Presentación del Documento Preparatorio del Sínodo 2018 dedicado a los Jóvenes
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Elvis Do Ceu Nicolaia Do Rosario, Mons.
Fabio Fabene, en la Sala Stampa del Vaticano. Foto: Daniel Ibáñez |
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ACI Prensa
La relación de los jóvenes con las nuevas tecnologías, y la hiperconectividad que caracteriza a la sociedad en la que crecen y se forman como personas, será uno de los ejes sobre los que tratará el próximo Sínodo de los Obispos, previsto para octubre de 2018 y que tendrá por tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”.
Según se indica en el texto, la acción pastoral de la Iglesia debe responder
a esa realidad cuando afronta la ayuda al discernimiento vocacional y a
cualquier otra acción pastoral con los jóvenes.
Así se desprende del Documento Preparatorio del Sínodo que la Santa Sede ha
distribuido y con el que se pretende dar comienzo a una fase de consulta “a
todo el Pueblo de Dios”, dentro del proceso preparatorio de este importante
evento eclesial.
En el Documento se señala que las jóvenes generaciones de hoy tienen una
estrecha relación con las modernas tecnologías de comunicación, con un mundo
virtual que “no obstante, también tiene efectos muy reales”.
“Todo esto ofrece posibilidades de acceso a una serie de oportunidades que las generaciones precedentes no tenían, y al mismo tiempo presenta riesgos”, advierte.
“Sin embargo, es de gran importancia poner de relieve cómo la experiencia de relaciones a través de la tecnología estructura la concepción del mundo, de la realidad y de las relaciones personales”.
El Documento dedica una especial importancia al mundo de los new media, “que
sobre todo para las jóvenes generaciones se ha convertido realmente en un
lugar de vida; ofrece muchas oportunidades inéditas, especialmente en lo que
se refiere al acceso a la información y a la construcción de las relaciones
a distancia, pero también presenta riesgos”. Cita en concreto riesgos como
el ciberacoso, los juegos de azar, la pornografía, las insidias de los chat
rooms, o la manipulación ideológica.
La Santa Sede explicó que “no se trata de un documento completo, sino de una especie de mapa que pretende fomentar una investigación cuyos frutos solo estarán disponibles al término del camino sinodal”.
El Documento Preparatorio, dirigido a los Obispos y a los Consejos de los Jerarcas de las Iglesias Orientales Católicas, a las Conferencias Episcopales, a los Dicasterios de la Curia Romana y a la Unión de Superiores Generales, subraya que el próximo Sínodo de los Obispos es la continuación del camino iniciado con el Sínodo sobre la nueva evangelización y la Exhortación Apostólica Evangelii gaudium, y el Sínodo sobre la familia y la Exhortación Apostólica Postsinodal Amoris laetitia.
Con el próximo Sínodo, “la Iglesia ha decidido interrogarse sobre cómo acompañar a los jóvenes para que reconozcan y acojan la llamada al amor y a la vida en plenitud, y también pedir a los mismos jóvenes que la ayuden a identificar las modalidades más eficaces de hoy para anunciar la Buena Noticia”, indica el Documento.
“A través de los jóvenes –considerados como tales las personas de edad comprendida aproximadamente entre 16 y 29 años–, la Iglesia podrá percibir la voz del Señor que resuena también hoy”, se explica en la introducción.
“Hay jóvenes que saben distinguir los signos de nuestro tiempo que el Espíritu señala. Escuchando sus aspiraciones podemos entrever el mundo del mañana que se aproxima y las vías que la Iglesia está llamada a recorrer”.
En el Documento Preparatorio se tiene presente que “la vocación al amor asume para cada uno una forma concreta en la vida cotidiana a través de una serie de opciones que articulan estado de vida (matrimonio, ministerio ordenado, vida consagrada, etc.), profesión, modalidad de compromiso social y político, estilo de vida, gestión del tiempo y del dinero, etcétera”.
Se trata de elecciones de las que “nadie puede eximirse”. Por eso, “el propósito del discernimiento vocacional es descubrir cómo transformarlas, a la luz de la fe, en pasos hacia la plenitud de la alegría a la que todos estamos llamados”.
El Documento Preparatorio se articula mediante tres pasos la reflexión. Da inicio con unas líneas generales en las que, de forma breve, se introducen las dinámicas sociales y culturales del mundo en el que los jóvenes crecen y toman sus decisiones, “para proponer una lectura de fe”.
A continuación, analiza los pasos fundamentales del proceso de discernimiento, “instrumento principal que la Iglesia desea ofrecer a los jóvenes para que descubran, a la luz de la fe, la propia vocación”. Finalmente, “se ponen de relieve los componentes fundamentales de una pastoral juvenil vocacional”.
El Documento Preparatorio incluye al final un cuestionario dirigido a los
obispos en el que se pregunta sobre su comprensión del mundo juvenil y sus
experiencias de acompañamiento vocacional.
Este cuestionario plantea una serie de preguntas específicas divididas por
continentes para así tener una fotografía más completa y más concreta de la
Iglesia teniendo en cuenta la pluralidad de culturas, lenguas y contextos
sociopolíticos, económicos y geográficos de los cristianos que la
constituyen.
Además, a partir del 1 de marzo, se habilitará un sitio web para los jóvenes, www.sinodogiovani2018.va, en el que figurará otro cuestionario sobre sus expectativas y su vida. Con las respuestas de estos dos cuestionarios se establecerá la base para la redacción del documento de trabajo, punto de referencia para las discusiones sinodales.
El Documento Preparatorio fue presentado este viernes 13 de enero en la Sala Stampa del Vaticano en una conferencia de prensa con el Cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo de los Obispos; Mons. Fabio Fabene, Subsecretario del Sínodo de los Obispos; y Elvis Do Ceu Nicolaia Do Rosario y Federica Ceci, dos jóvenes de la parroquia Santo Tomás Moro de Roma.
Los Prelados explicaron el documento, recordaron algunos pasajes de la carta
del Papa a los jóvenes, mientras que los muchachos agradecieron al Santo
Padre su preocupación y cercanía con la juventud.
También hicieron un pedido a los medios: dediquen “más espacios al mundo
juvenil, mostrando sus muchos aspectos positivos y no solo los elementos de
debilidad y turbación”.
“Ayúdennos con los instrumentos de los que disponen a ser protagonistas no solo de un futuro por venir, sino también y sobre todo de un presente que nos llama ya hoy a construir la Civilización del Amor, dando fruto con nuestros talentos en los lugares donde somos llamados a vivir”.
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