Orar con los Misioneros del Sagrado Corazón
Segunda Semana: Miércoles
Esforcémonos en practicar ante todo la mansedumbre
como Jesús nos ha enseñado.
Ella es una excelente virtud de su corazón
que nos ayuda a vivir la humildad.
Julio Chevalier, Meditaciones
Vengan a mí todos los que están fatigados y sobrecargados, y yo les daré descanso. Tomen sobre ustedes mi yugo, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallarán descanso para sus almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.
Mateo 11, 28-30
Silencio
Señor Jesucristo, te rebajaste a ti mismo y te hiciste hombre, - tú que eres manso y humilde de corazón haz nuestro corazón semejante al tuyo.
Tú tuviste compasión con las personas que eran como ovejas sin pastor, - tú que eres manso y humilde de corazón haz nuestro corazón semejante al tuyo.
Tú sanaste a enfermos y perdonaste a pecadores, - tú que eres manso y humilde de corazón haz nuestro corazón semejante al tuyo.
Tú sufriste por nosotros, moriste en la cruz y resucitaste, - tú que eres manso y humilde de corazón haz nuestro corazón semejante al tuyo.
Tú intercedes por nosotros ante el Padre, - tú que eres manso y humilde de corazón haz nuestro corazón semejante al tuyo.
Tú estás con nosotros todos los días, hasta el final de los tiempos, - tú que eres manso y humilde de corazón haz nuestro corazón semejante al tuyo.
Señor Jesucristo, manso y humilde de corazón – haz nuestro corazón semejante al tuyo.