Domingo 4 del Tiempo Ordinario A - 'Bienaventurados...": Catequesis preparatoria para niños, preparemos la Acogida de la Palabra de Dios durante la celebración de la Misa dominical
Recursos adicionales para la preparación
Ocho días para insertar las Bienaventuranzas en nuestra Vida y/o Familia
Índice
1. Pasaje dominical del Domingo
2. Catequesis I: ¿Quien quiere ser feliz?
2. Catequesis II: La Ley de Jesús
3. Vivencia
4. La Liturgia
5. El Niño
6. Condición previa
Falta un dedo: Celebrarla
Para ser más felices" Curso con y sobre las Bienaventuranzas"
1. Pasaje
dominical
1. 3 Evangelio: San Mateo 5, 1 -12 a
2. CATEQUESIS
2. 1 Catequesis I: ¿Quien quiere ser feliz?
2. 1. 1 Meta
Queremos ayudar a los niños a que vislumbren algo de lo radicalmente nuevo y distinto que enseña Jesús en el sermón de la montaña. De paso el catequista renueva su visión del fe.
2. 1. 2 La Catequesis
Preparativos
Se han preparado dos cartulinas grandes. En la primera se ha puesto la siguiente lista: niño con manos vacías – niño triste – niño que deja que lo peguen – niño que se junta con los feos y los sucios – niño que deja que abusen de él – niño que no se ríe cuando ve que están peleando – niño que deja que lo insulten – niño deja que se burlen de el.
En la segunda cartulina se escribe en la siguiente lista: niño con muchos juguetes – niño alegre y despreocupado – niño que se defiende con fuerza –niño que se junta con los que están limpios – niño que no permite que abusen de él – niño que mira con gozo cuando muestran películas donde pegan a la gente – niño que hace callar a los demás – niño que no permite que se burlen de él.
Estas cartulinas ya están desde el comienzo bien visibles para que los niños las puedan leer mientras ocupan su asiento. Además se han preparado papelitos que llevan escritas las bienaventuranzas para que se puedan fijar junto a los diversos tipos presentados con alfileres o adhesivos.
Nuestros gustos
¿Que te gusta más, tener muchos juguetes o no tener nada?… (Tener juguetes). ¿Qué te gusta más, estar alegre o triste?… (Alegre). ¿Qué les gusta más, dejarse pegar o defenderse… (Defenderse). ¿Qué te gusta más, que abusen de ti o no permitir que abusen de ti?… (No permitirlo). ¿Qué te gusta más, reírse cuando ves una película tonta y una buena pelea o no reírse?… (Reírse). ¿Qué te gusta más, hacer callar a los demás o que te insulte?… (Hacer callar a los demás). ¿Qué te gusta más, dejar que se burlen de ti o no permitirlo?… (No permitirlo).
Los gustos de Jesús
¿Cuál es la persona más importante que jamás ha vivido en esta tierra?… (Jesucristo). Tienen ustedes razón, el mismo Hijo de Dios se ha hecho hombre, el Dios todopoderoso que ha creado el mundo. Ahora vamos a ver un poquito cuáles son los gustos de Jesús. Cuando el Hijo de Dios vivía con los hombres, ¿tenía muchos bienes?… (No). El ha dicho una vez: "el hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza", es decir, no tenía cama propia. ¿Ha buscado a los sanos o a los enfermos, a los alegres o a los tristes?… (A los enfermos y tristes). ¿Destrozaba a sus enemigos y a los que lo atacaban o dejó que lo clavara en la Cruz?… (Se dejó clavar en la Cruz). El Hijo de Dios, la persona más santa e importante que jamás ha vivido en esta tierra, ¿permitió que abusen de él?… (Permitió que abusen de él). ¿A Jesús le gustaba que haya una buena pelea, que se peguen unos a otros?… (No). Cuando estaba clavado en la Cruz y lo insultaban, ¿los hizo callar o rezaba por ellos?… (Rezaba por ellos). ¿Se acuerdan de la oración que dijo?… (Padre, perdónales, no saben lo que hacen). ¿Acaso Jesús era una persona débil?… (No, era muy fuerte). Sabía hacer milagros, y hasta mandaba a la tempestad en el mar para que se calmara. ¿Entonces por qué permitió que le hicieran todas estas cosas?… (Para salvarnos). Porque amaba a los hombres, y hasta a sus enemigos. ¿Ustedes creen que Jesús ha sido feliz?… (Si). ¿Ustedes quieren ser felices como lo fue Jesús?… (Si). Vamos entonces a escuchar el evangelio que nos explica cómo hemos de hacer para ser felices como lo fue Jesús. Por si acaso, lo mismo significa feliz, dichoso, bienaventurado.
Se lee el Evangelio
Los niños felices
Tengo aquí en cada papelito escritas una de las bienaventuranzas que ha dicho Jesús y entre todos vamos a ver a qué niño de la lista corresponde. (Por turno sacan un papelito, lo leen en voz alta y luego todos dicen a qué niño de la lista corresponde).
Nuestros gustos
Nos hemos dado cuenta que nuestros gustos son a veces muy distintos de los gustos de Jesús. ¿Qué vamos a hacer? ¿Queremos quedarnos con nuestros gustos o cambiarlos para tener los gustos de Jesús?… (Queremos tener los gustos de Jesús). Sólo así vamos a ser realmente felices. Ahora les voy a decir las bienaventuranzas una por una y los que quieren digan con voz fuerte: "Yo quiero ser feliz como Jesús". Un ejemplo: "Bienaventurados los pobres", y después haré una pausa. Los que desean ser felices como Jesús digan con alegría: "Yo quiero ser feliz como Jesús". Y luego yo seguiré diciendo el resto de las bienaventuranzas: "porque de ustedes es el reino de los cielos".
Les tengo una sugerencia: de la Biblia de su casa copien las bienaventuranzas en una hoja. Luego escogen cada día una nueva bienaventuranza y pregunten a los de su casa: "¿Cómo puedo hacer para ser feliz como Jesús siendo pobre, de puro corazón, etc.?"
2. 2 Catequesis II: La Ley de Jesús
2. 2. 1 Meta
Concentrándonos en la primera bienaventuranza queremos descubrir de lo que habla Jesús cuando dice que los pobres heredarán el reino.
2. 2. 2 La Catequesis
El (la) catequista divide a los niños en tres grupos y cada grupo tiene como encargo de pensar como si ellos fueran diputados para dar leyes, para que juntos decidan qué ley darían para que todos los hombres se portaran bien en la calle (primer grupo), para que no haya gente que tenga hambre (segundo grupo), para que todos los hombres sean felices (tercer grupo). Después de un tiempo prudencial los niños cuentan a los demás qué leyes dictarían. Se apuntan en la pizarra o en la cartulina.
Ustedes saben que existe aquel que está muy muy preocupado para que todos los hombres vivan felices y hagan las cosas bien. ¿Quién es?… (Dios). Y Dios mismo vino al mundo haciéndose hombre para ayudarnos a ser felices. Ahora les voy a leer el Evangelio y vamos escuchar las leyes que Jesús da para que los hombres, para que todos nosotros seamos felices.
SE LEE EL EVANGELIO
Jesús no obliga ni fuerza a nadie
Vamos a ver si recuerdan la primera frase que dice Jesús después de sentarse en la montaña. La vamos a apuntar en la pizarra (en la cartulina): "Felices (bienaventurados, dichosos) los pobres porque de ellos es el reino de los cielos". Para que cumplamos las leyes del Estado, hay una manera de hacerlas cumplir. Por ejemplo, supongamos que un ladrón roba muchas cosas. ¿A quién se envía para atrapar al ladrón?… (A la policía). Y cuando lo han atrapado entonces debe presentarse ante el tribunal y es juzgado. Y cuando lo encuentran culpable el juez lo envía ¿a dónde?… (A la cárcel). Exactamente. Y si no lo atrapan, ¿le pasa algo?… (No). No le pasa nada. Pero para que la gente mala no haga cosas malas es necesario que haya leyes que dicen: eso tú haces esto aquello, te vas a la cárcel". Esto le impide a muchos que hagan cosas malas y la policía está siempre atenta para atrapar a los criminales.
Hemos escuchado las leyes de Jesús. ¿Jesús nos amenaza con mandarnos a la cárcel a los malos?… (No). Jesús no amenaza. Más bien Jesús promete algo a los pobres de corazón o mejor dicho a los de corazón pobre. ¿Qué es?… (Heredarán el reino de los cielos). Esto sí que es extraordinaria si tenemos un corazón de pobre, entonces Jesús nos va a regalar ¿todo el?… (Reino de los cielos).
El corazón de pobre
¿Quién quiere recibir como regalo el reino de los cielos?… (Todos). Todos queremos recibir este reino. Ahora tenemos que ver qué cosa es el corazón de pobre. Les voy a contar algo. Un día mi papá me llevó de paseo por la ciudad donde había muchas tiendas y en cada una de las tiendas había muchas cosas. Y cada vez cuando vi una cosa que me gustaba le dije a mi papá: "Papa, ¡cómprame esto!" Y mi papá cada vez me contestaba: "Cuando seas más grande y lo necesites te lo voy a comprar". Así que todo el tiempo estaba yo mirando las vitrinas de las tiendas para ver las cosas que mi papá me iba a comprar. Tenía el corazón lleno de cosas que quería tener y no podía pensar en otra cosa. ¿Tenía yo un corazón de pobre?… (No, un corazón de rico). Es que uno tiene corazón de rico cuando quiere tener cosas. Y entonces no hay lugar para nada más en los pensamientos y en el corazón.
Había una vez una niña que tenía una muñeca muy bonita y todo el día pensaba sólo en su muñeca. En el colegio no prestaba mucha atención porque pensaba ¿en?… (Su muñeca). Y en la casa pasaba todo el tiempo vistiendo, bañando, peinando y arreglando a su muñeca. ¿La niña tenía corazón de pobre?… (No). En su corazón no había lugar para nada más
Había una vez un niño al que le gustaba mucho salir a la calle con sus patinetas. Cada día estaba patinando. Un día vio a su vecino, a un niño de la misma edad, que no tenía patinetas y miraba con anhelo al otro como patinaba. Así que le dijo: "¿Qué te parece? Te voy a prestar mis patinetas. Cada uno va patinar un tiempo y así nos divertimos por turno". Y a veces, para gozar juntos, cada uno se ponía una patineta y patinaban con un pie. ¿Este niño tenía un corazón de rico o de pobre?… (Un corazón de pobre). Ustedes han adivinado correctamente. Cuando yo miraba las vitrinas, cuando la niña pensaba solo en su muñeca, ¿había lugar en el corazón para pensar en los demás? ¿Un corazón de pobre cuando existe?… (Cuando uno tiene lugar en su corazón para pensar en los demás). ¿Jesús tenía un corazón de pobre?… (Si). Porque pensaba en todos nosotros, en todos los hombres con amor, eso es tener corazón de pobre. Ahora vamos a ver un poquito las ideas que pueden tener ustedes al respecto: ¿cómo puedes hacer para tener tú un corazón de pobre?… (Los niños dan sus opiniones, que se apuntan en la cartulina). Todavía nos falta aclarar una cosa más: ¿qué cosa es el reino de los cielos?… (Los niños opinan). Supongamos que Jesús entra en tu corazón. ¿Con el viene el reino de los cielos?… (Si). Jesús dijo una vez: "Cuando alguien cumple mis mandamientos mi padre lo amar a y yo y mi padre vendremos a tomar morada en él". San Pablo escribe: "¿No saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo?" ¿Cuando el Espíritu Santo está en nuestro corazón, está también el reino de los cielos?… (Si). ¿Se dan cuenta? Cuanto más está despejado nuestro corazón de las intenciones malas y también de las cosas de este mundo que nos pueden ilusionar, tanto más está en nuestro corazón el reino de Dios. Y esto desde nuestro bautismo. Desde ese momento vino el Espíritu Santo a nuestro corazón. Y cuanto más pobre es nuestro corazón en mentiras, peleas, cosas, tanto más tiene capacidad del reino de Dios para que ocupe nuestro corazón. Vamos ahora a ponernos a pensar cómo hacer para que nuestro corazón esté de lo más despejado de todo aquello que pueda impedir que esté en él el reino de Dios y al mismo tiempo vamos a pensar en las cosas que hacen que Jesús esté con más alegría en nuestro corazón–recuerden el niño de las patinetas… (Los niños opinan y se apuntan las mejores ideas en la cartulina). Y piensen también en lo siguiente: cada día pedimos al Señor que venga cuando rezamos el padrenuestro. ¿Qué pedimos?… (Venga a nosotros tu reino).
También podemos animarlos a los niños a que continúen ocupándose de las bienaventuranzas. Les entregamos una hoja con una serie de afirmaciones y los niños escribirán: "felices (dichosos, bienaventurado)" antes de las frases que les parecen pertenecer a la enseñanza de Jesús.
los que vencen en la competencia
los que construyen los edificios más altos
los que ganan medallas en las Olimpiadas
los que lloran
los que hacen callar a los demás
los pobres de espíritu
los que no dejan que hay quien se burle de ellos
los que son perseguidos por causa de la justicia
los que son insultadosy calumniados por causa de Jesús
los más fuertes
los más guapos
los más ricos
los sufridos
los que tienen hambre y sed de justicia
los misericordiosos
los limpios de corazón
los que ganan la guerra
los que trabajan por la paz
los que viven en casas grandes
los que tienen más armas
etc., etc.
Nota: Para acertar pide a tus padres que te ayuden leyendo en el Evangelio de San Mateo el capítulo cinco.
Puesto que las bienaventuranzas se refieren ante todo a unas actitudes profundamente interiores, sería bueno que animáramos a los niños (y a nosotros mismos) a revisar un poco las actitudes con las que nos acercamos al misterio de la eucaristía. Cuando el sacerdote nos invita: "Antes de celebrar los sagrados misterios pidamos perdón por nuestros pecados", nos preguntamos si somos pacíficos, pobres de corazón, hambrientos y sedientos de la justicia de Dios, etc.
Aparte de la herida profunda que lleva todo ser humano a causa de el pecado original, muchas veces enseñamos actitudes que van en contra de lo que enseña Jesús porque les enseñamos especialmente a los muchachos que no se dejen maltratar, que no se dejen tratar como "zonzo", a que se defiendan contra los abusivos. Esto lo decimos especialmente a los varoncitos ¿verdad? Vale decir que les damos una catequesis contraria. Los niños son capaces de actitudes heroicas si ven algo de ellas en nosotros.
Cuando tenga media hora sin que lo interrumpan, lea los capítulos 5 -7 de San Mateo de un tirón, con tranquilidad. Se va a escandalizar como lo hizo aquel sabio que leyó por primera vez la Biblia. Su reacción era: "Si esto es el cristianismo entonces yo estaba totalmente equivocado". Y puesto que eso no podría aceptarlo, escondió la Biblia para nunca leerla más. Al leer estos capítulos se dará cuenta que nadie es capaz por sus propias fuerzas de vivir así. Sin embargo, si confía en Dios y en su Santo Espíritu se dará cuenta que para Dios no hay nada imposible .
Queremos ayudar
a que los niños, por medio de la catequesis dominical, puedan
compenetrarse de la Palabra de Dios proclamada durante la Misa Dominical
Parroquial. De
ningún modo queremos dar
pie al terrible malentendido como si pretendiéremos colaborar en sustituir
la Misa Dominical de la Comunidad Parroquial con una Misa para Niños.
Tenemos una
seria acusación al
respecto.