Documento de los obispos de EEUU.: Directrices para evaluar el reiki como terapia alternativa
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11 de mayo de 2009
RIES
La Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) presenta en exclusiva
en español la traducción del documento del Comité Doctrinal de la
Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos (USCCB) obre la terapia
Reiki. Se trata de una traducción aprobada por la USCCB. Se autoriza y se
recomienda su difusión.
Directrices
para evaluar el reiki como terapia alternativa
Comité Doctrinal de la Conferencia
Estadounidense de Obispos Católicos.
1. Con frecuencia se formulan preguntas sobre las diversas terapias
alternativas disponibles en los Estados Unidos. A los obispos se les
pregunta en ocasiones: «¿Cuál es la posición de la Iglesia sobre estas
terapias?» El Comité Doctrinal de la USCCB ha preparado este recurso para
asistir a los obispos en sus respuestas.
I. CURACIÓN POR GRACIA DIVINA Y CURACIÓN POR PODERES NATURALES
2. La Iglesia reconoce dos clases de curación: la curación por gracia divina
y la curación que utiliza los poderes de la naturaleza. En cuanto a la
primera, podemos señalar al ministerio de Cristo, que realizó muchas
curaciones físicas y encargó a sus discípulos continuar esa tarea. Siendo
fieles a este encargo, desde el tiempo de los apóstoles la Iglesia ha
intercedido a favor del enfermo mediante la invocación del nombre del Señor
Jesús, pidiendo la curación por el poder del Espíritu Santo, ya sea en la
forma de la imposición sacramental de las manos y la unción con el óleo, ya
sea en la forma de simples oraciones por la curación, que a menudo incluyen
una invocación a los santos para conseguir su ayuda. En cuanto a la segunda,
la Iglesia nunca ha defendido la curación divina —que viene dada como un don
de Dios— como excusa para excluir el recurso a los medios naturales de
curación a través de la práctica de la medicina (1). Junto con su sacramento
de curación y con las diversas oraciones para la sanación, la Iglesia cuenta
en su haber con una larga historia de cuidado de los enfermos mediante la
utilización de medios naturales. El signo más obvio de esto es el gran
número de hospitales católicos que se encuentran en todo nuestro país.
3. Las dos clases de curación no son excluyentes. El hecho de que sea
posible ser curado por el poder divino, no significa que no debamos recurrir
a los medios naturales que están a nuestra disposición. No nos corresponde a
nosotros decidir si Dios curará o no a alguien con medios sobrenaturales.
Como afirma el Catecismo de la Iglesia Católica, el Espíritu Santo da en
ocasiones a algunas personas «un carisma especial de curación para
manifestar la fuerza de la gracia del Resucitado» (2). Sin embargo, este
poder de curación no está a disposición del hombre, porque «ni siquiera las
oraciones más fervorosas obtienen la curación de todas las enfermedades»
(3). Por lo tanto, el recurso a los medios naturales de curación sigue
siendo totalmente apropiado, ya que están a disposición del hombre. De
hecho, la caridad cristiana exige no negarles a las personas enfermas los
medios naturales de curación.
II. REIKI Y CURACIÓN
A) Los orígenes y las características básicas del reiki
4. El reiki es una técnica de curación inventada en Japón a principios del
siglo XIX por Mikao Usui, que estudiaba textos budistas (4). De acuerdo con
la enseñanza del reiki, la enfermedad es consecuencia de algún tipo de
trastorno o desequilibrio en la «energía vital» de la persona. Un
practicante de reiki lleva a cabo la curación al poner sus manos en
determinadas posiciones sobre el cuerpo del paciente para así facilitar el
flujo del reiki, la «energía vital universal», del practicante al paciente.
Hay numerosas posiciones de las manos para tratar diferentes problemas. Los
partidarios del reiki aseguran que el practicante no es la fuente de la
energía sanadora, sino simplemente un canal para que fluya (5). Para llegar
a ser un practicante de reiki, la persona debe recibir una «iniciación» o
«armonización» por parte de un Maestro reiki. Esta ceremonia hace que la
persona esté «armonizada» con la «energía vital universal», lo cual le
permite servir como un conducto para ella. Se dice que hay tres niveles
diferentes de armonización (algunos enseñan que son cuatro). En los niveles
superiores, uno puede canalizar supuestamente la energía reiki y realizar
curaciones a distancia, sin contacto físico.
B) El reiki como un medio natural de curación
5. Aunque los partidarios del reiki parecen estar de acuerdo en que no
representa una religión en sí misma, sino una técnica que puede ser
utilizada por gente de muchas tradiciones religiosas, el reiki tiene
diversos aspectos de una religión. Con frecuencia se describe el reiki como
un tipo de curación «espiritual», en oposición a los procedimientos médicos
comunes de curación que emplean medios físicos. Gran parte de la literatura
sobre el reiki está llena de referencias a Dios, a la Diosa, al «poder de
curación divino» y a la «mente divina». Afirman que la energía vital procede
directamente de Dios, la «Inteligencia Superior» o la «conciencia divina».
Asimismo, las diversas «armonizaciones» que el practicante de reiki recibe
de un Maestro reiki se logran a través de «ceremonias sagradas» (que
tradicionalmente han sido mantenidas en secreto por los Maestros reiki).
Además, se describe frecuentemente al reiki como un «modo de vivir», con una
lista de cinco «preceptos reiki» que prescriben una conducta ética
apropiada.
6. Sin embargo, hay algunos practicantes de reiki, sobre todo enfermeras,
que intentan acercarse al reiki como un mero medio natural de curación. Pero
si se considera como un medio natural de curación, el reiki pasa a ser
evaluado bajo los parámetros de las ciencias naturales. Es cierto que puede
haber medios de curación natural que no hayan sido entendidos o reconocidos
por la ciencia. Sin embargo, la ciencia es la que proporciona los criterios
fundamentales para juzgar si alguien se debe confiar o no a un medio natural
de curación en concreto.
7. Juzgado de acuerdo con estos parámetros, el reiki carece de credibilidad
científica. No ha sido aceptado por las comunidades científicas y médicas
como una terapia efectiva. Faltan estudios científicos acreditados que
atestigüen la eficacia del reiki, así como la explicación científica
plausible de cómo podría posiblemente ser eficaz. La explicación de la
eficacia del reiki depende enteramente de una cosmovisión particular que ve
el mundo como permeado por esta «energía vital universal» (reiki) que está
sujeta a la manipulación por el pensamiento y la voluntad humanos. Los
practicantes de reiki afirman que su capacitación les permite canalizar la
«energía vital universal» que está presente en todas las cosas. Sin embargo,
esta «energía vital universal» es desconocida para la ciencia natural. Como
la presencia de tal energía no se ha observado por los medios de la ciencia
natural, la justificación para estas terapias debe provenir necesariamente
de algo diferente a la ciencia.
C) El reiki y el poder sanador de Cristo
8. Algunas personas han intentado identificar el reiki con la curación
divina conocida por los cristianos (6). Se equivocan. La diferencia radical
puede apreciarse de inmediato en el hecho de que para el practicante de
reiki el poder sanador está a disposición del hombre. Algunos maestros
quieren eludir esta implicación y arguyen que no es el practicante de reiki
quien realiza personalmente la curación, sino la energía reiki dirigida por
la conciencia divina. No obstante, la realidad es que para los cristianos el
acceso a la curación divina es mediante la oración a Cristo como Señor y
Salvador, mientras que la esencia del reiki no es una oración sino una
técnica que transmite el «Maestro reiki» al alumno, una técnica que una vez
que se llega a dominar, producirá formalmente los resultados previstos (7).
Algunos practicantes intentan cristianizar el reiki añadiendo una oración a
Cristo, pero esto no afecta a la naturaleza esencial del reiki. Por estas
razones, el reiki y otras técnicas terapéuticas similares no pueden
identificarse con lo que los cristianos llamamos curación por la gracia
divina.
9. La diferencia entre lo que los cristianos reconocemos como curación por
la gracia divina y la terapia reiki también queda de manifiesto en los
términos básicos que utilizan los partidarios del reiki para describir lo
que sucede en la terapia reiki, particularmente en lo relativo a la «energía
vital universal». Ni la Escritura ni la tradición cristiana en su conjunto
consideran el mundo natural como algo basado en la «energía vital universal»
que quede sujeto a la manipulación por parte del poder natural humano del
pensamiento y de la voluntad. De hecho, esta cosmovisión tiene sus orígenes
en las religiones orientales y tiene un cierto carácter monista y panteísta,
en el que las distinciones entre uno mismo, el mundo y Dios tienden a
diluirse (8). Como hemos visto, los practicantes de reiki son incapaces de
diferenciar con claridad entre el poder de curación divino y el poder que
está a disposición del hombre.
III. CONCLUSIÓN
10. La terapia reiki no encuentra apoyo ni en los hallazgos de la ciencia
natural ni en la doctrina cristiana. Para un católico, creer en la terapia
reiki plantea problemas irresolubles. En términos del cuidado de la salud
física propia o la de los demás emplear una técnica que no tiene apoyo
científico (ni siquiera plausibilidad) por lo general no es prudente.
11. En términos del cuidado de la salud espiritual personal, existen
importantes peligros. Para usar el Reiki, uno tendría que aceptar, al menos
de forma implícita, conceptos claves de la cosmovisión que subyacen a la
teoría reiki, elementos que no pertenecen ni a la fe cristiana ni a la
ciencia natural. Sin justificación ni en la fe cristiana ni en la ciencia
natural, no obstante, un católico que pone su confianza en el reiki estaría
actuando en la esfera de la superstición, tierra de nadie que no es la fe ni
la ciencia (9). La superstición corrompe la adoración personal de Dios, ya
que conduce el sentimiento religioso personal y la práctica hacia una
dirección equivocada (10). Dado que a veces la gente cae en la superstición
por ignorancia, es responsabilidad de todos los que enseñan en el nombre de
la Iglesia eliminar tal ignorancia en la medida de lo posible.
12. Dado que la terapia reiki no es compatible ni con la doctrina cristiana
ni con la evidencia científica, no sería apropiado para las instituciones
católicas —como aquellas encargadas del cuidado de salud o los centros de
retiro— o para las personas que representan a la Iglesia —como los
capellanes católicos— promover o prestar apoyo a la terapia reiki.
Mons. William E. Lori (Presidente)
Obispo de Bridgeport
Mons. John C. Nienstedt
Arzobispo de St. Paul y Minneapolis
Mons. Leonard P. Blair
Obispo de Toledo
Mons. Arthur J. Serratelli
Obispo de Paterson
Mons. José H. Gómez
Arzobispo de San Antonio
Mons. Allen H. Vigneron
Obispo de Oakland
Mons. Robert J. McManus
Obispo de Worcester
Mons. Donald W. Wuerl
Arzobispo de Washington
NOTAS AL PIE
1. Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe,
Instrucción sobre las oraciones para obtener de Dios la curación (14 de
septiembre de 2000), I, 3: «Obviamente, el recurso a la oración no excluye,
sino que al contrario anima a usar los medios naturales para conservar y
recuperar la salud, así como también incita a los hijos de la Iglesia a
cuidar a los enfermos y a llevarles alivio en el cuerpo y en el espíritu,
tratando de vencer la enfermedad».
2. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1508.
3. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1508.
4. También se afirma que simplemente redescubrió
una antigua técnica tibetana, pero se carece de pruebas que corroboren esta
afirmación.
5. Sin embargo, como veremos más abajo, las
distinciones entre uno mismo, el mundo y Dios tienden a desmoronarse en el
pensamiento reiki. Algunos maestros de reiki explican que al final uno
alcanza la comprensión de que uno mismo y la «energía vital universal» son
uno, «que somos fuerza vital universal y que todo es energía, incluidos
nosotros mismos» (Libby Barnett - Maggie Chambers - Susan Davidson, Reiki
Energy Medicine: Bringing Healing Touch into Home, Hospital, and Hospice
[Rochester, Vt.: Healing Arts Press, 1996], p. 48; cf. también p. 102).
6. Por ejemplo, cf. «Reiki and Christianity» en
http://iarp.org/articles/Reiki_and_Christianity.htm, y «Christian Reiki» en
http://areikihealer.tripod.com/christianreiki.html, y la
webwww.christianreiki.org.
7. Los Maestros de reiki ofrecen cursos de
capacitación con varios niveles de avance, servicios por los que los
maestros exigen una remuneración pecuniaria significativa. El alumno tiene
la expectativa y el Maestro de reiki ofrece la garantía de que la inversión
que hace de tiempo y dinero le permitirá llegar a dominar una técnica que
producirá los resultados esperados.
8. Aunque esto parece implícito en la doctrina
reiki, algunos de sus partidarios plantean explícitamente que al final no
existe una distinción entre uno mismo y el reiki. «La alineación con uno
mismo y ser reiki es un proceso abierto. La buena voluntad para dedicarse a
este proceso favorece tu evolución y puede llevarte al reconocimiento
sostenido y a la experiencia final de que tú eres fuerza vital universal»
(The Reiki Healing Connection [Libby Barnett, M.S.W.],
http://reikienergy.com/classes.htm, con acceso el 6/2/2008 [énfasis en el
original]). Diane Stein resume el sentido de algunos de los «símbolos
sagrados» usados en la armonización del reiki como «La Diosa en mí saluda a
la Diosa en ti», «Hombre y Dios llegando a ser uno» (Essential Reiki
Teaching Manual: A Companion Guide for Reiki Healers [Berkeley, Cal.:
Crossing Press, 2007], pp. 129-131). Anne Charlish y Angela Robertshaw
explican que la armonización superior del reiki «señala un cambio del ego y
de uno mismo a un sentimiento de unidad con la energía vital universal»
(Secrets of Reiki [New York, N.Y.: DK Publishing, 2001], p. 84).
9. Algunas formas de reiki enseñan la necesidad
de invocar la asistencia de seres angélicos o «guías espirituales reiki».
Esto introduce el riesgo lejano de exposición a fuerzas o poderes malévolos.
10. Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n.
2111; Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae II-II, q. 92, a. 1.
1 comentario:
Miguel Serrano Cabeza. dijo...
"9. Algunas formas de reiki enseñan la necesidad de invocar la asistencia de
seres angélicos o «guías espirituales reiki». Esto introduce el riesgo
lejano de exposición a fuerzas o poderes malévolos."
Desde hace algún tiempo unos conocidos han empezado ha experimentar
"presencias" en su casa.
Cenando con unos amigos, empezó a hacer mucho frío, hasta el punto de salir
vaho de sus bocas. Los amigos, claro, abandonaron imediatamente la casa. El
fenómeno se ha repetido varias veces.
Otras veces huele extraordinariamente mal. Hasta el punto de obligar a abrir
puertas y ventanas, y tener que usar cualquier cosa que enmascare el olor
(ambientadores, insecticidas, perfumes, colonias). El fenómeno casi ha
desaparecido usando incienso como ambientador.
Otras veces, mientras duermen en el piso de arriba, se dispara la alarma
volumétrica del salón. Ya han cambiado varias veces de dispositivo de
detección de intrusos y de empresa de seguridad. Pero las falsas alarmas se
siguen produciendo.
Desde que les dí un crucifijo, los fenómenos se han detenido. Al menos de
momento.
Él es practicante de Reiki desde hace unos años.