El Santo Rostro de Jerusalén a Roma
Las varias etapas del Santo Rostro
antes de su llegada a Manoppello
P. Henrich Pfeiffer
Visto que el Rostro de la Sábana Santa de Turín se compagina perfectamente con el Santo Rostro de Manoppello, se puede admitir que las dos imágenes se formaron en el mismo tiempo.
La única posibilidad de aclarar la imagen de la Sábana Santa, que deja entrever el cuerpo de un hombre crucificado y muerto según afirma el Evangelio, es la de admitir que se formó durante su estancia en la tumba.
Entonces también el Santo Rostro de Manoppello se formó en la tumba de Jesús en Jerusalén cuando pusieron el sudario, con toda probabilidad de prisa, sobre la Sábana.
Con respecto al muy sutil sudario con la imagen muy fina, hallado en la tumba ya vacía en aquella Pascua por la mañana y guardado al presente en el Santuario de Manoppello, podemos hacer dos suposiciones. La primera supone que lo conservó la Madre María porque le pertenecía casi por derecho y podemos opinar que Ella se lo llevó consigo y después lo dio al apóstol Juan, por lo tanto el Velo fue antes en Efeso y después en alguna otra localidad de Anatolia.
La segunda supone que el Velo pemaneció con la Sábana Santa siendo separado muy posteriormente como opiné en mi libro "Das echte Christusbild" en 1991.
Si suponemos ésto, entonces, como escribe Giorgio Cedreno, en 574 un icón "acheiroponoietos" fue llevado de Camulia en Capadocia a Constantinopla. Es una imagen tan parecida que podría ser, con toda probabilidad, el mismo Velo hoy día quardado en el Santuario abruzo. Permaneció en Constantinopla hasta el año 705, cuando la imagen de Camulia desapareció en la capital del Imperio.
Esta imagen es la primera obra definida "arjeironoetetos" es decir "no echa por mano humana". En una poesía de alabanza escrita por la victoria del ejército bizantino en la batalla cerca del río Arzamon (586), obtenida gracias a la presencia de la Imagen, el poeta Teofilatto Simocatta la describe "no pintada, no tejida, con arte divina producida". Giorgio Piside la define "prototipo escrito por Dios".
También después de su desaparición, Teofane (758-818) afirmó que ninguna mano humana diseñó esta imagen sino sólo "la Palabra creadora y formadora de todas las cosas produjo la forma" de esta figura divina-humana.
Todas estas descripciones de historiadores y poetas bizantinos pueden ser justificadas sólo con motivo de la presencia del Santo Rostro de Manoppello que, a primera vista, parece ser una pintura pero si lo examinamos mejor, debemos rechazar inmediatamente no sólo esta hipótesi, sino también la de la técnica de la tejedura. Así podemos entender la descripción de los poetas bizantinos "no pintado, no tejido".
Por lo tanto hay que rechazar todas las técnicas conocidas para la producción de una obra de arte examinando esta Imagen, totalmente trasparente, que desaparece casi del todo si la miramos contraluz.
La Imagen de Camulia, la primera "ajeironoietos", quizá no sólo desapareció en Costantinopla, sino también navegó hacia la antigua capital del Imperio, Roma.
Según narraba la gente en Constantinopla, el patriarca Germano al comienzo del periodo iconoclasta entregó a las olas del mar la Imagen que llegó a Roma en los tiempos del papa Gregorio II.
La Capilla Sancta Sanctorum
En Roma se cuenta que el papa Esteban II condujo en procesión una "acheropsita" cuando el rey longobardo Aistulfo asedió la ciudad en el año del Señor 753. Esta "acheopsita" es el Santo Rostro de la capilla Sacta Sanctorum del palacio pontificio. Es un icón sobre cuyo rostro estaba encolada una tela con el Rostro de Cristo.
La suposición más creíble es que el primer Rostro encolado fue precisamente el Santo Rostro que hoy día se encuentra en Manoppello. Para esconder un Velo con una imagen no hubo una manera mejor que sobreponerlo a un icón. Así el emperador bizantino no descubrió la desaparición de la "acheiropoietos" que pudo ser venerada en la liturgia pontificia.
Cuando los emperadores bizantinos perdieron poco a poco su poder y su influencia sobre Italia, el Velo pudo ser separado de nuevo de su icón, ser sustituido con un velo pintado y trasladado a la capilla de San Pedro que el papa Juan VII había hecho construir un poco después de la desaparición de la imagen de Camulia en Constantinopla.
El primer papa no más obligado a temer el poder del emperador bizantino fue Inocencio III que por primera vez promovió el culto y la veneración del Velo con la Imagen de Cristo y en ese tiempo el Velo fue llamado Verónica, el verdadero icón de Jesús. El nombre "Santo Rostro" permaneció para el icón lateranense. Ésta es la historia sagrada más probable del Santo Rostro de Manoppello según nuestro conocimiento de los documentos y de las imágenes "acheropsitas".
Un asunto tiene que ser aclarado: ¿cómo y cuándo fueron separados los paños funerarios? Como Mandilion de Edessa, la Sábana Santa hizo su propio recorrido cuando fue llevado a Constantinopla en 944, desapereció durante la cruzada latina en 1204 y reapareció desde la más remotas edades en Lirey a mediados del siglo XIV.
La antigua basílica de San Pedro
El Santo Rostro hizo su recorrido que intentamos reconstruir: de Jerusalén a Efeso, a Camulia, a Constantinopla, a Roma (a la capilla Sancta Sanctorum del palacio lateranense y después a la capilla de la Verónica en San Pedro en Vatican) y finalmente el Santo Rostro llegó a Manoppello.
Durante el largo viaje la sagrada reliquia, según nuestra suposición, fue llamada diversamente: "ajeirponoietos", "prototipo", "acheropsita", "Santo Rostro" (de la capilla Sancta Santorum), "Verónica" y de nuevo "Santo Rostro" en Manoppello. Este recorrido es tan sólo una afirmación fundada, pero lo que sí es cierto es que el Santo Rostro es la misma Verónica romana.
Nuestro Señor no nos ha dejado sólo su Palabra en la Sagrada Escritura, sino también su Imagen en la Sábana Santa de Turín y en el Velo de Manoppello, que son un testimonio divino de su Pasión, Resurrección y Gloria.