Domingo 3 de Pascua C - Catequesis preparatoria para niños: preparemos la Acogida de la Palabra de Dios durante la celebración de la Misa dominical parroquial
Recursos adicionales para la preparación
Falta un dedo: Celebrarla
1. Pasajes del domingo
Evangelio: Juan 21, 1-19 (abreviado 21, 1-14)
2. Catequesis: Las huellas de Jesús
resucitado
Encontrar a Jesús resucitado, así piensan algunos,
requiere de mucho esfuerzo, de encuentros místicos o de algún medio
especial. Si fuera así la mayoría ya se habría aburrido. Jesús es
generoso en todo, él no escatima los caminos, los medios, las ayudas
necesarias para llegar a él. Esta catequesis quiere abrir los ojos de
los niños a la presencia de Jesús.
Seguir
las huellas salva la vida
Una niña había salido a pasearse con sus padres en
una playa muy solitaria. Luego de bañarse un buen rato toda la familia
se fue tierra adentro. Querían cruzar las dunas y llegar así a la
carretera y tomar el bus de regreso a casa. La niña se detuvo un momento
para anudar los pasadores de sus zapatillas. Cuando levantó la vista sus
padres habían desaparecido detrás de las dunas; subió corriendo una
guns pero no vio nada. Corrió a la derecha:
nada. Corrió a la izquierda: nada; estaba ahí sola, nadie contestó a sus
gritos. De repente le vino una idea: buscó las huellas de las pisadas de
sus padres las siguió y pronto los alcanzó y se reunió con ellos. ¡Qué
alivio!
Las huellas del Evangelio
El Evangelio de hoy nos da muchas pistas, muchas
huellas para encontrar a la persona que más nos interesa. ¿Quién es?...
(Jesús resucitado). Les voy a indicar las huellas y ustedes me dirán
como nos ayudan a llegar a Cristo.
Primera huella
los discípulos han trabajado y trabajado y bregando
durante toda la noche no han pescado absolutamente nada. Luego escuchan
como el Señor les dice que tienen que hacer. De repente hay pesca
abundante, un éxito completo. Todo les ha salido bien. ¿Cuándo nos van a
salir bien las cosas también a nosotros? ¿A quien tenemos que
escuchar?... (Cuando escuchamos y obedecemos a Jesús). Entonces
tendremos el éxito que valga ante Dios. Y ustedes bien saben que el
éxito ante Dios no es tener mucho dinero, fama o mucho poder. Lo que
vale ante Dios es ser santo. Pero ustedes ya han entendido muy bien como
seguir esta huella que se encuentra en lo que dice Jesús. Ahora dígame
¿dónde podremos encontrar en cualquier momento las indicaciones de
Jesús?... (En la Biblia). Teniendo este libro podremos encontrar siempre
muchas huellas para seguir a Jesús y para ser salvos.
Segunda huella
¿Quién es el primero de los discípulos que reconoce
a Jesús... (El discípulo amado por Jesús). Todo el mundo sabe que se
trata de San Juan. ¿Que dice el discípulo amigo de Jesús?... (Es el
Señor). ¿Quienes en nuestra casa conocen a Jesús y lo reconocen y pueden
decirnos: "Es el Señor"?... (Nuestros padres). La segunda huella la
encontramos en aquellos que conocen al Señor. Seguimos esta huella
cuando les prestamos atención y seguimos sus indicaciones para
encontrarnos con el Señor.
Tercera huella
¿Recuerdan lo que hace San Pedro?... (Se tira al
agua para llegar a Jesús), y los demás apóstoles le siguen en la barca.
¿Quién es el representante de San Pedro o más bien el sucesor de San
Pedro hoy en la tierra?... (El Papa). ¿Y quiénes son los sucesores de
los apóstoles?... (Los obispos). Y la barca la comparan muchas veces con
la Iglesia. Supongamos el caso que uno de los discípulos que estaban
dentro de la barca hubiera saltado al agua nadando en otra dirección
distinta de la de la barca, ¿habría llegado a Jesús?... (No). Si uno se
sale de la barca que es la Iglesia para buscar a su manera ¿ustedes
creen que encontrará a Jesús?... (No). Ya conocen la tercera huella. ¿A
quiénes tenemos que seguir para llegar a Jesús?... (Al Papa, a los
obispos, seguir en la Iglesia).
Cuarta huella
Al llegar a la orilla del lago los discípulos
encuentran la comida preparada para poder comer juntos. Jesús ya lo ha
alistado todo. Luego cuenta el Evangelio que Jesús se acercó y repartió
el pan. ¿Dónde encontramos a Jesús que nos reparta el pan?... (En la
Santa Misa, nos da el pan eucarístico). Entonces ya conocen la cuarta
huella: ¿para encontrar a Jesús para que nos dé de comer tenemos que ir
y participar?... (En la Santa Misa).
Quinta huella
¿Tres veces el Señor le dice a San Pedro?... (Cuida
mis ovejas, corderos). ¿Quiénes son las ovejas, corderos que tiene que
cuidar?... (Los miembros de la Iglesia). Y ustedes ya saben quién es el
sucesor de San Pedro, quien cuida las ovejas hoy ?... (El Papa). El
Santo Padre cuida de nosotros por medio de sus oraciones, las
enseñanzas, aclarando dudas y diciéndonos que tenemos que hacer para ser
buenos cristianos. Ya saben cuál es la quinta huella: ¿para llegar a
Jesús tenemos que obedecer las enseñanzas?... (Del Santo Padre).
Hemos encontrado cinco huellas: Escuchar la palabra
de Jesús; atender a aquellos que conocen a Jesús y nos dicen: "Es el
Señor"; atender al Santo Padre, a los obispos, a la Iglesia; participar
en la Santa Misa; y obedecer al Papa.
¿En su casa quienes son los que conocen a Jesús y
saben como llegar a él?... (Nuestros padres). Por eso, durante esta
semana para llegar a Jesús ¿qué nos toca hacer?
Les sugerimos a los padres que lean con sus hijos
regularmente pequeños trozos del Nuevo Testamento. También sugerimos que
los padres comenten con sus hijos cuando en el periódico publican algo
de lo que enseña el Santo Padre. De esta manera los hijos poco a poco
descubrirán los caminos hacia el Resucitado porque siguen sus huellas.
En la televisión muchas veces transmiten la audiencia y las
celebraciones precedidas por él Santo Padre.
Elementos a reforzar
Se recomienda descubrir en las distintas partes de
la Santa Misa las huellas de Señor resucitado. Un buen ejercicio también
para los adultos para descubrir el sentido de cada elemento de la
liturgia eucarística.
Una pedagogía muy errada quiere ofrecer al niño
todo preparado, todo masticado, todo digerido. De esta manera impulsado
por un amor mal entendido se quiere aliviar y aligerar al niño la tarea
del aprendizaje y de la formación. Queremos que no sufra. Hacemos un
mayor servicio a los niños y los queremos verdaderamente cuando les
damos la posibilidad de buscar y descubrir por cuenta propia.
Evidentemente esto tomará mucho más tiempo. Habrá mucho más errores,
dudas y dificultades. Pero del otro lado los beneficios son mayores. El
niño aprende a buscar, a equivocarse y salir del error y de esta manera
no se contenta con el modo fácil de vivir la vida. Si no hay hábito de
lucha, de esfuerzo en el futuro se contentará con lo fácil. Y bien
sabemos que lo fácil quedará siempre en la superficie de las cosas.
El Concilio ecuménico subraya
varias veces que él Espíritu Santo de Dios está actuando en el mundo y
en todas las realidades humanas. Por eso el Vaticano Segundo nos invita
a descubrir los designios y la voluntad de Dios también en los signos de
los tiempos y, estando atentos al llamado de Dios por medio de las
realidades humanas, sabremos transmitir también al niño esta actitud de
vigilancia que descubre a Dios en muchos signos y en muchas situaciones.
Queremos ayudar a que los niños, por medio de la catequesis
dominical, puedan compenetrarse de la Palabra de Dios proclamada durante la
Misa Dominical Parroquial. De
ningún modo queremos dar
pie al terrible malentendido como si pretendiéremos colaborar en sustituir
la Misa Dominical de la Comunidad Parroquial con una Misa para Niños.
Tenemos una
seria acusación al
respecto.