¿SERÁ QUE NO QUIERO A MI NOVIA POR PENSAR EN TENER SEXO CON ELLA?
Publicado por Catolicos Hispanos
Pues hace un mes ando con mi chica, es
genial, atenta, cursi, detallista, todo lo k pudiera pedir, y al paso de
este mes, nos la hemos pasado genial, siempre k hablamos x msn, nunca nos
aburrimos y siempre nos reímos (tenemos 22 años los 2), igual pasa x
celular, y en persona mas, andamos siempre muy pegados y felices.
Lo malo, es k hace como una semana, estoy pensado en ella (estar con ella
mas íntimamente), pero no se lo digo, x respeto, x hay veces k me dice
k no le interesa eso, y esta bien, yo jamás se lo he insinuado si lo
hiciéramos, o k lo hagamos, etc. Pero también, desde ese tiempo, como k cada
vez k nos vemos, nos besamos los cuellos…la quiero demasiado, y no quiero
herirla. ¿Cómo bajarme esas ganas?… O es k no la querré x tener esos
pensamientos con ella?
Anónimo
Respuesta
Lo primero que hay que aclarar es que la atracción sexual es buena, fue
puesta por Dios en tu corazón y en tu cuerpo como un llamado al amor. Es
algo normal y sano. No hay nada pecaminoso en estar sexualmente
atraído hacia alguien.
No te sientas culpable porque no es lo mismo que la lujuria. La
lujuria es un acto consciente de la voluntad de hacer o imaginar actos
sexuales ilícitos. Sólo porque tienes fuertes deseos no significa que
seas impuro. La lujuria trata a la persona como un objeto para ser usada
para tu placer, por eso es algo incompleto, distorsiona el amor y eso nunca
satisfacerá.
¿Qué hacer para tener una relación de amor puro? Lo primero es dejar de lado
esa visión puritana de que el sexo es malo y sucio.
Nada como las relaciones sexuales entre los esposos pueden expresar un
amor total y profundo. Cuando dos esposos se aman y tienen relaciones
sexuales son un profundo reflejo del amor que Dios tiene por el hombre. Sólo
entendiendo esto podremos ser capaces de vivir una relación pura. Hemos sido
creados para el amor, y tú lo ves ahora, ese deseo que tienes de amar
profundamente a esta chica es el llamado de Dios a que ames en cuerpo y alma
a una mujer dando tu vida por ella.
Las relaciones sexuales están hechas para expresar con tu cuerpo una promesa
de eternidad, para decirle a esa persona “me entrego completamente a ti, no
hay nada mío que no te de” y esto solo puede ser verdad en una relación
permanente, monógama y total, es decir, el matrimonio. Solo ahí nuestros
cuerpos pueden hablar con la verdad.
¿Pero cuál es el límite para mantener tu relación pura? La pureza no
se trata de un montón de reglas o límites, pero es cierto, necesitamos un
poco de claridad al respecto. El límite que yo propongo es este, el
placer sexual pertenece al matrimonio. Todo aquello que te incite placer
sexual debe ser reservado para tu matrimonio, eso creará un gran lazo entre
esposos. Sesiones de besos pasionales no creo que pertenezcan a una relación
pura, porque te hacen llegar cada vez más y más lejos en la excitación
sexual. Así es como fuimos creados, una vez iniciada la pasión sexual no
estaremos satisfechos con solo un poquito hasta que se libere la energía. Es
como si te doy un encendedor y hay un tanque lleno de gasolina, y te digo
“solo prende los primeros 5 litros, sólo eso, ¿entiendes?” Tu dices ok! te
acercas y ¡PUM! Es lo mismo con la excitación sexual, una vez que has
prendido la flama, la fuerza del fuego no parará hasta que esté todo
consumado.
Seamos honestos. Mientras más pienses en estar íntimamente con ella más
tentaciones vendrán, pero la solución no es esa visión de “no pensar en
eso”. Es como si te digo “no pienses en un elefante rosa, ok? No pienses en
un elefante rosa, no pienses en un elefante rosa, ¿Qué estás pensando?
elefante rosa, elefante rosa, elefante rosa… Así funciona. Por eso
necesitamos un pensamiento que sea más fuerte, por ejemplo cuando en la
mañana te despiertas, tienes el deseo de quedarte dormido un par de horas
más (mínimo) pero el tener que ir a la escuela o a trabajar te hace
levantarte. Así mismo necesitamos un pensamiento más fuerte, como es el amor
para vencer la tentación.
Pensamientos impuros son fáciles de venir, así que se paciente. Pureza de
corazón no significa que nunca serás tentado y que dejarás de sentirte
atraído sexualmente. Para ser puro se requiere la firme voluntad de amar.
Cuando vengan esos pensamientos, no luches contra ellos, esa energía
conviértela en una oración: por tu novia, por su relación.
Ofrécela por amor a Dios y pídele que te enseñe a amar a esa mujer como
estás llamado a hacerlo. Puedes rezar un padrenuestro y un avemaría. Además
puedes hacer sacrificios por amor, niégate algún alimento que te guste o
sacrifica una hora de face y ofrécelo a Dios por la pureza en tu relación.
Todo esto te hará crecer en tu capacidad de amar.
Cuando veas a tu novia atractiva y hermosa dale gracias a Dios.
Lujuria y verdadera gratitud no pueden coexistir. Usa el salmo 84: “Que
hermosas son tus moradas, oh mi Señor”. Cada mujer es el templo de Dios y su
belleza es el reflejo de su amor. Permite que su belleza te recuerde la
infinita belleza que te aguarda en el paraíso.
Todo lo que te pide Dios es que seas fiel a Él como se te revele en el
momento presente. Tanto como tengas control sobre tu mente, tendrás control
sobre ti mismo.
Como te digo no se trata de hacer una lista de lo que no puedes hacer, se
trata de lo que sí puedes tener ahora con una relación pura, un amor fuerte
y profundo, libertad, paz, respeto, alegría y romance sin arrepentimientos
ni dramas. Se trata de querer lo mejor para esa persona desde ahora. Esto es
en esencia el amor.
Y recuerda no estás solo en esta batalla, Dios está de tu lado, él quiere
que tengas ese amor profundo. Déjale a Él acompañarte en esta batalla.