El padre Mallon da la clave para renovar las parroquias: expulsar okupas y crear expectativas altas
El padre James Malllon ha sido el
gran “experto internacional” del Encuentro de Nueva Evangelización ENE 2014
(www.encuentroene.com)
del pasado fin de semana en Valladolid, por su experiencia como “renovador”
en parroquias.
Mallon, escocés que vive en Canadá desde
joven, mostró su emoción por estar en España por primera vez y porque el
encuentro se celebraba en un
lugar emblemático: el antiguo Colegio de los Escoceses, que
formaba a curas escoceses en Valladolid en el siglo XVIII, XIX y XX, para
enviarlos de nuevo a
Escocia, donde a menudo eran martirizados, o
como poco, acosados.
También la población católica de su región canadiense de Nova Scotia es descendiente
de católicos escoceses deportados por las autoridades anglicanas y
presbiterianas en
el siglo XVI y XVII y el primer obispo de Nova Scotia en Canadá, en 1820,
había nacido en las Highlands escocesas y estudiado en Salamanca.
Una
perspectiva global y parroquial
Mallon es un pastor con una perspectiva peculiar para la renovación
espiritual y pastoral de las parroquias. Es miembro de la directiva
internacional de Cursos Alpha, asesor de la Renovación Carismática en
Canadá, presentador televisivo en la EWTN, director de pastoral vocacional
de su diócesis y miembro de su consejo presbiteral, ha elaborado un curso
para recién convertidos llamado Cristianismo 2.0 y ha puesto en marcha una
parroquia casi desde cero, Saint Benedict en Halifax (www.saintbenedict.ca),
donde la Nueva Evangelización es la “meta y ADN de todo lo que se hace”.
Tres ideas clave: evangelizar es hacer discípulos
Mallon trajo varias ideas clave para todos aquellos interesados en que la
Iglesia sea evangelizadora:
1- La Iglesia es para evangelizar: esa es su identidad; si
hay cosas en una parroquia o comunidad que dificultan que sea
evangelizadora, deben quitarse. Tener claro que la identidad es evangelizar
ayuda a tomar decisiones difíciles (como expulsar grupos que ocupan locales
parroquiales y no sirven a la evangelización)
2- La misión de la Iglesia es “id y haced discípulos”; para
hacer discípulos, se necesitan líderes, que deben ser discipulados.
3-
Para conseguir líderes y discípulos hay
que cambiar estructuras: realizar toda una conversión pastoral. Es
posible sólo teniendo clara la identidad de la iglesia.
“He sido cura
durante 17 años y párroco durante 14 años. Quiero ver renovación no
solo en la Iglesia en general sino en nuestras parroquias, que la vida de fe
que vemos a menudo en los movimientos se vea en las parroquias. Durante 14
años de párroco trabajé por eso y cometí muchos errores y aprendí cosas”,
explicó en el ENE.
Hace 4 años a Mallon se le encargó la parroquia de Saint Benedict, que aún
estaba a medio construir, y reunía la feligresía de otras tres parroquias
que se cerraban. El cura escocés pidió permiso al obispo para hacer “un
laboratorio pastoral”. El obispo le dijo: “pónmelo por escrito”. Lo leyó,
dijo sí… y empezó la experiencia.
Con identidad clara: expulsar a los okupas
En la experiencia de Mallon de haber intentado renovar parroquias antes, uno
de los grandes problemas era la falta de identidad evangelizadora: pasópor 3
parroquias, y todas ellas tenían los locales
tan ocupados con actividades no evangelizadoras –scouts
poco católicos, ligas de jugadores de cartas que no iban a misa, deportes-
que no se podían realizar las actividades necesarias para evangelizar, de
primer anuncio (como Cursos Alpha) o de discipulado.
Al principio, Mallon era renuente a expulsar estas actividades de los
locales, pero después reflexionó sobre la expulsión de los mercaderes del
Templo. Recordó que Dios
había dado un mandato: “Mi casa será llamada casa de oración para todos los
pueblos”… pero
en el Templo de Jerusalén no podían entrar todos los pueblos, excepto al
atrio de los gentiles, donde no se podía orar porque estaba lleno de
mercaderes, animales, cosas mundanas…
Cuatro mandatos de Cristo Resucitado
Jesús resucitado manda 4 cosas a sus discípulos: “Id,
haced discípulos, bautizad, enseñad”. De
estas cuatro cosas, dice Mallon, la central, incluso gramaticalmente, es
“Haced discípulos”. “Sí que vamos, enseñamos y bautizamos… pero damos poco
fruto porque no hacemos discípulos”.
Para él, el ciclo “virtuoso”, marcado por Jesús y eficaz en la práctica es:
1º- Hacer discípulos (cristianos a los pies de su Maestro)
2º- Ellos renuevan la Iglesia (cambiando las estructuras necesarias)
3º- Eso genera misioneros y apóstoles
4º- Los misioneros salen a evangelizar y generan discípulos…
“A dos minutos caminando desde mi casa en Halifax está el cementerio donde
enterraron las víctimas del Titanic", explicó el párroco. "Del
Titanic bajaron 18 barcas… con 472 espacios sin utilizar, barcas de rescate
medio vacias. Quedaron
1.500 personas flotando en el agua, que tardaron 5 minutos en morir de
hipotermia, pero los de las lanchas de rescate no hicieron nada por
recogerlos. La Iglesia no es el Titanic, la
Iglesia es las barcas de rescate.
Si llega alguien nadando le dejamos subir, pero eso no basta, porque Jesús
nos manda “ir”
Contra el minimalismo y el clericalismo
Para Mallon, la
herejía del pelagianismo hoy se concreta en la cultura católica del
“cumplir”, que es un “cumplir lo mínimo” y
pensar que eso salva. Es toda una cultura del minimalismo
“que es lo que mata a nuestra iglesia”.
Por el contrario la Biblia pide un amor apasionado y desmedido entre Dios y
su Esposa, Dios y los hombres: “Yo soy tuyo y tú eres mío”, citó.
Otro problema que señala es el clericalismo,
que define como “la apropiación por parte del clero de lo que es propio de
todos los bautizados”,
como por ejemplo evangelizar, la llamada universal a la misión y a la
santidad.
“El
clericalismo aísla al clero y deja inmaduro al laicado”,
denuncia Mallon. “Un
buen padre desea hijos maduros.
Y un clero aislado cae con facilidad en la soledad y el abuso de poder, algo
que está en la raíz de muchos abusos”.
10 valores que cambian la parroquia
Con estas bases, Mallon planteó 10 valores para renovar las parroquias
Diez necesidades que renovarán la parroquia:
1- El fin de semana debe ser prioritario: “hagamos
que el fin de semana sea la mejor experiencia para nuestros fieles”… hasta
desbancar a otras propuestas.
2- Hospitalidad y acogida: absolutamente
esencial
3- Música que eleve: sea
tradicional o moderna, ha de elevar el alma
4- Homilías transformadoras: que
no sean solo informativas
5- Que la comunidad sea real, significativa:
los feligreses han de conocer a los miembros de su comunidad, tratarse con
ellos, verlos importantes… eso se suele conseguir con grupos pequeños
6- Que cada feligrés sepa lo que la parroquia espera de él: “en
las organizaciones sanas cada uno sabe lo que se espera de él”
7- Detectar las fortalezas y talentos y usarlos: en
vez de detectar agujeros en la estructura y llenarlos (“necesito a cualquier
para hacer catequesis de niños”), se ha de detectar las capacidades de la
gente y ponerlas a rendir para el Reino de Dios.
8- Usar comunidades pequeñas; cuanto
más grande eres, más pequeño necesitas ser: en el caso real de Saint
Benedict “tenemos 250 parroquianos en grupos que se reúnen en casas”.
9- Experiencia del Espíritu Santo: cultivar
sin miedo sus dones y carismas
10- Cultura del invitar: “si
los parroquianos ya están realizando los otros 9 puntos, este les saldrá de
forma natural”, comenta Mallon.
Hablando con sacerdotes
Mallon dio más detalles en un encuentro especial en el ENE orientado para
sacerdotes al que accedió ReL.
Ante unos 30 sacerdotes, Mallon explicó que el
Documento de Aparecida, redactado por Jorge Mario Bergoglio y
que debe orientar la evangelización y prioridades de la Iglesia en América,
y perfectamente aplicable a Europa, llama a una
“conversión pastoral” y usa 121 veces el concepto “discípulos misioneros”.
“En Aparecida por
primera vez en la Iglesia se desarrolla un plan pastoral usando
investigaciones y estudios que
analizan por qué los católicos dejan la Iglesia y se van a los evangélicos y
otros grupos religiosos. Lo explica en los párrafos 225-226”.
Las 4 causas por las que dejan el catolicismo
La gente no deja la Iglesia Católica por razones teológicas sino
vivenciales,por
4 cosas que la Iglesia Católica predica pero no practica en muchos sitios:
- La gente busca la experiencia
religiosa,
el encuentro personal con Cristo
- La gente busca vida
de comunidad que
no encontraba en la Iglesia Católica
- La gente busca formación
doctrinal y bíblica que
no encontraba en su parroquia
- La gente quería sentir un compromiso
misionero en
toda la comunidad, algo que no encontraron en la Iglesia Católica
En Aparecida, como respuesta se insiste: “el encuentro con Jesucristo debe
serconstantemente
renovado por
el testimonio personal, la proclamación del kerygma y la acción misionera de
la comunidad”.
La importancia del kerigma
El kerigma es el primer anuncio y la verdad central del Evangelio: Dios, que
nos ama, nos ha enviado a su Hijo, que ha muerto y ha resucitado por
salvarnos y darnos el perdón y el poder del Espíritu Santo.
Esto, dice Mallon remitiéndose a Aparecida, debe impregnar toda la pastoral,
porque “el
kerigma no es solo una etapa sino el leitmotiv de un proceso que
culmina en la madurez del discípulo de Jesucristo; sin el kerigma, los otros
aspectos están condenados a la esterilidad”.
“En mi parroquia estamos
enseñando a todos nuestros parroquianos a hablar de cómo Jesús ha cambiado
su vida; los
católicos han de pensar que esto es normal. Al principio te dicen que les
hace sentir incomodo pero en 4 años ya se normaliza. Nuestro
boletín personal tiene
testimonios de fe y conversión. En
Alpha y
otros programas decimos: “escribe tu testimonio”. Se dan testimonios
también en misa, o entrevisto a testimonios durante la homilía. Se
dan testimonios en grupos pequeños. Convocamos desayunos,
a veces solo de hombres, o solo de mujeres, para dar testimonios.
Proclamamos el kerigma
en bodas, funerales y misas de domingo”,
va enumerando Mallon.
5 sistemas de la vida eclesial: a examen
El padre Mallon también analizó los 5 “sistemas” en la vida eclesial:
-el culto
-el servicio o ministerio
-la comunidad o fraternidad
-el discipulado
-la evangelización
“Hoy en la mayoría de las parroquias hay un poco de lo primero, algo de lo
segundo, casi nada de lo tercero –sustituido por actividades culturales-,
absolutamente nada de lo cuarto y nada o casi nada de lo quinto; de hecho, se
hacen las cuatro primeras cosas y las llaman a todas evangelización para no
hacer evangelización real; en
realidad, si llamas evangelizacióna todo, al final nada lo es”, denuncia
Mallon.
Él detalló más esos 5 puntos:
- El culto: “para
nosotros el núcleo del culto es la liturgia, lo que Dios hace por nosotros,
su entrega eterna del Hijo de Dios al Padre, en el Cenáculo, la Cruz y el
Cielo… Pero el culto también debería elevar los corazones hacia Dios, por
ejemplo con himnos de alabanza. Si alabamos “sin sentir” a veces es también
un buen culto, el mejor, como cuando somos fieles en el matrimonio y
actuamos con amor en momentos que no nos apetece…”
- El ministerio: “significa
servir, dentro y fuera de la iglesia, porque el Hijo del Hombre vino a
servir, no a ser servido. Todo ministerio interno debería ayudar a salir
afuera, ser misional. Una parroquia muy ocupada y que parezca ir bien, si no
es misionera, en realidad no es buena, solo hace mantenimiento”.
- Comunidad: “en
griego es koinonía, implica saberse conocido, amado, acompañado por los
hermanos”; requiere de grupos pequeños, que se conozcan y apoyen
- Discipulado: “es equipar
a los santos –como
dice Efesios 4, 9-12; San Pablo dice que se esfuerza por “presentaros a
todos maduros-perfectos para Cristo”, no es tanto una perfección absoluta
como un alcanzar la madurez, la completitud…
- Evangelización:
“es la proclamación explícita de Jesús… Muchos dicen que evangelizan ‘con su
vida’ pero ya Pablo VI explicaba que tarde o temprano el testimonio de vida
debe dar paso a la palabra, hay que mencionar a Jesús… no
hay evangelización si no se proclama el Nombre, persona, obras de Jesucristo.
Sin proclamación explícita no es evangelización. Será, como mucho,
pre-evangelización. Lo de “evangeliza sin parar y si es necesario usa
palabras” que se atribuye a Francisco de Asís no sale en realidad en ninguno
de sus textos.
(El padre Mallon, con Tote Barrera de Curso Alpha
y el obispo Rafael Zornoza, de Cádiz;
las fotos son de G. Heredia)
El pastor y las ovejas ninja
Mallon, hablando a los curas reunidos en el ENE, les comentó que “el
pastoreo implica alimentar a las ovejas y cuidarlas y protegerlas de los
lobos, y últimamente nos dedicamos más a enterrarlas y a cuidar algunas, en
vez de alimentarlas a todas. Una noche soñé que yo predicaba y decía algo
absurdo: “¡estamos llamados a hacer ovejas-ninja, no pasivas!”. Cuando
desperté me pregunté de donde vendría la idea… pero me gustó. ¡Hagamos
ovejas ninja! Son ovejas altamente entrenadas, con
muchas habilidades, y eso prediqué.”
Para Mallon, las “ovejas ninja” es a lo que se refiere Evangelii Gaudium 15
(“un ministerio pastoral decididamente misionero”) y Evangeliun Gaudium, 120
(“discipulado”).
Para “hacer ovejas ninja” en Saint Benedict Mallon estableció dos pasos:
-Primero: conseguir
el impulso inicial, creando expectación en los parroquianos
-Segundo: ser estratégico, y atender
procesos (más que programas)
Cómo crear el impulso
“Hemos
dedicado los 4 primeros años a crear el impulso, crear
la expectación, el deseo… y ahora vamos a por lo estratégico”, explicó.
“Para crear el impulso decimos a la gente: mira, en esta parroquia esperamos
que seas un discípulo… “. La
parroquia puede ser “exigente”, pedir mucho al parroquiano, porque también
el parroquiano espera mucho de la parroquia.
La parroquia es muy acogedora porque va a ser muy exigente.
El parroquiano va a aprender tener altas expectativas:
-en la alabanza:
música, emoción, elevación espiritual…
-en el estar y sentirse conectado con
la gente, los hermanos, Dios
-en el crecer personalmente
-en el servicio
-en el dar (también
económicamente… “sin pagar no hay empleados, y son necesarios para el
cambio”, dice Mallon).
Decía Miguel Ángel, el artista renacentista: “nuestro
peligro es tener expectaciones demasiado bajas y alcanzarlas”.
Ese es, según Mallon, el problema de las parroquias. Mallon recuerda que en
la parábola de los talentos el Amo esperaba un fruto elevado de
su inversión, del uso de los talentos. “Si la Iglesia no crece es que no
está sana”, sentencia.
Senescalía: sé generoso, Dios te lo prestó
El impulso inicial para transformar una parroquia llega predicando
insistentemente que “lo que tenemos cada uno –tiempo, dinero, salud,
talentos- no es nuestro, solo se nos ha prestado para que los administremos
para Dios”, somos senescales o administradores de Dios”.
Mallon explica el fruto de insistir a los parroquianos en esta cultura de la
“senescalía”, del ser administradores de Dios: “Nuestra
colecta pasó de 10.000 dólares cada domingo a 25.000 a la semana”.
[En este momento, la audiencia de sacerdotes españoles en el taller del ENE
rumoreó, comentó y se escandalizó, conscientes de partir de una cultura
absolutamente distinta. “Mejor no nos expliques lo del dinero”, propuso un
cura.]
Pero, ¿cómo se consiguen esas cifras de donativos, que permiten contratar
personal y dedicar recursos a la música, la misión, la evangelización…? Con 3
campañas anuales durante 4 años:
- una sobre “administración del tiempo”: se
fomenta el dar tiempo para servir, con testimonios, un librito con programas
de discipulado, un festival para mostrar los ministerios parroquiales y una
llamada visible: “sube ahora y elige en qué te comprometes”, con cada
feligrés levantándose y entregando una tarjeta ante el altar con su
compromiso
-
otra campaña similar sobre los talentos y el servicio;
- y una
tercera sobre “como administrar tus tesoros”,
con testimonios y predicaciones 5 semanas al año sobre donaciones y
generosidad
En 4 años se consigue el “impulso inicial” en la parroquia: “un
45% de nuestros feligreses han asumido esta cultura ya, una cultura de
evangelización y discipulado, con
vidas cambiadas; ahora pasan mil cosas a todas horas en la parroquia y los
feligreses se pelean por las salas y locales aunque son muchos, porque hay
muchos servicios en marcha”.
Procesos, no proyectos
Tras la fase inicial basada en crear expectativas viene la fase estratégica,
que depende necesariamente de tener “discípulos misioneros”. ¿Cómo define
Mallon a un discípulo misionero (que debería ser lo estándar y normal de un
cristiano maduro y adulto en una parroquia)?
El discípulo misionero es un feligrés que:
- Tiene relación personal con Jesús
- Puede compartir su fe con otros, hablar de ella
- Está abierto a los dones del Espíritu Santo y los usa
- Conoce las Escrituras
- Conoce teología básica
- Es de oración diaria
- Acude al menos a la misa dominical
- Se confiesa
- Puede orar espontáneamente
- Puede orar en voz alta si se le pide
- Ve su vida como un campo de misión
En esta fase ya no importan tanto los programas (cosas que hay que hacer)
como los procesos (cambios que la gente vive).
“Ofrecíamos 60 programas 90 veces al año”,
comenta Mallon. “A mí me gustaba pero mi personal se frustraba y eso no era
estratégico. Ahora hemos reducido las opciones mucho y ofrecemos procesos,
cosas que cambian a la gente”.
El poder de tener visión
Todo esto parecen teorías locas si no hay una visión apasionada detrás.
Mallon cita a Bill Hybels que define “la
visión” como “una visión del futuro que produce pasión”.
Es el fuego de Jeremías 20,9 (“un fuego ardiente”) y de Juan 2,17 (“el celo
de tu casa me consume”).
“La
visión es como poner un cartel en tu autocar con la ciudad donde vas; si
tu parroquia no tiene visión, no va a ningún sitio, es un autocar parado. El
primer paso es decir: hay que moverse. El segundo es la visión: a dónde
vamos”, comenta Mallon.
En Evangelii Gaudium, el
Papa Francisco habla así: “tengo un sueño, una
opción misionera, un impulso misionero capaz de cambiarlo todo… Tiempos y
horarios, lenguajes y estructuras” También
Martin Luther King dijo: “tengo un sueño”, y no “tengo un plan”.
“Los sueños son lo que inspira a la gente, si
tienes un sueño, una visión, la gente te seguirá; si tienes sólo un plan, no.
La falta de financiación nunca es un problema de dinero, sino de visión; la
falta de unidad en la Iglesia también es un problema de falta de visión”.
Por eso Mallon dice a los sacerdotes y párrocos y líderes cristianos: “Id
a la capilla, preguntad al Señor cual es vuestra visión, la imagen futura
que os apasiona,sin
la que no podrás liderar”.
Para Mallon, la Iglesia es como un campo deportivo donde los
laicos son los jugadores, el cura es el entrenador y el mundo es espectador
asombrado… El
cura cumple la palabra de San Pablo: “equipar a los santos –los creyentes-
para el trabajo del ministerio, para edificar el cuerpo de Cristo”.
“¿Cuáles son las personas
clave de
tu diócesis, zona, etc… con influencia? ¡Comparte
con ellos tu visión, con unos 20 de ellos! Anímalos a ver si se suben al bus.
No solo los que te caigan bien: alguien que no te cae bien puede entender y
contagiar tu visión”, propone Mallon.
Insistir con la visión lo que haga falta
“Yo tengo 2 diáconos y un compañero sacerdote en la parroquia; cada tres
fines de semana yo predico una homilía dominical sobre la visión, sobre a
dónde debe ir la parroquia, por qué hacemos lo que hacemos… En
4 años insistiendo, así consigues contagiar la visión. Debes apelar a lo que
afecta a la gente. A
los feligreses les digo: “¿os gusta que vuestros hijos y nietos dejen de ir
a misa, que no bauticen a sus hijos, que no se casen…?” Eso preocupa mucho a
los fieles. Y les digo: vamos a hacer algo distinto para cambiarlo”.
Contagiar la visión significa que muchas
reuniones deben sustituirse o eliminarse para insistir en la visión: es
inevitable, igual que es inevitable que el piloto no sirva bebidas y lo deje
a las azafatas: el piloto sabe donde hay que ir y se dedica a ello.
“El 90% de las personas que vienen a mí en la parroquia quieren que haga
algo por ellos… pero así no puedo hacer funcionar la visión; hay
que tomar decisiones duras, quizá ser menos accesible a la gente, si así
conseguimos difundir la visión.
Claro, en cuanto actúes y muevas el autobús muchos te gritarán, regañaran y
se quejarán al obispo, incluso al Papa. Habrá cartas de anónimos que
protestan y dicen representar al 90% de la parroquia. Pero hay que tener
clara tu identidad, tu visión y perseverar”, dice Mallon a las treintena de
curas españoles que toman nota.
Mallon remite a Evangelii Gaudium 85: “contra la tentación del pesimismo y
derrotismo, el Papa pide coraje y celo, porque nadie va a la batalla sin
creer en la victoria”.
7 consejos para lograr procesos de cambio
Y por último da 7 consejos para la fase estratégica:
1- Equipo de liderazgo que funcione: la
función de un consejo pastoral –excepto en iglesias muy pequeñas- debe ser
la visión, saber dónde vamos y contagiarlo y desarrollar la estrategia.
“Nada de hablar de qué color pintas las paredes. Si tienes gente buena,
santa e inteligente… escúchales, liderad juntos”, propone Mallon.
2. Desarrollar una declaración de visión de
la parroquia, la visión que tienes en tu corazón… en comunión con la del
obispo, se supone. “Pero hay obispos sin visión. Los hay que son maestros, o
gestores, pero no tienen visión ni liderazgo”.
3.
Haz una declaración de propósitos en UNA frase, que
será la brújula de la misión. La parroquia de Saint Benedict tiene esta
frase: “Ser
catalizador de la renovación de la Iglesia”. O
podría ser: “Crear discípulos misioneros”.
4. Evalúa los 5 sistemas de
la vida parroquial (ver arriba)
5. Crea un plan de 5 años con objetivos mesurables… Muchos
curas infravaloran lo que se puede hacer en 3 años y en cambio sobrevaloran
lo que se puede hacer en un año.
6. Fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas…
4 cosas a evaluar en nuestro plan para la parroquia
7. Todo esto no es algo que el párroco pueda controlar con detalle. “Si
eres maniático del control matarás la obra de Dios. No debes ser
micromanager, un pastor micromanager vuelve loco a la gente y luego no
funcionará casi nada. Prefiero un porcentaje de incorrección a un 0% de
crecimiento. Yo no controlo los 90 ministerios de mi parroquia, sus 60
programas de formación. Yo solo imparto uno. Tenemos 10 grandes grupos de
conexión en casa y no voy a ninguno. Los fieles rinden ante su equipo y los
equipos ante mí. Hay que rendir cuentas, basarse en la subsidiariedad”.
Pensar a lo grande: es para Dios
¿Todo esto es muy ambicioso para un párroco cualquiera en España o
Hispanoamérica, para un catequista, para un responsable de grupo católico?
A eso Mallon responde que a Dios no le bastaba con reunir las tribus de
Israel, que a Isaías le dio una visión de todos los pueblos adorando al Dios
de Israel, una visión desmedida.
“Si tu visión no es tan grande como aterrorizarte quizá es insultante para
Dios. ¿Crees
que Dios puede cambiar el mundo a través de ti? Él dice: mi Gracia te basta.
María dice: el Poderoso ha hecho obras grandes en mí. ¿Esperas que Dios haga
cosas grandes? Si tu visión es factible por meros esfuerzos tuyos no
necesitas la fe. Ha
de ser una visión loca y grande que requiera la fe. Se
nos ha encomendado ser testigos…¡hasta los confines de la Tierra!”, concluye
Mallon.