 16, 17).
Os alabo porque en todas las cosas os acord�is de m� y conserv�is las tradiciones tal como os las he transmitido (1 Cor. 11, 2).
En cuanto a vosotros, lo que hab�is o�do desde el principio permanezca en vosotros. Si permanece en vosotros lo que hab�is o�do desde el principio, tambi�n vosotros permanecer�is en el Hijo y en el Padre, y �sta es la promesa que �l mismo os hizo: la vida eterna (1 Jn. 2, 24-26).
-La Tradici�n ha llegado hasta nosotros sin cambios ningunos.
Id, pues, y haced disc�pulos a todas las gentes bautiz�ndolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp�ritu Santo, y ense��ndoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los d�as hasta el fin del mundo (Mt. 28, 19-20).
Aclaraci�n. La inmutabilidad de la Tradici�n es efecto de la perenne asistencia.
-La Tradici�n tiene la misma fuerza de verdad que la misma Sagrada Escritura.
Conserva el buen dep�sito mediante el Esp�ritu Santo que habita en nosotros (2 Tim. 1, 13-14).
T�, pues, hijo m�o, mantente fuerte en la gracia de Cristo Jes�s; y cuanto me has o�do en presencia de muchos testigos conf�alo a los hombres fieles, que sean capaces, a su vez, de instruir a otros (2 Tim. 2, 1).
Aclaraci�n. Se deduce claramente que las cosas o�das por tradici�n oral constituyen objeto de fe igualmente que las Escrituras.
8. Los Concilios ecum�nicos
-Su origen en tiempos de los Ap�stoles
-Los Concilios ecum�nicos tienen su origen desde tiempos de los Ap�stoles, y son, seg�n muchos, de origen divino.
Concilio Ecum�nico es la asamblea leg�tima de los prelados de la Iglesia, presidida por el Romano Pont�fice, para juzgar y establecer asuntos relativos al bien de la Iglesia.
a) -Convocaci�n del primer Concilio.
...y decidieron que Pablo y Bernab� y algunos de ellos subieran a Jerusal�n, donde los Ap�stoles y Presb�teros, para tratar esta cuesti�n (Hch. 15, 4).
b) -Celebraci�n del mismo.
Llegados a Jerusal�n fueron recibidos por la Iglesia y por los Ap�stoles y Presb�teros, y contaron cuanto Dios hab�a hecho juntamente con ellos (Hch. 15, 4).
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