Letanías de la humildad (Cardenal Merry del Val)
- -Jesús manso y humilde de Corazón, ...Óyeme.
-Del deseo de ser lisonjeado,...
Líbrame Jesús (se repite)
-Del deseo de ser alabado,
-Del deseo de ser honrado,
-Del deseo de ser aplaudido,
-Del deseo de ser preferido a otros,
-Del deseo de ser consultado,
-Del deseo de ser aceptado,
-Del temor de ser humillado,
-Del temor de ser despreciado,
-Del temor de ser reprendido,
-Del temor de ser calumniado,
-Del temor de ser olvidado,
-Del temor de ser puesto en ridículo,
-Del temor de ser injuriado,
-Del temor de ser juzgado con malicia,
-Que otros sean más estimados que yo,
...Jesús dame la gracia de desearlo (se repite)
-Que otros crezcan en la opinión del mundo y yo me eclipse,
-Que otros sean alabados y de mí no se haga caso,
-Que otros sean empleados en cargos y a mí se me juzgue inútil,
-Que otros sean preferidos a mí en todo,
-Que los demás sean más santos que yo con tal que yo sea todo lo santo que pueda.
ORACIÓN
Oh Jesús que, siendo Dios, te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz,
para ser ejemplo perenne que confunda nuestro orgullo y amor propio.
Concédenos la gracia de aprender y practicar tu ejemplo, para que
humillándonos como corresponde a nuestra miseria aquí en la tierra, podamos
ser ensalzados hasta gozar eternamente de ti en el cielo. Amén.
(Cardenal Merry del Val)
Añadamos...
Oremos y digamos: ¡Sáname, Jesús!
De toda presunción de autosuficiencia
¡Sáname, Jesús!
De pensar que puedo hacerlo sin ti y sin los demás
¡Sáname, Jesús!
Del perfeccionismo
¡Sáname, Jesús!
De la reticencia a confiarte mis miserias
¡Sáname, Jesús!
De rehuir a las personas necesitadas que encuentro por el camino
¡Sáname, Jesús
(Papa Francisco, Via Crucis 2024)