Domingo 18 del Tiempo Ordinario A - 'Todos comieron hasta saciarse' - Iglesia del Hogar: en Familia, como Iglesia doméstica, preparamos la Acogida de la Palabra de Dios proclamada durante la celebración de la Misa dominical
Recursos adicionales para la preparación
1.1 Primera Lectura: * Is 55,1-3: “Daos prisa y comed”
1.3 Evangelio: * Mt 14,13-21: “Comieron todos hasta quedar satisfechos”
6. Leamos la Biblia con la Iglesia
7, De la Doctrina de los doce Apóstoles
Falta un dedo: Celebrarla
1.- Introducción a la
Palabra
1.1 Primera Lectura: * Is 55,1-3: “Daos prisa y comed”
Los pobladores de los Pueblos Jóvenes (barrios marginales) comprenderán muy bien las imágenes de esta lectura. Cuando uno tiene que comprar agua de unos camiones cisternas y cada cilindro cuesta el ojo de la cara, la frase: ”vengan, compren agua los que no tienen dinero”, debe sonar como música del cielo.
Es curioso que cuánto más uno “progresa" en la vida y adquiere una situación que pueda gozar de todos los adelantos de la civilización, aparentemente se aleja proporcionadamente de una comprensión directa de la Palabra de Dios. ¿Por qué en el NT se dice que es difícil para el rico entrar en el reino de Dios. Sospecho que no es tanto la distancia del tiempo entre el profeta y nosotros sino más bien nuestro consumismo que nos dificulta la lectura de la Palabra de Dios, especialmente del Antiguo Testamento, cuyas preocupaciones frecuentemente giran alrededor de las necesidades primarias: beber, comer, seguridad, familia. Un lenguaje de este tipo toca el corazón del que las siente. Su acceso a la enseñanza es más directo. Así que le sugiero ayunar un día y luego leer el pasaje de Isaías y sentirá la promesa en su propia carne.
Supongo que no es necesario atraer la atención al hecho que las imágenes son expresión de una enseñanza más profunda. Aunque Dios quiera que nadie pase hambre ni sed, lo que importa es que la alianza, su pacto con los hombres sea real y sea experimentada. . ¿Qué querrá decir entonces: Plato sustancioso, vino y lecho en balde, sin pagar nada? Lo que nos interesa es pasarla bien. Lo que nos importa es conocer todos los trucos para poder solucionar los problemas que nos aquejan. Sentir hambre y sed del reino de Dios, ¿qué es eso? Si quiere un criterio para saber si hay algo similar en su corazón pregúntese, ¿cuántas veces a la semana abre la Biblia usted solo para saciarse de las delicias de la sabiduría divina?
1.2. Segunda Lectura: * Rm 8,35.37-39: “Ninguna criatura podrá apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo”
El capítulo 8 de la carta del Apóstol San Pablo es para mí uno de los textos a los que recurro con frecuencia, espacialmente en momentos de oscuridad o angustia. Gracias a San Pablo, que con su vehemencia acostumbrada, recalca este nivel que está por encima de nuestros sentidos y sentimientos pero es accesible al que tiene fe, podemos vislumbrarlo. Fíjese en el texto con el cual concluimos la lectura dominical del capitulo 8. Es un desafío a sus problemas, a sus angustias. Levante la cabeza y denuncie la opresión de los hombres o de circunstancias adversas de su vida. Este pasaje no hay que leerlo en silencio. Este pasaje hay que proclamarlo en alta voz Si gusta, añade a la lista de San Pablo los problemas de su vida y de su familia. Esta palabra es eficaz. Se lo aseguro.
1.3 Evangelio: * Mt 14,13-21: “Comieron todos hasta quedar satisfechos”
Nunca me deja de sorprender el amor del Señor. Son años y años que leo este texto y cada vez el Señor enseña algo más, no sólo en cómo aplicarlo más y mejor a mi propia vida sino porque llego a conocer al Señor más de cerca, su manera de pensar y su manera de actuar. Y cada vez más siente la necesidad de ser amigo de Jesús para que me contagie lo que El lleva en su corazón.
Piensen en las circunstancias. Jesús se va lejos para estar a solas con sus discípulos y seguramente para llorar la muerte de su primo, San Juan Bautista. A llegar al lugar escogido, ¿qué es lo que ve? Una muchedumbre, que ha dado la vuelta al lago y lo está esperando. En lugar de molestarse y de despedir a la gente porque al fin y al cabo, Jesús está de luto, quiere estar a solas con sus discípulos, le da compasión y se pone a curar a al gente. Encima todavía les da de comer. Señor, dame un corazón semejante al tuyo.
2. REFLEXIONEMOS
2.1 Los Padres
Jesús recorrió todo el país como enviado de su Padre, predicando la Buena Nueva. El reino de Dios está cerca. Los profetas habían prometido el reino de Dios y las personas piadosas lo esperaban con ansia. Los doctores de la ley y los fariseos hablaban de él; pero Jesús dijo claramente: Se ha cumplido es el tiempo, el reino Dios está cerca.
Jesús demostró, con grandes milagros, que el reino de Dios estaba cerca. Curó enfermos, arrojó espíritus malos, resucito muertos y alimentó de modo maravilloso a la multitud en el desierto. Dijo: ”Si yo arrojo a los demonios con el espíritu de Dios, entonces es que ha llegado el reino a ustedes” (Mt 12,28). Y la multitud exclamaba: ”Dios ha visitado a su pueblo” (Lc 7,16).
Por medio de sus palabras y grandes milagros, Jesús reveló al mismo tiempo que era el Mesías prometido por Dios. Cuando el Bautista mandó a sus discípulos para preguntar: "¿Eres tú el que ha de venir o hemos de de esperar a otro?”, Jesús contestó:”Vayan y díganle a Juan lo que ven y oyen: los ciegos ven, los cojos andan, los leproso quedan limpios, los sordos oyen, los murtos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva. Bienaventurado el que no se escandalice de mi” (Mt 11,3-6). Dar esta respuesta era afirmar que El era el Mesías.
Esto nos hace ver que detrás de las realidades de nuestra fe: la Iglesia, los sacramentos, la comunidad cristiana, que son como los milagros diarios que superan nuestro horizonte. Pero detrás hay algo mayor aún: en ellos Cristo mismo se entrega a nosotros. Así, cuando hablamos de la religión, cuando enseñamos a otros las Escrituras, entregamos, en realidad, al Señor a los que estamos hablando.
2.2 Con los hijos
Cristo nos llama a seguirle. Es nuestro maestro, que nos enseña con su palabra y ejemplo. Vive en nosotros y nos da luz y fuerza. Es nuestro mejor amigo, que va con nosotros a través de todas las oscuridades de nuestra vida. El dice:”El que me sigue no anda en tinieblas, sino que tendrá luz de vida” (Jn 8,12).
Si seguimos a Cristo, nos preocupamos ante todo por la gloria de Dios, por nuestra eterna salvación y por la de nuestros semejantes. Cristo dice: ”Busquen primero el Reino de Dios todo lo demás se les dará por añadidura” (Mt 6,33).
Si seguimos a Cristo, debemos pertenecerle por completo. “Nadie puede servir a dos señores” (Mt 6,24). Por eso debemos guardar sus mandamientos y esforzarnos en evitar todo pecado, por pequeño que sea.
No podemos seguir a Cristo si no estamos dispuestos al sacrificio. Cristo dice: “El que no lleva su cruz y no me sigue, no puede ser mi discípulo” (Lc 14,27). Pero si le seguimos en su camino de la cruz y perseveramos valerosamente, nos promete: “El que venciere le haré sentarse conmigo en mi trono” (Apc 3,21).
El discípulo de Jesús al igual que su Maestro, no busca su propia gloria. Es humilde ante Dios, ve su insignificancia, y es modesto y servicial para con sus semejantes.
Jesucristo dijo: “Aprendan de mi, que soy manso y humilde de corazón” (Mt 11,29). San Pablo escribe:”Tengan los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús, que se anonadó tomando forma de esclavo” (Fil 2,5-7).
Cristo quiere llevarnos a la perfección. Nos invita con las siguientes apalabras:
“Sean perfectos, como es perfecto vuestro Padre en el cielo”. Él mismo es el más excelso modelo de perfección; es el reflejo de la santidad de Dios. La perfección se manifiesta ante todo en nuestro amor a Dios y al prójimo.
Si estamos unidos e Cristo, daremos frutos de vida eterna. Por cada obra buena que realizamos en esta vida de gracia merecemos un aumento de la gracia en la tierra y una eterna recompensa en el cielo. Jesucristo dice: “Alégrense y regocíjense, pues su el premio en el cielo el grande” (Mt 5,12).
Potentes palabras para grandes y chicos. ¿Alcanzaremos la perfección con nuestros puños? ¡Imposible! Pero el Señor quiere dárnosla gratis por medio de la Iglesia y por medio de la historia de cada día.
3. Relación con la Misa
El Memorial de su Pasión es el gesto permanente del amor de Jesús para con nosotros. La multiplicación del pan se realiza en cada Misa porque el Señor desea ardientemente comer la Pascua con nosotros.
4. Vivencia Familiar
Hablamos ya en otra parte de esta costumbre de los ortodoxos, especialmente en Rusia, y también, si mal no recuerdo, de los judíos. Al celebrar la fiesta de Navidad, los hermanos ortodoxos colocan un plato más en la mesa para que Cristo pueda comer con la familia. Invitan a un pobre o solitario para que participe de la fiesta familiar. ¿Hay en la familia o en el asilo para ancianos alguien que no está sólo?
5. NOS HABLA LA IGLESIA
Plegaria y Acción
La oración de todos debe subir al Todopoderoso, a fin de que la humanidad, consciente de tan grandes calamidades, se aplique con inteligencia y firmeza en abolirlas. A esta oración debe corresponder la entrega completa de cada uno, en la medida de sus fuerzas y de sus posibilidades, a la hucha para que los individuos, los grupos sociales y las naciones se den fraternalmente la mano: el fuerte, ayudando al débil a levantarse, poniendo en ello toda su competencia, su entusiasmo y su amor desinteresado. Más que nadie, el que está animado de una verdadera caridad es ingenioso para descubrir las causas de la miseria, para encontrar los medios de combatirla, para vencerla con intrepidez. Amigo de la paz, proseguirá su camino irradiando alegría y derramando luz y gracia en el corazón de los hombres en toda la faz de la tierra, haciéndoles descubrir, por encima de todas las fronteras, el rostro de los hermanos, el rostro de los amigos.”
(Pablo VI “El Progreso de
los Pueblos no 75
6. Leamos la Biblia con la Iglesia
L. |
Num 11, 4b-15 |
S. 80 |
Jer 28,1-17 |
S. 118 |
Mt 14, 13-21 |
M. |
Num 12, 1—13 |
S. 50 |
Jer 20, 1-2.12-15.18-22 |
S. 101 |
Mt 14, 22-36 |
M. |
Num 13, 2-3a .26 -14, 1.26-30.34-35 |
S.105 |
Jer 31,1-7 |
S. Jr 31, 10-13 |
Mt 15, 21-26 |
J. |
Num 20,1-13 |
S. 94 |
Jer 31, 31-34 |
S. 50 |
Mt 16, 13-23 |
V. |
Deut 4, 32-40 |
S. 76 |
Nah 1, 15; 2, 2; 3, 1-3.6-7 |
S. Dt 32, 35cd-36ab.39.41 |
Mt 16, 24-28 |
S. |
Deut 6, 4-13 |
S.147 |
Hab 1, 12-2, 4 |
S. 9 |
Mt 18, 14-19 |
7, De la Doctrina de los doce Apóstoles
Respecto a la acción de gracias
Primeramente sobre el cáliz:
Te damos gracias, Padre nuestro, por la santa viña de David, tu siervo, la que nos diste a conocer por medio de Jesús tu siervo. A ti sea la gloria por los siglos.
Luego sobre el fragmento (del pan)
Como este fragmento estaba disperso sobre los montes y reunido se hizo uno, as sea reunida tu Iglesia, de los confines de la tierra. Porque tuya es la gloria y el por Jesucristo, eternamente.
Después de saciarse darán gracias así:
Te damos gracias Padre santo, por tu santo Nombre, que hiciste morar en nuestros corazones y por el conocimiento y la fe que nos diste a conocer por medio de Jesús tu siervo. A ti sea la gloria por los siglos.
Tú, Señor omnipotente, creaste todas las cosas por causa de tu nombre y diste a los hombres comida y bebida para su disfrute. Mas a nosotros nos hiciste gracia de comida y bebida espiritual y de vida eterna por tu siervo.
Ante todo te damos gracias porque eres poderoso. A ti sea la gloria por los siglos.
Acuérdate, Señor de tu Iglesia, para librarla de todo mal y hacerla perfecta en tu amor, y reúnela de los cuatro vientos, santos en el reino tuyo, que has preparado. Porque tuyo es el poder y la gloria por los siglos.