8 tipos de mujeres con los que los hombres cristianos no deberían casarse si no cambian
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P.J.Ginés/ReL
La falta de perdón en una mujer,
el carácter
pendenciero, una mentalidad controladora...
todo eso desanima particularmente al hombre
Como ya explicamos en ReL, la revista "Charisma Magazine", la más leída en
Estados Unidos por lectores pentecostales y protestantes carismáticos,
publicó un decálogo sobre “10
tipos de hombres con los que las mujeres cristianas no deberían casarse
nunca”, que se hizo viral en Internet: lo leyeron más de 2
millones de personas y 1,5 millones lo reenviaron en la red.
Cuando llevaba ya 1,2 millones de reenvíos, el autor del artículo, J. Lee
Grady, antiguo editor de la revista, publicó una segunda parte enfocada en
el otro sexo: "8 mujeres con las que los hombres cristianos nunca deberían
casarse". Los lectores (y lectoras) se la pedían con insistencia. Si bien
mantiene el "nunca" en el título, a lo largo del artículo admite que con
ayuda algunos de estos defectos pueden mejorarse, la persona puede
cambiar... pero debería hacerlo antes del matrimonio.
Aunque no logró tantas visitas y lecturas (las mujeres son más dadas a
compartir estas cosas con sus amigas y parientes), rápidamente el listado
"para hombres" superó los 300.000 impactos.
“Soy el mentor de varios hombres jóvenes y he visto a unos cuantos de ellos
casarse con éxito a lo largo de los años, por lo que no es difícil elaborar
esta lista", escribe Grady. "Estas son las mujeres que pido a mis hijos
espirituales que eviten”.
1. La no creyente
Grady considera que la Biblia deja “absolutamente claro” que los cristianos
no deberían casarse con no creyentes, y para ello cita 2 Corintios 6, 14:
“No os atéis con no creyentes” o bien “No os unzáis en yugo desigual con los
infieles”.
Grady afirma: “Necesitáis una esposa que ame a Jesús más aún de lo que os
ama a vosotros. Poned la madurez espiritual en lo alto de la lista de
cualidades que queréis en una esposa”.
Sin embargo, no está tan “absolutamente claro” que la Biblia prohiba
taxativamente el matrimonio con no cristianos, aunque pueda ser humanamente
recomendable para muchas parejas.
En 1 Corintios 7,14, San Pablo explica qué sucede en los matrimonios donde
un cónyuge no es cristiano y queda claro que no se opone completamente a
esos matrimonios: “El marido no creyente queda santificado por su mujer, y
la mujer no creyente queda santificada por el marido creyente”, una cita que
recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica en su párrafo 1637.
El Catecismo añade: “Es un gran gozo para el cónyuge cristiano y para la
Iglesia el que esta santificación conduzca a la conversión libre del otro
cónyuge a la fe cristiana. El amor conyugal sincero, la práctica humilde y
paciente de las virtudes familiares, y la oración perseverante pueden
preparar al cónyuge no creyente a recibir la gracia de la conversión”.
Estadísticamente, la principal causa de conversión al catolicismo por parte
de adultos en países de Occidente es que su cónyuge o novio/a pertenece ya a
la Iglesia Católica y desean compartir su fe. Pero muchos podrían considerar
que lo prudente es que la pareja se se bautice o se convierta en la fase de
noviazgo y se casen cuando esta fe haya madurado un poco.
2. La chica materialista
“Un amigo mío estaba prometido a una chica de familia rica. Él
ahorró durante meses para comprar un anillo a la chica, pero cuando se
declaró ella le dijo que debía volver a la joyería y comprar un diamante más
grande. Ella le empujó a endeudarse por un anillo que cumpliese sus
expectativas. La chica quería un estilo de vida Tiffany con el sueldo
Wal-Mart de él. Dije a mi amigo que se estaba metiendo en problemas. A menos
que queráis vivir endeudados el resto de la vida, no os caséis con una chica
que tiene signos de dólar en sus ojos y 8 tarjetas de crédito en su bolso
Gucci”.
3. La diva
Para Grady, la diva es la versión femenina del macho que se cree
superior a las mujeres. “Piensan que el mundo gira a su alrededor y no se lo
piensan dos veces si han de herir a alguien para demostrarlo. Sus palabras
son tajantes y sus exigencias chasqueando dedos no son razonables. Algunas
de estas mujeres podrían llegar a tener un cargo de responsabilidad en la
iglesia, pero no os dejéis engañar por su charla superespiritual. Los
verdaderos líderes son humildes. Si no veis humildad cristiana en la chica
con la que salís, retroceded y seguid buscando en otra parte”.
4. La Dalila
“¿Os acordáis de Sansón? Fue ungido por Dios con fuerza
sobrenatural, pero perdió su poder cuando una mujer seductora averiguó su
secreto y le hizo el corte de pelo más famoso de la historia. Como Dalila,
una mujer que no ha entregado su sexualidad a Dios te cegará con sus
encantos, romperá tu corazón y te robará la unción".
"Si la mujer ‘cristiana’ con la que quedas en la iglesia viste
provocativamente, flirtea con otros chicos, hace comentarios sexualmente
inapropiados en Facebook y te dice que está bien el sexo antes del
matrimonio, escápate de esa relación antes de que te atrape”.
5. La mujer pendenciera
“Mejor vivir en rincón de azotea que en palacio con mujer
pendenciera”, se lee en Proverbios 21,9. Para Grady, se trata sobre todo de
mujeres que arrastran heridas o agravios antiguos, quizá de una vida
anterior, y que no “pasan página”. Puede ser un síntoma de que no están
dispuestas a perdonar. “Si la mujer con la que sales está repleta de ira y
de falta de perdón, las discusiones, portazos y dramas arruinarán vuestra
vida juntos. Insiste en que busque ayuda, asesoramiento y oración”.
6. La controladora
“El matrimonio es una empresa conjunta al 50 por ciento y la única
forma de que funcione es que ambos, esposo y esposa, practiquen la sumisión
mutua según Efesios 5, 21”, escribe Grady (la cita es: “sed sumisos unos a
otros en el temor de Cristo”).
“Igual que hay algunos chicos que piensan que pueden dirigir un matrimonio
como una dictadura, hay mujeres que intentan manipular las decisiones para
conseguir lo que quieren. Por eso el asesoramiento premarital es tan
importante. No querrás esperar a que lleves dos semanas casado para
descubrir que tu esposa no confía en ti y quiere controlarlo todo”.
7. La niña de mamá
“Es normal que una esposa novata llame a su mamá con regularidad
buscando apoyo y consejo. No es normal que la llame 5 veces al día para
comentar cada detalle de su matrimonio, incluyendo su vida sexual. Eso es
estrambótico. He tratado con chicos cuyas esposas permitían a sus madres -¡o
padres!- un control total de su matrimonio. Genesis 2,24 dice que el hombre
dejará a sus padres y se unirá a su mujer. Los padres deberían quedar muy en
la retaguardia del matrimonio de sus hijos. Si tu novia no ha cortado los
hilos, vete con cuidado”.
8. La adicta
“Hay mucha gente en la iglesia hoy que no ha sido discipulada
adecuadamente. Muchos aún sufren por varios tipos de adicciones: alcohol,
drogas ilegales, medicinas, pornografía- bien porque no confrontamos estos
pecados desde el púlpito o porque no apoyamos lo suficiente a estas
personas. Jesús puede liberar completamente a una persona de estos hábitos,
pero tú no deberías esperar a estar casado para descubrir que tu esposa no
se mantiene sobria. Quizá aún estés llamado a casarte con ella, pero no es
sabio llevarla al altar mientras tu novia no haya afrontado en serio sus
problemas”.
El consejo final de Grady es “mirar más allá de las cualidades externas que
el mundo dice que son importantes y mirar al corazón”. Y aporta una cita del
final del libro de Proverbios (31,30): “Engañosa es la gracia, fugaz la
hermosura, la mujer que teme al Señor merece alabanza”.