Bendición de los anillos - rito bizantino: para ayudar a los casados a recordar sus anillos
Para ayudar a los lectores casados a recordar sus
anillos, he aquí la oración que tiene la liturgia bizantina de bendición de
los anillos. En Oriente, los anillos se entregan antes del matrimonio, en la
ceremonia de los esponsales, cuando los novios se prometen el uno al otro y
como signo de esa promesa. Es una oración muy que recuerda el
simbolismo bíblico que tienen los anillos y la mano derecha. También ayuda a
tener una visión de fe sobre el matrimonio, sabiendo que ese matrimonio
forma parte del plan de Dios para nosotros y que fue Él quien nos regaló a
nuestra esposa como un don:
Oh Señor, nuestro Dios, que acompañaste al siervo del Patriarca Abraham a
Mesopotamia cuando fue enviado para que encontrase una esposa para su señor
Isaac y le concediste un signo mediante el agua del pozo para que eligiese a
Rebeca, bendice el compromiso de estos tus siervos [Nombre] y [Nombre] y
confirma las palabras que ellos pronuncian, porque tú, Oh Señor, desde el
comienzo creaste hombre y mujer y por ti una mujer se une a un hombre para
asistirse mutuamente y para la continuación del género humano.
Por lo tanto, Dios y Señor nuestro, que enviaste tu verdad a tu pueblo y tu
promesa a tus siervos, nuestros padres, a quienes habías elegido, mira a tu
siervo [Nombre] y a tu sierva [Nombre] y sella su compromiso en la fe, en la
unidad de la mente, en la verdad y en el amor, porque tú, Señor, has
declarado que se realice un compromiso y se mantenga firme en todas las
cosas. Mediante un anillo, José recibió el poder en Egipto; mediante un
anillo, Daniel fue exaltado en Babilonia; mediante un anillo, nuestro Padre
del cielo mostró compasión para con su hijo pródigo, diciendo “poned un
anillo en su mano, matad el ternero cebado, comamos y regocijémonos”.
Tu propia mano derecha, Oh Señor, armó a Moisés en el Mar Rojo. Mediante la
Palabra de tu verdad se crearon los cielos y se estableció la tierra sobre
cimientos sólidos, y la mano derecha de tus siervos será bendecida por esa
Palabra poderosa y por tu brazo extendido.
Bendice, Señor soberano de todo, esta entrega de anillos con tu bendición
celeste. Que tu Ángel vaya por delante de ellos todos los días de su vida,
porque Tú bendices y santificas todas las cosas. Te glorificamos, Padre,
Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
cortesía: Bruno Moreno Ramos