Domingo 30 del Tiempo Ordinario A 'El Mandamiento más grande' - Catequesis preparatoria para niños: preparemos la Acogida de la Palabra de Dios proclamada durante la celebración de la Misa dominical
2. Catequesis I: "Dios lo ve".
Catequesis II: "Juntos funcionan, separados no funcionan".
4. Elementos litúrgicos a reforzar
Falta un dedo: Celebrarla
* Ex 22,21-27: “Si explotáis a viudas y huérfanos se encenderá mi ira contra vosotros”
* Sal 17,2-3a.3bc-4.47 y 51ab: “Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza”
* 1Ts 1,5c-10: “Abandonasteis los ídolos para servir a Dios y esperar la vuelta de su Hijo”
* Mt 22,34-40: “Amarás al Señor tu Dios y a tu prójimo como a ti mismo”
2. Catequesis
2.1 Meta
El hombre que no ama y no es amado, muere por dentro,
el niño inclusive físicamente. ¡Cuántas enfermedades serán nada más que
secuela de desamor! Compartamos con los niños el inmenso amor de Dios que
nos hace amar a los demás.
2.2.2 La Catequesis "Dios lo ve".
En Alemania, en la ciudad de Colonia, hay una catedral
hermosísima con torres muy muy altas. Han tardado varios siglos• para
terminarla. Un día una turista recibió el permiso de subir a una de las
torres y arriba encontró a un picapedrero que con el mayor esmero estaba
cincelando una flor en la piedra. "Pero, buen hombre,-le dijo el turista,
¿por qué tanto trabajo, nadie ve lo que usted hace?". El artista
continuaba imperturbable su labor contestando:" Dios lo ve".
La mirada de amor
Vi una vez a un niño que estaba muy inquieto porque sus padres no estaban en casa. Los juegos no le gustaban, las muñecas no le entretenían. Yo pensé que seguramente quería hablar muchas cosas con sus padres cuando volvieran. Después de unos minutos sus padres volvieron y, cansados, se sentaban en el sofá. El niño muy tranquilito sacó sus muñecas y se puso a jugar en el suelo. Pero ya no estaba inquieto porque sus padres lo miraban.
Cuando los padres estaban ausentes ¿el niño estaba?
(inquieto). Cuando estaban en casa ¿el niño estaba? (sereno). Nosotros
tenemos a alguien que nos mira con ojos de amor. No necesitamos esperar
que esté hablándonos directamente, ni necesitarnos temer que se ausente
porqué siempre nos mira con ojos de amor. ¿Recuerdan lo que contestó el
picapedrero al turista? (Dios lo ve). Dios nunca se ausenta, Dios nunca se
cansa de amarnos, Dios siempre nos ama. ¿Que cosa sentimos en nuestro
corazón para con las personas que nos quieren? (amor). ¿Y para con Dios?
(amor)
Les voy a contar otra historia: Un día, un sabio estaba caminando con un tibetano por las serranías durante una tempestad de nieve. Observaban cómo otro hombre resbaló y cayó, deslizándose cuesta abajo. Dijo el sabio:"Tenemos que ir y ayudarle". El tibetano le contestó:" Nadie nos puede exigir de ayudar a este hombre porque nosotros mismos estamos en peligro. Si nos quedamos en el camino, vamos a morir". Replicó el sabio:’"Si tengo que morir, quiero morir ayudando". El tibetano no prestó atención y continuaba su camino. El sabio bajó la cuesta empinada hasta llegar al lugar donde se encontraba el accidentado y con mucho esfuerzo lo cargó sobre sus hombros para llevarlo cuesta arriba. Este esfuerzo tremendo le dio calor y el calor de su cuerpo calentó también al accidentado que estaba en peligro de morir congelado. Mucho más tarde subiendo por el sendero encontraron al tibetano en la nieve. Cansado se había echado al suelo para dormir un poco y se había muerto congelado. El sabio había querido salvar a un hombre, pero en realidad se salvó a si mismo.
Mirada que da calor
Creo que todos hemos experimentado alguna vez que cuando amamos alguien ¿cómo sentimos nuestro corazón? ¿Frío o caliente? (Caliente). Así es. El amar nos calienta el corazón. Con el corazón frío uno muere, y con el corazón con calor uno vive feliz. Así que si queremos vivir, si queremos tener el corazón caliente, ¿qué tenernos que hacer? (amar)
Por eso el lema será: El que ama vive y no muere.
Catequesis II Juntos funcionan, separados no funcionan.
Meta
Los niños necesitan experimentar que el amor de Dios y el amor del prójimo siempre van juntos.
La Catequesis
Ejercicio
El catequista ha traído un par de patines. En el uno lleva una tarjeta:"Amor de Dios" en el otro "Amor del prójimo". Un niño previamente instruido se los coloca y ejecuta los ejercicios indicados.
Vamos a observar lo que hace el niño. ¿Basta que se ponga sólo un patín?... (No). ¿Qué pasa si se pone solo un patín? (No avanza). Así es, no tiene seguridad y los que tienen dos patines avanzan mucho más rápidamente. Además estando solo en un patín uno se cansa rápidamente. Así es con el amor de Dios y el amor del prójimo. Si nos dedicamos sólo a uno, nos cansaremos rápidamente y no avanzamos. Supongamos que yo me proponga amar a Dios y a mi lado hay gente que tiene hambre, ¿qué pasa con esa gente? (se muere de hambre). Si sólo amo a los hombres y nunca voy a misa ¿esto me da la vida terna? (no). Porque solo amo a los hombres.
Vamos a seguir observando al niño que está patinando.
¿Siempre marcha de manera pareja con los dos patines o usa una vez uno y luego el otro?.. . (Por turno los usa). Así es también con el amor. Un momento pienso en Dios y otro momento pienso en el prójimo, justo lo que se necesite al momento. Cuando rezamos, cuando participamos en Misa, ¿en quien pienso? (en Dios). ¿Al dar de comer al que tiene hambre en quién pienso? (en el prójimo).
Sigamos observando: el niño está patinando en el espacio abierto. Pero también hay gradas, sillas, o bancas. ¿Donde puede caminar con más soltura? (donde no hay obstáculos). Si el que patina no se fija en estos obstáculos y no los evita, ¿qué es lo que le pasa? (choca, puedo hacerse daño). Los obstáculos son el odio, el resentimiento, la flojera, la indiferencia. Cuando hay estas cosas ¿uno puede amar a Dios y al prójimo? (no).
Sigamos viendo. Supongamos que el niño quiera llegar lo más pronto posible de aquí hasta la puerta, ¿cual es el camino más rápido, dar vueltas o ir en línea directa? (en línea directa). Exacto. Cuando nosotros queramos aprender a amar bien a quien debemos a mirar ¿a quién debemos seguir para llegar lo más rápidamente? (a Jesús). Esta es la línea directa.
Supongamos que el niño se quite los patines y los deje en un charco de agua y no los use por mucho tiempo, ¿qué es lo que pasa? (se malogran los patines). Así es con el amor. Cuando uno deja pasar mucho tiempo sin amar a Dios ni al prójimo, olvidamos y perdemos la capacidad de amar. Ojalá que nunca suceda.
Vamos a pensar ahora juntos y lo apuntaremos en la pizarra cómo se puede amar a Dios y al prójimo
Nuestro lema sera: Avanzamos hacia el cielo cuando amamos a Dios y al prójimo.
Se prepara una hoja que lleva como título: He visto el
amor. Los niños apuntan allí cada día un ejemplo cómo han visto que había
amor (entre padres e hijos, hermanos, parientes, vecinos etc. etc.)
4. Elementos litúrgicos a reforzar
Descubrir con los niños cuando se regala algo durante la misa como máxima expresión de amor: las ofrendas (regalo a Dios de todo lo que somos y tenernos), las peticiones de la oración universal (nos preocupamos por los demás y les regalamos nuestras oraciones), la comunión (Dios nos regala el Cuerpo de Cristo).
Había una vez un hombre que entró a una aldea pero no se quedó allí mucho tiempo. Es que la gente de ese pueblo no sabía sonreír a los demás. Nadie amaba a los demás y todos tenían cara triste y sería. Pero nosotros sabemos y conocemos a alguien que nos ama más de lo que nosotros podemos imaginarlo. Nos invita cada vez de nuevo h a su fiesta, la Santa Misa. ¿Quién es? (Dios) .Nosotros si sabemos sonreír porque Dios nos ama. ¡Déjenme ver si hay alguien con la cara seria! Nadie, porque estamos felices con Dios.
Hay una diferencia muy grande entre el resultado de la catequesis que consiste en promover un buen comportamiento o un resultado que se expresa en la alegría de la vida y en el amor a Dios.
Cierto día, un catequista hizo escribir a los niños lo que les había gustado más de todo en las catequesis durante el año. La mayoría de los niños no escribió: las cuentos, los dibujos o los juegos sino: hemos escuchado muchas cosas bonitas de Dios. Parece que este catequista la ha hecho bien y, para mí, ama mucho a Dios.
Queremos ayudar
a que los niños, por medio de la catequesis dominical, puedan
compenetrarse de la Palabra de Dios proclamada durante la Misa Dominical
Parroquial. De
ningún modo queremos dar
pie al terrible malentendido como si pretendiéremos colaborar en sustituir
la Misa Dominical de la Comunidad Parroquial con una Misa para Niños.
Tenemos una
seria acusación al
respecto.