Domingo 13 del Tiempo Ordinario C - Catequesis preparatoria para niños: preparemos la Acogida de la Palabra de Dios proclamada durante la celebración de la Misa dominical
Falta un dedo: Celebrarla
PASAJE DOMINICAL
Lucas 9, 51-62: Subida a Jerusalén; Seguimiento de Cristo.
EL CONTEXTO
Para San Lucas el camino a Jerusalén es el camino a la glorificación. Cumpliendo la voluntad de su Padre, Jesús acepta a los hombres para que participen en su camino. Pero deben ser discípulos de acuerdo a los criterios de él no a los personales propios.
EL TEXTO
a) En camino a su glorificación Jesús ya recibe rechazos, pero no permite la venganza.
d) Los diálogos respecto al seguimiento de Cristo, esclarecen como debe ser el seguimiento:
1. El discípulo pondrá a Cristo por encima de la seguridad material.
2. El discípulo coloca a Cristo por encima de lo más querido.
3. El discípulo debe seguir a Cristo sin poner condiciones.
Cristóforo
Había una vez un gigante enorme que se llamaba Óforo. Puesto que era muy
pero muy fuerte quería servir sólo al rey más poderoso del mundo. Después de
buscar por largo tiempo encontró, por fin, a un rey muy poderoso. Un día al
mencionarse en la presencia del rey el nombre de Satanás el rey hizo un
gesto de miedo y se santiguó. El gigante pensó entonces que Satanás era el
más poderoso del mundo. Se puso a buscarlo y cuando lo encontró le dijo:
"Quiero servirte porque tú eres el más grande y el más fuerte. ¿Lo eres?".
Satanás le dijo que él era el más poderoso del mundo y así el gigante
comenzó a acompañarlo en sus correrías por el mundo. Un día, estando en
camino, el diablo se puso a temblar y dio un gran rodeo porque al borde del
camino habían plantado una gran Cruz. El gigante se puso a pensar: "Satanás
no es el más fuerte, tendré que seguir buscando". Pero no encontró al
crucificado por ninguna parte. Aconsejándose con un ermitaño recibió las
siguientes indicaciones: "Colócate a la orilla del gran río que está cerca
de aquí. Mucha gente al querer cruzarlo se ha ahogado. Tú ponte a ayudarles
y seguro que encontrarás al crucificado". Así se puso al servicio de la
gente y los trasladó en un lado del río al otro. Una noche oscura una voz
débil pedía ayuda para cruzar. Se trataba de un niño. Fue, lo cargó y se
puso a cruzar el río. Pero el niño se volvió cada vez más pesado de manera
que el gigante casi desfalleciera. Le preguntó al niño: "¿Quién eres tú? Me
parecía que estaba cargando el mundo entero". El niño le contestó: "Has
cargado al Señor del mundo. Desde ahora te llamarás Cristóforo, o sea,
portador de Cristo".
Nosotros queremos servir al más fuerte
Nosotros también queremos servir al más fuerte y al más grande. ¿Quién es?... (Jesús). ¿Como podemos encontrarlo? ¿Que hizo Cristóforo para encontrar al más fuerte?... (Ayudó a la gente a cruzar el río). ¿Como podremos entonces encontrar a Jesús?... (Ayudando a la gente). ¿Y como lo encontró Cristóforo, como un rey poderoso o como un gran jefe del ejército?... (No, lo encontró como niño). O sea, a Jesús no le interesa la riqueza o el poder, a Jesús le interesa sólo el amor.
Seguir a Jesús
Una vez encontrado ya no dejaremos a Jesús. Queremos seguirlo siempre, queremos estar siempre en su compañía. Supongamos que ustedes viajan en ómnibus, sentados cómodamente y sube una persona de edad que no encuentra asiento, ¿cómo quiere Jesús que procedamos?... (Que nos levantemos y ofrezcamos nuestro asiento). Así es. ¿Recuerdan lo que dice Jesús en el evangelio? “El Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar la cabeza”. Así fue Jesús, dejó todo y se puso a caminar por toda la Palestina y renunció a su casa a su cama y a su hogar para servir a los demás.
Supongamos que un chico sienta en su corazón la vocación para el sacerdocio o una chica la vocación religiosa. Puede pensar en las consecuencias: A lo mejor de sacerdote o de religiosa lo mandarán a la selva u otra región lejana de la propia familia. Y entonces se pone a pensar: Mejor no me hago sacerdote, mejor no me hago religiosa porque tengo que alejarme de mi familia. ¿Quién es más importante: Jesús o la familia?... (Jesús). El sacerdote y la religiosa ayuda a la gente, pero en primer lugar ¿a quién están ayudando y a quien está siguiendo?... (A Jesús). Por eso Jesús dice en el evangelio: "Todo el que pone la mano en el agrado y mira para atrás, no sirve para él Reino de Dios".
Aplicación
Durante esta semana se queremos seguir a Jesús muy de cerca. Lo haremos como lo hizo San Cristóforo. ¿Que hacía el?... (Ayudar a los demás). ¿Hay un río cerca de tu casa para que ayudes a la gente a cruzar?... (No). Entonces, ¿como ayudaremos a los demás?... (Ayudar en casa, ayudar a los compañeros, a los hermanos). Por qué durante esta semana solamente seguiremos y solamente ayudaremos al más fuerte: ¿Quien es?... (Jesús). ¿Y dónde encontraremos al que es el más fuerte del mundo entero?... (En los más pobres, en los más débiles, en los que necesitan ayuda).
Elementos a reforzar:
-Queremos seguir a Jesús. ¿Como podemos saber la manera de encontrarlo, seguirlo y ayudarlo? Escuchando con mucha atención la Palabra de Dios.
-Cuando nos ponemos de pie, antes el evangelio, queremos expresar nuestra disposición de seguirlo y de ayudarlo.
El alma de la catequesis, una de sus tareas más nobles, es la formación en elaboración. Es en la oración cuando los niños aprenden y forman hábito de la búsqueda de Dios. En sus reuniones, ¿los niños rezan espontáneamente? ¿Con sus propias palabras?
Difícilmente uno puede enseñar lo que no vive. Busquemos con sinceridad en nuestro corazón la verdad si verdaderamente es Cristo al que estamos buscando. Muchas veces y hasta de manera inconsciente tenemos algunos "ídolos" en nuestro corazón que seguimos con mayor esfuerzo y mayor atención que al Señor.