Radiografía de la libertad religiosa en el mundo del año 2010
El "Informe 2010 sobre la libertad religiosa en el mundo", redactado por la
organización Ayuda a la Iglesia Necesitada, presentado este miércoles en
Roma hace una radiografía de la situación en 194 países. En este resumen se
esbozan algunas particularidades del Informe por zonas geográficas.
América
En la zona norte del continente no se han manifestado problemas
significativos en el período estudiado en el informe.
En Bolivia, existe una actitud hostil hacia la Iglesia católica en numerosas
declaraciones gubernamentales.
El episcopado de Brasil está preocupado ante el asesinato de numerosos
sacerdotes católicos, por lo que ha denunciado la ola de agresiones contra
representantes del clero, y existen numerosos motivos de conflicto entre las
autoridades políticas y la jerarquía católica.
En Colombia se ha denunciado el asesinato de cinco sacerdotes en la zona
dominada por la guerrilla de las FARC.
La situación de Cuba, sin cambio en lo que se refiere a la legislación
represiva y a las prácticas administrativas, ha mostrado señales de apertura
al autorizarse, por ejemplo, la celebración de servicios religiosos
anteriormente prohibidos y al anularse la prohibición de llevar a cabo actos
de culto en las cárceles. A pesar de estas señales positivas, se mantiene
una enorme incertidumbre en lo que respecta a la evolución de este régimen.
En México, dos sacerdotes y dos seminaristas católicos, así como algunos
miembros de la comunidad mormona de ciudad Juárez, fueron asesinados por
bandas de narcotraficantes contrarios a la labor educativa que desarrollan
las comunidades religiosas entre los jóvenes.
En Nicaragua, el Gobierno sandinista ha multiplicado sus ataques contra la
jerarquía católica, a la que acusan de hostilidad hacia el Gobierno,
recurriendo incluso a campañas de difamación.
En Perú se ha suscitado una controversia en torno al proyecto de ley
elaborado por el Gobierno sobre libertad religiosa. La Iglesia católica, en
particular, se ha opuesto a él denunciando el hecho de que esta ley no
reconoce los vínculos históricos y culturales que unen al catolicismo y la
nación.
El 15 de agosto de 2009, el Gobierno de Venezuela promulgó una ley sobre
educación en la que no se hacía referencia alguna a la instrucción
religiosa. De hecho, el Estado asume además el control doctrinal sobre la
educación al establecer fuertes sanciones en el caso de que se enseñen
principios "contrarios a la soberanía nacional". La oposición considera que
esta frase es ambigua y que está abierta a la interpretación arbitraria.
También se ha llevado a cabo una intensa propaganda hostil contra los
representantes de la Iglesia católica a través de los periódicos cercanos a
las posturas del Gobierno. Por otro lado, se ha restringido enormemente la
admisión de misioneros protestantes en el país.
África
Dentro del continente africano es necesario distinguir al menos tres zonas.
La zona islámica, que coincide en gran parte con los países bañados por el
Mediterráneo y que se extiende hacia Oriente Próximo; la zona central y la
parte meridional del continente. Estas zonas presentan problemas diferentes
a causa de las distintas condiciones religiosas, políticas y étnicas por las
que se caracterizan.
Norte de África y Oriente Medio
El grupo de países que cuentan con una mayoría musulmana presenta problemas
provocados por la unidad entre religión y política, tanto en la legislación
de la mayoría de ellos, como en la mentalidad generalizada en la mayor parte
de los habitantes. Como consecuencia, sólo son ciudadanos con plenos
derechos los que profesan la religión dominante, mientras que las minorías
religiosas son, en el mejor de los casos, tolerados, cuando no considerados
un peligro para la estabilidad social. Incluso los regímenes políticos con
constituciones laicas, como Argelia, Túnez, Libia y Siria, se ven
presionados por los grupos islamistas que en ocasiones impulsan
legislaciones restrictivas, que antes no existían, como ocurre en Argelia,
donde la Administración cada vez niega un mayor número de visados a los
sacerdotes y personal religioso que solicitan entrar en el país, además de
que se va generalizando una intolerancia social violenta.
La mayoría musulmana de Egipto es hostil y violenta hacia los cristianos
coptos.
En Israel las dificultades surgen a causa de la situación especial que vive
este país. A los cristianos les afecta la desconfianza que las autoridades
manifiestan hacia sus comunidades, especialmente de origen árabe, que tiene
consecuencias tanto en la política de concesión de visados, ocasionando
problemas a los religiosos extranjeros que desean entrar en el país, como en
las dificultades impuestas a la libertad de movimientos, provocando una
separación de hecho entre las comunidades cristianas de los Territorios
Ocupados y las que residen en Israel.
Por su parte, los problemas están aumentando de forma dramática, alcanzando
niveles de persecución explícita, para los cristianos que viven en Gaza,
controlada por Hamas.
Bahrain, Qatar y Omán, cuentan con una Constitución oficialmente islámica
que no impide la existencia y las actividades de las comunidades cristianas
que, si bien es cierto que están sujetas a restricciones administrativas,
disfrutan de cierta libertad de acción.
Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos, países que tienen relaciones
diplomáticas con la Santa Sede con rango de embajada, se pueden tomar como
ejemplo de que la convivencia es posible, respetando su identidad cultural y
religiosa. Arabia Saudí y Yemen siguen siendo los países del Golfo en los
que la legislación islámica impide cualquier manifestación o práctica
religiosa no islámica.
En Iraq la vida de las comunidades cristianas se está convirtiendo en
auténticamente dramática, sometidas a ataques terroristas sistemáticos
dirigidos abiertamente a eliminar la presencia de cristianos en el país.
En Irán, el islam chií, en su versión más radical, salvaguardada por las
autoridades religiosas, sigue siendo la religión del Estado. Esto lleva a
discriminación y violencia contra el resto de las religiones, e incluso
contra el islam suní.
África central y meridional
La libertad religiosa del resto de África no presenta problemas especiales,
con algunas excepciones. Hablando en general, los conflictos que llevan a
auténticas tragedias para la población civil, especialmente en el centro de
África, no se producen a causa de los problemas religiosos, sino por motivos
económicos, étnicos y políticos. En Botsuana se han incrementado las
dificultades a las que se enfrentan los misioneros extranjeros debido a
nuevas normas que no sólo provocan problemas, sino que en ocasiones
imposibilitan la entrada en el país de nuevos misioneros.
En las islas Comoras, la simple distribución del biblias u otros libros
religiosos cristianos se considera delito de proselitismo. Los extranjeros
acusados de proselitismo son deportados. Las personas que se convierten
también son sancionadas.
En Eritrea, el Estado sólo reconoce cuatro entidades religiosas: la Iglesia
copto-ortodoxa de Eritrea, la Iglesia evangélica luterana de Eritrea, la
Iglesia católica y el islam. El Gobierno sigue persiguiendo, arrestando y
deteniendo, sin presentar cargos y sin juicios, a los miembros de grupos
religiosos que no están oficialmente reconocidos. Se calcula que actualmente
hay unos 2.200 presos de conciencia por motivos religiosos.
Etiopía, aunque goza de una legislación ejemplar en lo que a libertad
religiosa se refiere, desgraciadamente presenta episodios de intolerancia
social.
Mauritania es una república islámica y su constitución define el islam como
la única religión del Estado y de los ciudadanos. Está prohibida la
publicación y distribución de material no islámico, por ejemplo biblias.
En la República de Nigeria continúan los conflictos surgidos del hecho de
que doce de los treinta y seis estados de la federación nigeriana han
empezado a aplicar la sharía no sólo en el ámbito de la ley de familia sino
también en el de la ley penal. Esto supone la introducción de penas como la
flagelación, las amputaciones y la muerte por lapidación. Para aplicar la
sharía en la vida cotidiana, al menos cuatro han creado la hisba, cuerpo de
policía religiosa acusado en ocasiones de abuso de poder. Los actos de
intolerancia y discriminación religiosa más generalizados son los
denunciados por las distintas comunidades religiosas presentes en los
estados nigerianos más islamizados (que casi siempre coinciden con los doce
estados que han introducido la sharía en su legislación). Entre estos hechos
se cuentan: falsas acusaciones de blasfemia contra el islam que han obligado
a estudiantes y profesores cristianos a abandonar las escuelas en las que
estudiaban o enseñaban; falta de autorización para construir lugares de
culto o cementerios cristianos y demolición de iglesias que se consideran
ilegalmente construidas; secuestros y conversiones forzadas de adolescentes,
especialmente chicas, que suelen terminar en matrimonios con musulmanes;
discriminación contra los cristianos en el acceso al empleo público y en la
concesión de servicios públicos; intimidación y amenazas de muerte contra
musulmanes que se convierten al cristianismo; manipulación de los criterios
de admisión de estudiantes en las escuelas y universidades estatales con el
objetivo de admitir únicamente a musulmanes.
En Somalia ya no queda en todo el territorio un lugar de culto cristiano
abierto al público. El Parlamento aprobó una serie de leyes dirigidas a la
aplicación de la sharía en todo el país. Practicar religiones distintas del
islam provoca reacciones intolerantes en cualquier lugar, y se impiden las
conversiones mediante la marginación social y el ostracismo. A lo largo del
año 2008 fueron asesinados seis musulmanes que se habían convertido al
cristianismo, y a otros veintiuno los mataron en 2009.
Sudán presenta dos situaciones y legislaciones completamente distintas en el
norte y el sur del país. En las dieciséis provincias del norte se aplica
estrictamente la ley islámica sobre todos los residentes, sin tener en
cuenta a las minorías no musulmanas. En cambio, en el sur, la legislación
garantiza la laicidad del Estado y permite la libertad religiosa a todos los
grupos presentes en el territorio.
Asia
Asia central y meridional
El Gobierno de Afganistán no parece capaz de poner en práctica políticas
básicas para que se respeten los principios fundamentales que garantizan la
libertad religiosa. El peso de la tradición, las imposiciones de las
facciones radicales islamistas fundamentalistas y la guerra que se
desarrolla en numerosas provincias, han dado lugar a una situación muy
difícil, no sólo para la libertad religiosa, sino también al respeto por los
derechos humanos básicos.
En Bangladesh, el islam es la religión del Estado. A pesar de la libertad de
culto oficialmente garantizada, se denunciaron numerosos casos de
persecución y discriminación basadas en la filiación religiosa y en contra
de las minorías étnicas.
La república islámica de Pakistán se declara oficialmente como país laico.
La Constitución aprobada tras la separación de la India y diferente leyes
del Gobierno central confirman el principio de igualdad ante la ley "sin
distinción de raza o credo". Los informes demuestran que, en realidad, es
pura fachada. De hecho, la ley contra la blasfemia ha provocado víctimas no
solo entre los no musulmanes y la minoría ahmadí, aunque sí
fundamentalmente, y ante una total indiferencia por parte del Gobierno.
Entre 1986 y 2010 al menos 993 personas han sido acusadas de haber profanado
el Corán o difamado al profeta Mahoma. De ellas, 479 eran musulmanes, 120
cristianos, 340 ahmadíes, 14 hindúes y 10 miembros de otras religiones. Esta
ley es, fundamentalmente, una excusa para llevar a cabo ataques, venganzas
personales o asesinatos extrajudiciales; 33 de estos episodios fueron
perpetrados por individuos o multitudes enfurecidas.
La India sigue siendo testigo de un fuerte recrudecimiento de la violencia
de inspiración religiosa y étnica. Mientras el Gobierno de Nueva Delhi
estudia nuevos medios legales y políticos para detener este fenómeno,
manifestando un auténtico compromiso, las víctimas de la violencia se quejan
de la ausencia de instituciones y de la inseguridad permanente a nivel
local. El caso de Orissa es el más flagrante. En seis estados siguen
existiendo las leyes "anticonversión", consecuencia de la política hindú
ultranacionalista. Se han denunciado reconversiones forzadas al hinduismo,
ataques físicos y asesinatos de miembros de comunidades no hindúes.
En las Islas Maldivas el islam es definido por la Constitución como religión
de Estado y prohíbe a los ciudadanos practicar cualquier otra religión. No
se permite a los extranjeros hacer ninguna manifestación de su fe religiosa
en público si no es la musulmana. La conversión a cualquier religión que no
sea el islam está estrictamente prohibida. Toda la legislación, incluyendo
la ley civil, está subordinada a la coránica. Es obligatorio enseñar
religión islámica en la escuela.
Asia Oriental
En China, la libertad religiosa se sigue conculcando. Las restricciones se
acentuaron durante los Juegos Olímpicos de 2008 y se mantuvieron durante
2009. A lo largo del año pasado se siguieron llevando a cabo arrestos y se
han eliminado comunidades no oficiales y clandestinas. Todas las religiones
presentes en la República Popular han denunciado numerosos episodios de
represión administrativa y arrestos. El comportamiento arbitrario de las
autoridades y el control absoluto sobre la vida social y cultural siguen
siendo la norma que impide que el país cuente con un desarrollo equilibrado
y humanamente sostenible. El año pasado se manifestó un indicio de apertura
cuando los obispos fueron ordenados con autorización legal.
República Democrática Popular de Corea es la que vive en condiciones más
inhumanas. No existe el menor atisbo de libertad religiosa y la información
sobre lo que ocurre en el país es muy escasa y difícil de conseguir. El
Estado se ha declarado oficialmente ateo y se reprime cualquier forma de
expresión religiosa, lo que conduce a arrestos y detenciones en campos de
concentración.
Vietnam, siendo como es un país comunista, ha llevado a cabo una
aproximación más práctica al asunto. Tiene que tener en cuenta la presencia
de una amplia y valiente comunidad católica que reacciona ante la
intimidación y que se apoya en una gran comunidad en el extranjero dispuesta
a protestar.
En 2009, Myanmar, antes Birmania, siguió siendo testigo de una represión
sistemática de la libertad religiosa y de los derechos humanos. Tras las
protestas realizadas por los monjes budistas en 2007, la represión contra
los monasterios y los líderes religiosos ha continuado sin disminución.
En Camboya se reconoce el budismo como religión de Estado, igual que en
Tailandia, y ambos países han garantizado el pleno respeto a la libertad
religiosa de todos sus habitantes.
En el país musulmán más grande del mundo, Indonesia, se han denunciado casos
de violencia contra los cristianos y contra grupos musulmanes, como los
ahmadíes, considerados "herejes" por quienes practican el islam ortodoxo.
La religión de Estado de Brunei es el islam salafí y se aplican fuertes
restricciones al resto de las religiones. Está prohibido hacer proselitismo
de cualquier religión que no sea el islam, así como importar material
religioso no musulmán. Se censuran en la prensa los artículos y las imágenes
relacionadas con otras religiones.
Europa y Eurasia
Los países que pertenecen a la Europa occidental experimentan situaciones
similares derivadas de los problemas que ocasiona la inmigración islámica y,
en algunos casos, provocadas por la difusión de una mentalidad laicista que
se manifiesta en actitudes anticristianas, incluso en las propias
instituciones europeas.
En Bélgica se han llegado a realizar registros en la sede de la Conferencia
Episcopal belga y en la Catedral de Malinas, en el marco de las
investigaciones llevadas a cabo sobre delitos relacionados con la pedofilia.
En Francia, el laicismo agresivo de los últimos años parece estar
debilitándose, pero se han denunciado problemas relacionados con la
presencia de una amplia comunidad islámica.
En Alemania, existe una actitud de oposición cultural a los principios
expresados por las comunidades cristianas, en particular a los de la Iglesia
católica, sobre cuestiones como la familia, la moral sexual, la defensa de
la vida humana. Este fenómeno, denunciado fundamentalmente a través de la
prensa y de los medios de comunicación, provoca con frecuencia conductas
hostiles basadas en prejuicios contra el cristianismo y lleva a personas con
tendencia a las actitudes extremistas a adoptar posturas violentas contra
los símbolos y los edificios religiosos. La presencia de una amplia
comunidad musulmana con diferentes orígenes étnicos y religiosos también
causa problemas a la hora de regular las relaciones entre el Estado y los
musulmanes.
En Holanda y en el Reino Unido, el desarrollo de una sociedad multicultural,
multiétnica y pluriconfesional ha llevado a la existencia de contradicciones
en un modelo de convivencia que parece haberse aplicado fundamentalmente
para poner en desventaja a la mayoría cristiana y que está provocando
fuertes reacciones relacionadas con la identidad.
En los países europeos que hasta 1989 estuvieron sometidos al régimen
comunista, siguen observándose trabas legales y comportamientos propios de
una mentalidad hostil al fenómeno religioso en sí mismo. Por ejemplo, en
Serbia, aunque la Constitución establece la plena libertad religiosa, en la
práctica la ley la restringe, estableciendo discriminaciones entre las
distintas comunidades y negando a algunos grupos el estatuto legal.
En la República Eslovaca está pendiente una demanda ante el Tribunal
Constitucional referida a la constitucionalidad de la enmienda a la ley
sobre el registro de los grupos religiosos que incrementaba la cantidad de
requisitos necesarios para su obtención.
Por su parte, en Hungría el Gobierno trabaja activamente, de acuerdo con las
comunidades religiosas, para facilitar la restitución de las propiedades que
les fueron confiscadas durante el régimen comunista, garantizando que todos
los grupos religiosos disfruten de las mismas oportunidades para recuperar
el control sobre sus bienes. A finales de octubre de 2009, ya habían sido
devueltas 2.576 propiedades a sus propietarios y se habían pagado 342
millones de dólares en concepto de compensación.
En Rumanía, los grupos legalmente reconocidos todavía reciben un tratamiento
claramente distinto al que reciben los grupos no reconocidos. Los requisitos
para registrarse y obtener un estatuto legal siguen planteando problemas a
las comunidades más pequeñas. Una serie de organizaciones internacionales,
organizaciones no gubernamentales y grupos religiosos minoritarios han
criticado la ley sobre libertad religiosa actualmente en vigor, ya que
consideran que "institucionaliza" la discriminación. Sólo hay dieciocho
comunidades religiosas oficialmente reconocidas aunque ya no existe el
registro oficial. Perdura el problema de la recuperación de las propiedades
expropiaciones en 1948 por el régimen comunista que pertenecían a la Iglesia
ortodoxa griega y que posteriormente fueron concedidas a la Iglesia ortodoxa
romana, que ahora se niega a devolverlas. La Iglesia ortodoxa griega fue la
única que sufrió confiscaciones de este tipo en aquella época.
En Bulgaria, aunque la Constitución reconoce el derecho a la libertad
religiosa, las leyes sobre esta cuestión siguen siendo ambiguas y, por lo
tanto, permiten que las autoridades locales tomen con frecuencia decisiones
arbitrarias respecto a la situación de los grupos religiosos, especialmente
los que no están registrados.
Las difíciles relaciones entre las autoridades políticas de Bielorrusia y
los grupos religiosos del país están profundamente enraizadas en la historia
de este país en el que aún pervive el legado cultural soviético. Aunque la
Constitución reconoce el derecho a la libertad religiosa, la legislación
sobre el tema restringe de hecho, de forma significativa, su aplicación
concreta. El trabajo de los misioneros extranjeros se enfrenta a trabas
administrativas sobre todo a la hora de obtener permisos de residencia, y
las actividades de propaganda religiosa están sujetas a estrictos controles
y restricciones por parte de las fuerzas de seguridad. Es frecuente que se
niegue el derecho al culto a los presos políticos y a los detenidos por
cuestiones de conciencia.
Los enfrentamientos políticos de Ucrania aún no han conducido a la
introducción de cambios significativos en el ejercicio de la libertad
religiosa.
En Rusia se han producido avances significativos en las relaciones entre la
Iglesia ortodoxa y la católica. Las relaciones diplomáticas entre la Santa
Sede y la Federación rusa se han elevado al rango de embajada por parte de
Rusia y nunciatura por parte de la Santa Sede.
En Armenia un controvertido proyecto de ley sobre la libertad de conciencia
y de las organizaciones religiosas, aprobado en primera vuelta el 19 de
marzo de 2009 en el Parlamento armenio, ha provocado reacciones negativas
entre gran número de organizaciones internacionales. Las disposiciones que
aparecen en el proyecto de ley prevén restricciones a la libertad de
expresar públicamente la propia fe y estrictas sanciones, algunas de ellas
penales.
Azerbaiyán, suscitó gran preocupación el año pasado a causa del posible
deterioro de la libertad religiosa. Se han introducido en la legislación
nuevos elementos; han aumentado los obstáculos a los que hay que enfrentarse
en el proceso de registro; se manifiestan actitudes de desconfianza, que en
ocasiones llegan a ser violentas, por parte de los funcionarios y policías
locales contra los aceríes convertidos a religiones no tradicionales; se ha
incrementado la confiscación de material religioso; etc., hechos que dan
lugar a la preocupación.
Finalmente, en Turquía, la situación relacionada con los cristianos sigue
sin cambio desde 2008. Aunque el año dedicado a San Pablo (junio de 2008 a
junio de 2009) hizo pensar en que la situación estaba mejorando, el Informe
ha constatado un aumento de los actos de violencia. Los turcos aún no se
pueden convertir abiertamente al cristianismo, dada la discriminación contra
los conversos. La Comisión para la Libertad Religiosa de la Unión Europea
celebró una reunión en Venecia en marzo de 2010 y adoptó una resolución en
la que instaba a Turquía a reconocer legalmente a las minorías religiosas,
algo que actualmente no hacen, especialmente de la Iglesia latina, y para
que se oponga con firmeza a la discriminación de la que son objeto.