El Santo Rostro de Manopello: El Velo
"...et sudarium, quod fuerat super caput eius..."
(Evangelium secundum Ioannem 20:7)
El Santo Rostro es un velo desplegado y protegido entre dos hojas de vidrio y es tan sutil que no se puede extraerlo del ostensorio sin correr el riesgo de dañar la Imagen impresa misteriosamente. Por lo tanto no ha sido averiguado científicamente el tipo de fibra que parece ser a simple vista un antiguo biso marino, también hallado en las pirámides de Egipto.
Los hilos horizontales son bastante ondeantes, el tejido es de sencilla estructura, de modo que el urdido y la trama se entretejen en la forma más sencilla como en una normal tejedura.
El paño mide cm. 17x24.
El tejido es tan tenue que la Imagen es visible sea desde la parte anterior que desde la parte posterior. Si se pone un periódico detrás de la Imagen, se puede leerlo fácilmente incluso desde lejos. Las tonalidades del color son del marrón y los labios, ligeramente colorados rojo claro, parecen anular cualquier aspecto material.
Las dos mejillas son desiguales: una, más redondeada que la otra, parece muy inchada. Los ojos miran muy intensamente hacia arriba de mondo que se puede ver el blanco del globo del ojo bajo el iris. Las pupilas son totalmente abiertas, pero en una manera irregular. La mirada es interrogativa y muy benévola.
No sólo las fotografías digitales, realizadas por el prof. Donato Vittore de la Universidad de Bari y por el prof. Giulio Fanti de la Universidad de Padua, sino también las observaciones bajo luz ultravioleta confirman la inexistencia de pintura sobre el Velo.
La iconónografa B. Pascalis Shlömer demuestra que la Imagen de la Sábana Santa de Turín se sobrepone perfectamente al Santo Rostro de Manoppello (con más de diez puntos de referencia) evidenciando el mismo Rostro de Jesucristo, Su Descendimiento de la Cruz y Su Resurección después de tres días.
P. Heinrich Pfeiffer, catedrático de icononografía e historia de arte Cristiano en la Universidad pontificia Gregoriana, explica que el Velo fue considerado también en los tiempos antiguos no humana obra de arte y que esta sagrada Imagen sirvió de modelo a las representaciones posteriores del Santo Rostro, incluidos los retratos en las catacumbas romanas del siglo IV.
Afirma además que Nuestro Señor no nos ha dejado sólo su Palabra en la Sagrada Escritura, sino también su Imagen en la Sábana Santa de Turín y en el Velo de Manoppello, que son un testimonio divino de su Pasión, Resurrección y Gloria.
“… y el sudario* que cubrió su cabeza, no junto a las vendas**, sino plegado en un lugar aparte." (Juan 20:7)
* ”Soudarion” – el Santo Rostro de Manoppello, venerado antaño en Roma y llamado Verónica - "vera icona" = verdadero icón. (H. Pfeiffer).
** ”Othonia” – la Sábana Santa de Turín: superpuesta, esta Imagen se compagina perfectamente con el Velo de Manoppello. (B. Pascalis Shlömer)
(cortesía de http://www.voltosanto.it/Spagnolo)