Domingo 4 Tiempo Ordinario B: Iglesia doméstica - Preparemos en casa la Fiesta del Domingo
Introducción a las lecturas
Reflexionemos con los hijos
Conexión eucarística
Vivencia familiar
Nos habla la Iglesia
Leamos la Biblia con la Iglesia
Oraciones y Reflexiones
Falta un dedo: Celebrarla
Cuando entre rayos y truenos Dios hablaba desde el Sinaí al pueblo de
Israel, la gente se asustó mucho y pidieron que sea sólo Moisés quien
escuchara para luego contárselo a ellos. Desde entonces, generalmente, Dios
envía a profetas que sólo de manera extraordinaria ven acompañadas sus
palabras con signos poderosos y milagros. Lo que importa es que hablen en
nombre de Dios. ¿Quiénes te hablan a ti en nombre de Dios? ¿Les haces caso?
De acuerdo, aquí en esta lectura se trata de una profecía acerca de Jesús.
Pero también él se presentó como cualquier hijo de vecino. A veces hacía
milagros pero en la mayoría de los casos enseñaba con viva palabra. ¿No
sería bueno que lo escuches cada día? De todos modos ayudará recitar el
salmo responsorial que la Iglesia ha puesto después de esta lectura.
Segunda lectura: 1 Cor 7, 32-35
¿Se acuerdan de la lectura del domingo pasado? Nos decía, por ejemplo,
que los que tiene que mujer vivan como si no la tuvieran. Hoy seguimos
escuchando a San Pablo. Nos plantea de nuevo la misma pregunta: ¿Qué o, más
bien, quien es lo más importante en tu vida?
La Iglesia coloca después de la segunda lectura un aleluya repetido con
su versículo. En este momento la asamblea se pone de pie porque el Señor nos
quiere hablar. Cuando se proclama el Evangelio en familia también sería
bueno que todos se pongan de pie. Con esta postura manifestamos que somos
conscientes que es el Señor quien quiere enseñarnos.
La palabra de Jesús tiene hoy el mismo poder de
aquel entonces. Cuando escuchamos con fe los espíritus malos de
nuestro corazón (egoísmo, rencor, malos pensamientos, etc.) son expulsados.
Cuando escuchamos distraídamente o sin fe la palabra no surte efecto. Lo
hemos comprobado tantas veces, ¿no es verdad?
Afirman los antiguos que en la casa donde se encuentran las Escrituras,
los malos espíritus no tienen lugar. Esto no quiere decir que basta tener
una Biblia en la casa. La palabra de Dios necesita ser leída y proclamada y
entonces tendrá la fuerza para expulsar los malos espíritus de nuestro
corazón. El primer paso puede consistir en el esfuerzo de identificar cuáles
son los malos espíritus que ocupan principalmente nuestra mente y nuestro
corazón. En esto puede ayudarnos la lista de los pecados capitales. El
segundo paso puede consistir en desarrollar la manera de cómo la palabra de
Dios sea leída por todos los miembros de la familia. Hay familias que, antes
de comenzar con los quehaceres del día, proclaman un pasaje bíblico para que
acompañe nuestra mente en el camino a las obligaciones del día. Puede ayudar
también una breve palabra de explicación y aplicación que ofrece por turno
un miembro de la familia. Cuando la palabra reina en nuestro hogar
experimentaremos su poder en nuestra vida. El punto neurálgico es el tipo de
fe que vive cada uno. La fe es ante todo una adhesión personal de la persona
humana a Dios, es al mismo tiempo e inseparablemente el asentimiento libre a
toda la verdad que Dios nos revela.
Cada día somos “bombardeados” con información, con imágenes, con las
cosas y personas que se mueven, etcétera. Para protegernos limitamos el
efecto que todo eso tiene en nuestra mente y en nuestro corazón. Esto
es normal porque no podemos ni queremos recordar todas las tonterías. Sin
embargo, esto trae
como peligro que, cuando se proclama la palabra de Dios o la leemos, estemos
también con esta limitación que nos protege contra los “bombardeos” de cada
día. Consecuencia: no le prestamos mucha atención. Cuando se proclama el
Santo Evangelio durante la celebración de la misa, tanto el sacerdote como
los integrantes de la asamblea se persignan marcando una cruz en la frente,
en la boca y en el corazón. Queremos con ello significar nuestro deseo que
la palabra de Dios ilumine nuestra mente, permita hablar en su nombre
anunciando a otros la buena nueva y que, aterrizando la palabra en nuestro
corazón, pueda dar mucho fruto en nuestra vida. El gran enemigo siempre es
la rutina, que no poner verdadera atención.. Pidamos al Espíritu Santo que
nos ayude a prestar atención cuando leemos o escuchamos la palabra divina.
La Santa Misa consta de dos partes de igual valor: la liturgia de la
palabra y la liturgia del sacrificio. Cuanto más y mejor así acogemos la
palabra de Dios en nuestro hogar tanto más y mejor podremos participar en la
celebración eucarística.
Como ya venimos insinuando la palabra de Dios debe tener un lugar
habitual en nuestra familia. Cada familia tiene que revisar cómo hacer para
que la palabra de Dios pueda desplegar toda su potencia en nuestro hogar.
Solamente con la luz de la fe y con la meditación de la palabra divina es
posible reconocer siempre y en todo lugar a Dios, “en quien vivimos, nos
movemos y existimos”(Hech 17, 28); buscar su voluntad en todos los
acontecimientos, contemplar a Cristo en todos los hombres, próximos o
extraños, a juzgar con rectitud sobre el verdadero sentido y valor de las
realidades temporales, tanto en sí mismas como en orden al fin del hombre
(Vaticano II, Sobre el apostolado de los seglares 4 C).
Es uno de los capítulos principales de la doctrina católica, contenido en
la palabra de Dios y predicado constantemente por los Padres, que el hombre,
al creer, debe responder voluntariamente a Dios (Vaticano II, Sobre la
libertad religiosa 10).
Leamos la Biblia con la Iglesia
|
Año impar |
Salmo responsorial |
Año par |
Salmo responsorial |
Evangelio |
Lunes |
Hebr 11, 32-40 |
Sal 30 |
2 Sam 15, 13-14.30; 16, 5-13a |
Sal 3 |
Mc 5, 1-20 |
Martes |
Hebr 12, 1-4 |
Sal 21 |
2 Sam 18, 9-10.14b. 24-25a. 30-19, 3 |
Sal 85 |
Mc 5, 21-43 |
Miércoles |
Hebr 12, 4-7. 11-15 |
Sal 102 |
2 Sam 24, 2. 9-17 |
Sal 31 |
Mc 6, 1-6 |
Jueves |
Hebr 12, 18-19.21-24 |
Sal 47 |
1 Re 2, 1-4. 10-12 |
Sal 1 Cro 29, 10-11ab. 11d- 12 |
Mc 6, 7-13 |
Viernes |
Hebr 13, 1-8 |
Sal 26 |
Ecli 47, 2-13 |
Sal 17 |
Mc 6, 14-29 |
Sábado |
Hebr 13.15-17.20-21 |
Sal 22 |
1 Re 3, 4-15 |
Sal 118 |
Mc 6, 30-34 |
Pecados Capitales |
Virtudes para vencerles |
1-Soberbia ante el deseo de alto honor y gloria |
Humildad Reconocer que de nosotros mismos solo tenemos la nada y el
pecado. |
2-Avaricia ante el deseo de acaparar riquezas |
Generosidad. Dar con gusto de lo propio a los pobres y los que
necesiten. |
3- Lujuria ante el apetito sexual |
Castidad. Logra el dominio
de los apetitos sensuales |
4- Ira ante un daño o
dificultad |
Paciencia. Sufrir con paz y serenidad todas las adversidades. |
5- Gula ante la comida y bebida |
Templanza. Moderación en el comer y en el beber |
6- Envidia resiente las cualidades, bienes o logros de otro porque
reducen nuestra auto-estima |
Caridad. Desear y hacer siempre el bien al prójimo |
7- Pereza del desgano por obrar en el trabajo o por responder a los
bienes espirituales |
Diligencia. Prontitud de ánimo para obrar el bien |
“un vicio capital es aquel que tiene un fin excesivamente deseable de manera
tal que en su deseo, un hombre comete muchos pecados todos los cuales se
dice son originados en aquel vicio como su fuente principal” (II-II:153:4)
Orar y meditar a partir de los Ejercicio Espirituales Ignacianas
(Esto necesita un tiempo regular. Si ha podido identificar cuál de los pecados capitales debe ser atacado
ante todo, le aplicaremos nuestro esfuerzo durante una semana)
Modo de orar sobre los Siete Pecados Capitales-(EE 244-245)
¿Cuál es el objetivo de este modo de orar?
- Conocer mis faltas, mis afecciones desordenadas.
- Confrontarme con mi realidad
-
Ver cómo corregirlas
-
Entender el por qué de cada falta mía
-
Portarme mejor como hijo de Dios y darle gloria.
Pasos de la oración
1 - Relajarme: Ignacio recomienda: repose un poco el espíritu,
asentándose o paseándose, como mejor le parecerá, considerando a dónde voy y
a qué [EE 239]. Hay que desconectarse de lo que nos ocupaba para poder
abrirnos a esta confrontación.
2 - Oración preparatoria: “Que todas mis intenciones, acciones y
operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su divina
Majestad” (EE. 240).
3 - Petición: Pido gracia a Dios nuestro Señor
-
1 - para que pueda conocer en lo que he faltado en los siete pecados mortales
-
2 - para enmendarme adelante, demandando perfecta inteligencia de ellos
-
3 - para mayor gloria y alabanza de su divina majestad [EE 240].
-
4 - Puntos:
-
<Los siete pecados mortales son precisamente los hábitos y actitudes negativas que se han incorporado a la estructura de mi yo. Si antes se trataba de mandamientos que se han de guardar, ahora se trata de pecados que se han de evitar. El referente, pues, es negativo; por eso añade la advertencia siguiente: Para mejor conocer las faltas en los pecados mortales, mírense sus contrarios, y así para mejor evitarlos proponga y procure la persona con santos ejercicios adquirir y tener las siete virtudes a ellos contrarias [EE 245].
-
En efecto, el alcance del ‘pecado mortal’ resalta más al compararlo con la virtud contraria. Ahora bien, si tanto los ‘pecados’ como las ‘virtudes opuestas’ son ‘hábitos o actitudes’ negativas o positivas, una actitud no puede ser eliminada por un acto, sino que ha de ser suplantada por otra actitud de signo contrario. Por ejemplo, si soy soberbio, la única forma de dejar de serlo no es con un acto aislado, sino con ‘muchos’ (¿ascesis?) que vayan posibilitando la actitud contraria, la humildad.> (Chércoles). De ahí la importancia de la repetición en la oración.
-
Lectura del santo evangelio según San Mateo (Mt 5, 1-12)
-
Las Bienaventuranzas.
-
Lectura del santo evangelio según San Lucas (Lc 6, 17. 20-26)
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Las Bienaventuranzas y las Maldiciones. (Elegir una de las dos Lecturas)
Los Siete Pecados Capitales
1.Lujuria vs. Pureza:
-
¿Cómo evitar cada pecado capital?
-
Dar la batalla al inicio de la tentación. Poner la atención en otra cosa. Cambiar de ocupación. No verme con mi cómplice.
-
¿Cómo promover la Pureza? Pedirle a la Virgen, S. Luis Gonzaga, Sta. María Goretti...
2. Gula vs. Sobriedad en la comida
-
¿Cómo promover la Sobriedad?
-
“Reglas para ordenarme en el comer” (EE 210-217).
3. Avaricia vs. Generosidad (Austeridad, Desprendimiento).
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¿Cómo promover la Generosidad?
-
(Meditación de las Dos Banderas: 1ª Etapa en el Camino de Jesús y del diablo).
4. Pereza vs. Actividad
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¿Cómo combatir la pereza? ¿Cómo promover la Sana Actividad?
5. Ira (hija de la Soberbia) vs. Mansedumbre
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¿Cómo combatir la ira? (Meditación de las Dos Banderas). Callarse.
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¿Cómo promover la Mansedumbre?
6. Envidia vs. Aprecio a los demás.
-
¿Cómo promover el Aprecio a los demás? Sonreír a los demás, hablar bien de ellos, no comentar sus defectos, tratarlos como amigos, ser comprensivos…
7. Soberbia vs. Humildad:
-
Meditación de las Dos Banderas. ¿Cómo promover la Humildad?
Examen general
¿Cuáles son los pecados más comunes en mi familia en orden de
importancia?
¿Quiénes representan a cada uno de estos pecados?
¿Cómo corregir cada uno de estos pecados?
Oración, examen
particular y general. (EE 24-44).
Ejemplo de S.
Alberto Hurtado (ver su película).
¿Cuáles son las virtudes que más aprecio?
¿Cuáles son las virtudes características de mi familia?
Pongámoslas en
orden de preferencia:
Quizá:
generosidad, aprecio a los demás, mansedumbre, humildad, pureza, actividad,
sobriedad en comida.
¿Cómo fomentar cada una de estas virtudes?
¿Quiénes son mis modelos para cada una de estas virtudes?
Examen particular
-
¿Qué sentimientos o actitud me han impactado más? ¿Qué actitud de mi vida ha quedado conmovida? ¿Qué sentido he podido aplicar con más facilidad y cuál me ha costado más? ¿Con cuál de los rubros voy a comenzar la conversión en respuesta a la invitación de Jesús? Y por todo ello dar gracias.
-
Bibliografía
- Chércoles, Adolfo, S.J. La oración en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, Revista Manresa. Ver texto en:
http://www.clcsfr.org/uploads/1/8/0/2/18027175/eides490_la_oracion_en_los_ee_-chercoles.pdf
- Ignacio de Loyola. Autobiografía y Ejercicios Espirituales. Ed. SA Ed CR. Caracas 2002.
José Martínez de Toda, S.J.
Preparándonos para los Ejercicios Espirituales – S. Francisco - El Silencio,
Caracas
http://ejerciciosvcsfrancisco.blogspot.com/