Los 10 errores más comunes en la educación de los hijos
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LaFamilia.info06.06.2011
¿Se ha preguntado alguna vez el porqué de la expresión: “educar es un arte”?
Pues bien, la labor educativa de un padre es tan delicada como maravillosa,
que implica un proceso de aprendizaje sujeto a equivocaciones. A pesar de
querer lo mejor para los hijos, no siempre los padres los benefician con
ciertas actitudes.
Sabemos pues que nadie nace aprendido –al menos hasta ahora- ni siquiera los
padres, serán muchos los intentos fallidos para hacer de los hijos personas
valerosas, sin embargo deben ser esos tropiezos, oportunidades para detener
una conducta inapropiada y revertir el cauce.
No es la intención hacer críticas a una labor tan admirable, como es la de
un padre, sino abrir espacios de reflexión donde se evalúen acciones que
pueden ser corregidas a tiempo. A continuación las equivocaciones más
frecuentes de los papás en la formación de sus hijos.
1. Uso inadecuado de la autoridad: es cuando la autoridad
sólo se concibe en los extremos: autoritarismo o permisividad, no hay punto
medio. Tan dañina es una como la otra, el ambiente educativo en ambas no
ayuda en lo absoluto a la formación de la persona, la primera por la
posición rigurosa de los padres que da como respuesta unos hijos temerosos y
solapados; y la segunda por exceso de libertad que se convierte en el efecto
contrario (personas llenas de ataduras).
2. Incongruencia entre el decir y el actuar: es uno de los
errores que más cometen los educadores sin tener conciencia de su alcance.
Se refiere a las famosas amenazas que nunca se llevan a cabo, así como a las
promesas que no logran ser cumplidas. Para una mejor ilustración, es cuando
los papás aplican normas o sanciones que al final ellos mismos las ignoran,
no las hacen cumplir o terminan cediendo. Esto indica que la autoridad es
débil y puede quebrantarse fácilmente.
3. Disparidad en la autoridad: hace alusión a la situación
donde la madre emite un mensaje y el padre otro, con regularidad
desautorizándose entre ellos, lo que produce un laberinto donde el hijo no
sabe en qué dirección marchar ni a qué salida llegar. La falta de unión de
criterios educativos, entorpece la misión instructiva.
4. Concepto erróneo de la libertad: es la falsa creencia de
que la libertad consiste en permitirle a los hijos hacer lo que quieran,
donde quieran, como quieran y la hora que quieran, porque consideran que al
establecer lineamientos están impidiendo el libre desarrollo de la
personalidad. Muy diferente es educar en la libertad: permitir y promover en
los hijos la toma de decisiones con base en distintas posibilidades,
ayudándoles a distinguir lo que es beneficioso y lo que no.
5. Sobreprotección: no es otra cosa que impedir la
autonomía de los hijos, donde los padres realizan por ellos trabajos que
están en total capacidad de ejercerlos por sus propios medios. Por lo
general este tipo de padres, buscan evitarles a los hijos todo sufrimiento o
dificultad posible. El fruto de la sobreprotección es la inseguridad que se
genera en la persona, así como la incapacidad para sortear inconvenientes.
Es un amor posesivo, de apego, que obstaculiza el proceso natural de los
hijos.
6. Manipulación afectiva: es cuando se pone de por medio un
interés específico del padre, para lograr un objetivo con sus hijos. Puede
darse en cualquier edad, incluso cuando los hijos ya han formado sus propios
hogares y los padres recurren a diversas razones (dinero, enfermedad,
compañía, etc.) para capturar su atención; mientras que cuando están
pequeños los elementos de manipulación suelen ser otros.
7. Llenar vacíos con elementos materiales: es un fenómeno
que se vive en muchas familias actuales, la falta de tiempo para estar con
los hijos, se compensa con juguetes, computadoras, celulares… que tienen
como fin satisfacer el cariño que los padres no les pueden conceder por sus
ocupaciones laborales.
8. No reconocer las limitaciones de los hijos: negarse a
admitir las dificultades que los hijos presentan o exigirles habilidades que
no poseen, da lugar a una serie de contrariedades que perjudican a las dos
partes. Muchas veces los padres buscan hacer de sus hijos lo que ellos no
pudieron lograr, de forma que sus frustraciones las ven posibles en la vida
de sus pequeños. Otro escenario donde es común esta situación, es en el
dinamismo de la relación familia-colegio, en la cual los maestros
retroalimentan a los padres sobre la conducta de los hijos y ellos se
rehúsan a aceptar dicha realidad.
9. Comunicación deficiente: es el miedo a tratar con los
hijos ciertos temas difíciles de abordar (sexualidad, adicciones, amistades
poco convenientes…) lo que los deja en plena libertad para hallar la
información en fuentes que distorsionan la realidad y el sentido de las
cosas.
10. Manejo de las nuevas tecnologías: se ha observado en
los hogares una carencia de límites y normas para el uso de las tecnologías,
lo que puede abrir puertas a mundos oscuros y peligrosos para seres humanos
que todavía se encuentran en formación, como son contactos con personas
desconocidas, pornografía, adicción al juego, aislamiento, entre otros.
Al dar un vistazo a las anteriores equivocaciones de los padres,
podemos concluir que es factible caer en éstas, dada nuestra condición
humana. Lo importante es no quedarse allí, sino buscar la manera de evitar o
afrontar los errores dándole solución oportuna.