Domingo 18 del Tiempo Ordinario B - Catequesis preparatoria para Niños: Para que puedan acoger la Palabra de Dios proclamada durante la Misa Dominical
Recursoso adicionales para la preparación
Falta un dedo: Celebrarla
Las Lecturas del Domingo
Ex 16,2-4.12-15:
“Yo haré llover pan del cielo”
Ef 4,17.20-24:
“Vestíos de la nueva condición humana, creada a imagen de Dios”
Jn 6,24-35: “El que
viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí no pasará sed”
Catequesis
Ejercicio
Por turno se acerca un niño y dice al(a) catequista lo que más le gustaría
tener. Todos estos deseos se apuntan en la pizarra (cartulina) a la vista de
todos. Cuanto más deseos mejor. Luego se trata de descubrir cuáles son las
cosas que más les gustan a todos. Se procede de la siguiente manera: Se les
dice a los niños que sólo pueden pararse 3 veces. Se les invita a pararse
cuando se nombra una cosa que les gustaría tener de entre todas las que están
escritas en la pizarra. El(a) catequista anota al lado de cada cosa el número
de los que se han parado. Generalmente es bueno hacer una especie de ensayo
porque los niños se han dado cuenta que demasiado pronto se paran y quisieran
pararse para otras cosas cuando ya se han parado tres veces. Se logra lo mismo
levantando la mano. Cuando se desea darles la posibilidad de expresar su
preferencia por una cosa que quieren mucho pueden expresar sus preferencias
levantando el número de dedos. De esta manera pueden dar todos sus tres votos
por una sola cosa.
Cuando hay suficiente lugar los niños se colocan al fondo del salón y se marca
con sillas (tiza) tres distancias. Cuando quieren votar por una de las cosas
apuntadas en la pizarra los niños sencillamente avanzan al primero, segundo y
tercero de los puntos marcados. Este tipo de procedimiento facilita sí control
de los niños que han dado sus tres votos. Es también posible que den uno de
sus tres votos de golpe avanzando al tercer punto. Al final se constatan las
tres cosas que más gustan a la mayoría porque han dado por ellas mayor número
de votos. Es verdad que los niños simplemente podrían decir la cantidad de
votos por objeto. Pero siempre es mejor que se muevan un poco.
El deseo de los judíos
Vamos ahora a recordar el evangelio del domingo pasado. Jesús estaba sentado en una montaña con sus discípulos y vino mucha gente que no tenía nada que comer. Había un muchacho que tenía 5 panes y tres pescados. ¿Qué hizo Jesús?... (Dio gracias y los repartió) ¿Y qué pasó? ¿Había suficiente?... (Todos comieron hasta estar satisfechos). Y al final recogieron canastos llenos de sobras. ¿Recuerdan cuántos canastos fueron?.... (Doce). ¿Jesús había hecho este milagro para ser famoso o para ayudar?... (Para ayudar). La gente quiso hacerlo rey. ¿Jesús permitió que lo hicieran rey?... (No). Sino se fue. Ahora vamos a escuchar el evangelio de este domingo para que se enteren de lo que
pasó. Presten atención, mucha atención porque ustedes deben descubrir qué era
lo que deseaban pedir los judíos de Jesús. Jesús mismo se lo dice porque él lo
sabe. Vamos a ver si descubren cuál es el deseo de los judíos
Se lee el Evangelio
¿Quién se ha dado cuenta de lo que desean los judíos? Jesús les dice a los
judíos: 'Ustedes no me buscan por la señal que he hecho... ¿sino?... (Por el
pan que han comido hasta estar satisfecho). Entonces la gente ¿qué cosa buscó,
pan o a Jesús?... (Pan). Se dan cuenta, Jesús sólo les interesa porque les ha
dado de comer. ¿Qué les parece un amigo que sólo los visita porque ustedes lo
convidan caramelos? ¿Les gustaría tener un amigo así?..... (No). ¡Ni hablar!
Una señal
Había una vez una niña que en su salón del colegio conoció a otra niña que
paraba siempre sola porque nadie la quería como amiga. Ella pensó: "Yo voy a
hacerla mi amiga. La voy a invitar a mi casa y en las vacaciones la llevaré
conmigo; le daré algunas de mis muñecas y ya no va a estar sola porque yo voy
a ser su amiga." Y para que se dé cuenta le dio un caramelo. Esto fue el
penúltimo día antes de las vacaciones. En la tardo pidió permiso a sus padres
para llevar a la práctica lo que se había propuesto, es decir, invitarla para
las vacaciones. El día siguiente al encontrarla en la puerta del colegio, la
niña solitaria se le acercó como quien espera algo. Le dio un caramelo pero no
pudo contar lo del permiso de su padre porque ya comenzaba la clase. Durante
el recreo la niña solitaria ya no se acercaba porque pensaba que con recibir
el caramelo ya lo tenía todo. No esperaba nada más. Y por no acercarse no se
enteró que la esperaban muchas cosas más. ¿Cuáles?... (La invitación, las
vacaciones, las muñecas) ¿Y lo más importante?.... (Que ya no iba a estar sola
sino que iba a tener una amiga). El verdadero regalo no era el caramelo,
¿sino?.... (La amistad). El caramelo era solo un signo, una señal.
Lo mismo pasó con los judíos. ¿Ellos querían?.... (Pan). Y el pan sólo era una
señal. Jesús en realidad les iba a regalar ¿qué cosa?.... (La vida, la amistad
suya). Los que hemos hecho la primera comunión sabemos que Jesús quiere darnos
el pan de vida eterna. ¿Qué es?... (Su cuerpo). ¿Que buscaremos nosotros donde
Jesús, pan o amistad?... (Su amistad). Y una manera especial de darnos su
amistad consiste en darnos a comer su cuerpo en la sagrada hostia. Por oso
nuestro lema será: Jesús mismo es el regalo más grande. Vamos ahora revisar su
deseos en la pizarra. Todo lo que les parece que es buscar sólo pan como los
judíos, lo borramos y subrayamos lo que nos da la vida como Jesús lo da a los
hombres. (Los catequistas aprovechan la revisión aquella para hacerles
remarcar cómo fácilmente buscamos cosas materiales cuando son otras cosas que
verdaderamente nos hacen felices. ¿Oportunidad para revisar y corregir sus
propias fantasías?)
Queremos ayudar
a que los niños, por medio de la catequesis dominical, puedan
compenetrarse de la Palabra de Dios proclamada durante la Misa Dominical
Parroquial. De ningún modo
queremos dar pie al terrible malentendido como si pretendiéramos colaborar en
sustituir la Misa Dominical de la Comunidad Parroquial con una Misa para
Niños.
Tenemos una
seria acusación al respecto.