Vicios capitales y virtudes opuestas: Ambición, codicia, avaricia
Capítulo 7: Ambición, codicia, avaricia
Desapego y pobreza de espíritu. La generosidad.
1. La concupiscencia de los ojos da origen a la codicia o avaricia. También
se habla de ambición. Estas expresiones se usan como sinónimos pero hay
matices en el significado de estas palabras que conviene conocer para
usarlas correctamente:
2. 1) La ambición es el deseo vehemente de obtener bienes materiales, o de
gloria o fama. En sí no es mala, si no se desordena (pero eso - como
advierte el evangelio - sucede fácilmente.)
3. La ambición es la pasión dominante del alma femenina. Y es en la mujer
donde más se desordena, dando lugar a la avaricia, a la codicia y a todos
los vicios y pecados que de allí derivan. (Así lo afirma en su libro:
Corbacho (= latiguillo) el Arcipreste de Talavera Enrique Martínez de
Toledo, quien a su vez reconoce que la pasión dominante del varón es la
lujuria.)
2) La avaricia o codicia es el deseo desordenado de adquirir y de conservar
bienes materiales y se refiere especialmente al deseo del dinero. La virtud
que se le opone es el desapego de los bienes, que se llama también
austeridad. La austeridad cristiana se llama pobreza de espíritu. La enseña
Jesús con su ejemplo y doctrina.
4. San Pablo asocia a menudo la avaricia o codicia con la lujuria, como
pecados provenientes de la idolatría:
"... mortificad vuestros miembros terrenos: fornicación, impureza, pasiones,
malos deseos y la avaricia, que es una idolatría" (Colosenses 3,5). "La
fornicación, y toda impureza o avaricia, ni siquiera se mencione entre
vosotros, como conviene a santos. Lo mismo que las groserías, las necedades
o las chocarrerías, cosas que no están bien; sino más bien, acciones de
gracias. Porque tened entendido que ningún fornicario o impuro o codicioso -
que es ser idólatra - participará en la herencia del Reino de Cristo y de
Dios" (Efesios 5,6).
5. Jesús pone en guardia contra la avaricia: "Cualquiera de vosotros que no
renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo" (Lucas 14,33).
"Ningún criado puede servir a dos señores...no podéis servir a Dios y al
dinero. Estaban oyendo todas estas cosas los fariseos, que amaban las
riquezas, y se burlaban de él" (Lucas 16,13-14).
6. 3) La codicia, cuando es deseo desordenado de los bienes ajenos, la
prohíbe el décimo mandamiento: "no codiciarás nada que sea de tu prójimo"
(Éxodo 20,17); "no desearás... su casa ni su campo, su siervo o su sierva,
su buey o su asno, nada que sea de tu prójimo" (Deuteronomio 5,21). El
décimo mandamiento se refiere a la intención del corazón.
7. La avaricia y la codicia de los bienes ajenos son madre de muchos
pecados: robo, rapiña, fraude, dolo en los negocios, falsificación de
moneda, de pesos y medidas, adulteración de mercaderías, acaparamiento,
sobornos, coimas o comisiones, estafas, venta de drogas, juegos de azar.
También es causa de la retención del salario o de la injusticia en la
retribución por el trabajo ajeno, que - como vimos - es uno de los pecados
que claman al cielo. Todos estos pecados los prohíbe el séptimo mandamiento:
no robar. San Ignacio, en la meditación de Dos Banderas de sus Ejercicios
Espirituales, enseña que Lucifer da instrucciones a los demonios Aque
primero hayan de tentar de codicia de riquezas, para que más fácilmente
vengan a caer en vano honor del mundo y de allí a todos los demás vicios (EE
139-142)
8. La codicia engendra también las violencias e injusticias que prohíbe el
quinto mandamiento: no matar. Recuérdese por ejemplo la historia de la viña
de Nabot: 11 Reyes 21,1-29 y 22,29-38.
Avaricia, lujuria e idolatría
9. Vimos que Jesús y San Pablo afirman que la codicia es una idolatría. El
Catecismo dice: "La codicia tiene su origen, como la fornicación, en la
idolatría, condenada en los tres primeros mandamientos de la ley" (CIC
2534).
10. Leemos en el Libro de la Sabiduría: "El invento de los ídolos fue el
comienzo de la fornicación; el descubrimiento de los ídolos fue la
corrupción de la vida. No los hubo al principio ni siempre existirán. La
vanidad de los hombres los trajo al mundo. Está decretada por eso su
desaparición fulminante" (Sab 14,12-14).
11. Ser infiel a Dios yéndose tras los ídolos, lo ve la Escritura como un
adulterio. Por eso la idolatría en la Escritura se llama fornicación. A esto
contribuyó el hecho de que los cultos paganos de Canaán practicaban la
prostitución en sus templos.
Los ídolos modernos
12. El culto de los ídolos, fuente de todos los pecados, persiste en nuestra
sociedad. No debe engañarnos el cambio de su apariencia. Hay ídolos del
deporte, ídolos del cine, ídolos de la canción, ídolos de la música, ídolos
del baile, ídolos de la política. Las técnicas mediáticas de la imagen no
dejan de construir y de vender imágenes ante las cuales quedan cautivados
los hombres. A esas imágenes les rinden culto. Son imágenes en las que se
refleja lo que el hombre aspira a ser. Imágenes del hombre, pero
divinizadas. Porque el hombre mismo se ha divinizado. En su entusiasmo las
declaran "divinas" y "adorables".
13. La gente de la civilización del consumo gasta su dinero en el culto de
esos ídolos vacíos. Y como esas imágenes son ilusorias y nunca satisfacen el
deseo más íntimo de los corazones, siempre se necesita más dinero para
gastar en el culto de esas imágenes adoradas.
14. El error del espíritu que es la idolatría, provoca el extravío de las
conductas y la disolución de las costumbres. Así lo afirma San Pablo:
"Jactándose de sabios, se volvieron estúpidos, y cambiaron la gloria del
Dios incorruptible por una representación en forma de hombre corruptible, de
aves, de cuadrúpedos, de reptiles. Por eso Dios los entregó a los apetitos
de su corazón...y a pasiones infames... y como no tuvieron a bien guardar el
verdadero conocimiento de Dios, los entregó Dios a su mente réproba para que
hicieran lo que no conviene: llenos de toda injusticia, perversidad,
codicia, maldad, henchidos de envidia, de homicidio, de contienda, de
engaño, de malignidad, chismosos, detractores, enemigos de Dios,
ultrajadores, altaneros, fanfarrones, ingeniosos para el mal, rebeldes a sus
padres, insensatos, desleales, desamorados, despiadados... los cuales no
sólo cometen estas cosas sino que aprueban a los que las cometen" (Romanos
1,24-32).
15. "Os digo y os conjuro en el Señor, que no viváis ya como viven los
paganos, según la vaciedad de su mente, sumergido su pensamiento en las
tinieblas y excluídos de la vida de Dios por la ignorancia que hay en ellos,
por la dureza de su corazón, los cuales habiendo perdido el sentido moral,
se entregaron al libertinaje, hasta practicar con desenfreno toda clase de
impurezas" (Efesios 4,17-19).
16. Todos los pecados proceden, pues, de la falta de conocimiento y de amor
al verdadero Dios: de la falta de fe y de caridad. Pero la codicia de manera
particular. Lo cual es lógico, porque si no hay otra vida y esto es todo,
entonces el hombre es insaciable consumidor de los bienes terrenos. Y así
como explota la tierra sin amarla, por amor a sí mismo, incurriendo en la
avaricia, así también, tiene la misma actitud ante la mujer, incurriendo en
lujuria. Así se comprende lo que la Escritura dice: que, en el fondo,
idolatría, fornicación y avaricia son una misma cosa.
La civilización del consumo
17. La civilización del consumo en la que vivimos, fomenta por todos los
medios de la propaganda la concupiscencia de los ojos y la soberbia de esta
vida. No basta el dinero del mundo para comprar y tirar y volver a comprar
todo lo que se nos ofrece en los supermercados y los Shoppings. Así se
fomenta la codicia, la avaricia, y el deseo del dinero, que promete obtener
todas las cosas apetecidas.
18. La manipulación psicológica impulsa a la avaricia proponiendo símbolos
del prestigio y del poder. Las revistas se encargan de hacer desear esos
símbolos: el auto, la tarjeta de crédito elegante (la que usan los ricos),
los interiores domésticos suntuosos por los muebles, tapices, lámparas, las
modas del vestir, calzar, vestir, divertirse y vacacionar (Punta).
19. Hay todo un lenguaje manipulador, propio de la figuración (lo cheto, la
última onda) o del menosprecio (el quemo), que premia la comunión con esos
ideales o castiga el no compartirlos.
20. El crédito y las tarjetas de crédito son un instrumento de la
civilización del consumo. Precipitan en la ruina a muchos avarientos
incautos y -lo que es peor- a sus familias junto con ellos. Pocos son los
que logran la necesaria autodisciplina para usar prudentemente las compras a
plazo y las tarjetas. (Además: esos instrumentos de crédito los paga el
propio cliente de su bolsillo y le encarecen la vida).
21. Otro instrumento de fomento de la avaricia son los préstamos. Las cajas
de préstamo son a menudo verdaderas trampas, donde los incautos ambiciosos
se empeñan y terminan perdiendo sus pocas propiedades. Estos instrumentos
suelen manejarlos mejor los ricos, porque tienen una cierta cultura de la
administración, pero son generalmente ruinosos para los impreparados de
clases bajas.
22. Cuando el avaro se ve ahogado por las deudas suele hacerse o cobarde o
cruel. Algunos se quitan la vida cuando se ven abochornados por la ruina.
Otros, acorralados por los acreedores, se precipitan en la incierta aventura
del juego de azar. Otros se deslizan a estafar a amigos y parientes que de
buena fe les han salido de garantía. Otros exigen sin piedad la liquidación
de los bienes de herencia, aunque puedan perjudicar gravemente a parientes
débiles o necesitados (poner en la calle a las tías viejas que viven en la
casa paterna).
23. La avaricia engendra también el vicio del juego. Hay quienes gastan un
porcentaje exagerado de sus ingresos en juegos de azar: loterías, quinielas,
lotos, cartas, dados, ruletas. El jugador es víctima de una obsesión por el
juego. Su mente está permanente o predominantemente ocupada en imaginar
números, jugadas, revanchas. Eso ocupa su corazón y no da lugar al amor a
Dios ni a la misericordia con el prójimo. Llega hasta el punto de dilapidar
bienes ajenos, arruinar a su propia familia y, a veces, a causa de esta
ruina, llega al suicidio o es acorralado por los matones de los usureros.
24. Hay que proponer la quiniela de Dios o sea la limosna, como una salida
de fe al vicio del juego que puede ayudar cuando el vicio no ha adquirido
dimensiones patológicas. La limosna es un juego de fe que apuesta a la
Providencia, a la vez que renuncia al deseo de las ganancias.
25. La experiencia de los santos que confiaron en la Providencia para llevar
adelante las obras de Dios, muestra que Dios no se complace en ayudar a
través del juego, sino de almas caritativas que dan limosna. La Sierva de
Dios Camila Rolón reprendió, cierta vez, a los que querían organizar un
juego de azar a beneficio de uno de sus asilos. Ella le decía, en cambio, a
sus religiosas: "salid a pedir limosna y veréis maravillas."
La pobreza de espíritu
26. Las virtudes que se oponen a la avaricia, son el desapego de los bienes
y la austeridad. Estas virtudes pertenecen a la virtud de la templanza. La
austeridad y el desapego liberan interiormente de la esclavitud de los
deseos frente a los bienes de este mundo. También se oponen a la avaricia la
generosidad y la beneficencia, que se manifiestan por ejemplo en la limosna.
27. La austeridad cristiana es la pobreza de espíritu. El maestro de la
pobreza es Jesús: "Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón" y
hallaréis descanso para vuestras almas (Mateo 11,29). "Tened los mismos
sentimientos que Cristo Jesús, el cual siendo de condición divina, no retuvo
avaramente ser igual a Dios, sino que se despojó de sí mismo tomando
condición de esclavo" (Filipenses 2,6).
28. Jesús enseña: "Bienaventurados los pobres de espíritu" (Mateo 5,3).
"Nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o
bienes por mí y por el Evangelio, quedará sin recibir el ciento por uno"
(Marcos 10,29-30).
29. Jesús nos enseña, con su ejemplo y no sólo con palabras, el desapego que
es la actitud contraria a la avaricia. Su desapego es tan radical y profundo
que es también desapego de sí mismo y de la gloria que tiene junto al Padre.
Pero este desapego sólo se explica por un grande amor: no su gloria, sino la
"gloria de Dios Padre" (Filipenses 2,11).
30. Ejercicios
Encierre en un círculo lo que corresponde y después tache lo que no
corresponde en la frase que sigue:
La ambición es mala: siempre - nunca - a veces (si es desordenada).
Complete la palabra que falta en las frases siguientes:
A) El deseo de los bienes ajenos se
llama:....................................................
B) El deseo desordenado de adquirir o conservar bienes materiales se
llama:................................................................................................
C) La virtud opuesta a la avaricia se
llama:................................................ consiste en el
.......... de los bienes materiales y es parte de la virtud
cardinal de la:........................
D) La austeridad cristiana que Jesús nos enseña con su ejemplo y con su
doctrina se
llama:............................................................................
Dice San Pablo que la avaricia es como
una................................................
Encierre en un círculo los mandamientos contra los que nos hace pecar la
avaricia: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
¿Cuáles son los ídolos modernos? Nombre por lo menos tres:
Nombre pecados hijos de la avaricia:
APÉNDICES
Ejemplos: Con tanto dinero... (qué vidas y qué muertes!)
Narcolavado
(Noticia aparecida en el diario El Territorio (Posadas) del Domingo 5 de
diciembre 1999, p. 36)
El líder del cártel mexicano de Juárez, Amado Carrillo Fuentes, uno de los
narcotraficantes más poderosos de la actualidad, realizó inversiones en la
Argentina a partir de 1996 y estuvo relacionado con la financiera local
Mercado Abierto, cuyo dueño está siendo investigado por la Justicia por
presunto lavado de dinero del narcotráfico [...] el cártel de Juárez ingresó
al país 25 millones de dólares a través de empresarios argentinos que
actuaron como testaferros.
Muerto el rey...
Respecto del ingreso del líder narco Carrillo Fuentes a la Argentina, las
fuentes informaron que entró con un "pasaporte falso" y que cuando llegó
Atenía en México una orden de captura librada por crimen organizado, delitos
de narcotráfico, acopio de armas de guerra entre otros delitos.
Luego de su viaje por Argentina, Carrillo Fuentes se trasladó a Chile en
febrero de 1997, se escapó a Cuba antes de ser localizado, finalmente llegó
a México y murió en el postoperatorio tras haber realizado una cirugía
plástica para cambiar totalmente su fisonomía por liposucción con el
objetivo de no ser reconocido. Tras la muerte de Carrillo Fuentes, las
operaciones de lavado de dinero hacia la Argentina disminuyeron notablemente
debido a peleas internas entre sus lugartenientes agregaron los
investigadores.
No obstante hay quienes no creen que Carrillo Fuentes haya muerto y
sostienen que el cadáver que apareció con el rostro desfigurado, pertenece a
otra persona
Investigan asesinato de un banquero millonario
(Noticias tomadas del diario Crónica, Domingo 5 de diciembre 1999, pág. 26)
Misterio La muerte de Edmond Safra sigue siendo una incógnita. Siempre
estaba rodeado de guardaespaldas pero esa noche no había nadie.
MÓNACO (AFO) 5 Dic. El testimonio del enfermero del banquero de origen
libano-brasileño Edmond Safra, de 67 años, encontrado muerto en su
apartamento de Mónaco destruido por un incendio de origen criminal, intriga
a los policías encargados de la investigación que consideran posibles
cómplices.
Todo se basa en el testimonio de un enfermero, comentó el fiscal general del
principado Daniel Serdet. La posibilidad de un arreglo de cuentas fue
evocado en los medios financieros de Londres recordando que Safra "sabía que
estaba amenazado desde hacía tiempo". Algunos incluso aluden a una operación
de la mafia rusa.
El hombre, cuya identidad no fue revelada, resultó herido en el vientre y en
el muslo por arma blanca. Sería de nacionalidad estadounidense y trabajaba
desde hacía cinco meses para el banquero que padecía la enfermedad de
Parkinson. Los cadáveres de Safra y de su enfermera, Viviane Torrent, fueron
descubiertos en una sala de baño y sus autopsias confirmaron la muerte por
asfixia.
El enfermero de Safra confesó ser el autordel incendio
(Tomado de El Territorio (Posadas) 7 de diciembre 1999, pág. 32)
Obsesionado con la idea de que pretendían asesinarle, el banquero había
hecho de su apartamento, de 1.000 metros cuadrados y situado frente al mar,
una verdadera fortaleza protegida por numerosas medidas de seguridad.
Ted Maher, aseguró que su intención no era atentar contra la vida del
banquero, sino contra un colega. En mayo pasado, Safra vendió al banco
británico HSBC gran parte de sus acciones en el Republic Bank of New York
por 10.300 Millones de dólares, transacción que debía concluirse en enero
próximo. El banquero que no tenía hijos, no había designado heredero para su
gran fortuna, que según la revista Forbes, está entre las mayores del mundo.
París (EFE). La investigación sobre la muerte del multimillonario banquero
Edmond Safra, que había amasado una de las mayores fortunas del mundo,
fallecido el Viernes en Mónaco, dio ayer un nuevo giro con la confesión de
su enfermero, el ex militar estadounidense Ted Maher, que ayer ha sido
procesado y encarcelado por incendio provocado.
Según el fiscal de Mónaco, el procesado intentó demostrar a su jefe que era
un héroe inventándose la agresión. La inculpación de Maher ilumina la hasta
ahora misteriosa muerte de Safra, fundador del Republic Bank of New York y
ex director de American Express y de su enfermera Vivianne Torrente,
estadounidense de origen filipino.
Según los resultados de la autopsia los dos murieron asfixiados por el humo
en uno de los cuartos de baño del duplex del millonario en el que intentaron
refugiarse de las llamas.
Otras fuentes habían indicado que el banquero y la enfermera estaban todavía
vivos cuando llegaron los bomberos, pero que Safra se negó a moverse y a
salir de allí ante el temor de que fuese una treta para hacerlo salir y
matarlo.
La esposa de Safra y la hija de ésta, que se encontraban en la planta baja
cuando se produjeron los hechos, resultaron ilesas.