Un cura chino que pasó 25 años en cárcel para ser «reeducado» fallece «al pie del cañón» a los 100
Un cura chino que pasó 25 años en cárcel para ser «reeducado» fallece «al pie del cañón» a los 100
Recordado por su fidelidad a Cristo, su celo por la evangelización y el gran sentido de servicio a los fieles.
"Su vida de auténtica dedicación al servicio del Señor es un verdadero modelo para todos nosotros sacerdotes, religiosos/as y fieles laicos. Hemos de imitar su fidelidad a Cristo, su celo por la evangelización y el gran sentido de servicio a los fieles". Así monseñor Pablo Meng Ningyou, Coadjutor de la diócesis de Taiyuan (ungido con la aprobación de la Santa Sede el 16 de septiembre de 2010, del que las autoridades chinas han permitido la ordenación), ha definido al p. Matías Leopoldo Guo Ji Fen, un franciscano centenario, que ha regresado a la casa del Padre ayer, 15 de febrero, en la diócesis de Taiyuan de la provincia de Shan Xi, en China continental. P. Guo ha permanecido siempre en su puesto en la misión china, incluso en los momentos más críticos para la Iglesia, y nunca ha dudado en proclamar el Evangelio, ejercitando su misión de evangelización, a pesar de los 25 años que pasó en prisión.
El padre Guo nació el 18 de febrero de 1913 (según la tradición china, la edad se cuenta desde el momento de la concepción y no del nacimiento, por lo que para todo el mundo tenía 100 años) en el pueblo de Shui Gou, de Taiyuan. En septiembre de 1926 entró en el Seminario Menor de Taiyuan, y el 12 de febrero de 1931 se hizo novicio del Seminario Franciscano. Realizó sus primeros votos temporales de tres años el 13 de febrero de 1932, tomando el nombre religioso de Leopoldo, y el 3 de septiembre de 1935 los votos solemnes.
Fue ordenado sacerdote en la Jornada Misionera Mundial el 24 de octubre de 1937 por Mons. Agapito Fiorentini, OFM (1866-1941), del 1924 al 1940 Vicario Apostólico del Vicariato Apostólico de Taiyuan. Después de su ordenación fue párroco, rector del seminario menor, canciller diocesano. En septiembre de 1955 fue encarcelado hasta abril de 1980, pasó 25 años en la cárcel y en campos de trabajo para la reeducación. Nada más ser liberado reanudó su trabajo pastoral como párroco y en abril de 1985 fue nombrado tesorero del Seminario Mayor de San Juan de Monte Corvino. Desde el 27 de marzo de 1996 estaba en reposo, pero siempre siguió evangelizando hasta el final de su vida terrena.
cortesía: religionenlibertad.com