Ordenado sacerdote en su lecho de muerte: William Carmona
Un drama increíble: William Carmona, seminarista de la diócesis norteamericana de Nashville, estaba con cáncer en su fase final. Hace unos días fue ordenado por su obispo como diácono y sacerdote en su cama donde iba a morir dos días después.
El obispo visitando al seminarista enfermo
Verdaderamente un drama increíble en la diócesis norteamericana de
Nashville. En el cuarto de la atención intensiva de una clínica William
Carmona fue ordenado diácono y luego enseguida como sacerdote. Dos días
después el nuevo sacerdote murió de cáncer que había progresado fuertemente.
El obispo de Nashville dijo que ordenara al quien de cara a la muerte como
sacerdote "refleja el misterio pascual. Se trata del hecho como nuestra
propia vida se transforma en la muerte y resurrección de Jesús". El
administrar el sacramento del orden trae "alegría y cumplimiento" y es un
"momento culminante en la vida de cualquier obispo". Pero administrara al
quien el sacramento del orden que "de cara a la muerte segura desea tanto
ser ordenado" todavía refuerza todo. "Además de la vida familiar no se cuna
otra vocación", explicaba a continuación el obispo, "que toca tantos
momentos de la vida de una persona". El sacerdocio enfoca "el centro, el
misterio de la salvación", en relación con el señor que muere y resucita.
Casi 200 personas se habían reunido para participar en esta ordenación extraordinaria, entre ellos miembros de la familia, casi todos los seminaristas del seminario y el arzobispo de una diócesis vecina.
Ordenación: Imposición de manos
Durante la Santa Misa Carmona estaba inmóvil, los monitores vigilaban su
estado de salud. Ya era muy débil y no pudo dar las respuestas usuales con
su propia voz. Sin embargo los sacerdotes que estaban en su cercanía veía en
él signos de comprensión y de alegría. En el tiempo de preparación siempre
había preguntado de nuevo: "¿Dónde está el obispo?", "¿Cuando viene?"
"¿Cuántas horas todavía tengo que esperar hasta ser ordenado?"
Ordenación: Unción de las manos
William Carmona estaba cursando el cuarto año de teología. Colombiano de
51 años, vocación tardía, ha sido descrito como extraordinariamente cariñoso. El diácono Rafael Bougart dijo: "Jamás me he
encontrado con alguien que tenía una espiritualidad tan fuerte. Estaba unido
a Dios de tal manera que podía demostrarlo a quien sea". "Se le había visto
siempre en la iglesia rezando". Y siempre había querido para la iglesia el
bien y no en último lugar para la comunidad hispana.
+ 10.9.2014