Domingo 9 Tiempo Ordinario C - Iglesia del Hogar: en Familia, como Iglesia Doméstica, preparamos la Acogida de la Palabra de Dios proclamada durante la celebración de la Misa dominical
¿Cómo acoger la Palabra de Dios?
Falta un dedo: Celebrarla
introducción a Las Lecturas del Domingo
Primera Lectura 1 R 8, 41-43
Este pasaje forma parte de la oración que pronuncia Salomón con ocasión de
la consagración del templo. (1 Re 8, 23-53) Ha sido escogida en vista del
evangelio donde también se manifiesta la fe que ha de inspirar nuestra
oración.
Segunda Lectura: Gal 1, 1-2. 6-10
Con el domingo de hoy comenzamos a leer la carta de San Pablo a los
cristianos de Galacia, lectura que se prolongará hasta el domingo 14 del
tiempo ordinario. Pablo ha evangellzade estas comunidades. Luego vienen tres
misioneros y crean una confusión porque enseñan que es necesario para los
cristianos venidos del paganismo que tienen observar la ley mosaica o sea
todo lo que un judío piadoso está obligado a vivir. Además, ponen en duda la
autoridad apostólica de Pablo. Desde la primera frase sentimos la intensa
preocupación con la cual fue escrita esta carta. No le importa su persona
sino la pureza de su enseñanza. Esta encuentra su garantía en que Dios
mismo que resucitó a Jesús de los muertos, ha llamado a Pablo para que sea
apóstol de los gentiles (cfr. Hch 10,1-11; 15.7-12; Gal 3, 6-9.23-29; Ef
2,12-22).
Evangelio Lc 7,1-10
San Lucas presenta al centurión como un prototipo de la fe cristiana: acepta
incondicionalmente a Jesús como manifestación de la presencia de Dios. Es
intención del evangelista subrayar la calidad de fe que se encuentra en los
no judíos para promover este tipo de fe en todos.
Reflexionemos
Cuando uno lee las vidas de los santos frecuentemente se encuentra
con expresiones de esos cristianos privilegiados que parecen no cuadras. Por
ejemplo: Ellos se consideran los pecadores más grandes del mundo. Ahora
bien, si comparamos nuestra vida con la de ellos - y no nos parece que
seamos pecadores tan terribles - la desproporción se hace notable. ¿Cómo
pueden ellos considerarse tan pecadores cuando su vida es ejemplar y hasta
heroica? Cuánto más uno se acerca a la luz tanto más nota las manchas y
hasta observa el más leve rastro de polvo. Cuánto más uno se acerca a Dios
tanto más uno descubre sus propias fallas y faltas. Y lo maravilloso es que
esta experiencia no conduce al pesimismo y la resignación sino al
reconocimiento cada vez más agradecido de la misericordia de Dios. El
evangelio es característico. El centurion reconoce su indignidad que es
expresión precisamente de una fe profunda e incondicional. La reacción de
Jesús t&2bién es característica de Dios: una respuesta inmediata y plena.
Los cristianos deberíamos aprender cada día más de movernos en estas
dimensiones: un descubrir de Dios cuyo trato nos hace entender lo mezquinos
egoístas y pecadores que somos.
Cuando hay una actitud de este tipo Dios puede actuar. Dios puede cambiar el
corazon de los hombres. Para Dios no hay nada, imposible.
REFLEXIONEHOS CON LOS HIJOS
Todos tenemos muy buena opinión de nosotros mismos. Nos parece que somos las
personas más importantes del universo. De ahí queremos que todo gire
alrededor nuestro, que pongan atención a nuestra persona. Nos olvidamos que
los demás piensan igual, que ellos también quieren que se les preste
atención. Si pensamos además que hay millones y millones de seres humanos,
entonces nos daremos cuenta que somos muy poca cosa. Uno podría pensar que
cada une luche entonces para legrar sus derechos y procure conseguir la
tajada más grande. Jesús piensa de manera diferente. Dios toma en serio a
cada uno porque quiere salvar a cada uno. Cada uno de nosotros somos hijos
de Dios y herederos del reino. De ahí que somos muy importantes a les ojos
de Dios. Y nuestra importancia crece conforme actuemos como Jesús al
servicio de los demás. Nos daremos cuenta que nos falta mucho, que cometemos
muchas faltas. Pero con la ayuda de Dios podremos lograr todo.
CONEXION EUCARISTICA
En la palabra del centurion se expresa el agradecimiento, la humildad y la
fe profunda en la persona y acción de Cristo. A los que participamos en la
Eucaristía nos debe animar la misma actitud "Señor no soy digno dee que
entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme."
NOS HABLA LA IGLESIA
Por u1timo, quienes todavía no recibieron el evangelio, se ordenan al Pueblo
de Dios de diversas maneras. En primer lugar, aquel pueblo que recibió los
testamentos y las promesas del que Cristo) nació según la carne (cfr. Rm 9,4
-5). Por causa de los padres es un pueblo amadísimo en --razón. de la
elección, pues Dios no se arrepiente de sus dones y de su vocación (cfr. Rm
11, 28-29). Pero el designio de salvación abarca también a los que reconocen
al Creador, entre los cuales están en primer lugar los musulmanes, que,
confesando adherirse a la fe de Abraham, adoran con nosotros a un Dios único
que juzgará a los hombres en el día postrero. Ni el mismo Dios está lejos de
otros que. buscan en sombras e imágenes al Dios desconocido, puesto que
todos reciben de El la vida, la inspiración y todas las cosas (cfr. Hch
17,25-28) y el Salvador quiere que todos los hombre8 se salven (cfr. l Tim
2,4). Pues quienes, ignorando sin culpa el evangelio de Cristo y su Iglesia,
buscan, no obstante, a Dios con un con un corazón sincero se esfuerzan, bajo
el influjo de la gracia, en cumplir con obras su voluntad, conocida mediante
el juicio de la conciencia, pueden conseguir la salvación eterna. (Vat. II,
Iglesia en el mundo 16)
Vivencia familiar
Quizá la familia puede participar en una reunión de un grupo de
oración para aprender con qué confianza se debe rezar.
Quizá si no existe la oración en común en la familia, se podría tomar esto
como oportunidad de comenzar, de cara a alguna necesidad urgente por la
rezan todos juntos.
Oración
Dios y Salvador mío, me has guiada hasta el día de hoy. En tus brazos me
sentiré seguro también en los días venideros. Nada tengo que temer si tú me
guardas. Si tú me dejas ya no tengo nada que esperar. No sé lo que me traerá
el futuro hasta el momento de mi
muerte, no conozco el futuro, sin embargo, confío en ti.
Concédeme toda lo que necesito para mi salvación, quítame lo que hace daño
la mi alma. Cuando me mandas dolores y sufrimientos, dame la gracia de
soportarlos como tú lo quieres y guárdame de la amargura y del egoísmo.
Cuando me mandas bienestar, fuerza. y éxito entonces ayúdame a que no me
alejen estos favores de ti. Haz que sea. fiel en tu servicio. Amén.
Leamos la Biblia con la Iglesia
Lunes I. Tob 1, 1a.2; 2,1-9 II. 2 Pe 1, 1-7 Mc 12, 1-12
Martes I. Tob 2, 10-32 II. 2 Pe 3,12-15ª Mc 12, 13-17
Miérc. I. Tob 3, 1-11.24-25ª II. 2 Tim 1,1-3.6-12 Mc 12,18-27
Jueves I. Tob 6,10-11a.7,1.9-17 II.2 Tim 2,8-15 Mc 12, 28-34
Viernes I. Tob 11, 5-17 II. 2 Tim 3, 10-17 Mc 12, 35-37
Sábado I. Tob 12, 1.5-15.20 II. 2 Tim 4, 1-8 Mc 12, 38-44