Más de 100.000 cristianos asesinados por su fe en 2011, recuerda el periodista Fernando de Haro
Una familia católica de Pakistán,
donde los cristianos
son acosados y
discriminados
Fernando de Haro, periodista autor de Cristianos y Leones, denuncia que la
persecución religiosa en buena parte del planeta, especialmente contra los
cristianos, es un hecho ignorado en la opinión pública.
Lo hizo en su intervención en la 66ª Semana Española de Misionología de
Burgos, que se inició el lunes 8 de julio, y concluye el jueves.
Fernando de Haro denunciado que el martirio es una realidad actual y que en
2011 fueron asesinados 100.000 cristianos, algo que se silencia por
prejuicios ideológicos.
El periodista puntualizó que en términos absolutos hay más mártires hoy que
en los primeros siglos de la Iglesia. Y esta persecución contra los
cristianos acompaña la historia de la Iglesia, y se sitúa en el centro de la
historia actual.
Haro subraya que el martirio recorre la historia de la Iglesia, porque los
cristianos testimonian una verdad superior a los gobiernos de turno, y se
convierten así en minorías “incómodas”.
Tres testimonios por Cristo
Recordó además que Asia Bibi está en la cárcel desde hace 4 años
por haber reconocido ante las muchachas de su pueblo en Pakistán que Cristo
había muerto por ella.
El ministro de minorías cristianas de ese mismo país, Shahbaz Bhatti,
declaró que no tenía miedo de entregar su vida por Jesucristo justo antes de
ser ejecutado.
El sacerdote sirio Rayid fue secuestrado y asesinado en su país por no
querer cerrar su parroquia. Son ejemplos actuales de mártires que, viviendo
el cristianismo en un ambiente hostil, no se han amedrentado ante las
amenazas, sino que han testimoniado su fe.
Los cristianos, incómodos al poder
Fernando de Haro ha hecho un recorrido por China, India y los
países árabes mostrando que los cristianos son incómodos, porque señalan
algo más allá del poder estatal y la religión oficial.
Incluso en América Latina, los cristianos ponen en evidencia el populismo
que reivindica toda la verdad en sus culturas particulares. “Los cristianos
muestran que existe una ciudadanía en la que imperio y religión no van
unidos”, ha explicado.
El periodista y escritor ha subrayado la importancia de la transmisión de la
fe, una fe que no es abstracción ni sentimentalismo.
“El mártir muestra un apego a Cristo presente y real, que es más importante
que la vida, y por eso transmite la fe”, ha afirmado. Como ejemplo, ha
hablado de Li Dao Min, sacerdote católico en un campo de concentración de
China, que sólo con su forma de vivir –no podía decir que era sacerdote-,
convirtió a un compañero de celda.