Razones para creer: 1. ¿Por qué este folleto?
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Moreau
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No es necesario para mantenerse en pie conocer las leyes del equilibrio, ni
las de la dinámica para montar en bici. Instintivamente, buscamos nuestro
centro de gravedad y damos a los pedales, un poco como Monsieur Jourdain, el
personaje de Molière, que escribía en prosa sin saber el significado de esta
palabra.
Del mismo modo, no es necesario que un creyente sepa explicar las razones de
su fe para que ésta sea auténtica.
Pero en el clima actual de desconfianzas e incertidumbres, de liberalismo
doctrinal, de materialismo teórico y práctico, el cristiano debe hacer
inventario de los puntos de apoyo y los motivos esenciales de su fe. Así
podrá responder con justeza a las preguntas que le formulen los no
creyentes; y, al mismo tiempo, podrá también interrogarles sobre el sentido
de su existencia y sus razones para vivir.
Este diálogo debe abordar una reflexión sobre el mundo que vaya más allá de
las simples apariencias; debe también aludir a la historia anunciando el
acontecimiento capital que es el origen de nuestra fe: la vida, la muerte y
la resurrección de Jesucristo. Si eludimos Yves Moreau 5 uno de estos
elementos, corremos el riesgo de encontrarnos ante una pregunta sin
respuesta o una respuesta sin pregunta.
Las consideraciones que siguen no tienen la pretensión de agotar el tema, ni
mucho menos de forzar al no creyente a aceptar el Evangelio. La fe es algo
más complejo; no se construye desde la inteligencia solamente, sino que
exige nuestra libre voluntad y un don del cielo. Jesús ha dicho : "Nadie
viene a mí si mi Padre no le atrae" (Jn 6,44).
¿A quién van destinadas estas reflexiones?
Estas páginas pretenden ayudar al creyente que necesita coherencia y
claridad para verificar que su fe reposa sobre serias bases. Eso le
permitirá un diálogo más fácil con sus hermanos no creyentes, y le hará
capaz de entender mejor las dificultades que tienen.
Aunque este pequeño estudio no está destinado a los no creyentes, puede
descubrirles que, para un creyente, su fe, lejos de oponerse a la
inteligencia, ilumina a ésta con una nueva luz.
Por otra parte, este texto dará más fruto cuando en el corazón del no
creyente se vea complementado con el testimonio de los cristianos
auténticos, signos vivos de Dios vivo.
¿Cómo utilizarlo?
Para sacar el mejor partido a este intento no es necesario estudiar todas
las cuestiones, pero sí es conveniente subrayar que se exponen con cierto
orden lógico.
Dentro de cada asunto, en el caso de un debate, la experiencia aconseja que
se avance párrafo a párrafo, verificando lo que se comprende y aquello en lo
que se está de acuerdo. También será útil ilustrar el texto con algunos
ejemplos. o"Buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá" (Lc 11,9).