Novena a Nuestra Señora del Sagrado Corazón abogada de las causas difíciles y desesperadas
OREMOS UNIDOS
En nuestro 150 aniversario
Cuaderno quinto
Missionari del Sacro Cuore
Via Asmara 11, 00199 Rom
El sentido de la novena de 2004
Con ocasión del 150º aniversario de su fundación, los Misioneros del Sagrado Corazón se inspiran en los sentimientos y en la novena de su Fundador[1], el Padre Julio Chevalier. Llegado a la Parroquia de Issoudun en otoño de 1854, sabemos que con su primer compañero, el sacerdote Maugenest, Julio Chevalier decide comenzar una novena a Nuestra Señora para confiarle su proyecto misionero. Estamos en la víspera de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción.
Ciento cincuenta años después, fortalecidos por la enseñanza de su Fundador, los hijos del Padre Chevalier, dondequiera que estén en el mundo, desean unirse en la oración. Nuestro Fundador tenía un sentido agudo de la comunión en la oración. Así, el 25 de Marzo de 1874, bajo la inspiración del Padre Miniot, propone a los miembros de la fraternidad de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, el “Culto Perpetuo”; los asociados se unen a María para tributar al Corazón de Cristo sus honores, sobre todo de adoración, de alabanza, de imitación y de reparación[2].
La práctica del “Culto Perpetuo” en las comunidades MSC pretendía y pretende el mismo objetivo que sea alabado y honrado el Sagrado Corazón de Jesús[3].
En este espíritu, proponemos una novena aniversario. Deseamos que durante estos 9 días que preceden al aniversario de nuestra fundación, el 8 de Diciembre de 2004, exista una real comunión en la oración. Al comienzo de este tercer milenio, poniéndonos de nuevo bajo la protección de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, nos disponemos a recibir las gracias que el Señor sabrá concedernos para una renovación de nuestra vida apostólica.
En muchos lugares, nuestra Congregación se halla en plena expansión: una ocasión para dar gracias y una invitación a reafirmar nuestra vocación y nuestra misión.
En otros, en particular en el “primer mundo”, las Provincias viven horas delicadas a causa de la falta de vocaciones y del envejecimiento de los hermanos. Pero para los que se disponen a abrir su corazón a los dones del Espíritu Santo, la esperanza permanece viva.
Vivir juntos esta novena, va a permitirnos pedir a Dios, viviendo en plena comunión fraterna, los beneficios espirituales y materiales necesarios para realizar nuestra vocación y nuestra misión aquí y en todas partes en el mundo.
Algunas explicaciones me parecen útiles para comprender mejor el texto de esta novena. Varios hermanos han participado en su redacción. Sobre todo, el Padre André Mayor, de la Provincia Francia-Suiza que, en una amplia selección de textos del Padre Chevalier sobre el Culto Perpetuo, ha sabido hilvanar la trama de esta novena. Nos ha parecido difícil publicar la totalidad de su trabajo por razón de la dificultad de traducción de numerosos textos de nuestro Fundador, de un francés marcado de expresiones propias del siglo XIX.
Hemos elegido proponer cada día:
Un texto de la Escritura en relación con el tema del día.
Una evocación de ciertos pasajes de nuestro Libro de Vida (Constituciones MSC).
Un texto significativo del Padre Chevalier.
Una meditación sacada del “tesoro” de la Familia Chevalier,
Una plegaria que se compone de tres elementos:
-Una oración de intercesión para estar en comunión con toda nuestra Congregación a través del mundo.
-Una oración en relación con el tema del día.
-Una oración que puede recitarse cada día de la novena.
Cada comunidad puede utilizar, a su gusto, estos diversos elementos. Éstos permiten organizar una celebración de la Palabra ya sea en el seno de la comunidad MSC, ya sea en una celebración más abierta a la que sean invitados los amigos de la comunidad. La propuesta de este cuaderno no quiere quedar en un marco estereotipado sino llegar a una invitación a ser creativos. Nos ha parecido bien, para la eficacia de esta novena, proponer un marco relativamente preciso y utilizable directamente para que en los cuatro rincones del mundo, podamos realmente encontrarnos en este tiempo de oración.
El esquema clásico del culto perpetuo ocupa una semana; hemos tenido que añadir dos días que introducen esta novena. Estas dos jornadas nos invitan a contemplar con Nuestra Señora, al Corazón de Cristo. Según la promesa hecha durante la primera novena de 1854, llevamos hoy el título de Misioneros del Sagrado Corazón. Por esta razón, es normal rezar y contemplar el Corazón de Cristo.
El título de cada día comporta en sí mismo un subtítulo que, salvo en el primer día, viene del Padre Chevalier.
Ojalá pueda este librito ayudaros a vivir este tiempo de gracia a fin de que podamos hacer memoria, en el sentido bíblico y litúrgico del término, de la primera novena iniciada por nuestro Fundador y que ha dado en primer lugar nacimiento a nuestra Congregación y después a los que hoy llamamos la Familia Chevalier. Esta Familia reúne a los y a las que viven de la espiritualidad del Corazón y se saben animados por el carisma del Padre Chevalier: los Misioneros del Sagrado Corazón, las Hijas de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón y los Laicos asociados.
“Oraremos al Sagrado Corazón con todo el fervor de que seamos capaces. La oración consuela, la oración desarma, la oración lo consigue todo. A veces reviste la forma de súplica o de alabanza, a veces la de acción de gracias o de gratitud. Y este medio tan eficaz en sí mismo, se convierte, por así decirlo, en todopoderoso cuando nos unimos a los sentimientos del Corazón de Jesús e imitamos los ejemplos que nos ha dado, pues entonces Dios, viendo en nosotros la imagen de su Hijo, la reproducción de sus virtudes, se mostrará favorable a todos nuestros deseos”. (Texto propuesto para el día 8º).
Pueda el Señor renovarnos personal y comunitariamente en la gracia de su Amor que, para nosotros, se ha “mostrado” en el Corazón traspasado de Jesús en el Calvario. Hemos conocido y reconocido el Amor que Dios tiene por nosotros”.
Michael Curran, MSC
Superior General
Roma, 25 de Marzo de 2004
ORACIÓN PARA CADA DÍA DE LA NOVENA
Todos: Nuestra Señora del Sagrado Corazón,
hoy te suplicamos con la misma confianza
con que al principio te invocó
el Padre Julio Chevalier.
Solista: En esta novena aniversario,
nos ponemos bajo tu protección
para compartir la fe de nuestro Fundador,
la loca audacia de sus proyectos,
la pobreza de sus medios,
la valentía de sus compromisos,
la fidelidad de su oración,
el sentido de la misión universal,
su atención a los pequeños y pobres,
el ardor de su amor al Corazón de Jesús
ya que llevamos, como él te lo había prometido,
el nombre de Misioneros del Sagrado Corazón.
Todos: Nuestra Señora del Sagrado Corazón,
contigo y como Tú,
levantamos los ojos hacia tu Hijo,
contemplamos al Traspasado con el Corazón abierto.
Solista: En esta novena aniversario,
pedimos por tu intercesión
la gracia de cumplir plenamente
nuestra vocación y nuestra misión,
aquí y “en todas partes” en el mundo,
a fin de que el Amor sea amado,
y que el mundo sea así renovado.
Que el Señor nos consagre
en la verdad de su Amor,
que nos reúna en su Unidad,
que nos envíe a su Misión,
que nos dé parte en su Espíritu.
Todos: Nuestra Señora del Sagrado Corazón,
muéstrate siempre Madre nuestra,
a fin de que podamos, con tu ejemplo,
“hacer siempre lo que nos diga tu Hijo”. AMÉN
Día primero
(martes, 30 de noviembre de 2004)
Contemplación del Corazón traspasado de Jesús
(Admirables son, Señor, tu Amor y tu Corazón)
Palabra de Dios (Juan 19, 31-37)
Los judíos, como era el día de la Preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado – porque aquel sábado era muy solemne - le rogaron a Pilatos que les quebraran las piernas y los retiraran. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con Él. Pero al llegar a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua. El que lo vio lo atestigua y su testimonio es válido, y él sabe que dice la verdad, para que también vosotros creáis. Y todo esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: No le quebrarán ningún hueso. Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron.
Constituciones MSC: Nº 9
“Cuando entregó su vida, cuando fue abierto su costado, nos dio su Espíritu que derrama el amor en nuestros corazones y nos da la voluntad de servir. Mirando a Aquel que fue traspasado, descubrimos el Corazón nuevo que Dios nos ha dado, fuente inagotable de vida.”
P. Chevalier (Págs. 88 y 84):
“¿ No es en el Corazón de Jesús donde se encuentran el amor de Dios que desciende hacia la creación y el amor de la creación entera que remonta hacia Dios?”
“El Corazón traspasado es la última palabra de Dios. En Jesús revierte todo: Yo soy el primero y el último, dice él, y en Jesús todo reviene a su Corazón.”
Meditación:
“Cuando entregó su vida por sus amigos, cuando su costado fue abierto, Cristo nos dio su Espíritu. Este Espíritu siembra en nuestros corazones el amor y la voluntad de convertirnos en servidores nosotros también. Cuando contemplamos a Aquel que fue alanceado en la cruz, descubrimos el Corazón nuevo que Dios nos ha dado y nos entra el deseo de mostrarlo a todos los hombres. Descubrimos el amor de un Dios hecho hombre para los demás, y creemos en él. Nos proponemos anunciar este amor y la vida nueva que posibilita a la humanidad”.
“Animado por este amor, inspirado por esta misma voluntad de servicio, queriendo responder a las necesidades de su tiempo, el P. Chevalier fundó, en el siglo XIX, nuestra Comunidad Apostólica de Misioneros del Sagrado Corazón. El P. Chevalier veía en el Corazón de Cristo el símbolo del amor que empujó a Éste no a mantenerse celosamente en su categoría divina, sino a hacerse hombre para salvarnos. En la contemplación del Corazón de Cristo, en la participación de sus sentimientos, veía el P. Chevalier el origen de nuestra consagración al Señor y de nuestro compromiso de servir a la Iglesia y a los hombres en el mundo entero. Esto era para él la devoción al Sagrado Corazón, y éste el remedio para los males de la sociedad de su tiempo. Nosotros continuamos haciendo vida nuestra lo mismo (por otra parte, tan enraizado en la Sagrada Escritura y en la tradición) de la manera más actualizada posible”.
(Documentos de renovación. Capítulos Generales 1969 y 1975. n. 3 y 4)
OREMOS UNIDOS:
Oración de intercesión...
Animador: Oremos hoy en comunión con los MSC del mundo entero que entran como nosotros en este tiempo de oración, la novena del Jubileo de nuestros 150 años.
Solista: Siguiendo al Padre Julio Chevalier, nuestro Fundador, contemplamos el Corazón traspasado de Jesús...
Lector: SEÑOR JESÚS, tu Corazón traspasado es una puerta abierta a toda la humanidad,
Respuesta: Danos el saber abrir, nosotros también, nuestros corazones, para amar contigo como Tú amas.
L/: SEÑOR JESÚS, en tu Corazón la misericordia, la compasión., el coraje y la fuerza,
R/: Danos el saber hacer nuestros los sentimientos de tu Corazón, para que en nosotros se reconozca al Viviente que nos hace vivir.
L/: SEÑOR JESÚS, en tu Corazón reside la plenitud del amor de Dios por el mundo,
R/: Danos la gracia de vivir esta novena en comunión con todas las comunidades MSC a través del mundo, para que tu amor sea conocido y amado en todas partes.
L/: SEÑOR JESÚS, en tu Corazón está el amor de Dios a la creación y el amor de la creación que asciende al Padre,
R/ Danos la gracia de ser los testigos de este amor con que llenas nuestras vidas, aquí y en todas partes en el mundo.
L/: SEÑOR JESÚS...
(intenciones libres con el mismo esquema)
Otra plegaria posible...
¡Admirables son, Señor,
tu Amor y tu Corazón! ¡Bendito seas!
¡Hiciste para nosotros maravillas! ¡Bendito seas!
¡Nos has elegido para servir! ¡Bendito seas!
¡De tu Corazón brota el agua viva! ¡Bendito seas!
Para consagrarnos en la verdad, ¡Danos tu Espíritu!
Para reunirnos en tu unidad ¡Danos tu Espíritu!
Para enviarnos como Tú lo fuiste, ¡Danos tu Espíritu!
Para abrasar nuestros corazones
en tu caridad ¡Danos tu Espíritu!
Con tu Madre al pie de la Cruz Te rogamos...
Contemplando tu Corazón abierto Te rogamos...
Por los que ceden bajo el peso Te rogamos...
Por tu Iglesia en la misión Te rogamos...
¡Jesús, ternura de Dios! ¡Ven a vivir en nosotros!
¡Jesús, misterio de amor! ¡Ven a vivir en nosotros!
¡Jesús, fuente de vida! ¡Ven a vivir en nosotros!
¡Jesús, en el centro de
nuestros corazones ¡Ven a vivir en nosotros!
o bien para el final.
¡Jesús, ternura de Dios! ¡Jesús, misterio de amor!
¡Jesús, fuente de vida! ¡Jesús, en el centro de
nuestros corazones!
Segundo día
(miércoles, 1 de diciembre de 2004)
“Era necesaria esta herida para que nos fuera verdaderamente “mostrado” el Corazón traspasado de Jesús”.
Palabra de Dios (Ezequiel 36, 25-28)
Os rociaré con un agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar. Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Os infundiré mi espíritu y haré que caminéis según mis preceptos y que cumpláis mis mandatos poniéndolos por obra. Habitaréis en la tierra que yo di a vuestros padres; vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios.
Constituciones MSC: Nº 3
“El P. Julio Chevalier estaba profundamente conmovido por los males que afligían a la gente de su tiempo. Al contemplar el Corazón de Cristo, en quien se revela el amor compasivo del Padre, descubrió en él el remedio para los males del mundo. Impulsado por ese amor y guiado por el Espíritu Santo, fundó en la Iglesia la Congregación de Misioneros del Sagrado Corazón.”
P. Chevalier (pág. 119)
“En este Corazón adorable, traspasado por la lanza, de donde la vida se había ya escapado, se nos representa otra vida. Nada menos que la vida de los hijos de Dios y herederos del cielo. El Verbo, salido del Padre, hace surgir el mundo de la nada, y del Corazón del Verbo encarnado, horadado en el Calvario, veo surgir un mundo nuevo, el mundo de los elegidos.
Y esta creación, llena de grandeza y de fecundidad, inspirada en el amor y la misericordia, es la Iglesia, el Cuerpo Místico de Cristo, que la perpetuará sobre la tierra, hasta la consumación de los siglos, y vivirá de su vida divina durante toda la eternidad.”
Meditación
“El Corazón traspasado de Jesús es la postrer palabra de Dios”
En efecto, todo está dicho. El Padre no tiene nada más que añadir; este Corazón es el todo de Jesús: “Es el hogar de su calor, el centro y el rey de su organismo, el principio de su existencia física ”. Después de la lanzada del soldado, ”de este Corazón, como de un lecho nupcial, ha surgido la Iglesia; de él reciben su fuerza y su eficacia todos los sacramentos”.
Era necesaria esta herida... grabada en letras de fuego y de sangre, como “una última palabra de Dios”... para que se nos mostrara claramente todo lo que el amor de Dios quería “darnos para ver y amar”.
Era necesaria esta herida como una “puerta siempre abierta para que Dios saliera incesantemente de sí mismo y descendiera a sus criaturas, para que incesantemente las criaturas ascendieran hacia Él”.
Era necesaria esta herida abierta en su costado, como cuando se hace un injerto, para meternos en el Corazón mismo de Dios; por ella brota a raudales la vida divina de su adorable Corazón: “Unámonos pues a Jesús como el sarmiento a la cepa de la viña, y viviremos por los siglos de los siglos”.
Era necesaria esta herida, como una fuente, “contenida desde hace tantos siglos, que vuelve a brotar con más abundancia, disipa la sequía abrasadora y devuelve la fertilidad. Entonces, en torrentes, se liberan de este Corazón raudales de gracia y de luz que inundan todo el universo, lo arrancan de su sudario, le hacen salir de la tumba... y lo devuelven a la vida”. Era necesaria esta herida en el Corazón de Dios, como la firma del gran pergamino de su amor: P. Chevalier, ahora tú lees en ella, con el corazón en la mano, la deslumbrante revelación por fin cumplida del Corazón de Dios.
(P. André Mayor, MSC, Orar 15 días con el P. Julio Chevalier, pp. 81-82. En cursiva, las palabras del P. Chevalier).
OREMOS UNIDOS
Oración de intercesión...
Animador: Hoy oramos en comunión con Papua-Nueva Guinea (nuestro primer campo de misión), con Australia y con la Unión del Pacífico.
Solista: Como el Padre Julio Chevalier, nosotros descubrimos en la herida del costado de Jesús el brotar de una nueva vida, el mundo nuevo.
Lector: SEÑOR JESÚS, la herida de tu costado se ha convertido para nosotros en fuente de todas las bendiciones.
R/- En el corazón de nuestras propias heridas enséñanos a descubrir tu amor salvador.
L/: SEÑOR JESÚS, el mundo nuevo brota de tu costado abierto en el Calvario.
R/: en el corazón de este mundo en perpetua mutación enséñanos a discernir el brotar del mundo nuevo.
L/: SEÑOR JESÚS, Tú hacer surgir de la nada a los que estaban en la noche.
R/: Que con los pueblos y con nuestros hermanos de Papuasia-Nueva Guinea, aprendamos a acoger el Evangelio como la semilla de la vida.
L/: SEÑOR JESÚS, de la herida de tu Corazón se escapan oleadas de gracia y de luz.
R/: Con nuestros hermanos y con los pueblos de Australia, de Oceanía, haznos irradiar tu luz.
L/: SEÑOR JESÚS...
(intenciones libres con el mismo esquema).
Otra plegaria posible...
En el momento en que Jesús da su vida,
en el momento en que el soldado le traspasa el corazón,
en el momento del acto último, comprobación de su muerte, en ese momento, brotan la sangre y el agua,
signos de la Iglesia que nace,
signos de la gracia, de la vida.
En ese momento supremo, María, tú estás allí.
Jesús te ha querido cerca de su Cruz:
quiere que estés allí cuando da su vida por nosotros.
Tú eres la primera de los salvados, Madre nuestra.
Y Jesús nos dice a cada uno: “He ahí a tu Madre”
Porque tú has estado “hasta el final” con Jesús,
hasta la lanzada,
Nuestra Señora del Sagrado Corazón, Nuestra Señora del Corazón abierto,
eres la Madre de todos los que renacerán a la vida de Dios.
Como lo hizo Juan en aquel momento, te acogemos entre nosotros. Y puesto que tú eres nuestra Madre,
que el “entre nosotros” se convierta en “junto a ti”. Amén
Tercer día
(jueves, 2 de diciembre de 2004)
Adoración:
“Tu vida, Jesús, es un culto permanente, continuo.
Todo en ti es adoración, y adoración de valor absoluto”
Palabra de Dios: (Juan 4, 21-24)
Jesús le dice: `Créeme, mujer, que llega la hora en que, ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán Al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean lo que le adoren. Dios es espíritu y los que adoran deben adorar en espíritu y verdad.”
Constituciones MSC: Nº 34
“Por la profesión de los consejos evangélicos proclamamos que la fuerza impulsora de nuestras vidas, como Misioneros del Sagrado Corazón, es nuestra fe en el amor que Dios nos ha manifestado en el Corazón de Cristo. Nuestra profesión religiosa expresa, sobre todo, nuestro deseo de buscar a Dios y de responder a su amor porque Él nos amó primero.”
Chevalier: (Págs.77-78;33-34)
“La vida de Jesús es un culto permanente, continuo; todo en Jesús es adoración, y una adoración de valor infinito. En una palabra, Dios en Jesús es adorado por Dios. Pero Jesús no es solamente un Dios adorador, es también un Dios manifestado, y qué gloria encierra esta manifestación de sí mismo en Jesús.”
“La bondad misericordiosa vino del cielo para visitarnos. El recuerdo de este divino Corazón es una fuente de consuelo y alegría. ¡Qué bueno y qué dulce es hacer morada en este Corazón! En el Corazón de Jesús he encontrado el corazón de un rey, de un hermano, de un tierno amigo. ¿Cómo puede ser que no lo adore?”
Meditación
“Si Cristo tiene que vivir con nosotros, tenemos que morir a nosotros mismos. En esto, Cristo es de nuevo nuestro modelo, anonadándose en la encarnación, al sacrificarse en la cruz y en la Eucaristía.
Centrada en Cristo, el Sumo Sacerdote y Mediador, esta espiritualidad de la escuela francesa tiene por necesidad que considerar el doble aspecto del sacerdocio: Cristo dando suprema gloria y adoración a Dios y Cristo dando la vida y la salvación a los hombres.
Su método específico de orar era también cristocéntrico, resumiéndose en estas tres actitudes: Cristo ante nuestros ojos, meditación reflexiva, adoración; Cristo en nuestros corazones, respuesta afectiva, comunión; Cristo en nuestras manos, unión con Cristo en la acción.
La eficacia de este método de oración, es que podemos estar unidos con Cristo en su adoración al Padre y en su obra por la salvación de los hombres.
Durante toda su vida, Julio Chevalier amó esos textos de la carta a los Hebreos (12,3 y 3,1) que nos invitan a poner nuestros ojos en Cristo apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe.”
(“Julio Chevalier, un hombre con una misión”. E. Cuskelly. p.119-120)
OREMOS UNIDOS
Oración de intercesión...
Animador: Hoy oramos en comunión con los países de Europa del Oeste: las Provincias antiguas de nuestra Congregación.
Solista: Como el Padre Julio CHEVALIER y sus primeros compañeros, queremos nosotros también adorar a Dios en espíritu y en verdad, aquí y en todas partes en el mundo.
Lector: SEÑOR JESÚS, “perfecto adorador del Padre”.
R/: Enséñanos a saber adorar en espíritu y en verdad para que ahonde en nosotros el deseo de tu presencia.
L/: SEÑOR JESÚS, Tú nos invitas a rogar a Dios llamándole “Padre Nuestro”,
R/: Enséñanos a vivir, como Tú, como hijos e hijas bienamados del Padre y como hermanos universales.
L/: SEÑOR JESÚS, tu vida es un culto permanente, continuo. Todo en Ti es adoración,
R/: Enséñanos a despertar en nosotros el sentido del don total y de la gratuidad, que sepamos reconocer que todo viene de Ti.
L/: SEÑOR JESÚS, Tú nos mantienes atentos y vigilantes, centinelas de la fe,
R/: Con los pueblos y con los hermanos que viven en Europa, enséñanos a saber conservar en el corazón la audacia de la fe y el tesoro de la esperanza.
L/: SEÑOR JESÚS...
(Intenciones libres con el mismo esquema).
Otra plegaria posible...
Aquí estamos, Señor, ante Ti,
disponibles como María el día de la Anunciación:
¡Enséñanos a decir SÍ a tu amor!
Aquí estamos, Señor, ente Ti:
Siervos como María en la Visitación:
Enséñanos a servirte en nuestros hermanos.
Aquí estamos, Señor, ante Ti,
maravillados como María el día de la Natividad:
Enséñanos a acogerte en nuestras vidas.
Aquí estamos, Señor, ante Ti,
con las manos abiertas como María para la Presentación:
Enséñanos a ver las necesidades de nuestros hermanos.
Aquí estamos, Señor, ante Ti,
de pie como María al pie de la Cruz:
Enséñanos a crecer en la fe, la esperanza y el amor.
Aquí estamos, Señor, ante Ti,
para pedir la venida del Espíritu
como María y los Apóstoles en el tiempo de Pentecostés:
Enséñanos a desear el don del Espíritu y a hacer Iglesia.
Cuarto día
(viernes 3 de diciembre de 2004)
Reparación
“Ninguna otra devoción es más apropiada para la sociedad moderna que la reparación al Corazón de Jesús.”
Palabra de Dios: (Colosenses 1, 24-26)
Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, a favor de su Cuerpo, que es la Iglesia, de la cual he llegado a ser ministro, conforme a la misión que Dios me concedió en orden a vosotros para dar cumplimiento a la Palabra de Dios, al Misterio escondido desde siglos y generaciones, y manifestado ahora a sus santos.
Constituciones MSC: Nº 24
“En un esfuerzo constante por participar de los sentimientos del Corazón de Cristo, estaremos atentos a todas las necesidades y aspiraciones humanas, tales como: la necesidad de que se les respete como personas, la necesidad de amor y de paz, de libertad, justicia y verdad, y la búsqueda del sentido de la vida. Nos haremos todo a todos, respetando las diferentes culturas y estando dispuestos a emprender cualquier servicio apostólico que pueda necesitar la gente.”
Chevalier (págs. 183; 184):
“La reparación contiene muchos actos, He aquí algunos: el conocimiento, la adoración, el amor, la satisfacción, la oración y la súplica, la alabanza, la acción de gracias, la imitación, la unión con Jesucristo, el celo por su gloria y la salvación de las almas y la mortificación.”
“Al conocimiento del Corazón de Jesús debemos añadir la adoración. Estudiando este divino Corazón, sabremos quién es el Sagrado Corazón de Jesús y entonces nos postraremos ante él, en el aniquilamiento y la humillación. Si el conocimiento del Sagrado Corazón engendra la adoración, también él hace brotar el amor. Debemos amarle por la ternura sin límites que nos profesa, por los innumerables beneficios que nos ha dispensado, por tantos favores que no cesa de prodigarnos, cada día, a pesar de nuestros pecados. Por ello nuestro amor hacia él ha de ser generoso, activo y perseverante.”
Meditación (Para comprender la reparación de un modo nuevo)
Julio Chevalier era muy consciente de los “males de su tiempo”, y deseaba encarecidamente devolver su legítima dignidad, la verdad de su valor y de su mérito personales a los que estaban heridos por estos “males”. Aspiraba a “reparar” esta “imagen de Dios” allí donde había sido desfigurada, mutilada, profanada. Sus deseos parecen muy conformes con lo que declara la última Exhortación Apostólica sobre la vida consagrada: “La búsqueda de la belleza divina lleva a las personas consagradas a preocuparse de la imagen divina, que está deformada en el rostro de sus hermanos y de sus hermanas, rostros desfigurados por el hambre, rostros decepcionados de las promesas políticas, rostros humillados de quien ve despreciar su cultura, rostros espantados por la violencia cotidiana y ciega, rostros atormentados de jóvenes, rostros de mujeres heridas y humilladas, rostros agotados de emigrantes que no han sido bien acogidos, rostros de personas mayores desprovistas de condiciones mínimas para llevar una vida normal” (nº 75). Detrás de estas realidades se ocultan severas injusticias que hay que desvelar para recrear. Creo que despreciamos muy fácilmente un aspecto de la reparación de la que Julio Chevalier tenía conciencia de vivir. Tenía una conciencia crítica de lo que estaba bien y mal en su propia vida y en sus actitudes, en la sociedad de su tiempo y en situaciones específicas. Imaginaba un mundo que sería muy diferente: “Veo surgir un mundo nuevo...” Estaba convencido de que el mundo que él conocía no era el mejor, ni el querido por Dios, sino un mundo seriamente dislocado y desnaturalizado, que tenía necesidad de ser restaurado y que por lo tanto podría ser infinitamente mejor y más feliz que el que se conocía. Creo que vivir la reparación hoy, es una invitación a imaginar el mundo, con nuestra participación, como muy diferente del mundo actual. Vivir la reparación supone afligirse por lo que ya ha sido perdido y por las posibilidades que no han sido realizadas concretamente. Vivir la reparación, es sentir en su corazón la enorme tensión contenida en esta verdad paradójica: ”La redención está completa pero aún no acabada”.
Creo que la cualidad de nuestra reparación estaría considerablemente enriquecida si constantemente hiciéramos el esfuerzo de examinar las raíces de los males de nuestro tiempo, no sólo desde los puntos de vista económico, ecológico y político, sino también teológico. Pienso que esto nos haría capaces de obrar con más creatividad, eficacia y conocimiento de las angustias y necesidades urgentes del mundo de hoy.
(Hna. Gérardine DOHERTY, FDNSC. Cor Novum).
OREMOS UNIDOS
Oración de intercesión...
Animador: Hoy oramos en comunión con los países de América Latina donde los MSC trabajan desde hace tantos años. Han derramado su sangre por el martirio varios de entre ellos.
Solista: Al modo del P. Julio CHEVALIER, nosotros queremos tomar el camino espiritual de la reparación para restaurar la imagen de Dios en los rostros desfigurados de nuestros hermanos y de nuestras hermanas.
Lector: SEÑOR JESÚS, Tú eres nuestra paz y nuestra reconciliación
R/: Danos la gracia de saber construir un mundo más justo y más fraternal.
L/: SEÑOR JESÚS, Tú te muestras cercano de los corazones heridos y afligidos
R/: Danos el saber imitarte con entusiasmo al lado de los que están abatidos y desanimados.
L/: SEÑOR JESÚS, Tú aceptas la humillación para redimirnos y salvarnos,
R/: Haz que descubramos tu rostro en el de todos los heridos de la vida, que sepamos amarlos como Tú los amas.
L/: SEÑOR JESÚS, tu amor compasivo no tiene límites, ni barreras
R/: Con los pueblos y con nuestras hermanos de América Latina, danos la gracia de ser solidarios con los que viven en condiciones de vida difíciles.
L/: SEÑOR JESÚS...
(Intenciones libres con este esquema).
Otra plegaria posible...
Señor Jesús, dado por el Padre,
de tu Corazón herido surge un mundo nuevo,
re-creación de amor y de misericordia
en el Espíritu Santo y en el poder de la Resurrección.
Este mundo nuevo, Señor Jesús,
hazlo presente en nuestro tiempo mediante la Iglesia, tu Cuerpo:
Conságranos en tu ofrenda;
renuévanos en tu amor;
considéranos como servidores en medio de nuestros hermanos;
acaba en nosotros lo que falta a tu pasión
para que alcance a todos los hombres;
haz brotar en el desierto de nuestros corazones tu vida, tu amor, tu ternura...
Y nuestros hermanos podrán beber la alegría,
la vida en abundancia, en las fuentes de tu Corazón.
Hasta el día en que todos seamos
-cielos nuevos, tierra nueva-
marcados por el sello de tu Espíritu,
para la gloria del Padre y el triunfo del Cordero. Amén.
Quinto día
(sábado, 4 de diciembre de 2004)
Amor:
“Yo te amo con amor eterno”, me dice Dios.
Es a mí, a mí particularmente, a quien Dios dice esto.
Palabra de Dios: (Juan 3, 14-17)
“Como Moisés levantó la serpiente en el desierto así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea tenga por él la vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.”
Constituciones MSC: Nº 10 y 12
“Como Misioneros del Sagrado Corazón, vivimos nuestra fe en el amor del Padre manifestado en el Corazón de Cristo. Queremos ser como Jesús que ama con un corazón humano; queremos amar por Él y con Él y proclamar su amor al mundo.”
“Siguiendo el ejemplo de Jesús, nos esforzaremos por llevar a los demás a Dios con bondad y dulzura, para unirlos a Él mediante el amor y librarlos del temor. Confiando en la gracia de Dios, estaremos dispuestos a dar, si es preciso, nuestra vida por ellos.”
Chevalier (Pág. 66)
“Cada criatura, Dios mío, es una “palabra de amor” que Tú nos dices: Ojalá pudiéramos comprender siempre lo que, por medio de ella, quieres revelarnos de tu corazón. El menor átomo, la más frágil flor, nuestro corazón de hombre que Tú modelaste a imagen del Corazón de tu propio y único Hijo, nos muestran tu amor. Todo habla de Ti hasta el día en que, en lo más alto de la creación, Tú nos muestras por fin, en la Cruz, el Corazón de tu Hijo, traspasado menos por la lanza que por el amor: “Sol de soles, luz del mundo, luz viva, hogar de amor, fuente de vida, de gracia y de bendición”. Es tu última palabra. Después de esta palabra de amor, ya no puedes añadir otras. Digamos que Jesús es la manifestación suprema de tu infinita bondad de Padre. Imposible, incluso para Ti, darnos más”.
Meditación: Motivo de mi creació
¿Cuál es este motivo?... el amor de Dios por mí.
Yo te he amado con un amor eterno..., me dice Dios... Yo.... soy yo, yo en particular a quien Dios ha amado de este modo... yo ingrato... yo, pecador... Dios, grandeza por excelencia, Dios, belleza suprema, perfección sin límites, Dios me ha amado... Dios... yo... ¡Qué distancia... el infinito... la nada... la nada rebelada... y a esta nada, Dios la ha amado. Amado. Oh Dios Amor. Hacedme comprender la palabra: Amado, y con un amor eterno. Antes del comienzo del primer ser que comenzó... antes... y una eternidad antes... Dios me ha amado. Él solo existía, y ya me amaba; me ama desde que existe, es decir desde siempre; Él, que siempre ha existido, nunca ha existido sin amarme, y por amor, ha decretado mi creación desde toda la eternidad.
Amor totalmente gratuito... ¿qué debía el infinito a la nada, el ser a la nada?...
Amor de predilección... ¡A cuantos millones de seres me ha preferido Dios! Están y permanecerán en la nada... Yo no entiendo nada... No entraré jamás... ¿Por qué? – Yo te he amado, me dice Dios.
El hombre es creado (yo soy creado) para alabar, honrar y servir a Dios, Nuestro Señor.
Nuestro Señor... la obra es del que la hace... Dios me ha creado; soy de Él; de El mi inteligencia... mi memoria... mi corazón... etc. De Él mi cuerpo... de Él todos mis instantes... todos los bienes que me da o más bien me presta... su dominio, dominio absoluto, dominio supremo, dominio inalienable, dominio universal...
Oh Señor, bien amado Señor. Sed en verdad, el Señor de todo mi ser... sedlo de hecho como Vos lo sois de derecho.
(Texto del P. Chevalier aparecido en “Retraite de 8 jours selon la méthode de St. Ignace, Issoudun, Imprimerie Gaignault, 1904, page 17-18. Guardamos adrede la presentación propuesta por esta edición).
OREMOS UNIDOS: Oración de intercesión...
Animador: Hoy oramos en comunión con los países que forman la Unión de África Francófona, y con los otros países de África en los que trabajan los MSC.
Solista: Siguiendo las huellas del P. Julio CHEVALIER, hemos sido escogidos y llamados para ser, en este mundo, los Misioneros del Amor de Dios.
Lector: SEÑOR JESÚS, en tu Corazón Tú nos revelas el amor de Dios para con nosotros.
R/: Que seamos, durante toda nuestra vida, los testigos creativos y atrevidos de este amor a fin de que el mundo crea.
L/: SEÑOR JESÚS, en el mundo, todo es una palabra de amor que Dios nos da
R/: Que sepamos reconocer en nuestras vidas los dones que nos das cada día.
L/: SEÑOR JESÚS, tu Amor es el sol de nuestras frágiles existencias.
R/: Ya que nos has elegido y llamado para mostrar tu Amor a todos, haznos crecer en este Amor.
L/: SEÑOR JESÚS, en Ti, Dios se da totalmente y a cambio de nada,
R/: Con los pueblos y con nuestros hermanos, te pedimos tener corazones fraternos capaces de vivir según el espíritu de las Bienaventuranzas.
L/: SEÑOR JESÚS...
(intenciones libres con el mismo esquema).
Otra plegaria posible...
Juntos, de aquí y de todas partes,
Señor, Tú nos llamas,
Tú nos reúnes para colmarnos de tu Amor.
Tu Amor recibido del Padre,
Tu Amor, ofrecido a nosotros por el Espíritu Santo,
Tu Amor que nos hace hijos y hermanos.
Juntos, somos Iglesia,
Pueblo en marcha,
Pueblo en peregrinación,
Pueblo siempre en espera de comunión,
Pueblo de pecadores, en reconciliación permanente.
Juntos, con María, Nstra. Señora del Sagrado Corazón,
Tú nos quieres testigos de la esperanza
y Tú nos envías:” como misioneros” de tu Corazón
hoy, mañana y siempre.
Que así sea. Amén.
Sexto día
(domingo, 5 de diciembre de 2004)
Agradecimiento: “Jesús es la manifestación suprema y total de la bondad infinita.
Es, también, la eucaristía universal.”
Palabra de Dios: (Lucas, 17, 14b-19)
“Mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano. Tomó la palabra Jesús y dijo: `¿no quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero?´ Y le dijo: `levántate y vete; tu fe te ha salvado´.”
Constituciones MSC: Nº 6
“Con nuestro Fundador, contemplamos a Jesucristo, unido al Padre con lazos de amor y confianza. Jesús, lleno del Espíritu Santo, daba gracias al Padre por haberse revelado a los pequeños; porque era su Siervo, profundamente comprometido con los pobres y con los pecadores. En palabras del P. Chevalier: `era feliz en derramar la ternura de su corazón sobre los pequeños y sobre los pobres, sobre los que sufren y los pecadores, sobre todas las miserias de la humanidad. A la vista de cualquier desgracia su Corazón se movía a compasión´.”
Chevalier:
El alma prendada de una verdadera devoción al Sagrado Corazón ya no aspira más que a darse sin reserva a este divino CORAZÓN. Querría anonadarse para Él. Al contemplar sus incomprensibles misericordias y los inefables movimientos de su amor, es transportada por el más vivo reconocimiento. A la vista de la indiferencia, de las frialdades, de los ultrajes con que se pagan su amor y sus beneficios, querría inmolarse en respuesta. En una palabra, el Corazón de Jesús tiende a ser cada vez más el objeto preferido de sus pensamientos, el centro de sus afectos y su único tesoro (Mt. 6,21).Es para Él todo en todas las cosas (Col. 3, 11), y pronto se habrá como asimilado sus sentimientos (Phil 1, 21). ¡Qué fácil es comprender, que en un alma tal, el divino Corazón se encuentre amado, honrado, consolado a gusto de sus deseos!.
Meditación
“Hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él (I Jn 4, 16). Partiendo del pensamiento de Juan podemos establecer una espiritualidad MSC, en cuatro aspectos diferentes de la fe en el amor de Dios:
1.- Hemos creído en el amor que Dios nos tiene a cada uno de nosotros. Ésta es una viva experiencia de fe, que ha provocado la entrega de nuestros corazones a Cristo. De esto fluye una vida de entrega personal a Cristo y a su Reino.
2.- Hemos creído en el amor de Dios hacia los hombres; un amor que daría a sus vidas significado y finalidad, si lo aceptaran. Y ahí está la fuente de todo esfuerzo misionero y apostólico.
3.- Porque creemos en este amor de Dios hacia todos los hombres, que Dios quiere que se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, porque creemos que ese amor actuará por medio de aquellos que le consagren la vida, tenemos la confianza de que si trabajamos con determinación y perseverancia, Dios dará el incremento.
4.- Y si nosotros formamos un grupo, que se ha congregado porque todos sus miembros `han creído en su amor´, reinará entre nosotros una caridad fraternal.
Cuando decimos, que hemos aprendido a creer en el amor de Dios, manifestado en Cristo, expresamos la convicción de que este amor es capaz de dar sentido y finalidad a toda vida humana, que puede ser la respuesta a los profundos interrogantes del hombre y el descanso del inquieto corazón humano.”
(Julio Chevalier, un hombre con una misión, E. Cuskelly, p. 141-142)
OREMOS UNIDOS
Oración de intercesión...
Animador: Hoy oramos en comunión con los países de Asia, de la India, del Japón, de Indonesia, del Vietnam, de las Filipinas y de Corea.
Solista: Con el P. Julio CHEVALIER, en el reconocimiento y en la acción de la gracia, comprendemos que Dios, en el Corazón de su Hijo, nos ama con un corazón de hombre.
Lector: SEÑOR JESÚS, Tú das gracias para los pequeños que comprenden mejor que los prudentes y los sabios.
R/: Danos un corazón de niño capaz de maravillarse y de cantar las maravillas que Dios hace para nosotros.
L/: SEÑOR JESÚS, tu alegría es derramar la ternura de tu Corazón sobre los pequeños, los pobres y los pecadores.
R/: Danos el deseo de saber dar gracias reconociendo lo que Tú haces en el corazón de los que están afligidos y mal amados.
L/: SEÑOR JESÚS, Tú nos invitas a la oración y a la acción de gracias.
R/: Danos el saber orar como Tú y contigo para que el mundo descubra el amor con que es amado.
L/: SEÑOR JESÚS, tus maravillas brillan como el sol naciente que nos visita cada mañana.
R/: Con los pueblos y con nuestros hermanos de la India y de Asia danos el saber vivir, en todo momento, en el reconocimiento y en la acción de gracias.
L/: SEÑOR JESÚS...
(Intenciones libres con el mismo esquema).
Otra plegaria posible...
¡Admirable es, Señor, tu Amor!
¡Admirable tu Corazón!
Te alabamos,
te bendecimos,
te glorificamos,
te damos gracias, pues nos has elegido
para servir en tu presencia.
Humildemente te pedimos
que, teniendo parte en tu amor,
seamos consagrado(a)s por el Espíritu Santo
en un solo cuerpo de servicio y de alabanza,
donde palpite el amor de tu Corazón
para el Padre y para el mundo,
hoy, cada día, por siempre. Amén
Séptimo día
(lunes, 6 de diciembre de 2004)
Compasión: La misericordia acompaña siempre sus pasos
y la fortaleza no le abandona jamás.
Palabra de Dios: (Mt 9, 36; 11, 28-30)
Al ver a la muchedumbre, sintió compasión de ella, porque estaban maltrechos y abatidos, como ovejas que no tienen pastor.”
“Venid a mi todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.
Constituciones MSC: Nº 22
“Descubriremos el rostro de Cristo en los pobres, en los pequeños, y en todas las víctimas de la injusticia y de la violencia. Él nos pide que les llevemos su amor. Como respuesta a su llamada, manifestaremos nuestra compasión por ellos, trabajando con coraje para garantizarles sus derechos humanos y para cambiar los corazones de sus opresores”.
Chevalier (págs. 169 y 155)
“Por su encarnación, el Hijo de Dios se entregó al mundo. Apareció en medio de nosotros, con un Corazón lleno de compasión, de amor y de misericordia.”
“Dos atributos parecen dominar en Dios. La misericordia y la fortaleza. El Corazón de Jesús posee en un grado eminente esas dos virtudes; presiden todos los actos del Salvador. Inspiran todos sus movimientos, son como el carácter distintivo de su misión. Desde el pesebre hasta la cruz, la dulzura y la fortaleza aparecen en Él con un esplendor incomparable. La misericordia acompaña siempre sus pasos, y la fortaleza no le abandona jamás.”
Meditación
“El P. Chevalier proponía a sus misioneros el espíritu y el ejemplo del Buen Pastor lleno de compasión. Es más, se tiene la impresión de que el P. Chevalier ve bajo este aspecto a Cristo en todo el Evangelio: “era feliz en derramar la ternura de su corazón sobre los pequeños y sobre los pobres, sobre los que sufren y los pecadores, sobre todas las miserias de la humanidad. A la vista de cualquier desgracia su Corazón se movía a compasión”.
“El Fundador se refiere, implícita y explícitamente, al Cristo de la carta a los Hebreos, apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe. En esta carta, Cristo nos es presentado como el Sumo Sacerdote compasivo. Compasivo y fiel, Un aspecto del sentido de fidelidad en esta carta es que Cristo es fiel en su misericordia y compasión. Su compasión, su misericordia y su bondad no fallarán jamás y podremos, por tanto, presentarnos siempre ante su trono de gracia. Los Sumos Sacerdotes del pasado no tenían la reputación de ser particularmente sensibles a los sentimientos humanos... El autor de la carta a los Hebreos muestra la maravillosa sensibilidad de Cristo que `no era impotente para compadecerse de nuestras debilidades´ (Hbr. 4,15).”
(Un corazón nuevo y un espíritu nuevo, E. Cushelly, p. 66 y 67)
“Valor, fortaleza, constancia, éstas eran las virtudes que Chevalier consideraba como virtudes del Corazón de Cristo, porque expresan las verdaderas cualidades del amor. Él mismo tuvo esa valentía de acometer, por la causa de Cristo, empresas difíciles; era una valentía basada en `la creencia en su amor´.”
(Julio Chevalier, un hombre con una misión, E. Cuskelly, p. 142 y 143)
OREMOS UNIDOS
Oración de intercesión...
Animador: Hoy oramos en comunión con las nuevas comunidades implantadas en Europa central y en Rusia.
Solista: Como el P. Julio CHEVALIER, descubrimos en el Corazón de Cristo la compasión y la misericordia.
Lector: SEÑOR JESÚS, tu Corazón está lleno de dulzura y de humildad.
R/: Suscita en nosotros los sentimientos de tu Corazón para que vivamos plenamente unidos a Ti y a todos los bautizados.
L/: SEÑOR JESÚS, tu Corazón es compasivo para con los que sufren.
R/: Danos un corazón que sepa sufrir con los que sufren para que su dolor sea mitigado.
L/: SEÑOR JESÚS, tu Corazón desborda de misericordia por los pecadores.
R/: Líbranos de juzgar y de condenar: Que nuestro corazón se haga mendigo de tu Amor misericordiosos.
L/: SEÑOR JESÚS, en tu Corazón la dulzura y la fuerza que viene de Dios.
R/: Con los pueblos y con nuestros hermanos de Europa central y de Rusia, te pedimos tener la audacia de la fe y la pasión de la misericordia.
SEÑOR JESÚS...
(intenciones libres con el mismo esquema)
Otra plegaria posible...
Señor Jesucristo, en tu Corazón,
Tú nos revelas el inmenso amor del Padre.
Tú eres ternura y misericordia para con los pecadores.
Tú eres bondad para todos los que sufren.
Tú eres generosidad para todos los desprotegidos.
Tú eres la fuerza de los débiles.
Tú eres la luz de los ciegos.
Tú eres la libertad para los oprimidos.
Tú nos quieres a todos semejantes a Ti en tu amor para el Padre y para los hombres nuestros hermanos.
Por el don del Espíritu, haces nuestro corazón semejante al tuyo:
Haz que manifestemos, nosotros también, las maravillas del amor de Dios,
en comunión con tu misterio de muerte y de resurrección;
ayúdanos a unir nuestras propias alegrías y sufrimientos
a tus alegrías y a tus sufrimientos
.
Octavo día
(martes, 7 de diciembre de 2004)
Súplica
“Dios, viendo en nosotros la imagen de su Hijo, la reproducción de sus virtudes, se mostrará favorable a nuestros deseos.”
Palabra de Dios: (Juan 17, 9-15)
Por ellos te ruego, no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado. Porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío; y yo he sido glorificado en ellos. Yo no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros. Cuando estaba yo con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me habías dado. He velado por ellos y ninguno se ha perdido, salvo el hijo de perdición, para que se cumpliera la Escritura. Pero ahora voy a ti, y digo estas cosas en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría colmada. Yo les he dado tu Palabra, y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo. No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno.
Constituciones MSC; Nº 14
“Como Misioneros del Sagrado Corazón, debemos estar convencidos de la necesidad de una profunda vida interior, abierta al Espíritu Santo, para que podamos crecer en la fe y en el conocimiento del misterio revelado en el Corazón de Cristo, Esto nos dará la fuerza para mantenernos fieles a la misión y al espíritu de la Congregación.”
Chevalier (p.185)
“Oraremos con todo el fervor de que seamos capaces. La oración consuela, la oración desarma, la oración lo consigue todo. A veces reviste la forma de súplica o de alabanza, a veces la de la acción de gracias o de la gratitud. Y este medio tan eficaz en sí mismo, se convierte, por así decirlo, en todopoderoso cuando se une a los sentimientos del Corazón de Jesús y que uno imita los ejemplos que nos ha dado, pues entonces Dios, viendo en nosotros la imagen de su Hijo, la reproducción de sus virtudes, se mostrará favorable a nuestros deseos.”
Meditación
“La mayoría de las personas que se acercan a visitar un santuario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón o que se dirigen a Ella en sus oraciones, lo hacen para pedir algún favor. De hecho, la primera oración que se le dirigió, escrita por el P. Piperon en la estatua de Nuestra Señora, después de la conversación `bajo los cuatro tilos´, en 1859, y repetida después por tantos millones de personas, era `Nuestra Señora del Sagrado Corazón, ruega por nosotros´.
Cuando nos acercamos a nuestra Madre, le contamos nuestras cuitas, toda clase de preocupaciones, y le pedimos su ayuda. Cuando Jesús nos enseñó cómo rezar, incluyó la petición `danos hoy nuestro pan de cada día´. Deben incluirse nuestras necesidades materiales, ciertamente; pero Jesús nos enseñó a estar preocupados principalmente por lo más importante: `santificado sea tu nombre´, `venga a nosotros tu Reino´. Los valores espirituales, lo primero.
Nuestra Señora se preocupó de los apuros de la pareja de Caná, que ya no tenían vino; pero el regalo del vino era el signo de un regalo mucho más importante, el del Espíritu Santo, por cuya venida pidió en el Cenáculo. Jesús predicó el Reino del Padre; vino para que tuviéramos vida en abundancia; vida como hijos de Dios, como hermanos. Al curar a los leprosos, nos significó la curación que Él traía; cuando dio la vista a los ciegos, quería decir que Él era la luz del mundo. Por eso, cuando rezamos a Nuestra Señora, deberíamos estar preocupados, primeramente, de la vida que Ella nos consiguió al dar a Cristo al mundo por su participación en la obra de la redención. Deberíamos rezar por el don del Espíritu que renueva nuestros corazones; deberíamos pedir para que nuestra fe y nuestro amor crezcan; que nos ayude a entrar por completo en la Nueva Alianza; que seamos fieles. También podemos pedir beneficios materiales y temporales, en tanto en cuanto estén en línea con el plan de Dios en nosotros. Nuestra Señora del Sagrado Corazón nos conduce a su Hijo; pero nuestros deseos y planes personales puede que no sean siempre conducentes a nuestro verdadero crecimiento. El Señor nos enseñó a pedir también: `no se haga mi voluntad sino la tuya´. Y Nuestra Señora participó en esa sumisión de Jesús. En la escuela de Nuestra Señora del Sagrado Corazón aprendemos a vivir, y también a rezar.”
(Nuestra Señora del Sagrado Corazón, J. G. Bovenmars,msc. p. 368-369).
OREMOS UNIDOS
Oración de intercesión...
Animador: Hoy oramos en comunión con los países de América del Norte: Canadá y Estados Unidos.
Solista: Nuestro Fundador, el P. Julio CHEVALIER, sabía suplicar a tiempo y a destiempo para pedir a Dios lo que necesitaba para su misión.
Lector: SEÑOR JESÚS, Tú suplicas al Padre en el momento de tu Pasión
R/: Haz crecer en nosotros el deseo de conformar nuestra vida a la voluntad de Dios, pidiéndole lo que realmente necesitamos.
L/: SEÑOR JESÚS, tu oración es comunión con el Padre en el Espíritu.
R/: Despierta en nosotros el deseo de la verdadera oración a fin de que estemos en comunión contigo y los unos con los otros.
L/: SEÑOR JESÚS, Tú pides para nosotros los bienes que nos son necesarios
R/: Suscita en nosotros los deseos fuertes, los deseos puros, para vivir plenamente la misión que se nos ha confiado.
L/: SEÑOR JESÚS, Tú quieres lo que Dios quiere para que llegue su Reinado.
R/: Con los pueblos y con los hermanos de Estados Unidos y de Canadá te suplicamos que pongas en nosotros el deseo de trabajar gratuitamente por tu Reino.
L/: SEÑOR JESÚS...
(Intenciones libres con el mismo esquema).
Otra plegaria posible...
Levanto mis ojos hacia tu CORAZÓN TRASPASADO, Señor Jesús.
TU CORAZÓN, donde el hombre y tu Padre se dan el beso de paz:
Bendito seas y ten piedad de nosotros, Señor.
Levanto mis ojos hacia tu CORAZÓN TRASPASADO, Señor Jesús.
TU CORAZÓN, puerta abierta al indecible amor trinitario:
Bendito seas y ten piedad de nosotros, Señor.
Levanto mis ojos hacia tu CORAZÓN TRASPASADO, Señor Jesús.
TU CORAZÓN, donde Tú nos remodelas a imagen de tu Padre:
Bendito seas y ten piedad de nosotros, Señor.
Levanto mis ojos hacia tu CORAZÓN TRASPASADO, Señor Jesús.
TU CORAZÓN, fuente de todos los sacramentos:
Bendito seas y ten piedad de nosotros, Señor.
Levanto mis ojos hacia tu CORAZÓN TRASPASADO, Señor Jesús.
TU CORAZÓN HERIDO en el que estamos todos injertados:
Bendito seas y ten piedad de nosotros, Señor.
Trinidad Santa presente en nosotros, te adoramos:
Padre, fuente de todos los dones.
Hijo, acogida y repartición perfectas.
Espíritu del Padre y del Hijo, Espíritu de comunión,
reúnenos en un solo cuerpo
del que Jesús será el Corazón.
Otra plegaria posible...
Levanto mis ojos hacia tu CORAZÓN TRASPASADO, Señor Jesús.
TU CORAZÓN, donde el hombre y tu Padre se dan el beso de paz:
Bendito seas y ten piedad de nosotros, Señor.
Levanto mis ojos hacia tu CORAZÓN TRASPASADO, Señor Jesús.
TU CORAZÓN, puerta abierta al indecible amor trinitario:
Bendito seas y ten piedad de nosotros, Señor.
Levanto mis ojos hacia tu CORAZÓN TRASPASADO, Señor Jesús.
TU CORAZÓN, donde Tú nos remodelas a imagen de tu Padre:
Bendito seas y ten piedad de nosotros, Señor.
Levanto mis ojos hacia tu CORAZÓN TRASPASADO, Señor Jesús.
TU CORAZÓN, fuente de todos los sacramentos:
Bendito seas y ten piedad de nosotros, Señor.
Levanto mis ojos hacia tu CORAZÓN TRASPASADO, Señor Jesús.
TU CORAZÓN HERIDO en el que estamos todos injertados
Bendito seas y ten piedad de nosotros, Señor.
Trinidad Santa presente en nosotros, te adoramos:
Padre, fuente de todos los dones.
Hijo, acogida y repartición perfectas.
Espíritu del Padre y del Hijo, Espíritu de comunión,
reúnenos en un solo cuerpo
del que Jesús será el Corazón.
Noveno día
( miércoles, 8 de diciembre de 2004)
Unión
Nuestra unión personal con Jesús rebasa toda imaginación. Es una misteriosa y profunda unión de vida.
Palabra de Dios: (Juan 15, 1-4.26-27)
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado. Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, sino permanece en la vid, así tampoco vosotros sino permanecéis en mí.
Cuando venga el Paráclito, que yo os enviaré junto al Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí. Pero también vosotros daréis testimonio, porque estáis conmigo desde el principio.
Constituciones MSC: Nº 11
“Jesús es el modelo perfecto de nuestra vida consagrada; su amor nos inspira y es la fuerza que nos guía. Nuestra vida y nuestro apostolado se distinguirán, por tanto, por un amor sincero y ardiente al Verbo Encarnado. Este amor nos urgirá constantemente a participar de los sentimientos del Corazón de Cristo.”
Chevalier (p. 87 y 73)
“Nuestra unión personal con Jesús rebasa toda imaginación. No es una simple unión de semejanza y amor, sino que es una misteriosa y profunda unión de vida. Jesús es la vid y nosotros los sarmientos. Jesús es la cabeza y nosotros los miembros.”
“Todo lo que hace Dios, tiene por objeto obtener nuestro corazón; todas sus obras son una súplica: `Hijo mío, dame tu corazón´: dame, pues el amor es libre; yo no quiero disfrutar de tu corazón a pesar tuyo; sino dámelo; y para mí es suficiente: poseyendo tu corazón, te poseeré todo entero y, a través tuyo, todo lo demás.
Sin duda, Dios ya nos posee, a nosotros y a todas las cosas, por derecho de Creador; su dominio es absoluto; pero desea poseernos y poseerlo todo por don; lo da todo y quiere que todo le sea dado. Y como por amor lo da todo, quiere también que todo le sea dado por amor.
De igual manera que hay en Dios un don que es el DON, el don por excelencia, el don que lo contiene todo, que lo da todo, el don que es propio del amor o el Espíritu Santo, así también hay en nosotros un don que es nuestro don, el don por excelencia de toda criatura. Que es el amor de nuestra alma, y el órgano de este amor es el corazón. Tenemos todo el Corazón de Dios, y Él quiere poseer todo el nuestro: `hijo mío, dame tu corazón´.”
Meditación
“No es un corazón suave, azucarado el que contemplamos. El símbolo de “las profundidades de Dios”, de la vida interior de Cristo en las profundidades de su personalidad, es el “Corazón traspasado”. Es el símbolo real y el signo especial de este amor que era el de Cristo: la única expresión de la realidad de lo que el amor le exigió. El costado de Cristo fue traspasado por la lanza del soldado. Fue mucho más que una herida hecha a un cadáver. Fue el signo exterior de la realidad interior del Corazón que, viviendo, estaba desgarrado por la tensión entre el amor del Hijo y la debilidad de nuestra carne mortal. Aquí se nos revela su vida interna de amor, con todo lo que experimentó. En el Corazón del Hijo, la ley de Dios es “delicia”, pero en el corazón del hijo de Adám, la ley se aprende y se cumple por medio del sufrimiento y del sudor de sangre, en el “no mi voluntad, sino la tuya”. Sólo en el abandono total a la voluntad del Padre se realizan las palabras proféticas acerca del corazón nuevo. Si nosotros queremos que nuestra oración sea escuchada: “Señor, danos un corazón nuevo”, sabemos donde buscar la inspiración y la fuerza.
Por nuestra profesión nosotros somos Misioneros del Sagrado Corazón. Afirmamos que queremos hacer nuestros los sentimientos del Corazón de Cristo. Creo que debemos reflexionar larga y seriamente sobre ese profundo sentimiento de “obediencia” que habitaba en el Corazón de Cristo.
(Un corazón nuevo y un espíritu nuevo, E. Cuskelly. ps. 117-118)
OREMOS UNIDOS
En este ultimo día de nuestra novena jubilar, invitamos a todos los MSC a renovar su consagración. Presentamos una posible fórmula para hacerlo.
AMADO SEA EN TODAS PARTES EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. R/: POR SIEMPRE.
OH PADRE, FUENTE DE TODO BIEN,
te damos gracias:
Tanto has amado al mundo
que nos has dado a tu Hijo.
Te damos gracias por tu Enviado,
que tomó un corazón de carne como el nuestro,
un Corazón para amarnos, un Corazón para bendecirnos.
En este Año Jubilar, con el Padre Chevalier,
levantamos los ojos hacia este Corazón adorable
al que nuestras violencias, nuestras injusticias,
nuestros egoísmos y nuestra indiferencia
continúan hiriendo hoy en nuestros hermanos y hermanas.
OH PADRE DE JESÚS Y PADRE NUESTRO,
Tú has modelado nuestro propio corazón,
teniendo tus ojos fijos en el Corazón de tu Hijo
que debía nacer de la Virgen María.
Continúa hoy en nosotros lo que tan maravillosamente comenzaste,
da a todos los Misioneros del Sagrado Corazón
la fuerza de ir con alegría
por le camino estrecho del Calvario
y de vivir cada día su consagración
en la Iglesia y para el mundo,
para que venga tu Reino.
Con Nuestra Señora, contemplamos al que fue traspasado:
Entregó el Espíritu, cerró los ojos, ya no puede hablar;
pero le queda, como “una última palabra de amor”
la herida de su Corazón “abierto para siempre”.
SEÑOR JESÚS,
nos has llamado a seguirte y a servirte.
Para que el mundo llegue al conocimiento de tu Amor,
nos confiamos a la misericordia infinita de tu Corazón
y, sostenidos por el don de tu Espíritu,
renovamos hoy nuestra consagración en la
Congregación de Misioneros del Sagrado Corazón.
Que tu Espíritu de amor,
que Nuestra Señora del Sagrado Corazón,
que San José,
nos ayuden a permanecer fieles a tu llamada y a nuestra vocación, aquí y “en todas partes” en el mundo. AMÉN.
[1] Todos los textos señalados como del P. Julio Chevalier están sacados del libro: El Sagrado Corazón de Jesús por el M. R. P. Julio CHEVALIER, cuarta edición, París, 1900, 512 páginas.
[2] Los innumerables asociados de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, nuestros sacerdotes asociados, los miembros de nuestra Tercera Orden, etc., unidos en este “culto perpetuo” de honor y de reparación, no forman más que una inmensa familia, un solo pueblo en medio del cual el divino Corazón se halla honrado en espíritu y en verdad (Jn. 4,24) y donde ha establecido su reino de paz y de amor (Chevalier, p. 420).
[3] Parecería que las obras emprendidas por la Congregación MSC deberían bastar para asegurar el triunfo de nuestra querida devoción... Hemos creído sin embargo que a este conjunto de obras le faltaba una, que las uniera entre sí y fuera su complemento; es la obra especial que acabamos de proponer bajo el nombre de CULTO PERPETUO Y DE REPARACIÓN al Sagrado Corazón de Jesús (Chevalier, p. 419)