Disfruten
de la Palabra Divina de los Domingos tomados
de la mano de los Padres de la Iglesia, de los Santos y Sabios de todos los
tiempos y del Catecismo de la Iglesia Católica (Nota Bene: Los números consignados entre paréntesis ( ) hacen referencia a los números del Catecismo).También puede saltar a: DOMINGO XX ORDINARIO A “La fe grande y
victoriosa” INDICE Comentarios de Sabios y Santos I. LA
PALABRA DE DIOS
* Is 56,1.6-7: “A los extranjeros los traeré a
mi Monte Santo” * Sal 66,2s.5.6.8: “Oh Dios, que te alaben los
pueblos, que todos los pueblos te alaben” * Rm 11,13-15.29-32: “Los dones y la llamada de
Dios son irrevocables para Israel” * Mt 15,21-28: “Mujer, qué grande es tu fe” Comentarios
de Sabios y Santos
Suplementos
II.
APUNTE BÍBLICO-LITÚRGICO
* La mujer cananea que comenzó orando a gritos: “Ten compasión...” y obtuvo
el silencio por respuesta, “se postró ante él y le pidió de rodillas” (la voz
hecha gesto): “Señor, socórreme”. Consiguió romper el silencio de Jesús y
obtuvo la respuesta de que el pan es para los hijos. Pero la orante a gritos y
postrada vuelve la comparación a su favor: “también los perros se comen las
migajas que caen de la mesa de los amos”. Jesús ya no puede menos de romper
distancias y exclama: “Mujer, qué grande es tu fe, que se cumpla lo que
deseas”. La fe confiesa el poder de Dios y se confía a él a pesar de todo. Las
acciones mesiánicas de Jesús a favor de Israel, que son los milagros, se
extienden fuera de los confines del primer pueblo elegido. Comienza ya la
llamada universal a la fe (1.a Lect.). III.
SITUACIÓN HUMANA
* No oramos u oramos mal por falta de fe. Esta falta “revela que no se ha
alcanzado todavía la disposición propia de un corazón humilde: ``Sin mí, no
podéis hacer nada'' (Jn 15,5)” (2732). Tenemos necesidad de la fe
inquebrantable de la cananea y de la humilde oración de aquel padre que dijo
gritando: “!Creo! Ayuda a mi falta de fe” (Mc 9,23). Orar creyendo es
imprescindible para vivir seguros bajo la providencia y colaborar con ella. IV. LA
FE DE LA IGLESIA
* La
fe
_ Dios rige la vida de los humanos por su providencia: “Dios guarda y gobierna por su providencia todo lo que creó, ``alcanzando
con fuerza de un extremo a otro del mundo y disponiéndolo todo con dulzura''
(Sb 8,1). Porque ``todo está desnudo y patente a sus ojos'' (Hb 4,13), incluso
lo que la acción libre de las criaturas producirá” (302). _ Los hombres pueden cooperar con ella: “Los hombres cooperadores a menudo inconscientes de la voluntad divina,
pueden entrar libremente en el plan divino no sólo por sus acciones y oraciones
sino también por sus sufrimientos. Entonces llegan a ser plenamente
``colaboradores de Dios'' (1 Co 3,9) y de su Reino” (307). * La respuesta
_ “``Orad constantemente'' (1 Ts 5,17), ``dando gracias continuamente y por
todo a Dios Padre en nombre de Nuestro Señor Jesucristo'' (Ef 5,20); ``siempre
en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con
perseverancia e intercediendo por todos los santos'' (Ef 6,18). No nos ha sido
prescrito trabajar, vigilar y ayunar constantemente; pero sí tenemos una ley
que nos manda orar sin cesar. Este ardor incansable no puede venir más que del
amor. Contra nuestra inercia y nuestra pereza, el combate de la oración es el
combate del amor humilde, confiado y perseverante...” (2742). * El testimonio cristiano
_ “No te aflijas si no recibes de Dios inmediatamente lo que pides: es él
quien quiere hacerte más bien todavía mediante tu perseverancia en permanecer
con él en oración. Él quiere que nuestro deseo sea probado en la oración. Así
nos dispone para recibir lo que él está dispuesto a darnos (San Agustín, ep.
130, 8, 17)” (2737). Por un lado, la fe incansable de la cananea, por otro, nuestra “poca fe”
que pronto duda y se cansa. “No mires nuestros pecados, sino la fe de tu
Iglesia”. Dios nos invita a cooperar con su providencia que rige el mundo, para
conducirlo a la felicidad que es Él “todo en todos”, la nueva creación. vea:
clerus.org |