Domingo 11 del Tiempo Ordinario C - Catequesis preparatoria para niños: preparemos la Acogida de la Palabra de Dios durante la celebración de la Misa dominical parroquial
Falta un dedo: Celebrarla
Las Lecturas del Domingo
PASAJES DOMINICALES
Primera lectura: 2 Samuel 12, 7-10. 13
Segunda lectura: Gálatas 2, 16. 19-21
CATEQUESIS
La misericordia de Jesús.
Una encantadora leyenda nos habla de un pecador que se confesó con profunda contrición. El confesor absolvió al penitente y le previno contra la recaída. El hombre, con todo, cayó en el del mismo pecado y al presentarse de nuevo contrito al tribunal de la reconciliación, el confesor vaciló largo tiempo en absolverlo. Cuando, por fin, lo absolvió le advirtió severamente: "Ésta es la última vez". Mas, a pesar de todos los buenos propósitos, la tentación pudo más que la buena intención del pecador y, cuando por tercera vez se presentó al confesionario el confesor le negó rotundamente la absolución porque dudaba de que el arrepentimiento del penitente fuera sincero. El penitente, en cambio afirmaba que se sentía profundamente contrito. El sacerdote, no obstante persistió en la negativa. Se fue triste el hombre para arrodillarse a los pies de la Cruz del templo. El sacerdote que lo estaba observando se percató como de repente el crucificado arranca la derecha del Madero y le da la absolución. Dicen que todavía hoy existe la Cruz con la mano desprendida.
Dios es bueno con nosotros. Cuando estamos arrepentidos de nuestros pecados el siempre ¿?... (Perdona).
Todos somos pecadores.
Ustedes recuerdan el Evangelio. El fariseo que había invitado a Jesús ¿se creía asimismo una buena persona o una mala persona?... (Se creía una persona buena). ¿Y qué pensaba el fariseo de la mujer que se había acercado para ungir los pies a Jesús? ¿Pensaba el fariseo que era una persona buena o una pecadora?... (Que era una pecadora). Ahora bien, es cierto que la mujer habrá cometido más pecados que el fariseo y por eso tenía más deudas para con Dios que el fariseo. ¿Y qué dice Jesús a la mujer?... (Tus pecados te son perdonados).
Díganme ustedes ¿qué piensan usted es: el fariseo nunca, nunca habrá cometido un pecado?... (Al contrario, también habrá cometido pecados). Es verdad. Todos los hombres somos pecadores y todos tenemos deudas con Dios.
¿Cual es la diferencia entre el fariseo y la mujer?... (El fariseo no le ha pedido perdón, ni lo ha abrazado a Jesús pero la mujer lo unge, lava sus pies con sus lágrimas y cubre sus pies de besos). ¿Y a quién le dice que Jesús: "tus pecados te son perdonados"?... (A la mujer). ¿Por qué no dicen lo mismo al fariseo?... (Porque no le pidió perdón).
Nuestro arrepentimiento
Cuando nosotros nos portamos como el fariseo entonces creemos que somos personas muy santas, muy buenas. Sin embargo, nos engañamos. ¿Por qué?... (Por que todos somos pecadores). Cuando nos engañamos a nosotros mismos pensando que no hemos pecado entonces Jesús no nos puede perdonar porque no se lo pedimos.
Les cuento lo que pasó en una escuela de un barrio de Londres. Una religiosa estaba preparando a un grupo de niños para recibir la primera comunión y hacía varias preguntas encaminadas a despertar verdadero dolor de haber pecado. Ella preguntó a una niña: "¿Sabrías decir un acto de contrición perfecta?" La niña contestó: "Oh sí, hermana. Basta mirar un crucifijo y pensar que fui yo quien lo hizo todo".
Los arrepentimos de nuestros pecados no tanto porque tengamos miedo que Dios nos va a castigar sino porque nos da pena de haber causado a Jesús tanto dolor y sufrimiento. ¿Como podremos demostrar a Jesús durante esta semana de que lo queremos?
ELEMENTOS A REFORZAR
Realizar en este mismo momento al terminar la preparación un acto de contrición perfecta.
Ejercicio: Antes entrar los niños con su familia a la Iglesia abren un sobre cerrado que se les ha entregado al finalizar la catequesis preparatoria a la celebración de la Misa. La esquela dice lo siguiente: "Dios es tan santo y tan bueno y tú eres tan pecador(a): De por sí no puedes entrar aquí. Porque tus pecados han ofendido a Dios. Solamente puedes entrar aquí si estás dispuesto(a) a pedir perdón por tus pecados al comienzo de la Santa Misa. Al pedir perdón por tus pecados mira fijamente la Cruz porque tus pecados han causado la muerte de Jesús".
VIVENCIA FAMILIAR
Una costumbre muy saludable: cada cierto tiempo los padres de familia van a confesarse y los hijos les seguirán el ejemplo.
EL NIÑO
Algunas veces algún niño se porta mal, estorba o agrede a otro niño. Pongámonos a pensar junto con el niño cuál sería el castigo adecuado para su comportamiento y a quien debería pedir perdón (a los demás, al niño agredido, a Dios).
CONDICIÓN PREVIA
Aún en nuestros días hay catequistas o padres de familia que se arrepienten de sus pecados por miedo al castigo y al infierno. El verdadero arrepentimiento es dictado por el amor. En el caso de que nuestro arrepentimiento no sea muy profundo o eficaz tenemos que preguntarnos si en verdad nuestro amor a Dios es profundo y eficaz.